Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, es de Catriana y fue beteada por geekgir7.

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—¡Saludos Hinata-san! ¿Cómo estás en esta hermosa mañana? ¿Sasuke-san ya está despierto?

¿Qué demonios? Los ojos oscuros se abrieron, todavía estaba oscuro en su habitación, los débiles signos del sol naciente indicaban que era de madrugada. Sasuke miró su reloj. Eran las cuatro y media de la mañana. ¿Quién diablos…?

—¡Ah! Eso está bien, esperaré un poco, ¿si te parece bien?

¿Por qué este tipo era tan ruidoso? ¿Qué quería de él? Con un suspiro, Sasuke se deslizó fuera del futón y con dificultad caminó hacia la sala de estar. Era demasiado temprano para esto y el Uchiha solo había dormido dos horas. Las pesadillas lo habían mantenido despierto la mayor parte de la noche.

La voz de Hinata era suave y silenciosa, al menos ella sabía cómo hablar en el interior de una casa, mientras que la voz del otro hombre era… Demasiado alegre, brillante y fuerte.

—¡Oh! ¡Casi lo olvido! Tengo algo para ti Hinata-san —los sonidos se escucharon cuando Sasuke se movió a su lugar a donde él podía mirar mejor, pero no ser visto.

De pie frente a Hinata estaba Rock Lee, la fuente del ruido mientras buscaba algo en su bolso. Sasuke nunca olvidaría ese ridículo rostro y su atuendo. El chaleco chūnin era una nueva adición, se dio cuenta, pero estaba seguro de que las habilidades en taijutsu de Lee superaban con creces a las de un chūnin normal. El chico siempre había sido alto, pero Sasuke creía que Lee medía casi un metro ochenta. Oh, bueno, al menos Sasuke era más alto que Naruto y eso era suficiente consuelo para su ego.

Lee sacó una caja delgada, que probablemente en algún momento se había visto muy bien. Sin embargo, al estar en el bolso de Lee, el envoltorio se veía arrugado y el lazo estaba deformado. El rostro del maestro en taijutsu cambió de uno de sorpresa a uno de decepción.

—Ah... Es... —le dio a Hinata una mirada de disculpa—. Lo siento Hinata-san, tenía toda la intención de darte un regalo bellamente envuelto por tu pasado cumpleaños, pero...

Hinata rio y algo se apretó en el pecho de Sasuke. No sabía qué era, solo que cuanto más los miraba a los dos, más cabreado se sentía.

—Está bien Lee-san. Estoy segura de que me encantará lo que sea que me trajiste —su expresión se volvió preocupada—. Pero, no tenías que pasar por todos estos problemas…

—¡No fue ningún problema! —Lee insistió—. Estaba de misión cuando fue tu cumpleaños y en realidad no me enteré hasta que escuché a alguien mencionarlo. Como sabía que solo habían pasado unos días desde tu cumpleaños, comprarte un regalo parecía lo mejor. También me aseguraré de recordarlo, para que el año que viene te pueda dar un regalo que llegue a tiempo.

La Hyūga suavemente tomó la caja de sus manos con una suave sonrisa y las mejillas ruborizadas.

—Bueno... Gracias Lee-san.

Lee le mostró lo que Sasuke creía que era una pose de "chico bueno". Cuando ella comenzó a reír de nuevo, eligió ese momento para dar a conocer su presencia.

—¿Por qué estás aquí? —con los brazos cruzados y los ojos entrecerrados, Sasuke emergió y se apoyó contra la pared. No miró a Hinata, con quien por alguna razón se había cabreado. De todos modos, ¿de qué diablos se estaba riendo?

—¡Ah, entonces estás despierto! —Lee volvió toda su atención al Uchiha y le dedicó una sonrisa—. Estoy aquí para entrenar contigo esta mañana. Me informaron que habías estado entrenando taijutsu y me sugirieron que viniera a ver si podía ayudarte en algo.

Esta... Esta situación tenía el nombre de Tsunade escrito por todas partes con enormes letras rojas. Una semana después de que desafió a Hinata a su "apuesta" y de repente enviaron a uno de sus usuarios de taijutsu más fuertes. Era algo como: "quiere luchar contra uno de sus niñeros usando taijutsu, entonces le daré a alguien con quien practicar taijutsu". Estaba seguro de que esos habían sido los pensamientos de la ninja médico. Probablemente se lo había sugerido a Naruto, quien por supuesto pensaría que era una excelente idea y le pediría ayuda a Lee.

Tsunade encabezaba su lista de personas a las que iba a matar cuando escapara. Qué perra tan mezquina y amargada. De acuerdo, él seguiría el juego y usaría toda esta para su beneficio a largo plazo. Sería bueno tener a una persona extra para que le dijera las palabras adecuadas a Naruto sobre su gran mejora y también serviría para mantener alejados a sus detractores, es decir, Tsunade. Lee sería un partidario ruidosamente comunicativo, lo que era aún mejor.

—Como sea —fue su eventual respuesta. Finalmente se volvió hacia Hinata—. Me gustaría comer después.

Ella parpadeó por un momento y luego dejó escapar un "¡oh!", volviéndose hacia Lee.

—¿Te gustaría acompañarnos a desayunar, Lee-san?

—Hinata-san, sería un honor poder comer algo de tu deliciosa comida una vez más —hizo una pausa, como si acabara de tener una epifanía—. Sabes, algún día serás una esposa maravillosa y tu esposo será un hombre afortunado.

El tono de Lee sugirió que había dicho eso como una simple observación, pero el rostro de Hinata se puso rojo brillante y comenzó a farfullar, sin saber cómo responder.

—¿Vamos a hacer esto o no? —el Uchiha prácticamente le gruñó a Lee, haciendo que la mirada de Hinata saltara a él con obvia sorpresa. Sasuke la ignoró, se negó a mirarla. De todos modos, ¿cuál era su problema para actuar como una cabeza hueca con Lee? Ignoró la voz en su cabeza que le decía que estaba reaccionando de manera extraña; que era culpa de ella, no de él.

Si a Lee le molestaba el tono de Sasuke, no lo demostró. En cambio, se veía emocionado.

—¡Sí, por favor lidera el camino!

Estaba un poco más brillante cuando salieron, pero hacía mucho frío y había una ligera capa de nieve en el suelo. Maldita sea, ¿quién entrenaba tan temprano por la mañana? El hecho de que Lee pareciera listo para comenzar la sesión de taijutsu y lo observara con los ojos muy abiertos no hizo nada para mejorar su humor. Era una persona mañanera, pero incluso Sasuke tenía sus límites. Y esto claramente era uno de ellos.

Sin embargo, nada de esto se mostró en el rostro de Sasuke. Permaneció tan estoico como siempre, a pesar de las pequeñas ojeras debajo de sus ojos.

Cuando estuvieron en un lugar decente, Lee decidió hablar.

—Basado en el informe de Hinata-san y lo que ella observó, me gustaría que vinieras a mí con toda tu fuerza usando solo taijutsu. A partir de ahí puedo determinar cuál sería la mejor ruta para tu entrenamiento.

—¿Y qué dijo Hyūga exactamente sobre mí en ese informe? —su voz era plana y dura.

—Ella no dijo nada malo si eso es lo que te preocupa.

—...Olvídalo. Empecemos.

Lee cambió a esa familiar postura de taijutsu que recordaba Sasuke. La última vez que había peleado con Lee había sido vergonzoso, por decir lo menos, Lee ni siquiera había sudado. Si Lee había estado entrenando taijutsu durante los últimos tres años, era más que probable que fuera mucho más hábil que Sasuke, lo que significaba que se repetirían los resultados de la pelea suscitada años atrás.

Lógicamente, entendió que esa era la razón por la que Tsunade lo había enviado, una forma de tratar de humillar al Uchiha por "meterse" con una de sus niñeras ninjas. Emocionalmente, detestaba el hecho de que existiera la posibilidad de que Lee lo derrotara. No importaba que las verdaderas habilidades de Sasuke fueran el ninjutsu y el genjutsu. Su ego lo convertía en un mal perdedor.

Con ese pensamiento, Sasuke se lanzó al ataque, movió su cuerpo para lanzar una patada alta al hombro de Lee. El chico de verde se puso en cuclillas y bloqueó el asalto con su antebrazo. Sorprendido de que Lee pudiera mantener el ritmo de su velocidad, se giró, aterrizó y luego trató de golpearlo desde atrás. Lee "desapareció" y el instinto le dijo a Sasuke que girara y bloqueara mientras el maestro de taijutsu lanzaba una patada hacia el pecho de Sasuke. Pero a diferencia de Lee, Sasuke voló hacia atrás por el poder del golpe, volteando su cuerpo y forzando sus pies para aterrizar. Para cuando Sasuke terminó de deslizarse y recuperar el equilibrio, Lee estaba sobre él de nuevo.

Sasuke rápidamente aprendió que Lee era rápido, tal vez más rápido que él. Como si eso no fuera suficiente, Lee a propósito haría que Sasuke tomara la ofensiva, sus ojos observaban cada movimiento con calma y paciencia, como si el Uchiha ni siquiera estuviera haciendo algo importante. Luego tomaría la ofensiva y se necesitaría de todo el instinto y habilidades de Sasuke para bloquear adecuadamente los ataques. Muchas veces no era lo suficientemente rápido y esos golpes se sentían como si lo hubieran embestido con el tronco de un árbol. Incluso bloquearlos comenzaba a doler como el infierno, Lee era increíblemente fuerte.

Para cuando el sol había salido por completo, el "entrenamiento" o como lo llamaba Sasuke, "la paliza", había llegado a su fin. El Uchiha estaba sudando, jadeando y sucio. Lee se veía tan fresco como cuando salió con él. eso lo cabreó y mucho, porque el hecho de que ni siquiera le había hecho un rasguño a Rock Lee era insultante y degradante. Su ego clamaba por sangre y retribución; ¿cómo se atreve este tipo a hacerlo parecer un tonto?

«Por eso Tsunade lo "sugirió", ¿recuerdas?»

No existían suficientes insultos para describir cómo se sentía hacia la anterior Hokage en este momento, así que, en cambio, centró toda su atención en un ataque final. Su objetivo era asestar al menos un golpe, que sería suficiente para apaciguar un poco su maullado orgullo. Hizo su movimiento, usando toda su velocidad y fuerza.

Pasaron dos cosas. Uno, Lee esquivó el golpe con habilidad. Y dos, el codo de Lee hizo contacto con la nariz de Sasuke, terminando efectivamente la sesión de entrenamiento.

—¡L-lo siento Sasuke-san! —la expresión de Lee habría sido graciosa para Sasuke, pero bueno, no estaba de humor en este momento. No podía sentir sangre, pero definitivamente tenía la nariz rota y le dolía muchísimo—. Pensé que lo ibas a ver y que te echarías para atrás, perdóname, no era mi intención golpearte con tanta dureza.

Saber que Lee lo golpeó accidentalmente porque había sobreestimado a Sasuke fue como ponerle más sal a su herida, más de la que podía soportar. Antes de que pudiera responder adecuadamente, Lee le quitó las manos y le dio un vistazo a su nariz.

—Ah, esto se puede arreglar, por favor no te muevas a Sasuke-san.

Sasuke realmente gritó de dolor cuando Lee rápidamente realineó su nariz. La respuesta instantánea del Uchiha fue golpear a Lee.

Sin siquiera mirar, Lee lo esquivo, su preocupación todavía estaba escrita en su rostro mientras se inclinaba para obtener una última mirada.

—¿Se siente mejor? Tal vez deberíamos llamar a Hinata-san...

Ese ataque había sido tan débil, que Lee ni siquiera lo había notado, su cuerpo se movió automáticamente. Sasuke se quedó allí por un momento, estupefacto, luego la rabia lo llenó. Esto había sido como un recordatorio de su lugar, un recordatorio de sus obvias limitaciones. También fue una advertencia, para no subestimar a los ninjas de aquí en caso de que tuviera alguna idea loca de escape. Tsunade quería jugar de esa manera, bien, porque no iba a ceder ante las sutiles manipulaciones de esa vieja bruja.

De repente, Hinata estaba a su lado y se movía para mirar su nariz. Sasuke soltó un áspero "no me toques" antes de caminar hacia Lee quien, obviamente, había ido a buscar a Hinata.

—Tú —el Uchiha se dirigió a Lee—. Te quiero aquí mañana, a la misma hora.

Lee asintió con la cabeza.

—Está bien. A menos que me den una misión de emergencia, definitivamente estaré aquí. Quizás podamos repasar algunas cosas que noté para que puedas mejorar. Tu ofensiva parece sólida, solo necesitas más poder detrás de tus golpes. ¡Con trabajo duro, definitivamente podemos arreglar eso en poco tiempo!

—Lo que sea —Sasuke subió las escaleras hacia la casa—. Hyūga, deja mi desayuno en la mesa, lo comeré más tarde —iba a ducharse y luego evitaría todo contacto humano hasta que Lee se fuera y Hinata se dedicara a sus asuntos, de lo contrario, estaba bastante seguro de que no sería responsable de las cosas que posiblemente diría o haría.

Maldita sea, le dolía la nariz.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Permaneció en su habitación, ¿por que qué más podía hacer aquí? acostado en su futón con un brazo cubriendo sus ojos. Se quedó dormido al menos dos veces, su tercer despertar fue por el olor a comida y el sonido de pies en su puerta.

—Hyūga —el movimiento se detuvo—. Solo entra. No necesitas corretear como un ratón.

Lentamente, la puerta se abrió, revelando a Hinata y una bandeja de comida. Sasuke permaneció acostado en su futón con el brazo sobre los ojos, pero podía sentir la presencia de la mujer.

—Yo, um, te traje algo para comer, Sasuke-san. Y-y quería preguntarte si no te importaría que le diera un vistazo a tu lesión. Yo no soy... Una experta ninja médica como Sakura-san. o Ino-san, pero...

Con un movimiento fluido, el Uchiha se sentó, interrumpiéndola. Su oscura mirada se posó sobre la Hyūga. Permanecieron así por un momento antes de que él volviera la cabeza hacia un lado.

—Haz lo que quieras.

Camino hacia el escritorio y allí dejó la bandeja con comida. Cuando ella se volvió hacia él, Sasuke la miró desde donde estaba sentado, su expresión era una máscara en blanco. Hinata no parecía nerviosa cuando se acercó, aunque si fue cautelosa.

—En realidad, no tengo que tocarte para curar la herida, así que… —dejó que la frase a la mitad y él continuó mirándola. ¿Qué quería ella que le respondiera? Además, se suponía que él todavía estaba enojado con ella por actuar como una idiota.

Una delicada mano se posó sobre su nariz y Hinata comenzó a liberar chakra verdoso. Inmediatamente la hinchazón y el dolor comenzaron a desvanecerse poco a poco hasta que no hubo nada más que alivio. El resplandor se detuvo cuando ella quitó la mano, dejando escapar un pequeño suspiro.

—Todavía va a estar un poco sensible durante unos días, pero creo que en general deberías estar bien.

—Hn.

Ahora su mirada estaba sobre ella y eso la ponía nerviosa. Sus ojos se dirigieron a la puerta.

—Um, bueno... Puedes dejar la bandeja afuera de tu puerta cuando hayas terminado. Vendré a recogerla más tarde. Buenas noches Sasuke-san.

Las palabras sorprendieron tanto a Hinata como al mismo Sasuke, luego ella se dio la vuelta y trató de alejarse. El Uchiha levantó su mano y agarró la muñeca de la joven con fuerza. Jadeando, ella se detuvo y sus ojos se agrandaron por la sorpresa. Los propios ojos de Sasuke se abrieron asombrados mientras miraba su propia mano como si no fuese de él.

«Por qué... ¿Por qué hice eso? ¿Qué demonios…?»

Podía sentir sus ojos sobre él, sabía que si miraba hacia arriba podría ver la misma pregunta en esos pálidos ojos. Hubo un tenso silencio, pero él todavía no le soltó la muñeca. Si simplemente moviera el pulgar, ¿tendría ella la piel suave?

«Sácala de tu habitación. ¡Sácala ahora!»

Lenta, muy lentamente, la soltó. Ella levantó el brazo para frotarse la muñeca, pero él siguió sin mirarla. Todavía podía sentirla mirándolo. ¿Realmente se sentía tan solo que su propio cuerpo estaba reaccionando impulsivamente?

«Solo han pasado seis meses, has estado solo antes.»

Antes, siempre había tenido un objetivo, un propósito. Una razón para vivir. Ahora no tenía absolutamente nada y estaba luchando por encontrar algo. Cualquier cosa. Su objetivo de libertad era algo en lo que constantemente vacilaba mientras se sentaba solo en su habitación. Además, las pesadillas con su familia e Itachi estaban empeorando.

El verdadero descanso, no las pequeñas siestas de gato que tomaba, no habían sucedido en mucho tiempo. Sabía que estaba empezando a volverse loco, sin nada más que el constante dolor y tristeza. La venganza era el remedio, una vez que lo tuviera, todo volvería a estar bien. Podía descansar e incluso morir. Pero ahora, el dolor estaba ahí, el dolor y la ira todavía estaban presentes y no había nada en lo que pudiera concentrarse para calmar esos sentimientos. Lo habían despojado de todo y ahora se dio cuenta de que posiblemente estaba comenzando a perder su cordura y eso que solo habían pasado seis meses desde su cautiverio.

«Soy patético

Él no le dijo que saliera de la habitación y ella no se fue por su cuenta. Se quedaron así por lo que parecieron horas. Fue Hinata quien finalmente rompió el silencio.

—Um, Sasuke-san, creo que tu sopa se está enfriando.

Algo le burbujeó en la boca del estómago, subió por su pecho y cuando se dio cuenta de lo que era, luchó contra el impulso. Lo último que quería hacer era empezar a reír histéricamente por algo que ni siquiera era gracioso o quizás lo era. Todo lo que sabía era que, si no se hubiera detenido, no se hubiera detenido.

—Dejaré la bandeja afuera cuando termine —¿por qué su voz sonaba tan distante? Por un breve momento, se sintió desorientado, parecía como que él era un espectador y que no estaba realmente en su cuerpo, era como si esta no fuese realmente su vida.

«En serio me estoy volviendo loco, ¿verdad?»

Ella tomó sus palabras como una solicitud para estar solo y esta vez cuando se volvió y se fue, él no la detuvo, ni siquiera se dio cuenta de que ella se había ido. No fue hasta que la sopa estuvo casi helada que finalmente se levantó de su futón y comió.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoO

Dos cosas le impidieron empezar a perder el control. La primera era las sesiones de entrenamiento con Rock Lee. No lo veía todos los días, ya que Lee a veces tenía misiones o cosas que necesitaba hacer, pero era suficiente como para ayudar. Tener una persona en lugar de un tronco de madera para tratar de desahogar las frustraciones era mucho mejor. La segundo, vino en forma de Hatake Kakashi.

Sabía que eventualmente el jōnin de cabello plateado vendría a visitarlo. Honestamente, Sasuke se había sorprendido de que no hubiera pasado antes. Cuando Sasuke se encontró con él, fue justo después de un día terminó en solitario. Entró a su habitación y Kakashi estaba allí, sentado en su futón, leyendo un libro.

—Hey —Kakashi levantó una mano a modo de saludo—. Ha pasado un tiempo, Sasuke.

—Hn —cerrando la puerta, Sasuke se apoyó contra el marco con una pequeña sonrisa—. ¿A qué le debo este honor de tener al gran Ninja Copia en mi habitación… Leyendo porno?

El jōnin cerró su libro con un suspiro y movió la cabeza.

—Ustedes, niños, simplemente no pueden apreciar las buenas cualidades de literatura —ignoró el fuerte bufido de Sasuke—. Hablando de literatura, pensé que como nadie te ha traído nada para leer, te prestare algo de mi colección —hizo un gesto hacia el escritorio de Sasuke donde, efectivamente, había una caja bastante grande.

—No quiero tu colección de pornografía, Kakashi. No me importa lo aburrido que sea aquí.

—¿Por qué no echas un vistazo dentro de la caja antes de negarte, hm?

La mirada que le dio a Kakashi obviamente no era de confianza, pero se acercó de todos modos, abrió las solapas de la caja y agarró un libro al azar, estaba sorprendido de que fuera un libro sobre técnicas ninja. Otro libro era de ficticio, pero parecía más una novela histórica.

—¿Estás satisfecho ahora que no te traje una caja llena de porno? —Kakashi sonaba divertido, aunque nadie sabía si estaba sonriendo o no.

Sasuke revisó algunos libros más antes de dar un pequeño gruñido de reconocimiento. Se mantuvo de espaldas a su antiguo maestro.

—¿Cuál es el truco?

—¿Hm? —había un desconcierto genuino en la voz de Kakashi—. No hay trampa, Sasuke, esos libros son tuyos. Veo que tienes una estantería vacía si quieres sacarlos y ponerlos allí —cuando Sasuke se volvió para mirarlo, Kakashi se encogió de hombros—. Ya sé lo que me vas a preguntar, así que te ahorraré el tiempo.

Odiaba cuando Kakashi actuaba así; como si lo conociera o algo.

—¿Qué te iba a preguntar entonces? —su tono era sarcástico, casi brusco.

—Me ibas a preguntar si vine aquí para darte lecciones como los demás —cuando Sasuke se quedó en silencio, el ojo visible de Kakashi se iluminó con diversión—. Para responder a tu pregunta, no, no voy a hacer nada por el estilo.

Eso fue una sorpresa.

—Eh. ¿No vas a restregarme que ahora que me he vengado; no me queda nada y no me dirás que tuviste razón todo el tiempo?

—No, especialmente porque no me gusta repetirme. Hiciste lo que hiciste, las cosas sucedieron como sucedieron. Simplemente vine aquí para ver cómo le estaba yendo a mi antiguo alumno y traerle material de lectura. Eso es todo —con eso, se puso de pie, se sacudió la suciedad invisible y comenzó a caminar hacia la puerta—. ¡Oh! Por cierto, hay uno o dos libros especiales al final que seleccioné solo para ti. Adiós, Sasuke.

El Uchiha estaba seguro de que Kakashi estaba riendo en el momento que cerró la puerta justo cuando un libro Icha Icha Paradise voló con asombrosa precisión hacia su cabeza.

—... Bastardo pervertido... "Edición Especial" mi trasero.

A pesar de los, cinco, no uno o dos libros pornográficos que Kakashi deslizó, el resto eran sobre técnicas ninja o completamente ficticios, que iban desde lo realista hasta la pura fantasía. No era una cura para lo que estaba pasando con él, pero lo ayudó tremendamente. En lugar de sentarse y escuchar sus pensamientos hasta que se volvían insoportables, se sentó y leyó. Le ayudó a tener algo en lo que concentrarse, una forma de "escapar" por un tiempo de sus pensamientos y emociones en constante cambio.

El mismo día que sucedió, Hinata llegó a su habitación esa misma noche. Incluso llamó a la puerta. Él ya había comido, así que la miró con curiosidad cuando ella entró. Hinata le dedicó una sonrisa temblorosa antes de mirar sus pies.

—Um... —ella comenzó—. Yo estaba... Me preguntaba si tal vez tú... Si te parece bien... ¿Quizás podríamos hablar?

El Uchiha le dio una mirada extraña, tratando de averiguar qué estaba haciendo aquí y por qué de repente querría hacer algo completamente fuera de lo normal. No le tomó mucho tiempo averiguarlo.

—Kakashi habló contigo, ¿verdad? —cuando Hinata se puso rígida y un rubor de vergüenza se apoderó de su rostro, él cerró el libro y lo dejó a un lado, sentándose en su futón—. ¿Qué te dijo?

—Bueno... Primero me preguntó cómo estaba y um, cómo nos llevábamos tú y yo. Luego me preguntó si tú y yo... Hablamos a menudo. Cuando le dije la verdad, sugirió que tal vez sería útil para ti tener a alguien con quien hablar.

—¿Y si no quiero hablar contigo?

Hinata se tensó y su mano alcanzó la puerta detrás de ella.

—Yo... Podría irme... Yo...

—¿De qué quieres hablar Hyūga? —obligó a su voz a sonar exasperada, pero en realidad, sintió que quizás Kakashi lo había ayudado un poco más de lo que pensaba. Sasuke nunca había intentado mantener conversaciones reales con ella por su cuenta y obviamente Hinata no era el tipo de persona que invadía el espacio personal, a menos que fuera necesario. Participar en una conversación ayudaría a cerrar la brecha y lo ayudaría con sus planes.

Ella se quedó en la puerta, apoyándose un poco contra el marco.

—Um, lo que sea... No me importa...

El tema le vino de inmediato.

—Tengo una pregunta para ti. Me ha estado molestando por un tiempo porque realmente no lo entiendo. ¿Por qué estás enamorada del idiota de Naruto?

Los ojos pálidos volaron hacia él, tenía la boca entreabierta por la sorpresa.

Sasuke resopló.

—Es realmente obvio, Hyūga, lo noté el primer día que vine aquí. Sabes que tiene novia, ¿verdad?

Algo brilló en sus ojos, ¿quizás tristeza? pero luego se fue. En lugar de la expresión que él había imaginado que tendría, ella sonrió y en realidad parecía… En paz.

—S-sí. Sé que él y Sakura-san están saliendo. Los felicité cuando me enteré. Naruto-kun… Siempre ha amado a Sakura-san y mientras sea feliz, eso es lo que importa.

Si alguna otra mujer le hubiera dicho eso, las habría llamado mentirosas. Sin embargo, Hinata no parecía ser como las otras mujeres con las que se había asociado. Su expresión no contenía remordimientos, ningún anhelo por algo que no podía tener. Entristecida, tal vez, pero su sonrisa era genuina y Sasuke simplemente no la entendía.

—¿Se lo confesaste? —¿Por qué le importaba? De acuerdo, él estaba levemente interesado en lo que ella veía en Naruto, después de todo el chico era un idiota.

—Lo hice… Eventualmente —una vez más, y al igual que en el hospital, su mano se movió a un punto en su pecho—. D-durante el ataque de Pein. Naruto-kun... Pensé que iba a morir y quería protegerlo.

—¿De Pein? —ni siquiera trató de ocultar el escepticismo en su voz—. ¿Qué pudiste haber hecho contra él?

Ella negó con la cabeza.

—Eso no importó. Yo solo... ¿Quién se queda al margen y mira cómo matan a la persona que amas y... Y no hacer nada? No importaba si yo moría en el proceso, ahí solo... No importaba. Era una opción. Sabía que iba a morir y entonces se lo confesé. Yo... Nunca esperé que Naruto-kun devolviera mis sentimientos, sabía cómo se sentía por Sakura-san desde el principio.

—¿Así que te rendiste? ¿Ni siquiera luchaste? —eso no era algo que Sasuke pudiera entender del todo, porque siempre que quería algo, lo conseguía. Ya sea ganándolo o tomándolo, él no se rendía. Incluso si le tomaba años y años, si lo quería, eventualmente sería suyo. Aplicó eso a todo, así que cuando trató de ponerse en su lugar, lo único que pudo pensar fue… Qué patética.

—Estar con Naruto-kun hubiera… Hubiera sido bueno, creo. P-pero él ama a Sakura-san, así que es con quien debe estar.

—Eres la persona más desinteresada que he conocido —no sonó como un cumplido—. Ni siquiera entiendo cómo existe una persona como tú en el mundo —de repente se sintió realmente disgustado con ella. No era como si fuera cobarde, se había confesado después de todo, pero en lugar de tratar de pelear y tal vez hacer que él viera que ella podía valer la pena, se hizo a un lado por Sakura. La misma Sakura que, si no le fallaba la memoria, había tratado a Naruto como basura y se había negado a darle siquiera la hora del día, además de que tampoco le importó herirlo al verla perseguir a su "rival".

No era como si quisiera ver a Hinata con Naruto, era más sobre cómo ella simplemente se hizo a un lado y dejó que alguien más tomara lo que quería. Él nunca haría eso, la idea de que eso sucediera ni siquiera se registró en su cabeza como algo plausible. El hecho de que ella no se arrepintiera probablemente era lo que más lo estaba cabreando.

—¿Por qué diablos te confesaste entonces, si sabías que él iría con Sakura en el momento en que ella le diera una oportunidad?

Hinata agachó la cabeza y el flequillo le cubrió los ojos.

—Yo... Era importante para confesárselo. Era algo que tenía que hacer, sin importar los resultados. Siempre me guardaba las cosas para mí y... Nunca hablé ni transmití mis verdaderos sentimientos. A lo largo de los años traté de cambiar esa parte de mí, de volverme más fuerte. Así que... Para mí, confesárselo fue... Ese fue el obstáculo final. A pesar de que él no devolvió mis sentimientos, estaba bien porque al menos se lo había dicho... Al menos yo... Había encontrado la fuerza para hacer eso. Y-y dicen que, si realmente amas algo, debes dejarlo ir si no está en tu destino.

—Eso es estúpido. Si hubiera querido algo durante años, no me habría detenido hasta que finalmente lo tuviera. Incluso esas idiotas fanáticas entienden algo tan simple. ¿Por qué tener esos sentimientos en primer lugar si no vas a tener a la persona al final? Es una pérdida de tiempo —el amor y el romance en sí mismos eran una pérdida de tiempo, pero ese no era el punto que estaba tratando de explicar.

La Hyūga lo miró y le dio una sonrisa serena que lo tomó completamente desprevenido.

—Creo, Sasuke-san, que me alegro de no compartir ese pensamiento —cuando él la miró con incredulidad, ella lo tomó como una señal para irse—. Buenas noches, Sasuke-san —y silenciosamente salió de la habitación.

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Fin capítulo cinco

Notas: ¡Hola! ¿cómo están? Ha pasado un tiempo desde que publique un capítulo y lamento la super tardanza, pero he estado bien ocupada y este capitulo costo mucho para que saliera. Además, llevo varias semanas con una alergia del terror y los medicamentos me dejan muy somnolienta, por eso he trabajado poco en las historias.

Por cierto, recomiendo que visiten la página: Otra Pagina Mas SasuHina, en facebook. Allí pueden encontrar en mejor contenido SauHina y el mejor humor.

Espero les guste el capítulo. Y nuevamente disculpen la demora. Se me cuidan.

Naoko Ichigo