Digimon fanfic
"STARLESS"
por Ivan Emiliano Altamirano
Advertencia: Todos los personajes en este fanfic son propiedad de...Akiyoshi Hongo, así que nada de demandas.

Capítulo 2: Corazón parchado


¿No les ha pasado que al momento de salir de un embrollo y crees que todo va bien, todo se va al demonio en un instante?
Bueno, eso me ocurrio hace unos 3 meses más o menos. Entonces yo estaba saliendo de una relación altamente destructiva, donde casí me muero en un par de ocasiones.
A la vez una amiga aparece y te anima, te echa porras, ya sabes, te dice que eres un chico y tu ex es una idiota consumada.
Tal vez por el dolor o por el despecho, quien sabe notas que esa amiga, esa tierna y alocada amiga de la infancia, de repente crecio. Tiene curvas allí y alla. Usa un perfume que te deja medio idiota cuando lo hueles y te entiende como nadie.
Sí, te gusta, es la chica ideal de repente y todo lo vuelves a ver en rosita en lugar de un apañado gris.
Pero como todo, hay un pelo en la sopa: te enteras que esta comprometida...
Para darse un tiro ¿No?
Eso estuve a punto de hacer esa noche luego de dejar a Miyako en su casa. Lo único que me salvo fue una botella de whisky. No digo que halla tomado hasta morirme de borracho, sino cuando disponía a usar mi revolver en mi cabeza, la central solicito mi ayuda, porque había habido un ataque al digimundo, por parte de algunos amantes de la bebida.
Ya saben el resto, el tiroteo, la sangre, las balas. Takeru tuvo el infarto de su vida al verme avanzar como un ranger o un swat enmedio del enfrentamiento. Lo gracioso es que yo no usaba chaleco antibalas.
Fui un héroe esa noche, pero Takeru me suspendio del servicio por "agotamiento". Un eufemismo para referirse a mi locura temporal.
No hay que ser tan inteligente para ver que yo me había enamorado de Miyako y ahora tenía el corazón quebrado.
Como buen amigo (o mal amigo, no se) él tomo sus vacaciones y decidio pasar conmigo el mayor tiempo posible. Agradezco que sea tan buen camarada, pero prefería la compañia de una mujer, saben a lo que me refiero.

-Porque no me dijiste que Miyako estaba comprometida? - murmure con rencor
-Porque jamás pense que fueras a enamorarte de ella. Y pregunta otra cosa, vienes con eso desde que vinimos aquí
-Pudiste advertirme, estaba vulnerable - suspire
-Sigues vulnerable, por eso te suspendí.
-Y por eso estoy aquí en las montañas, pescando contigo? - dije señalando el lago y la barcaza donde estabamos desde hacía 3 horas. ¡Maldición! Porque los peces picaban solo en la madrugada! - Debería estar arrestando personas!
-¿Arrestando? Querías suicidarte!
-Y eso de paso.
Takeru bufo mientras movía su caña.
-Podrías callarte, los peces no pican por tu mal genio
-No, dejame desquitarme - musite viendo mi caña - tu me trajiste aquí, ahora te aguantas.
-Ken, estas demente? Pudiste matarte en serio!
-Takeru, mi corazón esta roto, que más da?
-¿Ahora saldrás como poeta barato?
Me negue a contestar. Odiaba la poesía.
-Ken, no es tu culpa tener esta suerte.
-¿Quien se esta culpando? - murmure.
-Tú. Sino, estarías odiando a Miyako.
-Miyako no tiene la culpa. Ella merece ser feliz.
-Sabes que tu amabilidad es chocante.
-Sí, ella misma me lo dijo, pero así morire.
Takeru resoplo. Entonces su caña comenzo a moverse.
-Momento, momento, pico uno!
Yo me volví y con un movimiento tire su caña al agua. Takeru parpadeo.
-Porque hiciste eso?
-Ahora estoy mejor...
Lo siguiente que ví fue como mi amigo me quería estrangular vivo mientras trataba de mantener el bote de pesca sin voltear...

Vale. Me porte como un idiota, pero entonces no sabía que hacer. Luego de caer al lago y nadar por mi vida, con un tiburón rubio trás mi cuello, me dí cuenta de muchas cosas. Ultimamente había dependido demasiado del cariño o de la atención de otras personas, en especial de una pareja. ¿Donde había quedado el orgulloso Ken Ichijoji, gran Kaiser Digimon, que se movía por sí solo?
Ni idea. Aunque esa peluca que usaba jamás me había gustado. Cuestión de enfoques.
Admito que no es un buen recuerdo, pero entonces me sentía tan seguro de todo.
Llegaron los chicos, nos hicimos amigos...conocí a Miyako, je.
Sin embargo, aun en el fondo guardaba mucho rencor hacia el mundo, hacía mi mismo. Pero ya sabes, crees que lo sabes todo pero en realidad eres un traumado de primera.
Quizás al tener mi primera novia, había plasmado mi inseguridad y la tristeza de tantos años en una persona. Y al perderla, solamente busque alguien que la sustituyera, sin fijarme en quien fuera.
Seguro Osamu jamás hubiera dejado que algo así le pasara...o peor, me hubiera regañado por mis idioteces.
Osamu...ya hacía tiempo que no lo había ido a visitar

Ahora, justo frente a su tumba, estoy recordando todo esto. Curiosamente, la terapia de Takeru dio resultado. Luego de esas vacaciones en el lago, me sentí mucho mejor. Como si hubiera dejado en el agua todo ese peso, esas culpas.
Pase las siguientes semanas, concentrado de lleno en mi trabajo. Rapidamente ascendí de un simple sargento a teniente de mi unidad y Takeru, ahora lucía la insignia de capitán.
La vida parecía normal nuevamente...

-Disculpa Osamu - musite al hincarme frente a su tumba - volví a comportarme como un chiquillo.
Con respeto deposite un ramillete de flores y cerre los ojos.
-Takeru tenía razón, sabía te encontraría aquí.
Parpadee y me volví hacia el origen de la voz. Una cabellera pelirroja se distinguía entre la gorra de los Yankees de Nueva York. Alguien inconfundible.
-Daisuke!
-El mismo que viste y calza - me guiño el ojo mientras se acercaba y me daba un fuerte abrazo - Ken, hermano! Tanto tiempo!

La tarde la pase con el buen Daisuke, charlando en un café del centro de la ciudad. El había regresado luego de un largo viaje por los Estados Unidos, donde había estado promocionando una línea de comida rápida, con bastante éxito.
La platica iba muy bien y entonces, cometí el error de preguntarle porque había venido a Japón tan repentinamente.
-Pues ya sabes, Miyako va a casarse y estoy invitado.
No es que me doliera como antes, pero si sentí una punzada en el pecho al escuchar eso. Daisuke parecio notarlo y sonrio.
-Veo que aun la extrañas.
-Como sabes eso? - pregunte de manera paranoica.
-Takeru me dio detalles - murmuro mientras bebía de su taza de café.
-Takeru se esta convirtiendo en hombre muerto sabes? - dije con cierto rencor
-No seas tan drástico, esta preocupado por tí y como somos tus mejores amigos, estamos al tanto de lo que pasa.
-Mientras Hikari no lo sepa...ella se pasa los chismes a Miyako.
Daisuke solto una risotada.
-Naaa, no he tenido tiempo de hablar con ella.
-Hmmm, pense seguían siendo pareja.
-Jamás lo fuimos, además, ahora tengo a Ilya - musito mientras sacaba su billetera y mostraba la foto de una guapa rubia de ojos castaños - ella es mi amorcito!
No pude evitar sonreír. Al menos alguien le iba bien en el amor.
-La conocí durante mi promoción en el Este de EUA. Tal vez deberías acompañarme y conocer algunas chicas, son realmente monas.
-No gracias - rechace la oferta con un gesto de la mano - por el momento estoy bien así.
-Así olvidarías a Miyako.
-Ya la he olvidado
Daisuke entrecerro los ojos.
-Tu gesto me dice que no
-Ok, en realidad la amo y desearía secuestrarla de su boda - comente en tono sarcastico. Daisuke sonrio.
-Lo ves? Esa es la actitud.
-Olvídalo - suspire - y cuando es su boda?
-Pasado mañana, ya tienes invitación?
-No, y si recibo alguna, no pienso ir.
-No que la habías olvidado?
-No me refiero a eso - sonreí - si voy, ustedes seguro querrán que baile con ella o le estampe un beso enfrente de su prometido.
Daisuke puso cara de tristeza.
-Como sabias?
-Los conozco, los conozco...y no pienso pasar verguenzas y ella tampoco. Merece ser feliz.
-Sería muy feliz a tu lado sabes?
-Cuestión de opiniones...como es su prometido?
-Un buen tipo, pero no se...no se. Vamos, animate a secuestrarla
-Daisuke...
-Vale, cuando comienzas a hablarme por mi nombre significa que debo calmarme, no?
Yo asentí.
-Deseale lo mejor de mi parte a Miyako, vale?
Daisuke asintio, con un gesto de derrota en la cara. Sí, era mejor no asistir...

La noche antes de la boda, me encontraba en casa arreglando mi departamento. Hacía tiempo no pasaba limpieza.
Entre las cosas que decidí tirar, eran los "regalos" o presentes que me habían dado mis viejas relaciones.
Generalmente uno siente dolor al tirar esto, pero para mí significo una liberación. Tarjetas, cartas, detalles así, fueron a dar al incinerador del edificio. Los peluches decidí no tirarlos, simplemente guardarlos en una caja y luego donarlos a alguna caridad. Los niños los disfrutarían más que yo.
-Años van y vienen - murmure mientras echaba la última carta al fuego. De repente me había hecho poeta y eso no me gustaba, así que tan pronto ví que la carta se hacía cenizas, me dirigí a mi departamento a poner algo de acción...

-En nombre del Senado Galáctico, esta bajo arresto Canciller
-Me esta amenazando maestro Jedi?
-Eso lo decidira el Senado...
-YO soy el Senado.
-Aun no...
-Es traición entonces...

El grito de Palpatine al atacar a los Jedis hizo que me emocionara nuevamente. Ya había pasado un año y medio desde su estreno y aun me emocionaba esta película. Lucas era todo un genio.
Justo cuando el Emperador se cargaba a los dos primeros Jedis, sono el timbre.
-Quien rayos puede ser en este momento? - me levante algo frustrado. El timbre volvio a sonar - sí, ya voy, ya voy...
-Ken?
Me pare de golpe. Esa voz...no podía ser.
Rapidamente abrí la puerta y una visión del Valhalla llego a mí: Miyako con un precioso traje de noche, me miraba de manera ansiosa.
-Buenas noches - musito suavemente. Su saludo hizo que dejara de verla ya sin ropa...hey! No soy un santo! Ella había sido la protagonista de muchos de mis sueños y no todos eran con campos de florecitas.
-Hola - hice un esfuerzo para no tartamudear - como has estado?
-Bien, puedo pasar?
-Claro, claro, estas en tu casa - murmure apenado. Ella asintio. Sin embargo, algo parecía extraño. Generalmente era muy expresiva y ahora se notaba muy seria.
-Te ofrezco algo?
-No, estoy bien así - me volvio a mirar como lo había hecho en el umbral de la puerta y lo solto a bocajarro - es cierto que no vas a ir a mi boda?
Solo atine a apretar los dientes. Ese chismoso de Daisuke.
-Quien te dijo eso? - pregunte a modo de defensa. Ella fruncio el entrecejo.
-No trates de cambiarme la pregunta, porque no vas a ir?
Maldición. Me conocía demasiado bien.
-Bueno - masculle - tengo algo importante que hacer mañana.
-Algo mañana? Más importante que mi boda?
No se si fue por el despecho de hacía meses o por el momento donde un Sith se cargaba a los Jedis, pero respondí de una manera que no solía hacerlo.
-Acaso crees que todo gira sobre tí? - cuestione - también tenemos cosas que hacer.
Al terminar la frase me mordí la lengua ¿Que rayos había sido eso?
Miyako parecio sorprendida un momento, pero luego sus ojos parecieron apagarse y miro hacia el suelo.
-L-Lo siento - suspiro. Trague saliva apenado.
-No, perdona...es que...
-Esta bien Ken, también mi actitud no fue la mejor. Vine porque estaba molesta porque lo que me dijo Daisuke.
-Él no tenía que contarte eso.
-Claro que sí, con todo esto de la boda, ni siquiera invitación te había dado - entonces saco un sobre de su bolso - pero es que los votos, el sacerdote, la comida...todo se me fue de la cabeza de repente.
-No te preocupes - tome la disculpa de Miyako como un buen signo - es natural.
Ella sonrio levemente.
-Eso me agrada de tí...siempre pareces entenderme.
Yo solo sonreí. Si ella supiera que puede hacer eso y mucho más conmigo.
-Entonces vendrás a mi boda? - pregunto. Yo solo hice una mueca. Pense el tema ya lo habíamos pasado.
-No - dije tercamente - tengo cosas que hacer
-Vaya - parecio desilucionada - yo quería que tú...digo todos estuvieran allí.
-Bueno - me volví tratando de evitar su mirada de cordero a punto de ser atropellado - lo siento, en serio.
-Ken, en serio que no hay otro motivo aparte de esos "asuntos"? Takeru va a ir y pidio días.
-El es mi jefe, puede darse ese lujo, no yo.
-Si hablaramos con él, tal vez...
-Miyako, no pienso ir - me acerque al estereo. Necesitaba música o mi resistencia se iba a romper. No era el momento para decirle que la amaba, no a solo 24 horas de su boda.
-Ken, porque?
-Tengo motivos, ok? - me volví un tanto fastidiado - por favor, no puedo decirtelo.
Ella abrio la boca como para insistir, pero guardo silencio.
-Como quieras... - dijo a media frase. Yo solo suspire y encendí el aparato reproductor por inercia. Cuando me acorde, seleccione una canción sin querer.

Es curioso como el destino a veces mete su patota para decir algo que no quieres comentar.

Fuego en el Fuego
Son tu ojos dentro de mí
Cuando te veo
Se que entiendo todo de tí
Que es lo que quieres tu de mí
Que es lo que buscas tu en mí
Dejas tu huella en mi corazón
Yo te siento así..ohh

Quiero morirme
En tus labios desvanecer
Quiero sentirte
Cuando tu pecho se va a encender
Como dos pequeños volcanes, quiero sentirlos en mis manos
Donde tu instinto, se une a mí
Encontrarnos allí
Y la salvación vendrá

La noche es casí perfecta
Disfrutaremos la vida, los dos
Porque estamos buscando amor
Y no esperar
Es la emoción más directa que hay, más no será infinita
Porque somos fuego en el fuego
Y estamos quemandonos...

Fuego en el fuego
Esta pasión, la tuya y la mía
Es casí un juego ya
Mezcla de música y fantasía
Hace subir las emociones
Todas las sensaciones
Sube hasta el sol y caigo por tu piel, lo más dulce que hay
La salvación vendrá

La noche es casí perfecta
Disfrutaremos la vida, los dos
Porque estamos buscando amor
Y ya no esperar
Es la emoción más directa que hay, más no será infinita
Porque somos fuego en el fuego ya
Y estamos quemandonos...

Abrazado a tí
Llenare mi piel de tu calor latino
Yo te sentire, así, te sentire

La noche es casí perfecta
Disfrutaremos la vida, los dos
Porque estamos buscando amor
Y no esperar
Es la emoción más directa que hay, más no será infinita
Porque somos fuego en el fuego
Y estamos quemandonos...

Guarde silencio durante toda la canción. Tal vez no podía decirle a Miyako lo que sentía, pero me conformaba con esto. Ella iba a casarse, a ser feliz...muy feliz y yo no podía negarle todo eso.
Tome aire y me volví tratando de aparentar naturalidad.
-Que opinas Miyako? - sonreí pero la visión que obtuve me dejo paralizado. Mi amiga miraba hacia el suelo, sin embargo, un atisbo de sonrojo asomaba a sus mejillas.
-N-No sabía que escucharas eso - mascullo. Era mi imaginación o ella se había apenado con esta canción?
-Bueno, Eros Ramazotti me agrada - me sente a lado de ella. Note como se movio un poco alejandose de mí. ¿Que rayos estaba pasando?
-Ya veo - se levanto - sabes, tengo que irme, mi prometido puede preocuparse.
-Claro - me rasque la barbilla - que tal si te acompaño a comprar algo...tu regalo de bodas, por no ir al menos
-No, no me compres nada.
-Eh? - parpadee sorprendido. Ella se volvio hacia furiosa
-Ken! No me des nada! - tomo su bolso y se dirigio a la salida. Me quede en shock, pero reaccione y justo cuando iba a abrir la puerta, me interpuse.
-Miyako, que rayos te pasa? - le pregunte. Entonces antes de que dijera algo más, se inclino hacía mí y me beso.

...sí...me beso...

Cuando una chica te besa de sorpresa no pasa lo que describen en las novelas. Ya que apenas te das cuenta de que unos labios estan sobre los tuyos, lo siguiente que ves es como la persona que te lo dio, o esta corriendo, o solo te mira expectante.
En mi caso, solo escuche cuando la puerta se cerro de golpe.
En ese momento sono mi celular. Casí como automata, me dirigí hacia él y conteste.
-Bueno...?
-Y bien? Te beso?
-Daisuke! - grite - como rayos!
Solo escuche la carcajada de mi mejor amigo...

Bien, había concentrado 3 meses de mi existencia a olvidarme de Miyako. Lo había logrado con creces y hasta pense que el celibato sería una buena opción a futuro.
Sin embargo, lo que hizo esa mujer fue tirar todo mi trabajo a la basura. Ahora solo recordaba el contacto de sus labios sobre los míos y la sensación de preguntarle porque rayos había hecho eso...y claro, estamparle un beso en esos preciosos labios suyos.
El detalle que me impedía saciar mis instintos era que se casaba hoy mismo. Como sospechan, no pegue ojo en toda la noche y me sentía de la vil patada. Al menos tenía una excusa perfecta para no ir a la boda.
Claro, Takeru y Daisuke pensaban distinto.

-Tienes que ir! - exclamaba el moreno agitando las manos - debes detener eso! Como en las películas!
-Dai, no soy un bandolero con pistola en mano.
-En realidad si tienes una pistola - sonrio Takeru. Gruñí por lo bajo mientras me concentraba en cambiar los canales del televisor.
-Ken, es en serio! Miyako se casa con la persona equivocada.
-Por lo que escuche, el tipo es apuesto, rico, carismático...no creo sea la equivocada - musite mientras seguía recorriendo los canales. ¿Porque ahora me parecían tan pocos?
-Ken, tu quieres a Miyako, no puedes dejarla ir
-Claro que puedo - mire a Takeru, que lucía un tuxedo - ahora sino se dan prisa, van a perderse ustedes también la boda.
-Lo sabemos, por eso vinimos para llevarte.
-Chicos - murmure con mi tono más serio - en serio, no voy a ir. Miyako no se porque hizo eso y no me interesa saberlo.
-Claro que te interesa saberlo! - exclamo Daisuke - pero...
-Será mejor decirle
-Decirme que?
-Pero Takeru, tu siempre me decías que no le comentara nada.
-Comentar que?
-Sí, sin embargo, esto es una situación desesperada.
-A ver, que rayos murmuran entre sí! - explote - que se supone no debo saber?
Daisuke tomo aire
-Miyako siempre ha estado enamorada de tí.
Ok. Por algo no me querían decir. Yo solo me quede con la boca abierta.
-No, no lo creo - masculle. Takeru suspiro.
-Por eso no queríamos decirte. No lo crees.
-Pero...es imposible...ella...
-Miyako esta enamorada de tí desde que eran niños.
-No...no puede ser - me deje caer en el sofá - pero jamás me dijo nada!
-La razón es que tu eres un distraído y algo cabezota - comento Daisuke. Yo puse cara de "que". Takeru enarco una ceja.
-Es decir, jamás te diste cuenta como te miraba? Tampoco quien estaba al pendiente de tí?
-Eso no es cierto, si fuera así, mis cumpleaños o san valentínes hubieran...momento...ella...
Mis dos amigos me vieron como si esperaran que algo en mi cabeza se encendiera.
Y así fue. En realidad siempre recibía algo en san valentín o en mi cumpleaños. Un pastelito o una tarjeta. Claro, siempre firmada por todos mis antiguos amigos, desde Taichi hasta Mimi.
-Entonces...ese presente...?
-Verás, Miyako siempre unos días antes, iba con nosotros y cada quien firmaba o cooperaba.
-Inclusive contactaba a Mimí en Estados Unidos...para que no te sintieras solo.
-Pense lo hacían entre todos.
-Sí, lo hacíamos, pero la que iniciaba todo era Miyako.
-Y algo más, ella hablo con tus dos ex-novias.
-Hablo con ellas? - dije alarmado - porque?
-Al principio igual nos escandalizo, pero hablaba más como una hermana mayor. Sin embargo, sus intenciones siempre fueron otras - sonrio Daisuke - quería verte feliz.
-Y entonces porque rayos no me dijo nada!
-Porque pese a todo, Miyako no se tiene confianza en tí misma. Mírate Ken, fuiste el niño prodigio en la primaria, secundaria y preparatoria. Campeón 3 veces en el torneo interescolar de futbol, aparte con una maestría en historia e hiciste una carrera en..
-Ya, ya - agite las manos - deja de presumir mi curriculum Takeru! Miyako es una gran doctora! Y es mayor que yo!
-Tienes un problema con la edad sabes?
-Prueba salir con alguien mayor que tu
-Ella lo sabe - Takeru nos interrumpio - pero cree que no es suficiente...para tí.
Yo solo enarque una ceja.
-Que! Pero si no he conocido mujer mejor que ella!
-Los 3 sabemos que Miyako es una gran chica, pero que hacer, ella es tan necia como tú
-Cuidado con lo que dices - gruñi. Daisuke comenzo a reír.
-Sobreprotector no?
Yo me sonroje apenado. Eso se me había salido sin querer.
-Entonces, vienes a detener la boda?
Me quede mirando a la lejanía un momento y suspire.
-No, tienen que dejarla.
Takeru y Daisuke me miraron como si me hubiera vuelto loco.
-Te lo dije! - Takeru se volvio a Daisuke - por eso no había que decirle! Sabía saldría con una estupidez!
-Oye, eso no es gracioso
-Es que es cierto...ahora que argumento vas a sacar?
-Si Miyako me quisiera, estaría aquí conmigo y no alla, en la iglesia.
Mis dos amigos iban a abrir la boca, pero se detuvieron.
-Lo ven? miren - me deje caer en el sofá rascandome la cabeza - suena muy bien eso que Miyako me halla querido por tanto tiempo, pero tuvo su oportunidad. Justo ayer y no quiso quedarse.
-Tal vez si hubieras insistido...
-No, no es eso! - exclame molesto - el problema que tuve en mis dos relaciones anteriores fue eso! Yo tenía que insistir, pelear!
-Ken, no es momento de portarse como un egoísta!
-Espera Daisuke, tiene razón
-Como?
Mire a Takeru. Este se cruzo de brazos y suspiro.
-Es un buen argumento, lo admito
-Eh, no entiendo...
-Daisuke, porque no seguiste con Hikari?
El aludido parpadeo y luego sonrio nerviosamente.
-Bueno, las cosas no se dieron, es todo. Estoy feliz ahora con Ilya...es todo.
-Y la chica te siguio a Japón verdad?
-Sí, es maravillosa...momento...a eso se refieren?
Yo asentí.
-Sonará egoísta, pero ya no quiero tener relaciones así. Si alguien esta seguro de sus sentimientos, se esforzara al máximo por ello.
-Ken, pero tu quieres a Miyako, no?
Asentí ferviemente.
-Claro. La adoro - aprete los puños sobre mi mandibula - pero si ella puede ser feliz con esa persona, no quiero entrometerme.
-Tu puedes hacerla feliz...
-Eso no depende de mí - finalice - depende de ella.

Minutos después, me encontraba solo en el departamento. Takeru y Daisuke habían partido con rapidez, porque la boda estaba por empezar. Luego de lo que dije, ya no replicaron. Simplemente se despidieron. No se si ambos lograron entender lo que quería decir, pero que importaba? Ahora estaba solo nuevamente y era mejor las cosas así. Igual pasaría así el resto de mi vida...
Por un momento pense en tomar mi chaqueta y salir corriendo a la iglesia, pero no valía la pena.
-Debo controlarme - me levante hacia la habitación. De repente tenía un dolor de cabeza horrendo y el cansancio de la noche de insomnio comenzaba a pesarme.
Llegue a mi alcoba y desconecte el teléfono y el celular. Necesitaba dormir...sin molestias...

Se que soñe con ella. No puedo recordar el sueño, pero se que ella estaba en él. Eso lo dice la tonta sonrisa que muestra mi cara y esa sensación de alegría que llena mi pecho. Sin embargo, al abrir los ojos, solo ví las luces de la ciudad por la ventana de la alcoba que estaba sumida en la oscuridad ¿Cuanto había dormido?
-¿Que hora es? - pregunte adormilado. Me volví a mi reloj despertador y ví los brillantes números en rojo.

11:35 pm...

-Vaya...dormí bastante - suspire triste - ...ya debe estar casada...
Entonces me volví hacia el teléfono y lo conecte, igual mi celular. No llevaba ni un minuto encendido, cuando comenzo a sonar
-Bueno, bueno - salude algo apenado.
-Ken! - era la voz de Daisuke - al fin te encuentro! Te marque como 4 veces!
-Perdona, me dormí un buen rato y apenas encendí todo...como estuvo la boda?
-No hubo boda..
-Eh? - parpadee - como que no hubo boda!
-Miyako no se presento.
Por un momento no supe que responder.
-Como que no se presento?
-No! Lo peor es que fue un accidente! La limusina que la transportaba, se accidento!
-Que! - grite - y ella esta bien?
-Eso es lo más extraño, cuando nos avisamos, los paramédicos no encontraron a la novia! Parece que escapo...
En ese momento se escucho el timbre de la puerta.
-Espera, alguien llama, voy a ver...
Me dirigí rapido hacia la puerta aun con las palabras de Daisuke en la cabeza. Ella se accidento pero no estaba. ¿Donde rayos se podía haber metido?
La respuesta llego a mí.
Una preciosa joven, con un enorme vestido de novia, estaba en mi puerta...y con un hilillo de sangre recorriendole la sien. Sin embargo, esa sonrisa no se había apartado de su rostro.
-Que tal Ken? - me saludo, antes de desplomarse en mis brazos. Aturdido, solo escuchaba la voz de Daisuke por el celular...

Fin del capítulo

Notas del autor.
Ya se esta volviendo un cliche en todos mis fics donde al menos uno de los protagonistas ve algo de Starwars o comenta al respecto. Digan lo que digan, es una serie de películas estupenda.
Ahora, seguro muchas se preguntaran las decisiones o las actitudes de Ken y porque no hizo la típica escena donde nuestro protagonista corre por su adorada rumbo a la iglesia, enfrentandose a ninjas y asesinos profesionales o teniendo accidentes chuscos al por mayor. Para empezar quise hacer algo distinto y segundo simplemente Ken se mostro más inteligente que el promedio. ¿Es ser inteligente dejar a la persona que te amas? En cierta medida sí, porque Ken no esta seguro de amar a Miyako. Recuerden que él se fijo en ella cuando apenas salía de una relación. Cuando uno esta en ese estado, bastante vulnerable, hasta el más feo o fea, nos parece nuestra media naranja. Lease, un clavo saco otro clavo y muchas veces no es la mejor opción, uno termina mucho peor por solo llenar la "soledad" del corazón. En otro aspecto, nuestro protagonista también quería cambiar el rumbo de sus relaciones. Aunque no lo dice, él ve sus viejos amores como batallas en las cuales peleo y al final perdio. No esta preparado mentalmente para otra (no por el momento) y aunque suene egoísta, él necesita alguien que le apoye, que haga una diferencia. E ir a darse de golpes con el prometido no es cualquier cosa. Al final, Ken se sentiría nuevamente cansado y quería demasiado a Miyako para hacerle pasar traumas.
En fin, mi padre tiene razón, debí ser psicológo, no médico XD.
Ya para acabar estas notas, la canción de este episodio es "Fuego sobre el Fuego" de Eros Ramazotti. Ya saben niños, excelente para seducir a una chica a media noche ;).
Nos vemos en el siguiente episodio...