Bla, bla Es un Flashback.
Capítulo 6 –La Huída-
Shinichi no podía creerlo, como pudo bajar la guardia de esa forma, pero lo hecho, hecho estaba y menos mal que tenía un plan B y que contaba con la ayuda no solo de su amigo de Osaka, de algunos miembros de la Policía de Tokio y el FBI, sino que también su rival Kaito Kid estaba de su lado el mundo se estaba volviendo loco.
-FlashBack-
Un niño pequeño estaba en un parque, solo y era ya de noche pero no le importaba, esperaba a alguien importante. En ese momento lo vio.
-Hey, tu espera- gritó el pequeño.
-Uh, yo pequeñín, un poco más de respeto, que soy tu mayor- dijo el joven aludido.
-No te hagas el inocente que sabes bien quien soy y sabes que tenemos la misma edad Kaito Kid- lo desafió el pequeño, al tiempo que sonreí triunfante.
Bueno- suspiró el chico- esta bien tu ganas Great Detective, ¿que quieres arrestarme? Te recuerdo que yo se muy bien quien eres.- lo amenazó el mago.
-No quiero hacer un trato, dado que necesito de tus servicios.
(Pong) Ruido de Kaito al caerse ante la sorpresa.
-Qué? Me estas jodiendo, tu necesitas mis servicios, que acaso al droga que te dieron te achicharro el cerebro. Por si lo olvidas yo soy un ladrón y tú meramente un detective que intenta apresarme, aunque debo reconocer que eres el que ha llegado más lejos.
-No idiota- le replicó el niño- Primero no tengo achicharrado el cerebro si no te hubiese descubierto y segundo como tu bien dijiste una droga me encogió y estoy detrás de la organización que lo causo, mejor conocida como La Organización de Los Hombres de negro, te necesito para que me ayudes a atraparlos. Te aclaro que no estaremos solos en esto también estará la policía de Tokio y el FBI. Pero no te preocupes- dijo al ver la intención del joven de protestar- el único que sabe tu identidad soy yo, ni siquiera Hattori, el detective del Oeste lo sabe.
-Bueno, en ese caso, acepto. Pero que conste que lo hago porque creo que esa Organización mató al verdadero Kid, mi padre.
-Ok, ya te enterarás de más detalles luego, un favor más que a mi a ti, esa chica Aoko, es parecida a mi amiga Ran. Yo que tú la vigilaría de cerca no valla e ser que la confundan y termine ella siendo raptada.
-Ok, pero Mouri no era tu novia- preguntó en un tono pícaro el mago.
-Si, tanto como Aoko es la tuya- contraatacó el detective.
Cada vez que recordaba aquella escena no podía evitar reírse para si mimo el ladrón y el detective trabajando juntos. En ese momento una voz lo sacó de su ensimismamiento.
-Hey Kudo deja te dormir y vámonos ya que Kid no los retendrá para siempre- le gritó Ai. Ran que estaba a su lado no podía creer lo que había escuchado, Kudo Shinichi y Kaito Kid juntos, por Kami-sama el mundo se había vuelto loco.
Bajaron las escaleras más que volando y cuando Ran se dirigía hacia la puerta de entrada, Shinichi la atrajo hacia donde el estaba y la llevó al patio trasero de la mansión Kudo.
-Oye, pero que…-pero la joven no pudo terminar la frase ya que había entendido el por que de ir a la patio en vez de a la puerta.
Metidos en una fosa, la cual estaba bien disimulada entre los matorrales de la Mansión, estaban Ai y Agase esperándolos. Ran y Shinichi se introdujeron en la misma y empezaron a caminar por una especie de túnel tenuemente iluminado por el reloj pulsera de Ai. En ese momento la joven Mouri recordó algo importante.
-Mis padres Shinichi irán por ellos- dijo asustada.
-Oe, Oe- la calmó el joven – te crees que no lo tenía todo pensado ellos nos esperan en la estación para ir a Osaka. Osaka –repitió el joven que se había olvidado de llamar a su amigo. Así que tomo su celular y lo llamó.
-Hattori, soy kudo.
-…-
-Si ya empezó todo-
-…-
-Lleva a Toyama contigo estará más segura y avisa a tu padre y al de ella, pero solo a ellos y que no hagan nada no te olvides que no sabemos quienes están de nuestro lado y quienes no mientras menos la sepan más ventaja para nosotros.
-…-
-Estaremos por allá a eso de las 12 del mediodía, ha por cierto he vuelto.
Mientras todo esto sucedía ellos seguían caminando, Ran supuso que los llevaría directo hasta la estación por lo que tenían un buen trecho que recorrer. Pero notó que algo andaba mal con Shinichi.
-Qué pasa- le preguntó.
-No es nada- mintió el detective
-Déjate de mentir Kudo, estas fatigado todavía no estas del todo repuesto – intervino Ai.
-Bueno yo…- quiso arreglar el joven.
-No hay que hacer contigo, no?- se quejó la joven al tiempo que agarraba a Shinichi de las muñecas y con gran agilidad se lo subió encima para cargarlo por la espalda. Ai y Agase se hubiesen descostillado de la risa a no ser que Shinichi los fulminó con la mirada.
-Este... Ran, tu sabes esto no es necesario- dijo con la cara parecida a un tomate el joven.
-Claro que si, si le dijiste a Hattori que estaremos allá cerca de las 12 y el viaje a Osaka entren tarda dos horas tenemos que estar en el anden a las 10 o antes y ya son las nueve. Saca tus conclusiones Sherlock.
La caminata después de eso transcurrió en silencio. Ran estaba realmente asombrada de que bien planeado estaba todo, parecía como si Shinichi, lo hubiese esperado por mucho tiempo. Pero que hubiese pasado si ella no se hubiese enterado. Seguramente me habría alejado con una excusa tonta, pensó la joven que ya estaba bastante fatigada de cargar a su amigo en la espalda pero no lo iba a dejar. Justo en ese momento Agase le indicó una escalera por la cual debían ascender, así que la joven oji-azul bajo por fin a su amigo y lo ayudó a subir.
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Mientras Ran y Shinichi sacaban los pasajes para Osaka, Ai y Agase le explicaban a Kogoro y a Eri por que estaban ahí. Ambos parecían entender la gravedad del asunto aunque Kogoro murmuraba cosas como "mira este tarado de Kudo siempre metiendo las narices en todo" y cosas por el estilo. Cuando Ran y Shinichi aparecieron con los boletos se dirigieron a los andenes ya que faltaban solo diez minutos para que saliera el tren. Justo en ese momento Kogoro se percató de que algo o más bien alguien faltaba.
-Y Conan ¿Dónde esta el mocoso?- preguntó
-Este ah… Shinichi explícaselo tú- dijo Agase.
-Bueno, mire … es que… un veneno que se suponía debería de matarme.
-O sea que tú … -dijo Kogoro al que parecía que se le había despertado la única neurona detectivesca de su cerebro- te bañaste con mi hija. Y dicho esto el viejo detective si no hubiese sido detenido por su esposa Eri.
-Tranquilo bruto, el chico debe tener una buena razón no es así - le dijo a su esposo al tiempo que le dedicaba una mirada a Shinichi que haría temblar hasta el mismísimo Gin.
-Si, seguro que tiene una explicación –dijo Ran acercándose a sus padres- pero ahora no es el momento el tren está llegando y debemos irnos.
N/a.: Espero que les halla gustado este capítulo espero tener los próximos pronto. Sin más que decir les dejo un saludo.