Posesiones

Mi ser decía que estaba haciendo esta transición mal, mi mente decía que también estaba cometiendo un error, mi espíritu estaba confundido y mi corazón estaba perdido en dolor.

Ese día me quede en silencio escuchando sus lamentos, cada uno de ellos, al igual que Leo. La verdad es que en ningún momento hablo pero todos sus lamentos estaban llenos de sentimientos que eran hasta difíciles de soportar y que entendía solo tal vez un poco de lo que en verdad ella sentía, ya que en verdad ella, lo amaba, lo amaba tanto que no hacía caso a lo que sus ojos y oídios escuchaban o miraban, ella no lo creía, lo sabía por el simple hecho de que Leo nos había dicho todo lo que Reito hacía para seguir cubriendo su culpa, y todo para obtenerla de cualquier forma.

La otra verdad es que no sabía en qué momento sus fuerzas se iban y sus lágrimas se secaban en mi ropa, indicándome que ella se había quedado dormida, no dije nada y Leo solo la miraba triste, enojado pero más que nada se sentía culpable. Lo siguiente que hice fue ponerla en una mejor posición, no podía quedarme con ella porque lo más probable era que Reito viniera por ella y si eso sucedía, el avance que tuve se iría y no lo podía permitir.

La observe por un momento más fijándome en sus ojeras acumuladas, se notaba un poco más delgada aunque no supiera si como esta ahora es su verdadero peso, también notaba que la ropa que llevaba era ligera y el viento aumentaba como bajaba la temperatura me quite mi chamarra de piel y se la puse, como su fuese una cobija, era lo menos que podía hacer en esas circunstancias.

Sacaba una fruta de mi mochila y un pedazo de carne seca que siempre llevaba como ofrenda, me arrodille, mientras besaba la palma de mi mano para después ponerla en el pasto, haciendo que el espíritu con quien pacte apareciera, este era un lobo de color blanco tan blanco que solo por tu mente pasaba que era puro, pero con ojos negros más negros que la obscuridad sin ningún sentimiento.

-quisiera que le brindes calor y protección hasta que alguien la llame por su nombre y ella le conteste el suyo, de lo contrario déjalo vagar por tus territorios hasta que alguien más venga y la reclame- dije y este se acercaba para poner su frente con la mía y después lamer mi mejilla aceptando mi petición.

Me pare observando que se recargaba en Shizuru para después cerrar los ojos y descansar esperando a que se cumplan las condiciones de ser lo contrario al abrir sus ojos este lo devoraba o por lo menos momentáneamente.

-es hora de irnos Leo- dije observándolo

-gracias, Natsuki-me decía sin verme

Partimos esperando yo, que Reito hiciera lo suyo que conociendo lo celoso que era, lo haría conforme a las condiciones dadas. Cuando llegue a casa no dije nada, ni quise ver a nadie aunque lo que hice lo más probable es que ya lo supiera Nao, pero en verdad no quería verla y soportar todas las interrogantes de ella y ni de las chicas, así que, lo que hice fue ir con la única persona que no molestarían, mi padre.

-Leo, quisieras dejarme un rato sola?- pregunte esperando a que me cuestionara pero cuando me di cuenta el ya no estaba conmigo, sintiéndome aliviada, antes de tocar aquella puerta-padre estas ocupado?-

-Natsuki?, pasa-contesto y entre- hija, que sucede?, es raro que vengas, aquí conmigo-

-lo sé, solo que necesito de un favor-

La verdad es que no era que me llevara mal con el, de hecho después de tantos años lo volvía a ver y me alegraba porque hasta antes de entrar a la universidad vivía con mi madre. Él estaba en Tokio por la simple razón de que es el encargado de cuidar este templo, uno de los más importantes del país.

-un favor?, claro dime que sucede-

Porque no vendrían aquí las chicas?, simplemente por respeto a lo que hace , el en esta rama del mundo es la persona más importante después del emperador y a ellas las educaron con la idea de que él es un hombre que no puede distraerse, quién lo diría que es todo lo contrario, a pesar de sus facciones serias.

-podrías purificarme por favor?-

-sucedió algo?, estas bien?-

Podía notar su preocupación pero no podía decirle por qué lo pedía, porque quería confirmar primero algo que me había estado preguntando y diciendo.

-si, estoy bien solo que siento que lo necesito-

-ok, está bien ya sabes que hacer te espero en diez minutos-

Tal vez no me haya creído del todo, pero veía que se levantaba y se iba a cambiar lo cual tenía que hacerlo también, daba gracias a los dioses que nadie más sabia lo que estaba por hacer, estas situaciones solo se hacen para purificar el alma, quitar cualquier residuo de mal, o cualquier otra cosa, a nosotros nos sirve para calmar nuestro ser y todo lo que conforma, esto servía para despejarnos, que nuestro ser se deje perder por los dioses los cuales bendicen y se enteren que somos sus fieles sirvientes y eso era lo que necesitaba. Algo de cordura.

La purificación era sencilla en sí, pero se necesitaban de dos personas una que reza y le da ofrenda a los dioses mientras que la otra toma una bandeja de agua fría de un pozo, y mojarse con ella por completo, no pensando en nada más que en la voz del que reza y el rezo de mi parte en agradecimiento por eliminar cualquier cosa que este en este cuerpo.

-hemos terminado Natsuki-

-gracias padre-dije sin levantarme

Sin decir más se fue y yo me quede mirando el suelo hasta percatarme de que mi espíritu acompañante aparecía dándome a entender que ha sido encontrada sin problemas y este desapareció, me pare sintiendo el viento frio, mientras veía la luna era un perfecto dia para haberlo hecho y con ese pensamiento por el momento fui a descansar aunque pensaba que no había funcionado y eso no era un error.

-y bien?, que paso ese día?- me preguntaba Nao, sabiendo que no le preguntaría nada a Leo y que su espíritu le habría dicho lo que hice con el mío

-nada que no sepas-

-que paso?- decía Mai

-como ya dije nada, solo le devolví el libro nos dijimos unas palabras y nada más verdad Leo?-

-si-

-no la hemos visto desde entonces, porque he ido a clases, no puedo perderme de muchas-

Nao me miraba de esa forma desconfiada que entendía en cierta forma porque pero no podía decírselo a nadie.

-entonces?, esto no avanza-decía Mai-es tan frustrante que no deje que nadie se acerque-

-el tiempo es el que cura todo-decía Mikoto

-pero no tenemos ese tiempo aunque si lo vemos de esa forma si ella reprueba el año podría repetirlo-

-no creo que eso suceda-decia Nao

-algo que nos quieras contar?- dije mirándola

-puede ser algo lógico, esa chica es de familia rica, movió mar y tierra para casarse con el-dirigiéndose a Leo- aun así no obtuvo la bendición y luego resulto que el prometido le robo y que ahora es Reito quien se empeña en hacer como si no hubiese pasado nada, lo más probable es que su padre se deshaga de ella y hasta donde se o sabemos es Reito quien cuida de ella, crees que le importa eso?, creo que hasta es capaz de deshacerse de la familia de Shizuru solo para que la dejen hacer lo que quiera con ella, pero estando en su situación es más probable es que el padre de Shizuru lo vea como un beneficio y así entregarla en bandeja de plata, si es lo que quiere y su opinión es lo último que les preocupa-

-entonces ya no podemos estar perdiendo más el tiempo-decía Mikoto

-creo que eso lo entendemos todas desde un principio pero es tan difícil-

-en ese caso habrá que intentarlo cada una a su manera ya que solo hemos dejado a Natsuki con esa carga, ya que ella es la más involucrada, pero siendo así la situación deberíamos intentarlo todas-

-yo paso-decía Nao

-porque?-le preguntaba Mai

-porque ella y yo no congeniamos, así que yo me dedicare a vigilarla hasta que alguna se acerque para poderle decir que Reito es el culpable y conseguir la pruebas para que nos crea, es un trato justo no?-

-ok, parece justo-decía Mikoto

-está bien pues espero que alguna se acerque a ella, suerte- dije tomando mi mochila para salir de ahí hacia mi siguiente clase

-nee Natsuki- me hablaba Leo

-mhh-

-la buscaremos?-

-a nuestra manera si-dije sacando de mí mochila la ofrenda y hacer lo mismo que aquella vez-podrías indicarme el camino hacia ella por favor-

Mi espíritu acompañante no dijo nada y nos guio, sabía que no estaba en los lugares predilectos ósea la biblioteca o aquella banca incluso sabíamos que no estaba en la escuela, saque las llaves de mi motocicleta y seguí su guía. Hasta estar en un local donde vendían bebidas calientes y estaba cerca o tenia vista hacia un parque.

Baje de mi motocicleta y le agradecí al espíritu y este desparecía, la observaba concentrada de nuevo en ese libro mientras tomaba algo, su vista parecía leer pero sabía que eso no era más que pensar en la nada entre esas hojas, o solo recordando sus momentos felices y también me percataba que ella tenía mi chamarra cubriendo sus piernas.

A pesar de que el sol daba suficiente calor como para ponerse algo así, ella lo hacía y se veía cómoda, sobre todo eso, se veía de cierta forma un cambio.

-Shizuru-

De nuevo era Leo llamándola y esta volteaba, impresionándome el hecho de que lo haya escuchado de nuevo, y solo para que nuestras miradas se cruzaran, ella no se movió y yo no sabía qué hacer, mientras que Leo se disculpaba de nuevo.

Sin dejarla de ver caminaba hacia ella, no podía simplemente dejar de verla y fingir que no la había visto, si hacía eso sería peor.

-Hola-dije no pensando en que más podría decir

-hola-

-no pensé verte por aquí-

La seguía observando y ella a mi

-este sitio sirve buen te-

-te gusta el té, entonces?-

En realidad buscaba ayuda con Leo ya que él la conocía más, pero este solo no entendía mis indirectas en la pretendo de conversación que tenía con su ex.

-si, pero últimamente me está gustando el café-

-entonces no viniste por el té sino por el café?-

-si, algo así-

-ya, uhmm te importa si me siento aquí?, digo puedo invitarte algo en agradecimiento claro-

-está bien-

Con esa simple y mala conversación la deje sola para entrar a comprar un café y dos panes. Podía sentir su mirada en mi cuerpo, tal vez preguntándose qué hacía ahí, pero no tenía yo la menor idea y eso era lo que pensaba hacer antes de que Leo la llamara.

-escoge ese Natsuki, ese le gusta y compra este te, no puede estar tomando café-me decía por fin Leo y yo haciendo lo que me recomendaba

Volvía con ella, con un café para mí y un té para ella y dos panecillos iguales, no sabía que eran pero esperaba a que supieran rico.

-aquí tienes- dije ofreciéndole el té y el panecillo con forma de cuadrado y en medio de este tenía un durazno en almíbar-espero te guste-

Ella miro el pan y el té para después mirarme de nuevo a mí, trataba de tal vez articular algo con su boca y cerebro pero no lo lograba, haciendo que yo fingiera que no le ponía tanta atención así que me senté, esperando no ser un desastre con aquel pan.

No dijimos nada así que volví a fingir que tenía pendientes que hacer, aunque esperaba que no se diera cuenta de que en realidad no estaba tan ocupada.

Observaba el problema sin terminar que había hecho o que estábamos viendo esta mañana, en realidad no lo había terminado por el simple hecho de que me aburrí, ya que la formula era para mí simple pero por esa misma razón me le quedaba viendo.

-no me había dado cuenta que no lo habías terminado, también tuve problemas con el al principio pero me ayudo Shizuru, quieres que te explique?-

Esa última parte que había dicho Leo, ella también me lo decía.

-eh?-

-pregunte, que si quieres que te ayude a entender ese problema-

-dile que si-

-am, si?-

Solo note que ella se levantaba y movía su asiento para estar a lado mío y tomaba mi cuaderno para arrancar una hoja y copiar el problema, escuchaba su voz tranquila, sus movimientos eran suaves, su respiración normal, en realidad no sabía que era lo que decía puesto que me sumergí en todo lo que representaba su ser, y tampoco supe cuánto tiempo paso para que su mirada buscara la mía intentando captar mi atención.

-entendiste?-

-eh?, ah si, si-

-enserio?-

-si-

-muy bien entonces que te parece si haces un ejercicio para mi-

-claro-

Volteo la hoja y anoto el problema y lo resolví sin mucho esfuerzo.

-muy bien, entonces qué tal si lo cambiamos un poco-

Aquel ejercicio que me dio lo volví a resolver pero me tardaba un poco para seguir fingiendo que ese era difícil.

-muy bien-

Ella pensaba decirme algo pero sonó su celular.

-Reito…-

Al escuchar aquel nombre mis sentidos se crisparon observe de reojo a Leo esperando que me dijera que estaba cerca pero no, y a su vez tratando de escuchar que le decía.

-Shizuru dónde estás?-

Escuchaba un suspiro por parte de ella, mientras que yo fingía que no escuchaba y tomaba el café con mi pan, el cual un pedazo de él lo sumergía en mi café.

-estoy tomando un descanso cerca de la universidad, tuve un… antojo..-

Eso último lo había dicho observándome pero fingí también que no lo había notado

-un antojo?-

-si-

-en serio!?-

-si-

-por qué no me dijiste?, podría haberte acompañado-

-pensé que estarías ocupado por eso-

-pero Shizuru sabes que no me importa, puedo hacer espacio y tiempo para ti en cualquier momento-

-ok, lo siento, será a la próxima, vale?, me tengo que ir ya casi empezara mi siguiente clase-

-oh, ya es hora de la siguiente clase?-

-si, nos vemos-

-claro, paso por ti en la tarde-

Ella colgó y yo aun fingía en perderme en el café y en aquel pan aunque en realidad si sabía bueno.

-entonces-llamaba mi atención- quieres que lo volvamos a intentar?-

-si, por favor-

A decir verdad no sé cuánto tiempo estuvimos ahí, pero ella sabía que era tarde y yo confirmaba lo que sospechaba y aun así ella no sabía que le había mentido.

-vaya no pensé que aprendieras tan rápido- decía

-eso crees?, yo creo que es porque lo explicas de tal manera que es sencillo entenderte a ti que al profesor-dije

Y ella se quedó callada entendiendo que también Leo se lo había dicho. En cierta parte sentía que lo había echado a perder pero eso debió de haber sido desde que le hice caso a Leo con la bebida y el pan. Hasta que se volvió a escuchar su teléfono.

-en un momento salgo, estoy con un profesor-

Dijo levantándose y tomar sus pocas pertenencias.

-te espero donde siempre-

-si, te veo en un momento-

Colgó y nos quedábamos viendo por un momento más, hasta que ella decidió marcharse sin decirme más. Suspiraba mientras la veía alejarse, llevándose de nuevo mi chaqueta aunque eso era lo de menos, otro suspiro salía de mi de nuevo antes de levantarme e irme a descansar, sentía que lo merecía.

-señorita Kruger sería tan amable de esperar un poco?-

Otro día empezaba y yo no sabía en qué momento me había metido en algún problema y muchos otros que habían escuchado aquello, empezaban con sus susurros a lo cual solo suspiraba esperando a que todos se fueran y estar a solas con aquel profesor.

-claro-

-el motivo de que quería que se quedara era para infórmale que he terminado de leer su trabajo-

-algo está mal?, aun tengo tiempo no?, puedo corregirlo-fue lo único que atine a decir

-jejeje perdón señorita Kruger no era mi intención asustarla de esa forma, a lo que me refiero es que su trabajo es impecable, no hubo ningún error y ni falto nada por abordar como sobrepasarse de información, simplemente magnifico-

-en serio?-

-por supuesto!, o dígame si cuando lo entrego esperaba lo contrario-

-le soy sincera?-

-claro-

-me sentí satisfecha de hacerlo de esa forma-

-jee… me alegra escuchar eso y eso es lo que nos lleva a esto, usted puede dejar de asistir a mi clase durante lo que queda del semestre-

-que?-

La conversación que apenas daba seguimiento a lo que acontecía me tenía dando otra incógnita mas haciendo que mirara a Leo, que él también estaba solo un poco sorprendido pero sonriendo como si de verdad supiera que era lo que estaba pasando.

-hace tiempo-me decía el profesor ignorando mi sorpresa- si se podría decirlo así, aunque en realidad fue hace un par de años atrás, alguien hizo lo mismo que usted, obviamente no digo que sea un plagio porque lo sabría si lo hiciera, pero cuando usted me entrego su proyecto y sola, solo me hizo recordar a aquel chico solitario, miedoso si podría decirlo así, pero con un intelecto que me dejo impresionado, cuando un día de la nada se acercó a mí a entregarme su proyecto, como usted, y en ambos los leí tan detenidamente que, me era difícil pensar que habría alguien más igual que aquel chico tímido, aunque a leguas se nota la diferencia de personalidad, a que voy con esto, a que no puedo enseñarte nada más, todo lo que podía aprender en este semestre lo has aprendido en un tiempo muy corto que no sé qué más enseñarte-

Observaba de reojo a Leo que brincaba de felicidad, aun a pesar de saber que habían hablado de él, sintiéndose más orgulloso que yo, pero tenía razón en algo, si no hubiera sido por el no creo que haya hecho algo así de bueno y ese aprendizaje me ayudó mucho. No dije nada más, puesto que el profesor solo me daba folletos de cursos para aprender o matar tiempo, desgraciadamente no era el único que hacia eso, todos los demás profesores hacían lo mismo dejándome en la nada, sentada en aquella banca donde suelo encontrarme con mi familia.

-he escuchado que has hecho muchas cosas impresionantes Nat-esa era la voz de Mikoto dejando sus cosas

-al quien debes de agradecer es a Leo no a mí-

-pero que dices Natsuki!, si yo solo te explique lo que no entendías pero tú fuiste que hizo todo!-

-en serio?-decía Mikoto observando a Leo con una sonrisa algo enigmática

-el me presiono porque es un nerd!-

-no digas eso porque te auto define!-

-Natsuki!- esa era Mai quien llegaba detrás mío para abrazarme con su fuerza descomunal

-Mai!, eso duele!-

-ah!, perdón jeje, no pude evitarlo porque he escuchado los rumores, tú también verdad Mikoto?-

-si, toda la escuela sabe que hay un niño genio de nuevo- y esa era Nao quien se sentaba a lado de mi

-chicas por favor, saben que eso no es verdad solo entregue las cosas que me pedían y con Leo de soporte, es a él no a mi-

-pues aun así!, con ayuda forzada por que eso solo se pudo hacer solo asi, además nosotras sabemos de lo que eres capaz si te lo propones-decía Mai sentándose a lado de Mikoto- así que gracias Leo-kun, estábamos preocupadas por su falta de interés-

-Mai!-

-qué?, es la verdad, alguien tiene que explotar ese cerebro tuyo, y que mejor que alguien como Leo-kun aunque ahora me da un poco de envidia, Leo-kun podrías darme clases particulares?-

-eh?, la verdad no sé si pueda ayudarte-

-pero que dices!, si pudiste con ella puedes con algo más simple-

-Mai no deberías de definirte como simple, porque nadie aquí es simple-decía Mikoto y tenía razón en cierta forma

-mou, Mikoto deja de ser tan seria donde está mi chica mimada y dulce-

Le decía Mai mientras ponía sus brazos rodeando el cuello de aquella chica pelinegra, alta, con ojos color como el oro para ponerla sonrojada y nerviosa, y a pesar de que quiera ocultar lo que estaba pasando con su relación que todos sabían que tenían, aun Mikoto se empeñaba a ser firme de estar a la altura, lo que no entendía ella, era que eso no era necesario ya que todos aprobaban su relación fue tan fácil de aceptar que para Mikoto y su estricto entrenamiento que tuvo le es difícil entenderlo.

-M-Mai!-

-dame un beso entonces-

-ugh creo que es mejor que nos vayamos-decía Nao

-tienes razón, veré que hacer sino es que regreso a casa, cuídense-dije tomando mis cosas y mirando a Leo actuar también de forma extraña sin querer ver pero lo hacía de todas formas

-Natsuki-

-mh?-

-está en la biblioteca- me decía Nao quien solo se limitaba a seguir su camino sin darme mas

Suspire y empecé a caminar hacia ese lugar.

-Natsuki… no pensé que ellas- y era distraída por la voz de Leo

-…estuvieran juntas?-

-digo no tengo ningún problema pero desde que conocí a MIkoto-san es como si viera la rectitud personificada-

-jajaja, si tienes razón es la más seria de todas, pero es la que más se preocupa por nosotras y más por Mai, nunca la hagas llorar y será mejor que le ayudes porque puede ser muy persistente-dije recordando varias veces en que Mai quería algo y si no lo obtenía a la primera Mikoto hacia que no hubiera una siguiente vez.

-ok, entonces cuando regresemos le ayudare-

-sería buena idea-

No dije más porque llegábamos a la biblioteca, la verdad es que no sabía que más hacer puesto que los profesores de este primer semestre me habían echado del salón con la esperanza de que el siguiente semestre sea distinto y que utilizara ese tiempo para seguir aprendiendo o viendo otras cosas porque hasta me daban los temas para mis siguientes clases de semestre que viene.

Todo lo había hecho en automático que ni siquiera había escuchado a Leo hablarme para evitar lo siguiente, dejar mi mochila en la mesa, y sentarme para poner mis piernas encima de la mesa cual patrón, hasta que mis ojos se percataban del iris rojo observándome con detenimiento y sin decir nada que me asuste intentando bajar los pies pero no era la mejor idea hacerlo cuando uno estaba exaltado, nervioso o sonrojado porque solo fui a parar al suelo.

-estas bien?-

La verdad no sabría decir si el sonido fue lo suficientemente fuerte para no volver a pisar la biblioteca pero su voz me indicaba que no fue tan estrepitosa, que me levante de inmediato.

-eh si!-

-ara, baja la voz si no quieres que te saquen-

-lo siento-

Estaba un poco asustada por que si, sabía que estaría aquí pero no esperaba o tal vez si, estaba hecha un lio que mis ojos solamente no dejaban de observarla, el día de hoy estaba con zapatillas de tacón bajo, pantalón de mezclilla entallado, blusa manga corta y mi chamarra sobre sus hombros, quien a sus ojos tampoco perdía nada de detalle de mi.

-no te vas a sentar?-me pregunto

-si- y lo hice haciendo que ella también se sentara

Yo no sabía a donde mirar, que lo único que hice fue sacar una de mis pocas libretas y hacer algo, lo cual no sabía qué hacer.

-la verdad…-hablaba ella haciendo que le prestara atención solo para encontrarme con que ella estaba leyendo de nuevo ese libro-no pensé que fueras una chica muy estudiosa, ahora que se supone que tienes que hacer?-esto último lo dijo ahora si mirándome a los ojos

-ah, yo….-

-dile que quieres repasar los temas que te han dado por que los profesores te han dado libertad-

No podía decirle eso o si?

-tu?-

-digo, bueno, los pro-profesores me dieron algunos temas que quieren que los vaya viendo-

-algunos temas?-

-ah, si-

Veía su interrogante pero a la vez su sorpresa

-podría ver que es lo que te dieron?-

-cl-claro-

Dije ofreciéndole todo lo que me habían dado, ella los tomaba guardando cualquier reacción, porque no sabía que tomar como reacción

-curioso- fue lo único que dijo para después observarme de nuevo

-curioso?-

-nada-dijo viendo su reloj-me tengo que ir- para después dejarme todos esos folletos acomodados, levantarse e irse

-pfff, que intenso-dije

-fue extraño-dijo Leo

-ni que lo digas-

Suspire de nuevo observando toda esa pequeña pila de folletos para después guardarlos y salir de ahí a no sé con qué encontrarme o que hacer.

Encontrándome con la nada, suspire de nuevo mirando el cielo percatándome que el viento frio en esta época se intensificaba y me fui a casa , con ese sentimiento solitario.

Al día siguiente me despertaba tarde Leo no estaba, y yo miraba de nuevo el techo que podía hacer ahora, no lo sabía, la escuela había terminado para mí, pero tampoco podía dejarlo así, así que me levante, asee, desayune y Sali a perderme con mi motocicleta ahora que estaba sola era un tanto extraño que termine en una avenida donde había muchos locales abiertos pero con pocos transeúntes ya que las horas más ajetreadas habían ya pasado dejando un receso para la siguiente ola a la hora de la comida.

Y en lo que esperaba el cambio de luz me había percatado de algo haciendo que mis instintos dejaran estacionada mi motocicleta para después entrar a aquella tienda y salir con ese objeto entre mis manos, la verdad no sabía porque lo hacía ya que estaba envuelto para regalo aunque fuese algo extraño que aquella tienda tuviera esa opción, pero lo olvide al siguiente segundo, así que lo guarde lo mas cuidadosamente posible en el compartimiento que tenía mi motocicleta y seguí mi camino con destino incierto, hasta saber que podía hacer de nuevo.

Para mi sorpresa, el destino tal vez o el sin saber qué hacer con mi vida era el que me hacía estar de nuevo sentada en aquel pequeño rincón, buscando entre los libros las cosas que podrían servirme para el siguiente semestre, la verdad es que estaba perdida pero los temas me daban ansiedad de querer saber más tanto que no me había percatado que alguien se sentaba a mi lado y en mi visión aparecía un par de sándwiches puestos en una servilleta y un pequeño vaso que provenía de uno termo con algo caliente en él. Volteaba a ver quién era, para encontrarme con esos iris color rubí quien para costumbre no me veía a los ojos, solo me hacia la oferta de que podía agarrar sin ningún problema además de que ella se encontraba leyendo otra cosa.

No dije nada y ella tampoco, pero ambas aceptamos la compañía en silencio, en ese tiempo se había hecho costumbre a la misma hora llegaba y a la misma hora me iba, teniendo su compañía en ratos o en ningún momento. Aunque este día era distinto.

Había dejado de poner atención solo para ponerme en una mejor posición con solo un propósito, y ese era que ella durmiera mejor, observaba su cara y esta creo que mejoraba aunque tampoco podía definirlo con exactitud, mis pensamientos se dispersaban hasta que escuchaba su voz entre sueños.

-Leo…-

Fue lo único que dijo tomando un poco de atención con lo que escuchaba aunque no supiera que idioma era, se escuchaba triste y acompañado cuando lo llamaba era difícil?, comprensible?, que era?.

-oh Shizuru…-

Dije sin reparo con un sentimiento que no podía decir con facilidad y ni con intensión de que alguien más lo supiera.