Queridas lectoras a sido para mí un gusto haberles llevado esta historia lamentablemente a llegado a su fin pero espero que este capítulo llne sus expectativas y pues a sido un placer espero verles nuevamente en otra historia.
Enormes y especiales gracias por leerme y dejar Review a:
Bell Potter
juchiz
f-zelda
Undine
rena
Meiiko
Hermione I
Fabisa
Daria
Daphne Potter
Rei
Atenea
minatotsuki
Y a todos los que la leyeron y no se animaron en dejar review, muchas gracias por su lectura y por dejarme los hits de 4993!
Bueno para no ponerme melancolica, a leer... ARIGATO!
Epílogo
Una semana después.
"¡Aquí esta, señora Terada!"
Rika sonrió soñadoramente, mientras Ryo la hacía atravesar el umbral de la casa de Portmeadows.
No era tan magnifica como Kinomoto Hall, que de hecho tampoco era tan grande, y tampoco era suya, no por lo menos hasta que el anciano tío de Ryo falleciera.
Pero nada de eso importaba. Estaban casados y estaban enamorados, y mientras estuviesen juntos, no importaba que la casa fuese prestada.
Además, el tío de Ryo no regresaría a Londres hasta dentro de otra semana.
"Te lo dije," dijo Ryo, entrecerrando los ojos mientras la depositaba en una silla del vestíbulo. "¿Qué es eso?"
Rika siguió su mirada hasta una caja brillantemente envuelta, depositada en una mesa del vestíbulo. "¿Un regalo de bodas?" murmuró esperanzada.
Ryo le lanzó una irónica mirada. "¿Quién sabe que nos hemos casado?"
"Solamente cada una de las personas que asistió a la iglesia para ver mi boda con Lord Burwick, imagino," replicó. Habían oído ya la noticia de cómo Sakura ocupó su lugar.
Rika podía imaginar el chismorreo que ocasionó.
La atención de Ryo, sin embargo, continuaba en la caja y la nota.
Con movimientos cuidadosos liberó el envoltorio de las cintas y deslizó un dedo bajo el lacre del sello. "Es caro," comentó. "Un sobre de verdad, no un mero pliego doblado."
"¡Ábrelo!," le urgió Rika.
Ryo se detuvo apenas lo suficiente para dedicarle una mirada malhumorada. "¿Qué crees que estoy haciendo?"
Ella le arrebató el sobre de las manos. "Eres demasiado lento." Con dedos impacientes rasgó el sobre abierto y sacó el pliego de su interior, abriéndolo de forma que pudieran leerlo los dos a la vez:
"Con esta nota le doy mis más sinceras gracias,
Y prometo que podrán evitar todas las desgracias.
Cuando robó a mi novia, me hizo un favor,
Y me dio una esposa de mucho valor.
En esta caja encontrará brandy francés Y una selección de finos dulces, también.
Pero mi verdadero regalo envuelto en este verso Para que pueda evitar verse sin dinero preso Es una casa, a menos de cinco millas de distancia Que puedan llamar suya noche y día con prestancia Y una renta suya de por vida modestamente generosa Porque cuando se fugaron me dieron una esposa.
Les deseo felicidad, salud y amor (mi esposa asegura que rima con rubor)"
— Shaoran Li, Vizconde de Burwick —
Pasaron unos segundos antes de que ninguno pudiera articular una palabra.
"Muy generoso de su parte," murmuró Rika.
Ryo pestañeó varias veces antes de preguntar: "¿Tienes idea de por qué lo ha escrito en verso?"
"No puedo imaginarlo," dijo Rika. "No tengo ni idea de lo que se le pasa por la cabeza."
Tragó con dificultad y las lagrimas le escocieron en los ojos. "Pobre Sakura."
Ryo le pasó un brazo por los hombros. "Tu hermana está hecha de pasta resistente. Lo superará."
Rika asintió y permitió que la condujera al dormitorio, donde pronto olvidó que tenía hermana alguna.
Mientras tanto en Middlewood...
"¡Oh, Shao, lo hiciste!" Sakura se llevó horrorizada una mano a la boca cuando le enseñó una copia de la nota que había enviado a Ryo y a Rika.
El se encogió de hombros. "No pude evitarlo."
"Es muy generoso por tu parte," dijo ella, intentando parecer solemne.
"Sí lo es¿verdad?" murmuró Shao. "Deberías mostrarme tu gratitud¿no crees?"
Sakura apretó los labios para no echarse a reír. "No tenía ni idea," dijo, intentando desesperadamente mantener una expresión sería, "que tuvieras talento para la poesía."
Shao hizo un disciplente gesto con la mano. "Rimar no es tan difícil, una vez que te pones a ello."
"Oh¿de verdad?"
"En efecto."
"¿Cuánto tiempo te ha llevado componer este..., er, poema?" miró hacia la hoja de papel y frunció el ceño. "Aunque parece injusto para Shakespeare y Marlowe llamarlo así."
"Shakespeare y Marlowe no tienen nada que temer de mí..."
"Sí," murmuró Sakura, "eso está claro."
"...porque no tengo planeado escribir más poesía," finalizó Shao.
"Y por ello, todos te damos las gracias. Pero no has contestado a mi pregunta."
Shao la miró interrogante. "¿Me has hecho una pregunta?"
"¿Cuánto tardaste en escribir esto?"
"Oh, casi nada," dijo evasivamente. "Apenas cuatro horas."
"¡Cuatro horas!," repitió ella, ahogándose de risa.
Los ojos de Shao centellearon. "Quería que fuera buena, por supuesto."
"Por supuesto."
"Hay que poner un poco de empeño para hacer algo, si uno no es muy bueno en ello."
"Por supuesto," dijo Sakura de nuevo. Era todo lo que podía contestar, puesto que Shao la había abrazado y se dedicaba a besarle y mordisquearle el cuello.
"¿Crees que podríamos dejar de hablar de poesía?" murmuró Shao.
"Por supuesto."
La hizo tumbarse en el sofá. "¿Y tal vez podría seducirte a cambio?"
Sakura sonrió. "Por supuesto."
Shao se recostó junto a ella. Su rostro a la vez serio y tierno. "¿Y me dejaras que te ame para siempre?"
Sakura lo besó. "Por supuesto."
Un año después en Middlewood...
Fujitaka Kinomoto se paseaban nervioso en la magnifica biblioteca de Shaoran pensando como le diría a su yerno la noticia de que Rika y Ryo regresarían a Kinomoto Hall para las festividades de ese año y por supuesto los vizcondes Li estaban en el primer lugar de la lista.
Al ver el lugar no supo dar nombre a lo que sentía al estar en la biblioteca de Lord Burwick, lamentó tanto que Rika hubiera despreciado semejante posición y que a cambio Sakura la disfrutará, su madre, casi se desmaya de la impresión el día de la boda, cuando notó que Sakura ocuparía el lugar de su querida Rika.
Pero Sakura Li, vizcondesa de Burwick era muy feliz con su marido, les gustará o no, Shaoran ya la había llevado recorrer todas las propiedades que cómo futuro conde iba a poseer, pero lo que más le había gustado de todo lo que poseía Shaoran eran los hermosos caballos que había en cada propiedad, su marido complacido por ese entusiasmo le dijo que podría escoger el que quisiera para montar en cada propiedad.
Precisamente el señor Kinomoto paseaba nervioso porque Rika había querido visitar a Sakura mientras estaban en Londres, él como todo noble padre había perdonado a Rika, pero no estaba muy seguro de que el vizconde sintiera la misma generosidad.
"Fujitaka", se dirigió Shaoran muy cortés a su suegro.
"Milord", ese día se sentía especialmente vulnerable ante la presencia de su yerno.
"¿Qué os trae por aquí?"
"Bueno Milord, como ya sabe celebraremos mi esposa y yo nuestro aniversario y esperamos que ustedes nos acompañen, por supuesto".
"Bueno, aún no he decidido si iremos o no"
"¿Y eso porque Milord?"
"Mi querida Sakura, últimamente no se ha sentido muy bien".
"¡Oh Dios Mío¿Ya ha llamado al medico?"
"Precisamente la esta atendiendo en este momento cuando me avisaron que usted estaba aquí".
"Claro, claro, bueno simplemente venía a aseros la invitación, y también que sepa Milord que mi otra hija estará también".
"¿Rika?" Shao disfrutaba enormemente la expresión de terror del señor Kinomoto cuando él se giró inmediatamente.
"Sí así es".
"Bueno sí Sakura está dispuesta a ir, lo pensaré".
"Por supuesto, bueno podemos dejar eso para después para que podamos ir a ver a Sakura".
Los dos hombres se dirigieron al cuarto principal que era donde Sakura descansaba, el medico dedicó una formal reverencia cuando Shaoran entró seguido de Fujitaka.
Al notar Shao dormida a Sakura, le preguntó al medico.
"Muy bien¿qué es lo que tiene?"
"Es normal, en su estado..." empezó a decir cautelosamente el medico.
Shao enarcó una ceja método infinitamente mejor que cualquier replica.
"Bueno, la vizcondesa esta embarazada, pero debido a las nauseas no ha comido bien por lo que esta débil". Terminó de decir el medico pues sabía que Lord Burwick no era conocido por su paciencia.
Shao empezó a asimilar la noticia... un hijo... de él y Sakura.
Shao vio tiernamente a Sakura que estaba en su lecho completamente dormida.
"Recomiendo que coma más y que se tome este remedio para las nauseas si persisten", prosiguió el medico y le entregó una receta para el remedio.
Shao esbozó una sonrisa despidió al medico preguntándole si era peligroso que Sakura viajará unas cinco millas, cuando el medico le dijo que no, se quedó parado a mitad de la estancia con una sonrisa que él suponía era estúpida.
También despidió a su suegro asegurándole que si Sakura se sentía mejor y tenía ganas de ir a Kinomoto Hall ellos estarían ahí.
Luego cuando volvió a su habitación, Sakura había despertado gracias al sonido estruendoso de los caballos que los dos hombres utilizaban para su servicio.
"¿Shao, estás aquí?"
"Sí, Sakura".
"¿Ya se ha ido el medico?"
"Sí, ya se ha ido", Shao empezaba a sentir temblar las piernas en cuanto le dijera que era lo que tenía.
"¿Y bien que es lo que tengo?"
Shao la contempló¡Dios, cómo amaba a esa mujer!
"Estás embarazada y las nauseas que tienes son normales".
A Sakura le brillaron los ojos, ella como primeriza no tenía ni idea de lo que significaban sus malestares, luego miró a Shao dentro de sus intensos ojos y supo que también estaba emocionado ante la idea de ser padre.
"¡Shao vamos a ser padres!" dijo ella con toda la emoción de su corazón.
"Lo sé amor" y la besó intensamente "¿Sabes? también estamos invitados a celebrar el aniversario de tus padres en Kinomoto Hall" le dijo una vez que la terminó de besar.
"Mmmm ¿Porqué siento algo de pesar en ti?" Preguntó Sakura una vez que los labios de su marido se alejaron de ella.
"Quizá porqué tu hermana y su marido estarán ahí" dijo tratando de sonar enfadado pero comprobó que no había salido como él quería porque Sakura lanzó una de esas sonrisa que lo hacían perder el control y al final terminó tumbándola en el lecho.
Cuando terminaron, Sakura se volvió hacia él en busca de su respuesta.
"¡Oh! Esta bien iremos" dijo Shao por toda respuesta
Sakura sonrió y se quedó dormida entre sus brazos, había ganado esa batalla.
Ciertamente el viaje en carruaje no fue lo mejor para la cabeza mareada de Sakura, pero había conseguido que Shao la trajera a Kinomoto Hall, y tenía ganas de ver a Rika, sólo sabía por medio de los comentarios que la señora Kinomoto le hacía en sus cartas, que Rika ya había dado a luz a una hermosa niña y quería ver a su sobrina y contarle a todo mundo que estaba embarazada.
Shao la contemplaba estaba preciosa. Radiante. Un momento ¿no decían que las mujeres embarazadas se ponían mucho más guapas? Supo en ese instante que tal vez las cosas se daban por una razón y daba gracias al cielo por la esposa que había conseguido.
Al llegar supo que eran esperados con ansia, por el servicio a ellos dedicado por sus suegros, sabía que para ellos recibirlos con toda la pompa inglesa era muy importante puesto que todos los nobles de por ahí los verían llegar.
En el vestíbulo ya se encontraba Fanren y su esposo junto con su prima Meiling con su bebé en brazos, ya tenía ganas de ver a Sakura así.
"Sakura, bienvenida" dijo Fanren al ver a su hermana política llegar, había hecho muy buenas migas después de la luna de miel que tuvieron ella y Shao, sólo el cielo sabía que de brincos se había puesto a dar en su habitación cuando terminó la ceremonia y el banquete gritando como loca : "lo hizo, lo hizo, se casó con ella".
"¡Fanren! Qué gusto me da verte, hace como tres meses que no nos vemos", dijo Sakura complacida por el afectuoso saludo.
"¡Hola Sakura, temía que no vinieras!" Dijo Meiling, otra que agradecía al cielo que Shao se casará con ella y no con Rika, sencillamente con Sakura podía hablar de lo que fuera cosa que no creía que hubiera podido hacer con la antipática de Rika.
"¡Meiling!, que gusto también verte ¡oh! Que lindo se ha puesto el pequeño", dijo refiriéndose al bebé.
"Gracias, gracias pero pasemos adentro que nos está esperando un delicioso té".
Shao se puso en tensión tenía el presentimiento que ese fin de semana no iba a ser para nada tranquilo, sólo faltaba su madre para completar el cuadro, y es que cuando se juntaba ese trío – Fanren, Meiling y su madre – no podía quedarse a solas unos minutos con Sakura porque en seguida la acaparaban, en cierta manera le agradaba que les haya caído tan bien, pero era imposible encontrarse a solas más tiempo con ella.
Mmmm. Sólo esperaba que no llegará su madre, estaba rogando al cielo porque eso no ocurriera pero...
"¡Queridos hijos míos!" Dijo la condesa de Worth, su madre.
Y abrazó efusivamente a Sakura, y después le dio un caluroso beso a Shaoran, que ya sabía lo que le esperaba en ese terrorífico fin de semana.
La condesa adoraba a Sakura, primero por haber terminado con la larga soltería de Shaoran y segundo porque era sencillamente encantadora, se distinguía en los saloncillos de té presumiendo de su brazo a su querida nuera, que sabía era envidiada por desalmadas mujeres que habían querido atrapar a Shaoran y el legado familiar de los Li, pero había conocido a Sakura y veía la adoración que ella tenía por Shao, cosa que le agradó mucho.
Sabía la gran cantidad de rumores cuando en lugar de Rika se presentó Sakura, pero había confiado en el juicio de Fanren, cuando le dijo que Sakura era la adecuada, si no es que única para Shaoran en lugar de Rika.
De lo que si estaba segura era de el cambio que ella logró en Shaoran, más alegre, más espontáneo, se le veía feliz con ella y eso era mucho que decir. Cuando estaban en la rutinarias horas del té Sakura brillaba por su inteligencia y a veces descarado humor.
Y cuando asistían a bailes, Shaoran pasaba horas en la pista con su esposa, y la condesa se divertía mucho cuando las jóvenes casaderas lamentaban que se hubiera casado, mientras que en otras ocasiones eran una pareja muy admirada por el fiero amor y devoción que se tenían – cosa que Shao recordaba no le caía de su hermana y su esposo - .
"Madre, gusto en verla de nuevo", dijo Shaoran tratando de ser cortés.
"Oh deja eso para después, que tengo cosas que platicar con Sakura, vamos Sakura, Shao me ha platicado que últimamente no te sientes bien ¿Ya te vio el doctor?"
"Si por supuesto, lo que tengo es la mejor noticia del mundo", dijo Sakura con toda la alegría de su corazón.
Shao suspiró cuando Sakura anunciará que estaba embarazada, estaba seguro que todo el mundo revolotearía como "una plaga de langostas", recordó felizmente.
"Estoy embarazada", anunció Sakura y todo el salón de té volteó a verla.
Fanren, Meiling, la condesa y la madre de Sakura se acercaron como abejas a la miel, y cuando la persona menos esperada que se hallaba en la habitación, se enteró, también se acercó.
"¡Sakura, felicidades!"
"¡Rika, muchas gracias!"
Shao se apartó molesto porque sabía que ahora todas las mujeres de la casa le arrebatarían a su Sakura.
Pero 20 minutos después Sakura ya estaba mareada de tantas atenciones y consejos, cuando anunció que iba al baño, le pidió a Shaoran que la acompañara pues prácticamente había pasado todo ese tiempo con la taza de té en la mano.
"¿Qué pasa Sakura?" Conociendo a Sakura estaba seguro que estaba huyendo.
"Mmmm, tengo que salir de aquí". Y ambos empezaron a reír.
Así que prácticamente corriendo atravesaron la puerta que daba a las tierras que eran la dote de Sakura y se dirigieron al sendero que no sabían hasta donde llegaba.
"Creo recordar que la ultima vez que estuvimos por aquí tanto tú como yo huíamos de las personas invitadas a nuestra boda".
"Por supuesto yo estaba huyendo de la plaga de langostas". Dijo Sakura y esbozó una sonrisa.
Caminando por el paraje encontraron el lugar donde ella se había caído la primera vez que se encontraron, y decidieron sentarse pues el aire de la mañana era muy fresco.
"Sakura¿eres feliz?" Preguntó Shao.
"Claro que sí, jamás pensé en casarme o recibir tantas atenciones por parte de mis padres y mirame ahora". Sakura empezó a reír.
Shao la abrazó entendiendo todo a la perfección. Y comenzó a besarla.
"Sakura, de verdad agradezco el día en que tu hermana necesitó poesía."
Sakura ya no podía responder pues Shao ya había deslizado el hombro de su vestido.
"¡Shao¿Qué pasa si alguien nos ve?"
"No me importa, somos marido y mujer".
"Bueno eso sí, pero ¡estamos a mitad de la nada!"
"Precisamente por eso, no creo que regresando a Kinomoto Hall, me dejen estar contigo más de dos segundos seguidos, además de que fue algo que quise hacer desde el primer momento", dijo con voz extremadamente sensual, que Sakura no pudo ignorar.
Shao la condujo al cielo de nuevo, siempre era así, como volver a la primera vez que estuvieron juntos.
Sakura dormía en brazos de Shao, justo cuando el sol se ponía en lo alto, Shao calculaba que eran como las 12 pasadas pues habían llegado muy temprano a Kinomoto Hall y salieron corriendo del salón de té también muy pronto.
Él estaba seguro que su madre lo regañaría y al ver a Sakura volver completamente despeinada seguramente se daría cuenta de que estuvieron haciendo.
Y efectivamente así fue, la condesa al ver el aspecto poco arreglado – a diferencia del que traía en la mañana – de Sakura, fulminó a Shaoran con la mirada, aunque su hija y su sobrina rieron por lo bajo.
Viéndose nuevamente en el centro de atención de todos, pasaron a comer. Y Shaoran pidió la atención en la mesa.
"Amigos míos es un placer para mí anunciar que mi querida esposa y yo seremos padres."
Los nobles presentes se pararon de la mesa felicitando muy cordialmente al vizconde y abrazando a la vizcondesa por la buena noticia.
Desde el otro lado de la mesa Rika y Ryo veían cómo eran acaparados, Sakura y Shaoran dichosamente felices, después se felicitarían mutuamente.
Así lo hicieron después de la comida, y se sentaron a platicar aunque Rika y Ryo no estaban muy seguros de qué platicar con el vizconde, pero al final de la conversación se dieron cuenta de cómo habían juzgado mal a Shao.
Y de eso se dieron cuenta cuando Sakura le sugirió a Shao ver la biblioteca de su padre para ver que tanto había mejorado en el último año. Rika y Ryo iban a entrar para comunicarles que el baile iba a empezar cuando se dieron cuenta que ese par se estaba besando en la biblioteca rememorando recuerdos de cómo fue que empezó todo.
"Querido vizconde, no creo mi marido apruebe que me encuentre con usted en la biblioteca a solas, tiene fama de libertino", dijo Sakura tratando de parecer preocupada aunque soltó una pequeña risita.
"Oh su marido lo aprueba, además de que ya no soy un libertino, bueno quizá con mi esposa", dijo Shao con una sonrisa descarada.
"Oh Shao, soy muy feliz a tu lado", dijo Sakura aferrándose a su cuello.
"Yo también Sakura, yo también" y besó con intensidad a su esposa.
Ryo y Rika cerraron la puerta para que no los molestarán quizá después preguntarían cómo pasaron a ser una de las parejas más melosas en la alta sociedad, porque se les veía a leguas la dicha y felicidad.
"¿Y cómo le pondremos a este bebé?", preguntó Sakura.
"Mmm, no he pensado en eso, pero no será ni Rika ni Ryo", dijo Shao solemnemente.
Los dos se rieron ante ese comentario.
"Me encanta que seas mía y de nadie más"
"Lo mismo digo Shao, lo mismo digo."
Fin
"El amor verdadero hace milagros, porque el mismo es ya el mayor milagro."
Amado Nervo
