Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, es de Catriana y fue beteada por geekgir7.
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La heredera Hyūga partió al final de la semana, su nuevo guardia era un jōnin que no conocía y que hizo y dijo poco por el Uchiha. Sasuke lo había preferido así, para ser honesto todavía estaba de mal humor con la partida de la chica. Fiel a su palabra, había dejado de entrenar al aire libre en el frío y pasaba sus días en el interior… Pensando.
Sasuke estaba seguro de que estaba olvidando sus metas, lo cual era triste porque solo había estado en esta casa por seis meses. ¿Qué le paso a su determinación e impulso? Nunca había olvidado sus metas o deseos cuando buscaba venganza. ¿Fue porque en el fondo sabía que todo era inútil? Con el sello en la frente, nunca podría ser realmente libre. No importa cuánto quisiera resistir, sabia la verdad. Quizás podría vengarse de las personas que le habían puesto el sello en la frente, tratar de odiar a Naruto por no haberlo matado. Si se esforzaba lo suficiente, podría agarrar algo, cualquier cosa y usar eso como excusa. Quizás entonces alguien finalmente lo sacaría de su miseria.
El único problema con eso era que Sasuke estaba cansado. Le había dado la bienvenida a la muerte en el pasado, había terminado con sus deberes, había vengado a su clan. Se suponía que Naruto lo tendría que haber matado, él había querido morir. Ahora estaba cansado, de pelear, de odiar, estaba cansado de todo. Había completado su misión. Había querido que todo esto terminara; había querido unirse a Itachi y al resto de su clan.
Era difícil reunir la fuerza necesaria para querer morir de nuevo. Era difícil volver a un camino cuando finalmente te habías convencido a ti mismo de que todo había terminado. Ya no quería morir, pero tampoco quería ser parte de Konoha. Debido esto, los deseos, metas e intentos de Sasuke habían cambiado y se deformaron. Un día quería continuar con su plan, al día siguiente sólo quería que lo dejaran en paz y que todos se fueran a la mierda. A pesar de que se había dicho a sí mismo de que debería intentar arreglar la situación con la Hyūga, terminó volviendo a la misma rutina de ignorarla, solo interactuaba con ella en los entrenamientos. Y solo después de que Hinata se fue, se maldijo a sí mismo.
La meditación había hecho poco para mejorar su estado de ánimo y no tenía a nadie a quien atacar. Así que a mediados de la semana después de que Hinata se fuera, Sasuke se encontró sonriendo siniestramente al sentir un masivo estallido de chakra cerca de su pequeña casa. Ni siquiera le importaba quién era, solo sabía que estaba enojado y que estaba de humor para pelear. Verbal o físicamente, no importaba. Se levantó, se cruzó de brazos y puso su mejor mueca de desprecio. Al salir del pasillo vio al intruso entrando en su casa. La burla desapareció cuando se dio cuenta de que el rostro le era muy familiar.
El chakra pertenecía a Hyūga Neji y definitivamente estaba de mal humor. En el momento en que Sasuke dobló la esquina, los pálidos ojos se volvieron hacia él y se entrecerraron. El jōnin que lo estaba "cuidando" también había llegado, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
—Neji… —comenzó el hombre, pero el Hyūga lo interrumpió.
—No te preocupes —comenzó Neji, su mirada nunca se apartó de la de Sasuke—. Solo estoy aquí para hablar con el Uchiha. Espero que no te importe si te pido que nos dejes solos por unos minutos.
Relajándose, el jōnin se encogió de hombros.
—Claro. Solo… No intentes matarlo, ¿de acuerdo? Órdenes de Hokage-sama.
El hombre de cabello castaño no respondió y finalmente, el jōnin abandonó la habitación.
El Hyūga fue directo al grano, con postura defensiva mientras inclinaba la cabeza y miraba a Sasuke.
—¿Qué le hiciste a Hinata-sama? —exigió.
Bueno, eso no era lo que Sasuke había estado esperando, por decir lo menos. Su deseo de batalla retrocedió y su ceja se elevó en ligera confusión. No recordaba haberle hecho nada a Hinata, ni siquiera en el combate por el que habían pasado, en realidad no la había tocado. Se dio cuenta de que quería estar enojado, pero solo podía sentir curiosidad. Independientemente de sus sentimientos, tenía un papel que desempeñar.
—Me han considerado culpable de muchas cosas, Hyūga —murmuró Sasuke, entrecerrando sus ojos—. Tendrás que ser más específico.
—¿Oh? —la expresión de Neji era obviamente de burla mientras miraba a Sasuke, se cruzó de brazos de una manera similar a la suya—. Hinata-sama fue directamente con el Hokage y le preguntó si su tiempo contigo podría extenderse hasta la primavera. Lo cual le fue concedido —"explica eso" estaba claramente implícito en el tono de Neji.
La sorpresa en el rostro de Sasuke fue obvia. Tanto por el hecho de que cuando parpadeó, vio que la expresión de Neji se tensó y luego suspiró. Sacudió la cabeza. Sasuke había escuchado de los excepcionales poderes de observación de Neji. Evidentemente, eran ciertos.
—Realmente no lo sabes —era más una declaración para él mismo que para el Uchiha prisionero. Neji finalmente desvió la mirada de Sasuke, su voz se redujo a un murmullo—. ¿Qué estará pensando Hinata-sama? ¿No lo entiendo…?
Ambos hombres se volvieron cuando la puerta principal se abrió y el tema de conversación entró en la casa. Hubo una ligera dificultad en la respiración cuando Sasuke la vio de nuevo; no había esperado verla durante mucho tiempo y ahora estaba frente a él...
«¿Qué estás haciendo? Ni siquiera permitas que tus pensamientos vayan por ese camino. Estás actuando como un idiota.»
La mujer Hyūga dejó su gran mochila de viaje en el suelo y frunció el ceño levemente mientras observaba a su primo. Antes de que pudiera siquiera abrir la boca, Neji estaba allí, agarrándola del brazo y murmurando.
—Tenemos que hablar Hinata-sama —antes de lanzar una mirada confusa en su dirección.
Neji podía creer lo que quisiera, Sasuke no tenía idea de lo que estaba pasando. Según lo que entendió fue que Hinata ahora se quedaría en la casa con él hasta la primavera, lo que lo dejó completamente anonadado. No podía haber sido para honrar el trato, ella había ganado y él había admitido la derrota. La forma en que Neji insinuó que existía la posibilidad de que la estuvieran obligando a quedarse, a pesar de que Naruto lo había aprobado.
—Por favor, no me agarres así del brazo —dijo Hinata con suavidad. De hecho, se las arregló para alejarse de Neji antes de que él la llevara demasiado lejos. Todavía estaban de pie en su sala de estar—. N-no tenías que venir aquí...
—¿Por qué pediste quedarte con él hasta la primavera? —Neji la interrumpió—. ¿Has olvidado quién es esta persona? ¿Todo lo que ha intentado hacer? Hinata-sama, eres una persona amable y comprensiva, lo entiendo mejor que nadie, pero él esta…
—De pie y escuchando todo —Sasuke gruñó, sin disfrutar de ser ignorado. Lo que lo enfureció fue que Neji tenía puntos muy válidos y en ese sentido, no quería que alguien hiciera que Hinata cambiaran de opinión.
El hecho de que no quisiera que ella cambiara de opinión también lo enfurecía por razones que se negaba a examinar. ¿Estaba haciendo esto por lástima? Si era así, independientemente del hecho de que estaba… Complacido de ver a su cocinera de regreso, él le diría que se fuera. No necesitaba simpatía ni lástima, sus errores eran suyos y definitivamente había aprendido de ellos.
Hinata dio un paso atrás, bajo la cabeza para mirar sus pies. Hizo esto solo por un momento antes de levantar la mirada para observar a su primo.
—Y-yo pedí por mi propia voluntad, no fui influenciada por un genjutsu ni nada de eso —cuando Neji abrió la boca, ella negó con la cabeza, deteniéndolo—. Sé lo que dice la gente, pero no es cierto. Naruto-kun me hizo examinar para asegurarse. Él tiene mi informe así que... —se calló a propósito—. Por favor, Neji-niisan…
Hubo un largo e incómodo silencio mientras el hombre Hyūga miraba fijamente a la mujer, esos agudos ojos suyos observando su rostro y expresión en busca de cualquier signo de falsedad. Cuando no encontró ninguno, suspiró una vez más, sacudiendo la cabeza.
—Es difícil continuar protegiéndote, Hinata-sama. Constantemente te pones en situaciones peligrosas.
La chica se estremeció, pero se mantuvo firme.
—Ser un shinobi es peligroso Neji-niisan —fue un sutil recordatorio y Neji decidió simplemente dejar el asunto.
—Que así sea Hinata-sama —dijo con calma, aunque era obvio que no estaba feliz con la situación—. Solo te pido que no te dejes manipular, por este hombre. Tú y el Hokage pueden creer que puede ser redimido, pero estás sola con él y tu seguridad está primero —la mirada de Neji se dirigió a Sasuke, pero el Uchiha no dijo nada.
Todo el aburrimiento y rabia anteriores se fueron, cambiando a la curiosidad. Quería saber por qué Hinata estaba haciendo esto; quería saber qué estaba pasando por su cabeza. Cuando el Hyūga se fue, Sasuke miró distraídamente mientras Hinata entraba a la habitación donde estaba el otro jōnin. Fue solo después de que el otro hombre se fuera y que Sasuke no pudiera sentir ningún otro chakra en las inmediaciones que se movió hacia adelante, atrapando a Hinata mientras intentaba moverse para recoger sus maletas. La interrumpió, entrecerrando los ojos.
—¿Hiciste esto por lástima? —su voz era baja y oscura, estaba observando cada expresión de ella. Sus pálidos ojos se volvieron hacia él, muy abiertos por la sorpresa y abrió la boca para hablar, moviendo las manos al compás de sus emociones.
—Y-yo... ¡No! No... No fue así en absoluto... —se apresuró a explicar, sus manos se levantaron mientras sus dedos índices se juntaban—. Yo solo... Teníamos un trato.
—Te había dicho que el trato estaba cancelado.
—Pero... Sólo dijiste eso porque estabas frustrado, no porque hubieras perdido. Y um, en cualquier caso, la única razón por la que hiciste el trato fue porque sabías que ganarías. Tú... Obviamente me quieres cerca por un tiempo.
—Qué —miró a la chica, su expresión era de completa y absoluta incredulidad—. Entonces, ¿por qué estuviste de acuerdo si lo sabías? —estaba tan sorprendido que ni siquiera se le ocurrió negar sus afirmaciones de que la había querido cerca.
—P-porque quería —respondió—. Y-yo sabía que me subestimarías y por eso quería ver hasta dónde podían llegar mis habilidades antes de que decidieras ponerte serio. Um, pero no pudimos llegar tan lejos... Pero sé que no fue tu culpa. Quiero decir, si de repente no pudiera usar mi Byakugan después de tenerlo durante tanto tiempo y el Jūken... Dependo de mí habilidad ocular, así que yo estaría gravemente discapacitada. Cuando le dije a Naruto-kun sobre el trato que hiciste conmigo, él me animó a quedarme.
Esta chica... Era muy observadora. Demasiado para sentirse cómodo. Nunca había estado convencida de que ganaría la apuesta, pero una parte de ella había querido poner a prueba su temple contra él de todos modos. Conceptos admirables e intrigantes para alguien que se veía tan frágil y débil.
Había un problema y era el hecho de que no disfrutaba de que Naruto la había influenciado para que se quedara. Una parte de él había pensado que tal vez ella había considerado la idea por su cuenta. Con Naruto animándola, se sentía más como si él fuera el que estaba siendo manipulado. No le gustó eso en absoluto.
—¿Entonces crees que soy redimible? Eso es lo que dijo, ¿verdad? Tú y Naruto piensan eso.
Hubo un pequeño silencio.
—Hace mucho tiempo, mi primo casi me mató —respondió Hinata, haciendo que Sasuke se pusiera rígido por la sorpresa. ¿Que el Hyūga había intentado matarla? Eso era un fuerte contraste con la preocupación que mostro hace un momento. De repente, algo que había dicho Neji pasó por su mente.
«—Hinata-sama, eres una persona amable y comprensiva, entiendo eso mejor que nadie... —ah, a eso se refería.»
—Lo perdoné —continuó, sacando a Sasuke de sus pensamientos—. Pero, por supuesto, nunca sentí que hubiera algo que perdonar. Entendía su enojo... Su odio. Él quería venganza y yo era la representación de todo lo que odiaba. E-en cuanto a ser redimido... Creo... Creo que cualquiera que quiera ser redimido puede hacerlo si se esfuerza.
Si bien las cosas horribles que habían sucedido en su vida no eran comparables a lo que él había pasado; su vida no había sido como la de Sakura o Ino. Recordó lo enojado que estuvo con Sakura al principio cuando ella había hablado tan descaradamente sobre cómo Naruto era tan irresponsable porque no tenía padres que lo molestaran. En ese entonces le había mostrado lo completamente superficial que era Sakura como persona, tan infantil.
Tanto Sakura como Ino habían crecido en hogares normales y cariñosos, nunca serían capaces de captar de verdad de sus sentimientos. Esta chica, por lo que sabía de los Hyūga, no había crecido en un hogar amoroso, había enfrentado los horrores de un clan horriblemente arrogante y prejuicioso. Vio a alguien cercano a ella, tal vez alguien a quien ella consideraba su mejor amigo en un momento, hacer todo lo posible para asesinarla. Obviamente, se detuvo o alguien lo había detenido. Durante ese tiempo en los exámenes de chūnin, estuvo lidiando con su sello maldito y luego entrenando con Kakashi, no había tenido tiempo para los rumores.
¿Qué hubiera pasado si Neji hubiera masacrado a todo el clan? ¿Lo habría perdonado? ¿Habría buscado el mismo camino que él? ¿Habría podido matar a su primo, alguien a quien obviamente amaba profundamente? Si las cosas hubieran sido un poco diferentes, ¿habría elegido su mismo camino?
El hecho de que estuviera firmemente convencido de que la respuesta era "no", le hizo enojar. No, Hinata no habría buscado venganza, hubiera hecho lo que Itachi quería que hiciera, vivir su vida en paz, tratar de seguir adelante. Habría sido doloroso para ella, pero lo hubiera hecho.
Sasuke quería pensar que ella era inferior, más débil por eso. El hecho de que no lo hiciera, de que solo casi sintiera admiración por ella fue suficiente para enfurecerlo. Se negó a creer que ella era más fuerte que él, que, si hubiera estado en su lugar, lo habría hecho todo de manera diferente. Se negó a creer que ella hubiera enorgullecido a Itachi. Que no habría dejado morir a Itachi en vano, que el idiota no hubiera tenido que morir en absoluto...
Antes de que darse cuenta, tenía el brazo de Hinata en un doloroso agarre, acercándola a él. Podía sentir pequeños pinchazos dentro de su mente por el sello mientras luchaba para no usar el Sharingan. Ignoró su suave quejido y la forma en que sus ojos se abrieron con sorpresa y un poco de miedo. No, no lo ignoró, disfrutó de lo fácil que era lastimarla. Romperla, como debería ser si sus roles se hubieran invertido.
—¿Qué te hace pensar que quiero hacer un esfuerzo? —prácticamente gruñido—. ¿Qué te hace pensar que soy como él? —preguntó, refiriéndose a Neji—. Qué te hace...
El Uchiha se detuvo en su enojada diatriba, observando cuidadosamente su expresión. Estaba asustada, eso era seguro, pero había algo más en sus ojos. No era odio o ira, era...
—Sasuke-san yo... —apartó la mirada de él—. Si... Si realmente... Quieres que me vaya, lo haré. P-por favor, solo di la palabra, me iré. E-esto no me obligará a odiarte o pensar horriblemente en ti. T-tú me querías aquí por una razón y yo... Estuve de acuerdo con eso.
Y así, dejó caer su brazo como si lo hubiera quemado. La miró durante mucho tiempo con expresión ilegible. Esta chica... Era irreal. No era físicamente imponente o amenazante, pero poseía una fuerza silenciosa, una suave determinación que emergía solo cuando sentía que era absolutamente necesario. La forma en que lo miró como si lo hubiera leído como un libro; lo puso nervioso. Aquellos ojos, siempre suaves, comprensivos y aceptadores. Ella lo miraba como diciendo "está bien, sé que no estás realmente enojado conmigo, así que está bien, lo aceptaré". Esta naturaleza suya, estaba seguro de que eso era lo que había causado que Neji intentara matarla antes, tenía que ser eso. La forma en que podía observar y aceptar los defectos de alguien, no, la forma en que simplemente entendía a esa persona y no la juzgaba.
Hyūga Hinata era una persona aterradora. Itachi se habría sentido orgulloso de ella.
Sin decir una palabra más, sabiendo que hacerlo significaría que le estaba dando la bienvenida a quedarse, giró sobre sus talones y se dirigió a su habitación. Mientras deslizaba la puerta para cerrarla, se apoyó allí, agachando la cabeza, el flequillo ensombreció su rostro. Tenía los puños apretados con fuerza a los costados y estaba temblando, temblando.
«Maldita sea... Maldita sea» ni siquiera estaba seguro de a quién estaba maldiciendo en ese momento; si Hinata, a Itachi o él mismo.
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Esa noche, para su sorpresa, Hinata llamó suavemente a su puerta. Cuando ella se quedaba en la casa, siempre cocinaba la cena y le daba la comida que él quería, Hinata comía sola y luego se iba a su habitación. Había olido la comida mientras cavilaba, por momentos pensaba y a veces forzaba su mente a quedarse en blanco. Había meditado mucho ese día y le resultó fácil intentarlo, ya que así no tenía que lidiar con sus pensamientos. No quería pensar en lo que había pasado antes. No quería pensar en ella, en cómo sus ojos seguían atormentándolo, burlándose de él con algo que sabía. pero que no podía expresar con palabras. Honestamente, tenía miedo de cuáles serían esas palabras.
Lentamente, la puerta de su habitación se abrió y vio el pálido rostro de Hinata. Ojos inocentes escanearon el lugar y ella soltó un suave grito cuando se dio cuenta de que él estaba despierto y la miraba fijamente.
—¿P-puedo entrar? —preguntó suavemente, casi en un susurro.
—Ya abriste la puerta —dijo Sasuke arrastrando las palabras, rodando los ojos. Cómo pasó de enojado a cauteloso y jovial, era un completo misterio para él. Se apoyó contra la pared del fondo, con el brazo en el alféizar de la ventana, mirando cómo su delicada forma se adentraba en la habitación en silencio. Tenía una bandeja en la mano con un bento, algo que él asumió que era sopa de miso y...
—¿Son tomates en rodajas? —casi se atragantó con las palabras. ¿Cómo lo supo? ¿Quién le dijo?
Su rostro pálido se volvió de un interesante tono rojo mientras caminaba hacia adelante. Cuando estuvo a una respetuosa distancia, se arrodilló frente a él y puso la bandeja. Tomates en rodajas. No podía creer que ella lo supiera, tenía que saberlo, uno simplemente no le llevaba tomates a alguien solo porque sí.
—Um... Las chicas... —comenzó a explicar—. Ellas... —tosió un poco—. Hicieron su investigación para saber estas cosas.
Debería haberlo sabido. Bueno, no se iba a quejar, al menos no mucho.
—¿Entonces? ¿Qué hay de ti? ¿Vas a ser otra fangirl, pendiente de cada palabra mía?
Mientras Hinata negaba, su mirada era una mezcla de sorpresa e incredulidad, él se preguntó por qué hacía cosas como esta, donde sabía que ella respondería algo que no le gustaba. No, eso no era cierto, se alegraba de que ella no idolatrara cada una de sus palabras... Era solo...
—N-no... Sólo quería hacer algo bueno por ti.
—Hn —fue su respuesta.
Se sentaron en silencio mientras comía. Hinata no parecía querer irse, pero él tampoco le dijo que se fuera. Si bien la comida era buena, apenas lo notó, estaba tan absorto en sus pensamientos. De vez en cuando Sasuke notaba que Hinata se movía, como si quisiera decir algo, luego lo pensaba mejor y luego se tensaba. Al principio, fue algo que notó levemente, pero mientras ella continuaba haciéndolo, la curiosidad comenzó a golpear cada vez más.
Finalmente, terminó observando sus movimientos con leve diversión mientras comía, preguntándose qué demonios quería decirle. Una parte de él se sentía satisfecho al verla tan incómoda. Era como una represalia por lo que sucedió ese día. Finalmente, cuando sintió que ella había "sufrido" lo suficiente, abrió la boca.
—¿Qué pasa, Hyūga? —preguntó—. Pareces como si estuvieras a punto de explotar.
El Uchiha le prestó toda su atención, aunque su expresión era de aburrimiento. Ella saltó un poco y lo miró con los ojos muy abiertos antes de bajar la vista a su regazo. Hinata hizo esto unas cuantas veces más antes de finalmente posar su mirada en él.
—Yo um... —comenzó ella—. Me preguntaba si... Mañana querías salir.
Estaba seguro de que escuchó mal.
—¿Qué?
La monotonía de su tono hizo que Hinata levantara los brazos en gesto pacificador.
—Quiero decir... Has estado aquí por más de seis meses... Y no has salido para nada. Yo... Estaba pensando que um, tal vez no te importaría v-venir conmigo cuando salga de compras. Ir por comida. Ya sabes, solo para salir. Quiero decir... Probablemente estés estresado, así que...
—Salir —dijo suave, pensativo. Sufría estrés; nunca había estado confinado en su vida. Incapaz de hacer nada más que pensar, ni siquiera podía entrenar. Se había estado volviendo loco. Incluso si odiaba este pueblo con cada parte de su alma, la tentación de dejar la casa y caminar por algún lado, en cualquier lugar, era atractiva.
—S-solo si quieres… —continuó, moviéndose nerviosa. Aturdido, vio como los dedos índices de Hinata comenzaban a juntarse y su mirada regresaba a su regazo como si fuera la cosa más fascinante del mundo.
—¿Cuál es el truco? —la pregunta de Sasuke salió sin ni siquiera haberla pensado. Por supuesto, ahora que estaba saliendo de su sorpresa, la consulta era válida. Sí, admitía que Hinata era una persona amable, pero nadie podía esperar que él creyera que algo de libertad no vendría con algún tipo de trampa o trato. La confianza no era algo que le resultara fácil, por muy agradable que ella fuera.
Casi sonrió cuando la expresión de se volvió aún más perturbada, a pesar de que una parte de él estaba decepcionada de tener razón. En cambio, continuó manteniendo su fachada de aburrimiento, como si lo que ella le estaba ofreciendo no fuera nada que realmente le importara.
—Ino-chan quiere verte —ahí estaba haciendo esa cosa con los dedos índices de nuevo. Qué chica tan extraña—. E-entonces, ¿estaría bien si la visitamos?
—Espera. ¿Eso es todo? —su tono sonaba incrédulo—. Solo quieres que vaya a visitar a Ino —ante su pequeño asentimiento, él negó con la cabeza, riendo suavemente para sí mismo. Cuando ella le dio una mirada curiosa, él la despidió con la mano—. Lo que sea. Bien. Si puedo salir de aquí por unas horas, no me importa.
Su rostro se iluminó, lo que pareció darle color a su normalmente pálida piel. Sasuke lo ignoró, en cambio, pensó en cómo podría usar esto a su favor. Si se "comportaba", Hinata no solo le diría algo positivo al Hokage, sino que Ino también lo haría. Esto era importante, cuanta más gente tuviera de su lado, sería mejor. No tenían que ayudarlo a escapar, solo tenían que decirle a Naruto todo tipo de cosas buenas para que finalmente bajara la guardia. Además, cuanta más gente lo apoyara, menos influencias negativas lo detendrían. Sí, esto era perfecto. Esto compensaría todos los errores anteriores que había cometido debido a su temperamento.
—¿A las diez está bien para ti? —su voz lo sacó de sus pensamientos—. ¿O quieres salir un poco más tarde?
—A las diez está bien —terminando el último bocado de su comida, le acercó la bandeja. Ella se puso de pie con gracia, le dedicó una pequeña sonrisa y le dio las "buenas noches" mientras cerraba la puerta.
En el momento en que la puerta se cerró, una larga y lenta sonrisa se dibujó en su rostro. «Un paso a la vez…»
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Sasuke no recordaba que hubiera tanta gente cuando solía vivir aquí. Siguió a Hinata mientras escaneaba sus alrededores. Algunas personas jadeaban y susurraban. Algunos le lanzaban miradas duras. La mayoría permaneció indiferente mientras los jóvenes ninjas se movían entre la multitud en el distrito comercial.
De repente se preguntó por qué accedió a salir. Odiaba las multitudes. El hecho de que estuviera entre muchas personas en Konoha, eso solo se sumó a su profunda irritación. Para su fortuna, la mayor parte del tiempo pudo evitar a la gente, se detenía cuando Hinata lo hacía y se movía cuando ella lo hacía. No se habían hablado mucho, pero se dio cuenta de que el silencio no era tenso ni incómodo. Al menos, ella ya no parecía sentirse incómoda con él. Eso era una mejora.
«No es que hubiera tenido problemas para dirigirse a mí al principio.»
Se había olvidado de eso. Su pequeña pelea en la que ella había escupido tonterías moralistas en un intento de "callar al Uchiha". Sasuke no se había dado cuenta de que estaba frunciendo el ceño hasta que la sensación de ser observado, lo hizo mirar a la heredera Hyūga. Sus grandes ojos no mostraban nada más que una ligera preocupación.
—¿Estás bien Sasuke-san?
—Hn —forzó su rostro a verse más neutral. Recordó lo enojado que había estado, sobre todo porque Tsunade ya lo había puesto de mal humor, pero de alguna manera la Hyūga lo había enojado más ese día. ¿Cómo pudo haber olvidado algo así?
«Eso no importa. Concéntrese en el plan, no importa cómo te sientas.»
—Um, estamos aquí —estaba de pie en la puerta de la floristería Yamanaka. A pesar de que acababa de decirse a sí mismo que debía concentrarse, de todos modos, se veía irritado.
—Acabemos con esto.
Inmediatamente fueron recibidos por una alegre voz. Hinata se animó, Sasuke metió las manos en los bolsillos y fingió ver una de las paredes.
—¡Hinata-chan! ¡Sasuke-kun! —Ino rápidamente se acercó y susurró un pequeño "gracias Hina" antes de volverse hacia Sasuke.
Él todavía no la miraba, pero sabía que ella iba a hablar de todos modos.
—¿Estás disfrutando de tu paseo en el exterior? Estoy segura de que estar encerrado en ese lugar tan mal ventilado fue un infierno. Lo odiaba cuando estaba allí.
Sasuke se encogió de hombros. La indiferencia estaba bien, no era hostilidad y eso sería visto como una mejora.
—Entonces —continuó, evitando un incómodo silencio—. Ahora que puedes pasear con una escolta, ¿qué planeas hacer para el festival de primavera?
Volvió su mirada hacia ella y parpadeó una vez. La sonrisa de Ino se amplió cuando interpretó su expresión como confusión.
—¿No te lo dijo Hinata-chan? Bueno, de todos modos, no puedo ir a verte a menos que te esté monitoreando y quisiera asegurarme de hablarte de eso antes de que sea demasiado tarde.
—¿De qué estás hablando? —ante su confirmación verbal de su confusión, miró a Hinata, que estaba convenientemente absorta observando las lilas. ¿Eh? La Hyūga había omitido la parte en la que Ino quería algo de él y por eso habían venido. Con toda honestidad, debería haberlo visto venir, era Ino, pero no esperaba que su cuidadora de ojos pálidos hiciera trampa.
«Probablemente pensó que respondería con un "no" si me hubiera dicho toda la verdad.»
Y ella habría tenido razón.
—Bueno, ¿recuerdas cómo son los festivales de primavera y verano? —cuando él siguió mirándola sin comprender, ella continuó—. Bueno, el festival de primavera se acerca y me gustaría que fueras mi cita. Por supuesto, Hinata-chan tendrá que venir, pero pensé que sería una buena idea y oportunidad para que posiblemente nos acerquemos.
Ino y Sakura podrían haber sido hermanas, por la forma en que eran tan atrevidas. Había una arrogancia en Ino que Sakura no tenía, pero más allá de eso, había poca diferencia entre ellas.
En lugar de responderle, se volvió hacia Hinata.
—Hyūga. Asumo que aceptaste hacer esto, aun si yo aun no dijera que "sí" ¿correcto?
Sus hombros se tensaron y luego se volvió hacia él, luciendo culpable, con la cabeza gacha.
—Um, s-sí... —sus ojos se asomaron por debajo de su flequillo y le dio una mirada de disculpa. Comparó la personalidad audaz y descarada de Ino con la tranquila y mansa de Hinata y pensó que la Yamanaka probablemente la "convenció".
Sopesó sus opciones. Solo habían pasado seis meses, si decía "sí" de inmediato, podría parecer que intentaba hacer algo. Sin embargo, también estaba el hecho de que había estado encerrado; cualquier excusa para salir de casa sería buena. Sasuke pensó que Naruto probablemente elegiría creer la última opción.
El Uchiha se cruzó de brazos, giró la cabeza para mirar la pared del fondo y luego suspiró como si todo fuera un gran inconveniente para él.
—Bien, lo que sea. Si me saca de esa casa, lo haré.
La Yamanaka agarró su mano con entusiasmo, mirando sus inexpresivos ojos.
—Lo pasarás genial, te lo prometo.
Sinceramente lo dudaba. En lugar de responder, se volvió hacia Hinata, lo que le permitió soltarse del agarre de Ino.
—¿Hyūga? Si no hay nada más, deberíamos ir a comprar comestibles e irnos.
—Oh —dijo débilmente antes de parpadear—. Oh, los comestibles. Lamento cortar la visita tan inesperadamente Ino-san…
—¡Está bien! —el "conseguí lo que quería" estaba claramente implícito.
Ino estaba tratando seriamente de que él saliera con ella. Sasuke no podía entender ni comprender la razón de Ino. Mientras salían de la tienda, tuvo que luchar contra el impulso de negar con la cabeza. Quizás él… ¿Podría usar a la Yamanaka? Con el tiempo, si lograba que ella se enamorara realmente de él... Quizás se había apresurado al descartarla como candidata.
—Um, lo siento, Sasuke-san —una vez más, la voz de Hinata cortó sus pensamientos. Mirándola, trató de averiguar por qué estaba arrepentida.
—Pensaste que habría dicho que no si me hubieras dicho la verdad.
—Realmente le gustas mucho a I-Ino-san...
—Ino no sabe nada sobre mí.
Eso salió más duro de lo previsto.
—Mira, olvídalo. Estoy seguro de que literalmente te obligo a hacerlo y en realidad no estoy enojado. Vamos a buscar comida y vámonos.
Los pálidos ojos se demoraron en él por un momento. Parecía como si quisiera decir algo, lo pensó mejor y asintió, liderando el camino. Sasuke la miró por un momento y luego cambio hacia un edificio. Ignorándola mientras ella hablaba...
«Olvídalo. Probablemente sus pensamientos no sean importantes.»
Encogiéndose mentalmente de hombros ante la sensación de ser observado, aceleró el paso para alcanzar a Hinata.
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Fin capítulo cuatro
Notas: ¡Hola! ¿Qué tal? Yo con una gripe del terror, pero aquí estoy cumpliendo con mi calendario. En este momento no recuerdo para cuando será la próxima actualización, pero en septiembre si o si hay nuevo capítulo.
Ahora me iré a dormir un poquito. Se me cuidan. Bye.
Guest Marys: Jejejej, en sí la trama es la misma, pero a la vez, la historia esta narrada desde un punto diferente.
Guest Guest: You're right, people in Konoha should know the truth about the Uchiha clan.
Guest Chiosempai: ¡Hola! Me alegra mucho que te guste esta historia, además de las otras que tengo publicadas.
Naoko Ichigo
