Siguiendo con su propia aventura, Seth llegó hasta las profundidades en una capa cercana al infierno pero sin acercarse, ahora estaba en camino hacia una mansión que se encontraba en ese sitio.

"Seth, sé que pocas veces llego a advertirte de algo, pero si creo que es algo peligroso estar por estos sectores, es donde se encuentran los youkai más peligrosos"

- Con más razón, si logro hacer buenas migas en este sector, sé que no me atacarán por sorpresa cuando llegue el momento. – Vio en el cielo, varias figuras volando, siendo mayormente animales del infierno. – Veo que tiene su fauna por este lugar.

"La superficie y el subterráneo son ambientes totalmente diferentes, aquí encontrarás cosas que no podrás en la tierra de Gensokyo"

- Por lo menos, si no han llegado a hacernos nada, es porque quizás sea bienvenido a este sitio, puede que su ama sea alguien amable después de todo. – El pelinegro realizó una desviación en aquel momento, yendo por la izquierda y de repente voló de forma veloz.

- ¿Eh? – Ya sabía que alguien le estaba siguiendo desde hace un rato, por eso tomó esa desviación para confundirla. - ¿A dónde se fue?

- Estoy detrás de ti. – la sorprendió lo cual la hizo gritar en aquel momento.

- ¡¿C-Como!?

- Buen trabajo escondiendo tu presencia, aunque seguiste dejando rastros desde hace un tiempo.

- ¿Cuándo supiste que te estaba siguiendo?

- Desde que dejé el templo Moriya. – Eso la hizo torcer su expresión.

- Ya es bastante… debiste hablarme en ese entonces.

- Pensé que era un juego. – La chica casi se cae de espaldas.

- B-Bueno… ya entonces supongo que no tiene caso seguir fingiendo, me presentaré. – Ella levantó su guadaña. – Me llamo Onozuka Komachi, soy una Shinigami que guía las almas de los muertos por el río Sanzu.

- Seth Grimwell.

- Eso lo sé. – Expresó ella con confianza. – No hay nadie en todo Gensokyo que no sepa de ti, no cuando has conseguido tantos logros a lo largo de tu estancia en nuestra tierra, incluso eso llegó a los oídos de mi jefa Eiki-sama, ha mostrado interés en ti y desea conocerte.

- Esta Eiki-sama ¿Quién es?

- Ella es una de los jueces del infierno que deciden si vas al cielo o al inframundo, seguro cuando mueras llevaré tu alma ahí para que te juzgue, aunque seguramente irás al cielo a descansar pacíficamente.

- Ya veo… podría ir después de atravesar este sitio, deseo conocer como es el infierno.

- Bueno, mientras estés conmigo, no tendrás nada de qué preocuparte, conozco todo el lugar como si fuera la palma de mi mano, así una vez lo haga finalmente podré descansar sin que nadie me moleste. – Su sonrisa era demasiado radiante para un motivo tan deshonesto.

- Bueno… puedes acompañarme, iba a esa mansión.

- Claro~… ¡Un momento! – En ese momento lo detuvo. - ¿Realmente piensas ir a esa mansión?

- Claro, iré a saludar a su ama.

- … Bueno… no sé si eres demasiado osado o descuidado, pero la dueña de esa mansión no es alguien con quien debas meterte tan fácilmente.

- Lo sé, ya me hablaron de que es peligrosa, pero deseo estar en buenas relaciones con todos los habitantes de esta tierra.

- Bueno… por si acaso te acompañaré igual, solo porque no sabemos si puedas estar en peligro.

- (Aunque quizás yo deba protegerla…) – Por el momento los dos continuaron volando, con la pelirroja al lado de Seth, se fueron acercando cada vez más, ya vieron más animales a los alrededores.

- A la ama de esta mansión le gustan los animales, parece que son los únicos seres que no se preocupan por sus poderes, el resto si nos preocupamos… dime Seth ¿no te preocupa que lean tus pensamientos?

- No realmente. – Respondió este. – Pienso en cosas bastante simples, así que no es que tenga algo que deba esconder.

- Eres realmente afortunado, el resto de youkais si nos preocupamos por esos aspectos, ya que todos tenemos cosas que nadie desea que otro conozca, por eso es que nadie se atreve a acercarse a estos lugares, por eso mantendré una distancia.

- Yo me encargaré de todo. – Ya se fueron acercando hasta llegar a la entrada la cual era una puerta grande. – Seamos educados.

Tocó la puerta en aquel momento, pasaron unos segundos cuando esta empezó a ser abierta, Komachi se alejó un poco.

- Te estábamos esperando. – Salió una chica pelirroja con orejas de gato. – Me llamo Kaenbyou Rin, los llevaré con Satori-sama ahora mismo.

- Gracias. – Los dos entraron, Komachi mantenía su guardia alta por si acaso, el palacio contaba con distintos caminos y pilares que se alzaban que llevaban a muchas direcciones, de entre los rincones se observaban animales como gatos del infierno y otras criaturas que les observaban con curiosidad.

- No les harán nada, entienden que son invitados de Satori-sama. – Informó Rin. Luego de un rato atravesaron otra gran puerta que ahora llevó a la parte central del palacio, era un sitio abierto donde se encontraba vegetación abundante, al centro se encontraba una cúpula donde estaba una mesa y sillas, ahí se encontraba una chica de cabello magenta corto. – Satori-sama, lo he traído.

- Gracias Rin. – La chica neko pelirroja fue al lado de esta para que su ama le acaricie la cabeza. – Bienvenido al palacio de los espíritus terrenales, soy la ama de este lugar, Komeiji Satori. Esperaba tu llegada humano… y veo que no estás solo.

- Eh, esto… - Komachi quiso decir algo pero Seth le señaló que él hablaría.

- Es mi guía, luego voy a bajar al infierno a conocer.

- Entiendo, eres un aventurero y conocer lugares como el infierno no es algo de todos los días, ven a sentarte que preparé el té, tu igual puedes. – Le habló a Komachi la cual se estremeció.

- Gracias… - Los dos tomaron asientos en aquel momento, Rin llegó a servir el té para los tres, la pelimagenta bebió lentamente su bebida en aquel momento, la Shinigami no podía evitar estar nerviosa ya que temía que leyeran su corazón.

- Por cierto. – Satori interrumpió el silencio de aquel momento. – Seguramente te han contado sobre lo que soy y hago.

- Lo he escuchado. – Respondió el pelinegro, Satori sonrió de forma suave pero a ojos de otro parecía algo amenazante.

- Entonces debes estar demasiado confiado de que no te pase ¿cierto?

- No es algo de lo cual deba preocuparme, no tengo nada que esconder, tampoco espero que me controlen mentalmente.

- Veo que no hablas a la ligera… - Ella bebió un poco más. – A decir verdad, hace poco lo intenté… leer tu corazón.

- ¿Ella lo hizo? – Expresó Komachi con asombro, en ese momento la pelimagenta soltó un suspiro.

- No pensé encontrar un blanco tan puro, no escondes ninguna intención mala, es tan blanco como la nieve… tienes un corazón sumamente puro que no vale la pena observarlo.

- Soy alguien bastante simple, así que no tengo nada lo cual guardarme, por más que desees observar en las profundidades.

- Eso veo… - En eso ella sonrió. – Pero igual me trae alivio, eres mi primer invitado en mucho tiempo y pensé que si aplicaba mis poderes en ti, podrías haberte alejado como lo hace el resto, de algo aprecio el haber estado equivocada.

- Es bueno saberlo. – Seth también tomó un sorbo. - ¿Es todo lo que haces?

- Igual puedo manipular recuerdos usando hipnosis, implantando falsos traumas ¿quieres que lo intente contigo?

- No gracias. – Negó con rapidez, Satori soltó una ligera risa.

- Una lástima, me hubiera ver que pasaría si lo intento con alguien de mentalidad pura como la tuya, al menos esa Shinigami a tu lado podría intentarlo. – Eso puso pálida a Komachi.

- Lo siento, pero la necesito totalmente cuerda para que me guíe por el infierno.

- Bien… - Ella hizo un puchero. – En ocasiones me aburro al estar aquí sola, aunque tenga la compañía de mis animales así como de mis mascotas y mi hermana, necesitaba hablar con alguien más, me encantaría que me des visitas de vez en cuando.

- Eso podría hacerlo, de igual modo podrías visitar mi hogar arriba.

- Eso me gustaría. – Eso la animó. – Deseo recorrer nuevos paisajes con seguridad, espero no moleste si es que llevo a mis mascotas y a mi hermana.

- Para nada… en cuanto a mascotas te refieres a…

- Rin. – Tomó a la chica neko. – Tengo otra más llamado Reiuji Utsuho, es una cuervo infernal pero ahora mismo se encuentra trabajando en el fondo regulando las llamas del infierno, por último está mi hermanita Koishi.

- ¿Me hablaste nee-san? – En ese momento llegó otra chica de cabello verde corto, llevando un vestido amarillo fuerte con falda verde. – Son invitados, hola~ me llamo Komeiji Koishi.

- Seth. – Respondió el pelinegro, Komachi quedó sorprendida porque ella apareció de repente, ni sintió su presencia hasta que esta decidió hablar.

- ¿En que momento apareció? – Preguntó.

- Ella estuvo ahí cerca. – Señaló Seth.

- ¿Sabías donde estaba?

- Así que me viste. – Koishi se acercó a él. – Eres sorprendente, pudiste verme, mayormente la gente me ignora a menos que yo lo permita pero lograste encontrarme, eres interesante.

- Koishi, no estés tan cerca de nuestro invitado. – Satori sujetó del cuello del vestido de su hermana para alejarla. – Tampoco se quedará demasiado tiempo.

- ¿Eh? Pensé que podríamos jugar un poco, ya que nunca hemos tenido invitados a decir verdad.

- Tampoco deseo quitarle demasiado tiempo, aún tiene que realizar un tour por el infierno, pero prometió que vendrá de vez en cuando.

- ¡En serio! Grandioso. – Eso la hizo sonreír. – Eres un humano interesante, deseo saber más de ti.

- En otra ocasión. – Respondió este. Ya en ese momento Koishi volvió a esfumarse para asombro de Komachi que ahora no lograba verla.

- Como ves, mi querida hermana es un poco hiperactiva, pero no es una mala chica, solo hace las cosas de forma inconsciente.

- Lo tendré en cuenta la próxima vez que venga a visitar, seguro le gustará que traiga dulces.

- Yo igual adoraría algunos pasteles, no es que tenga muchas ocasiones de probar comida de la superficie. – Exclamó Satori con felicidad. – Velaré por nuestro próximo encuentro Seth.

Al terminar de hablar con ella, fueron nuevamente llevados a la entrada por Rin, ya fue el momento que Komachi logró respirar con tranquilidad ya que se concentró totalmente en evitar que lean sus pensamientos, al salir, dejó descansar sus hombros.

- Eso fue muy tenso…

- Yo lo vi como una simple reunión. – Respondió Seth.

- ¡Es que no eres normal! – Gritó la pelirroja, soltando un suspiro. – Debo decirlo, eres el humano más extraño que he conocido y eso que he guiado todo tipo de almas… mejor olvidemos todo eso y comencemos con nuestro tour por el infierno, solamente te aviso que hay youkais peligrosos, los onis son una raza con una gran fuerza física pero se la pasan teniendo fiestas, son peligrosos.

- Eso lo sé. – Recordó a Suika en aquel momento. – Sé cómo manejarlo.

- Entendido, primero crucemos por el puente de entrada al infierno y estaremos dentro. – Empezó a seguir a Komachi por los cielos, atravesando finalmente el palacio para ir más allá, empezó a notar como había un poco más de calor mientras descendían, ya entonces para ir a entrar al infierno, primero era necesario cruzar un puente. Justo cuando llegaron los dos alguien estaba ahí.

- Alto, antes que nada tienen que pasar por mí, el guardián de este puente. – Se apareció una chica de cabello rubio y ojos verdes.

- Hola Parsee-san, pensé que ya no trabajabas aquí. – Respondió Komachi de forma casual.

- ¡No me hables de forma casual! Trátame como lo importante que soy, no podrás cruzar con tan facilidad. – Respondió esta, ya entonces vio al pelinegro. – Y además traes a un humano no muerto ¿es un amigo?

- Es solo un invitado, Eiki-sama quiere verlo así que…

- Eso no es justo… - Ella hizo un puchero por debajo. – Ustedes tienen amigos y yo estoy aquí sola… que celos…

- Esto… si ya terminaste, debemos cruzar. – Cuando la pelirroja quería seguir adelante, Parsee se puso en medio. - Parsee-san.

- ¿Quién dijo que podrías cruzar con facilidad? Aunque seas tu Komachi, además ese humano. – Señaló a Seth. – No está muerto o es un alma, que quiera entrar al infierno es algo inaudito, lo siento por ti, pero no puedo permitirlo.

- Vamos Parsee-san, somos conocidas y trabajamos en el mismo lugar, así que deberías darme un poco de beneficio y cruzar.

- Si lo que buscas es convencerme, lo siento pero no será posible. Tendrás que hacer algo más para que lo consigas.

- Eso veo… entonces no hay de otra que pelear para conseguirlo ¿eh? – En eso la pelirroja sonrió de lado. – He estado tensa hace poco y necesito liberar algo de adrenalina a decir verdad.

- Entonces convénceme con tu Danmaku. – Parsee también se puso en posición.

- Eso haré… oye Seth ¿no quieres involucrarte? – Preguntó Komachi, el pelinegro negó con la cabeza.

- Esta es tu batalla, yo solo soy un invitado.

- Está bien, supongo que deseas guardar tus fuerzas. – Ya miró a la rubia. – Entonces, vamos a empezar.

- ¡Claro! – Las dos estaban por enfrentarse. El viaje de Seth ahora pasaría por el infierno y conocería muchas cosas por ese sitio, este era apenas el comienzo para seguir viajando por todo Gensokyo para él.


En este cap ya conoció a Satori y Koishi, Seth se mantiene totalmente impasivo incluso ante youkais que podrían invadir su mente pero no hay nada de qué preocuparse, ahora viene el tour por el infierno cortesía de Komachi, a ver qué le espera por esas zonas, hasta el próximo cap. Saludos.