Tras un rato de haberle explicado a la reina, el grupo de Naofumi procedía a ir un ratito de compras. Mientras que Rifana y Raphtalia iban a convivir, Yisugo y Naofumi caminaban un poco para despejarse la mente, ya que era un estrés total lidiar con los tres héroes y sus calumnias.
—"Vaya, no cabe duda que estos tres son tan resentidos"—Comentaba un poco el guerrero de cabello alborotado negro/rojo/plateado, suspirando de fastidio.
—"Ojalá hubieras sido invocado"—Agregaba Naofumi.
—"Naofumi, ese 'hubiera', no habría tenido estos dones"—Respondía, mientras caminaba a su lado.
En ese momento, ambos se toparon con una persona vestida con una especie de botarga que parecía ser de pingüino, lo que les atrajo un poco la atención.
—"Fueeeeeh!"—Fue lo que salió, haciéndosele familiar al héroe del escudo.
—"¿Rishia?"—Preguntaba, en un intento por revelar su identidad.
Y tal como esperaba, ella era la persona dentro de la botarga.
—"¿La conoces, Naofumi?"—Le cuestionaba Yisugo, con algo de intriga.
—"Sí, es una de las compañeras de Itsuki"—Responde Naofumi—"Lamentablemente fue expulsada de su grupo por una estupidez".
—"Ella fue de ayuda por lo de Cal Mira eh"—Comentaba, viendo a Rishia—"Con solo ver esto, dan ganas de matarlo. Podría hacer una excepción con esos tres".
—"A este paso, morirán sin que Fitoria ni tú intervengan"—Decía suspirando Naofumi, antes de volver hacia Rishia—"¿Cómo vas en tu entrenamiento?".
Ella asentía un poco más alegre—"Mejor que antes".
Repentinamente se oyó un poco de jadeo al otro lado de la aldea de Seayette, por lo que tanto Naofumi, como Yisugo y Rishia procedieron a acudir. Tras llegar, logran encontrarse con Raphtalia, Rifana y Filo, quienes repelían y derrotaban a los monstruos. Cabía decir que en cuanto llegaron no dudaron en unírseles a la pelea.
Tanto Raphtalia, como Rifana y Filo combatían, Yisugo procedió a desenvainar un par de shinobigatanas y comenzar a cortar a los enemigos. Repentinamente tres serpientes salen de la nada, y con un gran tamaño, siendo estas Galaga, Kokuyou y Orochimaru, eliminaron a varios monstruos, para luego volver por medio de unos portales que se abrieron como túneles en el suelo.
—"¡¿Qué demonios eran esas criaturas?!"—Se preguntaban Naofumi y Raphtalia, sumamente sorprendidos.
—"Esos eran Galaga, Kokuyou y Orochimaru"—Respondía Yisugo, viendo los cadáveres de Monstruo—"Por otro lado, Naofumi, recoge materiales".
Naofumi, percatándose de su recomendación, no escatimó en acercarse a los cadáveres y tomar un poco del cuerpo muerto para que el escudo lo asimilara.
—"Habrá que informar de esto a la reina"—Declara Naofumi, con seriedad.
—"Aunque, son impresionantes, esas criaturas, parecen como cuerdas que devoran"—Menciona Raphtalia, refiriéndose a las tres serpientes gigantescas.
—"Esperen ver a los demás"—bufa un poco Yisugo, con una leve risita.
De repente oyeron una especie de fuerte rugido.
Mas tarde, el grupo de Naofumi se presenta en el castillo de la reina, junto con los otros tres héroes con tal de discutir sobre la aparición de esos monstruos que el mismo héroe del escudo identificó como "Familiares del 'Espíritu Tortuga'" bajo petición de la reina. No hacía falta decir que Yisugo formaba parte de la reunión dada la demostración de poder que manejaba y aunque oficialmente, por la falta de un arma legendaria, no fuera un héroe, podía equiparárseles.
—"Así que también vieron a los mismos monstruos que yo"—Comenta Itsuki, intrigado, pero al mismo tiempo, desinteresado.
—"Ah, esos bichos asquerosos"—Agrega Motoyasu de forma arrogante.
—"¿Saben algo de ellos?"—Preguntaba Naofumi a los otros tres, a lo que respondieron negando la cabeza.
—"No los he visto antes"—Contestaba Itsuki.
—"Tampoco parecían monstruos interdimensionales de las olas"—Conjuntó Motoyasu.
—"Parece que es cierto"—Murmura un poco la reina.
—"¿A qué se refiere?"—Pregunta atraido por el murmuro el héroe del escudo, intrigado, al igual que Yisugo, quien se mantenía en silencio y atento por la información.
—"Según informes, el legendario espíritu tortuga ha revivido en el reino del mismo nombre"—Explica la reina elegantemente.
—"¿El espíritu tortuga?"—Dice un poco sorprendido Yisugo, viendo a la reina.
—"Una vez cada cientos años, trae consigo una catástrofe sin precedentes"—Sigue explicando la reina.
—"Parece como una especie de nueva ola"—Supone un poco fastidiado Naofumi.
—"Los monstruos que enfrentaron han sido un efecto secundario de su despertar"—Menciona la reina.
—"Lo sentimos, pero tenemos que retirarnos"—Interrumpe repentinamente Itsuki, levantándose de su puesto.
—"Tenemos cosas qué hacer"—Le sigue Ren, también levantándose.
—"Estamos ocupados"—Agrega Motoyasu, siendo el último en levantarse—"Tenemos que enfrentar a las olas, no tenemos tiempo para otras cosas".
—"¡Oigan!"—Les reclama Naofumi.
—"Deja que se vayan, Naofumi"—Le aconseja Yisugo, sentándose en una de las sillas abandonadas—"Mejor no perder el tiempo con los tres inútiles".
—"Aunque en el fondo sabemos que irán hacia ella sin que nosotros intervengamos"—Asume la reina, antes de volver al tema—"Me imagino que Iwatani-sama también irá para allá".
—"No cabe duda"—Responde Naofumi, con una leve sonrisa llena de confianza.
—"Pasando a otros asuntos ¿Cómo le va a Melty?"—Le consulta la reina a Naofumi.
—"Como se esperaba"—Contesta Naofumi, más tranquilo—"Quiere convertirlo en un puente entre humanos y semihumanos. En cuanto pasó esto, dijo que ella se encargaba de todo y que la saludara de su parte".
—"Viajar con usted fue una buena experiencia para ella"—Le elogia.
—"Por esa razón, iremos hacia allá en este instante".
Dicho esto, la reunión se da por terminada y tanto como Naofumi, como Yisugo, se retiran a reunirse con el resto del grupo.
Poco después proceden a pasar por la tienda del viejo Erhard, con tal de suministrarse de armas
—"Escuché que irán tras el espíritu tortuga"—Les menciona el viejo Erhard, con alegría.
—"Vaya, el viejo Erhard se enteró de eso"—Agrega viendo las espadas.
—"Está claro, todo el reino habla de eso"—Responde Erhard, riendo un poco.
Mientras ellos estaban hablando, Raphtalia le enseñaba las espadas de mejor calidad a Rishia y Rifana.
—"¡Mira!"—Exclama Raphtalia, mostrándole una espada que consideraba la mejor del montón.
Tras entregársela, Rishia reacciona un poco asustada al blandirla, lo que la desanimaba un poco.
—"No te preocupes, Rishia-san"—Le animaba Rifana—"Para eso practicas".
—"Agradezco que me entrenen y todo, pero parece en vano"—Les dice, un poco más desanimada—"Pero todo se me da fatal".
—"Al menos puedes empuñar un arma"—Dice Naofumi, un poco fastidiado.
—"No seas tan dura contigo Rishia"—Le intenta motivar Yisugo, con una cara seria—"Nadie nace sabiéndolo hacer, y nadie aprende igual. Tomará tiempo, pero con esfuerzo, comenzará a darte frutos".
—"Oe oe, qué ambiente más deprimente"—Comentaba Erhard.
Repentinamente Raphtalia sonrió—"¡Tengo una idea!"—Exclamaba, llevándose a Rishia y Rifana. Tanto Naofumi como Yisugo suspiraron y se despidieron de Erhard.
Momentos después, todo el grupito se encontraba ingresando a la tienda de esclavos. Cabía decir que, al sentir auras algo intimidantes, algunos familiares de Yisugo salieron del plano Astral por medio de portales, siendo cinco: Byakko, Shiro, Kuro y Nemea, con un pequeño grupo de Leonas y Fenrir, con una pequeña Jauría de lobos.
—"Zoológico privado en"—Le mencionaba Naofumi, un poco animado al ver tantos animales que conocía.
—"Quieren intimidar a las criaturas para que no nos hagan daño"—Responde Yisugo.
Finalmente llegan con Beloukas el esclavista, siendo Rifana, Raphtalia y Rishia.
—"Ah, eres la del héroe del escudo"—Dice, saludando Beloukas, volteando a Rifana—"¿Quién es ella? Parece ser muy eficiente ¿Vienes a vendérmela?".
-"¿Y este sujeto desagradable?"—Preguntaba Rifana, lanzándole una mirada de rechazo.
—"Yo que usted tendría cuidado con sus palabras, esclavista"—Le advierte Yisugo a lo lejos, seguido con su grupo de "Familiares", quienes le gruñían y mostraban los dientes como amenaza.
—"¿Eh? Héroe del escudo ¿Y todas esas criaturas rodeando a ese chico? ¿y ese chico? ¿Vienes a venderlos como esclavos?"—Le decía en tono de broma mientras se acercaba a las criaturas.
—"¿Y este imbécil rastrero?"—Preguntaba ahora Yisugo a Naofumi, con algo de fastidio, antes de voltear hacia Beloukas—"Más respeto hacia ellos, animal, que tu trabajo me asquea y dan ganas de pedirles a ellos que te cenen".
—"Basta los dos"—Les ordenaba Naofumi en un tono de fastidio—"Vaya, parece que odia a los esclavistas, aunque no lo culpo".
—"Tranquilo chico"—Le aconsejaba relajadamente, un poco titubeante Beloukas, alejándose de los familiares de Yisugo y de él para que bajara su hostilidad
—"Sí, tranquilo, que por muy rastrero y cruel que parezca este, es algo decente"—Le apoyaba Naofumi, intentando tranquilizarlo.
—"Si tú lo dices, pero que ni se atreva a dañar alguna de estas criaturas, que si lo veo..."—Vuelve a advertir, antes de mostrarse neutral, aunque sus familiares se mostraran aún más hostiles y territoriales.
—"bueno, pasemos a lo que vinieron"—Prosigue Beloukas, volteando hacia Raphtalia, quien le explica para que él pudiera hacer a Rishia esclava de Naofumi para mejorar sus estadísticas en combate y rendimiento de crecimiento.
En eso, la raccoon comenzaba a agarrar a Rishia para descubrirle el pecho.
—"Basta Raphtalia"—Le ordenaba Naofumi—"No obligaré a nadie más para que sea un esclavo".
—"¡Oh! Lo siento, no pude evitar pensar que podía pasarme lo mismo que a mí"—Se arrepiente Raphtalia, algo triste.
—"Si quiere hacerlo es otra cosa, pero eres la única que lo haría encantada".
—"Esto... ¿A qué venían entonces?"—Preguntaba esta vez Beloukas.
—"A nada, lo siento".
—"Hazlo"—Dice repentinamente Rishia, sumamente decidida—"¡Conviértame en la esclava de Naofumi, del héroe del escudo!".
Tanto Yisugo, como Naofumi se sorprendieron ante su determinación, por lo que no perdieron más tiempo y se dio el comienzo del proceso.
Como se esperaba comenzó a dolerle, tanto que mientras los demás miraban, Yisugo y Rifana desviaban la vista ya que ambos se enfurecerían y darían ganas de destruir el lugar de solo ver como sufría.
—"Listo, ahora eres la esclava del héroe del escudo"—Declara el esclavista, una vez terminado el calvario del sello de esclavo.
—"Taku, eres bastante indecisa"—Comentaba Naofumi, mientras Yisugo y Rifana volvían la vista a ellos—"Pero para eso están estas cosas eh ¿Tanto te importa que te acepte Itsuki?".
Ella asiente, con unas cuantas lágrimas por el dolor—"Sí, para eso vine, a que me entrenaras"—Decía mientras se limpiaba las lágrimas.
—"Ya veo, no diré nada más al respecto"—Dice Naofumi, con una sonrisa, antes de pasar a una expresión de severidad—"No tendré piedad".
—"Fueeeh?!"—Exclamaba Rishia, algo asustada.
—"Deja de gritar así"—Le reprende Naofumi, aun con la cara de severidad.
Rishia lo volvía a hacer, pero lo interrumpió y comenzó a agradecerle por su petición.
—"Será muy interesante esta evolución"—Suspiraba Yisugo, un poco más relajado.
—"Ya lo creo Yisugo-sama"—Le apoyaba con una sonrisa Rifana.
—"Bien, regresemos para prepararnos, nos espera un viaje"—Declara Naofumi—"Saldremos mañana a primera hora".
Con eso en mente, todos se retiran, dejando a solas al esclavista.
Al siguiente día, el grupo de Naofumi emprende el largo viaje hacia el reino del Espíritu Tortuga, con sus respectivas paradas de descanso, donde pescaban, comerciaban y comían.
Tras acercarse a la entrada del reino, lograban ver a un pequeño grupo de personas que parecían estar migrando a otro lugar. No obstante, anocheciendo, proceden a acampar cerca.
Llegando el nuevo día, logran llegar a una especie de ciudad, y mientras pasaban, se encontraban con una gran fila de gente hablando rumores sobre la criatura en cuestión. Uno de ellos logró afectar a Rishia, quien no pudo evitar salir del carruaje e ir hacia donde suponía estaría el héroe del arco.
—"¡Filo! Síguela"—Le ordenaba Naofumi en reacción. No duró nada en adelantársele y cortarle el paso—"Rishia, cálmate ¿Qué harás si ni siquiera sabes dónde está?".
—"P-pero"—Balbuceaba ella, sumamente alterada.
Naofumi, suspirando, le pide a Filo contactar con Fitoria para averiguar el estado vital de los héroes, a lo que ella responde que no ha muerto ninguno, aliviando un poco a Rishia.
Lamentablemente la pequeña paz no duró ya que oyeron criaturas acercándose.
—"Tks, están yendo al control"—Dice Naofumi preocupado.
Ante la alerta, varios pequeños portales se abrieron, dejando entrar varios "monos araña" con bastones, yendo a combatir a las criaturas que resultaban ser familiares.
—"Byakko, guíalos"—Le ordena Yisugo, enviando a su gran tigre blanco mientras sacaba sus Katanas para entablar combate junto a Naofumi y el resto.
No obstante, a la creciente cantidad de enemigos que se le aproximaban, Naofumi decidió atraerlos hacia él con su reacción agresiva a una zona despejada con tal de usar su escudo Colérico.
—"¡Naofumi, no!"—Intentó advertirle Yisugo, viéndolo antes de tener que defenderse de unos familiares que estaban por atacarlo, lamentablemente no pudo evitar que Naofumi desatara una especie de explosión que hizo volar a todos los monstruos atraidos, haciéndolos desaparecer y dejar un cráter como daño colateral.
Para cuando terminaron de enfrentar y derrotar a sus oponentes, Yisugo, Raphtalia y el resto fueron a ver a Naofumi para asegurarse que estuviera bien.
—"Lamento no haber hecho algo para evitar que lo usaras"—Se disculpa serio Yisugo, inclinando la cabeza en señal de arrepentimiento.
—"Tranquilo Yisugo, lo tengo controlado".
—"No se haga el fuerte"—Le aconseja Raphtalia, conociéndolo bien.
Pese al aligeramiento del ambiente, todos se alertaron al oír la voz de una persona que los veía desde una de las orillas del cráter.
—"Disculpa ¿Usted es el héroe del escudo?"—Preguntaba dicha persona, antes de que un rugido se generara, alertando de nuevo al grupo de Naofumi
CONTINUARÁ
