Harry Potter y los Herederos
Capítulo 24
Viaje al Infierno
By SerenitaKou
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"La vida es un juego en el que no puedes ganar ni perder, solo se juega, solo se vive"
Informativo nº 2. SB.
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Pauta Normal:
Diálogo normal –
Entidades superiores –
Recuerdos –
Flash Backs –
Hechizos o Maldiciones –
/Pársel/ -
(/Lenguaje Secreto, Azazel y Badariel/)
Lenguaje Demoníaco
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En el capítulo Anterior…
Finalmente, de forma brusca, y repentina, se detuvo, luego de haber sobrepasado los 50 metros desde el cuerpo. Siendo que lo normal, aunque en un estado natural, era de 3 metros.
- Perfecto. Márchense. Uno de nosotros te informará los resultados – Habló Arak con un tono carente de emociones, aunque por dentro la llama de la impresión no se apagaba…
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No se hicieron derogar y se marcharon de inmediatos, con grandes signos de confusión reflejados en sus ojos, totalmente desconcertados.
Finalmente, se aparecieron directamente en la sala principal del infierno, donde un molesto Lucifer les recibió, totalmente molesto por la inesperada interrupción.
- Que Deseáis aquí, Mortal, que hacéis profanando el infierno? – Cómo siempre, el Demonio no era capas de ser agradable, no, siempre mantenía su postura de arrogancia y su aura oscura lo suficientemente expandida para producir un intenso terror a quien le mirase.
- No creo que sea necesario que te respondamos, Padre – Un intenso sarcasmo se impregnó en la filosa voz del híbrido, quien cubrió al ojiverde con su cuerpo, y desafió a aquel a quien alguna vez llamó con orgullo 'padre'.
- Veo que sigues tan insolente cómo siempre, 'hijo' – La frase pronunciada con tal odio le dolió al híbrido más de lo que esperaba, realmente Harry comenzaba a afectarle, antes una palabra no le habría molestado, pero el joven le había ablandado por completo.
- Y tú, Lucifer, tan desatento con las visitas, no lo crees? – Interrumpió una figura entre las sombras, era la voz de un hombre, fría y soberbia, con una arrogancia parecida a la de Lucifer, pero con menos imponencia.
- Gaap – Saludaron ambos, padre e hijo, al mismo tiempo, mientras compartían intensas miradas de odio.
- Tiempo sin vernos, Behemoth, comenzaba a extrañarme la espera. Llevo dos semanas esperándoles. – Nadie pudo notar la mirada depredadora y malvada que cruzó sus oscuros ojos.
- No pudimos venir antes, Gaap. Eönwë y yo hemos tenido algunas dificultades en el camino -
- He podido comprobarlo. Lucifer, con permiso, pero nos retiraremos ahora. -
- Hablaré luego contigo, Mortal, no escaparás de aquí sin antes haber luchado en mi contra por tu insolencia de pisar mis terrenos, así y deba matar a mi mejor demonio y a mi 'hijo' una vez más. – Con estas odiosas palabras, Lucifer abandonó la estancia con un batir de sus negras alas demostrando su magnificencia.
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(Cambio de Escena)
Capítulo anterior…
- Lo es, ella lo merece, Keith – pronunció su nombre con tanta delicadeza que todos abrieron sus ojos sorprendidos y Badariel comenzó a retroceder con horror pintado en sus facciones.
- Có… cómo…? - preguntó
- Simplemente lo sé. – respondió ante la falta de palabras del otro.
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- Qué es lo que sabes, Leinther? – preguntó una fría voz, totalmente glaciar, vacía de toda emoción, pero sus ojos brillando de forma mortal, con destellos y líneas negras que hacían entrever que sus poderes comenzaban a descontrolarse.
- Azazel… - murmuraron todos, los más jóvenes, Carolyne, Tathar y Sussan, mirándola con temor, mientras los otros, a excepción de Leinther sonreían suavemente, y Leinther, simplemente mirándola impasible pero con una súbita sensación de alegría surgiendo desde las profundidades de su mente.
- Repito, Qué es lo que sabes, Leinther? -
- Nada que en este minuto nos sea trascendental, Katherine -
- Así que fuiste tú. – Susurró – veo que realmente eres imbécil.
Todos se sorprendieron ante aquellas palabras de la mujer, la cual estaba totalmente erguida, levantada y con su traje de la Orden Oscura puesto y totalmente limpio.
- Cómo quisiste que recordara momentos que solo acrecentaran aquello por lo cual he luchado, crees que algo cambiará? – Preguntó – Lo crees?
- No, no lo creo. Lo afirmo.
- Pues te equivocas, nada cambiará, nada que tú me pidas cambiará. Cuando traicionaste mis recuerdos, cuando penetraste en mi mente sin mi permiso, cuando me llevaste a aquél oscuro entrenamiento del cual sólo salí viva por mera suerte, en aquél instante, perdiste de mi confianza, y, de mi obediencia.
- No creo que desees decir eso, Katherine… realmente dudo que así sea.
- Si así fuera, en ese caso, acabas de traicionarme de nuevo, sabes que nadie puede enterarse de aquél nombre, sabes que miles de personas están aquí, y ahora, detrás de esa puerta de roble milenario – Para asegurar lo que decía, hizo que las puertas se abrieran de golpe, para descubrir a miles de personas escuchando atentamente – mis estudiantes, compañeros, y ayudantes, están escuchando TODO lo que ha ocurrido. Con ello, puedo decir, perdiste nuevamente mi confianza.
- Ka…
- Azazel – le corrigió antes de que pudiera mencionar ese nombre de nuevo.
- Azazel, entonces, dime, porqué estás temblando ante la expectación y de la adrenalina, porqué sientes que tu poder se descontrola, porqué tu poder vuelve a su estado salvaje si esto, no te afecta, y te lo esperabas, porque venía de mi…?
- Cállate, Leinther!- Gritó
- Porqué mis palabras te afectan, Azazel? – preguntó con serenidad, era algo innato en él, cuando estaba alterado, era simplemente serenidad lo que demostraba mientras su interior luchaba contra su contraparte el estado en el que realmente se encontraba.
- Porqué? – chilló – por que eres un ser despreciable, que lo único que hace, es molestarme, vete de aquí! Sal de MI hogar, vete, márchate y desaparece de mi vida! – le gritó con desesperación, mientras de su cuerpo salían largos lienzos negros que la envolvían, mientras los rojos comenzaban a atacar al híbrido para expulsarlo de la mansión.
- Me iré, Katherine, pero recuerda que a pesar de todo, estaré esperando con ansias el día en que llegues arrepentida de tus palabras!
- no me arrepentiré! – Gritó una vez más – fuiste tú quien me hizo recordar el daño que le hice a una de las personas que amo, fuiste tú el que resquebrajó mi coraza! Fuiste tú el causante de que la creara! Y Fuiste tú, el que hizo que traicionara a mi propio corazón, tu lado oscuro me destruyó! Aunque tu lado bueno es el que está presente, el demonio en ti hizo de mi vida una verdadera mierda! – sus poderes estallaron de forma leve, pero poderosa, llamas incandescentes, azules, las más poderosas de todas, envolvieron al híbrido y lo expulsaron por la ventana, dejando esparcidos miles de pequeños e insignificantes cristales.
Todos se cubrieron lo mejor posible, a excepción claro, de Azazel, y, de Badariel, quien corrió hacia ella y la abrazó con fuerza para protegerla mientras la tranquilizaba con suaves palabras pues su poder comenzaba a descontrolarse de forma brutal.
- (/Tranquilízate, Azazel, no puedes estallar ahora, no dejes que tu poder vuelva a fluir de aquella forma, no aquí, no ahora que podría matarte a ti/) – Le tranquilizó, o intentó hacerlo, en otro idioma, el que ellos dos habían creado, uno que nadie más comprendía.
- (/No puedo controlarme, Keith, por favor, ayúdame, dime cómo hacerlo/) – Imploró la joven, desesperada
- (/Pásame tu poder, yo lo domaré por ti./) – susurró.
- (/Podrías morir/)
- (/Te lo debo/) – respondió con seguridad.
Lentamente, el poder de la chica comenzó a atravesar al joven que la sostenía fuertemente entre sus brazos, quien se separó bruscamente y calló de rodillas sujetando su cabeza con fuerza.
- Intercambio de Poder – Murmuró la chica, mientras miraba con un extraño sentimiento al joven que yacía arrodillado, quien estaba poniéndose en peligro por ella. Por no poder controlarse.
Se concentró, lo más que pudo, y comenzó a enviar fuertes descargas eléctricas a su cuerpo, todas y cada una de ellas más poderosas que la anterior, mientras cadenas negras aparecían de la nada y envolvían su magia, apresándola ante los ojos de los asombrados presentes.
Badariel dejó de retorcerse, y los demás levantaron su vista para apreciar la imagen más impresionante que antes hubiesen presenciado.
Una Azazel totalmente cambiada, con unos largos y ceñidos pantalones hechos por los elfos del bosque, una blusa de la misma tela y tipo de fabricación, junto a unas largas y pulcras botas con un largo y fino tacón de piel de dragón siberiano, todo en un tono verde negruzco, su rebelde cabello rubio, se tiñó de negro con largas y brillantes mechas verdes, rojizas y azulinas.
Sus ojos celestes, se mostraron con su verdadero tinte, Rojos como la sangre, con líneas negras y puntos verdes y azules. Una larga capa negra forrada de terciopelo verde por dentro, de cuello alto, con su pálida piel, y sus largos colmillos, las alas negras con blanco, rojo, verde y plateado adornando su espalda, y el largo y poderoso cetro de los Dioses siendo sostenido firmemente por su mano izquierda mientras la espada que ella y Badariel habían tomado pendía en su cinto de forma imponente. Sumando su poderosa aura, una magnífica imagen.
- Azazel? – preguntaron una vez repuestos del asombro inicial.
- Zaladriel – Corrigió con voz neutra.
- Quién eres?
- La manifestación de la verdadera energía de la chica, soy ella y soy su magia. Acostúmbrense, esta es su última fase, se quedará con esta apariencia, y deberán descubrir cuál de las dos está tomando el control de este cuerpo. – Aclaró con frialdad mientras se agachaba con elegancia al lado de Badariel.
- Así que tú eres Keith. – habló nuevamente.
- Y… si así fuera… qué? - no quería sonar tan borde, pero las palabras salieron sin ser consultadas previamente por su cordura, no que le quedara mucha.
- Oh, nada, nada, pero ven, tu chica me erradicaría de su cuerpo si no te curo, sostente -
- Gracias – Respondió una vez que sus poderes estuvieron en su cuerpo nuevamente, llenándole por completo.
- No hay de qué, Keith, no hay de qué – respondió con una sonrisa enigmática mientras, con un movimiento de su capa, desaparecía dejando aún más atontados a los demás espectadores.
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(Cambio de Escena)
- Bienvenido, Joven Eönwë, le presento el infierno. Soy Gaap, quien le liberará de sus ataduras – habló el demonio una vez se retiraron a la sala de entrenamiento pues Gaap debía verificar a sus aprendices.
- A lo que vinimos, Gaap, realmente Harry y yo tenemos prisa – Apresuró el híbrido mientras el mortal simplemente les seguía con una mueca de fastidio por ser total y completamente ignorado, una vez más.
- Muy bien, pero qué impacientes! -
- Behemoth no miente, Gaap, realmente tenemos prisa, y en lo que a mi respecta, me importa una mierda si necesitas ver o no a tus esclavos entrenando, en estos instantes, me importa salir de aquí. – espetó con frialdad el ojiverde harto de tanta habladuría y tan poca acción.
- Quién te crees para hablarme así? – preguntó el demonio con cólera, provocando que todos se detuvieran en sus entrenamientos y les observasen.
- Alguien, quizás, superior a ti, te parece? – Respondió con sarcasmo mientras hacía un gesto de superioridad totalmente acorde a un Slytherin.
- Maldito niño insolente…! -
- Insolente, arrogante, desvergonzado, ególatra, superior, inteligente, astuto, ambicioso, orgulloso, poderoso… sigo?... – cuestionó con aires de superioridad estilo Malfoy.
Disimuladamente, el híbrido se reía de forma incontrolable, estaba totalmente divertido con aquel intercambio de opiniones, a su parecer.
- Eres un imbécil, engreído, hijo de…
- De qué? – le instó a seguir, sin embargo, el Demonio simplemente retrocedió sin percatarse de su acción ante el peligroso brillo de odio que había aparecido en los ojos del mortal.
- Olvidadlo, quieren? Realmente necesitamos apresurarnos… - habló el híbrido antes de que su protegido se descontrolase, pues veía la ola de poder emanar de él. – Creo, que el tiempo apremia y con tontas discusiones no podremos apresurarnos y no tendremos tiempo para terminar con lo que nos ataña.
- Behemoth tiene razón, demonio, realmente quiero desaparecer de este asqueroso lugar.
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Sala Nº 48, Infierno. Gaap, Azrubel (Behemoth), Eönwë (Harry).
- Recuéstate – le ordenó el demonio señalando una especie de camilla con grilletes en el centro de la sala oscura alumbrada con antorchas.
Harry se dirigió hacia allí con renuencia, pero sin demostrar en sus pasos vacilación alguna.
Se recostó y sintió como sus pies y manos eran apresados fuertemente con grilletes totalmente fríos. Mientras que sentía como unos lentes eran posados en sus ojos, totalmente oscuros, y le mostraban una serie de códigos que no comprendía. Finalmente, escuchó una voz al tiempo en que una aguja le era enterrada en una de sus arterias.
- Behemoth y Yo nos internaremos en tu mente, llegaremos a tu núcleo, e intentaremos eliminar tus cadenas, sentirás dolor, tu cuerpo comenzará a expulsar la magia que posee como método de defensa propia, y tu mente te proyectará en esos lentes, en los cuales solo tú puedes ver las imágenes, lo que ocurre, Behemoth, mientras tanto, se encargará de retener tu YO mental mientras yo destruyo tus ataduras. Ahora, no quiero escucharte o sentirte, pues perdería la concentración. Así que, Silencio – sonó tan frío, tan demoníaco como su estatus le permitía, que el ojiverde calló y simplemente asintió sin verle.
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- Abrid el paso de la mente mortal mientras el núcleo mágico se postra ante la finalidad del ritual, que las cadenas atadas por el tiempo y las ataduras desvencijadas de los hechizos sean hallados resquebrajados por poder que se oculta tras los muros de plata… - Palabras sin sentido, o que carecían de él para el que escuchara y no supiese hablar en aquél extraño idioma, pero que para Harry era descifrado por los lentes especiales, llenaron la estancia, mientras las antorchas comenzaban a danzar de manera furiosa al compás de las voces, mientras, el pentagrama dibujado alrededor de la camilla, brillaba de forma tenue, para luego elevar una barrera que también tenía la finalidad de transportar a ambas entidades al núcleo mágico del mortal.
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Ambos aparecieron de forma brusca en la mente del mortal, mejor dicho, en la parte del núcleo mágico.
Allí se encontraba éste, o éstos. Tal y cómo Azrubel los recordaba, uno blanco, totalmente puro, y negro, corrompido hasta el fin.
Gaap fue tomado por sorpresa al ver ambos, sin embargo, no demostró ninguna emoción por verles, tan magníficos, que dudaba que el mismo Lucifer poseyera tal poder. Este era el segundo mortal que veía, y tenía tal poder encerrado, pero el primero, en poseer la luz y la oscuridad.
Voldemort, también había llegado ante él, también le había liberado de sus cadenas, y cabe decir, que eran impresionantes ambos o, los tres, núcleos.
Estos, sin duda, eran tan poderosos como él del otro hombre, sin embargo, no pensaba admitirlo en voz alta.
Simplemente comenzó con su trabajo, sabía que al salir de su cuerpo, tendría que seguir con su plan, que no tenía fallo, a pesar de la cantidad de poder que tanto el híbrido como su protegido poseían.
Ambos demonios se observaron minuciosamente, examinando al otro de forma completa, sin saltarse detalle alguno que delatara alguna cosa y u o, acción.
De la nada, la imagen de un Harry 'intelectual-revelde-frío' apareció, portando una túnica sencilla, totalmente negra, con un fénix blanco en su espalda.
Les miró por sobre sus lentes de montura cuadrada y fina, mientras dejaba el libro de tapas azules oscuro, en el suelo imaginario y avanzaba hacia ellos.
- Puedo saber, que hacen en mi mente? -
- Liberarte de las cadenas que atan tus núcleos. Quién eres?
- El protector de esta zona, soy uno de los 'alter-egos' de Harry, aquí están combinadas sus partes Ravenclaw, Gryffindor y Slytherin respectivamente. Nadie puede tocar los núcleos sin el permiso expreso del cuidador, en este caso, Yo. Soy el Alter-Ego Gris, por llamarme de alguna forma. Un intermedio, solo yo soy capaz de mantener los núcleos bajo control. – Informó mientras avanzaba al núcleo central, que era totalmente dorado, emanaba una calidez sobrenatural, y el poder que poseía era inimaginable, pero no esperaban que el Alter-Ego lo tomara entre sus manos y comenzara a susurrar palabras élficas activando su poder.
- Azrubel, sujétalo, yo destruiré las cadenas! – gritó el demonio mientras el híbrido obedecía tomando entre sus fuertes brazos al joven que intentaba zafarse, mientras, el núcleo comenzaba a expandirse, pero no tocaba a los visitantes, simplemente comenzaba a expandirse por el cuerpo del mago.
Finalmente, cuando el Alter-Ego se quedó quieto, el híbrido volteó a ver que tal manejaba la situación el demonio. Estaba complicado, lo sabía.
No se esperaba eso, Las cadenas, dejaron de serlo, y se transformaron en dragones, en el núcleo blanco, y en serpientes, en el núcleo oscuro.
Gaap solo no podría detenerles, pero si soltaba al ser que mantenía entre sus brazos, sería peor.
Optó por, simplemente, atar a ese YO de Harry al suelo imaginario, de forma curiosa, apresado por los pensamientos del joven real.
Fue en ayuda del demonio, pero sabía que no sería suficiente.
Lo sabía él. Lo sabía Gaap.
Y por tanto, necesitaban ayuda…
Pero claramente, no se esperaban a 'esa' persona desconocida, en su ayuda.
- Gusto en conocerles, Gaap, Azrubel. – Saludó la persona que había aparecido. Era una mujer, y su traje era impresionante, Azrubel sabía que la conocía, pero no sabía de donde.
- Zaladriel, a vuestros servicios por ahora, Azrubel, debes acordarte de mi si te revelo mi nombre real, pero lo dejaré a tu imaginación por ahora.
Sin más rodeos, la mujer les apartó con brusquedad, y con una simple llamarada, deshizo las cadenas, en este caso Dragones y Serpientes; no era más poderosa que el híbrido, Azrubel, pero sabía cómo usar sus poderes, algo que él, no podía hacer, pues también poseía cadenas, y de las más poderosas, pero no tenía que decírselo, cierto? Aquello le quitaría la emoción, además, disfrutaría mucho jugando… Lo que no sabía, o no pensó, es que, si uno con fuego juega, jugando se quema…
- Si fuera ustedes, volvería a la sala en la que dejaron al mortal, comenzará con un total descontrol de poder, y lo más seguro, es que quede vacío de energía, así que tú, mi querido niño, como su protector, deberás pasarle algo de energía mientras su cuerpo intenta volver a sus estados energéticos luego de la sobrecarga de magia.
Sin más, la mujer desapareció sin dejar rastro, cómo alguna clase de recuerdo, una rosa negra apareció frente al híbrido, instándole a que la tomara.
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La mujer había tenido razón, el descontrol del mortal era impresionante, el detonante que había provocado esa explosión de magia había sido la repentina destrucción de las cadenas.
Zadariel, había dicho que era impresionante, pero nunca dijo a que punto, pero no pudieron pensar cómo les había parecido la demostración de poder desmedido, pues fueron lanzados contra las paredes, sin poder moverse, mientras Harry deshacía las ataduras de sus muñecas y pies para ser elevado por su propia energía y comenzar a desatar su verdadero alcance mágico.
Luego de ver una cegadora luz blanca por un lado, y una negra por el otro, todo quedó oscuro ante sus ojos, habían perdido el conocimiento, y Gaap, no había concretado su plan, todo por el poder que había soltado un joven de una edad demasiado menor a la suya.
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Sala Nº 48, infierno: 5 horas después de la liberación de los núcleos.
Los tres hombres, o en su defecto, uno de ellos por naturaleza, y dos, por denominación, comenzaron a despertarse entre quejidos suaves de dolor o cansancio.
Dos de ellos inmortales, uno un demonio, otro un híbrido, otro un mortal, un mago.
Los tres, la combinación mortífera.
Y de ellos, la traición, la oscuridad y la luz en persona. O apariencia.
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Dos de los tres habitantes de la sala se despertaron con un gran sobresalto, no recordaban mucho, y la verdad, tampoco podían hacerlo, ambos se levantaron por inercia más que nada; para observar la figura del joven en el suelo, tendido y totalmente desparramada de Harry J. Potter, alias Eönwë, quien gemía de dolor luego de aquella expulsión.
Seguramente sentía sus músculos agarrotados y doloridos al completo, mientras que sus párpados le pesaban tremendamente, y que dedos estaban, al igual que el resto de su cuerpo, adormecido e incapaz de efectuar movimiento alguno.
Azrubel, o Behemoth, como queráis llamarle, se acercó tambaleante a la figura de su protegido, y se arrodilló ante él, sin percatarse de unos largos hilos negros que comenzaron a acercarse a él sin detenerse.
Solo lo notó, cuando sintió que era apresado fuertemente por hilos negros que eran usados en las celdas de los ángeles y demonios en el Purgatorio. Los únicos hilos que él no podía romper, despedazar, o hacer desaparecer.
Finalmente, una espada, larga y delgada, con un filo mortífero, rozó su garganta, haciendo una pequeña incisión, a la que le siguieron otras, dejando una marca…
Una marca antigua, que pasaba de gobernador en gobernador del infierno, una cruz invertida, con el símbolo de los Templarios en el cruce de ambas líneas.
La marca de la corte oscura, aquella encargada de enviar mensajeros al mundo mortal.
- Qué intentas hacer, qué quieres lograr?
- Tu Muerte
Una simple pregunta, una determinada respuesta, de forma directa, sin estorbos de por medio.
Si se sorprendió de tal pregunta, no lo demostró en la máscara que había vuelto a instalarse en su rostro, ni mucho menos fue apreciado por el demonio el leve temblor que se produjo en el cuerpo del menor, aquel testigo durmiente.
- Porqué crees que accedí a quitar las cadenas del mortal? Por ayudarte, por devolverte el favor, por… compañerismo? - Fue la irónica pregunta que salió disparada de la boca del demonio, quien no pensó su respuesta en un comienzo, debatió de forma interna como continuar con la 'confesión de muerte segura'.
- Porqué crees que te dejé entrar, porqué dejé tal cantidad de pistas, no crees, que todos estos años, no, años no, siglos, en los que he conversado contigo, lo hice por el hecho de que tenía intenciones de conocerte, de saber más del hijo rechazado de Lucifer, no, claro que no, si lo hice, fue por que sabía que ese niño nacería y sería tu protegido, sabía que Tom Riddle sería traído por Lucifer para lo mismo, antes de que tú hicieses lo mismo, engañé a Lucifer, te engañé a ti… engañé a todo el mundo…
- Tu hermano, crees que murió por… algún error, algún fallo en el plan, no, yo fui quien hizo a Lucifer creer en ese fallo, el confiaba, y confía en mi, yo desaté la guerra de los cielos para mis fines – El demonio soltó un suspiro antes de continuar – Los ángeles y los demonios son tan fáciles de engañar…, porqué crees que te negaron la entrada a los lugares con poderes de la corte de los cielos, y se te negó la entrada al infierno… y sólo se concedió tu poderío en el purgatorio? – Curioseó – Por mí, querido, por mí.
- Eres un bastardo - masculló con odio el híbrido.
- Quizás, pero no vivirás para decírselo al mundo… no lo crees así? Verás, en mi plan original, tu protegido sería mi marioneta, pero algo Salió mal, de la misma forma que con Tom Riddle, el primero, fue protegido por tu padre, y éste, bueno, al no controlarse, me dejó inconsciente a mi también cuando debía hacer el ritual de control.
- Crees que los Dioses no se han enterado de esto? - Cuestionó
- Si lo hicieron me trae sin cuidado, tu querido Eönwë, será quien les destruya… o no notaste, que sin ti, seré yo su protector.
- Nunca le darán los papeles de Protector a un demonio!
- Y tú? Tú eres un híbrido, pero posees un lado demoníaco también, uno muy poderoso
- Tú… tú manipulaste todo…
- Correcto, yo manipulé a tu familia para que crecieras así, yo manipulé a esos Muggles para que tu protegido sufriese de la misma manera, yo fui quien ha mantenido engañado a Lucifer todos estos milenios… Irónico, verdad? Que sea yo, quien deba decirte esto, y que te lo diga, claro…
- Pero aquello no es tan sencillo, mi querido Azrubel, no, dime, si yo te matase ahora, no crees que debería, para ello, tener en mis manos una espada que tenía Lilith en su poder? Pero que no tiene ahora, que está muerta, y su tesoro fue capturado por la Orden Oscura, orden, en la que tu padre te nombró su líder, Orden que ahora es liderada por una mujer… Esa mujer que apareció y destruyó las cadenas en la mente de tu protegido…
- Tu hiciste que todo fuese planeado, Gaap, tú, manipulaste mi vida, tú manipulaste a MI familia, a mi padre, a mi madre, pero dime, qué hizo mi hermano!
- Tú hermano? – Rió espectralmente – tu hermano descubrió mi plan, intentó decírtelo en su lecho de muerte, pero el dolor le sobrepasó, era muy joven, y no pudo resistirse a ello y decirte sobre mí, advertirte que sus vidas eran una mentira…
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Sintió que su cuerpo se partiría en dos, que cada uno de sus huesos comenzaría a resquebrajarse, se preguntó que había ocurrido, pero los recuerdos o sucesos, mejor dicho, llenaron su mente de golpe desestabilizándole más aún.
Sentía, eso sí, un gran torrente de magia recorrer su cuerpo, que llenaba su interior de una calidez extrema, y sus manos comenzaban a curarse, para subir por su brazo, y continuar expandiéndose por el resto de su cuerpo, todo de forma lenta y dolorosa, que era demostrada por los temblores a los que eran acometidos sus músculos.
Escuchó voces, voces lejanas, pero que con los segundos, dejaban de ser difusas y le llegaban con claridad, y les entendía, aunque sus sentidos detectaban otro siseo, diferente al idioma normal, sonaba tétrico, espectral, le provocaba escalofríos…
Solo comprendía una de cada diez palabras, era confuso…
Variadas veces escuchó su nombre élfico, dicho con un rencor nada parecido al famoso Gaap que había conocido y descubierto en las últimas 7 horas, más o menos… calculaba al menos ese tiempo, pero no tenía una relación espacio-temporal, así que estaba más perdido que una aguja en un pajar.
Intentó abrir sus ojos, sin éxito, y luego giró su rostro un poco, ahogando un gemido de dolor.
- …Y no lo logró… tú… de todo eso… no… mal, cierto? - Era la voz de su protector, lo sabía, pero no pudo distinguir un verdadero sentido en sus palabras…
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- Y no lo logró, murió antes de eso… tú estabas detrás de todo eso… y no lo evitaste, cierto? - (Traducción del otro fragmento)
- debería? Yo creo que no, por eso no lo evité, querido Azrubel, ahora dime, como deseas morir, me aburre tanta palabrería, muerte rápida, centrada, o, larga, tediosa y molesta? - Preguntó con malicia y sorna.
- Ninguna - Respondió bruscamente - Ninguna porqué no podrás matarme, Gaap
- Qué o quién te lo asegura? - Indagó.
- Yo - Se encogió de hombros todo lo que los hilos le permitieron para luego quedar en su estado de híbrido, y así, crear una llama blanca que abrasó los hilos y su cuerpo, envolviéndole.
- Já, crees que con eso te librarás de los hilos oscuros? - Se burló con verdadera maldad.
- De echo sí - Respondió apareciendo nuevamente, sin hilo alguno en su cuerpo y alas.
Gaap no había previsto algo así, jamás imaginó que pudiera romper los hilos, pero no perdió tiempo y corrió directamente hacia el cuerpo tendido del espectador que había sido sumado inconscientemente a su conversación, el tema central de todo.
- No te atrevas a acercarte a él, Imbécil - Rugió el híbrido desde el otro extremo con odio.
- Me lo impedirás tú esta vez? - Rió de buena gana, una vez más, burlándose de lo patético que le resultaba ver al híbrido tan perdido en terrenos desconocidos.
- No. Lo haré yo mismo - El lenguaje oscuro se deslizó por sus labios con tal ligereza que todos se sorprendieron, sin embargo no lo demostraron sus expresiones, manteniéndose impasibles; Mientras, el ojiverde se levantaba, no sin cierto esfuerzo, del suelo, e irguiéndose de la mejor forma posible tomando una pose de arrogancia y superioridad tremendas.
- Cómo has podido levantarte? - Preguntó el Demonio con brusquedad
- am… moviéndome, doblando las rodillas, haciendo fuerza, estirándome, e irguiéndome, me parece, pero, que sé yo. No por nada no soy un médico o lo que sea que le digan a esos tipos que ven los músculos que se mueven con cada una de nuestras acciones, mis conocimientos llegan hasta la sonrisa. 17 músculos faciales. Fin. - Se carcajeó el ojiverde mostrando una pose pensativa.
- Insolente - Masculló - Y… cómo piensas detenerme?
- Juju, buena pregunta, hey, Azy, como puedo detener a Gaap-Pooh? - Indagó con curiosidad infantil, acompañando sus palabras con gestos y muecas infantiles.
Gaap solo se dedicó a avanzar lentamente por la espalda de Harry. Un demonio no juega limpio, así que puede atacar por la espalda¿Verdad?
- Correcto, puedes hacerlo siempre y cuando el individuo no se haya dado cuenta de tus intenciones, querido demonio mío - Rió el joven volteándose con brusquedad y lanzando una daga que quedó trancada en la pared.
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Ninguno notó la expresión de furia que apareció en el rostro del viejo presente, ni mucho menos advirtieron de sus movimientos, pues el joven había avanzado hacia el híbrido, no sin cierta dificultad por la falta de energía.
- 'Na le Maar?' (¿Te encuentras bien?) – preguntó en élfico para que el Demonio no captara su 'gran y secreta' plática.
- 'Úma' (Sí) – Respondió con algo de cansancio. – '' (Necesitas algo de energía?)
- 'Úma' (Sí) – Afirmó con algo de vergüenza.
- 'Aphado' (Ven) – llamó – '' (Inclínate) – pidió.
El ojiverde, obedientemente, se inclinó lentamente, para sentir la mano del híbrido en su nuca, quien la deslizó lentamente hasta llegar a su cuello, y luego, a su espalda, donde reposó unos segundos, luego de afirmó la cintura firmemente.
La otra mano del inmortal, tomó sus dos manos, una tras la otra, y las colocó en forma de rezo sobre su pecho, y luego, comenzó a transmitirle energía.
Por lo mismo, por concentrarse en ello, no sintieron ni predijeron que el Demonio se levantaría y atacaría por la espalda, rodeándoles nuevamente con hilos negros, esta vez, más poderosos que los anteriores.
- Qué intentas con esto, Gaap!
Con una sonrisa fingida cargada de inocencia respondió - yo, nada, solo controlar la frágil voluntad del joven mortal y asesinarte, para borrar a Lucifer y a Tom Riddle, junto a los Dioses del mapa, porqué?
- Antes de que sea su marioneta y Azrubel eliminado, Gaap, podría contestarme algunas cosas?
- Tres preguntas chico
- Perfecto; ¿Qué importancia tengo yo en su plan?
- Sencillo, si te controlo, con tu poder prácticamente en mis manos, podré eliminar a Azrubel, y como Lucifer sentirá el dolor de la muerte de su único hijo, legítimo al menos, bajará la guardia, y podré eliminarle, con ello, llegaré fácilmente hasta Tom Marvolo Riddle, alias: Voldemort, le mataré con tu nombre, y luego asesinarás por mi a los Dioses, así yo podré controlar el infierno, y destruiré el cielo. Y, también, podré gobernar la Tierra a mi antojo.
- Qué? Porqué?
- Qué, bien, lo que oíste, muchacho, si te controlo, a ti y a tu poder, podré controlar todo y a todos. Porqué, vamos, qué más, he estado MILENIOS esperando por esto…
- Pero porqué yo!
- Lo siento, chico, esa es una cuarta pregunta. Solo eran tres las de nuestro trato. - se mofó el inmortal.
- Cuáles tres? Sólo formulé una!
- Y esta es la quinta, Cuál es la importancia de ti en mi plan, el qué, y el porqué, tres preguntas. - Respondió - Ahora, di Adiós a tu querido Híbrido.
Harry asintió y le envió unas palabras a Azrubel de forma mental.
"Tengo un Plan, sígueme el juego"
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Gaap simplemente sacó a Harry de los hilos y como si de un juego se tratase, comenzó a mover los dedos, separando sus manos a una distancia considerable, provocando la tensión de los hilos, y, con ello, que el híbrido fuese aprisionado cada vez más fuerte, mientras, Harry se deslizaba silenciosamente por la estancia, buscando algo que solo él sabía que era.
Finalmente, pareció dar con el objeto, Una larga flecha de punta de hielo, y un arco.
Se colocó en posición de ataque, sin bajar la defensa, y disparó la flecha, apuntando al híbrido, directamente hacia su corazón, con una sonrisa macabra, que éste pudo ver; y vio como comenzó a agitarse, acaso, acaso su protegido ya estaba bajo el control de Gaap, si, ese fue su pensamiento.
Asintió, sabiendo que para el híbrido eso era un mal presagio.
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Disparó. Cambiando el ángulo en último momento, cortando los hilos que apresaban al inmortal, captando la atención total del demonio.
No se hizo esperar y sacó su espada, al igual que su adversario, y ambos, se lanzaron en contra del otro, haciendo a ambas armas colisionar con estruendo. Sin notar, la presencia de una nueva entidad dentro de la estancia del infierno. Entidad que había estado presenciando todo desde hacía demasiado tiempo, en las sombras, y que estaba ardiendo en furia, pero que por fuera, se mostraba normal. Pero Azrubel, lo hizo, lo notó, y temió por ello…
No estaba en un error al temer, pronto, la presencia se deslizó hasta quedar enfrentado a ambos contendientes, y sacó su propia espada, mientras Azrubel decidió intervenir también, comenzando con ello, una batalla más. Dos en un bando, y dos por otros dos separados...
Cuatro personalidades enfrentadas, tres inmortales, un mortal, dos demonios, un híbrido, un mago.
Cuatro entidades líderes en su ámbito, cuatro guerreros y líderes.
Todos, luchando por la ambición de uno…
TBC…
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Nota: Merlín, Dioses, o lo que sea, siento mucho mi tardanza, no diré que solo fue por el colegio, es cierto que ya pasaron mis exámenes, y mi época difícil entre medio de esto, pero si puedo decir que no tenía ni la inspiración ni el ánimo, y estos últimos 5 días, rebosé de ella, pero no de las palabras, pero he akí, dos capítulos de golpe, bueno, espero que los hayan disculpado. Así como también espero hayáis disculpado el no haber actualizado en DOS MESES y entre ellos, en el aniversario de este fics, yo... creí que era este mes, y planeaba llegar en el aniversario, al capítulo 30, pero no pude, y me sentí mal con ello, bueno, pero no puedo remediarlo, el tiempo pasó y yo no pude evitarlo.
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Espero dejen reviews, y siento no contestarles en esta oportunidad, pero bueno, mis nervios no andan muy 'bajos' que digamos, dudo que haya llegado a noticias internacionales, pero akí, en Chile, mi país, hay un paro nacional estudiantil indefinido, y han habido marchas, protestas, y los famosos 'encapuchados' haciendo de las suyas, han dejado daños considerables, millones de pesos en daños, y bueno, que quieren que les diga, mi padre trabaja frente a La Moneda, la casa central, por así llamarle, como la Casa Blanca de EE.UU. y por tanto, también la llamada, Esquina Dorada, que pasa por la Alameda (calle principal del Centro de Santiago, Capital del País) y... bueno, entre los nervios de no saber si va a llegar, y si lo hace, como lo hará, y mi madre, uff, en la otra punta del centro, sin saber como está, a que hora saldrá, si los gases lagrimógenos han hecho algun estrago en ellos, si el famoso 'guanaco' (una clase de tanque con el que rocían a la gente, llenado con agua sucia, a veces, aguas servidas o algo así) les alcanzó... Bueno, nada tranquilo...
Pero para qué achacaros a ustedes con mis problemas, bueno, yo no participo de esas cosas, pero si aquí, y estoy pendiente de todo, y eso, aparte de traerme consecuencias de resfrios, jaquecas, naúseas, me ha traído un poco de voladura, por tanto, no sé muy bien como he podido escribir ambos capítulos.
Bien, no solo eso, si no que mi afición por el Slash llega a tal, que los ff heteros me son prácticamente imposibles de escirbir en HP, principalmente por eso, no coloqué tal relación aquí. Bien, creo que llegaréa eso, realmente lamento mi tardanza.
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Gracias a Aquellos que leyeron estas aburridas notas por mi parte - Sere ríe - y bueno, será hasta el siguiente capítulo que espero publicar pronto, a ser posible, quizás el lunes, quien sabe! - Sere se encoge de hombros y luego vuelve a reír antes de irse - Hey, que les parece si les doy un mísero adelanto del otro capítulo, sin hechos, sin conversaciones, sólo del título y su pequeño summary para que vean algo de lo que ocurrirá? sí, vale! ahí va:
Pasaje infernal
(Lucha entre los cuatro personajes, sangrienta y bastante... em... llena de acción, locuras, o quien sabe qué... y la Huída del infierno Harry-Azrubel con la ayuda infalible de la entidad demoníaca aparecida al final de este capítulo)
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Dejen Reviews porfiss, con un bien me basta.
Vale, jitomates o tomatazos, maldiciones, hechizos, conjuros, pociones de veneno, lo que sea, por fis..., un comentario no va a ser difícil de hacer, verdad, vamos, presionan 'Go' y listo! - Sere les mira con añoranza - please, su buena obra del día, o del minuto!
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Nota Final: Nos vemos en el siguiente capítulo, cuídense mucho!
SerenitaKou
o
Eámanë Ciryatan.