Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, es de Catriana y fue beteada por geekgir7.
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Nunca se volvió a hablar del "incidente".
De hecho, los dos fingieron que nunca sucedió y continuaron interactuando normalmente. A Sasuke se le dio un uso parcial de su Sharingan y se le permitió caminar por la aldea a altas horas de la noche, siempre y cuando estuviese acompañado. Los paseos ayudaron considerablemente a su estado de ánimo. Comenzó a suavizarse y volverse más estable. Prefería los bosques y otros lugares alejados. Había dejado muy claro que no deseaba que nadie lo molestara cuando se le permitiera estar fuera de casa.
No se hablaban mucho entre ellos durante esos momentos. Independientemente, la sola presencia de Hinata parecía ser suficiente para mantenerlo estable. Las cosas se mantuvieron así durante unas semanas antes de que comenzara a notar que obviamente había algo en la mente de la Hyūga.
Él no dijo nada, sobre todo porque tenía una idea de cuál era el problema de ella. La única razón por la que se había mantenido en silencio al principio fue porque era obvio que lo que había sucedido no iba a afectar su decisión de permanecer con él.
Ella no se quedó por lástima, aunque quería creer eso porque haría que tratarla mal fuese más fácil. Él tenía una relación de amor/odio con sus sentimientos hacia ella y aunque nunca discutieron lo que sucedió cuando se derrumbó, Sasuke pensaba en ello constantemente.
No era amor; esa era una emoción que le había sido arrebatada a una edad muy, muy temprana.
—Hinata-chan —escuchó a Sakura desde la puerta principal y se detuvo, escondiendo su chakra. ¿Por qué estaba aquí? No había hablado con ella desde ese día en el hospital—. ¿Por qué estás haciendo esto? ¿Es porque te compadeces de él?
Oh, así que estaban hablando de él. Ni siquiera sabía por qué había pensado que la Haruno no hablaría más de él. Después de todo, era Sakura.
—No... —desde donde estaba parado podía ver la espalda de Hinata y esta bloqueaba a Sakura de su ubicación. Ella bajó la cabeza—. No es lástima. Yo solo...
—Deberías retirarte de la misión, Hinata-chan —ella la interrumpió y Sasuke luchó contra el impulso irracional de acercarse a Sakura y decirle que se lo dejara en paz. ¿Acaso su intromisión no conocía límites?—. Naruto no lo cree así, pero yo creo que estás haciendo concesiones.
—Yo... No sé a qué te refieres, Sakura-chan. ¿Estás tratando de decir que…?
—Si crees que él realmente siente algo por ti, Hinata-chan, estás equivocada —dijo con frialdad y severidad y la Hyūga se puso rígida—. Te está usando; por favor, no dejes que te manipule así. Sasuke-kun... Él no es capaz de amar. Tú... Solo vas a salir lastimada.
—¿Como tú? —sorprendentemente, no hubo absolutamente ninguna malicia en la voz de Hinata, simplemente fue una observación.
Instintivamente, la mujer de cabello rosa trató de golpear a la Hyūga, pero esta la agarró de la muñeca y el respeto de Sasuke por ella aumentó un poco.
—Sakura-chan... No amo a Sasuke-san.
Por qué... ¿Le molestaba que ella dijera eso? ¿Qué le estaba sucediendo?
—Hinata-chan… —intentó de nuevo, pero la otra chica negó con la cabeza, soltando la muñeca de Sakura.
—Sakura-chan, no es lástima y no es amor lo que me hizo extender mi tiempo aquí. Sé que Sasuke-san no me ama, sé que podría estar tratando de usarme. Sé que odia la aldea y sé que, si tuviera la oportunidad, hará todo lo posible por escapar. Pero no es por eso que estoy aquí.
Era obvio que Sakura no lo entendía y, si era honesto consigo mismo, él tampoco lo entendía. Se sorprendió cuando ella había extendido "hasta nuevo aviso" su tiempo juntos. El primer pensamiento que le vino a la mente fue que lo hizo por lástima, pero Hinata no era ese tipo de persona. La lástima no habría sido suficiente para mantenerla cerca.
Con un suspiro, dio un paso atrás.
—Estoy aquí... Porque él necesita que esté aquí —tanto Sakura como Sasuke se tensaron—. Es... Realmente así de simple.
Pero de todos modos las palabras de Sakura la habían afectado, porque la Hyūga se habían vuelto distante y retraída desde esa conservación. Se preguntaba si ella sabía que él la había escuchado, ella era una ninja rastreadora después de todo. Los rastreadores normalmente eran más sensibles a su entorno.
No podía negar sus afirmaciones, porque había dejado más que claro que era verdad, la necesitaba y mucho. No le gustaba estar tan apegado emocionalmente a alguien; no le gustaba el hecho de que lo aterrorizaba la idea de que ella lo dejara. No podía quedarse en esa casa con él para siempre; eventualmente, ella tendría que irse, sus deseos y necesidades no eran una prioridad.
Sasuke era más que consciente de que sus sentimientos eran probablemente una obsesión y no de las buenas. La quería cerca, pero no la amaba. Él, después de admitirlo ante sí mismo, la deseaba, pero ciertamente no la amaba. Ella no se parecía en nada a él y odiaba todo lo que ella representaba.
¿Entonces por qué? ¿Por qué ella? ¿Por qué la idea de perderla se sentía igual que perder a una parte de sí mismo?
Las preguntas todavía lo atormentaban porque no tenía una respuesta y necesitaba una desesperadamente. ¿Qué tenía Hinata que estaba causándole estas reacciones?
Aunque nunca había estado con una mujer y nunca había mostrado interés en alguna, pero eso no significaba que fuera asexual o como muchos decían, que era gay. No era como si nunca hubiera pensado en sexo, pero las fantasías pasajeras eran rápidamente descartadas después de ocuparse del problema que le generaban. Romance, amor y relaciones, nada de eso tenía un lugar en su vida y en lo que a él respectaba, todavía no lo tendrían.
Pero era diferente con Hinata y él lo sabía. Obviamente ella se hizo un lugar en su vida y en su mente. Esto no era algo que él entendiera o supiera cómo lidiar porque nunca había tenido sentimientos románticos por nadie, hombre o mujer.
"Es así de simple" no tenía sentido para él. Ella no le debía nada y él tampoco era exactamente amable con ella. Se negaba a creer que fuera "así de simple"; tenía que haber una razón más profunda, ¿verdad?
—No amo a Sasuke-san.
¿Por qué? ¿Por qué le molestaba eso? Nunca había estado tan confundido en toda su vida y por mucho que le gustaría deshacerse del problema... No podía. No podía porque su problema era su solución y él simplemente...
—Hyūga —él dejó de caminar y ella se detuvo unos pasos adelante, su mirada pálida era inquisitiva. Observó su pálida piel y su expresión amable—. ¿Por qué has estado escabulléndote como si te hubieran golpeado?
Ella se puso rígida y luego desvió la mirada, frunciendo el ceño.
—Lo siento, si te he estado molestando...
—No —hizo una pausa—. ¿Es por lo que te dijo Sakura?
Sus ojos se abrieron y su rostro mostró varias emociones que él no entendía.
—T-tú... ¿Nos escuchaste?
La luna estaba medio llena y el clima se estaba volviendo más cálido; se acercaba el verano. Miró hacia el cielo, sus pensamientos aún eran muy caóticos.
—Sí —otra pausa—. Tiene razón, sabes. Sobre mí. Le tomó un tiempo para darse cuenta.
Cuando ella no respondió, él la miró, ella estaba frunciendo el ceño pensativamente. No parecía triste o decepcionada y él no estaba seguro de cómo se sentía al respecto.
«—¿Por qué quiero que ella sienta algo por mí?»
Eso es lo que era, ahora estaba seguro. Era la cosa más extraña de la historia porque nunca había querido que una chica lo quisiera. El hecho de que fuese la única mujer que nunca había gustado de él era irritantemente irónico.
No podía soportar mucho más esta confusión; lo estaba frustrando como el infierno.
—Yo... —suspiró y le dio la espalda—. Siento que... Si quieres amar, puedes y lo harás. No creo que haya una persona que no pueda sentir dolor o tristeza, amor o felicidad. Tener sentimientos es parte de lo que somos.
—¿Crees que estoy enamorado de ti? —preguntó sin rodeos y odiaba que una parte de él tampoco pudiera responder honestamente a eso.
Girándose, parpadeó como una lechuza.
—Um, bueno... La única persona que puede responder esa pregunta eres tú, Sasuke-san.
¿Por qué estaba ella tan tranquila mientras él estaba confundido? Irritado, cerró la distancia entre ellos, envolviendo sus brazos alrededor de ella, acercándola. Ella jadeó y su rostro se puso de varios tonos de rojo. Su malestar lo hizo sentir mucho mejor, aunque ahora que la tocaba por primera vez desde el incidente, su malestar aumentó. Sobre todo, porque se sentía bien el tenerla presionada contra él, todas esas suaves curvas y el aroma a flores. Emergieron los recuerdos de cómo se habían sentido sus labios y realmente necesitaba retroceder antes de hacer algo de lo que se arrepentiría después.
—¿Y si lo estuviera? —bajó la cabeza y se acercó a sus labios. Una vez más, la última vez se había sentido tan bien—. ¿Qué pasa si Sakura estuviese equivocada y yo realmente te amo? Eres la primera y única mujer que me ha atraído. Eres la única persona que quiero a mi alrededor, eres la única que significa algo para...
Esto no estaba sucediendo. No quería esto, no la quería a ella. De repente la soltó y se volvió para regresar.
—Ya terminé de caminar —dijo secamente y sin esperar a ver si ella lo seguía, comenzó a caminar rápidamente al distrito Hyūga, pero se detuvo cuando algo suave y gentil tocó su mano.
Se quedaron así por un momento, de espaldas a ella y las manos de ella sostuvieron suavemente las suyas. Cerró los ojos, molesto consigo mismo por disfrutar de cómo se sentían sus manos. No quería esto. Nada bueno podría salir de esto.
«Vamos.»
«No me dejes.»
«Aléjate.»
«Pienso que yo...»
—Si esto es amor... —sus ojos se abrieron y la sintió ponerse rígida detrás de él—. No lo quiero.
Ella lo soltó y él comenzó a caminar de nuevo, sus pensamientos y emociones eran caóticos. ¿Qué significaba todo esto para él? ¿Y su plan? Si era honesto consigo mismo, prácticamente se había rendido. No era posible irse e incluso si pudiera...
«—No puedo dejarla. Soy patético.»
Ya nada tenía sentido para él.
Entonces Hinata tuvo que ir y confundirlo aún más.
—El amor... No es algo que quieras... Es solo algo que sucede.
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«—Juro por los dioses que si escucho la palabra "juventud" una vez más probablemente me mataré con mi propio Chidori.»
Sasuke se sentía miserable mientras se sentaba entre el dúo dinámico verde, o la juventud dinámica, como era apodando el par que conformaban Rock Lee y Maito Gai. Honestamente, ¿ellos no estaban relacionados? ¿Cómo era eso posible?
«—Tsunade, te odio tanto.»
¿Qué había hecho para cabrearla hasta el punto en que convenció a Naruto, porque Sasuke sabía que solo ella tendría la idea de enviar a esas dos "bestias verdes" idiotas para el entrenamiento? Supuestamente sería un "super e importante" entrenamiento.
Excepto que los dos no habían hecho más que bromear sobre tonterías durante la última hora. ¿Por qué estaban aquí? ¿Por qué estaba él aquí? El Uchiha resistió el impulso de poner su rostro entre sus manos mientras se sentaba en el patio trasero de su casa/prisión, rezando por paz. Incluso la muerte sería aceptable en este momento.
—¡Bien entonces! —vino la exclamación repentina, haciendo que la cabeza de Sasuke se volviera hacia Gai—. ¡Decidiremos esto con piedra, papel o tijeras! ¡Quien gane lo hará a su manera y el perdedor tendrá que dar quinientas vueltas alrededor de la aldea usando solo sus manos!
«—Los voy a matar.»
La ceja de Sasuke se crispó peligrosamente y su mano picaba por agarrar su katana. El nivel de estupidez que estaba experimentando debería ser ilegal; seguramente era dañino para el cerebro. Se sentía más tonto mientras estaba sentado aquí con estos dos y si Hinata no se apuraba con esa comida...
¡Hinata! ¡Su salvación! ¡Su respiro de la locura!
—Sí... —se puso de pie, avanzando lentamente hacia la puerta—. Ustedes dos hagan eso... Voy a ir a ver el almuerzo —afortunadamente ni siquiera se dieron cuenta que huyo. Cerrando la puerta detrás de él, suspiró y luego casi corrió directamente hacia la Hyūga. Tenía una bandeja de té en sus manos mientras parpadeaba hacia él.
—¿Sasuke-san?
El calor se apoderó de su rostro y volvió la cabeza hacia un lado, sintiéndose muy incómodo. Había olvidado que la había estado evitando desde esa conversación... Porque desde esa noche sus reacciones hacia ella se volvieron aún más extrañas. Cada vez que la veía, su corazón hacía algo gracioso y su rostro se calentaba.
No ayudó que ella también comenzara a sonrojarse. ¿Fue simplemente una reacción a él o era algo más? ¿Quería que fuera otra cosa? Deseaba poder entender qué le estaba pasando; él lo arreglaría y luego seguiría adelante.
—Esos idiotas de afuera están tratando de decidir quién me va a entrenar con piedra, papel y tijeras —murmuró, todavía negándose a mirarla.
—Oh —ella se rio y algo completamente extraño emergió dentro de él.
«—No quiero esto. No quiero estos sentimientos.»
—Pensé que se suponía que debían darte más información sobre el asesino —ella interrumpió sus pensamientos.
¿Qué? ¿El asesino? Esta tras ella ¿Qué hizo…? Mientras la miraba, su rostro, si es que era posible, comenzó a calentarse aún más. Era tan estúpido, ella ni siquiera lo miraba de una forma especial, sin embargo, él quería acortar la distancia entre ellos y hacer algo extremadamente tonto. Se vio obligado a mirar hacia abajo y hacia un lado, absolutamente frustrado consigo mismo y con ella.
—¿Qué descubrieron?
—Um... B-bueno...
Ella estaba nerviosa. Solo tartamudeaba cuando estaba nerviosa. No sabía si eso era algo bueno o no, Sasuke estaba en un constante estado de confusión alrededor de Hinata.
—¡Se ha decidido, mis amigos! —ambos adolescentes se pusieron rígidos cuando la puerta se abrió abruptamente, revelando a Lee—. ¡Por primera vez en años he derrotado a Gai-sensei! —parecía como si no supiera si estar feliz o llorar.
Una mano se posó en su hombro y Gai sonrió.
—Fue una dura batalla, mi mejor alumno. ¡Un digno logro! Ya que eres tú, Lee, era de esperar —dio un paso atrás y les dio a todos un pulgar hacia arriba—. Bueno, será mejor que me vaya; ¡esas quinientas vueltas no van a realizarse por sí mismas!
—¡Gai-sensei! —Lee se volvió hacia él, con expresión y postura de determinación—. ¡Aunque gané, nunca dejaría pasar la oportunidad de mejorar mediante un entrenamiento riguroso! ¡Después de esto, me uniré a usted!
Otro pulgar hacia arriba.
—¡Ese es el espíritu, Lee! ¡Te estaré esperando! ¡Hasta luego, amigos! —desapareció en una nube de humo.
Cuando se fue, Lee se volvió hacia ellos.
—Está bien, vamos a… —se detuvo y parpadeó ante las expresiones de Hinata y Sasuke—. ¿Pasa algo?
—La parte de mi cerebro que procesa el pensamiento inteligente murió hace un momento —dijo el Uchiha suavemente, aun luciendo un poco estupefacto.
—Um... —Hinata sostuvo la bandeja con una sonrisa que denotaba que no tenía idea de lo que estaba pasando.
Lee miró a los dos, que estaban uno al lado del otro y bastante cerca, Lee sonrió.
«—Parecería que las suposiciones de Naruto eran correctas. Ah, la primavera de la juventud que florece en amor, ¡haré todo lo posible por ayudarlos!»
—Ah, gracias por el té, Hinata-san —se acercó y tomó una taza humeante—. Tu té siempre es increíble. ¿Asumo entonces que el almuerzo está listo?
Eso pareció sacarla de su estupor.
—¡Oh! Um... Sí —se volvió hacia la cocina—. Estaré allí en un momento...
—¡Yo te ayudaré! —dio unos pasos detrás de ella y luego se detuvo, poniendo una mano en el hombro de Sasuke. El Uchiha lo miró como si hubiera perdido la cabeza. En respuesta, Lee le dio el pulgar hacia arriba y una amplia sonrisa—. No te preocupes Sasuke, lo entiendo perfectamente —después de todo, sabía lo que era estar enamorado—. ¡Haré todo lo que esté a mi alcance para ayudar, así que no te desanimes!
—Qué —cuando Sasuke continuó mirando con descontento y confusión, la sonrisa de Lee se amplió y se fue tras Hinata. No podía esperar para decírselo a Naruto, su amigo seguramente estaría encantado de escucharlo.
Sin embargo, ambos parecían tímidos, tendría que conversar con el rubio para ver si había algo que pudieran hacer al respecto. Hinata sería buena para Sasuke; Lee ya podía ver los cambios en el Uchiha debido a su influencia. Eso lo hizo sentirse optimista; el sueño de Naruto de que Sasuke volviera a ser un shinobi de Konoha ahora era probable y eso alegraba al maestro de taijutsu. Siempre había sido un fanático de los finales felices.
—Voy a poner la mesa si te parece bien —Lee ofreció y Hinata se volvió hacia él.
—Oh gracias —dijo cortésmente. Lee agarró los platos del armario, tomando nota de cómo a pesar de que Sasuke estaba a un lado, definitivamente estaba mirando a Hinata con el ceño fruncido. No parecía enojado, más que nada lucia frustrado y confundido. Mentalmente Lee asintió con la cabeza en comprensión. Personas como él y Naruto recibían los sentimientos con los brazos abiertos, por lo que podían conocer y comprender el amor en el momento en que los golpeaba.
Para personas como Sasuke o incluso Neji, hombres con mucho orgullo y que odiaban sentirse vulnerables, el amor era una debilidad para ellos. Si bien no era cierto, aún significaba que tendían a vivir en negación más tiempo que otros que realmente abrazaban la belleza del amor. ¡Un acertijo en verdad! El Uchiha era muy terco y tenaz; no sería una tarea fácil.
¡Pero esa era la belleza de un desafío! Tendría que proceder con delicadeza y definitivamente necesitaría ayuda externa.
—¿Qué demonios es esto? —el Uchiha miró a Lee unos minutos después en su pequeña mesa redonda. Con la forma en que estaban colocados los puestos, Lee estaría sentado directamente frente a Hinata, dejando al Uchiha sentado a su lado sin importar de qué posición tomara. Lee ya estaba en su asiento y sonrió para sus adentros. Si Sasuke se hubiera sentado enfrente, podría haber comido su comida sin mirar a Hinata. Sin embargo, al sentarse a su lado, ella estaría constantemente en su visión periférica y probablemente se sentiría tentado a mirarla. Un plan ingenioso, Gai-sensei estaría orgulloso de su sutilidad que daría resultados potencialmente dinámicos.
—¿Pasa algo, Sasuke? —preguntó inocentemente y este lo fulminó con la mirada.
Sasuke miró los arreglos de la mesa, miró a Hinata, se puso rojo y luego frunció el ceño. Él miró hacia otro lado, su postura era tensa.
—Creo que almorzaré en mi habitación —murmuró, pero Lee ya tenía un plan para eso.
«—¡No tan rápido, Uchiha Sasuke! ¡No puedes escapar del abrazo del amor!»
—Pero Sasuke, debo informarte sobre el asesino y el entrenamiento que Naruto nos pidió realizar. Ahora sería el momento perfecto.
Tensándose, Sasuke se volvió hacia Hinata muy brevemente antes de volver a mirar a Lee.
—¿No puede esperar? —se veía muy incómodo.
«—Algún día me lo agradecerás, amigo.»
Lee parecía confundido.
—¿Qué hay de malo en discutirlo ahora?
No había nada malo y ambos lo sabían. Lee observó la batalla interna dentro del vengador caído. Era demasiado orgulloso para inventar una excusa insignificante y cuando Hinata se acercó con la comida, se dejó caer en su silla, cruzando los brazos y luciendo muy molesto.
—No importa. Está bien —fue su respuesta concisa.
—¡Excelente! —esperó hasta que se les sirvió la comida a todos antes de comenzar—. Para empezar, el asesino que atacó a Sasuke en el festival ha sido capturado.
Obviamente, esto era una novedad para ellos y ambos lo miraron con los ojos muy abiertos.
—¿Cuándo fue esto? —el Uchiha quería saber.
—Hace más o menos una semana. Ibiki-san lo ha estado interrogando y solo pudo conseguir información ayer —sacudió la cabeza—. Desafortunadamente, el hombre no sabía quién exactamente lo contrató, ya que estaba disfrazado, pero confesó que no era el único que había sido contratado. Hay al menos cinco personas más, todas cercanas a su nivel de habilidad.
—Tch. Que molesto.
—¿Eso fue todo lo que confesó? —preguntó Hinata, frunciendo el ceño pensativamente—. ¿No conocía las identidades de los otros asesinos?
Lee negó con la cabeza.
—No, pero Ibiki-san dice que el hombre lo sabe y nos asegura que pronto tendrá esa información.
—Muy bien, entonces, ¿de qué se trata este entrenamiento? —Sasuke se reclinó en su silla y mantuvo su mirada fija en Lee. Él casi sonrió.
—Debido a la cantidad de asesinos, Naruto sintió que se te debería enseñar los aspectos más difíciles de mi estilo y el de Gai-sensei. El consejo se niega a desbloquear completamente tus habilidades hasta que aceptes convertirte en un shinobi de Konoha, pero ellos no desean que estes completamente indefenso. Entonces, aunque no podrás utilizar ninjutsu avanzado, tu taijutsu debería compensarlo, ya que eres tú. No será extremadamente avanzado, pero sienten que será suficiente.
Al principio, Sasuke parecía muy irritado. Luego frunció el ceño, pensando.
—¿Dónde se llevará a cabo este entrenamiento?
—Esta área es demasiado pequeña para lo que tendríamos que hacer, por lo que será en un campo de entrenamiento.
—Bien. Cualquier excusa para salir de este lugar es buena.
—¿Lee-san? —Hinata le dio una mirada inquisitiva—. ¿Me necesitarán durante estas sesiones de entrenamiento?
La pregunta atrajo la mirada penetrante de Sasuke antes de que se volviera y Lee negó con la cabeza.
—¿Hm? Oh no, no es obligatorio, ya que Gai-sensei y yo seremos considerados sus acompañantes, ¡pero eres más que bienvenida a unirte a nosotros! Sé que tu estilo y el nuestro son completamente diferentes, pero el Jūken tiene su base en el taijutsu.
El rosa espolvoreó las mejillas de Hinata y miró la comida.
—N-no, yo... Yo me quedaré aquí o haré recados.
Lee se sintió un poco decepcionado por eso, pero la expresión del rostro del Uchiha denotaba que tampoco estaba complacido. Aunque no era fanático del conflicto, entendió que a veces era bueno para la progresión.
—Ya veo. Bueno, eso está bien, en cualquier caso, estoy seguro de que estar aquí constantemente es estresante. No sé qué haría si no pudiera entrenar adecuadamente o aceptar misiones.
No fue hasta que dijo las palabras que se dio cuenta de cómo sonaban y se dio cuenta de que se había equivocado. Una expresión muy extraña parpadeó en el rostro del Uchiha antes de desaparecer. En cambio, Hinata lucia preocupada y ligeramente culpable.
—¡Ah! —levantó las manos en un gesto pacífico—. No quise decir…
—¿Eso es todo? —Sasuke intervino y Lee vio la expresión completamente en blanco del otro hombre, regañándose por dentro. Solo podía esperar que sus palabras no dejaran ningún daño duradero.
—Sí, eso es todo lo que me dieron en cuanto a información.
De pie, Sasuke comenzó a alejarse.
—Estaré en mi habitación —lo dijo con frialdad y la expresión de Hinata fue definitivamente de tristeza mientras lo veía alejarse.
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Cuando no salió a cenar, Hinata fue a su habitación y estuvo medio tentado a decirle que se fuera. No estaba de buen humor.
—¿Sasuke-san? —abrió la puerta con una bandeja en las manos, su expresión era una mezcla de tristeza y preocupación. Estaba sentado en el suelo como de costumbre, con un libro en la mano. Manteniendo su pulgar como marcador y la miró.
—¿Qué? —él tomó la bandeja y luego su mirada se posó en ella. Hinata parpadeó y luego miró hacia otro lado, cada vez más avergonzada. El gesto lo irritó.
—No amo a Sasuke-san.
Ella había dicho eso, así que, ¿por qué demonios se veía avergonzada y tímida?
—Me quedaré aquí...
—Estoy seguro de que estar aquí constantemente es estresante.
«—Ella no tiene que quedarse —pensó con saña—. No necesito ni quiero su maldita lástima. Si soy una carga, ella puede irse.»
Como si sintiera su creciente irritación, ella entró tentativamente, insegura. Desde el almuerzo, su mente había estado dando vueltas con pensamientos caóticos, sentimientos encontrados e ira. Hinata había hecho su elección; no era su culpa que ella realmente no tuviera una vida o no pudiera ser una verdadera shinobi. Ella era su maldita niñera y él lo sabía.
Si ella no quería estar cerca, él no la quería allí. Parecía tan ansiosa por dejarlo con Gai y Lee para ir a hacer lo que sea que ella quería hacer.
En un repentino ataque de celos irracionales, la idea de que ella quisiera deshacerse de él para estar cerca de otro chico lo enfureció. "Hacer recados" de hecho; les traían de todo y la lista cosas por hacer de Hinata siempre estaba completa, así que eso era una mentira. O tal vez ir a ver al chico era su "recado". Si ella estaba tan dispuesta a deshacerse de él, le hacía repensar la idea de que ella no estaba allí por lástima. ¿Qué otra razón podría haber?
—Um, dejaré esto aquí —su voz lo sacó de sus pensamientos, pero no de su ira. Ella puso la bandeja a su lado como solía hacer y cuando ella retrocedió, su mano se movió, agarrando su muñeca en un apretón casi doloroso. Ella jadeó, se sobresaltó e hizo una mueca, tirando ligeramente—. S-Sasuke-san...
—¿Quién es él? —las palabras salieron bajas y frías mientras la miraba.
«—¿Quién es el tipo que ha llamado tu atención ahora que ni siquiera me das una segunda mirada?»
El pensamiento lo aturdió y casi la dejó ir, pero la ira ganó. ¿Y si nunca le gustaba a Hinata como a todas las demás chicas? No le gustaba, así que, ¿qué importaba? Él simplemente no quería su compasión y seguro que no quería ser una especie de caso de caridad para ella.
Se veía genuinamente confundida.
—¿Quién? Sasuke-san, yo no... No entiendo...
Tiró de su muñeca hasta el punto en que ella tuvo que doblar las rodillas o arriesgarse a que la tiraran al suelo.
—No te hagas la tonta. El tipo por el que me dejarás cuando me vaya con Gai y Lee.
—¿Qué? —ahora estaba negando con la cabeza, completamente perdida con respecto a los pensamientos de Sasuke. Él se puso de pie, sin soltarle la muñeca y ella dio un paso atrás, alarmada—. No hay... No hay…
—Si no quieres estar aquí, no te obligare a quedarte —él la interrumpió y dio un paso adelante, sintiendo un poco de satisfacción por lo asustada que estaba comenzando a verse. Él comenzó a llevarla de regreso a la esquina de su habitación—. Si soy una carga, vete. No te necesito, ni siquiera te quiero.
Ella todavía estaba confundida, le tomo unos segundos el hacer clic y entender que él estaba molesto por lo que pasó hoy.
—Eso no es... —negó con la cabeza cuando su espalda finalmente golpeó la pared y quedó efectivamente inmovilizada—. No te compadezco. Y-y quedarse aquí, eso es...
—¿Qué es entonces, si no es lástima? Lo dijiste tú misma, ¿verdad? Estar aquí es estresante. No puedes ir a misiones ni tener una vida; en cambio, estás atascada cuidándome.
Sus ojos se agrandaron.
—No dije…
—Estoy bien ahora que se me permite salir y hacer cosas —continuó—. Así que vete. Vete. Estaré bien sin ti —estaba tan enojado que no podía pensar con claridad. Quería que ella se fuera, que se fuera con quien quisiera porque quería odiarla, quería dejar de sentirse tan confundido y en conflicto.
El odio era una emoción que conocía bien y era fácil de aceptar. Trató de captarlo porque todas las otras emociones que burbujeaban dentro de él no eran cosas que quería admitir o con las que quería lidiar.
—Sasuke-san... Estoy aquí porque quiero estar aquí —ella estaba frunciendo el ceño, pero no parecía enojada. Pero esta era Hinata, ella nunca se enojaba; ella nunca odiaba y parecía amar a todos.
Excepto a él. Lo odiaba. La odiaba.
Vete.
No. Tú...
—No hay... No hay nadie. Yo... —suspiró con ligera frustración mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas—. Es solo que... Pareces tan incómodo conmigo últimamente que pensé que si me quedaba atrás tendrías un descanso —su expresión se volvió abatida—. Te conozco... Realmente no me quieres aquí. No si puedes evitarlo.
«—Ella está mintiendo.»
¿Básicamente estaba diciendo que había querido quedarse por su bien? Ridículo; nadie haría algo así por él, no era un idiota. Ella solo estaba tratando de confundirlo, algo en lo que era extremadamente buena.
—No vas a herir mis sentimientos, solo di la verdad. Solo soy un caso de caridad, te sientes mal porque tuve un momento de debilidad y tú estabas ahí —ella negó con la cabeza y abrió la boca para protestar, pero él continuó antes de que ella pudiera expresarse—. Y ahora rápidamente aprovechas la oportunidad cuando Lee te la da.
Las lágrimas brotaron de los ojos de la chica, pero él se negó a permitir que eso influyera en su decisión.
—Por favor, Sasuke, eso no es cierto, no me siento así en absoluto.
«—¡Mentirosa!»
Quería gritar y se dio cuenta de que realmente lo había hecho cuando ella se estremeció y agachó la cabeza.
—No soy estúpido Hinata, ¿de verdad esperas que crea que quieres estar aquí? ¿Por qué? Lo dijiste tú misma, no me amas... Supongo que ahora que lo pienso, la razón es que ya tienes a alguien más esperando, ¿eh?
—¡N-no! Eso no es…
Su ira, en ese momento, había alcanzado el punto de ebullición. Pensamientos de que ella estaba con otro, de que quería deshacerse de él, de que ni siquiera le agradaba, inundaron su mente. Su enojo, frustración y confusión con respecto a sus sentimientos por ella solo agregaron más leña al fuego. Estaba cansado de sentirse en conflicto y confundido; estaba cansado de todo.
Y con eso, algo finalmente se soltó.
—¿Que pasa conmigo? —le gritó y ella retrocedió, pero aún estaba inmovilizada—. ¿Qué tienen ellos que yo no tenga? ¿Por qué eres la única chica que no me mira?
Su rostro ya estaba sonrojado, pero comenzó a arder más ante sus palabras. Ahora parecía sorprendida y confundida.
—E-espera... Yo...
—No amo a Sasuke-san.
—¿Por qué? —pareció calmarse, aunque respiraba con dificultad. Cerró la distancia entre ellos, obligándola a mirarlo—. ¿Por qué no me amas? —esa pregunta lo había estado atormentando desde que ella dijo esas palabras y con todo pensamiento lógico arrojado por la ventana, estaba actuando puramente sobre el alero de sus emociones. Su mano se levantó para tomar su mejilla y ella jadeó cuando él bajó la cabeza.
—Eres la primera chica que me ha gustado, la primera chica con la que realmente quiero estar.
«—No puedes irte. No me dejes... Tu...»
Él tomo su rostro entre sus manos, sus ojos negros se fijaron en sus grandes ojos blancos y en sus labios entreabiertos.
—No vayas con él. Tú me perteneces —una mano se hundió en su cabello y la empujó contra su cuerpo, juntando sus labios en un acalorado beso.
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Notas: ¡Hola! ¿cómo han estado? disculpen la tardanza en actualizar, pero durante el mes pasado estuve bajo mucho estrés y trabajar en los fics como que me aumentaban la sensación de malestar. Así que, por ahora, al menos por un par de meses, voy a tomarme esto con más calma, porque se supone que los fics son un hobby, algo que hago para disfrutar, para divertirme, algo que hago por amor al SasuHina. Y últimamente solo lo hacía por compromiso, incluso hacia los capítulos de mala gana y con hastió. Peeeeeero… Me tome un buen respiro y ahora al tomarme las cosas con más calma, los capítulos han ido fluyendo de mejor forma, hasta siento que me han quedado más lindos en cuanto a la escritura.
Espero les guste el capítulo. Cuídense mucho. Besos.
Naoko Ichigo
