Estoy de regreso después de tantos meses, y les debo una GRAN disculpa por la tardanza, pero les pido comprensión, aunque prometo no volver a desaparecer tantos meses.
Les recuerdo que todos los personajes perteneces a J.K Rowling a excepción de unos cuantos que aparecen por allí.
No se las quiero hacer larga, ya han tenido bastante con el tiempo que ha pasado.
Así que…
¡A leer!
"La Profecía de Godric Gryffindor"
Quinto capítulo
El Sombrero Seleccionador
Por Gala Potter
Tantos años habían pasado desde aquel día donde cada uno decidió continuar su vida sin el otro, todo había iniciado en una situación muy parecida a la que estaban en ese momento, ambos sentados frente a frente con una taza de café al frente, el lugar era otro, no era una cafetería cercana a la estación King's Cross, la cita ese día era la casa donde ella se había mantenido oculta, pero lo que comenzó como una reunión después de los fatídicos hechos que los habían dejado destrozados, no terminó como hubiesen querido, se dijeron tantas estupideces muchas de ellas ni siquiera sentían, sólo era enojo por la cobardía y la falta de comprensión. La emoción de su reencuentro en el andén 9 ¾ ya había pasado, ahora sólo querían hablar, saber que había sido de la otra persona que por más que intentaron jamás llegaron a olvidar, pero ninguno se atrevía a hablar o siquiera mirarse a los ojos, el tema de lo acontecido años atrás sabían que se mantendría tabú por algún tiempo.
-jamás imagine encontrarte en el andén- dijo por fin Elizabeth- fue tan...
-...extraño- completó la frase Lupin- pensé que estabas muy lejos de aquí
-lo estaba- contestó ella- estaba en Canadá, pero hay ciertas circunstancias que me hicieron regresar hace un año
-han de haber sido muy fuertes para que hayas regresado y aparecido en público- comentó él
-la guerra y el señor oscuro- contestó Eli, Remus hizo una mueca jamás le gusto la forma en que ella se refería a Voldemort- sé que regreso, todos los ataques que ha habido han sido culpa de los mortífagos
-pensé que no querías saber nada de nuestro mundo- dijo Lupin- y menos de una nueva guerra
-así era- respondió ella- pero no puedo ignorar lo que soy y lo que fui, por eso decidí regresar, ahora no soy sólo yo, debo proteger a mi hijo y sin la magia no lo puedo hacer- Remus no prestó atención a lo que decía Eli después de escuchar que ella, su Lizzie, tenía un hijo...pero que otra cosa esperaba después de estar separados dieciséis años ¿volver hacer lo que eran antes¿acaso no los dos habían jurado olvidarse?...pero le dolía saber que ella si lo había olvidado mientras él se había pasado cada noche añorando su compañía y tantas veces pensado en tomar sus cosas e ir con ella, con la mujer que había dueña de todo su ser, pero la cobardía era más grande
-¿un hijo?- dijo Remus fingiendo que no le había afectado que ella si había rehecho su vida- por eso estabas en el andén
-exacto- respondió Eli- acaba de entrar a primer año ¿y tú por qué estabas en el andén¿Fuiste a dejar a alguien?
-si- contestó Remus- fui a dejar a Harry
-¿Harry?...así se llama tu hijo
-no es mi hijo- respondió el licántropo- es el hijo de Lily y James- ella lo miró sorprendida
-¿el hijo de Lily y James?- preguntó Eli- han pasado muchos años desde que la última vez que lo vi, apenas era un bebé, supongo que ha de ser el vivo retrato de James
-pero con los ojos de Lily- dijo Remus, ella sonrió recordaba perfectamente los ojos esmeralda de su amiga, los mismo que su hijo había heredado
-si no me equivoco acaba de cumplir diecisiete...si no hubiera sido por Black, Lily y James hubieran visto a su hijo crecer- dijo Eli, la ira y furia que sentía se reflejaba en la manera que tenía sujeta la taza, la cual parecía querer deshacer como si de Sirius Black se tratara
-la culpa no fue de Sirius- la interrumpió Remus, Eli lo vio anonadada, ella había evitado que Remus quisiera vengarse de Sirius Black y ¡ahora lo defendía¡Era inaudito!
-¡Sirius Black los entregó¡Él era un espía¡Era un mortífago¡A mi no me vengas a decir que Sirius no es culpable!- exclamó ella enfadada, odiaba a Sirius Black con todas sus entrañas
-todo fue un error- contestó Remus Lupin, Eli lo veía con los ojos desorbitados ¿qué la pesaba a Remus! Se preguntaba ella
-¡un error!- gritó ella- ¿quién te metió esa idea en la cabeza¡Sirius era el guardián secreto¡No hay ningún error¡Él los traicionó!
-Lizzie, por favor tranquilízate- le pidió Remus
-¡que me tranquilice!- exclamó Eli- ¡estás defendiendo a Sirius Black¡Al culpable que más de una vida se haya derrumbado¡Incluida la nuestra!
-lo estoy defendiendo como alguna vez te defendí a ti- respondió Remus perdiendo la paciencia que lo caracterizaba- pero al contrario de ti, él si era inocente, él nunca fue un mortífago- Eli se quedó callada, pero en su interior estaba ardiendo de coraje- Sirius Black nunca fue aliado de Voldemort, él no era el guardián secreto de los Potter
-Remus esas son puras mentiras- dijo ella desesperada- Sirius era un mortífago que mató a sus amigos
-no lo era- insistió él- todo un error, una confusión, Sirius iba a hacer el guardián secreto, pero a la última hora hicieron cambio de planes, Peter era el guardián, Peter Pettigrew era el mortífago infiltrado en la orden del fénix, Sirius si intentó matarlo pero Colagusano fue más inteligente esa vez, se cortó un dedo y escapó en su forma de animago
-¿quién te convenció de esa sarta de mentiras?- preguntó ella- ¿una confusión¿Peter vivo¡Por Merlín¡Eso no es posible!
-Sirius, él me lo dijo- ella abrió los ojos sin poderlo creer, se suponía que Sirius Black estaba en Azkaban- se escapó hace cuatro años, y él me contó la historia...vi a Peter con mis propios ojos, se hizo pasar como la mascota en una familia de magos, Peter ayudó a Voldemort a regresar
-quiero hablar con Sirius personalmente- exigió Eli, ella vio como Remus bajaba la mirada- tal vez si él me lo dice podré creerle
-no puedes- le contestó con un deje de tristeza en su voz- es imposible
-¡a mi no me vengas con que es imposible¡Tú sabes dónde está escondido! Tengo que hablar con él, quiero comprobar si es verdad lo que me estás diciendo
-Sirius murió hace un año- respondió él con tristeza, ella se quedó pasmada ¿inocente¿Muerto?- murió en el ataque que hubo al ministerio el año pasado
-no lo puedo creer- susurró ella cubriendo su rostro con sus manos, Elizabeth Payne se sentía devastada, ella había dado testimonio de la culpabilidad de Sirius, pero él era inocente, él que nunca había dejado de considerar como amigo a pesar se todo lo sucedido¿y qué hizo ella?...lo mando a Azkaban condenándolo a una vida miserable con los dementores, pero pedirle perdón a aquel que fue su amigo era imposible, y sólo la hacía sentir más miserable, ella tenía que haber estado en Azkaban, no él, no Sirius Black, las lágrimas aparecieron en los ojos de Eli
-él se mantuvo escondido dos años, primero viajando o más bien tratando de encontrar a Emily, hasta que Dumbledore lo confinó en Grimmauld Place- continuó con la historia Remus Lupin
-¿sabes algo de Emily?- preguntó Eli a la mención de su amiga, saliendo del trance en el que se encontraba
-nada...pareciera como si a ella y a Ben se los hubiese tragado la tierra- respondió Remus- desde que inició la guerra los hemos tratado de encontrar
-entonces ellos no saben que cometimos un gran error al culpar a Sirius- dijo ella, Remus asintió- Emily lo debería de saber, tal vez ella así volvería al mundo mágico
-con Emily no puedes prever nada, yo creía que ella se haría cargo de Harry y ¿qué hizo? Huir, a pesar que era su sobrino, la única familia que le queda y le dio la espalda
-¿le has contado a Harry sobre Emily?- preguntó Eli recuperando la compostura
-no...Lo he querido hacer desde que Harry descubrió sus poderes, pero para qué lo hago si jamás la va a conocer, si ni siquiera sé si ella sigue viva
-es su familia- replicó ella
-la familia que le dio la espalada cuando se quedó huérfano- dijo Remus- te lo dije hace muchos años, lo que hizo Emily al dejar a Harry solo, no se lo voy a perdonar, por Merlín, mejor Petunia accedió a cuidarlo que ella
-a lo mejor tuvo sus razones- dijo Elizabeth- o puede suceder que tal vez se arrepienta y regrese
-quisiera creer en eso- contestó Remus- pero crees que ella no sepa que desde hace dos años estamos en guerra
-yo creo que algún día ella va a regresar- ahora el sorprendido era Remus ¿Emily¿Regresar? Él había perdido la esperanza de verla regresar después de leer su última carta donde se negaba a cuidar a Harry
-ella no va a regresar, por lo tanto no vale la pena que estemos perdiendo el tiempo hablando de ella- Eli hizo una mueca de disgusto, le molestaba el rencor que Remus sentía hacia la que fue una de sus mejores amigas, pero tampoco lo podía contradecir, tenía que aceptar que él tenía razones bastante válidas, por eso accedió al cambio de tema, pasaron varios minutos para que alguno volviera a hablar... ¿De qué hablaban¿De lo que sucedió hace dieciséis años¿O del cómo les había ido en los años que estuvieron separados? Pero ninguno de los dos estaba dispuesto a hacerse daño escuchando como el otro si había sido capaz de continuar con su vida, como el otro tal vez si había sido feliz, pero que equivocados estaban tendría que pasar mucho tiempo para que Remus Lupin y Elizabeth Payne en verdad se dijeran lo que sentían.
-¿tienes una estrecha relación con Harry?- preguntó ella, así mataba a dos pájaros de un tiro, evitaba hablar con Remus de su vida, y satisfacía la curiosidad que sentía por saber que era de la vida del hijo de una de sus mejores amigas
-si...soy su tutor- respondió él
-no se supone que era Sirius- comentó ella- ¡rayos! Lo siento...es que, es tan extraño
-no te preocupes- dijo él- yo aun no puedo creer que él murió- Sirius Black no era el mejor tema para hablar, a ambos les dolía su muerte
-sígueme contando de Harry ¿heredó los genes de merodeador?- por fin en el rostro de Remus se dibujó una sonrisa
-si...creo que Lily y James estarían muy orgullosos de él, es un buen estudiante, capitán del equipo de quidditch y definitivamente lleva sangre de merodeador, aunque él insiste que los problemas lo buscan a él, no él a ellos
-me encantaría verlo de nuevo
-y a él le alegraría conocer a una amiga de su madre- agregó él, Eli sonrió- vamos, Lily era mi amiga, pero tú eres la persona adecuada para hablarle de ella, fue tu amiga durante muchos años
-Remus te puede hacer una pregunta- dijo ella
-claro- respondió él- para que son los viejos amigos- Eli resopló, ellos no eran simplemente viejos amigos en un encuentro casual, pero recobró la compostura para pedirle algo que años atrás le habían negado
-quiero entrar a la orden del fénix- pidió ella, Remus soltó la taza de café que sostenía, no sintió el café caliente sobre su pecho y sus piernas, otra vez comprobaba que Elizabeth Payne lo podía descontrolar a límites insospechados. Eli lo miró desafiante, esta vez no habría poder humano que le impidiera ayudar a la causa que siempre debió apoyar.
Habían pasado varias horas desde que el Expreso de Hogwarts inició su camino hacia el famoso colegio de magia, en ese tiempo el compartimiento donde iba Cassie Bernini la atiborraron de preguntas ¿de dónde venía¿En qué colegio había estudiado¿Por qué se había cambiado de colegio? En esa pregunta ella ya había preparado un respuesta que sonara lo bastante convincente, nadie debía saber la verdadera razón de su cambio de colegio, muchos menos los poderes especiales que ella poseía, por eso debía ser cuidadosa en no mostrarlos, tal vez ya que tuviera confianza se los diría.
-te va a encantar Hogwarts- comentaba Ginny Weasley- es fascinante, y por muchos años que lleves nunca lo llegas a conocer del todo
-me di una idea cuando leí la Historia de Hogwarts- dijo Cassie
-¿en serio? Hermione es la única que la ha leído- comentó Harry- ¿verdad, Hermione?- pero la chica lo vio como si no supiera de que hablaba
-perdón no te escuche ¿qué decías?- dijo Hermione
-que tú habías leído la historia de Hogwarts- repitió lo antes dicho Harry- porque Cassie también lo hizo
-¡bien por ti!- exclamó Hermione con un deje de sarcasmo- pero en ese libro no dice todo los secretos que encierra Hogwarts, como los elfos domésticos
-¿y qué clases vas a tomar?- preguntó Ginny, no tenía idea del por qué Hermione se estaba comportando de esa manera, comúnmente ella era muy amable, pero con Cassie era totalmente distinto
-pues las mismas que llevaba, Transformaciones, Defensa contra las Artes Oscuras, Encantamientos, Pociones y Aritmancia- contestó Cassie, pero una chica de cabello castaño que había fingido ignorar la conversación con Cassie hizo una mueca de disgusto, todas las materias que ella tomaba las tendría con esa chica, pero aun cabía la esperanza que ella no se quedara en Gryffindor, así no tendría que compartir con ella todo ese tiempo
-si te quedas en gryffindor compartiremos todas a excepción de Aritmancia y pociones- añadió con una sonrisa Ron¡que suerte tenía! Se decía el pelirrojo
-¿y por qué no tomaste esas materias¡Son fascinantes!- dijo con alegría Cassie
-créeme que pociones no es tan fascinante cuando tienes como profesor a Snape- dijo Ron- no aceptó a nadie que no tuviera mínimo supera expectativas en el TIMO
-¡que tarde es!- exclamó de repente Hermione- Ginny tenemos que ir a la junta
-¡cierto!- exclamó la pelirroja- anda Ron, que los demás nos deben estar esperando- el pelirrojo las vio con cara de fastidio, él prefería seguir platicando con Cassie a ir a una aburrida junta de prefectos
-ya voy señorita prefecta- murmuró él- bueno te dejamos las obligaciones nos llaman
-anda, camina- le ordenó Hermione, después Ron y Hermione salieron del compartimiento
-trata de evitar que no se maten, por favor- le dijo Harry a Ginny antes de salir
-lo intentaré, pero no prometo nada...ya sabes como son cuando se ponen de pesados- respondió ella, y luego salió cerrando la puerta del compartimiento
-¿a qué vino eso?- preguntó Cassie- pensé que todos eran muy buenos amigos, pero Ron y Hermione parecen llevarse muy mal
-cosas entre ellos- respondió escuetamente Harry- algo sin importancia
-ya veo- el silencio invadió el compartimiento, Luna volvió a su revista, Neville le pareció interesante el paisaje del exterior y Harry trataba de encontrar algo entretenido en el techo, y Cassie por primera vez en el viaje se sintió incómoda, extrañó a sus amigos Riccardo y Lorella, no sabía que hacer, miró a sus tres acompañantes todos estaban en su propio mundo, sin querer fijó su mirada en la cicatriz en forma de rayo que Harry ocultaba, a este lo invadió la incomodidad que siempre sentía cuando alguien miraba su cicatriz, se preguntó cuánto tiempo se iba a tardar Cassie en hacer algún comentario sobre él
-odias que nos fijemos en tu cicatriz ¿verdad?- dijo Cassie
-tú también lo odiarías si todos se te quedaran viendo como un muñequito en exhibición
-lo siento- se disculpó Cassie- pero tenía curiosidad
-también he oído eso- dijo Harry un poco molesto
-no es para que te enojes, sólo que también en Italia hemos oído hablar del niño-que-vivió- ese comentario sólo irritó más a Harry- perdón no quería molestarte, es que bueno ya te dije curiosidad, lo siento...
-no te preocupes- contestó Harry con una sonrisa, ella también sonrió- ¿te gusta el quidditch?
-¡me encanta!- exclamó Cassie- ¡hasta cambie el fútbol por el quidditch!
-¿lo juegas?
-¿cuál el fútbol o el quidditch?
-los dos
-pues juego los dos, de niña estaba en un equipo de fútbol femenil, pero entré al colegio conocí el quidditch y ya ves lo cambie... ¿crees que pueda entrar a algún equipo?
-hay varias vacantes en la cuatro casas, pero en Gryffindor necesitamos un golpeador y un cazador- contestó y recordó con tristeza porque el equipo de quidditch estaba incompleto, dos de sus integrantes habían muerto en el ataque de Hogsmeade, como muchos otros alumnos de Hogwarts- tienes que hacer pruebas y rogar porque este año no cancelen la temporada de quidditch
-mmm... ¿estás en el equipo de quidditch? Porque según me contaron eres muy bueno volando
-¿en serio¿Quién te lo dijo?
-ya te dije que en Italia hablan mucho sobre ti, y no sólo por Voldemort...todos saben de tus hazañas en el torneo de tres magos- Harry no supo que le sorprendió más que en Italia también lo conocieran, o que Cassie dijo sin ningún temor el nombre que pocos magos se atrevían a pronunciar- pero no contestaste mi pregunta ¿estás en el equipo de quidditch de Gryffindor?
-si, soy buscador y capitán del equipo
-el mejor que ha tenido Gryffindor- intervino Neville en la conversación
-no es para tanto
-no es una exageración- repuso Neville
-¿juegas quidditch, Neville?- le preguntó Cassie, las orejas de Neville se pusieron rojas
-mmm...lo mío no es el quidditch tengo algunos problemillas con la escoba
-creo que me presentaré en las pruebas, pero espero que sean a las del equipo de Gryffindor- dijo con alegría Cassie, le entusiasmaba poder jugar en el equipo de quidditch, a parte de tener la ilusión y casi seguridad de que sería seleccionada para Gryffindor, desde que había leído la historia de Hogwarts y la historia de los cuatro fundadores le pareció en cierta forma identificada con Godric Gryffindor
-ya verás que te quedas en Gryffindor, es la mejor de las casas- comentó Harry, esa chica le estaba cayendo muy bien
-¿y a qué se dedican tus papás?- le preguntó Neville
-mi mamá es doctora- al ver la cara de Neville que no había entendido agregó- es curandera muggle, no es bruja
-¿y tu papá?- preguntó Neville
-no sé, mi mamá nunca habla de él- para Cassie era mejor decir que no sabía absolutamente nada de su padre, a decir que esta en prisión acusado de asesinato- con decirte que ni su nombre sé- Neville y Harry entendieron que era un tema en el que Cassie se sentía incómoda, por lo que prefirieron retomar el tema del quiddictch, después regresaron al compartimiento Hermione, Ron y Ginny con lo cual el tema del quidditch se alargó hasta que las chicas se vieron en la necesidad de salir para ponerse la túnica del colegio.
Un día soleado como aquellos que tanto le gustaban y que hace veinte años siempre aprovechaba para salir de paseo con Sirius, esos días parecían tan lejanos como si pertenecieran a otra persona no a ella, donde ella tenía una vida feliz con una persona a la que amaba, con sus amigos, con su familia; ahora era feliz, pero de diferente manera en que lo había sido, para Emily su vida significaba su hija, y que en ese momento se dirigiera a Hogwarts no era un pensamiento que la tranquilizara y más si había que agregarle que de nueva cuenta el mundo mágico estaba en guerra, tal vez era el momento de regresar, de ayudar por segunda vez a la orden del fénix, pero Emily desechó esa idea por varias razones, la principal: su hija, sólo Ben sabía de la existencia de Cassie, solamente la idea de pensar en lo qué podría suceder si alguien se llegará a enterar que Emily Potter no murió en aquel ataque a su casa, y no sólo eso sino también que se había casado y tenido una hija con el responsable de la muerte de toda su familia, no sólo la de su hermano, además estaba segura que había algunas personas como Remus y seguramente también Eli que no le perdonarían el no haberse hecho cargo de su sobrino, y Harry, lo único que le quedaba de la familia que alguna vez tuvo, sería muy cobarde presentarse después de diecisiete años y decirle "hola soy Emily Potter, tu tía, perdón por no hacerme cargo de ti" ni ella misma se perdonaba el no haber cuidado de Harry, pero tenía razones, tal vez no muy válidas pero a fin de cuentas razones. Emily iba caminando por las calles londinenses tratando de apartar todos los recuerdos de su mente, entró a una cafetería cercana a la estación King's Cross, se sentó en una de las mesas más apartadas, evitó mirar a su alrededor, tenía el temor de encontrarse con alguno de sus conocidos, pero estaba en un café muggle ¿qué mago iba ir a tomar un café ahí precisamente, estaba muy equivocada al pensar que ninguno.
-Pero recuerda lo que sucedió la última vez- le contestó Remus a Eli una vez que asimiló las palabras que ella había dicho
-tú sabes quién fue el culpable que la orden no me aceptará aquella vez- dijo Eli- y aunque me duela, él está muerto
-pero...
-podrías al menos hacer el intento de hablar con Dumbledore y decirle que regrese- le pidió Eli al hombre lobo
-no te aseguro nada- le respondió- pero haré el intento
-gracias- dijo Eli luciendo su hermosa sonrisa
-podríamos ir hoy mismo a hablar con Dumbledore, y ver si entras a la orden, o de cualquier forma que te ayude a ocultarte, me sigue sorprendiendo que aparecieras en público
-¿entonces los mortífagos me siguen buscando?- preguntó ella
-Voldemort no olvida, y tú lo sabes mejor que yo- dijo Remus- dudó que algún día olvide tu traición hacia él
-nunca le fui fiel- añadió ella- y me arrepiento de haberle ayudado
-no puedes borrar el pasado, Lizzie- le dijo Remus
-pero si puedo enmendar los errores del pasado- contestó Eli- tú sabes cómo puedo ayudar a la orden
-tal vez así podríamos evitar más bajas en la orden, aun no nos recuperamos del ataque en Hogsmeade
-algo escuche de eso, dicen que el mismo Voldemort salió de su escondite
-casi mata a Harry- añadió preocupado Lupin- estuvo tan cerca de lograrlo, si no hubiera sido por Peter
-¡Peter¡Pero si dices que es un mortífago!
-se arrepintió...y él recibió la maldición asesina en lugar de Harry, dándole tiempo para escapar- explicó Remus a una muy sorprendida Elizabeth, definitivamente se había perdido de mucho en el tiempo que estuvo fuera de Reino Unido
-no lo puedo creer, simplemente no entiendo, Peter salvó a Harry, por Merlín... ¿algo más de lo que debo enterarme?
-creo que nada más- respondió Remus- ¿tienes algo que hacer hoy?
-no...¿Por qué?
-para que me acompañaras a Hogwarts- contestó Remus- y hablar de una vez con Dumbledore y esperemos que se le ocurra algo para que los mortífagos no se enteren de tu regreso
-te aseguró que ya lo hicieron- dijo Eli- vi de lejos a Narcisa y a su hijo, seguramente ella ya les dio el pitazo a los mortífagos que la buscada Elizabeth Payne esta de nuevo aquí
-al menos dime que no has estado en tu casa- dijo Remus- los mortífagos no tardarán en irte a buscar allí
-no soy tan tonta, Remus- respondió Eli- ir a esa casa sería como un suicidio, y se te olvida que lo que quiero es proteger a mi hijo
-si los Malfoy te vieron con tu hijo, más razones para ir a hablar con Dumbledore, aunque este en Hogwarts corre peligro teniendo a tantos hijos de mortífagos alrededor
-está bien, vamos a hablar con Dumbledore- cedió Eli, aunque tampoco se había hecho mucho del rogar, quería ayudar a la orden y estaría más tranquila sabiendo que Dumbledore cuidaría de cerca a su hijo
-avisa que vas a llegar un poco tarde a tu casa- le recomendó Remus- no quiero vayas a tener problemas con tu esposo
-¿esposo? no tengo, Remus- contestó ella, los recuerdos de su ex esposo no era agradables, su relación con él había sido un intento desesperado de olvidar a la persona que comenzó a amar hace más de veinte años, lo había querido de eso no había duda, pero no todo acabó tan bien como inicio
-¿y el padre de tu hijo?- preguntó el licántropo
-¿quién te dijo que seguía con él? Estoy divorciada, por lo tanto no hay nadie esperándome en mi casa- Remus no pudo evitar sonreír, tal vez no había perdido completamente a Eli, todavía existía alguna esperanza de recuperar lo que tenían, pero se le olvidaba que había problemas entre ellos que aun no se habían resuelto, además habían pasado diecisiete años, ella tenía un hijo, la más clara evidencia que ella lo había olvidado.
-¿y cómo vamos a irnos a Hogwarts?- preguntó Eli
-vamos a aparecernos en Hogsmeade- respondió él- si es que no tienes ningún inconveniente
-por mi no hay problema, siempre odie la red flu o los trasladores- él sonrió
-no siempre odiaste los trasladores- ella rió, y le dio la razón a Remus, no siempre odio ese medio de transporte mágico
-porque a ti no te mandaron en medio de la selva- dijo ella, a ambos les invadió la melancolía, Sirius y James habían sido los responsables de esa broma, sino hubiera por Emily, Eli se hubiera quedado perdida o como alimento de algún animal salvaje. Después pidieron la cuenta, Eli insistió en pagarla y ambos se dispusieron a salir del café
-¡mírate, Remus!- exclamó Eli cuando los dos estuvieron de pie, Remus tenía manchado todo el pantalón de café, el rió había olvidado por completo que sin querer se había tirado la taza de café encima, ambos hicieron amago de sacar la varita, ambos terminaron riéndose, a los dos se les olvidó que estaban en un café muggle
-¿cómo te fuiste a tirar el café?- preguntó entre risas Eli sacando un pañuelo de su bolso y dándoselo a Remus para que se limpiara
-fue tu culpa- dijo Remus entre risas
-¡mi culpa¡Disculpe señor Lupin pero está muy equivocado!
-tú y tus proposiciones hicieron que se me cayera el café- Eli de nueva cuenta rió, tomó su bolso y ambos salieron del café sin percatarse que desde una mesa en la parte de atrás del café una mujer los había observado desde que comenzaron a bromear por el café¡¿cuánto hubiera dado Emily Potter por acercarse a abrazar a sus amigos en ese momento!
-señora ¿qué va a pedir?- la llamó uno de los meseros, Emily apartó su vista del lugar donde habían estado sus amigos y se fijó en el mesero, era joven a lo mucho tenía veinte años
-¡ah, si! Un café capuchino moka y ¿tienes pastel de zarzamoras con queso?
-por supuesto- contestó el muchacho
-entonces me traes una rebanada y el café
-en un momento se lo traigo- y el mesero se perdió en el café. Emily respiró profundamente, le había sorprendido escuchar unas voces tan conocidas y a la vez tan lejanas¿cuándo fue la última vez que platicó con ellos? ni se acordaba, tal vez fue dos meses antes de irse a Italia, los extrañaba, que más hubiera querido tener a Eli en todos esos momentos difíciles que pasó, o los consejos y paciencia de Remus, pero ella los había alejado, ella era la que les había prohibido que la buscaran, le consoló que sus amigos, Eli y Remus, si habían encontrado la felicidad a pesar de todo, Ben le había dicho que se habían separado, pero ella había podido ver que Eli y Remus seguían juntos, a ellos la vida sí les había otorgado la felicidad que años antes les había robado, cuan equivocadas pueden ser las apariencias al hacer creer a las personas lo que no es, lo que no había sucedido. Emily suspiró, tomó el diario muggle que tenía a su lado, y lo empezó a leer, una inútil forma de olvidar al menos unos momentos lo que pasaba en su mente.
Cassie estaba asombrada, acababa de bajar del vagón y se había encontrado con una maravillosa vista de Hogwarts, nunca imaginó que el famoso colegio de magia fuera tan sorprendente y eso que aún no había entrado en él, la emoción invadió de nueva cuenta a Cassie, se quedó unos instantes parada viendo el castillo y la luna menguante reflejada en el lago, esa vista daba a Hogwarts un toque mágico mayor a la naturaleza del mismo.
-es hermoso ¿verdad?- dijo Ginny llamando la atención de Cassie, ella asintió, su colegio en Italia no tenía comparación con ese imponente castillo
-¡por acá los de primero!- gritó una voz bastante conocida para Harry y sus amigos, Hermione sonrió al escuchar a Hagrid y fue a saludarlo, Harry fue con ella para saludar al semigigante
-¡hola Hagrid!- lo saludó Hermione
-¡hola!- contestó él- ¿cómo han estado?
-bien- respondieron al unísono Harry y Hermione
-¡oh, tú debes ser Cassie!- exclamó el semigigante al verla a lado de Ron, al igual que Harry y Hermione, Ron y Ginny se habían acercado a saludar a su amigo llevando con ellos a Cassie, ella asintió y Hermione frunció el entrecejo- mucho gusto, yo soy Rubeus Hagrid, profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas
-mucho gusto- contestó Cassie con una gran sonrisa
-ustedes deberían ir tomando los carruajes- dijo Hagrid refiriéndose a Harry, Hermione, Ron y Ginny- nos vemos después en el castillo, y Cassie tú me acompañaras en el recorrido por el lago
-¿en serio?- Hagrid asintió- ¡genial¡Podré ver al calamar gigante!- y así los dos se alejaron, mientras caminaban hacia los carruajes Harry vio como Cassie se subía en el mismo bote que Hagrid.
Más de una persona se fijó en Cassie, una chica de estatura media, con el cabello negro lacio cayéndole armoniosamente por su espalda y acomodándose con una perfección envidiable para muchas muchachas, con esos ojos grises tan penetrantes y con una sonrisa que la guerra había borrado de la mayor parte de los alumnos de Hogwarts, además del hecho que una buena parte del alumnado la había visto abordar el bote junto a Hagrid y era bastante evidente que ella no tenía once años como para entrar a su primer curso en el prestigiado Colegio de Magia, en todos los carruajes se comentaba de esa misteriosa chica que algunos afirmaban habían visto en el compartimiento de Harry Potter. Pero para Cassie todas esas miradas interrogantes habían pasado desapercibidas, ella se sentía feliz pero también nerviosa, nadie le había dicho en qué consistía la selección de las casas, tal vez fuera una prueba o algo por el estilo, pero sabía que todo lo tenía a su favor; durante el trayecto Cassie se dedicó a mirar a todos los niños ansiosos por su primer curso en Hogwarts, ella no pudo evitar recordar su camino cuando entró por primera vez en La Scuola Italiana della Magia donde había pasado seis años maravillosos, sonrió ante los recuerdos, siguió viendo a todos esos niños, casi todos iban concentrados en sus propios pensamientos, algunos hablaban de manera discreta, sin embargo hubo dos niños que le llamaron sumamente su atención, un niño de cabello castaño y la niña de cabello rubio rizado ambos reían a carcajadas, sus otros dos compañeros que iban con ellos en el bote trataban de no soltar una carcajada.
Mientras en el carruaje, un chico de gafas trataba de descifrar la razón del comportamiento de Hermione durante todo el viaje en el tren, ella siempre sonriente, amable y pocas veces juzgando a los demás sin conocerlos, pero con Cassie Bernini había sido tan distinto, lo mordaz de sus comentarios, su evidente desagrado hacia la chica, a Harry se le cruzó la posibilidad de celos, se notaba a leguas que Ron le interesaba la nueva chica desde que la conoció en el Callejón Diagon, y aunque Hermione lo negara aun seguía sintiendo algo por el pelirrojo, a pesar del incidente de Abril donde "la pareja del año", como la habían denominado algunos, se fue a pique¿la razón? cada uno tenía diferentes versiones de los hechos y Harry prefería no ponerse de parte de ninguno de sus amigos.
-¿estás celosa, verdad?- le preguntó de repente Ginny a su mejor amiga en un susurro, Hermione Granger, ella la miró estupefacta
-¡claro, que no!- exclamó ella- ¿de dónde se te ocurre semejante barbaridad?- le dijo bajando la voz para evitar que Ron o Harry oyeran
-Hermione, conmigo no tienes que fingir- replicó la pelirroja aun hablando en susurros- acepta que todavía sientes algo por mi hermano
-no, eso ya quedó en el olvido- respondió Hermione
-el amor que le tenías a Ron no se puede olvidar de la noche a la mañana- le contestó Ginny
-ya pasaron cinco meses, y por él, el único sentimiento que queda es amistad y estoy dudando que todavía exista
-suponiendo que lo que dices es cierto ¿por qué ese rechazo hacia Cassie?
-por...por...no lo sé
-ya ves, a eso se le llama CELOS- dijo la pelirroja
-¡entiende que no!- exclamó Hermione elevando el tono de su voz, llamando la atención de sus amigos
-¿de qué hablan?- preguntó Ron
-nada que te importe- le respondió de forma brusca Hermione
-¡Oh, señora¡Perdone a este pobre mortal que tuvo atrevimiento de dirigirle la palabra!- contestó Ron en forma melodramática y con un deje de sarcasmo
-idiota- le dijo Hermione
-histérica
-tonto
-loca
-¡BASTA!- gritó Ginny poniéndole fin a la iniciada discusión- ¡estoy harta¡los últimos meses no han hecho más que discutir¡Me vale un bledo lo que haya pasado entre ustedes, pero Harry y yo no tenemos porque soportar las consecuencias¡No les estoy pidiendo que se reconcilien, eso falló¡Sólo una tregua¡Una simple tregua para que los demás podamos vivir en paz sin escuchar sus tontas discusiones!
-ella empezó- dijo Ron
-Ron ¡por Merlín¡Tienes diecisiete años¡No eres un niño para que andes echando la culpa a los demás¡Hazte responsable de tus actos! – le contestó su hermana menor, la pelirroja tenía toda la razón al estar más que harta de tanta discusión en los últimos meses, incluso todos los que habían convivido con ellos en el Cuartel de la Orden del Fénix también ya estaban hasta el copete y más de uno había agradecido haberlos dejado en la estación King's Cross
-¡tú no tienes derecho a hablarme así!- exclamó Ron enfadado, Ginny se puso roja del coraje dispuesta a darle una cachetada a su hermano
-¡no le hables así a Ginny!- le gritó Harry a su mejor amigo
-¡ahora resulta que te pones de parte de ellas!- le respondió Ron
-¡Ron, basta! Esto no es de qué lado estás, somos amigos, pero yo ya no aguanto más discusiones, ni tampoco que le grites a tu hermana sólo por dar su opinión y mucho menos que insultes a Hermione, no he intervenido pero tenía la esperanza que en alguno de los dos tendría la cordura de detener esta guerra de insultos absurdos- mandándole una mirada significativa a Hermione que era la única que aun permanecía sentada en su asiento, Ron, Harry y Ginny estaba haciendo malabares para mantenerse de pie mientras el carruaje avanzaba, Harry tenía su vista fija en los ojos de Hermione ella no soportó más la mirada de su amigo y ella tuvo que bajar su vista apenada
-estoy de acuerdo, esto se ha convertido en una guerra de insultos sin sentido, Ron ¿una tregua?- los ojos azules de Ron se fijaron en los de su ex novia y asintió
-dense la mano- les ordenó Ginny, Ron miró a su hermana un poco disgustado, pero de qué servía negar que él también ya estaba cansado de discutir todos los días con Hermione, así que le dio la mano a Hermione en forma de tregua, ya no discutirían más, no podían a ser los amigos que eran antes de su noviazgo fallido pero ya no tratarían de hacerse daño. Después lo cuatro amigos prometieron que esa discusión se quedaría entre ellos nadie más tenía por qué enterarse de lo sucedido. Cuando llegaron al colegio todos sus compañeros notaron que a pesar de todo lo que se había rumorado Harry, Ron, Hermione y Ginny aun conservaban su amistad, sin embargo eso no le hizo nada de gracia a los hijos de mortífagos que sabían a la perfección que mientras Harry Potter estuviera con sus amigos no era conveniente un ataque hacia ellos, tenían que buscar la forma de separarlos.
-¡Es impresionante!- exclamó muy emocionada Natalie Hepburn cuando bajaron de los botes y vieron más de cerca el imponente castillo del Colegio Hogwarts
-más fabuloso de lo que mi mamá me había contado- agregó el niño que estaba a su lado, Alexander Payne era su nombre
-¡vaya¡es genial!- dijo una voz detrás de ellos, ambos niños voltearon y se encontraron con un niño de su misma edad que también estaba contemplando el castillo- nunca me dijeron que fuera tan impresionante
-Hola, me llamo Natalie Hepburn- se presentó la niña rubia con pelo rizado
-Rigel Yaxley- se presentó el niño, tenía el cabello rubio y ojos de color azul muy claro seguía sin despejar los ojos del castillo
-no es por nada pero todos los demás ya están entrando- les comentó Alex, los tres niños corrieron a alcanzar a sus compañeros.
A Cassie aun no le cabía en la cabeza que estuviera a punto de entrar a la selección de su casa en Hogwarts, era como un sueño hecho realidad, pocas veces en su vida se había sentido tan nerviosa y ansiosa como en ese momento, no se podía estar quieta en un solo lugar, comúnmente se le bajaban los nervios platicando con alguien, pero estaba rodeada de niños de once años que la miraban de forma muy extraña, y no era para menos, era evidente que ella no tenía once años y era raro que estuviera ahí con ellos esperando la selección.
-¿y en qué casa quieres estar, Rigel?- le preguntó Natalie al niño que se les había unido a ella y a Alex
-no lo sé- contestó sinceramente Rigel- cualquiera sería buena...¿y tú?
-en Gryffindor- contestó con seguridad Natalie- ahí estuvo mi papá
-¿y tú, Alex?- le preguntó Rigel, sin embargo el hijo de Elizabeth Payne no estaba prestando atención a lo que sus compañeros decían, tenía la vista fija en una chica alta, delgada, muy bonita que definitivamente no tenía once años
-¿qué ves?- le preguntó Natalie al ver que Alex no les había hecho caso
-no les parece muy extraño que haya una chica que no tiene once años esperando la selección- les dijo y los otros dos niños voltearon a ver a Cassie
-pues que tal si le acaba de llegar la carta- dijo Natalie
-imposible- contestó Rigel- a todos los niños con once años que tienen magia se les manda una carta para que ingresen a Hogwarts
-yo no me voy a quedar con la duda- dijo Alex, y se acercó a la chica que estaba apartada de los demás, Rigel y Natalie lo siguieron, en ese instante Cassie estaba sentada en el suelo moviendo incontrolablemente su pie evidencia de su nerviosismo
-hola- la saludó Alex- ¿te puedo hacer una pregunta?- a Cassie le sorprendió ver a tres niños alrededor de ella, les sonrió
-claro, no hay ningún problema- respondió ella
-¿no tienes once años, verdad?- Cassie negó con la cabeza
-no, tengo diecisiete- contestó Cassie
-¿vas a entrar a primero con nosotros?- le preguntó Natalie, Cassie volvió a negar con la cabeza
-es mi primer año en Hogwarts, pero voy a entrar a séptimo curso, por eso tengo que esperar la selección
-¿eres inglesa?- le preguntó Rigel
-mis padres son ingleses, pero toda mi vida he vivido en Italia
-se nota en tu acento- dijo Rigel- pero de todas maneras hablas muy bien inglés
-grazie- respondió Cassie- ¿y cuáles son sus nombres?
-Alexander Payne, pero dime Alex
-yo me llamo Natalie Hepburn
-y yo Rigel Yaxley- terminó el chico rubio
-¿tus padres tienen algún complejo con las estrellas?- le preguntó a Rigel, él se encogió de hombros
-que yo sepa no, tienen otro tipo de intereses- respondió el niño
-entonces no sabes que tu nombre es el nombre de una estrella
-¿en serio¿cómo lo sabes?
-mi mamá tienen obsesión con eso del nombre de las estrellas- pero una voz interrumpió su conversación
-todos síganme, por favor- los llamó la profesora McGonagall, todos obedecieron. Se detuvo enfrente de la puerta que daba paso al Gran Comedor- Bienvenidos a Hogwarts, el banquete de inicio de año será dentro de poco, pero antes todos y cada uno de ustedes será seleccionado a cualquiera de las cuatro casas Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. La ceremonia de selección es uno de los hechos más importantes, su casa será como su familia en Hogwarts. Sus triunfos harán que su casa gane puntos, con sus infracciones los perderán; y al finalizar el año la casa que lleve más puntos acumulados será la ganadora de la copa de las casas. Espero que todos sean un orgullo para la casa que les toque- las puertas se abrieron, y todos entraron formados, Cassie se quedó sin saber que hacer
-entrarás al final de la fila- le indicó la profesora McGonagall, Cassie asintió, como le indicó la profesora ella era la última de la fila, en cuanto entró sintió todos los ojos puestos en ella, buscó en las mesas a Ron, Harry y Ginny, ahí estaban los tres levantándole los pulgares en señal de suerte, ella hizo un amago de sonrisa, estaba muy nerviosa, trató de olvidar los nervios viendo el Gran Comedor, nunca se había imaginado algo como eso, las cuatro mesas estaban casi llenas, miles de velas flotantes iluminaban el comedor, sin embargo lo que más le sorprendió fue el techo, era como si estuviera viendo el cielo de afuera. Después vio como la profesora McGonagall colocaba un taburete y un sombrero viejo sobre él, a Cassie se le hizo muy extraño, y después para su sorpresa el sombrero empezó a cantar.
Soy el sombrero seleccionador de Hogwarts
No hay nada que no pueda ver
Todos los años me presento
Y todos saben para qué:
Yo los pongo a cada uno en una casa.
Puedes pertenecer a Gryffindor,
Donde habitan los valientes.
Puedes pertenecer a Hufflepuff,
Donde son justos y leales.
Si tienes una mente dispuesta,
A Ravenclaw puedes pertenecer.
O tal vez Slytherin si eres astuto
Y utilizas cualquier medio para lograr tus fines.
Aunque mi deber es separarlos,
Sólo unidos superaremos los miedos,
Y no nos desmoronaremos.
Ya los previne ¡que comience la selección!
Todos aplaudieron, y la profesora McGonagall tomó un pergamino donde estaban todos los nombres de los alumnos de primer año
-Addisel, Sandy- dijo la profesora, una niña se acercó al taburete, la profesora le puso el sombrero, a los pocos segundos éste gritó¡Ravenclaw!- Cassie puso muy poca atención a la selección, sólo veía como la fila se iba reduciendo y poco a poco se acercaba el momento en que ella sería seleccionada.
-Hepburn, Natalie- oyó a lo lejos, fue hasta ese momento en que puso verdadera atención a la selección, Natalie caminó segura hacia el taburete, la profesora le puso el sombrero y sólo unos segundos después anunció¡Gryffindor!- Cassie aplaudió, y vio como toda la mesa de los leones celebraba su nueva adquisición, así pasaron los siguientes
-Payne, Alexander- dijo la profesora, el sombrero no dudó en mandarlo a Gryffindor, y así poco a poco fueron avanzando, cuando se dio cuenta sólo quedaban ella y Rigel, el chico estaba peor de nervioso que ella
-tranquilo- le dijo, él asintió
-Yaxley, Rigel- lo llamó la profesora, el tomó aire
-suerte- le dijo Cassie antes que avanzará hacia el taburete, de lo nervioso que estaba tropezó al llegar con la profesora McGonagall tirando el taburete y el sombrero, nadie pudo evitar reírse, y Rigel estaba rojo como el cabello de los Weasley, por fin la profesora le pudo poner el sombrero, tal vez fue uno de los alumnos con los que se tardó más tiempo pero su decisión fue Gryffindor, Cassie vio como Natalie y Alex felicitaban con mucho entusiasmo a Rigel, al igual como Harry, Ron, Ginny, Neville y Hermione aplaudían con fuerza, sin embargo no le pasó desapercibido la reacción de varios Slytherin's su rostro mostraba sorpresa e indignación, pero eso quedó en el olvido cuando habló la jefa de la casa de los leones, la profesora McGonagall.
-y nuestra última alumna que va a entrar a séptimo año- dijo la profesora, Cassie tomó aire y trató de tranquilizarse- Bernini, Cassiopeia- ella hizo una mueca, odiaba su nombre completo, se encaminó hacia el sombrero seleccionador sentía todas las miradas sobre ella, la profesora le sonrió y le puso el sombrero, en su cabeza empezó a escuchar una voz "Ya sé que odias tú nombre Cassie pero... ¡que sorpresa! Hace algunos años pensé haber seleccionado al último, no me lo esperaba, la combinación de dos legados tan antiguos como opuestos, eres muy astuta, pero ambiciosa, sabes lo que quieres, sin lugar a dudas tienes una gran valentía, pero ya sé que hacer contigo" y el sombrero seleccionador gritó¡¡Gryffindor! Ron fue el primero en pararse a aplaudir, Cassie se levantó sin entender una sola palabra de lo dicho por el sombrero ¿dos legados? No tenía ni la más remota idea a qué se refería, y tal vez al último que seleccionó fue a su padre, pero su madre le había asegurado que su padre no era mago, y su madre en definitiva no era bruja, sin embargo dejó sus pensamientos en cuanto se reunió con sus compañeros de Gryffindor
-¡lo sabía!- exclamó Ron en cuanto llegó Cassie- ¡felicidades¡muchas felicidades!- y la abrazó al más puro estilo de sus hermanos Fred y George
-gracias- respondió ella
-¡felicidades!- le dijo Harry, y ella le sonrió, así cada uno de los alumnos que estaban a su alrededor, hasta que sólo quedaba una alumna, Hermione Granger, pero esta vez se levantó de su lugar, y fue a felicitarla decidida a empezar de cero con la chica nueva
-bienvenida a Gryffindor- fue lo que le dijo Hermione a Cassie, no la abrazó, la mesa entre ellas se interponía, sólo le tendió la mano e hizo un amago de sonrisa sincera, sin embargo Cassie soltó rápidamente su mano como si de un bicho se tratara, Hermione se lo tomó mal y por lógica se enojo, ella iba en la mejor disposición de hacer las pases con Cassie pero su actitud no le gustó en lo más mínimo, se alejó de inmediato de ella y se sentó a lado de Harry todavía disgustada, él no se había dado cuenta de lo sucedido entre las dos chicas por estar entretenido con tres niños de primer año que no dejaban de hacerle preguntas. Mientras Cassie era incapaz de mover un solo músculo ¿qué había sido eso! Se preguntaba ella, había tocado la mano de Hermione y..., sólo de pensarlo le daban escalofríos
-¿qué no te vas a sentar?- le preguntó Ginny, Cassie la miró, asintió con la cabeza y tomó lugar entre Ginny y Ron
-¡que comience la cena!- oyó a lo lejos Cassie, aun aturdida por lo sucedido con Hermione, todas las mesas se llenaron de comida, vio a Ron servirse un gran trozo de pollo, a ella el hambre se le había ido
-Cassiopeia Bernini, un nombre singular- comentó Ron "distraídamente" después le dio una mordida a su pedazo de carne
-me vuelves a llamar así y te juro que lo vas a lamentar- le amenazó Cassie tomando un cuchillo y poniéndoselo enfrente a Ron
-no es tan malo- intervino Ginny- no entiendo porque las personas tienen complejo con su nombre
-porque tú no te llamas así- respondió Cassie- si te llamarás Cassiopeia Andrómeda Bernini, lo lamentarías, sólo porque mi madre es una loca obsesiva con las estrellas
-podría haber sido peor- le hizo ver Ron
-no, si hubiera sido hombre, ten por seguro que me hubiera puesto Sirius, su estrella favorita, al menos suena mejor y no está tan largo- al oír el nombre de Sirius, Harry no pudo evitar voltear a ver a Cassie
-¿Sirius?- repitió Harry, incluso Hermione levantó su vista hacia Cassie dejando su tarea cortar su pedazo de carne imaginando que éste era Cassie
-les estaba contando a Ron y Ginny que mi madre tiene complejo con las estrellas, y de haber sido hombre me hubiera puesto Sirius
-como el asesino Sirius Black- dijo Natalie, la niña que antes había estado conversando con Harry, junto con sus dos compañeros Alex y Rigel
-¿quién es Sirius Black?- preguntó Cassie, para Ginny, Ron y Hermione no pasó desapercibido lo tensó que se había puesto Harry
-Sirius Black no es ningún asesino- murmuró Harry, el asunto de su padrino lo estaba volviendo loco, a un año de su muerte y el ministerio de magia se negaba a declararlo inocente según por la falta de pruebas, aun teniendo el cuerpo de Peter Pettigrew
-mi mamá me contó que él mató a trece muggles porque se volvió loco cuando cayó su señor- dijo Alex
-no hables de los que no sabes- le dijo Harry al niño
-¡me estás llamando ignorante!- exclamó Alex
-yo no dije eso, sólo te pido que no hables si no sabes nada de Sirius Black- le dijo Harry que estaba empezando a enfadarse
-¡y tú si!- le contestó el niño de cabello castaño, Harry se contuvo de contestarle, iba a ser una discusión sin sentido
-sigue cenando- fue lo único que le dijo Harry, y continuó con su cena. Hermione se sorprendió de la reacción de Harry, cualquiera hubiera esperado que Harry defendiera a capa y espada a su padrino, pero no fue así. La cena prosiguió con normalidad, Ron no paraba de platicar con Cassie, contándoles muchas anécdotas de ellos en ese castillo, ella por supuesto escuchaba atenta cualquier palabra del pelirrojo. Ginny estaba platicando con una de sus compañeras de curso, por lo que Harry alcanzó escuchar estaban hablando sobre las posibles medidas que podría tomar la profesora McGonagall debido a la falta de chicas de sexto curso, pues dos de ellas habían muerto en el ataque a Hogsmeade y alguna otras seguían internadas en San Mungo, en ese momento sólo había tres alumnas de sexto curso y su dormitorio estaba destinado para seis chicas.
Al terminar la cena Ginny se levantó para llevar a los de primero a la Torre de Gryffindor era parte de sus responsabilidades como prefecta de cu casa, Hermione se encaminó junto con Harry detrás de la comitiva de primer año, y Ron estuvo encantado de escoltar sólo a Cassie hacia la sala común. Pero al salir del Gran Comedor, Harry vio a una persona que se supone había dejado en Londres, le sorprendió bastante su presencia , pero se sorprendió todavía más al descubrir que iba acompañado
-¿Remus?- dijo Harry al ver a su tutor caminando, supuso Harry, hacia la oficina del director
-¿Remus aquí¿no se supone que se quedó en Londres?- preguntó Hermione
-acompáñame con él- le dijo Harry a su amiga, ella asintió y fueron hacia donde estaban Remus Lupin y la desconocida. Pero no fueron los únicos en percatarse de la presencia de los dos adultos, Alexander Payne vio a su madre acompañada de un hombre que el no conocía, él no era de las personas que se quedan con la duda y se separó del grupo para ir con su madre
-¡Remus!- llamó Harry a su tutor cuando estaba unos metros detrás de él, tanto Elizabeth como el aludido voltearon
-¡ah, Harry, Hermione!- exclamó Remus cuando vio de quien se trataba, ambos se detuvieron a esperarlos- no se supone que tendrías que estar en la sala común
-íbamos camino para allá, cuando los vi a lo lejos- respondió Harry, Eli se quedó sin habla, le habían dicho que Harry se parecía increíblemente a James, pero nunca pensó que tanto, parecía como si estuviera viendo a su amigo, a excepción de dos características fundamentales, la cicatriz que le había dejado Voldemort y los ojos verdes de Lily
-señora ¿se encuentra bien?- le preguntó Hermione al ver que la mujer se había quedado blanca como una hoja de papel al ver a Harry
-si…creo- respondió Eli
-Harry, ella es Elizabeth Payne- la presentó Remus
-mucho gusto- contestó Harry, y le dio la mano a Eli, ella se quedó con las ganas de abrazarlo- una pregunta¿de casualidad usted es la madre de Alexander Payne?- ella asintió
-si¿por qué? No me digas que ya empezó a dar lata- contestó Eli
-tal vez ya te lo han dicho miles de veces, pero te pareces mucho a James, aunque eso ojos son de Lily- dijo ella
-¿usted conoció a mis padres?- pero no le dio tiempo de responder porque por el pasillo apareció un niño que ella conocía a la perfección
-¡mamá!- la llamó, a los pocos segundos ya estaba con ellos Alex
-Alex ¿qué haces aquí¿no se supone que tendrías que estar rumbo a tu sala común?- le preguntó su madre
-se supone, pero te vi y vine corriendo- contestó Alex- ¿quién es él?
-Remus Lupin, un viejo amigo- le respondió Elizabeth a su hijo- Harry, creo que eso también contesta tu pregunta- él asintió
-¿y a qué vinieron?- los cuestionó Hermione
-necesitamos hablar con Dumbledore- le contestó Remus
-¿por qué?- preguntó Alex
-eso no es de tu incumbencia, jovencito- le respondió Eli, él hizo una mueca de disgusto
-¿y tú quién eres?- le preguntó Eli a la joven que acompañaba a Harry
-Hermione Granger- contestó ella
-supongo que eres amiga de Harry- ella asintió, y Eli sonrió- que bien
-lo mejor es que vayan a la sala común- les indicó Remus- no es seguro que andén solos por los pasillos
-como digas- contestó Harry- entonces hasta luego
-adiós, Harry fue un placer volverte a ver después de dieciséis años- le dijo Eli- y por supuesto también conocer a tu encantadora amiga- Hermione no pudo evitar ponerse roja- y Alex por favor pórtate bien y no des lata, Harry, Hermione se los encargó mucho
-quédese sin cuidado- le dijo Harry- le aseguró que Hermione lo tendrá a raya, ella es el premio anual de este año
-felicidades- le dijo Eli a Hermione- has de ser una chica muy inteligente
-Lizzie, no es por apurarte pero tenemos que hablar con Dumbledore- le recordó Remus a su amiga
-y dicen que la paciencia es tu don- le dijo Eli- cuídense muchachos, y Alex por cualquier cosa mándame una lechuza
-si, mamá, ayer te la pasaste diciendo lo mismo- contestó Alex con fastidio
-nos vemos, muchachos- se despidió Remus- y tengan cuidado, Harry cualquier cosa…
-si, lo sé, el espejo- Remus sonrió, y después junto a Elizabeth siguieron su camino, mientras Harry, Hermione y Alex los veían alejarse, cuando estaban a punto de dar vuelta en un pasillo Eli se volvió y le gritó a su hijo una pregunta que se le había pasado hacérsela
-¿en qué casa te quedaste?- le preguntó Eli
-¡Gryffindor!- contestó Alex gritando, los tres vieron la sonrisa que se formó en el rostro de Elizabeth Payne, era de total orgullo, después siguió su camino a la oficina del director de Hogwarts Albus Dumbledore
En la sala común una pelirroja llamada Ginny Weasley estaba desesperada, no paraba de dar vueltas por toda la habitación, y no era para menos, al contar cuantos alumnos de primero llegaron a la sala común se encontró con que faltaba uno, según la explicación que dieron sus compañeros fue que apenas iban saliendo del Gran Comedor cuando al parecer Alexander Payne, ese era el nombre del niño desaparecido, había visto a alguien y después salió corriendo hacia allí, el problema era que Ginny no estaba tan segura de la información proporcionada por los dos niños de primero
-ya verás que en un rato aparecerá- le decía Ron a su hermana menor
-¿y si lo encuentro antes McGonagall¿o Snape?- preguntó Ginny- me van a quitar el puesto de prefecta¿quién pierde a un niño de primero¡Sólo yo!
-estás exagerando- le dijo su hermano- déjate de juntar con Hermione se te está pegando lo exagerada e histérica- Ginny frunció el entrecejo
-Hermione es sumamente responsable, por eso es así- contestó Ginny- no como otros que estoy empezando a dudar que conozcan la palabra responsabilidad
-traten de calmarse…los dos- intervino Cassie- ¿para qué discuten?- la pelirroja estaba dispuesta a contestarle a Cassie, entonces el agujero se abrió y por ella entraron Harry, Hermione y Alex
-¿dónde estabas!- le preguntó Ginny al niño, que supuso era el desaparecido, cumplía con todas las características alto y de cabello castaño- se supone que tendrías que estar con el grupo, y no separarte ¿qué te crees?
-calma, Ginny- le dijo Hermione- estaba con nosotros
-¿y qué hacía con ustedes que se supone también tendrías que haber estado aquí?- les preguntó Ginny
-veníamos hacia acá cuando vimos a Remus, acompañado de alguien, que resultó ser la mamá de Alex- contestó Harry
-mmm…¿están diciendo la verdad?- les preguntó- ¿y cómo supieron cuál era la contraseña?
-¡Ginny Weasley dudas de nuestra palabra!- exclamó Hermione- y la contraseña se te olvida que yo estaba contigo y con Ron cuando no la dijeron
-no, yo sólo decía- se excusó la pelirroja- bueno creo que lo mejor será subir a dormir
-opino lo mismo- dijo Ron
-bueno, Alex, bienvenido a la sala común de Gryffindor, esas son la escaleras que conducen al dormitorio de hombres, y las del otro lado al de mujeres- le explicó Ginny
-nunca intentes subir al dormitorio de mujeres, te lo dijo por experiencia propia- le dijo Ron, Harry rió ante el recuerdo
-sube y encontrarás una puerta con el letrero de primer año- le indicó Hermione, él asintió
-buenas noches- se despidió Alex y subió a su dormitorio, no le costó trabajo encontrar el dormitorio de los de primer año, y mucho menos le sorprendió al entrar en él y encontrar sus cosas allí. Sus otros compañeros estaban profundamente dormidos, y él no tardó en hacerles compañía
-¿y a qué vino Remus?- les preguntó Ron cuando Alex subió por las escaleras
-iban a hablar con Dumbledore- contestó Harry- supongo que algún asunto de la orden, ya sabes donde tenemos prohibido inmiscuirnos
-yo me subo a dormir- anunció Hermione- hasta mañana
-me subo contigo- dijo Ginny- creo que se me había pasado decirte que me voy a mudar al dormitorio de séptimo, sobraba una persona para que puedan unir a las de quinto y sexto, dado que conozco a las de séptimo yo me ofrecí a pasarme para allá
-¡que bien!- celebró Hermione- entonces hasta mañana
-me subo con ustedes- dijo Cassie- hasta mañana, chicos
-que duerman bien- les dijo Harry, y las tres chicas desaparecieron por las escaleras que subían al dormitorio de mujeres. Ron y él no tardaron en subir a su dormitorio, cuando llegaron sus compañeros ya estaban dormidos, Ron al parecer quería hablar de Cassie, pero Harry le dio el avión, y su amigo pelirrojo sólo dejo de hablar cuando se dio cuenta que el ojiverde se había quedado dormido escuchándolo, y él no tardó en caer en los brazos de Morfeo.
-Pase- dijo una voz perteneciente a Albus Dumbledore, Remus acababa de tocar en la puerta de su despacho
-buenas noches, Albus- lo saludó Remus Lupin al entrar al despacho del director de Hogwarts
-¡que sorpresa!- exclamó Albus al ver por quién era acompañado Remus
-buenas noches, Dumbledore- lo saludó Elizabeth
-han pasado muchos años desde la última vez que nos vimos- contestó Dumbledore- pero es una alegría volver a verte, Elizabeth
-gracias- dijo Eli
-aunque dudo que sólo hayas venido a saludarme- le dijo a la mujer
-así es- respondió ella
-pero tomen asiento- les dijo Dumbledore, y así lo hicieron sus dos ex alumnos- ¿no quieren un dulce?
-no, gracias- contestaron al unísono Remus y Eli
-volviendo al tema ¿a qué se debe tu visita?- le preguntó Albus Dumbledore
-quiero formar parte de la orden del fénix- contestó ella- yo los puedo ayudar, Albus sabes perfectamente bien como lo puedo hacer, estoy casi segura que él que ocupa el puesto de mi padre dentro de los mortífagos es ese inepto de Andrew Yaxley, nos entrenamos juntos, lo puedo detener
-Eli, calma- le dijo Dumbledore- ¿cuándo regresaste?
-hace un año- respondió ella- no aparecí antes porque tenía que proteger a alguien más importante, a mi hijo Alex, si los mortífagos se enteraban de mi presencia ellos no iban a dudar en matar a mi hijo y a mí
-lo comprendo- dijo en forma tranquilizadora Albus Dumbledore- supongo que tu hijo es Alexander Payne- ella asintió- aquí va a estar protegido, para este entonces Voldemort ya debe saber que regresaste y tienes un hijo, pero te repito no te preocupes. Lo más importante por el momento es mantenerte oculta, evitar cualquier ataque hacia tu persona, en Grimmaluld Place estarás muy bien
-a mi no me vas a encerrar como a Sirius- replicó ella- debe de haber otro lugar donde me pueda ocultar
-no lo hay- respondió Albus- recuerda que es por tu seguridad
-pero…yo quiero ayudar- dijo Eli
-y lo vas a hacer, ese es el cuartel de la orden- contestó Dumbledore- cualquier ayuda es buena, y más si es la tuya que conoces muy bien a los mortífagos
-gracias, Albus- respondió ella- pero te repito, no me agrada estar encerrada sola
-no vas a estar sola, los Weasley casi viven ahí de forma permanente, al igual que Nymphandora Tonks, sólo habrá que explicarles unas cuantas cosas sobre ti- Eli asintió
-¿entonces la llevó a Grimmauld Place?- preguntó Remus
-por favor, y tengan mucho cuidado- les sugirió el director de Hogwarts- fue un gusto volver a verte, Eli
-prometa que va a cuidar a mi hijo- le dijo Eli
-eso sobra, claro que lo haré- contestó Dumbledore- ¿él sabe quién fuiste hace unos años?
-no y lo que menos quiero es que piense algo malo sobre mí- contestó ella
-enterarse por otros es peor- replicó Remus
-y aquí en Hogwarts no tardaré en enterarse- agregó Dumbledore- pero es tu decisión al fin y al cabo
-¿nos vamos Remus?- evadió la pregunta Elizabeth
-hasta luego- se despidió Remus
-estaré en contacto con ustedes- dijo Albus Dumbledore
-como digas- respondió Eli, después Dumbledore se paró de su lugar y fue hacia uno de los estantes que tenía, sacó una botella de plástico- sólo hay dos medios seguros, aparecerse y usar un traslador- le dio la botella a Remus
-hasta pronto- se despidió Eli- gracias por darme la oportunidad y por no someter a juicio mi entrada a la orden
-nunca debía someterlo a discusión- contestó Albus Dumbledore
-ya no importa- dijo Eli
-Remus no te preocupes, por cualquier cosa estaré en contacto contigo- él aludido asintió, después de tantos años y aun no podía acostumbrarse a la capacidad de Albus Dumbledore de leer los pensamientos. Después tanto Eli como Remus tocaron el traslador y desaparecieron. Albus Dumbledore no pudo evitar pensar en que ya era hora de buscar a Emily, tal vez con la ayuda de Eli sería más fácil localizar a la desaparecida tía de Harry y al amigo de ésta, Benjamín Hepburn.
Hacía dos horas que Hermione, Ginny y Cassie habían subido a su dormitorio para dormir, tal vez fue el cansancio, o porque las tres pensaron en sus otras dos compañeras que las tres optaron por sólo sacar su pijama y después dormir, ya tendría el día siguiente para acomodar sus cosas. Ginny y Hermione se quedaron dormidas muy rápidamente, y para Cassie no pasó desapercibido que enfrente de ella las dos amigas jamás platicarían en confianza, no las culpaba, ella misma se consideraba una intrusa, pero no podía hacer nada, debía aprender a controlar hacer magia sin varita, y la única persona con la que aprendería se encontraba en Hogwarts, Albus Dumbledore, en el caso contrario ella muy gustosa de quedarse en Italia con sus amigos. Pero desde que había entrado en el tren todo parecía tornarse cada vez más extraño, primero estaba segura de haber visto antes los ojos de Harry, ese verde brillante tan peculiar, aunque tal vez se debía a que los había visto en las revistas, en los libros, pero…, luego las palabras del sombrero seleccionador ¿dos legados? Por favor, sus padres eran muggles, era imposible que detrás de ellos hubiera un legado mágico, pero eso sólo era típico de las familias de sangre limpia, y ella no pertenecía a ninguna, mejor no quebrarse la cabeza por algo que ella no le encontraba ni pies ni cabeza. Y para rematar esa visión al darle la mano a Hermione, había sido espantosa, cientos de cuerpos, Hogwarts destruido, y Hermione herida, o muerta, no obstante Cassie no estaba muy segura de eso, pero le daba escalofríos de pensarlo, otra posibilidad podría ser que ella se estuviera volviendo loca, eso también le daba escalofríos. Decidió mejor no seguir pensando en nada, dejar su mente en blanco, y le funcionó esa fue la fórmula para poder conciliar el sueño, aunque ella hubiera preferido tener un sueño más agradable, no ese que la atormentaba desde hace un año, sólo las vacaciones se había librado de esa extraña pesadilla.
-¡Vamos, tú sabes hacerlo mejor!- le gritaba un hombre a la mujer con la que estaba peleando, su voz resonaba por la enorme y tenebrosa habitación. Entonces de la varita de la mujer salió un rayo rojo que le dio en el pecho al hombre. La risa del hombre aun no había parado, sin embargo se podía notar en su mirada lo sorprendido que estaba. Su cuerpo fue cayendo lentamente hacia tras, atravesando un raído velo que colgaba de ese viejo arco. El hombre desapareció y el velo se agitó como si lo hubiera golpeada una ráfaga de viento. Se escuchaba el grito de triunfo de la mujer con la que antes había estado peleando, y otro gritó que decía ¡Sirius!.
Cassie se despertó agitada, tal vez ese sueño no fuera tan horrible como otras que había tenido, sino no le gustaba soñar con ese extraño suceso porque siempre la dejaba mal, con la sensación de haber perdido algo muy importante, algo dentro de ella, incluso solía despertarse con las lágrimas en los ojos, como si el hombre que caía por el velo lo conociera, como si estuviera relacionado con ella, pero Cassie ni segura estaba que existiera, nunca lo había visto, tal vez la única relación que encontraba era que el hombre tenía el nombre que su madre le hubiera puesto si ella hubiese sido hombre. Cassie no pudo conciliar el sueño en el resto de la noche, tenía miedo a volver a soñar. Al ver los primeros rayos de sol empezó a alistarse para comenzar su primer día dentro del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Fin del capítulo.
Después de tantos meses por fin lo termine, siento mucho la tardanza, pero tuve un semestre laborioso, muchos trabajos que hacer, que me dejaron sin inspiración, además de otras cosillas por ahí. Pero lo que importa es que regrese, tal vez no publique muy seguido, pero quiero que sepan que sigo con la historia, a veces me cuesta mucho trabajo continuarla, pero pasaran algunos semanas, en algunos casos hasta meses, pero sacó un capítulo.
Bueno muchas gracias por sus reviews, me echan porras para seguir, GRACIAS A:
LunaNis: Siento no haber podido actualizar antes, esta vez si tarde demasiado, muchos meses. Pero como te dije antes no voy abandonar la historia. Sobre lo que mencionas de Alex, interesante, pero estás equivocada, te sugiero que le des una leída al quinto libro, ahí sale el personaje que tentará a Cassie, te diría más pero hay que mantener el misterio, aunque según yo es muy fácil de adivinar. Sabía que al poner esa descripción de Alex muchos supondrían que era hijo de Remus, pero no, tal vez cuente algo de el padre de Alex. Prometo no tardar tanto con el próximo capítulo, pero les pido comprensión, la escuela, mis clases de inglés, amigos, y escribir dos fics no es fácil, por eso tardo en publicar. Gracias por tu review.
mai: Muchísimas gracias por tu review, y no sabes cuanto siento la tardanza. Bye.
A Airam Lilian Lupin y Clawy, les conteste su review en la nueva función de la página, supongo que mi respuesta les llegó por correo. Muchas gracias por su review.
Les invito a leer mis otros fics:
Viaje al Futuro
Que lloró
La mujer que no soñé
Ahora si me despido, y como posiblemente publique hasta Enero, de una vez les deseó UNA MUY FELIZ NAVIDAD, Y OJALA EN EL AÑO QUE ESTA TERMINANDO HAYAN CUMPLIDO TODAS SUS METAS. LES DESEO LO MEJOR PARA EL 2006.
Con cariño, Gala Potter.
