En el capítulo anterior: Una extraña neblina roja ha invadido Gensokyo, lo cual no permite que el sol pueda brillar, a raíz de este incidente, Reimu y Marisa se pusieron en acción para descubrir la causa y al posible culpable de tal suceso, a ellas se les sumó Seth que buscaba ayudar de alguna forma, su rastro los llevó hacia el lago de la niebla donde enfrentan a youkais que quisieron intervenir en su camino, pero con su fuerza lograron sobrepasarlos, ahora detectan una mansión al otro lado, es el momento de saber y encontrar al responsable de todo…
- ¿Qué haces Seth? – Preguntó Reimu con rostro inexpresivo.
- ¿Qué? Hago una recapitulación para quienes perdieron el rastro de la historia.
- Lo dices como si gente externa nos estuviera observando.
- Solo digo. – Expresó mirando al frente del espectador.
- Ya estamos cerca-ze. – Señaló Marisa. La mansión se pudo ver con mayor claridad, era grande y de un estilo antiguo que podrías encontrar en la antigua Inglaterra, rodeada de rejas para evitar que personas ajenas entren, los tres aterrizaron cerca.
- No sabíamos sobre esta mansión hasta ahora, quizás llegaron relativamente hace poco. – Expresó la sacerdotisa.
- ¿Qué importa? Como se ve, del techo de ese lugar sale el humo, tenemos nuestro objetivo-ze.
- No seas descuidada Marisa, no sabemos quienes podrían habitarlo, por ahora parece que tienen un guardia. - Justo en la entrada se encontraba alguien, era una chica de largo cabello rojizo y vestido verde estilo chino, a pesar de estar apoyada contra la reja, estaba durmiendo.
- ¿Eso es un guardia? Más bien parece estar dormida-ze. – Señaló la rubia. – Podríamos entrar sin problemas.
- Inténtalo entonces. – Seth la empujó para que probara, así la bruja fue obligada a ir mientras los otros dos se quedaron atrás.
- ¿Por qué yo-ze? – Ya sin nada más, se acercó a la guardiana, la inspeccionó de cerca, procurando que realmente estuviera dormida, así es que la vio de pies a cabeza. – Está profundamente dormida-ze… - Una burbuja justo salió de la nariz de la chica, Marisa soltó una risa por debajo. – No hay problema, podremos continuar…
- ¿Eh? – La chica despertó justo en ese momento. – Creí escuchar algo… - Al aclararse su vista, vio que Marisa estaba justo frente a ella. - ¿Quién eres tú? No deberías estar por aquí, nadie puede entrar a la mansión escarlata sin permiso de Remilia-sama y…
- Oye, un momento, no busco pelea-ze. – la interrumpió Marisa. – Solamente queremos acabar con esta neblina-ze.
- Oh… eso lo entiendo, pero es una lástima, tengo una tarea completamente seria y es que nadie debe entrar en los terrenos de la mansión, si alguien se cuela, Sakuya-san me matará… - Tuvo escalofríos en ese momento.
- Entonces… ¿no nos dejarás pasar-ze? – Preguntó la bruja, lista para lo que sea.
- Ordenes son ordenes, así que si deseas pasar, deberás hacerlo sobre mi cuerpo. – la chica se puso en posición de pelea, por la forma en como estaba, parecía saber artes marciales, Marisa sonrió de forma segura.
- Así que… deseas batallar, eso lo pediste-ze. – Ella extendió su mano. – Espero estés preparada para recibir mis ataques-ze.
- Mi vida está en juego, así que no puedo perder. – La bruja fue la primera en atacar, disparando varias balas mágicas contra la pelirroja pero esta se defendía meramente con sus manos desnudas.
- ¿Qué rayos-ze?
- Mi estilo de batalla utiliza el ki, la energía del cuerpo la cual puedo canalizar y también detectar en otras personas, percibo tanto tu ki como el de tus dos compañeros ahí escondidos. – Aquello sorprendió a Reimu, ya sin más los dos salieron.
- Nos descubrió al final. – Señaló Seth.
- Parecía alguien holgazana pero ella realmente es seria en su trabajo. – Comentó la sacerdotisa. – Marisa, no es alguien con quien puedas descuidarte.
- Eso lo sé-ze. – Miró fijamente a la pelirroja. – Puedes ser una gran adversaria aquí ¿Cuál es tu nombre-ze?
- Hong Meiling, guardiana de la mansión escarlata. – hizo seña con la mano izquierda para que se acercara.
- Jeje, muy bien Meiling, será mejor que te prepares porque estás por enfrentar a la asombrosa bruja, Kirisame Marisa-ze. – Empezó de nuevo con su ataque, disparando varios proyectiles, Meiling lograba desviar todos con puños y patadas.
- ¿Es todo? Entonces es mi turno "Flower Sign: Gorgeous Sweet Flower" – La pelirroja hizo uso de su primera Spell Card y los ataques fueron dirigidos contra Marisa la cual voló por todo el lugar, esquivando cada posible disparo que atentaba por darle.
- Ella igual parece ser buena en el danmaku-ze. – Expresó la rubia por debajo. – Pero sacar tu spell Card desde el inicio, entonces debo darlo todo-daze "Love Sign: Master Spark"
El gran rayo atravesó todo el camino hacia Meiling la cual buscó protegerse del ataque pero no podía decirse igual de su Spell Card.
*PINCH*
Esta fue destruida y la pelirroja cayó de rodillas al suelo, Marisa se acercó a ella con una sonrisa confiada.
- ¿Qué sucede? ¿Eso fue suficiente para debilitarte-ze?
- Claro que no. – Se levantó una vez más. – Pelearé hasta que no pueda más "Rainbow Sign: Wind Chime of Colorful Rainbow" – La siguiente Spell Card de Meiling fue lanzada mientras la rubia volaba a todo lo que podía, esquivando cada ataque de esta que cubría casi todo el terreno, era un festival de balas y proyectiles que parecían complicados de esquivar.
- Lo está haciendo bien. – Comentó Seth.
- En una batalla de Danmaku es mejor estar a la vanguardia, pero mayormente solo es necesario el que sea un enfrentamiento uno a uno, para evitar peligro de recibir algún disparo que se escape.
- Por eso nos quedamos aquí atrás observando mientras otro hace el trabajo, naruhodo…
- Si lo dices así, parece que le dejamos todo a Marisa… - Un gotón cruzó la frente de Reimu. Continuó la batalla entre ambas, Marisa logró contraatacar de regreso y destruyó la segunda Spell Card de Meiling.
- ¿Por qué sigue sucediendo? No puedo dejar que pasen.
- ¿Piensas seguir? Creo que quedó bien claro al final-ze. – La bruja se cruzó de brazos. - ¿Qué harás entonces? Puedo seguir hasta que estés satisfecha-ze.
- … ¿Sabes? Creo que no hay mucho caso si continúo peleando, al final seguirás destruyendo mis spell cards e igual si te derroto, esos otros dos podrían pelear contra mí cuando esté agotada, lo mejor es rendirme mientras aun tenga honor.
- ¿Nos dejarás pasar entonces? – Preguntó Reimu.
- Considérenlo Un pequeño favor, aunque sé que al final seré castigada por dejarlos pasar, esto resultaría una peor humillación para mí.
- Entonces, gracias por todo. – Seth hizo una reverencia a Meiling, ella sonrió.
- No es nada, compruebo que son fuertes, a decir verdad quisiera tener otra batalla contra ustedes en otra ocasión.
- Lo prometemos. – Sonrió Marisa, la pelirroja asintió, en ese momento abrió la reja.
- Ahora váyanse, antes de que descubran que los dejé pasar, rápido. – Sin decir más, volaron rápidamente a la entrada, Meiling cerró la reja y entonces volvió a recostarse, silbando una tonada como que no pasó nadie.
Los tres pudieron llegar a la entrada de la mansión, los tres se vieron antes de abrir la puerta, aunque obviamente no se podía, entonces solo había otra forma y era entrar por una ventana la cual eran pocas, localizaron una y la abrieron, escabulléndose en esta y finalmente adentrándose a la mansión.
- ¡Que inmenso-ze! – Expresó Marisa su asombro al ver que por dentro era más grande, incluso se oyó un eco.
- Silencio Marisa, no queremos que nos escuchen. – la mandó a callar Reimu, la rubia sonrió de forma nerviosa.
- Lo siento-ze, pero es que estoy asombrada, no hay modo de que una casa pueda ser más grande adentro que afuera-ze.
- Quizás es obra del poder de alguien, pero eso poco importa ahora, vamos adentro a descubrir al responsable. – los tres comenzaron a volar, todo tenía un estilo antiguo victoriano pero igual notaron como es que había muy poca luz, solo algunas velas daban iluminación a esta.
- ¿Por qué no tendrán más luz-ze? – Preguntó Marisa.
- Quizás es alguien que no le guste demasiado la luz, por esa razón es que no tengan muchas ventanas e igual bloqueó el sol para salir.
- Parece que solo piensa en sí mismo si cree que por ello lo hizo-ze. – Siguieron adelante, los pasillos eran realmente extensos por lo que podían volar sin problemas. Por el momento parecía que todo estaba vacío, ni una sola alma cerca, lo cual llamó la atención de Reimu.
- ¿No es raro que no haya nadie aquí? – Preguntó Reimu.
- Siendo tan grande por aquí, no debería ser raro que no veamos a nadie cerca. – Así siguieron adelante hasta que entonces escucharon algo cerca, así se escondieron para evitar ser vistos, de tal modo lo que vieron volar fue un hada vestida de maid que estaba llevando la basura, ya esta pasó de largo para irse, entonces salieron de su escondite.
- Entonces si tiene habitantes-ze. – Comentó Marisa por debajo.
- Quizás debamos ir por otro lado donde no nos vean totalmente. – Sugirió Reimu. Así se movieron y veían las puertas que llevaban a varios lados, así es que entonces vieron una puerta que tenía escrito "biblioteca", entrando a esta y como tal se sorprendieron al ver lo inmensa que era.
- C-Cuantos libros-ze… - Expresó la bruja con asombro pero igual sus ojos estaban brillando. – tantos libros… ojalá pudiera llevarme algunos-ze…
- No lo hagas Marisa. – Reimu la detuvo. – Seguro sabrán si algún libro desaparece.
- Vamos Reimu, no creo que aquí extrañen un libro o dos, siendo muy grande-ze. – Obviamente la rubia estaba muerta de ganas para robar unos cuantos libros. – Nadie se dará cuenta-ze.
- De eso nada. – La sacerdotisa miró a Marisa con rostro inexpresivo. – No agarres nada o deberé de detenerte.
- C-Claro-ze jaja… - Obviamente la bruja miró a otro lado y mientras Reimu no observaba, sujetó dos o tres libros y los guardó dentro de su sombrero, obviamente Seth la vio y esta quedó paralizada. – Seth-san, no digas nada-ze…
- No lo aseguro… - Expresó por debajo. Avanzaron lo más en silencio por la biblioteca, era tan silenciosa que el más mínimo ruido, se escucharía el eco alrededor, así volaron en forma silenciosa, al menos Reimu y Seth procuraban eso, en cuestión de Marisa, necesitaban mantenerla vigilada.
- No vueles muy rápido o muy alto ¿entendido? – Reimu estaba cerca de la bruja a lo que esta asintió. – Si algo sucede, lo más seguro es que sea tu culpa.
- Claro-ze, puedo controlarme sin problemas-daze. – Así continuaron, fueron dando desvíos entre varios estantes de libros que tanto parecía un laberinto, no muy fácil de salir por ahí.
- ¿Por donde ahora? – preguntó Seth, Reimu estaba buscando una salida por lo que se puso a pensar.
- Esto es un poco tardado, será complicado salir pronto-ze. – Marisa se apoyó contra un estante, pero esta causó una reacción en cadena a lo que libros cayeron al suelo, generando bastante ruido, la bruja se quedó tiesa, mirando a ambos. – Esto… ¿ups?
- Marisa. – Reimu regañó a la rubia, en ese momento escucharon a alguien volando hasta llegar a donde estaban, esta era una chica de largo cabello rojizo y llevando un uniforme de chaleco negro con falda del mismo color, la particularidad de esta es que tiene alas en su espalda.
- ¿Quiénes son ustedes? ¿Acaso son intrusos que buscan robar en la biblioteca?
- N-Nada de eso, solo estábamos de paso y… - Aunque Reimu quiso excusarse eso no parecía servir de mucho.
- No pueden entrar a la biblioteca de Patchouli-sama sin permiso alguno, debo detenerlos en este mismo instante.
- Esto… corramos. – Ante el aviso de Seth, los tres comenzaron a volar lo más alto y rápido que pudieron para evitar a la chica pelirroja que en ese momento envió la advertencia de intrusos, y como tal vieron hadas volar.
- Ahora nos quieren detener. – Expresó Reimu, preparando sus ataques. – Marisa, Seth, debemos hacerlo. – los dos asintieron. Cada una de esas hadas fue contra ellos para atacarlos pero los tres disparaban de sus proyectiles y con ello cada una de ellas acababan derrotadas, desapareciendo al instante que recibían un disparo, aunque al ser bastantes igual lo complicaba un poco.
- Son muchas-ze ¿Qué haces Reimu?
- Yo igual pienso que no podremos estar aquí siempre. – Complementó Seth, la sacerdotisa tenía que pensar algo, en ese momento alguien llegó volando. Tenía un largo cabello color morado y vestía como una pijama rosada, viendo a los tres.
- ¿Ustedes son los intrusos que entraron en mi biblioteca?
- Es una equivocación, un malentendido, solo queremos…
- Entonces… ¿Qué hace ella? – Señaló a Marisa y es que un libro salió de su sombrero, esta sonrió de forma nerviosa.
- ¡Que te dije! – le gritó la sacerdotisa.
- ¡N-No pude evitarlo-ze!
- Ya que ahora robaron uno de mis libros, no tengo otra opción. – Con un libro en sus manos, extendió una de estas hacia ellos. – Deberán pagar por su osadía "Fire Sign: Agni Shine"
La Spell Card de la pelimorada fue hacia ellos lo cual esquivaron, esta extendió un gran fuego que por su puesto evitaba quemar los libros, por eso estaban muy en alto para ello, en ese momento Seth cargó Ignis y contraatacó, cancelando ambos fuegos, ella enarcó una ceja.
- Tu igual pareces tener spell cards de fuego ¿Quién eres?
- Seth Grimwell, para servirte.
- Patchouli Knowledge, dueña de esta biblioteca, si piensan ir más allá, no es algo que pueda permitirles.
- ¿Estás segura de eso? Tenemos un trabajo y es llegar a quien está creando la neblina roja de afuera. – En eso Patchouli se llegó la mano al mentón.
- Ya veo, ese es su objetivo, en sí no es algo de mi incumbencia ya que no estoy directamente relacionada, pero ya que atacaron mi biblioteca y se robaron mis libros, es un asunto totalmente distinto, no puedo dejarlos ir.
- Entonces no hay otra opción. – Seth cargó su arma para disparar otra llamarada de fuego, ambos se encararon.
- Será un duelo entonces. – Patchouli fue la primera en atacar, lo que Seth pudo detectar es que lo hacía de forma prudente, la pelimorada no parecía querer gastar muchas energías al respecto. – Acabaré esto rápidamente "Water Sign: Princess Undine"
EL ataque acuático fue contra Seth, con tal de contrarrestar su Spell Card de fuego, ambos chocaron a lo que vapor salió, bloqueando las vistas de ambos, Seth cerró los ojos para concentrarse en el oído, se podía escuchar de forma muy leve pero detectaba el viento que generaba al volar, entonces volteó a ver a su costado izquierdo, ahí estaba Patchouli.
- Así que me viste, pareces ser alguien muy prudente igual.
- Solo soy cuidadoso, hago esto porque deseo evitar el mayor daño posible.
- Ese es un buen pensamiento, pero no creas que será suficiente. – Volvió a atacar con la Spell Card, cargó una vez más con Ignis a lo que chocaron nuevamente, pero como tal la fuerza era menor debido a que era una Spell Card de agua, al final fue rota. – Acabé con una de tus Spell Cards ¿Qué más tienes?
- Esto "Light Sign: Final Flash" – Formó la bola de energía que disparó contra Patchouli, sorprendiendo a esta en aquel momento, empezó a volar para esquivarla pero era dirigida.
- No lo esperaba realmente… - Ella hizo esfuerzo por no agotar totalmente su energía al respecto, nuevamente lanzó su Spell Card pero la bola de energía fue más rápida y la atravesó, golpeando a la pelimorada y destruyendo su Spell Card en el proceso, ella estaba respirando agitadamente.
- Ah… ah…
- ¿Pasa algo? – Preguntó el pelinegro.
- N-No es nada… - Se tomó unos segundos para recuperarse. – No esperaba que tuvieras una Spell Card teledirigida, pero eso igual lo hace emocionante de algún modo. – Sonrió por debajo.
- ¿Te diviertes? – Preguntó el joven.
- No podría llamarlo diversión, todo mi tiempo es dedicado a esta biblioteca, el conocimiento y los libros es lo único que tengo, pero igual aprender cosas nuevas es interesante y debo admitir que tienes algo que me llama la atención, pareces saber cosas que yo no.
- Ciertamente, puedes decirlo porque soy un forastero que recién llegó a Gensokyo hace más de un mes.
- Oh, ya veo… por eso pareces tan extraño con esa ropa, debo admitir que no poseo mucho acerca del otro mundo alejado de Gensokyo u otros lugares que he visitado, ciertamente hablar contigo sería algo interesante.
- Pero ahora mismo estamos en bandos distintos, luego podríamos tener una reunión con té y galletas, cuando esto acabe. – Sugirió Seth, ella asintió.
- Me gustaría, normalmente no soy de hablar bastante pero la curiosidad es mayor en mí, deseo poseer lo que conoces.
- Eso será después. – Volvieron al ataque, ambos disparaban sus balas al otro, esquivando, los otros solo podían ver esa batalla que por ahora era pareja.
- Sorprende ver que tanto ha progresado Seth en poco tiempo. – Expresó Reimu. – Incluso temo… que se vuelva una fuerza muy poderosa en el futuro, una que no podamos controlar.
- Reimu, lo dices como si fuera una amenaza-ze. – Expresó la rubia pero la expresión de la castaña decía algo distinto. - ¿Reimu?
- Quizás debamos vigilarlo, si en algún momento su poder se desborda, no tendremos otra opción más que pelear contra él… claro, en el peor de los casos. – La sacerdotisa esperaba que tal momento nunca llegara, Seth era tan buena persona con ambas que parecería imposible pero la posibilidad seguía al alcance.
Seth y Patchouli siguieron en su enfrentamiento, el Final Flash continuaba persiguiendo a la pelimorada, esta quería deshacerse del ataque, así que sacó "Sylphae Horn", pudo deshacerse del ataque pero igual estaba casi agotada, se sujetó el pecho.
- Tsk… de nuevo está sucediendo…
- ¿Qué le pasa? – Preguntó Seth, en ese momento llegó la chica demonio hacia donde estaba ella.
- ¡Patchouli-sama, tiene que descansar, su asma!
- Ahora no Koakuma. – La pelimorada la apartó. – Atacaron mi biblioteca… así que debo defenderla sin importar que pase… - En ese momento empezó a toser fuerte, preocupando en demasía a Koakuma.
- ¡Ya basta Patchouli-sama, llegó a su límite! – Ya la sujetó, en eso miró a los tres. – Patchouli-sama no puede continuar, ustedes ganaron, pueden irse.
- ¿Eso está bien? – preguntó Seth, no lo expresaba abiertamente pero la condición de la pelimorada si era preocupante.
- Solo necesita su medicina y estará bien cuando descanse, por eso ella no batalla mucho, usar muchas Spell Cards la agota.
- Entiendo… Patchouli. – Miró a la pelimorada. – En otro día tengamos nuestro encuentro y platiquemos con calma. – Ella asintió, estaba algo decepcionada pero no pudo expresarlo, ya entonces se fueron.
- ¿Estuvo bien eso-ze? – preguntó Marisa. – Ella realmente se veía fatal-ze.
- Tener asma no es poca cosa, una enfermedad respiratoria realmente es una desventaja y no le permite a nadie realizar mucha actividad física sin sufrir. – Explicó Seth.
- Eso es triste… - bajó la mirada.
- Sigamos adelante, aun no queda adentrarnos. – Expresó Reimu. Los tres continuaron, avanzando un tramo de la mansión, quedaba más por ver y con ello enemigos poderosos por llegar, ya pronto se encontrarían con el responsable de todo.
El Redentor 777: Bueno, Cirno siempre busca ser fuerte y en sí con lo de usar a Seth para fortalecerse es algo que hará, ya veremos más adelante como se dará.
Bueno, aquí ya vamos con la siguiente parte del incidente, con lo cual han entrado a la mansión y hubo otros enfrentamientos y entonces ya como hubo un avance, como tal el siguiente cap será el final de este incidente, claro que aquí no hubo tanta comedia, pero ya veremos para lo sigue, en sí los siguientes caps después de este incidente veremos cosas con los nuevos pjs que se presentaron aquí, hasta el próximo cap. Saludos.
