Luego de haber salido de la biblioteca, los tres continuaron su camino por los pasillos para llegar hacia el responsable, en aquel momento Seth escuchó a Minnie en su cabeza.

"Seth, ya que has logrado salir con vida de dos batallas de Danmaku, se me olvidó decirte que subiste a nivel 20 finalmente, ya puedes incorporar otra Spell Card a tu arsenal"

- (Ya veo… así que puedo usar otro poder, el caso es cual…)

"¿Tienes algo en mente?"

- … (Dime ¿puedo usar un meme?)

"¿Un meme?"

Pasado un rato se encontraron hadas en su camino, las chicas estaban dispuestas a acabar con ellas pero Seth pidió que le dejaran el trabajo a él y con ello hizo provecho de su nueva Spell Card.

- ¿Ven esa hada de ahí? Whack.

*PINCH*

- Y esa otra, Whack.

*PINCH*

- Esa con la bolsa de basura, Whack.

*PINCH*

- Y tu madre, Whack.

*PINCH*

La spell card "Dark Sign: Whack", basada en otro de los famosos hechizos de Dragon Quest, disparaba la pequeña bola negra que golpeaba a las hadas, matándolas al instante, un hechizo pequeño pero efectivo con un 80 por ciento de efectividad en enemigos sin mucha resistencia, el pelinegro estaba teniendo el día de su vida exclamando la palabra que vio en un meme.

- ¿Es necesario que digas eso? – Preguntó Reimu.

- Solo me divierto, alguna vez quise hacerlo.

- Está siendo efectivo y nos deja con poco trabajo, así que está bien-ze. – Exclamó Marisa.

- Igual, como nos estamos adentrando cada vez más, hemos llamado más atención de la necesaria, no será cuestión de tiempo antes de que-

- Así que son ustedes quienes están causando este pequeño desorden en la mansión. – Vieron al frente, una maid de cabello grisáceo y rostro pasivo estaba frente a ellos. – No pueden invadir la mansión de mi ama así como así.

- Ya es lo que pensaba… - la sacerdotisa soltó un suspiro.

- Reimu, ella parece ser una humana normal, no creo que sea tan peligro-

En ese momento la maid saltó en cuestión de milisegundos, aparecieron frente a ellos con un cuchillo en mano, apenas y se las arreglaron para esquivar el ataque que realmente atentaba contra sus vidas.

- … Sa-ze… - Terminó de hablar Marisa, la maid seguía con su rostro calmado.

- Si no piensan salir de aquí, como la jefa de maids de la mansión, debo hacer mi trabajo y sacarlos de aquí a la fuerza. – En ese momento tenía varios cuchillos entre sus dedos, más empezó a manipular objetos filosos que se movían en círculo a sus espaldas.

- Eso no es algo que una humana normal pueda hacer. – Señaló Seth.

- Tu tampoco eres muy normal que se diga Seth, pero no es tiempo de hacer señalamientos, hay que esquivar sus ataques. – Ante el señalamiento de Reimu, la maid comenzó a arrojarles cuchillos, volaron en todas direcciones para esquivar los ataques, ella no se veía muy agitada que se diga.

- Si se siguen resistiendo, deberé usar medidas más duras y realmente no deseo causar un desastre en la mansión.

- Entonces déjanos pasar. – Respondió Seth, la maid enarcó una ceja.

-Creo que no me escuchó.

- Sería más sencilla, así como su guardiana de la puerta lo hizo. – Al escuchar eso, ella sintió su ceja temblar.

- Meiling… luego la castigaré, lo importante ahora es que corran, váyanse de aquí o me veré en la obligación de matarlos.

- Inténtalo-ze. – Retó Marisa, ella fue la primera en contraatacar de vuelta a la maid con sus proyectiles, pero esta los esquivaba a una mayor velocidad que la luz, dejando atónita a la bruja. - ¿Qué pasó-ze?

- Es fácil. – Ella apareció al costado de la rubia y amenazó con atacarla con su cuchillo, por suerte Reimu llegó justo al momento para protegerla con su Gohei.

- No le harás daño. – Exclamó ella, alejando a la maid, está saltó dando una vuelta hacia atrás para luego aterrizar de pie.

- Como se ve la situación ahora mismo, debería de ponerme seria, no puedo permitir que den un paso más adelante y encuentren a mi ama. – Los ojos de la maid peligris se endurecieron y entonces hizo aparición de una de sus Spell Cards, Serial Killing Doll hizo manipulación de todos los cuchillos los cuales mandó hacia ellos, volando a todas direcciones para esquivarlos, la maid aprovechó eso y se transportó justo por detrás de Reimu para atacarla, ella bloqueó a tiempo el ataque con su bastón pero fue empujada hacia atrás, Seth llegó disparando varios hechizos de su pistola de balas mágicas pero ella volvió a desaparecer y reapareciendo a espaldas del pelinegro, este logró reaccionar a tiempo, sacando a Nietono no Shana para bloquear el cuchillo que iba directo a su cuello.

- ¡Mantenla así-ze! – Marisa llegó con su mini Hakkero para usar Master Spark en ella pero nuevamente desapareció. - ¡Eso no es justo, se mueve como si se teletransportara-ze!

- No es teletransportación, si no, se encontraría un retraso de milisegundos. – Informó Reimu.

- Así que piensas igual… - Comentó Seth por debajo. – (¿Sabes que es Minnie?)

"Claro, es más que eso, ella usa manipulación del tiempo, puede moverse libremente en un espacio donde no hay tiempo y reaparecer, lo pausa, ralentiza y demás a su conveniencia"

- Eso pensaba… manejar el tiempo no es poca cosa.

- Así que te diste cuenta. – Ella apareció nuevamente, haciendo una referencia. – Eres más agudo de lo que pensé.

- Solo tuve las sospechas. – El pelinegro se agitó el cabello. – Llevamos tanto tiempo peleando y no te has presentado ¿Dónde están los modales?

- No esperaba que unos intrusos hablaran de modales pero debo cuidar mi reputación… soy la jefa de maids a cargo de Remilia Scarlet-sama, Izayoi Sakuya para servirles.

- Seth Grimwell, no aprecio nada más que la buena educación y tranquilidad.

- Eres inusualmente educado para haberte entrometido a esta mansión sin una invitación.

- Que digo, lo que hace tu ama es motivo para que hagamos esta raid a tus dominios. – Agitó su cabeza. – Si ya terminaste de hablar, debemos hacer nuestro camino hacia el fondo.

- No lo permitiré. – Revisó el reloj de bolsillo que llevaba. – No tengo todo el tiempo del mundo tampoco, así que acabaré esto rápidamente.

- Veámoslo. – Así se pusieron en posición pero antes de hacer algo, Sakuya ya había detenido el tiempo, empezó a sacar cuchillos debajo de su falda y los arrojó en dirección hacia los otros, flotando estos en el vacío, justo en el momento que hizo fluir la corriente nuevamente, los tres solo vieron la gran lluvia de objetos afilados ir hacia ellos.

- ¡Cuidado! – Advirtió Reimu, hicieron lo posible para esquivar los ataques pero algunos lograron dejarles cortes en sus ropas y piel, la maid simplemente estaba ahí observando sus intentos para escapar de la muerte.

- Reaccionaron más rápido de lo que pensé, deben de tener más experiencia de lo que pensé.

- Nada quita que algunos si dieron en su blanco. – Seth se limpió el pequeño rastro de sangre que había en su frente. – La próxima vez no será así.

- No habrá una próxima vez. – Nuevamente detuvo el tiempo, Sakuya estaba por repetir el mismo ataque pero vio algo en el patrón que Seth había hecho en ese momento que la dejó sorprendida. - ¿Qué?

El pelinegro apuntaba a la izquierda a lo que ella no entendía, pero fue así que vio lo que pasaba, Marisa estaba apuntando con su Mini Hakkero a las paredes de la mansión, iba a usar su Spell Card para destruir la mansión, la maid no podía permitir eso, fue así que hizo correr el tiempo nuevamente y se puso frente a la rubia, esta sonrió.

- Tenías razón Seth-san, ella protegerá la mansión-ze.

- Ahora Reimu. – Con la orden del pelinegro, la sacerdotisa disparó dos de sus bolas de Yin Yang para golpear a Sakuya, esta apenas y logró cubrirse del ataque que la golpeó de lleno, la maid se precipitó al suelo impactando con fuerza a unos metros de ellos.

- Tsk… - Ella apenas y pudo levantarse. - ¿Cómo lo hiciste? ¿Saber que protegería la mansión?

- Digamos que fue… cuestión de suerte y sentido común, tu ama lo es todo para ti, su entorno igual así que buscarías proteger todo lo relacionado a ello, eso igual involucra su hogar. – Sakuya gruñó por debajo, Reimu estaba frente a ella.

- A menos que desees seguir peleando, será mejor que nos lleves a donde se encuentra tu ama. – Sakuya no pudo hacer nada, Marisa estaba manteniendo la mansión como un gran rehén para ella, al final chasqueó la lengua.

- Está bien… - Se levantó, quitando el polvo de su falda. – Síganme, las llevaré con Remilia-sama. – Eso fue un alivio para ella, sabía que, de seguir peleando, no podrían haber ganado.

- Ese poder de manipular el tiempo es trampa, buen plan tuviste-ze. – Exclamó Marisa por debajo a Seth.

- Hice lo mejor para nuestros intereses, ahora solo nos queda un trabajo. – Solo se enfocaron en seguir a la maid, ya estaban cerca del objetivo final de todo ese viaje.


Fueron llevados a la parte más profunda de la mansión, Sakuya no dijo ni una sola palabra durante el recorrido, algo que trajo ansiedad en Marisa.

- No me gusta esto-ze… - Exclamó por debajo a los dos. – Siento que nos puede llevar a una trampa-ze…

- No lo hará. – Seth buscó calmarla. – Ella parece ser del tipo que cumple lo que dice, más aún sabiendo que tenemos la posibilidad de destruir esta mansión.

- Eso espero, pero igual comparto algo de las preocupaciones de Marisa. – Exclamó Reimu. Así fue que entonces llegaron a un gran portón donde la maid peligris se detuvo.

- Remilia-sama espera al otro lado de la puerta, un momento. – Ella la empujó a lo cual se abrió lentamente, lo que les esperó al otro lado era una habitación grande que más bien parecía los aposentos del jefe final de un videojuego, Seth no pudo evitar hacer la comparación a la sala de Drácula en Castlevania, era así de inmensa con un asiento afelpado justo al fondo y alguien sentada ahí.

Al ver a la única ocupante de la sala, esta tenía una apariencia infantil, largo cabello azul palido, ojos rojos y su ropaje era un vestido color rosado con un gorro, lo más destacado eran las alas que sobresalían de su espalda. Sakuya entró haciendo una reverencia.

- Remilia-sama, lamento haber fallado en la protección de la mansión.

- No importa Sakuya. – Esa chica exclamó con una sonrisa. – Es divertido y entretenido ver algo así desde que llegó. – Fijó su mirada en los tres. – Así que ustedes son los intrusos de los cuales se me informaron.

- Y tu debes ser la responsable de esa neblina afuera ¿no? – Contraatacó Reimu con esa pregunta, ella sonrió gratamente.

- Si viniste justo por esa razón, no tengo nada que esconder. – Ella se levantó de su asiento. – Antes que nada, sería descortés de mi parte no presentarme ante invitados. – Hizo una reverencia. – Me llamo Remilia Scarlet, soy la dueña de esta mansión y, como debieron de haberse fijado, también la que generó esa neblina que bloquea el sol.

- Así que no hay duda alguna, admites tu crimen-ze. – Expresó Marisa.

- ¿Por cual razón lo haces? – Preguntó Reimu, ella se hundió de hombros.

- ¿Por cual más? Soy un vampiro, así que no haber sol me da libertad de recorrer la tierra. – Respondió ella con sinceridad.

- Así que un vampiro… - Exclamó Seth por debajo. – Ya creo que en sí, el hecho de no haber muchas ventanas, esas alas y la obvia apariencia vampírica dieron indicios de que serías ese tipo de youkai. – Señaló Seth, Remilia observó fijamente al pelinegro.

- Así que tenías sospechas ¿eh? – Ella se veía complacida. – Puedo verlo, eres humano y lo mismo puedo decir de tus acompañantes pero detecto magia en ellas, más tú, tienes un tipo de magia especial y completamente diferente de ellas, eso me da algo de curiosidad a decir verdad.

- De alguna forma siento que soy el foco de atención ¿acaso tengo un poder extraño? ¿Desarrollé un carisma natural que me dará un harem de chicas lindas? ¿Acaso seré el protagonista de una comedia romántica? – se preguntó Seth a sí mismo, Reimu y Marisa solo lo vieron con gotones en sus frentes.

- Como sea, hemos venido a detenerte, así que será mejor que despejes esa neblina o nos veremos obligadas a actuar-ze. – Amenazó Marisa, Remilia sonrió.

- Eso quisiera verlo, no soy nada débil a pesar de mi apariencia, sigo siendo un youkai fuerte.

- En eso es algo que tiene razón. – Comentó Reimu. – Los vampiros son seres muy fuertes y veloces, no es alguien a quien podamos subestimar.

- Ella está muy consciente de lo que soy. – Empezó a volar lentamente hacia ellos, Sakuya se transportó en cuestión de segundos a su lado. – Sakuya, yo me encargaré de ellos, de seguro estás agotada luego de haber protegido la mansión.

- Una vez más, lamento mucho mi ineptitud Remilia-sama. – Hizo una reverencia.

- No es nada por lo cual disculparse, además de que hace tiempo que no tenía una batalla, así que mi lado infantil está muy complacido por esta oportunidad.

- Seth, Marisa, esta parece ser la batalla final. – Señaló Reimu, sosteniendo su Gohei con fuerza. – Si la derrotamos aquí, entonces habremos salvado Gensokyo de un posible invierno eterno.

- Eso sería horrible, no quiero pasar el resto de los días en frío-ze. – Marisa sonrió, sosteniendo su Mini Hakkero. – Esa pequeña va a aprender a no meterse con nosotros-ze.

- El exceso de confianza no es bueno Marisa. – Seth preparó su espada en aquel momento. – Con ella no es algo a lo que podamos tener mucho cuidado.

- Lo sé, pero no estaría tan mal acabar rápido-ze. – Así entonces fue lo que vieron, como múltiples esferas rojas aparecieron tras Remilia. – Aquí viene-ze.

- ¡Vamos, es todo o nada! – Señaló Reimu. La última batalla estaba por empezar para los tres y que finalmente puedan acabar con el incidente, no sería fácil pero darían todo lo posible.


El Redentor 777: La verdad que no es poca cosa lo que sufre pero así vive y al menos no hace mucha actividad física, un descanso y está mejor, al menos eso dicen.

Ya aquí estamos cerca de la conclusión de este incidente, ya se enfrentaron a Sakuya y lograron que se rindiera, ahora vamos con el final, a ver como será el enfrentamiento con la chica vampiro y así terminar, ya verán lo que habrá para ello, o al menos el plan que tendrá Seth en mente, hasta el próximo cap. Saludos.