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PROBANDO MATRIMONIO
SERPIENTE Y LEÓN
POR: Gaiasole
"..." Pensamientos
PERSONAJES DE J. K ROWLING
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Los Slytherin eran conocidos por su astucia y por no tener para nada el mejor carácter del mundo; además, de unas ideas bastante narcisistas sobre la sangre pura, para ellos era lo más importante y cualquiera que no fuera de su clase era un mal que habría de erradicar de alguna forma. Irónico que entre sus filas estuviera un sangre mestiza, ¿Qué a quien me refiero?
Nada más ni menos que a mi, Severus Snape. Mi carácter era definitivamente lo que me había llevado a la casa de las serpientes, el sombrero no había terminado de posarse en mi cabeza cuando había gritado que mi destino era Slytherin. Y no se había equivocado, no me habría podido elegir mejor casa que esta aunque gracias a esto ya había ganado un enemigo James Potter, que siempre había despreciado a todos los de esta casa pero aun más a mí. ¡Ese maldito arrogante, me habrá de pagar todas las que me ah hecho!
—¿Estas leyendo?
—"Qué perspicaz era en ocasiones Malfoy, cuando alguien tiene un libro en las manos y por lo regular ese alguien soy yo es obvio que estoy leyendo; sin embargo, no debía pelearme con el príncipe de la casa y perder mi titulo de su mano derecha"— Así es Lucius.
—Veo que tu cabello ya ah crecido Snape- rió mordaz el rubio.
—Es que sucede que eres muy observador- al parecer el no noto el sarcasmo de voz porque siguió con su estupida sonrisa en el rostro.
—¡Snape!- escuche una voz chillona acercándose a mí.
Y ahí estaba frente a mi; Daisy Brook, era la chica más odiosa y pesada que alguien podría conocer, se creía la última mujer del mundo y que el resto era una clase de plebeyos de muy bajo nivel que tenía suerte de posar su mirada en ella. Admito que era hermosa pero su encanto era inexistente por no decir que nunca existió. Era alta de cabello negro y profundos ojos azules, era vanidosa y presuntuosa además de ser toda una sangre pura. Y por raro que parezca siempre había estado interesada en mi así que con esto les basta para saber que estaba loca.
—¿Qué pasa?- pregunte con hastió.
—¿Por qué será que las serpientes siempre son tan frías?- se acerco provocativamente hasta quitarme el libro cosa que no me hizo ni pizca de gracia— Hola cariño, ¿Me has extrañado?
—No me has dado oportunidad hace menos de una hora que me encontré contigo, ahora que si te esforzaras y te desaparecieras más de un día podría reconsiderar
—¡Eres tan gracioso!- se echo a reír con esa espantosa risa que tanto odiábamos todos— Por favor Snape sabes que estamos casados y no se vería nada bien que te alejaras de mi por mucho tiempo, eso incluye las noches- su invitación no me animaba nada.
—¿Qué querías?- le corte el rollo.
—OH debo hacer algo y ese algo me impide llevar a nuestro pequeño Adonis así que tendrás que cuidarlo hasta mañana por la mañana, te quiero, ciao- se largo dejándome un huevo en las piernas y no me agrado como sonó eso.
—¿Adonis?- me pregunto Lucius— ¿Hay que poner nombre a estos malditos huevos?
Ahora que veía bien a Lucius este llevaba escondido su huevo entre su túnica al parecer usaba un hechizo pues el huevo rojo se mantenía unido a él mientras yo lo único que hacía con el mió que era de un color grisáceo era mantenerlo a raya lo más posible, nunca había sido participe de la idea de tener un hijo, mucho menos lo veía como si fuera un gran logro o mi meta a seguir, todo empeoraba al pensar que el huevo era mió y de la pesada de Brook.
—¡Que lindo!- bajo corriendo una rubia cabellera de las escaleras que de inmediato se aproximo a donde yo y mi amigo platicábamos esa era Narcisa Black, tras de ella se acercaba Bellatrix con su aura arrogante y a su lado caminaba Andrómeda con ese aire despistado nada propio de una Black— Es injusto que la maestra de estudios muggle les haya asignado justo esta tarea a ustedes y a nadie más.
—Es que solo a nosotros nos odia Cissy- recalco Bella sentándose en el sillón de cuero, siguiendo su ejemplo lo mismo hicieron sus hermanas— ¿Qué estupida idea es esa de ponerle nombre al huevo Malfoy?
—¡Bella! Me sorprende que no le han puesto uno, todos en nuestro curso ya lo han hecho- le miro sorprendida Andrómeda.
—Gente idiota, como si no hubiera mejores cosas que hacer.
—OH Bella, no debieras hablar así.
Bellatrix miro a su hermana con aburrimiento y luego de eso tomo mi libro que Brook había dejado en el sillón donde precisamente ella se fue a sentar.
—¿Aprendiendo nuevos trucos Snape?
—Siempre hacen falta Bella.
—Pues a ti no te han ayudado mucho porque hasta hace poco estabas con tremendo corte gracias a Potter.
—¡No le moleste Bella!
—Vamos Cissy una broma más no afectara a Snape, no después de ser la comidilla de la escuela toda esta semana ¿No Severus?
—¿Qué piensas hacer?- me pregunto Lucius— porque es obvio que buscaras venganza.
—Aun no tengo nada concreto- respondí de forma seca— pero la biblioteca siempre me ayuda a pensar.
Me levante de ahí al ver que se acercaban Nox, Lestrange y Crabbe seguramente todos empezarían una platica sobre ese misterioso Voldemort que era un tema muy popular a ultimas fechas en la sala común, camine con pesadez por las mazmorras hasta llegar a la biblioteca que estaba muy alejada de nuestra sala común y de inmediato me acerque a la mesa de mi leona favorita.
—¿Cuándo vas a tener las narices en algo que no sean libros Evans?
—Cuando Potter consiga cerebro.
—Buena respuesta- me senté frente a ella viendo como mantenía gran cantidad de pergaminos, tinta, libros y un huevo en el escritorio en que trabajaba, el más alejado de la biblioteca como siempre.
—Es la primera vez que te veo cargando el huevo Snape- me sonrió— ¿Qué haría Brook de verme contigo?
—Lo mismo que haría Potter, despedazarte.
—¡No me lo menciones!- se ofusco la pelirroja— Ese Potter, estoy segura que él y Black planearon la broma del comedor, aunque me aseguro que todo el rato estuvo en la torre cuidando de Harry.
—¿Harry?
—¡Claro! Es que tú no sabes- tomo el huevo entre sus manos— te presento a mi hijo y de Potter este es Harry James Potter.
Por una razón no me agrado nada sus palabras con ellas toco fondo en algún hueco en mi estomago que solo aparecía cuando estaba cerca de ella: Te presento a mi hijo y de Potter. Rabia sentí al escuchar esas palabras, ¡Ese desgraciado tenía todo lo que yo quería! El maldito de Potter era todo un sangre pura, era el mejor en clase sin necesidad de estudiar ni la primera línea de un libro, era el favorito de la mayoría de los profesores y estaba en la alta estima de Dumbledore, pero lo que mas me hacía reventar es que tenía a Lily Evans, la chica que siempre me había gustado y la misma que siempre se había mantenido enamorada de él por mucho que ella y yo lo negáramos.
—¿Tú escogiste el nombre?
—Que va, todo a sido idea de Potter y fue mejor así porque me ahorro el carcomerme la cabeza. Desde luego es mejor que la situación de Nicole y Black, ¿Sabes que ellos le han cambiado el nombre a su hijo cada día desde que no lo dieron?
—¿Eso han hecho?
—Si, esos dos no tienen remedio- rió con esa expresión dulce y alegre en su rostro y con esos ojos verdes que nunca perdían el brillo solo visto en piedras preciosa— ¿Cuál es el nombre de tu hijo Snape?
—Según Brook, Adonis- bufe molestó.
—Típico de ella- rió alegre— ¿Como es que nos vinieron a tocar estas parejas?
—¿Cómo sabes que no es nuestro destino Lily?
—Severus, tu no crees en el destino. En todo caso mi destino jamás sería Potter.
Lily miro a una persona que salía de la biblioteca, esa persona era Ámbar la mas guapa de séptimo curso y con quien Potter tendría una cita este sábado y que provoca esa repentina expresión triste en el rostro de mi hermosa pelirroja. Mía, que sueño tan lejano eh improbable era ese.
—Severus me tengo que ir, ¿Me acompañas?
—Si me acerco a tu sala común contigo a mi lado es seguro que Potter y sus amigos irán Azkaban por provocar una muerte con todas sus agravantes.
—¿Tan malo sería que ellos llegaran? ¿Los extrañarías si son enviados a Azkaban?
—No habría forma Lily porque el muerto sería yo.
Lily rió con ganas yo por mi parte intente sonreír. Obviamente no lo logre.
—Pero miren nada más que cuadro tan más peculiar, serpiente y león.
—¿Qué te molesta Potter, que dentro del cuadro no estés tu?
—Ya te estabas tardando Snape parece gustarte ser nuestro bufón.
—¿Siempre tienes que hablar tras Potter, Black? Patético.
—Que va no es nada patético si quieres saber algo que en verdad yo te lo puedo mostrar- la varita de Black apuntaba a un ataque no reaccione hasta ver la figura de Lily protegiéndome.
—¡No!
—¡Quítate Lily!- la halo Potter contra él.
—¡Ya basta, déjenlo en paz no les ah hecho nada!
—Su sola existencia nos afecta Lily- se aferro Potter a ella.
—¡Remus diles algo!
—Baja la varita Sirius estamos en la biblioteca- y se acerco hasta hablarle al oído— Y además hay suficientes testigos, recuerda ya tenemos un castigo.
—Esta bien, solo porque Lily lo a pedido pero mejor será que cuides tus pasos Snape.
—Siempre lo hago Black, nunca sabes cual merodeador te atacara a traición.
—Vamos- hablo Potter antes que nadie y se llevo de ahí a su pandilla y a Lily, no sin antes dirigirme una ultima mirada de autentico desprecio y odio que era correspondido.
Con menos ánimos que antes regrese a las mazmorras y encontré a Lucius y Bella platicando, como no de su tema preferido de esos dos.
—Te habías tardado Snape.
—¿Me perdí de algo?
—Pues no mucho, a penas de han marchado los demás y hemos podido hablar como se debe- me dijo Bella.
—¿Voldemort quizás era el tema?
—El esta aquí.
—¿Qué?- pregunte un tanto sorprendido. Extraña reacción en mí.
—Te estábamos esperando ahora ándate el solo nos quiere ver a nosotros tres y deja ese huevo no se vera bien que vallas con semejante cosa.
No muy seguro seguí a Lucius y Bella, sería la primera vez que le veíamos. Lo conocíamos gracias a que sus ideas de destrozar a los sangre sucia habían llegado hasta nuestro oídos en un tugurio de mala muerte que solíamos frecuentar. Escuchamos sobre su pensamiento tan parecido al fundador de nuestra casa, Salazar Slytherin. Pero no lo conocíamos y ni idea de cómo era. Nos dirigimos a la mazmorra más alejada y olvidada en ese castillo muy seguro de si Lucius fue el primero en entrar luego Bella y al final yo, una aura hasta entonces desconocida para mi nos rodeo a los tres.
Saliendo de la oscuridad y gracias a unas velas que iluminaban la habitación vimos el rostro de un hombre alto y de cabello negro de una extraña belleza que pareció cautivar a Bella pues con la tenue luz de las velas su rostro pareció enrojecer. El nos vio detenidamente y sonrió, era escalofriante hasta para mí.
—No me esperaba menos de un alumno de Slytherin.
Esas palabras hicieron sonreír a mis compañeros pero no a mí y lo que le siguió ya no fue una adulación, el tipo fue al grano, nos quería para formar un grupo donde el sería el líder teniendo como ideal matar a todos los sangre sucia y los muggle además de todo aquel que se opusiera a sus ideas así fuera un sangre pura. No pude evitar dejarme inducir por sus palabras, la sola idea de desaparecer a todos esos de clase inferior me hacía feliz aunque también pensé en Lily, ella era sangre sucia. Estando dentro del grupo seguramente yo podría evitar que a ella le pasara cualquier cosa.
Aquella noche marque mi vida y mi futuro me convertí en lo que el nos llamo: Mortifagos. Una marca de calavera y serpiente en nuestro brazo fue testigo de nuestra iniciación, los primeros en las filas de Lord Voldemort. El mundo temblaría ante su nombre y yo perdería mi vida en ese momento pero no mis sentimientos a Lily, ni el odio a Potter.
Serpiente y león, ¿Por qué lo de ambos tendría que ser necesariamente una relación imposible? Lily era mi obsesión y sería mía ahora más que nunca, por fin tenía algo parecido al grupo de Potter.
