Digimon fanfic
"STARLESS"
por Ivan Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad de...Akiyoshi Hongo, así que nada de demandas.

Capítulo 1: Corazón roto

No existe el tiempo cuando amas. Existe cuando todo acaba, cuando te das cuenta de lo solo que estás. Cuando quieres a alguien, es natural que todo vaya más rápido..o más lento...porque compartes o diluyes el tiempo de la otra persona contigo. No es solo un alma, sino dos que fluyen, laten al mismo tiempo.
Eso pensaba hace unos meses. Seis para ser exactos. Cuando creí ser feliz con una persona.
Y esa felicidad se desvanece con el mismo tiempo. Un tiempo que creías tuyo y al final no era de nadie.
No es mi costumbre ser un poeta. No lo eres cuando te estan disparando en una refriega.
-¡Ken!
Apenas despierto de mi aturdimiendo. Entonces reacciono y suelto dos ráfagas de mi automática. Un sujeto cae. El otro se trastabilla.
-¡Ahora! - grita un rubio a mi lado. Por un momento parezco no reconocerlo, pero sacudo la cabeza y salgo trás de él.
Minutos después, un montón de sirenas inunda el lugar. 3 de los delicuentes se encuentra esposados. El tipo que cayo es subido a una ambulancia rapidamente. Logre darle en el costado derecho. Pulmón colapsado, solamente. Vivirá.
-¡Pero que demonios te pasa! - me grita Takeru - ¿Pensabas matarte?
Cierto que mi compañero digielegido tiene un caracter muy amable. Sin embargo, en esta ocasión sus ojos casí quieren comerme.
-Vamos, todo salio bien, no?
-Bien? - entonces aprieta mi hombro. Siento un calambre que me recorre todo el brazo y hace que suelte un gruñido - y esto?
Es cuando me doy cuenta de la sangre que sale por un singular agujero en mi gabardina.
-Diablos - mascullo - y era nueva.
-Lo ves? Estas demente!
-Pero no es nada grave...mi gabardina...maldición!
-Ken, no estas bien.
-Lo estoy - le miro fijamente. Takeru niega con la cabeza.
-¿Podrías dejar el asunto de Naomi en el pasado?
Aprieto los dientes.
-Ella no tiene que ver nada en esto.
-Oh nada? Casí pierdo a uno de mis mejores agentes por estar jugando al kamikaze!
-Yo no juego a nada. Simplemente me perdí un momento.
-Dí lo que quieras - suspiro - pero casí te líquidan! Dejaste de disparar un instante.
-Claro que no
-Mira, no vamos a repelar - suspiro - ve al hospital a que te atiendan.
-No ire...solo necesito un vendaje y comer algo.
-Ah sí? - entonces se inclino y apreto mi hombro con fuerza. Sentí un dolor formidable que casí me hizo perder el aire. Por un momento quise golpearlo, pero un repentino mareo me asalto.
-Lo ves? - me sonrio - no estas bien.
-Canalla - masculle - eso me dolio muchisimo!
-Paramedicos! - Takeru grito - aquí hay un herido!
-Hey, no te atrevaaarghh! - me quede a media frase cuando Takeru volvio a apretar la herida ¡Esta me las pagaría todas juntas!

-Así que nuestro agente favorito del digimundo y de la Tierra esta herido no?
Lo que me faltaba. De todas las doctoras que podían tocarme, tenía que ser ella.
-Miyako - sonrio duramente - deja tus comentarios para después.
Ella me sonríe através de sus gafas de montura mientras se acerca con una lampara a examinarme. No es que me queje de ella. La Dra. Inoue es una excelente traumatologa. Algo que Daisuke hace seguido es informarme de todos nuestros amigos, aun cuando no tengamos tiempo de vernos.
-Hmmm, parecer ser solo un raspón - murmura mientras examina la herida.
-Se lo había dicho a Takeru...se lo había dicho...
-Takeru? El buen Takeru trabaja contigo? - pregunta mientras saca algunos instrumentos de una bandeja.
-Sí - murmullo - luego de escribir un par de libros sobre el digimundo, decidio entrar al cuerpo de vigilancia interdimensional. Por su logistica, llego a ser jefe de división en unos meses.
-Tu jefe no?
-Sí y por si lo piensas, jamás me avergonzo que fuera mi superior tan rapido. En él confiara mi vida.
-Pues ahora la cuido bastante bien - Miyako presiona dentro del hombro con una pequeña pinza. Inmediatamente sentí como "algo" brotaba del mismo. Triunfal, me mostro una esquirla del tamaño de una uña.
-No que era un simple raspón?
-Lo era. Si esto hubiera entrado un poco más, le hubiera dado a la arteria humeral y ahora estarías en choque.
-P-Pude morir? - parpadeo sorprendido. Ella asiente muy seria. Su sonrisa se había borrado mientras tiraba la esquirla en un bote de color rojo.
-Eres un imbecil sabías?
Bien. Es muy distinto que tu amigo te llame idiota, pero con ella, se sintio...feo
-L-Lo siento - murmuro apenado - yo...
-Tienes suerte de ser delgado - palpa mi espalda. El contacto de su mano hizo que temblara - si fueras como el resto de los policías, todos fornidos, si te habría lastimado de consideración.
-Sirve de algo ser tan flaco - le sonrio. Ella me devuelve el gesto.
-Sí, pero - baja la mirada - te ves en buena forma.
-Gracias - asentí agradecido. Ella me sigue sonriendo mientras saca unas gasas.
-Ahora te limpiare la herida, te dolerá un poco.
Asentí mientras aplicaba el antiseptico. Nos quedamos un rato en silencio al tanto ella limpiaba con cuidado y yo hacía muecas de dolor.
-Lo de Naomi no fue tu culpa - escuche de repente. Me volví mientras ella terminaba de limpiarme la herida y dejaba el antiseptico a un lado.
-Porque dices eso? Y como sabes?
-Daisuke es...buen informante, admito que eso ayuda.
-Chismoso, no tiene otro apelativo - musite por lo bajo. Miyako solto una risita.
-Cuanto llevaban?
-4 años
-Vaya...mucho tiempo. Había planes de boda?
-Sí...a futuro.
-Como toda relación de tantos años.
Asentí a medias.
-Ella salía con otro chico.
La botella de antiseptico dio un golpe seco al caer al suelo.
-L-Lo siento - Miyako se hinca y comenzo a limpiar - me distraje...
-Ahora te contaminarás - comente divertido.
-Eh...rayos! - mi amiga se levanto furiosa y se dirigio al baño. Yo solo solte una risita. Era increíble como pasaba de ser una segura doctora a mi vieja amiga, toda torpe y distraída en cuestiónd de segundos.
-Perdón, perdón - murmuro saliendo del baño secandose las manos con una toalla - pero...es que no puedo creerlo!
-Vamos, tu pareces más afectada que yo por esto.
-Sí, es que...como se atrevio a engañarte? - murmuraba mientras preparaba el aposito
-Hmmm, supongo no era lo suficiente hombre para ella.
Miyako se quedo a medio camino de colocar el parche.
-¿¿Como?
-Sí - sonreí con tristeza - sino, cual otro motivo puede ser?
Lo siguiente que sentí fue como me estampaba el parche en la herida. No pude evitar soltar un grito.
-Oye! Eso dolio!
-Ken Ichijoji! ¿Como puedes decir eso?
-Es la verdad - murmuro amargado - sino, porque estaría con otra persona?
-Por su culpa! Eres un gran chico!
-Miyako, por favor, trabajo casí todo el día. Mi tiempo libre es muy limitado.
-Sí, solo son pretextos...
-Pero porque estas tan molesta?
-Porque..porque pense que esa tipa y tu habían terminado por otras razones, no como algo eso?
-Bueno, no todo es un final feliz... - le sonrio levemente, pero el gesto de Miyako era de total furia - vamos, porque la molestia?
-Porque...porque eres mi amigo! Y esa...esa! - Miyako estaba furiosa - es una...
-Ya, ya...ya paso...
Miyako no contesto, simplemente se volvio y se recargo sobre su escritorio.
-Miyako?
-Yo pense... - ella tartamudeo apretando los bordes del mueble - pense que ella te hacía feliz.
-Lo hizo...en su momento - me levante de la mesa de exploración - venga, no exageres.
-No exagero. Yo misma hable con ella...dijo que te haría feliz!
-Hablaste con ella?
Miyako se tapo la boca con la mano izquierda.
-Vete...
-Eh?
-Vete! - dijo de repente - tu hombro ya esta curado, vete!
-Miyako...que te pasa?
-Ken, vete!
Su gesto hizo que diera un paso atrás, tomara mi camisa y saliera casí corriendo del cubículo.
-Ahora que le hiciste a ella? - era Takeru levantandose de una silla afuera del consultorio.
-Porque?
-Sus gritos se escucharon hasta afuera.
Yo solo suspire. ¿Que diablos le pasaba al mundo?

Esa noche, al llegar a mi departamento, wormon me esperaba también con un gesto de molestia. Sin embargo, luego de un momento, solo nego con la cabeza y dijo que entendía la situación. Yo asentí agradecido. No necesitaba más sermones de mi actitud.
-A propósito - musito - llamo Miyako.
-¿Eh? Y que deseaba?
-Que la disculparas por su reacción de la mañana y que te vería en 3 semanas para checar tu hombro.
-Ah, vaya...
-Ken, que le hiciste a ella?
-Nada! - exclame ya molesto de que todo mundo me estuviera tirando caña. Me dirigí hacia la nevera y saque un envase de jugo - solamente le comente lo de Naomi.
-Ah...eso? No le habías dicho?
-Comentar mi vida privada no tiene caso.
-Para ella bastante.
-Como esta eso?
Wormon suspiro.
-Ken, Ken...cuando te falta para crecer.
-Wormon, deja de tratarme como un infante, que parece que todos hablan chino.
Mi digicompañero solo solto una risita y se movio con lentitud hacia el rincón de la sala donde tenía improvisada su habitación.
-Luego lo hablaremos, necesitas descansar. Voy al digimon por un tiempo - entonces desaparecio detrás de mi habitación donde estaba mi computadora. Solo me rasque la cabeza. De verdad que algo habían fumado todos y yo apenas me enteraba.

Después de 3 semanas de larga actividad, los criminales parecían haberse ido de vacaciones. Era natural, las fiestas dicembrinas se acercaban.
Sin embargo, en el fondo deseaba un poco de acción. La fecha suscrita como "el día de satanás" aun circulaba en mi mente.
Para los entendidos, el día de satanás es esa fecha ridículamente cursí que recuerdas como el aniversario. Claro, ahora me parecía estupida, pero en su momento me tenía viendo las cosas en rosa...sin comentarios...
-Vaya, ya nos acercamos a noviembre no?
Hice un gruñido mientras Takeru me sonreía. Sabía se estaba desquitando de mi descuido. Me encontraba recargado en mi escritorio leyendo tranquilamente un libro.
-Si quieres que no vuelva a meter la pata, deja de fastidiarme.
-Amigo, amigo...las cosas buenas de la vida no me las pierdo, como la de fastidiarte.
Solo entorne los ojos y me recline en mi asiento a revisar la computadora...más bien mi correo.
-Aun revisas si tu "amorcito" te escribio?
-No - le hice una mueca - checaba las noticias...hmmm, que día es hoy?
-26 de octubre por?
-26...que raro...algo me...DIOS MIO!
-Que pasa?
-Cubreme! Tengo que correr!
-Que pasa?
No conteste mientras brincaba un par de sillas y salía disparado por las escaleras.

-Debí usar el ascensor - murmure agitado mientras a trompicones caía frente al hospital. Rapidamente revise el cubículo donde Miyako atendía. Sin embargo, me deje caer al ver la hora de atención. Su límite eran las 2 de la tarde y ya pasaban de las 3.
-Maldición... - musite - me va a matar...
-No a matarte, pero si a sacarte al menos los ojos.
Trague saliva. Me volví lentamente. Miyako me observaba con los brazos cruzados. Sus ojos tenían un destello asesino mientras su pie izquierdo golpeteaba insistentemente el suelo.
-Te espere hasta las 2 y media y no llegaste.
-Lo...olvide - murmure apenado - es que estaba tan aburrido que...
El gesto de molestia de Miyako se acentuo. Si algo he aprendido es que entre más te disculpas, más metes la pata. Esta no fue la excepción.
-Entonces nada que hacer y aun así no te acordaste? - me recrimino agriamente. Trague saliva. Aquí se armaba la de San Quintín.
Sin embargo, no vino nada. Ni un reproche, ni ataque, nada. Simplemente suspiro y me sonrio después, mientras tomaba mi mano.
-Ven, ya se como desquitarme...
Yo solo parpadee sorprendido mientras me arrastraba fuera de allí.

-Un helado...un simple helado
Ella asintio mientras comía un barquillo de vainilla.
-Que? Acaso no estan deliciosos?
-Sí, bastante - musite mientras daba una lamida al mio.
-A la siguiente, será una ida al cine y luego ya veremos - me guiño el ojo. Caminabamos por un parque afuera del hospital. Yo solo atine a sonreír.
-Pense ibas a matarme.
-Iba a hacerlo, pero prefiero primero quebrarte y luego estrangularte.
Yo solo atine a reírme.
-Así me gusta. No te había visto reír en mucho tiempo.
-Creo que cuando me revisaste el hombro, solte un par de carcajadas.
-Pero no como las de ahora. Pareces más...relajado.
-¿Como?
Ella asintio mientras mordía una porción del helado.
-Sí, el tema de la señorita Naomi te tenía muy tenso.
-¿Yo? ¿Tenso? Miyako, mi trabajo me pone así.
-No, tu trabajo no. Te gusta lo que haces, así que no creo sea eso. Simplemente observe el patrón.
-¿Cual patrón?
-Cuando me enoje contigo. Tu cara lo decía todo. Parecía que el mundo se había acabado para tí. Sin embargo, cuando reaccione a una manera más calmada, casí descansaste.
-Bueno - musite apenado - es que ella...me hubiera...
-Apuesto se habría molestado por un buen rato, te hubiera hecho pasar un montón de castigos no?
-Algo por el estilo - suspire - una vez se molesto y se fue sin más. Me preocupe tanto que no supe donde estaba. Cuando la encontre...en fin, no fue un buen día.
-¿Y de esos cuantos recuerdas?
-Muchos. También hubo buenos, pero siempre se terminaba molestando. Era tan díficil complacerla.
-Es normal Ken - miro su helado - algunas personas son tan exigentes que ni siquiera estan contentas consigo mismas.
-Lo crees?
-Sí. Tu arriesgas tu vida para salvar a personas y digimons, casí al grado de lastimarte. Sin embargo, para ella eso no era importante verdad?
-Decía que no daba para comer.
-No al estilo de vida que ella tenía, supongo.
De repente me quede callado.
-¿Tu como sabes tanto de ella?
Ella parecio notar el otro sentido de mi pregunta.
-Hablamos una vez - bajo la mirada - hace 2 años..
-Pero no supe nada de ello.
-Te ví con ella, luego se separaron y la alcance. Ella me reconocio.
-Vaya, la fama de ser digielegidos.
Miyako asintio mientras mordía el barquillo.
-Platique con ella sobre tí...parecía una buena chica, sin embargo, algo jamás me gusto
-Algo? De que hablaban? De mí? No exageres!
-Eres...mi amigo - musito apenada - quería verte bien. Parecías feliz con ella.
-Lo era...lo fuí - musite apenas.
-Pero note que ella no parecía satisfecha. Pense que tu podrías hacerlo...
-Yo también lo pense - me detuve de repente. Miyako me apreto la mano.
-Todos pensamos eso cuando nos enamoramos.
No supe que decir. El viento que golpeo mi cara, hizo que sintiera frío. Traía una sudadera, pero aun así...
-No fue tu culpa...
-Nadie tiene la culpa - murmure al aire. El apretón en la mano se hizo más fuerte.
-Calma... - la escuche decir. Tome aire y aspire lo más que pude. Claro, esto me causo un acceso de tos. Miyako solto una risita mientras se ponía delante de mí.
-Vamos al cine.
-¿Eh? Primero un helado y luego esto? No se supone que si metía la pata en la próxima...
-Venga, yo invito - me guiño el ojo.
-¿¿Invitarme? Ah, hala...es una broma verdad?

Sin embargo, la broma era cierta. Apenas reaccione cuando me entrego mi boleto en mano.
-Pero...tu...
-Que tiene de malo que una chica le pague un boleto a su acompañante?
-Nada...pero...?
-Ya se...jamás te han pagado el cine verdad?
-La verdad no.
-Chts, es que esta acostumbrado que las chicas no paguen, pero yo no me voy por ese sistema.
Asome una sonrisa a medias. De repente sentí un calorcillo muy agradable. De esos que cuando algo te sale bien.
-Ven, va a comenzar...
Asentí torpemente mientras entramos en la sala.

Por estar disfrutando el momento, no me dí cuenta que película habíamos entrado. Era Superman Regresa. Esta ya la había visto por mi cuenta, pero había tenido ganas de verla nuevamente.
-No la he visto - musito Miyako mientras las luces se apagaban - así que perdona sino te pregunte.
-Na, se disfruta - le guiñe el ojo. Ella me sonrio dulcemente.
-Entonces puedes ir por unas palomitas y refresco?
Yo solo aprete los dientes. Era demasiado pedir.
-Pero claro - ahora me guiña el ojo - después del intro.
Me quedo de una pieza. ¿Como rayos sabía ella que parte quería ver de la película?

Mientras escucho la famosa fanfarría que compuso John Williams y que tan magistralmente adapto John Ottman, miro de reojo a Miyako. Será un poco incomodo preguntarle como quiere las palomitas, pero dejo que la música me engatuse mientras veo los creditos y termino casí por brincar en el asiento. ¡Dios! ¡Llamenme subnormal, pero como me encanta esa melodía!
Finalmente pasamos a la parte donde Lex aparece. Entonces al volverme a Miyako, veo un papel que me enseña. Yo parpadeo y ella señala con la cabeza la salida de la sala. Tomo el papel extrañado y veo con asombro lo que iba a preguntar.
-Anda - murmura en voz baja - te espero.
Esta mujer no deja de sorprenderme...

La película transcurre entre comentarios y risas suyos. Le ha fascinado el nuevo actor, Brandon no se que rayos, como el nuevo superman, pero recuerda con nostalgia al fallecido Reeves. Le encanta la malicia de Luthor y casí llora cuando Superman es atacado por el villano. Ya había pasado por estos momentos con algunas chicas, pero no de la manera en que Miyako esta ahora. Sus emociones no dejan de cambiar con cada momento y sus frases son de lo más atinadas o disparatadas. No puedo evitar sonreír.
Entonces, en el momento en que Louise se despide de Superman, noto como ella toma mi mano. El apretón parece insignificante, pero a mi me deja ligeramente aturdido. Tal vez es la abstinencia del contacto femenino, o que estoy tan impresionado con su actitud, que le correspondo. Ella voltea a verme, con un gesto de sorpresa. Yo solo me encojo de hombros.
-Por el momento eh? - dice de repente algo pícara. Yo asiento. Ella sigue sonriendo y entonces suelta mi mano.
-Aprovechado - murmura por lo bajo. Yo suelto una pequeña carcajada.

Finalmente, los títulos finales. Las luces comienzan a encenderse, pero me resisto a moverme. Quisiera escuchar la música final, pero no se como pedirle ello.
-Te espero - me dice de repente - al fin, no tenemos prisa.
Nuevamente me quedo con la palabra en la boca...¿Acaso puede leer la mente?
-Y sí - se vuelve sonriendo - puedo leer tu mente!
Lejos de reírme, me quedo pasmado. Esta mujer comienza a asustarme...

Dicen que una experiencia puede ser traumante para toda la vida. Que tu infancia puede determinar toda tu vida posterior. Siempre creí que luego de tu adolescencia, ya nada podía sorprenderte.
Se los dice alguien que entro al mundo digimon, volvio como Kaiser y regreso como un digielegido.
Sin embargo, de camino a casa, con una amiga del brazo, aun me pregunto si esto es verdad.
Miyako Inoue siempre me había parecido una amiga impulsiva, algo loca, diría hasta excentrica. Mis recuerdos de ella se remontan a una adolescente desgarbada, muy delgada, lentes enormes y una pañoleta en el cabello. Nada atractiva se podría decir. Nada comparada a una hermosa joven de cabellos largos y lentes estilizados, y que tiene una sonrisa...
Eso no es lo peor, sino su personalidad. Parece conocer al dedillo cada uno de mis hábitos y costumbres. Como si fuera un libro abierto para ella. Algo que había descartado en una mujer desde hacía tiempo. Luego de mi último noviazgo, llegue a una conclusión: las chicas piensan demasiado en sí mismas y muy poco en los demás. Son generalmente seres egoístas y tratan de compensar su vanidad. Sí, un pensamiento bastante negativo, pero igual había conocido a las personas equivocadas.
Ahora me encuentro con esta mujer que parece lo opuesto de lo que he conocido. Esta al tanto de mis reacciones y de mi forma de ser como nadie más lo había estado. Sí, también es igual que me este portando egoísta, pero no puedo evitarlo. Por una vez necesito ser consentido, mimado...
Es natural. Ella es mayor que yo, por un año.
¡Dios. Me siento como un pervertido!
Pero...ella en una noche lo consiguio. Ahora siento que he podido descansar como el Creador manda.
-¿Pasa algo? - Miyako aprieta su brazo trás él mio - te noto pensativo.
-Ah no, nada - sonrio nerviosamente - solo repasaba el día. Me divertí mucho.
-Yo también.
-Espero no haberte quitado algo de tiempo
-Na...hice un espacio...tu despreocupate.
Yo solo asentí. Tengo 25 años. Si hubiera conocido a Miyako antes de tiempo, tal vez ahora no tendría tantos pensamientos negativos. Dios, yo soy más chico que ella.
Sí, un pensamiento un tanto traumante.
-Sabes el motivo por el cual te "obligue" a salir? - pregunta de repente. Yo me vuelvo a ella con curiosidad. Lejos de sonreír, solo mira seriamente al frente.
-Takeru me conto algunas cosas...
-Ese chismoso... - murmuro, pero Miyako me detiene.
-Él se preocupa por tí. Casí te matan la última vez y yo fui testigo de ello.
-Esta bien, disculpa mi reacción...
-A eso me refería - me sonríe - de repente parecíamos ver al viejo Digimon Kaiser
-Eh?
-Alguna vez no te dijeron que tu amabilidad podría lastimarte?
Me detuve. Esa misma frase me la había comentado Wormon hacía tanto tiempo.
-Parece que dí en el clavo verdad?
-Bueno - me frote el cabello - solo que no me gusta que las personas salgan lastimadas.
-A nadie, pero no es normal que te sobre esfuerces. Creo que las personas que elegiste anteriormente solamente querías ayudarlas no?
-Ciertamente. Son chicas que parecían tener problemas y...después se dio la situación.
Miyako siguio sonriendo.
-Tu misma amabilidad te llevo a las cosas.
-Hablas como si tuviera la culpa - digo algo resentido.
-La tienes en parte...pero no tienes la culpa de haber confiado en alguien.
Me detengo. Desde lo de mi hermano no me había puesto a pensar en eso.
La culpa.
En ese momento, ví a Miyako bajo una luz distinta. Su sonrisa bajo las luces de la ciudad me parecío...hipnotizante.
Mi mirada rapidamente recorrio su figura. ¿Desde cuando me parecía tan atractiva?
Y eso siguio a que mis tripas se sintieron de plomo de repente.
Un consejo para las chicas. Cuando una chica pasa de ser una amiga a un...prospecto, pues la situación cambia. Una amiga puedes ser tu mismo, pero a alguien que te gusta, todo es distinto. Te vuelves como un idiota por tratar de impresionarla.
Un momento ¿Ella me gusta?
MAAAALDITA SEA
¿Pero soy menor que ella? Algun problema con eso? Sí, para mí sí!
-Ken?
-Eh? - me detuve, pero con tan mala suerte que mi pie siguio la inercia y golpeo la pata de una banca del parque. Argh, ¿De donde había salido esa cosa?
-Ken, estas bien? De repente te fuiste de lado...
Ratas, pensé. Ya me había puesto idiota. ¡Ella es mayor!
-No es nada - masculle agitando el pie adolorido. Sí, ella era mayor, pero era perfecta para mí. ¿Acaso yo...?
Entonces de repente tuve un mal presentimiento. Cuando todo salía bien, algo salía mal. Era regla natural.
Y fue justo en ese momento que todo salío mal: el celular de Miyako sono.
-Ahh - saco el aparato y miro la pantalla del identificador. Una sonrisa que no le conocía (sí, de las millones que le he visto) aparecio.
-Es Ayumi!
-Ayumi? - masculle. Ella asintio mientras contestaba.
-Hola amor! - dijo alegremente. Momento, ¿Como que amor? - como estas? Sí, estoy cerca de mi casa...estoy acompañando a un amigo.
¿Amigo? ugh, eso fue peor.
-...Claro, no estoy haciendo nada malo. Sí, te veo en mi departamento, en unos minutos, vale?
Esa conversación tenía de todo, menos de algo de amistad. De repente las tripas que se habían vuelto de plomo, comenzaron a cobrar vida y se movían como gusanos por todos lados. Esa misma sensación de desazón tan bien conocida comenzo a recorrer mi cuerpo.
-Sí...te veo entonces. Te quiero!
Como en una pelea de box, ese fue el gancho del K.O. ¿¿¿¿¿Te quiero?
Entonces colgo mientras sonreía mirando el aparato.
-Ahh, perdona - dijo despertando de ese embelesamiento - pero era mi prometido.
-Prometido? - tartamudee como si la palabra se hubiera quedado atragantada.
-Sí, mi novio. Nos vamos a casar en 3 meses.
Un silencio se hizo presente en el ambiente. Sin embargo, en mi cabeza no dejaba de repiquetear una palabra.

Imbecil...
Y yo era menor que ella...

Fin del capítulo

Notas del autor.
Hace años que pasaron digimon 2.0 en televisión. Entonces hubo un personaje que al verlo, pense "este tipo merece un fic". Ese precisamente era Ken Ichijoji. Aun más, me parecio sorprendente como Miyako se quedaba al final de la serie con él. Como muchos, me deje llevar por la primera imagen que tenía de ella: torpe, voluble, etc. Sin embargo, mostraba algo que no tenía el resto de los digielegidos: bastante alegría.
Y habiendo tantas tristezas, eso parece extraño, porque reconoceran que la mayoría de los personajes de anime parecen salidos de una terapia de depresivos.
Luego de varios intentos, aquí esta un intento de tal, plasmandome através de la mentalidad de este digielegido. Admito que me divertí poniendome como un traumado, pero no tienen ni idea por lo que pasa por la mente de un hombre cuando le gusta una chica. Este será un fic relativamente corto (2 a 3 capítulos) y si se preguntan, no se si será feliz, depende del momento en que lo escriba, jeje.
El título del fic viene de un tema instrumental del Soundtrack de Rurouni Kenshin: Starless. Para los amantes de este tipo de música, notaran como el principio de la tonada es triste, pero conforme avanza, aparece un "allegro" muy interesante.
Para ejemplo, una escena de la serie donde se escucha, es cuando Kaoru esta deprimida porque Kenshin se fue. Sin embargo llega Megumi y la regaña, dandole ánimos. Al final, Kaoru recupera su ánimo y decide ir en busca del espadachín a Kyoto.
Ahora que lo pienso, el comentario del "intro" de Superman me parecio un comentario frikie, pero vamos, que la música instrumental es mi pasión U. Nos vemos en el siguiente episodio.