Dark: bienvenidos al capitulo tres!

Nico: Sip...que bien dormí!

Dark: Que bueno por ti!

Nico: Te tardas mucho cuando escribes, por eso tuve mucho tiempo para dormir!

Dark: ¬¬' oye! Así, lamento mucho mi tardanza con todas mis historias, pero recientemente me había ido de viaje, por lo mismo no pude trabajar mucho en ellas.

Nico: Sí, soy testigo!

Dark: gracias... creo

Nico: no creas, mejor apúrate... Dark Janubis no es dueñas de Yugioh! Ni de ninguno de sus personajes!

Dark: Gracias, ahora podemos comenzar el fic!

Nota: Para aquellas personas que están leyendo... les recuerdo que yo no, y repito no escribo yaoi, al decir esto no busco ofender a nadie, pero como gusto personal, no me agrada mucho. Espero haber aclarado alguna que otra duda. Gracias.

AUXILIO!

El pobre de Yami no sabía que hacer. Nunca había cuidado bebés... y si lo había hecho en su vida anterior, entonces no se acordaba.

-Aibou... ¡aibou por favor, dime qué hago!-repetía el faraón una y otra vez mientras daba vueltas por la sala con el pequeño Yugi en sus brazos.

Cansado de la situación, el faraón tomó asiento y trató de pensar claramente, pero no podía...cada vez que lograba concentrarse, el pequeño Yugi le tiraba del cabello o le chupaba su camisa o simplemente lloraba.

-BASTA!-gritó Yami poniéndose de pie y dejando al pequeño Yugi recostado sobre un cojín en el sofá-Basta...NO...NO puedo entenderte! QUÉ ES LO QUE QUIERES DE MÍ YUGI?-gritó mientras extendía sus brazos en desesperación.

El pequeño bebé solo lo miró confundido, era demasiado pequeño como para poder sentarse por sí mismo, estiro sus brazos hacia el desesperado faraón y una tierna sonrisa se le dibujo en el rostro.

-Um?-el faraón no podía mantenerse molesto con Yugi, era simplemente adorable, además parecía tener una gran necesidad de no estar solo. Yami levantó al pequeño Yugi resignadamente y lo meció en sus brazos- Por qué siempre ganas en estas cosas aibou? Siempre termino haciendo lo que quieres...

De pronto el faraón recordó algo que debía de hacer.

-OH, No! No abrí la tienda!-dejando al pequeño Yugi en el sofá-Ya vuelvo-salió corriendo para abrir la tienda.

Con gran rapidez, Yami había abierto la puerta y cambiado el cartel de 'cerrado' por el de 'abierto'.

-listo!-se dijo así mismo mientras caminaba de nuevo hacia la sala para ver a Yugi, quien seguía ahí y parecía estar quedándose dormido. Una sonrisa se dibujo en el rostro del agotado faraón-Y pensar que solo voy tres horas despierto... ni pensar como será al final del día!-dijo lanzando sus brazos hacia el aire y luego dejándose caer en una silla- Yami, viejo amigo...necesitas ayuda! Y mucha ayuda...no puedes estar cargando al pobre Yugi envuelto en su camisa todo el día...necesito a alguien que me pueda ayudar...pero quién?

-Hola?...disculpen hay alguien que atienda aquí?-se oyó una voz desde la tienda.

-uh?-Yami se puso de pie y se frotó la nuca-Sí, Ya voy!-caminando como si el mundo estuviera sobre sus hombros, el faraón se dirigió pesadamente hacia la tienda, pero se detuvo en la puerta al ver a su cliente. Era una mujer, una mujer de unos veintisiete años o algo así, ante esa imagen Yami sonrío.

"Eso es! Tal vez no sé mucho de bebés, pero sí sé que las mujeres son expertas en eso...estoy salvado!"

Corriendo como si su vida dependiera de ello, y tal vez era así, el faraón se le abalanzó a la mujer y la sujeto de los brazos dejando que su emoción se llevara lo mejor de él.

-Señorita!-gritó asustando a la mujer que lo miraba como si estuviera loco-La necesito!

¡Craso error! La mujer entró en pánico ante el comentario. Justo entonces Yami se dio cuenta de que lo que dijo había sonado relativamente...mal.

-PERVERTIDO!-grito la mujer antes de empezar a golpear al pobre Yami con su cartera-MALVADO, DESVERGONZADO, ABUSIVO!

-Señora! Ya...ouch...por favor!...no...no es lo que parece...Ah...ouch- "Pero que tiene en esa cartera?"

-DEBERÍA DARLE VERGÜENZA DAR ESA CLASE DE INSINUACIONES!-gritaba la mujer mientras continuaba su ataque.

-AY! Señora se lo ruego...le aseguro que solo necesito su ayuda...no quería que sonara mal...ouch!

-Ya verás animal, COMO SI TE FUERA A CREER!

En ese instante, alguien detuvo toda esta pelea.

GUAAAGUAAAGUAA

-Uh?

-OH, no!-Yami se levantó y alejándose de la mujer corrió a la trastienda.

-Qué ocurre?-se preguntó la mujer y empezó a seguirle algo nerviosa. Cuando llegó a la sala vio una imagen que la hizo sentir más tranquila. El faraón tenía al pequeño Yugi en sus brazos y trataba de calmarlo.

-Ya, Ya, tranquilo, todo esta bien...no tienes que llorar-le repetía mientras lo mecía torpemente.

-jajaja-río en bajo la mujer "se parece tanto a mi marido cuando mecía a nuestra niña...es tan tierno"

-Vamos aibou...por favor...dime que hago...por favor...-dijo angustiándose de nuevo.

-Ya probó darle de comer?-preguntó la mujer.

-Uh? Disculpe?

-Ya sabe, darle de comer, el pobrecito parece estar con hambre-dijo acercándose.

-Ahora que lo pienso...no ha comido nada desde que despertó-dijo pensándolo un poco.

-NADA? Pero que clase de padre deja a su bebé sin comer durante tanto tiempo en la mañana-gritó quitándole al bebé de sus brazos.

-Pa...padre?-repitió el faraón.

-Sí. Un buen padre debería estar pendiente de cosas así! Ya bebito lindo, no llores-dijo meciéndolo y buscando en su cartera y de ella sacó un biberón rosa- estoy segura que a mi nena no le molestara que bebas de aquí-y con eso la señora le acercó la botella a la boca e inmediatamente Yugi dejó de llorar y se concentró en asuntos más importantes, beber leche!-te gusta?... que adorable niño!

-Uh?...que esta tomando?

-Leche por supuesto...oiga, se ve que no es muy bueno en esto

-Supongo que no...

-Acaso el pequeño esta envuelto en una camisa?-dijo mirando bien al bebé, suavemente levantó la tela-Oh! Cielo Santo, no tiene ropa ni pañal! Pobrecito!-dijo horrorizada.

-Qué no tiene qué?-preguntó Yami curiosamente.

-Olvide lo de mal padre, usted es un padre terrible! Como se le ocurre dejarlo así! Por que no le puso ropa?

-Qué?...acaso tiene algo de malo esa?-preguntó confundido

-Algo de malo? ¿Algo de malo! Que no ve que es enorme, por qué no le ha puesto ropa de su talla y un pañal?-dijo molesta la mujer, todo este tiempo Yugi continuaba bebiendo contento del biberón, ignorando por completo lo que discutían el par de adultos.

-Bueno...es que, yo no tengo ropa de su talla-dijo Yami tratando de explicarle.

-Cómo de que no? Ja! Si la madre del pequeño le viera de seguro se escandalizaría!

-Ella no puede...-dijo el faraón mirando a Yugi-su madre esta muerta-dijo casi sin importancia.

En ese momento la señora parecía haber recibido un impacto, luego su rostro se llenó de culpa.

-Oh... bueno... yo no sabía...disculpe...fue hace mucho?

-No hace tanto...-dijo Yami recordando lo que Yugi le había contado.

-Con razón no ha tenido mucha experiencia con el niño...

-Dígamelo a mí! Si lo encontré al despertar!

-¿!Qué!-dijo la señora sorprendida-quiere decir que usted no tenía al niño? La madre no le dejo al niño al morir?

-Um?...yo nunca viví con la madre de mi aibou-afirmó Yami, que claramente no tenía idea de la impresión que se estaba llevando la mujer.

-Ah...ya veo...-ahora, la señora se había llevado la impresión de que el faraón, bueno creo que lo entienden- Bueno... todos siente alguna vez el deseo de una aventura... y al menos usted es lo suficientemente capaz para aceptar la responsabilidad de el fruto de la misma!

-uh?- "de qué aventura habla?... aibou y yo hemos tenido muchas aventuras durante estos tiempos...pero a que se refiere con el fruto de eso?...no entiendo a esta mujer..."

-Oiga, pero debería de haber pedido ayuda a alguien, cuidar a un niño es un asunto serio! Y usted debería...-en ese momento la señora sintió un pequeño empujón por su mano-Oh, disculpa lindura, ya terminaste? Pero que lindo niño!

Cargando al bebé como si fuera suyo, la mujer lo llevó hasta la mesa del centro, luego sacó un pañal de su cartera y procedió a colocárselo.

-Sabe-dijo la mujer-si usted es tan inexperto, debió pedir consejo a, no sé, tal vez su padre?

Yami la miró extrañado.

-No conozco a mi padre-dijo confundido, y eso era verdad, no podía recordar nada de él.

-QUÉ? Pero en que familia vive!-dijo exaltada-oh! Mil disculpas...me dejé llevar, realmente no es asunto mío... Bueno, permítame darle algunos consejos...

Unos minutos más tarde la mujer le había dado una lista a Yami con todo lo que un bebé necesitaba y le había explicado muchas cosas, además de recomendarle que buscara ayuda. Luego de dejar al pequeño Yugi recostado en el sofá con varias almohadas rodeándolo, la mujer se dispuso a irse, pero antes de que lo lograra, Yami la detuvo.

-Espere!-gritó para detenerla.

-Qué ocurre?

-Muchas gracias-dijo inclinándose respetuosamente-Lamento haberle dado una mala impresión cuando ingresó, acepte esta humilde muestra de mi agradecimiento-dijo ofreciéndole un juego de bloques para bebés.

-Oh! No podría aceptarlo!-dijo algo avergonzada.

-Claro que sí. Usted entró aquí para buscarle algo a su bebé no?

La mujer lo vio impresionada.

-Lo sé porque tiene cosas para bebés en su cartera y esta es una tienda de juegos. Tome esto de mi parte, una forma de demostrar mi eterna gratitud.

-Oh...si usted insiste...muchas gracias-dijo con una sonrisa-esfuércese mucho y verá que será un buen padre, adiós!

-Adiós...-dijo Yami moviendo la mano-tal vez debí aclararle que no soy el padre de Yugi... nah! Como si pareciéramos padre e hijo! Jajaja, mira que pensar esas cosas!

Ooo

Dark: De nuevo les ofrezco mis disculpas por mi tardanza...

Nico: Sip!

Dark: Y espero que les gustara el capitulo

Nico: Sip

Dark: Y mi hermana es una molestosa!

Nico: Si...espera, NO! ¬¬''

Dark: Sip! XD

Nico/Dark: Hasta la próxima!

R&R