Bakura estaba debajo de un puente, un lugar tranquilo pero el paisaje se opacaba cuando pensaba en Ryou. Una sombra apareció detrás de el, pensando que era Ryou trato de levantarse y alejarse de el, pero la mano que le toco el hombro poseía una fuerza que el albino no tenia.
-¿Qué es lo que te pasa? – Esa voz era familiar…Marik
Bakura no volteo a verlo, simplemente se quedo contemplando a la nada. El otro, se desespero, - Bakura, con un carajo, ¿qué es lo que te pasa? No eres tú, estas actuando diferente.-
Aun sin tener contacto visual, el albino contesto - ¡no te importa! Es mi problema si estoy actuando diferente o no. A ti que te importa!-
Marik suspiro, era tan difícil poder entablar una conversación con Bakura. Vamos, Bakura era una de las pocas personas de las que Marik se preocupaba.
-Es Ryou ¿verdad? Yo sabia que ibas acabar enamorado de el…-
-¿eres psíquico, vidente para saberlo? No lo creo Marik, hoy es de esos días en el que mi mente me esta torturando…-
-no seas idiota Bakura, por Ra, llevas meses así. Pero tienes razón, se que nunca me dirás nada, pierdo mi tiempo aquí-
Bakura asintió con la cabeza…-te quedaras solo, estupido ladrón, porque a las pocas personas a las que le importas las alejas de ti…disfruta tu soledad ¡OH rey de los ladrones! –
Con esa ultima frase llena de verdad y burla, Marik se alejo, no iba a soportar el carácter del albino.
Bakura metió su cabeza sobre las rodillas y unas lágrimas cayeron, tenia razón, Marik tenia tanta razón…
-No llorare por ti Ryou, ojala te murieras, así no te vería a diario y te amaría cada vez más -
Ryou llegó a su departamento y se recostó en un sillón a meditar.
-¿Que sucede? ¿Que le pasa a Bakura? Yo se, siempre es así, pero, esta vez, es diferente…
Bakura continuaba caminando –tenia que ser yo, tenia que pasar, no lo soporto…
Mientras su hikari veía por la ventana pensando en él, llegó y bruscamente abrió la puerta.
-¡RYOU!-le exclamó fuertemente
Él asustado volteó a verlo – ¡No! ¡Bakura! ¡No lo hagas!-le dijo mirando la pistola que sostenía en su mano
-¡Me tienes harto! Por eso, me iré de aquí, lo que más deseo es no volverte a ver, no volver a sentir-poco a poco apuntó el arma en su cabeza, cerró los ojos, apretó lentamente el gatillo y sintió como él le tomó la mano. Solo el fuerte ruido de un tiro se escuchó. Bakura abrió sus ojos, y su pequeño hikari se encontraba tirado en el suelo con una profunda herida en el pecho
Bakura se quedó estupefacto-¡NO! ¡¿Que hiciste?! ¡Eres un tonto! Le decía mientras lo sacudía para que reaccionara
-Si… uno de los dos… tiene que morir… seré yo…-
-¡No seas estúpido! No… -dijo tomándole su mano
-Aun estaré bien, no te preocupes por mi-dijo Ryou levantándose con dolor, sin embargo, este le hizo caer mas Bakura lo detuvo en sus brazos.
-Me… estas ayudando
Bakura recostó a su hikari en su cama y lo miró directo a los ojos, mientras él, respiraba lentamente y el dolor lo consumía
-¿Ahora que tengo que hacer?-pensaba, y solo lo volvió a cargar
Ryou solo cerró sus ojos y esperó…
-¿Ryou? Ry…ou…-
Sus ojos se entreabrían -No me… molesta que… me despiertes-
Se encontraban ambos en un hospital, Ryou escuchaba un ruido… un ruido que se repetía constantemente y volteó hacia su izquierda
-¿Que pasa?-dijo viendo aquel aparato que marcaba su vida-¿Voy a morir?-preguntaba ingenuamente
-Eso espero-dijo abandonando su habitación
