Seth tenía asuntos pendientes en la aldea humana, por lo que fue para atenderlos, así pasó por la casa Hieda para hablar con Akyuu, luego de que terminara, ya estaba por irse, hasta que vio a una figura conocida.
- Keine.
- Oh Seth-san. – Sonrió la peligris. - ¿Tuviste asuntos con Akyuu-san?
- Solo el llevarle algo de comida que pidió probar, ya cuando le llevaste las hamburguesas, me expresó su encanto.
- Eso veo. – Sonrió ella. – Yo estaba por regresar a la escuela, las clases para los niños no son difíciles pero en ocasiones la planeación llega a ser un poco dura.
- … Podría ayudar. – En eso ella se sorprendió.
- ¿Ayudarme? ¿Sabes enseñar a niños?
- No realmente, pero creo que podría dar una mano en lo que sea, supongo que tienes algo de lo cual no dominas o necesitas apoyo, puede que no lo sepas pero domino bien las matemáticas y puedo proporcionar juegos durante su actividad física.
- … Eso me ayudaría. – Sonrió esta. – No pediría normalmente ayuda respecto a la enseñanza pero viendo todas las ideas frescas que has tenido, siento que será algo educativo para ellos, así que te lo pido.
- Claro, puedes explicarme todo durante la marcha. – Se pusieron en camino hacia la escuela mientras Keine le hablaba sobre los alumnos y como enseñaba, así finalmente llegaron y era solo esperar a la llegada de los niños, la peligris se ponía frente a la entrada para recibirlos.
- Buenos días Keine-sensei.
- Buen día. – Así empezaron a llegar, algunos miraron con curiosidad a Seth mientras se adentraban al salón, una vez estaban todos dentro, ella empezó la presentación.
- Muy bien niños, el día de hoy tendré un ayudante para la clase de hoy, denle la bienvenida a Seth Grimwell. – El joven asintió.
- ¿Qué hará? – Preguntó un niño.
- Él sabe muchas cosas, por lo cual yo misma le pedí si pudiera enseñarles algunas cosas, ahora Seth-san, si puedes empezar.
- Claro. – Así pasó a la pizarra para escribir su nombre. – Muy bien niños, como ya respondió su profesora, soy Seth y el día de hoy seré como un segundo maestro para ustedes así que cualquier pregunta pueden hacérmela, si no hay una… hay tabla, si solo quieren molestar, hay tabla… y si buscan hacer algún comentario despectivo, hay tabla… - En eso una niña levantó la mano. - ¿Sí?
- ¿Cómo conoce a Keine-sensei?
- Verás pequeña, ella fue la primera persona que me recibió cuando llegué a esta aldea, por eso le tengo un aprecio y la veo como amiga, me ha ayudado en ocasiones.
- ¿Son novios? – Preguntó otro niño lo cual hizo que ella se sonrojara.
- Para nada, solo es una amiga, además no soy alguien que tenga tiempo para romance. – Respondió Seth con calma.
- Ok. – Fue todo lo que dijo el niño.
- Ahora, su profesora ya me dio el itinerario de clases y que empezarían con matemáticas, déjenme decirles lo bueno que soy así que empecemos.
Seth empezó a explicar lo que haría Keine en ese día, la peligris observó el método de explicación de Seth y era bastante calmado así como que se daba el tiempo de responder las dudas de los niños y ayudarlos, quedó feliz de ver como lograba manejar la situación y que ninguno perdiera el interés.
- Ya terminé mi tarea. – Un niño se acercó a él, este revisó la hoja.
- Nada mal, pero aquí tienes una pequeña falla, lo que debes de hacer es sumar este número y entonces colocar arriba lo sobrante en la fila izquierda.
- Entendido. – Fue a corregirlo, Keine se acercó a él.
- Enseñas bien ¿fuiste profesor en tu mundo de origen?
- No, no era más que un repartidor y eso solo lo usaba como un medio para ganar dinero, seguía siendo estudiante.
- Con razón sabes todo eso, los niños podrían usar todo este conocimiento o no, es el trabajo de nosotros como profesores el enseñarles todo lo necesario para confrontar el mundo de afuera.
- En sí, respecto al sistema educativo que conozco, el conocimiento es un modo de preparación para la sociedad que podamos confrontar, lo que se le enseña a los niños es la preparación para un nivel más alto, después de todo existen múltiples trabajos que pueden ser lo que nos acompañe durante el resto de nuestras vidas, según veo, los niños no tendrán más opción que legar las profesiones de sus padres o el caso de las mujeres que se volverán amas de casa, cuando lo veo así, es un poco triste que no tengan un abanico de opciones para lo que decidan hacer a futuro.
- Puede parecer, pero igual es la forma en la cual ellos crecen, admiran lo primero que ven así que ese el camino que ellos deciden tomar, si quieren trabajar con lo mismo que sus padres, no somos quienes para detenerlos, solo les ofrecemos una forma de que puedan estar seguros de todo peligro.
- Por eso eres profesora ¿no? Otra forma de ser una guardiana para la aldea. – Expresó Seth, la peligris sonrió.
- Eso te lo dejo a tu imaginación.
Una vez terminaran las clases teóricas, pasaron a tener recreo, ahí los dos vigilaban a los niños que estaban jugando, en sí lo que hacían era correr y jugar en la tierra.
- Keine ¿puedo hacer algo?
- ¿Qué harás? – Preguntó ella con curiosidad.
- Les daré un pequeño juego, un poco distinto al que saben. – En eso se acercó a ellos. – Muy bien niños, vengan todos. – Ante el llamado del pelinegro, los pequeños lo rodearon. – Seguro tienen ganas de divertirse pero esta ocasión hagamos las cosas distintas, les tengo un juego muy divertido y sano que seguro les gustará… primero extiendo mi manga y no hay nada, por detrás de mi playera tampoco pero si hago esto… - Se dio la vuelta y entonces imaginó una pelota en sus manos. – Tada, una pelota.
- Wow. – varios niños quedaron asombrados por como hizo aparecerla de repente.
- ¿Qué haremos con esta pelota? Fácil, haremos un juego divertido llamado… quemados.
- ¿Quemados? – Preguntaron varios, el pelinegro los calmó.
- Ya explicaré… el propósito de este juego es fácil, por ahora dibujaré un pequeño rectángulo aquí en la tierra, estarán divididos en dos equipos y en medio se situarán pelotas como estas, lo que deben de hacer es correr al centro y recoger estas pelotas para arrojarlas al otro equipo, deben golpear a los otros con estas pelotas, pero claro que no hay que arrojarlas con fuerza, solo para que les toquen, si alguien es golpeado con una pelota, entonces debe salir del rectángulo ya que será considerado como fuera y un punto para el otro equipo ¿entendieron? – Ellos asintieron, muy bien, haré aparecer otras pelotas y dibujaré la cancha.
Seth hizo todo eso, haciendo aparecer un total de cinco pelotas y luego de haberlo dibujado en la tierra, los niños se posicionaron en equipos de dos, siendo una pequeña clase, no habría problemas.
- ¿Esto es seguro Seth? Temo que se lastimen. – Expresó Keine su preocupación.
- Descuida, esto lo juegan niños incluso más pequeños en mi tierra natal, es un juego totalmente seguro y sin que nadie salga lastimado, además las pelotas no lastiman mucho al ser arrojadas. – hizo aparecer un silbato en su mano. – Muy bien, ante mi señal que será un ruido fuerte, empiezan. – Así se pusieron en posición, Seth asintió y con el silbatazo empezaron a correr.
Los niños corrieron para recoger las pelotas, el equipo uno obtuvo dos y el otro las tres restantes, así empezó el partido donde se arrojaban las pelotas, uno logró darle a una niña y Seth señaló que estaba fuera, ambos chicos celebraron pero uno recibió un pelotazo en el rostro por otro del equipo y entonces salió fuera.
- Muy bien, es la guerra. – Sonrió aquel niño, ya que Seth les había señalado que igualmente recoger un balón en el aire era para sacarlos, se prepararon, cada bando se observó fijamente mientras empezaba una batalla sin cuartel de la cual Seth estaba orgulloso pero por el lado de Keine se puso nerviosa de que salieran heridos.
- Este es el espíritu de los quemados, después de todo no hay ganancia sin dolor.
- ¡Toma!
Las pelotas empezaron a volar, lo que una vez empezó como un juego inocente se convirtió en una batalla, donde solo el equipo dominante saldría ganador, niños que se jugaban el orgullo de que uno pudiera salir vencedor, cabe decir que tal batalla llamó la atención de algunas personas que pasaban cerca y decidieron observar, a partir de eso se formaron hinchas, cada lado apoyaba a un equipo, Keine nunca se imaginó que se volvería algo grande a partir de un simple juego.
- Muy bien, solo quedan tres del equipo uno, dos del equipo dos, esto decidirá el final y veremos quien ganará. – Se escucharon los vítores de la gente. – Esta es la batalla final, el equipo ganador será recompensado con dulces.
- ¡Deben ganar!
- ¡Vamos equipo dos! – La gente estaba totalmente metida, los niños se pusieron lo más serios posible para esos momentos, Seth miró a ambos lados.
- ¡Vamos!
Así corrieron a los balones, la gente apoyando a su equipo favorito, Keine solo podía ver en silencio, sin creer todo lo que ha ocurrido. Uno de los niños del equipo uno fue más veloz y logró agarrar una pelota, eso puso en guardia a los otros dos del lado contrario que se prepararon, este sonrió victoriosamente.
- ¡Yo me llevaré esos dulces! – Arrojó la pelota con todo, ambos lograron esquivarlo, cabe decir que eran un niño y una niña, mientras en el equipo uno eran todos varones, si por alguna razón sacaban al chico del equipo dos, la única fémina acabaría en una completa desventaja debido a la diferencia de fuerzas.
- Podemos hacer esto. – Le animó su compañero de equipo. Ya entonces tenían un balón y aprovecharon para lanzarlo, el chico se encargó al tener más fuerza pero sus tres oponentes tampoco eran la pequeña cosa, estos aprovecharon más su agilidad y uno de ellos atrapó la pelota en el aire.
- Fuera. – Seth señaló la salida del chico del equipo dos, poniendo en la tensión a todos debido a que solo quedaba aquella niña y el tenerlo todo en contra respecto a los tres niños del equipo uno.
- No puede ser…
- ¿Es todo? ¿Ya perdió el equipo dos?
- ¡Vamos pequeña, no te rindas!
Hubo incertidumbre acerca del destino del equipo dos, una pequeña niña no es que pudiera hacer nada pero escuchar a toda la gente apoyándola, incluso sus propios compañeros que le impulsaban a uno rendirse empezó a darle una fuerza, necesitaba ganar, ya no era cuestión de dulces o premios, cargaba con el honor de sus compañeros, las esperanzas de la gente que apoyaba a su equipo, debía ganar por todos ellos.
- Muy bien, veamos que puede hacer una niña contra nosotros. – Los tres sonrieron, era una escena muy exasperante para ella, a pesar de todo no debía de retroceder. - ¡Toma esto!
Uno de ellos arrojó la pelota hacia la niña, eso parecía el final del equipo dos y todo estuvo en tensión… hasta que ocurrió algo.
- ¿Cómo? – No podían creerlo, la pequeña logró sujetar el balón en el aire, lo cual supuso la salida de uno de los tres en el equipo uno, el público empezó a emocionarse en ese momento.
- ¡Voy a ganar, por todos! – Declaró ella en ese momento, puso nerviosos a los dos durante unos segundos pero era solo una niña, por naturaleza era más débil y además estaba sola, seguían manteniendo una ventaja la cual ambos podrían aprovechar.
Una vez más arrojaron uno de los balones pero ella lo esquivó, eso poco a poco los ponía más nerviosos, el segundo arrojó su lanzamiento pero nuevamente ella se hizo a un lado, ahora con un balón en manos los observó, los dos solo tenían que esquivar.
- Descuida, no creo que ella tenga la fuerza suficiente para arrojarla con… - Y en ese momento aquel niño solo pudo sentir el duro hule del balón impactando su rostro, cayendo de espaldas, el público empezó a celebrar la hazaña de la pequeña.
- ¡Estás fuera! – Señaló Seth, el equipo dos empezó a tener esperanzas de victoria mientras que el uno se mantuvo a la expectativa, ahora solo podían confiar en su jugador restante. La niña nuevamente sostuvo una pelota.
- ¿Quién dijo que soy débil? – Exclamó esta, el pobre estaba asustado debido al aura que ella cargaba y que, juró podía ver sombras detrás de ella, como si cargara el espíritu de todo su equipo sobre sus hombros.
- P-Pero es la verdad, eres una niña, no puedes ser fuerte.
- ¡También hay niñas fuertes! – Esta arrojó la pelota, fue solo por centímetros pero el jugador del equipo uno la esquivó.
- Eso estuvo cerca… muy bien, si deseas que vaya con todo, lo daré.
Ambos lo dieron todo, sea arrojando balones o esquivando, el publico apoyando a su favorito, los jugadores de cada equipo también estaban con sus jugadores restantes, el ambiente estaba sumamente en llamas.
- Nunca había visto un partido tan intenso desde las finales del Barcelona y el Real Madrid. – Expresó Seth por debajo. – Me hace sentir orgulloso como profesor. – Keine quería decir algo pero fue interrumpida por todo el ruido de las demás personas.
Al final ambos niños resistieron, estaban agotados y sucios pero seguían de pie, ninguno deseaba rendirse a esas alturas.
- Nada mal… - Expresó el chico, la niña igual respiraba agitadamente pero llevaba una sonrisa suave en el rostro.
- Tu igual… has aguantado mucho para un niño…
- Lo mismo puedo decir de ti… pero hagamos de este el lanzamiento final… nuestras fuerzas finales en todo.
- Claro… - Los dos estaban al frente con una pelota en manos, ya ese lanzamiento decidiría todo, entonces se vieron. – Sin rencores.
- Eso mismo digo, ahora yo seré el ganador.
- ¡No, yo! – El publico se quedó tan expectante ante lo que podría ocurrir, en eso ambos lanzaron los balones que se rozaron por centímetros y estuvieron por impactar a ambos.
*BANG*
*BANG*
Pareció que los dos recibieron balonazos al mismo tiempo, cayendo al suelo al unísono, eso dejó un sentimiento de incertidumbre por lo que Seth podría señalar, él era el arbitro de ese partido por lo que su palabra final decidiría al ganador, este cerró los ojos mientras inspeccionaba lo ocurrido.
- … Lo tengo… hay un ganador y es que uno recibió el balonazo con un a diferencia de diez decimas de segundo antes que el otro… - En eso levantó su mano. – El ganador de este partido es… ¡El equipo dos!
Todo el público se volvió loco, los jugadores del equipo dos entraron a la cancha para felicitar a la única chica y jugadora que logró tal hazaña, esta se encontraba agotada pero sonrió, levantando el pulgar hacia Seth, este recibió tal gesto, incluso de algún modo empezó a sonar "We Are the Champions" de fondo mientras toda la gente celebraba con la niña. A un costado se encontraba una anonadada Keine que no podía expresar todo lo que había visto en ese momento.
- … ¿Qué rayos ha sucedido?
Finalmente todo se terminó, la gente se fue y Seth les entregó dulces, o más bien los hizo aparecer, a todo el equipo dos que empezaron a disfrutarlos mientras se limpiaban, Keine soltó un suspiro.
- Seth-san, nunca más repetiremos ese juego. – Declaró ella.
- ¿Por qué? Ha sido lo más intenso que se ha visto, tanto como una batalla danmaku.
- No me repliques, dije que nunca más. – El aura de Keine señalaba peligro por lo que el pelinegro se calló. – Aprecio que muestres a los niños nuevas formas de divertirse, pero que no sea nada que involucre el salir lastimados.
- Keine. – En eso Seth miró fijamente a la peligris. – Entiendo muy bien que desees proteger a todas las personas aquí en la aldea, es un trabajo muy honorable pero igual, hay algo que solo se puede aprender si uno sale lastimado, lo que estás haciendo no es protegerlos, sino mimarlos y volviéndolos ignorantes.
- ¿A que te refieres con eso? – Preguntó ella, enojo creciendo en su tono de voz.
- La vida no es del todo color rosa, para que una persona pueda crecer sana, necesita aprender todo lo necesario, así como lo bueno, también sobre lo malo, el mundo no es amable con quien lo habita y a lo largo de su vida les darán golpes duros que seguro cualquiera decidiría retroceder, pero esos mismos golpes también traen conocimiento en ellos, digamos el ejemplo de un encuentro con un youkai, fácil podría quedarse paralizado del susto y dejarse devorar… o salir corriendo a un lugar seguro, agarrar algo con lo cual defenderse y ganar tiempo o pedir ayuda, solamente gente que ha vivido experiencias y cuenta con el conocimiento puede ampliar su abanico de opciones… por eso el recibir golpes, heridas o quemaduras es lo mejor para aprender en esta vida, esas experiencias te marcan para el futuro.
- … Puede ser, la verdad es que realmente amo a los humanos… más de lo que creen, por eso dudo acerca de este tipo de cosas, si dejarlos ir, encontrarse con peligros y que luego mueran, no quisiera que algo así suceda, mi deber como guardiana de la aldea es algo que llevo de corazón.
- Tus intenciones son buenas, es el método el cual considero equivocado… espero que lleves estas palabras que te dije, como ya dije antes, este es ahora mi nuevo hogar, si debo protegerlo, lo haré pero tampoco me involucraré en cada pequeña cosa que surja, lo que si puedo hacer es preparar a estas futuras generaciones para lo que pueda venir, de ese modo, cuando suceda un próximo incidente, no solo se escondan y tiemblen, sino que realmente busquen un modo de sobrevivir y salir adelante.
- Seth-san… - Keine bajó la mirada, veía al pelinegro como un simple humano e incluso lo creyó estúpido por saltar ante el peligro sin pensar, pero él igual veía las cosas desde una perspectiva totalmente diferente, no solo por su fuerza, deseaba apoyar a otros. – Gracias por todo lo del día de hoy.
- No es nada, trabajar con niños fue una experiencia totalmente nueva para mí y no me desagradó para nada, podría volver en otra ocasión… claro si eso es lo que quieres.
-Al final son ellos los que decidirán, parece que todo lo nuevo que les enseñaste lo llevarán ahora… podrían esperar más días que vuelvas.
- Lo tendré en cuenta. – Asintió el pelinegro, llamó la nube voladora para irse. – Ya debo regresar, gracias por todo Keine.
- Al contrario, te agradezco a ti por el día de hoy. – Seth se fue, la peligris solo pudo verlo irse mientras pensaba en todo lo acontecido. – (Me pregunto si está bien que deje de sobreprotegerlos tanto…)
Un día como profesor no estuvo mal para él, pero ahora tenía otras cosas por hacer, más días tranquilos se sumaban a la estadía de Seth en Gensokyo.
Estos caps donde no tengo una idea y conforme la marcha sale algo es lo que más me inspira de escribir jaja, bueno, ya vimos como Seth logró hacer un partido muy intenso entre niños, en sí pasar el día con Keine en su escuela y enseñando, además de mostrar un deporte típico de clases de educación física en Estados Unidos jaja, sí que ahí se armó toda la fiesta por un partido, ya veremos otros caps autoconclusivos, hasta la próxima semana. Saludos.
