Continuando su tour por Gensokyo, Seth ahora estaba en camino al infierno, siendo guiado por Komachi, a sus ojos no lo hacían pintar como el sitio tan aterrador que es, puede que si se encuentre bajo tierra pero tiene también su propia flora y fauna, además de que las almas pueden volar mientras esperan su momento para cruzar el río e ir al otro mundo.
- Parsee-san realmente no deja pasar a nadie con facilidad. – la pelirroja soltó un suspiro. – lamento el pequeño atraso Seth.
- No es nada, fue un descanso momentáneo y además parecías entretenida peleando contra tu amiga.
- No realmente. – Respondió con rostro inexpresivo. – Quisiera evitar peleas para que Eiki-sama no se enoje por la tardanza pero parece que no puede evitarse, atraes demasiado la atención y ya es solo por el aura que exudas.
- ¿Es así? Me di un baño antes de venir.
- ¡No me refiero a tu olor! – Se quejó ella. – Como sea… los youkais que más deberíamos evitar aquí son los oni, ellos aprecian bastante la fuerza y si ven que eres alguien fuerte, no dudarán en querer pelear contigo.
- Entendido. – Los dos continuaron volando, esperaban el poder llegar al nivel bajo donde se encuentra la jefa de Komachi, por el momento los dos volaron a una distancia prudente donde no pudieran llamar demasiado la atención.
- Increíble ¿no? Muchos tienen una percepción errónea del infierno pero es un lugar muy animado. – Expresó la Shinigami con orgullo.
- Eso veo, parece que has podido trazar un camino adecuado para evitar encontrarnos con enemigos.
- Sería un fastidio lidiar con los onis realmente, por suerte parece que hemos tenido éxito de momento, es bueno saberlo.
- ¿Oh? Esa señal… Seth-san, por aquí~ - Esa voz risueña y además ligeramente embriagada, no podría ser otra más que Suika la cual pudo ver al castaño.
- Oh Suika ¿Qué haces aquí?
- Jefe, una vieja amiga me invitó a su fiesta y no pude negarme. – Respondió esta.
- No puede ser, nos encontró un oni. – Expresó Komachi por debajo. – Debería…
- Alto ahí, ella es una amiga. – Seth detuvo a la pelirroja. – Ella normalmente está más en la superficie, por eso la conozco.
- Jeje, Seth, me encuentro en una fiesta ¿quieres venir?
- Lo siento, pero ahora estamos ocupados, quizás…
- No seas así, vamos, seguro le agradarás a mi amiga. – Sin decir nada más, tomó el brazo del pelinegro y se lo llevó volando para asombro de Komachi.
- No puede ser… ¿por qué esto debe ocurrirme? – Expresó con lagrimones en los ojos, no tuvo de otra que ir tras ellos.
Suika voló a toda velocidad debido a su ansia de llegar rápido para continuar festejando, Seth solo pudo estar sentado cruzado en su nube voladora mientras esta lo seguía llevando.
- Entonces… ¿Cómo es tu amiga?
- Es una oni igual que yo y le gusta festejar y beber, las dos nos entendemos muy bien, seguro será el mismo caso cuando ambos se encuentren. – Ya entonces llegaron a un sector donde vio lámparas de papel y debajo se notaba una música ceremonial, ya entonces vio justamente youkais con cuernos en su frente, eran onis, justo en un rincón de estos se encontraba una chica de estatura grande, largo cabello rubio y su cuerno rojo se alzaba, estaba bebiendo directamente de una botella de sake.
- Ah~ que buena bebida… - En ese momento vio llegar a ambos. – Suika, volviste y veo que no sola.
- Ey Yuugi-san, traje a un amigo, es quien te hablé, aquel humano sumamente fuerte.
- Oh, así que eres tú. – Ella se acercó a este, rodeando su brazo en el cuello del pelinegro. – Un gusto conocerte humano, me llamo Hoshiguma Yuugi y soy una oni por si debiste de haberte dado cuenta.
-Seth Grimwell… aunque supongo que Suika debió decirte quien soy. – Ella empezó a reír.
- Tienes razón, Suika me habló de todo lo posible que hiciste en la superficie y veo que te ganaste una fama por tu fuerza… eso es algo que deseo probar.
- Ya veo, deseas probar si sus palabras son verdaderas.
- No dudo realmente de la sinceridad de Suika, es solo que siempre me encanta enfrentarme a gente realmente fuerte y no puedo negar esa necesidad cuando tengo de frente a alguien que cubre lo que busco.
- Ya veo… ¿no afectará su fiesta? Podríamos causar un desastre.
- No hay problema alguno, los onis estamos acostumbrados a pelear bajo cualquier situación, por si acaso debemos de darles un espectáculo más que adecuado.
- … Entiendo ¿Quién inicia?
- Por favor, hazlo tú, quiero ver como es tu fuerza de antemano. – Con eso dicho, Seth manifestó su arma de disparos mágicos y disparó contra ella, recibiendo un ataque de fuego que se alzó, eso sorprendió a algunos onis pero igual celebraron, al despejarse, ahí estaba Yuugi de pie. – Eso fue excelente, nada mal para un primer ataque.
- Veo que no recibiste demasiado daño.
- Jeje, somos muy resistentes, así que ahora es mi turno, no usaré danmaku ya que prefiero mostrarte mi fuerza como tal. – Ella corrió y con su puño atacó a Seth el cual se cubrió con su arma, el retroceso del golpe fue tal que acabó unos metros alejada de ella, sentía su brazo izquierdo temblando debido a la fuerza.
- Sí que eres fuerte… si no me hubiera cubierto, eso me hubiera roto unos huesos. – Yuugi sonrió con orgullo.
- Aprecio que reconozcas mi fuerza, la verdad es que soy más fuerte que Suika, si es que ya la has enfrentado, debió ser un problema.
- Solo pudieron derrotarme entre varios. – Respondió la oni de dos cuernos que tragaba sake como si no hubiera un mañana. – Pero eso fue hace tiempo, sé que Seth ha mejorado en poder durante ese lapso.
- Eso solo me anima más a continuar esta lucha, ya probamos un poco de nuestra fuerza ¿deseas probar el Danmaku ahora?
- Eso estoy por hacer. – Seth lanzó un Final Flash de su mano el cual dirigió hacia Yuugi, este lo esquivó pero vio como el pelinegro teledirigía el proyectil hacia ella, eso solo hizo que su sonrisa se ensanchara más.
- ¡Nada mal, veamos si logras impactarme con ese ataque! – Ella continuó volando con tal de evitar el proyectil mientras Seth seguía controlándolo para darle, la oni rubia no podría seguir por más tiempo así que ella decidió rematar con danmaku igual, haciendo que el proyectil explotara en el aire, generando una gran luz.
- Que buena pirotecnia. – Expresó Suika, justo en ese momento Komachi había llegado. – Eres la Shinigami, hola~
- Nada de hola, te llevaste a Seth sin decir nada. – Expresó ella con enojo. - ¿Qué diablos sucede?
- Una pelea. – Respondió la oni, señalando justamente el combate que estaban sosteniendo Seth y Yuugi, en eso Komachi soltó un suspiro.
- Eso era justo lo que quería evitar… ahora no puedo detenerlos porque me vería en la línea de fuego.
- ¿vas a dejar que terminen entonces? – Preguntó Suika, no es que tuviera de otra.
- Por lo menos sé que no se pasarán demasiado… o eso espero, esa Oni en especial es única y que estés aquí demuestra como es que siguen en contacto.
- ¿Hmmm? – Suika ladeó su cabeza. – Bueno, solo me encanta beber y festejar y esta pelea es divertida también.
- Como sea… solo espero que Seth no acabe demasiado lastimado. – Se limitó a seguir observando la batalla.
En aquel momento Yuugi empezó el contraataque disparando proyectiles contra el pelinegro, este extendía la mano para bloquearlos.
- Oye Seth, no dijiste nada de tener un campo de fuerza que bloquee tus ataques, cada vez estoy más emocionada de pelear contra ti, tanto que deseo usar más cartas más fuertes. – La oni no se lo pensó dos veces y usó de sus primeras spell cards, sumado a la fuerza natural de la oni, Seth podía esperar el festival de balas que iban hacia él.
- Eso ya es peligroso. – Expresó Komachi con preocupación. – Ni siquiera alguien como Seth podría esquivar algo así.
- Tranquila y bebe algo~ - Suika le pasó una copa de sake a la Shinigami. – Dices todo esto porque nunca has visto a Seth en acción, solo observa y bebe. – La Shinigami no pudo hacer nada más que decir lo que Suika decía, ya por ahora siguieron en el combate. Seth continuaba esquivando los disparos de la spell card de Yuugi.
- ¿Qué pasa Seth? ¿Ya te cansaste? – Ella hablaba de forma retadora. – En tal caso, deberías declarar tu derrota.
- ¿Acaso parezco de ese tipo? Puedo ser tranquilo, pero si hay algo que no me gusta, es perder. – En aquel momento invocó otra lluvia de disparos hacia Yuugi para contrarrestar el resto y entonces quedar todo nuevamente limpio. – Ahora vamos con otra Spell Card.
El pelinegro preparó para lanzar el Kame Hame Ha y al ver el brillo en las manos de este, Yuugi se emocionó.
- ¡Adelante, lo voy a recibir de lleno! – Ella no se veía con intenciones de moverse a ningún lado así que Seth cumpliría sus deseos, ya entonces preparó el ataque y lo lanzó con fuerza a la oni la cual fue bañada del brillo de este ataque.
- ¡Eso ya es un nivel monstruoso! – Komachi estaba boquiabierta, en cambio Suika empezó a reír.
- Yuugi-san realmente está disfrutando esto, nunca la vi querer enfrentar una spell card de ese modo.
Una vez el ataque finalizó, Seth vio si es que Yuugi seguía de pie, cuando el humo se despejó logró reconocer su figura, tenía la ropa destrozada y algunas quemaduras pero continuaba viva, ella empezó a reír.
- ¡Ese fue un ataque muy fuerte, lo reconozco! – Se veía muy feliz de haber recibido el ataque de la Spell Card. - ¡Lo apruebo, Seth, eres digno de mi respeto!
- Se acabó. - Respondió Suika. – Cuando Yuugi-san reconoce la fuerza de su enemigo, ya no peleará más.
- Menos mal… - La pelirroja se vio aliviada. – Pero esos ataques de Seth… es más fuerte de lo que pensaba.
- ¿Cierto? Por eso me agrada bastante. – Sonrió Suika. Al poco tiempo los dos descendieron.
- Lamento por la ropa. – Se disculpó Seth, Yuugi se observó viendo que estaba medio rota.
- No importa, luego me cambio, lo importante ahora es festejar. – EN ese momento la parte superior de su camisa se soltó, casi dejando que se vean sus pechos, Komachi gritó fuertemente.
- ¡No veas! – Le tapó los ojos a Seth para evitar que observara algo.
- El ataque si fue tan fuerte para deshacer mi ropa. – Yuugi se veía divertida.
- ¡No te rías y ve a cubrirte! – Le reclamó Komachi. Ya entonces Yuugi fue a ponerse una camisa de reemplazo y al volver la celebración volvió a la normalidad.
- Me gustó ese combate. – Exclamó Yuugi cerca de Seth. – Me diste un buen rato de diversión y eso lo aprecio.
- No fue nada, me alegra haber cumplido con tus expectativas.
- Además eres muy modesto, realmente disfruté esto, espero podamos tener otra batalla en algún momento.
- Estoy en la superficie si deseas acudir, igual en el templo Hakurei hay fiestas de vez en cuando, Suika puede señalarte donde.
- Claro~ mientras más fiestas, mejor. – A esas alturas ella ya estaba ebria una vez más, Yuugi asintió.
- Claro, dejaré que ella me guie, por ahora vamos a seguir nuestra celebración ¿quieres beber? - Le ofreció sake.
- Lo siento, aún no tengo una edad adecuada, además debo seguir paseando por el inframundo, si no es molestia.
- Para nada, esperaré ansiosamente el momento que volvamos a encontrarnos.
- Claro, ya me voy Suika, diviértete.
- Claro~ - Respondió ella casi dormida con botellas sobre su estómago. Ya en ese momento se fue junto a Komachi una vez más.
- Tuviste suerte de que Yuugi reconociera tu fuerza, pero igual fue peligroso. – Reclamó ella haciendo un puchero.
- Me lo pidió amablemente, hay menos debo responder con la misma educación.
- No utilices el sentido común en esta situación. – Respondió de forma reprobatoria la pelirroja. – Como sea… eso nos quitó algo de tiempo pero podremos llegar con Eiki-sama muy pronto.
Su camino finalmente los llevó a un nivel inferior en el infierno donde se observó una gran casa, Komachi tuvo que tomar la iniciativa ya que no podría entrar fácilmente a los dominios del Yama sin que hubiera guardias de por medio pero yendo con una subordinada Shinigami le daría paso a Seth. En ese momento la pelirroja abrió la puerta de entrada.
- Podemos entrar. – Respondió, así entonces Seth siguió a Komachi por dentro de la casa el cual era un largo pasillo con distintas puertas, la Shinigami le señaló que no debía desviarse, ya entonces así la siguió hasta entrar a una gran puerta. – Muy bien Seth, ya estás por conocer a Eiki-sama, así que te pido que no digas nada innecesario que la haga enojar.
- Bien. – Ya asegurado, la puerta se abrió y en esa gran sala con un trono estaba sentada una mujer de cabello verde, llevando un vestido tradicional azul oscuro con adornos.
- Eiki-sama, lo traje como usted pidió. – Komachi se puso de rodillas en una reverencia. – Seth, hazlo igual. – Le exclamó por debajo, así que tuvo que hacerlo.
- Pueden levantarse. – Respondió ella, en ese momento sonrió. – Así que eres Seth Grimwell, el humano que tanto ha destacado en Gensokyo. – Respondió esta, el pelinegro asintió. – Me llamo Shiki Eiki, soy una yama, me encargo de juzgar las almas de los muertos y decidir si van al cielo o al infierno, esperaba poder hablar contigo en algún momento.
- Ya veo ¿alguna razón?
- Solo es que quizás nos veamos aquí cuando mueras, claro que desperdiciar un alma tan fuerte como la tuya es algo que me da lástima. – Soltó un suspiro. – Así que, antes de que tu tiempo de vida se extingue, quisiera verte aunque sea una vez.
- Ya veo, yo igual estoy en mi viaje por todo Gensokyo para conocer otros rincones, quizás venir al infierno es algo que debería haber hecho una vez.
- Es cierto, claro que puedes ser bienvenido. – Respondió Eiki. – Algunos tienen una percepción errónea del infierno, de que es un lugar sumamente triste y lleno de rencor, pero es necesario para decidir si las almas pueden llegar a sitios correspondientes, sea el cielo o a niveles más profundos.
En eso Komachi levantó la mano, fue entonces que Eiki le señaló con la cabeza que podía salir, ya quedando ella sola junto a Seth.
- Komachi puede ser algo holgazana pero igual es una Shinigami que puede realizar un trabajo impecable, espero no te moleste quedarte a solas conmigo.
- Para nada. – Con un chasquido, unas almas trajeron un juego de té para que ambos bebieran.
- Entonces Seth, vine para pedirte algo más. – El pelinegro enarcó una ceja en aquel momento.
- ¿Qué quieres? – En eso Eiki sonrió de una forma cómplice.
- No se lo dije a Komachi antes, pero la verdad es que tu poder es algo que muchos quisieran, ya que lo posees no hay duda de que un heredero podría llegar a poseer el mismo o más poder, así que quiero hacerte una propuesta ¿tendrías un hijo con Komachi?
- ¡Q-Que cosas está diciendo Eiki-sama! – Como si fuera de repente la pelirroja entró a la sala en ese momento, estando su rostro del mismo color que su cabello.
- Lo que dije, considero que si llegas a tener un hijo con él, sería quizás el mejor o la mejor Shinigami en un futuro ¿a que no es mal trato?
- ¡No es eso, es que apenas nos conocemos y entonces usted! – Komachi estaba muy avergonzada.
- Seth, créeme que no es muy trato, como puedes observar, mi querida subordinada es bonita y tiene un buen cuerpo. – La Shinigami solo podía sentir mucha vergüenza en aquel momento. - ¿Qué dices? M subordinada será una gran esposa.
- No digo que sea mal trato, pero igual ahora no busco pareja. – Eso borró la sonrisa en el rostro de Eiki.
- ¿No buscas pareja? ¿Acaso tienes una razón?
- Sigo estableciéndome en Gensokyo y aun hay muchos rincones que no he visitado, además de gente que estoy por conocer, sigo sintiéndome como un forastero a final de cuentas, cuando ya quedé establecida mi presencia en esta tierra, daré el siguiente paso… además otras chicas me quieren.
- Veo que eres todo un hombre de señoritas. – Ella sonrió por un lado. – Está bien, por ahora voy a dejar mi proposición en espera. – Komachi suspiró del alivio. – Pero cuando ya estés listo, espero una respuesta.
- Claro, lo prometo. – Komachi tenía las mejillas rojas en ese momento, evitando mirar a Seth a la cara. – Fue una buena reunión.
- Claro, espero tengamos otra ocasión para hablar con más calma. – Ya entonces abandonó la sala, Komachi fue con él.
- Esto, Seth… - Ahora la Shinigami actuaba un poco más apenada. – No tomes las palabras de Eiki-sama tan en serio, seguro solo lo dijo por el impulso.
- Puede ser, pero quisiera preguntarte ¿estás de acuerdo con esto?
- Bueno… - Desvió los ojos al suelo. – Eres fuerte, eso lo admito, cuando enfrentaste a esa oni, quedé asombrada… supongo que lo aceptaría.
- Ya veo… - Acarició el cabello de la pelirroja lo cual la hizo ponerse roja. – ya sabes donde verme, ahora debo seguir mi viaje, nos veremos luego.
- Sí… - Se quedó con los pensamientos al aire. Seth seguiría recorriendo más por Gensokyo para conocer más personas y entonces más pretendientas puedan unirse, lo que iba a llegar para él estaba por conocerse, que nuevos encuentros tendría.
Así acabamos el pequeño recorrido de Seth por el infierno, le ofrecieron a Komachi como esposa jaja pero por ahora no dirá nada y seguirá viendo más rincones de la tierra, esperen ver más personajes nuevos en los próximos caps, ya ando metiendo un poco el acelerador para empezar a ver a todos estos, por ahora eso sería todo, hasta el próximo cap. Saludos.
