Siguiendo con el día normal de Seth, ahora se movió a la aldea humana, más que nada lo que necesitaba tratar ahí era unos asuntos con Keine debido a que los niños se habían animado con el anterior juego que hicieron la vez que llegó a enseñar, así que llevaría a la profesora y protectora de la aldea, varias ideas al respecto que podría ejecutar durante sus clases al aire libre.

- Eres amigo de varios peces gordos, realmente has hecho una gran presencia en Gensokyo. – Expresó Aya, apuntando todo a su libreta. – No creo que te falte protección en este mundo y, por si acaso, no es que la necesites realmente.

- Solamente he actuado como siempre, que tengan interés en mí es algo intrínseco, no buscaba llamar la atención.

- Eres demasiado modesto.

En poco tiempo llegaron al pueblo humano, claro que en la entrada hubo ese problema con el guardia debido a la llegada de Aya, la entrada de youkais no era algo precisamente bienvenido, más que nada en medio del día, pero Seth aseguró que no haría nada y que era su acompañante, además irían a ver a Keine que protegería de cualquier cosa. Ya entonces avanzaron por el camino hasta estar cerca de la escuela, ahí fue que observó por la ventana y estaba dando clases.

- Debemos esperar un rato. – Señaló el pelinegro. – Mientras estés a mi lado, no debería suceder nada o que te saquen por ser una tengu.

- Eso lo sé, igual vendo mi periódico aquí en la aldea humana, por lo que de vez en cuando puedo venir y entregarlo, pero hasta ahí, no tengo muchos problemas conque no venga de forma frecuente. – Se hundió de hombros.

Al poco tiempo Keine ya salió para hablar con el pelinegro, aunque la presencia de Aya la puso en alerta.

- Descuida, vino a hacerme un artículo para su periódico.

- Sabía que llegaría un momento así… - Soltó un suspiro. – Bueno Seth, como el juego ese de quemados que hiciste hace meses fue un éxito grande entre los alumnos, desean probar otros juegos que tengas en mente.

- Descuida, los apunté todos en esta libreta, incluidas sus reglas y materiales como pelotas y demás. – le pasó el cuaderno. – Las pelotas y todo te lo daré después.

- Gracias, seguro a los niños les gustará bastante jugar todo esto, aunque ojalá no sea nada peligroso, no quiero que se lastimen.

- Descuida, solo hay un juego así, no sé si desees que jueguen fútbol americano, es un juego de tacleadas pero no tan fuerte y usan protección mayormente.

- Espero que en esos momentos estés conmigo para supervisarlo… esta cosa de arbitro no es que sepa realizarlo tan bien como tú.

- Antes veía todos los deportes posibles en mi anterior mundo, créeme que soy experto. – Se señaló con el dedo. – Buena suerte con las clases y cualquier cosa, sabes donde contactarme.

- Claro, gracias de nuevo Seth por la ayuda. – Sonrió la peligris. – Que esa tengu no te moleste demasiado.

- No lo estoy molestando.

- No es una Paimon. – Respondió el pelinegro aunque ambas no entendieron a qué se refería. – Chiste local, como decía, nos vemos.

- Nos vemos Seth. – Ya entonces tomaron otro rumbo, Aya seguía viendo con interés las relaciones que el pelinegro formaba con todas las chicas que había conocido y estas no tenían ni un solo problema ante su presencia, era simplemente interesante para ella el que cuente con personalidades poderosas como sus amistades, en ese momento que iban a salir, el pelinegro vio una figura que reconoció.

- Youmu.

- Seth-san. – La chica mitad fantasma fue a saludarlo. - ¿Tienes asuntos en la aldea?

- Acabo de terminar, parece que estás viniendo.

- Sí, Yuyuko-sama me envía de compras, ella no puede aguantar mucho sin que haga comida. – Soltó un suspiro. – Siendo un espíritu y que tenga ese apetito.

- Servir a tu ama debe ser pesado.

- Ni lo digas. – Se hundió de hombros. – No solo soy la jardinera, hago casi todo el trabajo pero no me quejo, Yuyuko-sama es muy amable conmigo, aunque en ocasiones se pase con su actitud infantil… - Desvió la mirada.

- Puede que algún otro día pegue con una nueva visita y si necesita comida, ya estoy ofreciendo diariamente a Reimu, hacer una ración más para Yuyuko no sería problema.

- Lo aprecio totalmente Seth. – Hizo una reverencia. – Realmente me has ahorrado bastantes molestias, eres un joven muy agradable.

- Pues en apariencia se podría decir que tenemos casi la misma edad, no soy tan joven.

- Solo es un decir. – Respondió con una sonrisa. – Mejor sigo mis compras, hasta pronto Seth. – Y se retiró.

- Incluso tienes amistades en el inframundo, tus poderes son asombrosos. – Exclamó Aya.

- Solo es una amistad, nada del otro mundo.

- Y te infravaloras demasiado, eres todo un misterio. – Seth solo desvió la mirada y se fue volando para ir al siguiente destino, siendo la mansión de Remilia. Al sobrevolar el lago y llegar a la entrada, nuevamente estaba Meiling durmiendo y flojeando como siempre, pero no era la única, una figura estaba saliendo de la ventana y con ese sombrero de punta reconoció quien era.

- Marisa. – La bruja rubia se sobresaltó.

- … Eres tú Seth, no mes asustes así-ze.

- Te atrapé con las manos en la masa ¿de nuevo estás robando libros de Patchouli?

- No es robar, solo es un préstamo… uno que durará unas cuantas décadas-ze – Expresó con una sonrisa nerviosa, claro que él no se tragó el cuento y extendió su mano. - ¿Qué haces-ze?

- ¿Qué más? Dame esos libros, se los llevaré de regreso.

- No puedes hacer eso, son ejemplares que nunca vi, debo de tenerlos-ze. – Los abrazó contra su pecho de forma recelosa.

- No me obligues a quitártelos o en su defecto iré a despertar a Meiling y que ella llame a Sakuya, no querrás enfrentar su ira. – En eso ella se puso pálida.

- T-Todo menos eso, esa maid es peligrosa-ze. – Expresó con temor, el pelinegro enarcó una ceja.

- So ya sabes en lo que te metes, no lo hagas más complicado y dame los libros. – En ese momento Marisa tenía un debate interno muy complicado, no quería darle los libros pero el pelinegro haría cualquier cosa con tal de recuperarlos, estaba totalmente acorralada.

- … Tú ganas, tómalos, aprecio estos libros pero mucho más mi vida-ze. – le otorgó los libros, Seth asintió.

- Bien… dame el que falta. – En ese momento la rubia chasqueó la lengua y sacó otro libro bajo su falda.

- Pensé que no te darías cuenta-ze… - Expresó por debajo. – Pero créeme Seth, esto no me detendrá, vendré otro día a tomarlos y no estarás ahí.

- Y siempre Patchouli me llamará para que le haga el favor, pero supongo que los viejos hábitos nunca mueren. – Soltó un suspiro. – Nos vemos.

- Claro-ze, hasta pronto Seth. – Y la bruja se fue volando.

- Nunca cambiará…

- La bruja humana pudo ser domada por nuestro residente más reciente, esto es inédito. – Aya siguió apuntando todo.

- No es necesario que pongas eso.

- Sí lo es, ella roba todo lo que pueda, así que saber de alguien que puede detenerla es noticia candente. – Mientras volvieron a la entrada, con Seth sosteniendo los libros, agitó el hombro de Meiling, despertándola.

- ¿Eh? ¿Qué? Juro que no estaba durmiendo. – Despabiló al ver al pelinegro. – Seth, eres tú y… ¿Qué haces con esos libros?

- Marisa. – Resumió en pocas cuentas. – Por dormir no te diste cuenta.

- Pasó del nuevo… - Soltó un suspiro. – Sakuya volverá a regañarme por permitir que entrara.

- Yo le devolveré los libros a Patchouli porque igual tengo asuntos pendientes con Remilia, si puedes abrir.

- Claro. – Abrió la reja. – Bienvenido… y, esto, por favor, habla a mi favor con Sakuya para que no me castigue tan severamente.

- Lo intentaré. – Ambos ya entraron a la puerta donde tocó a la entrada, no muy poco Sakuya abrió la puerta.

- Seth-san y…

- Ella me acompaña. – Señaló a Aya. – Reportaje de mi historia. – La peligris decidió no hacer comentario alguno.

- Parece que llevas unos libros de Patchouli-sama, eso me da a pensar que fue Marisa de nuevo.

- Acertaste. – La maid soltó un suspiro.

- Castigaré a Meiling más tarde, por ahora entre para devolver los libros. – Ya entraron y avanzaron por los pasillos en silencio, Aya observaba a todos lados y anotando todo siendo que puede entrar a profundidad a la mansión, claro que Sakuya la vigilaba también si cometía algo indebido, al poco tiempo llegaron a la biblioteca donde Sakuya abrió la puerta.

- Sakuya ¿tienes algo qué limpiar aquí? – Volteó a ver la pelimorada. – Seth.

- Traje de vuelta esto, detuve a Marisa antes de que se los lleve.

- Gracias por todo. – Tomó los libros de vuelta. – Esa bruja ladrona de nuevo casi me roba en mis narices, debería de estar más pendiente.

- Meiling tendrá su castigo merecido más adelante, me encargaré de ello. – Exclamó Sakuya con rostro pasivo, en otro lado la pelirroja sintió escalofríos en todo su cuerpo.

- Tengo asuntos con Remilia, si eso es todo.

- Lo es, gracias nuevamente Seth, la próxima vez que requiera ayuda, te llamaré.

- Claro. – Salieron de la biblioteca para ahora ser dirigidos por la maid hacia la siguiente sala, ya en el comedor grande estaba Remilia la cual soltó un suspiro.

- Hasta que llegas Seth, tengo algo de sueño y no es que puedas venir de noche. – Expresó la vampira de apariencia infantil, en eso ella se acercó. – te extrañé~ - La maid se puso tensa, en eso Seth la alejó. - ¿Otra vez? Pensé que en esta ocasión te tendría en mis manos. – hizo un puchero.

- No soy fácil Remilia… a lo que íbamos.

- Claro. – Carraspeó su garganta. – Dijiste que deseas realizar un cierto evento… esto, como se llamaba…

- Concierto. – Respondió Seth. – Le prometí a las hermanas Prismriver, ya sabes, las que tocaron en la fiesta en el templo de Reimu, que organizaría un concierto para que se den a conocer mejor entre los habitantes de Gensokyo.

- Es cierto, esas hermanas poltergeist que tocan instrumentos, las recuerdo. – Asintió Remilia. – Así que deseas hacer un escenario.

- Considero que los terrenos cercanos a la mansión son perfectos para colocar un escenario, para eso vine a pedirte permiso, yo me encargaría de la construcción y todo el asunto de logística, solo me tienes que prestar el terreno.

- Así que deseas usar mis terrenos… déjame pensarlo. – Cruzó sus piernas mientras pensaba en la petición del pelinegro. – Supongo que puede decirse… estás en mis manos ¿no? – Sonrió de forma peligrosa en ese momento. – Si me cumples una petición, puede que acepte.

- Tengo mala espina de esto… - Expresó Seth por debajo. - ¿Qué deseas?

- Una noche… quédate una noche conmigo en la mansión y aceptaré prestar el terreno.

- ¿Remilia-sama? – Sakuya vio a su ama con ojos desorbitados.

- ¿Una noche? – Seth se llevó la mano al mentón. – Exactamente para qué.

- La noche es el momento en el cual me encuentro en un estado de animo más lucido, quizás podamos darnos algo más de tiempo para conocernos mejor y así aprendas más sobre mis hábitos, es una oportunidad que no deseo dejar pasar y ahora finalmente llegó a mí como una bendición, solo eso…

- … Si es solo… - Sintió una presión a un costado, vio a Sakuya la hacía decía con la mirada "no te atrevas a aceptar" - … Si no harás nada más, no tendría problema. – Por dentro, la vampira celebró victoriosamente.

- Entonces es un trato hecho Seth, espero pacientemente la noche en qué estaremos juntos. – En ese momento Sakuya carraspeó su garganta.

- Remilia-sama, recuerde que estoy a su lado.

-Claro Sakuya… - Soltó un suspiro. – Tienes mi aprobación para utilizar los terrenos cercanos para ese concierto o lo que sea, espero obtener lo que deseo a cambio.

- Claro. – Asintió Seth, sabía que ese día iba a ser algo peligroso por varias razones pero se prepararía al respecto y le avisaría luego a las hermanas sobre el éxito para su próximo gran concierto.

Al salir de la mansión, Aya apuntó todos los detalles interesantes, el hecho de atraer a la dueña de la mansión y el próximo concierto de las hermanas. Ya entonces empezó a atardecer y empezaron a volar de regreso a su casa.

- ¿Qué tal el día de hoy? – Preguntó Seth.

- Fue más fructífero de lo que pensaba. – Respondió la tengu. – Siento que vi muchos aspectos de tu vida que nunca antes conocía, además de todas las amistades que conoces, es simplemente interesante lo que te espera a futuro.

- Espero haya servido de algo. – Expresó el pelinegro, ya finalmente regresaron a su hogar, Aya estiró sus brazos.

- Bueno, eso sería todo, gracias por permitirme un día para poder observarte.

- No es nada, que ese artículo pueda salir bien.

- Claro. – Levantó el pulgar. – Te entregaré una edición cuando apenas lo tenga listo. – Comenzó a volar en ese momento. – Es momento de regresar a la montaña, tengo mucho trabajo qué hacer.

- Nos vemos, si tienes tiempo, sabes que puedes visitar.

- Claro, me alegra sentirme bienvenida, entonces Seth, adiós y gracias por todo. – Se fue volando, el pelinegro la vio irse cuando ya entró a su hogar.

- Que vida más ajetreada tienes. – Yukari estaba sentada jugando la Xbox One. – Bienvenido de vuelta.

- … No preguntaré. – Expresó Seth, la rubia empezó a reír.

- Quería sentirme como una esposa que recibe a su querido luego del trabajo, después de todo no es algo tan alejado de la realidad~ - Siguió jugando en ese momento. - ¿La cena estará lista?

- Solo déjame prepararlo. – Se fue a la cocina, ya en poco tiempo Yukari dejó de jugar y fue para abrazar a Seth por la espalda, pudo sentir los dos bultos grandes en su espalda.

- ¿Te gusta lo que sientes?

- No puedo negarlo.

- Me gusta que seas honesto. – Soltó una pequeña risa. – Sabes que observé todo tu día y el reportaje que te hizo esa tengu, ahora serás más conocido en todo Gensokyo ya que ese periódico llega a todos los rincones de esta tierra.

- No lo dudo, lo menos que deseo saber es que otra entidad divina toque mi puerta. – Yukari empezó a reír.

- Sé que eres lo suficientemente fuerte para superarlo, bueno, espero una gran cena de tu parte.

- Claro, lo tendré listo pronto.

Así terminó el día normal de Seth junto con el reportaje, la gran cantidad de amigos que tiene le mantiene ocupado y poco sabría que aquel reportaje del periódico llamaría centrando más la atención en él, sobre todo por gente de otras regiones como de otro templo y su sacerdotisa.


Sonic245: No es algo decidido y ando jugando con las posibilidades, ya como es un gran cast que existe pero claro que no haré que todas tengan el mismo interés, solo un puñado contado para hacerlo un poco más real, no todas estarán mojándose ante su presencia, sería excesivo jaja.

Jackson G-MAN Dragneel: Ya como dije, estoy pensando como mover las cosas jaja, ya veremos como es que sucederá más adelante, pero si haré cosas con Reimu que estará en varios caps futuros.

Bueno, aquí terminamos, ya propuse más cosas en futuros caps, como Seth organizando un concierto para las hermanas y la noche que deberá pasar en la mansión y como Remilia aprovechará esa oportunidad, igual di esas pequeñas pistas de más gente que podría llegar interesada en él, más en específico el otro templo existente en Gensokyo podría hacer aparición muy pronto, ya veremos, por el momento eso sería todo en este cap. Saludos.