Final MiX!


OPENING THEME: 004-Time Scar (Soundtrack: Chrono Cross Opening)

Capitulo 24: ¡Steve al Rescate! El reino acuático

Música de fondo: - 024-Ocean- (Soundtrack: The Legend of Zelda: Wind Waker)

Ha pasado una semana desde el incidente en el templo de la tierra. En ese momento, Technopolis sobrevolaba el pequeño pueblo pesquero de Zion, a doscientos setenta kilómetros al norte del templo, un pueblo normalmente caluroso, pero que en ese momento, como en todas partes del planeta, estaba cubierto de nieve. La destrucción de los cuatro cristales elementales había llevado el caos a todo el mundo, las temperaturas descendiendo considerablemente, las mareas cesando, los vientos dejando de soplar y la tierra perdiendo su fertilidad. En unos meses, Shadow Realm se volvería un mundo desolado.

Jinzo, el líder de la ciudad, había dejado a los héroes en el pueblo para que tomaran un barco para que los lleve al antiguo continente de los hechiceros, situado en el extremo norte del mundo, mientras que él y su civilización partía para hablar con los demás lideres de los clanes de ese mundo para crear un plan para vencer a Exus.

La ciudad flotante de Technopolis se alejó, dirigiéndose al sureste, al continente de Ritsma para cumplir su cometido, mientras los héroes permanecían en ese pequeño pueblo para descansar. Luego de una noche de estancia, nuestros héroes rentaron un barco de madera, con motor incluido, cortesía del clan Machina y se dirigieron al noreste, a las ruinas del continente Magnec, continente de los hechiceros.

La travesía era muy tranquila, con algunos momentos en los que entraban a un claro en el cielo sin nubes, dejando que el sol calentara sus helados cuerpos. No ocurría nada extraño durante esta travesía, el mar estaba calmo, quieto por la falta de corrientes por la destrucción del Water Cristal. Ha como iban, tardarían unos veinte días en llegar a su destino, así que tenían tiempo para desperdiciar. Luego de doce días en el mar, uno de los tripulantes del barco estaba más que fastidiado…

"Cielos, ¿Cuánto falta para llegar?" preguntó Steve, mirando el océano una vez mas, algo que empezó a hacer desde el tercer día.

"Faltan unos seis u ocho días, ¡así que aguántate!" le respondió Kristal con enfado, ya que era la quinta vez que su compañero se quejaba de eso… y eran apenas las diez de la mañana.

"Pero estoy muy aburrido, ¿no hay algo que hacer aquí para divertirse?"

"No, nada, solo ver el mar. ¿No es hermoso?" preguntó Maya con ilusión, ya que nunca en su vida había visto el océano desde tan cerca. Incluso después de casi dos semanas, la arquera no se cansaba del inmenso objeto acuático.

"Si claro..." respondió el joven hechicero con sarcasmo, antes de notar que faltaba uno de ellos. "¿Y Alan?"

"Se fue a dormir abajo, estaba muy cansado..." respondió la hechicera con naturalidad, aunque su compañero la miró con malicia.

"¿Por qué no vas también, Kristal? Después de todo abajo esta oscuro y ambos estarían solos, hehe..." el comentario de Steve hace que la mencionada se sonroje un poco.

"¿Qué estas insinuando?"

"Vamos, tu sabes; tu, una mujer hermosa de dieciséis años, él un joven de la misma edad, ambos solos en un cuarto oscuro sin vigilancia. ¿Qué crees que podría ocurrir?"

"¡Basta, Steve, eso no es gracioso!" Exclamó la joven, sonrojándose más por las imágenes que venían a su mente. "¿Harías eso si tuvieras a una chica que te guste?"

"Eso no se pregunta, ¡claro que lo haría!... dependiendo de quien sea, claro esta... podrías ser tu, o Maya, no se."

Unos segundos después, podemos ver como cientos de pedazos de cristal y flechas salen del barco en todas direcciones, para luego ver a un Steve con varios golpes y flechas en el cuerpo, tirado sobre cubierta.

"Eso dolió... ouch..." comentó el hechicero.

"Te lo mereces." respondió Kristal con enfado, antes de dar una vuelta e irse.

"Eres un pervertido." dijo Maya, siguiendo a Kristal, dejando a Steve mas muerto que vivo.

Pasó el tiempo y la noche había caído. Algo extraño ocurrió cuando el atardecer ya que, misteriosamente, el viento apareció de repente, al igual que las corrientes marítimas. Ya en la noche, el calmado más de la tarde se había convertido en uno agitado por el viento, las olas llegaban a los diez metros de altura, quizás mas, algunas de ellas lograban llegar a la cubierta del barco. Nuestros héroes se encontraban haciendo que el barco no se hundiera por el agua que caía en cubierta, mientras Duncan trataba de navegar sin perder el rumbo.

"¿Cómo apareció esta tormenta tan rápido?" Preguntó Kristal con confusión. "¡Creí que ya no había marejadas, ventarrones y tormentas!"

"Estos deben ser residuos." respondió Duncan, intentando controlar el navío. "Remanentes de las condiciones en las que estaba el mundo hace casi siete meses, cuando los cristales estaban intactos."

"¿Qué quiere decir?" preguntó Maya sin entender lo que ocurría.

"Las antiguas condiciones que estaban en Shadow Realm hace siete meses debieron juntarse en pequeños lugares por todo el mundo, como esta tormenta. Normalmente no puedes encontrarlas en tal magnitud, eso significa que su fuerza debió de incrementarse mientras disminuía de tamaño."

"¡Oh cielos!¿Que haremos?"

"¡Amarren todo lo que puedan!¡Mantengamos este barco a flote!"

Las dos mujeres asintieron, corriendo por el barco para cerciorarse de que todo estaba bien. Mientras, Steve estaba…

"Bueno, esto es mas entretenido" dijo el hechicero, quien se encontraba recargado en la orilla del barco. Al verlo, Alan se alarmó.

"¡Steve!¿Qué haces?¡Te puedes caer si una ola nos llega a golpear!" exclamó el humano con desesperación, mientras que el otro joven solo movía una mano, despreocupado.

"Claro que no, este barco es muy resistente. Además de que no soy tan tonto para caerme, me concentro para evitar balancearme, no como tú." respondió Steve, mientras ve como Alan trata de mantenerse parado debido a las sacudidas del barco, sin éxito.

El hechicero seguía mirando al mar, algo emocionado por verlo tan tormentoso, cuando algo llamo su atención; un pequeño pero extraño remolino que estaba a un lado del navío de madera.

"Que extraño. No sabia que los remolinos fueran tan pequeños, además de que este se ve muy profundo." dijo Steve con confusión, acercándose mas a la orilla para ver el remolino que estaba casi debajo de ellos, lo cual hizo que perdiera la concentración. Casi de inmediato, una ola los golpeó por el lado opuesto, haciendo que Steve no pudiera mantenerse de pie y cayera al mar. Alan vio lo que ocurría y se astuto.

"¡Duncan!¡Hombre al agua!" exclamó el joven, llamando la atención del hechicero mayor.

"¿Qué?¿Qué ocurre?" preguntó Duncan, no habiendo escuchado bien.

"¡Que Steve cayó al agua!"

"¿Que?¡Trata de subirlo, tengo que controlar el barco!"

"¿Y como rayos quieres que lo suba?" exclamó el humano, sus gritos llamaron la atención de Kristal y Maya, que se encontraban del otro lado del barco.

"¿Qué ocurre?" preguntó Maya al escuchar el escándalo que el humano hacia.

"¡Steve cayó al agua!"

"¡¿Que?!" preguntó Kristal con preocupación, acercándose al borde del barco "¡Steve!"

El hechicero se encontraba en el agua, siendo arrastrado por el remolino que se encontraba observando momentos antes y no podía mantenerse a flote.

"¡Auxilio!¡No se nadar!¡SOS!¡Help!¡Ahhhh!" Fue lo último que decía, mientras era arrastrado a las profundidades.

"¡Steve!" gritaron los presentes al perder de vista a su compañero. Alan volteó a ver a Duncan con preocupación.

"¡Duncan!¡Mantén el barco aquí, hay que buscar a Steve!"

"¡Entendido!" exclamó el hechicero, haciendo lo posible por mantener el barco en el mismo lugar, algo que era muy difícil con la corriente.

Mientras, Steve se encontraba luchando contra la corriente que lo arrastraba hacia abajo. Trataba de salir de la salir de la fuerza del remolino, pero no podía, este lo jalaba muy fuerte y muy rápido. No podía concentrarse para realizar algún hechizo que lo ayudara y no tenía algún instrumento o accesorio que pudiera usar. Si fuera más fuerte, quizás lo lograría.

'¡Maldición!' pensó el hechicero con enfado. 'Si tan solo hubiera entrenado en la biblioteca hace semanas atrás... yo no…'

Ya no pudo aguantar más la respiración, por lo que Steve dejó de luchar y perdió la conciencia, dejando que la corriente lo llevara hasta el fondo.

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Música de fondo: - 017-Town Shop (Soundtrack: .Hack//G.U.)

Tiempo después, el joven hechicero estaba recuperando la conciencia, aunque aun no podía abrir sus ojos porque sentía sus parpados pesados, algo que lo confundía.

'¿D-donde estoy?' pensó el hechicero con confusión. '¿Estoy vivo?¿Logré salvare?¿Pero como?¿Y donde rayos estoy?¿Uh?' Fue entonces que se dio cuenta de que algo suave estaba en su rostro, una sensación que el reconocía fácilmente. '¿Estoy en algo blandito?... ya entiendo, debí haber caído sobre Kristal... oh bueno...' pensó Steve, dándole algunos apretones a lo que creía que eran los senos de su compañera hechicera. En ese momento, sintió que algo estaba mal en la imagen mental que tenia de la situación. 'Un momento, estasno son de Kristal, sino mas grandes... ¿Entonces de quien son?'

"O-oye, ¿Podrías moverte p-por favor?"

La voz de una chica lo hizo despertar por completo, una voz que el no reconocía. Se levantó rápidamente, sus ojos enfocando la luz del ambiente. Cuando pudo ver bien, se dio cuenta de que estaba en lo correcto, lo blandito que había sentido eran los senos de la mujer, ¡y vaya que eran más grandes que los de Kristal!

Luego de observar bien estos atributos, el hechicero miró a la chica en si, dándose cuenta de su corto cabello azul, ojos del mismo color y blanca piel, debajo de él, la chica estaba muy bien formada. Le calculaba un metro setenta, casi de su mismo tamaño y una edad entre los dieciséis y los veinte años.

"Eh... disculpa, no sabia que había caído sobre ti, es solo que..." empezó Steve, hablando con nerviosismo. Sin embargo, no pudo terminar su frase, ya que tuvo que esquivar dos ataques veloces, producidos por lanzas y tridentes. "¡Oigan!¿Qué les pasa?" preguntó el hechicero, mirando a sus dos oponentes; un guerrero con piel escamosa, color verde, una armadura celeste y un casco que impedía que pudiera ver su rostro, era DeepSea Warrior, y un Sea Serpent Warrior of Darkness, un monstruo tritón con armadura morada. Ambos guerreros nuevos portaban armas poderosas, un tridente y una lanza respectivamente, encarando al hechicero.

"¿Quién eres tu?¿Eres un forastero?" preguntó el Sea Serpent, amenazando a Steve con su arma.

"¡No dejaremos que toques a nuestra señora con tus sucias manos!" exclamó el otro guerrero, el DeepSea Warrior, también amenazando al joven.

"¿Señora?" preguntó Steve con confusión, no entendiendo que pasaba aquí.

"¡Esperen, no le hagan nada!" exclamó la chica, poniéndose entre Steve y los dos guerreros marinos, antes de voltear a ver al hechicero y sonreírle. "Disculpa a mis guardaespaldas, pero ellos tienen la misión de protegerme de toda amenaza. Yo soy Sapphire, una Maiden of the Aqua. ¿Quién eres tu?"

"Eh bueno..." respondió el joven hechicero con nerviosismo. "Yo me llamo Steve, un Skilled Dark Magician. Disculpa la molestia, pero ¿Dónde estoy?"

"Estas en el reino submarino de Aquitar."

"¿Reino submarino?¿Es decir que estamos debajo del agua?¿Entonces porque puedo respirar?"

"Por eso..." respondió la mujer, apuntando hacia arriba. Steve volteó y quedo sorprendido.

"¡¿Pero que diablos pasa?!¡el agua esta encima de nosotros!¡Se parece al cielo!"

Y era cierto lo que decía; sobre ellos, el agua estaba suspendida en el cielo, como si un cristal o algo invisible lo sostuviera en ese lugar, evitando que el suelo se moje y que haya oxigeno puro en ese lugar.

"Entonces... ¿Estoy en el fondo del océano?" preguntó el hechicero, confundido por todo lo que había visto.

"A si es..." respondió la joven, antes de mirarlo con confusión. "¿Eres un ser de la superficie?¿Qué haces aquí?"

"Bueno, es una larga historia." comentó Steve, pensando en la forma de explicarle todo lo que había pasado.

Los minutos pasaron y el Skilled Dark Magician terminó por explicarle todo a la Maiden of the Aqua, omitiendo ciertos detalles que se suponen eran secretos.

"...Y así fue como caí aquí..." dijo el hechicero, terminando de contar su historia.

"Ya veo, así que eso es lo que pasó." dijo Sapphire, cruzándose de brazos y meditando un poco. "Bueno, te diré que, en estos momentos, el rey de este reino se prepara para visitar al Dark Sage, ya que hace unos días sintió una gran energía maligna en la superficie. Ven conmigo al palacio para que puedas hablar con mi padre y explicarle todo lo que ocurre en la superficie."

"¿Tu padre?" preguntó Steve con confusión. Ella solo le sonrió dulcemente.

"Si, mi padre... ¡Ah!, se me olvido decirte que soy la princesa de este lugar."

"Oh, ya veo… ¡¿Que?!"

"Si, soy la hija del soberano de el reino de Aquitar. Vamos, debemos hablar con mi padre para resolver esta situación." dijo la joven doncella, mientras camina hacia lo que ella dijo era el reino. Steve la sigue sin tener otra opción, al igual que sus guardaespaldas que no dejan de mirarlo con desconfianza.

El joven no les hizo caso a estos soldados, ya que su atención se centraba el la mujer frente a el. Por alguna extraña razón, Sapphire era diferente a las otras chicas que había conocido, y había conocido muchas. Pero había algo en ella que la hacia diferente, pero no sabia que era. Pensó en dejarlo y averiguarlo mas tarde.

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Música de fondo: - 010-Awakened Forest- (Soundtrack: Final Fantasy IX)

Luego de unas dos horas de caminar, el grupo pudo finalmente ver a lo lejos podía una gran ciudad, algo que Steve no había visto antes. Había visto la gran ciudad de Technopolis, y esta ciudad era de igual tamaño, salvo ciertas características que la diferenciaban de la ciudad de las maquinas. En primer lugar, las estructuras eran más antiguas y no había rastro de tecnología, sin embargo no se veían tan simples como los pueblos que había visto, ya que tenía también altas construcciones, una perfecta simetría y, en especial, todo estaba muy limpio. Sapphire sonrió al ver la ciudad frente a ellos.

"Este es mi hogar, la ciudad submarina de Oceantis, capital del reino submarino de Aquitar." Comentó la joven doncella.

"Vaya, no había visto algo parecido." dijo Steve con asombro. "Technopolis y Oceantis son muy diferentes, pero tienen muchas similitudes."

"¿Technopolis?" preguntó Sapphire con confusión.

"Es la ciudad de las maquinas, una ciudad que flota en el cielo y cambia de posición gracias a la tecnología del clan Machina."

"Ah, si, sabia que existía, pero nunca la he visto. Desearía ver todo lo que hay en la superficie." Dice la joven con un tono de tristeza, aunque inmediatamente reemplaza por una sonrisa. "Bueno, vamos a hablar con mi padre."

Siguieron su rumbo, llegando a la ciudad y caminando por sus calles, mientras Steve seguía maravillado por todo lo que veía. Tiempo después, llegaron a las puertas de un castillo de cristal, al cual entraron. Los guardaespaldas de Sapphire se quedaron fuera del castillo, protegiendo la entrada, mientras los dos jóvenes seguían su camino. Varios pasillos después, los dos llegaron a una puerta enorme, la cual se abrió con la presencia de la joven, dando paso a un gran salón con una alfombra roja. Frente a ellos, sentado en su trono, estaba el rey de la ciudad: Mobius, The Frost Monarch.

"Padre, he regresado" dice Sapphire, haciendo una reverencia al coloso de cristal que estaba frente a ella.

'¿Padre?¿Esa cosa es su padre?' piensa Steve al ver a Mobius, confundido de la relación padre-hija que tenían los dos.

"Sapphire, que bueno que haz vuelto." Dijo el enorme sujeto de hielo, antes de mirar a Steve y señalarlo. "¿Quién es el que te acompaña, hija?"

"Es alguien que me encontré en las afueras de la ciudad." Respondió la joven, dejando que el muchacho respondiera por ella.

"Me llamo Steve, un Skilled Dark Magician, soy aprendiz de él Dark Magician Duncan, quien fue discípulo del Dark Sage, líder del clan Spellcasters."

"Así que un hechicero." Respondió el rey de Oceantis, pensando un poco. "Hace unos días, sentí una fuerza muy poderosa en la superficie, ¿Puedes decirme que es lo que ocurrió en el mundo de tierra?"

Steve aceptó y pensó en como explicarle lo sucedido.

Otra larga explicación mas tarde, el coloso azul procesaba toda la información que Steve le había dado, mostrándose algo preocupado.

"¿Exus ha sido liberado? Si eso es cierto, entonces es mas grave de lo que pensé..." dijo Mobius con confusión y curiosidad.

"Escuché que usted iría con el Dark Sage, ¿Es cierto?" preguntó Steve.

"Así es, iba a ir para preguntar sobre esta energía, pero ahora que ya se de quien es, debemos discutir sobre que hacer contra esta amenaza."

"Que bien, porque yo me dirigía con él, pero me caí del barco donde veníamos. Creo que necesitare ayuda para encontrara mis compañeros."

"No te preocupes, nosotros te ayudaremos a encontrarlos. Cualquier amigo o aprendiz del Dark Sage es bien recibido aquí." respondió Mobius, antes de ver a su hija. "Sapphire…"

"¿Si padre?" preguntó la joven.

"Muéstrale a nuestro invitado el palacio mientras él se..."

Antes de que terminara de hablar, las puertas del gran salón se abrieron de golpe y vieron al DeepSea Warrior que había acompañado a Sapphire y a Steve. Estaba muy lastimado, varias partes de su armadura fueron destruidas y sangraba a borbotones. Caminaba lentamente hacia ellos, dejando un rastro de sangre detrás de él.

Música de fondo: - 021-Enemy Assault- (Soundtrack: Final Fantasy X)

"¡Mi señor!¡Nos atacan!" exclamó el guerrero, algo débil.

"¡¿Qué dices?!" Exclamó el rey, poniéndose de pie de inmediato. "¡¿Quiénes nos atacan?!"

"No lo se, son unas extrañas criaturas negras con grandes ojos amarillos, tienen el tamaño de un niño, y son muy escurridizas. Se ocultan en las sombras y atacan por sorpresa, ¡son miles!" Exclamó el guerrero herido.

"Debe ser Exus, él ha de estar atacando la ciudad. ¡Hay que detenerlo!" exclamó Steve, corriendo hacia la puerta para salir del salón. Mobius mira a Sapphire.

"Hija, te pido que te quedes aquí. Mandare a unos guardias para que te protejan." expresó el coloso de hielo.

"Si padre, ten cuidado." Dijo la joven doncella, viendo a su padre correr al exterior.

-

Desde la terraza del castillo, Steve miraba hacia abajo. No podía creer lo que veía; miles de criaturas negras y pequeñas merodeaban por toda la ciudad, atacando a cualquier ser vivo que se pusiera en su camino. Los guardias del castillo lograban vencerlas fácilmente, pero eran demasiadas para ser contenidas y los guardias no podían con todas. Steve saco su báculo y se dirigió a las escaleras donde se encontró a Mobius en el camino.

"Su majestad, usted no debe pelear." Dijo el hechicero al ver al monarca en la puerta.

"Como el rey de Oceantis, es mi deber el proteger esta ciudad aun a costa de mi vida. Además que a mí nunca me ha gustado el huir o esconderme de una pelea. Aparte de ser un rey, soy un guerrero." Respondió Mobius con seguridad.

"Entonces, déjeme ver lo que el rey del reino submarino puede hacer."

Los dos salieron del castillo, atacando casi de inmediato a estas extrañas criaturas negras. Las criaturas no parecían estar coordinadas para un ataque, mas bien parecían animales salvajes atacando un poblado, sin coordinación o estrategia, solo atacando lo que se les cruzara en el camino, por lo que era fácil derrotarlas.

Steve usó su báculo para golpear a las criaturas y se dio cuenta de que eran muy fáciles de destruir, ya que con un golpe y se desvanecían. El hechicero decidió hacer uso de su magia y elimino a varios monstruos negros de un solo hechizo de fuego, pero no se dio cuenta de que había mas detrás de él hasta que una corriente de aire frió los congelo. Volteó a ver que paso y vio a Mobius apuntando hacia las criaturas congeladas.

"De debes una, muchacho." Dijo el rey con seriedad, mientras Steve reía nerviosamente.

El tiempo pasó y ambos siguieron peleando valientemente, pero eran demasiadas criaturas para todo el reino y los arrinconaron, así como a varios guardias.

"¿Qué hacemos, su majestad?" preguntó uno de los soldados con nerviosismo.

"¡Pelear, no hay mas que hacer!" Exclamó el rey Mobius.

Todos se prepararon para el ataque, listos para cuando las criaturas decidieran lanzarse a ellos, pero estas se detuvieron de pronto, confundiendo al grupo. Entonces, inexplicablemente, se hundieron en la tierra, desapareciendo del lugar.

"¿Qué paso?" preguntó uno de los guardias con confusión.

"Quizás tuvieron miedo." respondió Steve con una sonrisa en su rostro…

Aunque no duro mucho tiempo…

Música de fondo: - 002-Dive into the Heart- Destati- (Soundtrack: Kingdom Hearts II)

"¡Majestad!¡Es horrible!" Exclamó un soldado que venia del castillo, llamando la atención de todos.

"¿Qué sucede?" preguntó Mobius, por alguna razón sintiendo algo terrible.

"¡La princesa!¡Han raptado a la princesa!"

"¡¿Qué has dicho?!"

"Si, esas criaturas nos atacaron por sorpresa y se llevaron a la princesa. Extrañamente, dejaron una nota que dice que nos esperan en la cueva del dios del océano." respondió el guardia leyendo lo que dice un papel que tenia el la mano. Mobius lo piensa por un momento, el ataque a la ciudad había sido solo un engaño para atraerlos fuera del castillo y llevarse a Sapphire.

"¡Muy bien!¡Preparen un equipo de rescate, iremos a la cueva del dios del océano!" exclamó el rey, caminando hacia el castillo.

"¡Espere su majestad, yo también quiero ir!" gritaba Steve, deteniendo a Mobius en su camino.

"¿De que hablas? Este no es tu asunto."

"Ahora lo es. Cualquier asunto de un amigo del Dark Sage es mi asunto." Dijo con entusiasmo el joven hechicero. "Déjeme pelear con ustedes, por favor."

"Bien, entonces ven conmigo, valiente hechicero, nos espera una batalla" dice Mobius, quien camina hacia su castillo.

"¡Excelente!" dice Steve, siguiendo a Mobius. "¡Steve al recate!"

-Ocean's Lord Cave-

En el interior de una cueva húmeda, Sapphire comenzó a despertarse, confundida del porque estaba en ese lugar. Pronto descubrió que se encontraba amarrada en un tronco, mientras las criaturas negras que atacaron el castillo la veían. Un sujeto se acerco hacia ella, riendo maniacamente.

"Valla, creo que la bella durmiente se ha despertado." Dijo la extraña figura, un demonio poderoso.

"¿Quién es usted?¿Qué quieren de mi?" preguntó Sapphire con miedo.

"No te preocupes, no te haré daño... y no tomare ventaja de la situación. Solo quiero una cosa tuya." Dijo el sujeto, arrancando un medallón del cuello de Sapphire. "Y es esto..."

"¡No!¡Deja ese medallón!"

"Calla, este medallón es la llave para conseguir uno de los objetos necesarios para revivir a Void." Dijo el sujeto, comenzando a alejarse, antes de detenerse un momento. "Y por cierto… mi nombre es Hades, mano derecha del señor Exus, futuro gobernante de esta galaxia." Dijo el demonio, quien comienza retirarse, dejando a Sapphire amarrada al tronco y esperando a que su padre venga a rescatarla. No sabía que ese medallón, en las manos de alguien como Exus, traería una gran guerra a la galaxia.

Fin del Capitulo 24

Música de fondo: - 008-The Biggest Dreamer -Jikai Yokoku- (Soundtrack: Digimon Tamers)

Preview del Capitulo 25: hola a todos, Aquí Steve nuevamente. Hemos ido en busca de Sapphire. ¿Qué son esas criaturas? Son muy débiles pero son demasiadas! No se pierdan el próximo capitulo de The N-Warriors: Shadow Realm saga: ¡El Rescate!, los enemigos sin corazón.

mmm…

ENDING THEME: 009-Endless Dream (Soundtrack: Yu-Gi-Oh! GX)