Sonic245: Pues sí que Reimu es de las que más se preocupan al final, sabiendo todo lo que ha vivido y siente por Seth, es de esperarse.

Bueno... solo lean hasta el final, ahí va.


Un día como cualquier otro, Reimu estaba en camino a la casa de Seth ya que deseaba comer algo, en el tramo se encontró a Marisa y las dos fueron juntas al hogar del pelinegro.

- ¿Y la ocasión para ir a ver a Seth-san? – Preguntó la bruja.

- Solo tengo hambre y sabes que él siempre me trae comida, eso es todo.

- ¿En serio-ze? – El tono de voz burlón en ella no ayudaba en nada.

- Dices algo más y te golpeo fuertemente. – Amenazó la sacerdotisa. Al llegar ambas aterrizaron cerca de la puerta. - ¡Seth-san, hemos venido!

- No creo que sea necesario gritar Reimu, está su timbre-ze. – Cuando fueron a la puerta, vieron algo. – Mira, hay una hoja aquí.

- ¿Dice algo? – La castaña la tomó para leer pero no entendía el idioma. – Esto no es japonés.

- Debe ser ese inglés que habla en su tierra-ze, recuerdo que me enseñó un poco ya que algunos de sus juegos vienen con ese idioma-ze.

- Léelo entonces. – Le pasó la nota a la bruja la cual hizo su mejor esfuerzo en entender y leerlo.

- Veamos… me he ido de Gensokyo… Seth. – Terminó de leer, eso dejó asombrada a Reimu.

- Un momento… ¿no estás mal Marisa? No puede ser que…

- Es lo que entiendo, no dice nada más-ze… parece que… realmente se fue de aquí… - La sacerdotisa sintió como de repente todo su mundo se fue abajo, que Seth haya desaparecido totalmente de Gensokyo no era algo que esperaba escuchar. - ¿Reimu?

- Esto… no está bien, no puede serlo. – Sin decir nada más, se fue volando a toda velocidad sin decirle nada a la rubia, Reimu empezó a volar por todo el territorio, sin creer que realmente Seth se haya esfumado totalmente de esa tierra. – (No quiero creerlo, eso no es verdad.)

Ella fue a todos los rincones posibles donde pudiera encontrar al pelinegro, la aldea humana, el lago de niebla, la mansión escarlata, la montaña de los teigus, incluso hasta el inframundo o el infierno pero en ningún lado estaba, eso causaba que ella perdiera las esperanzas.

- ¡Seth! – Gritaba su nombre sin éxito alguno, quería creer que todo era una broma pero no resultaba ser así, el pelinegro, aquel humano que tanto había influido en su vida, realmente abandonó Gensokyo, sentía sus ojos aguarse. – Seth… por favor, vuelve…

Las noticias vuelan por todo Gensokyo a gran velocidad, la situación de la desaparición de Seth llegó a oídos de todos y no cabe decir que todos sus amigos no tomaron la noticia con alegría como era de esperarse.

- ¡Encuéntrenlo, así sea que busquen hasta el último rincón, deben hacerlo! – Ordenó Remilia con dureza, todas las hadas de la mansión se movilizaron en la búsqueda del pelinegro. – Patchy, necesito que busques una forma de encontrarlo, si es posible.

- Nee-sama… - Flandre estaba decaída, ella tampoco podía aceptar que Seth se haya ido. - ¿Él volverá?

- Eso haré, así sea que deba de buscar hasta en otros mundos, lo encontraré. – Declaró, Sakuya solo estaba a un lado, triste por la situación pero más por su ama, si bien en un inicio no aceptó a Seth porque la vampira peliazul deseaba volverlo su pareja, comprendió lo buena persona que era y todas las veces que les ayudó.

- (Remilia-sama…)

- No voy a rendirme, no hasta que lo encuentren, no descansarán hasta que esté a salvo. – Declaró la dueña de la mansión, esta apretó su puño con fuerza, estaba totalmente devastada pero no podía demostrar debilidad frente a sus sirvientas. – (Seth, por qué te fuiste…)

- ¡Shishou! – Cirno volaba a todos los lugares posibles dentro del bosque, buscando dentro de troncos de árboles y demás. - ¡Shishou, responde!

- Cirno-chan. – Daiyousei se acercó.

- ¿Qué pasó? ¿Lo encontraste? – Ella negó con la cabeza, borrando todo tipo de esperanza.

- Cirno-chan… puede que Seth realmente…

- ¡No lo digas! – La hada de hielo la interrumpió. – No permitiré que digas eso, no puede ser verdad… Shishou es fuerte, no tanto como yo, pero nunca se iría sin una buena razón. – Se forzó a sonreír. – Sé… que volverá con nosotras, lo sé…

- Cirno-chan… - La peliverde abrazó a su amiga. – No me gusta verte así, tampoco quiero aceptarlo, pero hay que hacerlo…

- Daiyousei… no digas eso… - La peliverde no podía verlo pero sabía que Cirno estaba llorando en ese momento. – Shishou… volverá… lo sé…

- Cirno-chan… - Apretó con fuerza el cuerpo de la peliazul.

- Yuyuko-sama, ya comprobé que no está en ningún rincón del inframundo. – Informó Youmu, la pelirrosa soltó un suspiro.

- Se esfumó como si nada, por si acaso yo y Yukari-chan debimos haberlo sabido… pero sucedió de repente, igual creo que esto era cuestión de tiempo.

- ¿A que se refiere Yuyuko-sama? – Preguntó la mitad fantasma.

- Seth se ha adecuado totalmente a este mundo, incluso para considerarlo su segundo hogar pero debemos tener en cuenta, él es un forastero, no pertenece a Gensokyo y con su aumento de poder, era obvio que en algún momento descubriría una forma de volver a su propio mundo, más allá de los portales que Yukari-chan abre de vez en cuando, si extraña su tierra natal y desea volver, no es asunto nuestro el detenerlo, si son sus deseos, hay que cumplirlos.

- Pero eso… todo lo que él hizo aquí, será solo un recuerdo. – La peligris bajó la mirada. – Todas las veces que nos divertimos con él, las fiestas que organizó, la comida, las batallas e incidentes que ayudó a resolver… ¿todo eso será olvidado?

- Nosotras vivimos miles de años, no lo olvidaremos, pero todo tiene que volverse un recuerdo tarde o temprano y tiene su periodo en la vida, si Seth decidió cerrar ese ciclo en Gensokyo, no hay nada que podamos hacer. – Eran palabras duras pero sinceras, si esa fue la decisión de Seth, no se puede hacer nada, él se fue, si volver o no, es decisión de este.


- ¿Algo de suerte? – Preguntó Sanae, se organizó un grupo de búsqueda entre varias amigas de Seth, ahí estaba la peliverde junto a Nitori, la kappa negó con la cabeza.

- Nada… Seth-kun realmente se fue… y cuando me estaba enseñando tanta tecnología tan asombrosa.

- Esto es algo que realmente me niego a creer igual… - La otra sacerdotisa bajó la mirada. – Aunque seguro Reimu-chan lo pasa peor, fue de las primeras en conocerlo.

- Aún debemos seguir buscando, podremos encontrarlo en algún lugar, eso lo sé. – Sanae asintió y así ambas siguieron buscando.

Justamente en su templo estaba encerrada Reimu, no deseaba ver a nadie ni nada, las noticias la afectaron más de lo que pensó hasta un punto en que se asoló ella misma, buscando escapar de la cruel realidad que estaba sucediendo en ese momento, como protectora de Gensokyo eso era algo inaceptable pero poco le importaba en ese momento.

Hundida en sus pensamientos acabó por pensar en varias cosas y debido a ello también acumuló arrepentimientos, deseaba haber sido más directa respecto a sus sentimientos, aprovechar cada momento posible para pasarlo a su lado, demostrar que podría ser una pareja perfecta, si al menos hubiera tenido una oportunidad para poder expresar lo que ella siente de una forma correcta.

A lo largo de su vida nunca pensó en siquiera poder asentar su futuro, poder formar una familia y vivir sus días en paz, ella se había impuesto el deber de proteger Gensokyo antes que nada, eso era hasta antes de la llegada de Seth. El conocerlo a primera vista le hizo parecer que era raro, no mostraba temor alguno ante los peligros de esa tierra, interactuó con youkais y seres divinos como si fuera algo normal, ni un solo humano cuerdo haría algo así pero él demostró que puede llevar amistad con cualquiera si se lo propone, hasta cierto punto logró conllevar mejor el asunto de mantener la paz en Gensokyo que ella, sin decir que la ha superado en fuerza.

Ver toda esa demostración de confianza, fuerza y compañerismo hizo que ella se fijara en este en cierto momento, su corazón latía con fuerza al pensar en él, supo que una persona era el mejor partido para asegurar un futuro en Gensokyo, seguir manteniendo totalmente la paz en futuras generaciones cuando ella no esté, sabiendo que su propia línea sanguínea pueda encargarse, ella podría ser madre en cierto punto, después de todo es un sueño algo intrínseco que tiene cada mujer en cierto punto de su vida.

Seth se convirtió en esa persona a la cual la castaña desea apoyarse y desde que descubrió el tener esos sentimientos trajo un cambio en como se relacionaba con este, fue que supo que, antes de ser una guerrera, sacerdotisa o la protectora de Gensokyo, también era una mujer que puede sentir y enamorarse, si bien sabe lo popular que es el pelinegro en varios sectores y que otras chicas también desean alcanzar ese puesto, ella considera que lleva una ventaja ya que este se ha mostrado más amigable con ella además de todas las cosas que han hecho juntos.

Al igual que ser la chica con los sentimientos más fuertes hacia él, eso también contrajo que sufra el mayor dolor de su partida, llegar hasta tal punto de encerrarse, negarse a ver a cualquiera y simplemente ahogarse en sus penas, sus ojos rojos de tanto llorar, se lastimaba a sí misma pensando en las posibilidades de que el pelinegro nunca vuelva, eso solo empeoraba su ya perturbada personalidad actual.

- Por qué te fuiste Seth… antes de que yo… pudiera decirte lo que siento…

- Nunca pensé verte en ese estado. – Una voz extranjera se hizo presente, un agujero se abrió del cual salió esa youkai que conocía totalmente. – Hola.

- ¿Qué haces aquí? – Preguntó la castaña con veneno en su voz.

- Oye Reimu, tampoco estés tan a la defensiva, solo vine a ver como estás, el resto ha estado tan ocupado buscando a Seth pero no te has mostrado, tanto Marisa como Alice muestran preocupación a tu estado igual.

- No es necesario, ahora vete. – Buscó sacarla pero la youkai rubia no se fue a ningún lado.

- Bueno, ese es el primer motivo pero tengo otro, ahora, si me disculpas. – Ella fue a sentarse a un lado en el kotatsu, Reimu la ignoró en todo momento. - ¿No deberías servirme té? Soy una visita.

- … - Ella no dijo nada, Yukari simplemente hizo su lugar, quedando sentada.

- Escucha… no creas que eres la única que sufre, Seth realmente hizo su camino a los corazones de todos en Gensokyo, pudo superar barreras que se veían imposibles y congeniar con youkais tan peligrosos e incluso seres divinos, solo mírame a mí que realmente hago lo que quiero porque me da la gana, pensé en él como un simple humano interesante y solo jugaba con la posibilidad de enamorarlo pero luego comprobé que era más que solo eso, al conocer a la persona con mayor profundidad, desarrollas sentimientos más fuertes, por eso decidí dejar a un lado el aspecto juguetón e ir seriamente, por eso te lo digo aquí y ahora, yo no pienso ceder ante nada con él, si vuelve o no, tengo la ventaja de que puedo viajar al mundo humano, así que yo no pierdo nada de valor realmente y puedo visitarlo, las que tiene más de perder aquí eres tú. Por el estado en el que estás ahora, si solo que desaparezca un día es suficiente para que te pongas de ese modo, quizás nunca tuviste las intenciones de ir en serio y eso… es decepcionante, la batalla por el amor de alguien es divertido pero si te rindes a medio camino, solo me das lastima… es todo lo que quería decirte, ahora si me disculpas, tengo qué hacer otras cosas, sea que Seth vuelva o no, yo haré lo que se deba de hacer.

Yukari se fue en ese momento, Reimu volvió a quedar en el silencio profundo, todo lo que dijo Yukari no era algo que pudiera responder de regreso, dentro de ella sabía que era verdad, estaba siendo una bebé en ese momento, solo saber que Seth se fue es suficiente para aislarse del resto del mundo, un acto muy cobarde para huir de la realidad, por eso estaba frustrada… totalmente al no poder negar cada palabra de la youkai y eso realmente la enojaba.

- Maldición… yo… no quiero rendirme, no aún. – Ella se levantó, aun si su corazón estaba adolorido, deseaba hacer que Yukari se tragara sus palabras. – Voy a buscar y perseguir a Seth-san… así sea lo último que haga.

Ella salió volando de su templo a toda velocidad, no importaba si buscaba hasta el rincón más inhóspito de Gensokyo, continuaría hasta encontrarlo, demostrar que su amor hacia él es mucho más grande que el resto, no iba a rendirse.

- ¡Seth-san! – Lo intentó nuevamente, con tal de encontrarlo, no perdería las esperanzas de poder verlo nuevamente y esta vez finalmente decirle lo que siente de frente, sin más vueltas, ella se lanzaría con todo. - ¡Seth-san!

Cada rincón, bosque, casa, sitio donde sea posible, la sacerdotisa fue hacia este en busca del pelinegro pero sin encontrar un rastro de él, por más triste que sea la situación, no cesaría. Al final la noche cayó y no pudo encontrarlo, agotada, tuvo que regresar a su templo, eso era más que suficiente para desmotivarla pero no quería rendirse.

- No importa si pasan días, semanas, meses o incluso años… no pararé hasta volver a ver a Seth-san.

- ¿Qué yo qué? – Esa voz la tomó por sorpresa, la castaña volteó a ver y entonces sus ojos se posaron sobre este, ahí estaba ese chico pelinegro que tanto tiene en mente. – Ey, hola.

- Seth-san… - Ella sentía como sus fuerzas se iban pero se forzó y corrió hacia él, abrazándolo con fuerza mientras lloraba. - ¡Idiota, por qué te fuiste, todas estábamos preocupadas por ti!

- ¿En serio? Si dejé una nota, dije que me iba durante un día a ver a mi familia y luego volvería.

- Pero si no decía nada de eso, a menos que… - En eso la sacerdotisa se llevó la mano a la frente. – Marisa… ella no leyó el mensaje completo… esa idiota…

Tal parecía que por una negligencia se acabó formando un malentendido, ya luego la bruja tomaría la responsabilidad cuando Seth decida explicar todo, pero por ahora él estaba de regreso y eso era lo importante para Reimu.

- Oye Reimu, supongo que ya es momento que me sueltes. – Comentó este, ella negó con la cabeza.

-No quiero… yo… estaba triste, porque pensé que realmente te habías ido de Gensokyo para siempre…

- Yo nunca me iré. – Comenzó a acariciar la cabeza de la castaña. – Si bien tengo una familia verdadera, este sitio se ha convertido en mi nuevo hogar y he formado tantos recuerdos en este sitio como para irme sin previo aviso, además se que varias de ustedes se pondrían tristes si me esfumo de un día para otro, parece que eso resultó ser verdad. – Ella se sonrojó levemente.

- Eres un idiota por preocuparnos así…

- Pero si lo tengo decidido, no me iré, al menos no a corto plazo, tengo mucho por lo cual que vivir aquí, seguir haciendo amigos, explorando tierras desconocidas e incluso resolver incidentes contigo y las demás, estar en Gensokyo es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida y gracias a ello pude conocer a grandes amigas.

- Seth-san… - Reimu vio al pelinegro con asombro, el pelinegro hablaba con total sinceridad, todas ellas han encalado totalmente en su corazón que simplemente no podría abandonarlas.

- Será mejor que mañana explique toda la situación y me disculpe por no haberme entendido totalmente, pero me alegra que al menos esté en la mente de todos, a tal punto de buscarme por todos lados. – En ese momento se dio la vuelta. – Ya es hora de irme.

Seth estaba por volar, Reimu extendió la mano para no dejarlo ir, no tendría otra oportunidad como esa por lo que era ahora o nunca, tenía que decirlo.

- Espera Seth. – Levantó su voz, el pelinegro volteó a verla, en ese momento su corazón empezó a latir fuertemente y sentía el color subir a su rostro, tenía qué hacerlo ya que ahora estaba acumulando el valor para hacerlo. – Yo… tengo algo que decirte y esta vez quiero hacerlo de frente, yo… - Ella tomó un respiro hondo para alejar todo nerviosismo en su cuerpo, entonces una sonrisa tranquila se formó. – Te amo…

Una fuerte ráfaga de viento hizo que las hojas de cerezo alrededor salieran volando, el ambiente entre los dos se quedó en silencio luego de aquella confesión.

- … Gracias Reimu, escucharte decirlo de frente es bueno, aunque sabes que ahora no estoy buscando…

- Eso lo sé. – Ella lo interrumpió. – Solo quería expresarlo, si no lo hacía, sé que después me arrepentiría, pero por eso lo estoy haciendo, esperaré lo que sea necesario, así que… espero lo tomes en cuenta.

- … Eso haré. – Él se dio la vuelta. – Por cierto Reimu, ahora mismo te ves linda. – Eso sorprendió a la castaña cuyo rostro se puso rojo. – Supongo que es verdad que cuando alguien se confiesa, su lindura crece exponencialmente, ya nos vemos mañana. – Se subió a la nube voladora para irse, Reimu lo vio irse, seguía nerviosa por haberse confesado pero igual sintió que se le quitó un gran peso de encima.

"Oye Seth, parece que ella realmente fue en serio"

- Sí, me alegra saberlo, ahora sé que mis próximos días, cuando ya haya acabado con mis pendientes, me esperará una nueva etapa. – Seth voló de regreso a su hogar, para que sus días en Gensokyo continúen, donde seguirá viviendo más aventuras, pero eso… es algo para otro momento.


- Oye Seth-san. – Escuchó la puerta de su casa ser tocada, el pelinegro fue a ver, siendo Marisa. – Escucha, hay un problema-ze, llegó una nueva forastera y tiene algo raro… posee un libro extraño y un cristal de color verde, esto es algo que debemos tratar-ze.

- Ya veo… ¿Reimu está ahí?

- Sí, y Alice también-ze, hay que saber más.

- Bueno, ya me preparo. – Se levantó en ese momento. – (Parece que viene una nueva aventura, debo decir… parece que aún falta bastante para obtener la vida tranquila que tanto deseo en esta tierra.) – Sonrió por debajo. – Vamos.

Los dos se fueron, una nueva aventura esperaba a Seth ¿Qué cosas iban a suceder? De lo que estaba seguro es que su vida seguiría lejos de ser tranquila, pero los días divertidos no se iban a detener, una nueva etapa en Gensokyo iba a llegar.

"Fin."


Ok, esto seguro sorprende ¿no? Llegamos al final de esta historia, cerrado de forma tan abrupta, seamos sinceros y críticos a partir de este momento.

Cuando empecé esta historia, realmente no tenía ideas concretas, se puede decir que empecé totalmente verde este fic, me adentré a un fandom nuevo sin saber casi nada más allá de lo popular o que todos se saben, así que esperaba algo menos de recepción, normalmente mis fics rondan entre las dos y cinco mil vistas, pero aquí me sorprendí, ya que, hasta la fecha, el fic tiene casi unas 17 mil vistas, esto hace que lo considere mi segundo fic más exitoso luego de uno de FGO que tengo y, siendo sinceros, siento que es más de lo que se merece, escribía los caps al momento, sin tener nada planeado, incluso desde el inicio señalé que solo lo haría por la diversión y ver que salía sin tener una gran trama planeada, así que conocer que obtuviera tal reconocimiento me dejó asombrado, supongo que los fics de touhou en español, al menos en esta página, son codiciados para que tenga ese reconocimiento, pero sí, siento que es mucho más de lo que merece esta historia, aunque admito que disfruté escribir los caps dentro de lo que cabe y aprendí bastante sobre la marcha, así soy yo, comienzo lento y cuidadoso pero con el paso de los caps me acostumbro a los personajes y me suelto cada vez más, escribiendo sus personalidades con confianza, debieron notar aquello.

¿Eso quiere decir que aquí se acaba? No exactamente. En sí ya no haré más caps semanales pero, si el tiempo me da para hacerlo, tengo planeados unos caps adicionales y más largos, narrando otras aventuras que me dejé puesto en el tintero y desarrollando más a los personajes que no pude sacar por esta falta de ideas, me encanta más rendir caps largos, aunque los saque cada dos o tres meses, siento que es lo mejor. El fic está finalizado pero estas OVAS que llamaré, saldrán en cualquier momento y sin previo aviso, deseo cerrar de una mejor forma la historia de Seth así que esperen y ojalá sigan atentos por cualquier cosa.

Como palabras finales, agradezco que hayan seguido este fic durante el tiempo que lo hice de casi un año y, sí se quiere, nos leeremos en otros fics que tengo por ahí, ya sea que terminé o nuevos, nos vemos en otra ocasión. Saludos.