El templo Hakurei estaba en un estado deplorable, Marisa estaba colgada de cabeza desnuda, Alice se encontraba desmayada con su cuerpo atravesando la pared, Suika estaba desmayada entre alcohol como era de forma habitual, Reimu se encontraba en el suelo, con múltiples cuchillos alrededor de ella, sin poder reaccionar, Sakuya estaba intentando reanimar a Remilia la cual tenía espuma saliendo de su boca y Yuyuko solo veía con diversión todo lo ocurrido, Seth estaba sucio mientras observaba el panorama.

- … ¿Cómo fue que pasó todo esto? – Algo había ocurrido y se había salido de su control, para saber más, se retrocedería unas cuantas horas al pasado, durante esa mañana.

"Flashback"

Era una mañana tranquila, Seth estaba desayunando como era habitual, sin tener muchas molestias en ese momento, una vez terminó, fue para lavar los platos cuando tocaron su puerta. Ya dejando estas, fue a atender a quien había llegado en ese momento.

- Hola~ - Era Yuyuko.

- Ey ¿necesitas algo? – Preguntó el pelinegro.

- La verdad… tengo un pequeño problema. – Respondió la pelirrosa. – Estaba haciendo mi trabajo como siempre en el inframundo, ya sabes, ver almas o simplemente dejar que Youmu se haga cargo de todo y entonces sucedió una cosa… un espíritu vengativo huyó y está rondando Gensokyo. – Seth enarcó una ceja.

- ¿Cómo pudo escapar?

- Ni yo tengo idea de como lo hizo, pero el caso es que ahora se encuentra por los alrededores y es un espíritu sumamente peligroso, puesto que tiene un modus operandi singular: obliga a las personas a jugar verdad o reto. – Seth no sabía qué pensar sobre eso.

- Y… ¿Qué tiene de malo?

- Vuelve el juego peligroso. – Respondió ella. – Si ronda cerca, obligará a las personas a jugar y alguien preguntará verdad o reto, si respondes verdad, deberás decir algo sumamente intimo o privado que pueda hacerte ganar el odio de la gente y si dices que reto, deberás hacer algo tan peligroso que podría matarte.

- Ya veo… este espíritu si es algo que no pueda dejarse libre, entonces requieres mi ayuda ¿no? – Ella asintió.

- Ya le hablé también al respecto a la sacerdotisa Hakurei pero considero que ayuda de más no vendría nada mal.

- Ok, no tengo problemas y ayudaré a dar caza a ese espíritu. – La pelirrosa sonrió.

- Gracias, sabía que podía contar contigo, un espíritu así no puede causar problemas a esta tierra, por el bien de los habitantes.

- Pongámonos en movimiento, si podemos localizarlo antes, mejor. – Así los dos empezaron a volar. Para encontrar a un espíritu que cause problemas usando un juego típico de fiestas adolescentes, necesitaban hacer primero una pequeña investigación, si ven algo de problemas en un sitio, es que debió pasar por ahí. – Nuestro primer lugar posible es la aldea humana.

Volaron hacia esta, al menos esperando que no ocurriera algo problemático con ese espíritu, al aterrizar, no es que vieran desastre alguno, las personas seguían con sus actividades diarias.

- No parece que haya cruzado por aquí. – Respondió Yuyuko.

- Seth-san. – Keine apareció en aquel momento. - ¿Vienes por algo hoy?

- Por trabajo. – Respondió este. – Un espíritu peligroso escapó del inframundo y estoy ayudando a Yuyuko a cazarlo.

- ¿No ha ocurrido algo como que gente esté jugando a algo? – Preguntó la pelirrosa, Keine negó con la cabeza.

- Nada, pero si es un espíritu malvado, puede que mantenga un ojo sobre la aldea, no permitiré que pase nada aquí.

- Entiendo, cualquier cosa, puedes avisar y vendré rápido. – Señaló el pelinegro. Al ver que la aldea por lo menos estaba segura, se fueron volando para otros rincones. – Por si acaso ¿este espíritu tiene alguna preferencia sobre gente que ataque?

- Bueno… según me explicó Youmu, parece que tiene preferencia sobre las chicas lindas y parece que fue un pervertido en su vida pasada.

- O sea que más de la mitad de la población de Gensokyo está en peligro, genial.

- ¡¿Qué sucede-ze!? – Ese grito era de Marisa y provenía de abajo, los dos se miraron a ver para aterrizar, justamente sucedía en la casa de Alice. Se apresuraron a entrar.

- Mi cuerpo se mueve solo. – Ahí estaban las dos rubias. – Seth-san, ayuda.

- En un momento. – El pelinegro iba a auxiliarlas pero entonces una luz se puso en su camino. - ¿Es el espíritu?

- Es él. – señaló Yuyuko, no tenía forma, pero estaba expulsando una neblina la cual tenía rodeadas a Marisa y Alice.

- N-No puedo controlar lo que digo… verdad o reto… - Preguntó Marisa.

- … Verdad…

- ¿Qué color de bragas llevas-ze? – La bruja no pudo controlar lo que dijo, Alice se sonrojó.

- N-No quiero responder eso, me da vergüenza… reto…

- … Restriega tu cuerpo con Seth-ze…

- ¡Lo siento Seth! – Alice voló rápidamente hacia Seth para abrazarlo, el pelinegro buscaba librarse pero estaba siendo sofocado por el pecho de la titiritera rubia, estaba muy avergonzada. Al terminar, la luz se fue volando de ahí.

- Escapó. – Señaló Yuyuko, las dos chicas pudieron recuperar el control de sus cuerpos.

- ¡Realmente lo lamento! – Alice hizo una reverencia. – No pude controlarme.

- No fue nada… más allá de que sentí tus pechos en mi rostro.

- ¡Olvida eso! – Reclamó con el rostro totalmente rojo.

- ¿Qué diablos es esa cosa-ze? – Preguntó Marisa.

- Un espíritu vengativo que obliga a las personas a jugar verdad o reto… se supone que era de formas muy peligrosas y siniestras pero parece que lo está haciendo de una forma erótica. – Explicó la pelirrosa, Alice apretó el puño por debajo.

- Eso no es correcto… me obligó a restregar mi pecho a Seth-san ¡Es imperdonable! – Sus ojos expulsaban fuego. - ¡Voy a acabar con ese espíritu!

- Realmente está enojada-ze. – Comentó Marisa. – Si algo tan peligroso sigue libre, no se puede quedar así, ayudaré en lo que sea también-ze.

- Gracias. – Seth agradeció a ambas. – Vamos, no podemos permitir que siga causando el caos en Gensokyo. – Y ahora los cuatro se fueron en busca del espíritu.


La mansión escarlata estaba trabajando de forma normal en aquel momento, hadas limpiando y Sakuya supervisando todo mientras su ama descansaba.

- No ha habido algún problema… - Expresó la peligris, entonces notó algo, llevó su mano bajo su falda para sacar un cuchillo. – Hay algo aquí…

- Verdad o reto. – Una hada apareció en ese momento, la maid no entendía que sucedía pero entonces sentía como su cuerpo se quedó paralizado.

- (¡¿Qué!?) Reto… - Respondió sin poder controlarlo.

- Levanta tu falda.

- (¡¿Qué diablos!?) – Sakuya quería recuperar el control de su cuerpo mientras sus manos sujetaban las esquinas de su falda, intentaba resistirse, apretando los dientes. – Q-Que vergüenza…

- ¡Alto ahí! – Seth llegó a tiempo y sujetó a Sakuya para evitar que se vieran sus bragas. – Lo evité…

"tsk…"

Se escuchó ese chasquido de lengua y entonces se fue, la maid finalmente podía moverse.

- Se escapó otra vez…

- Seth ¿me puedes explicar que fue eso? – Buscó saber Sakuya, ya entonces el pelinegro le explicó el panorama hasta el momento. – tal espíritu buscó avergonzarme… eso es imperdonable.

- ¿Se escapó-ze? – El resto de chicas llegó en ese momento.

- No pude atraparlo.

- Realmente haré que pague… un momento, si está en la mansión, eso significa que Remilia-sama… - Sakuya se puso palida y se transportó en ese instante, Seth miró al resto.

- Vamos a seguirla. – Avisó. Continuaban persiguiendo el rastro que dejaba hasta llegar a la sala principal, entonces ahí estaba Remilia… lamiendo un plátano.

- ¡Remilia-sama! – Sakuya llamó a su ama, la vampira peliazul continuaba lamiendo ese plátano por todos lados.

- ¡S-Sakuya, ayuda…! – Intentaba hablar pero su cuerpo no respondía, estaba lamiendo el plátano de una forma muy sugestiva, incluso usando sus manos.

- ¡No veas Seth-san! – Alice le tapó los ojos, Sakuya fue al rescate de su ama pero otra hada apareció.

- Verdad o reto. – El cuerpo de la maid se quedó paralizado.

- N-No evitarás que salve a… Remilia-sama… verdad…

- ¿Te gustaría besar a la ama Remilia?

- Q-Que dices… yo… - Sakuya intentaba por todos los medios evitar responder, Marisa lanzó rayos en ese momento, para alejar a todas las hadas, al mismo tiempo el espíritu huyó también. Para su fortuna, Remilia logró detenerse. - ¡Remilia-sama!

- … Nunca pensé que me humillarían de esa forma… Sakuya, exijo una explicación de lo sucedido.

- Parece que igual cruzó por este sitio. – Del techo bajó Reimu en ese momento. – Seth y todas… entonces también han sido víctimas del espíritu.

- Quien sea que me haya hecho eso, haré que pague. – La vampira estaba sumamente enfadada.

- Realmente debemos detenerlo antes de que cause más estragos. – Señaló Seth. – No sabemos si alguna próxima chica podría cometer un error del cual se avergüence.

- Escuchen todos. – Reimu llamó la atención de los presentes. – Este espíritu pervertido que obliga a la gente a jugar retos indecentes tiene que ser detenido, ya he recibido quejas al respecto y no sé si pueda aguantar más, tenemos que trabajar juntos para evitar que siga ocurriendo más desastres, por el bien de Gensokyo, este espíritu enfermo tiene que caer.

- ¡Ayuda, no puedo controlarme! – Aya estaba por entrar al baño de hombres a tomar fotos, Marisa llegó en ese momento a golpear a la Teigu con tanta fuerza que impactó un muro y se desmayó.

- Arreglado-ze.

- ¡A-Akyuu-sama, no haga eso!

- No puedo controlarme. – la pequeña estaba bailando de forma sensual mientras se iba retirando una prenda, estaba totalmente roja. - ¡Por qué mi cuerpo no responde!

- Técnica secreta, cobija. – Seth llegó e hizo aparecer una sabana para cubrir a la niña, al apresarla, eso logró que se detuviera.

- Gracias Seth-san…

- ¿Y esto? – Yuuka solo enarcó una ceja cuando vio una luz volar hacia ella. – Parece un espíritu algo singular.

- ¡No lo harás! – Reimu llegó a atacar al espíritu con una bola de Yin Yang, este se fue volando. – Lo perdí de nuevo.

- Sacerdotisa, parece que tienen problemas. – Respondió esta.

- Luego hablamos, es un trabajo urgente. – Y se fue volando.


Todos estuvieron persiguiendo al espíritu que siguió causando muchos desastres en Gensokyo, estaban agotados debido a que recorrieron casi toda la tierra y al final terminaron en el mismo punto, el templo Hakurei, la luz estaba rodeada.

- Ya no tienes por donde huir, ríndete. – Señaló Reimu, pero ese espíritu era demasiado terco y empezó a extender su dominio.

- No puede ser… verdad o reto… - Preguntó Alice.

- … Reto… - Respondió Marisa, la bruja quiso librarse por todos los medios.

- Cuelga desnuda del árbol.

- ¡No, todo menos eso-ze! – Empezó a despojarse de su ropa en aquel momento y entonces tomando una cuerda se fue a un árbol para colgar. - ¡Que humillación-ze!

- Maldito espíritu, no causes más daño. – Sakuya empezó a lanzar cuchillos contra este pero el espíritu los esquivaba, en ese momento Remilia fue controlada.

- Verdad o reto.

- Reto. – Respondió Reimu.

- Recibe los ataques de Sakuya.

- ¡No puede ser! – la sacerdotisa saltó de frente a los cuchillos de Sakuya y recibió todos los ataques, cayendo al suelo.

- Maldita sea. – Expresó la maid, pero ahora ella fue controlada. – Verdad o reto…

- Verdad… - Respondió Alice.

- ¿Te gusta Seth? – Eso sonrojó a la rubia.

- Y-Yo… no puedo responderlo… reto…

- Impacta tu cabeza contra el muro del templo. – Alice no perdió el tiempo y voló con todas sus fuerzas de cabeza contra la pared, abriendo un agujero y quedando atrapada e inmóvil.

"Ese espíritu realmente se ha salido de control, hay que hacer algo"

- (No pensé que tuviera fuerza… las chicas seguirán sufriendo…) – Pensó Seth, entonces miró a Yuyuko, ella estaba bien. – Esto… ¿por qué no eres afectada?

- Buena pregunta. – Se puso a pensar la pelirrosa. – Puede que sea porque soy más fuerte a nivel espiritual y por eso no puede controlarme, o al menos porque no tengo un cuerpo físico, ya sabes que soy un espíritu también.

- Entonces… ¿no sería más fácil si te encargas?

- ¿Y perderme la diversión? Solo mira esto, nunca me había divertido en años. – Respondió con una sonrisa, Seth solo pudo soltar un suspiro, no imaginaba que Yuyuko disfrutaría de la vergüenza ajena de otros.

- Verdad o reto.

- Verdad…

- Remilia-sama… dígale a Seth que lo odia.

- ¡¿Eh!? Pero no puedo hacerlo, eso sería… - La vampira empezó a tener un debate tan intenso y el hecho de ser controlada no podía evitar que no lo dijera. – Yo… Seth, te o… o… - Fue demasiado para ella a lo cual espuma empezó a salir de su boca.

- ¡Remilia-sama! – la maid fue a auxiliar a su ama. - ¡Remilia-samaaaaaaa!

- Esto si ha sido un desastre… - Comentó Seth, ahora veía como fue que acabó así todo.

"Fin del flashback"

- … ¿Realmente es indetenible este espíritu? – Preguntó el pelinegro, en ese momento se abrió un portal.

- Oye Yuyuko-chan, creo que es hora de parar. – Yukari apareció en ese momento.

- Yukari-chan, hola~

- Sí, igualmente, pero creo que es momento de que captures a tu espíritu, ya causó mucho daño a Gensokyo y si le hace algo a Seth, realmente me molestaré sabes. – El tono de voz de la youkai de las brechas señalaba que hablaba en serio.

- Bien~ - La pelirrosa finalmente actuó y volando rápidamente, fue y capturó al espíritu con una sola mano, en ese momento lo arrojó al portal por el cual llegó Yukari. – Lo uniste al inframundo ¿no?

- Claro… al menos todo terminó y acabó bien.

- Excepto para ellas. – Señaló Seth a las chicas, todas víctimas de las bromas del espíritu.

- No importa, mientras tu estés a salvo. – La rubia abrazó al pelinegro. – Yuyuko-chan, que un incidente así nunca más vuelva a repetirse ¿entendido?

- Claro~ ahora le diré a Youmu, que vigile mejor las entradas, por ahora, gracias Seth por ayudarme, es mejor que vuelva o sino Youmu seguro estará jalándose los cabellos ahora, adiós~ - Y cruzó el portal.

- Ella nunca cambia… Seth, espero no te haya causado problemas.

- Para nada, fue divertido… a su manera.

- Conque estés sano y salvo, importa, ahora yo igual me regreso, espero tener más tiempo juntos. – Y Yukari se fue. El pelinegro se quedó ahí solo, viendo a las chicas desmayadas.

- Esto… ¿lo limpio todo?

Terminó un incidente algo singular sin muchos heridos, pero si orgullos rotos, al final todo regresó a la normalidad, siendo otro día normal para Gensokyo.


Jackson G-MAN Dragneel: Pues ya veremos, Marisa si será una fuente de problemas también, pero no lo haré tan frecuente.

¿Que tal? Saqué este mini incidente de la película de terror del mismo nombre, aunque seguro ni se acuerdan de ella (?) ya el caso es que las chicas realmente sufrieron y sus orgullos acabaron totalmente lastimados, solo porque Yukari decidió darle un alto y que Yuyuko lo resolviera, ya estaremos viendo más incidentes originales de mi parte, y puede que solo duren uno o dos caps para dar prioridad a los canónicos, por ahora eso sería todo, hasta el próximo cap. Saludos.