Si, si, lo sé, pero por ahora lean el epílogo, al final encontrareis mis excusas/explicaciones y agradecimientos, no quiero haceros esperar más rato ya.

Aclaración: Nada de esto es mío, nada de nada. Los personajes son de J.K. Rowling, mal nos pese, y la historia es de Miscard. Yo solo la traduzco.

-------------

Capítulo 11: Epílogo – Las maravillas mágicas de la vida

N/A: Finalmente está hecho. El capítulo final de Se busca niñera está completo y es más largo que cualquier otro capítulo que haya escrito antes.

Un año más tarde …

"Hermy, papá ha dicho que se spone que venga a buscarte," dijo Lily mientras su sonriente cara aparecía por la puerta de la habitación de Hermione.

"Es 'supone' Lily," la corrigió Hermione, sonriendo. "¿Y por que se supone que debes venir a buscarme?"

"No se," contestó Lily con la misma sonrisa satisfecha que tenía Harry cuando estaba a punto de hacer algo. "Papá dijo que tengo que llevarte abajo a la sala de estar."

"Bueno entonces, supongo que debería ir a ver lo que quiere, ¿no?" dijo Hermione, cogiendo la mano de Lily. Mientras bajaban hacia el vestíbulo, Hermione miró todas las decoraciones navideñas que colgaban por todas partes, añadiendo una atmósfera muy festiva a la casa.

Lily tiró de ella bajando las escaleras excitada mientras ella dejaba que el espíritu navideño la envolviera, junto con la curiosidad por lo que Harry había planeado para ella. Tenía que ser algo bueno si Lily estaba así de emocionada.

Lily se detuvo justo fuera de la sala de estar y saltaba de arriba abajo. "¡Entra, entra!"

"Está bien," contestó Hermione, riendo. Alcanzando el pomo de la puerta, jadeó cuando sintió un hormigueo recorrerla desde la mano, hacia todo el cuerpo. Mirándose, jadeó de nuevo cuando vio que ahora llevaba un hermoso vestido blanco. Era simple, largo hasta los pies con una blusa adornada con cuentas y un simple lazo en la espalda atado a la cintura… y era el más hermoso que había visto nunca. Mientras su estomago se excitaba de nervios sin motivo aparente, la puerta se abrió y sus ojos se abrieron ante la escena que tenia enfrente, Mirando a Lily, notó que la hermosa niña llevaba un vestido similar al suyo y una gran sonrisa.

"¿Vas a quedarte allí fuera, o vas a unirte a James y a mi aquí?" preguntó Harry divertido y ella pudo prácticamente notar la sonrisa satisfecha de su voz.

Atravesando la puerta, ella contempló la escena antes de detenerse inmediatamente. La sala había sido convertida y lucía impresionante. Había luces de hadas flotando por el techo, un árbol de Navidad hermosamente decorado en una esquina, y Harry estaba de pie delante de la rugiente chimenea con James a su lado. Finalmente moviéndose, Hermione empezó a andar hacía ellos y preguntó, "¿Qué es todo esto? Creía que solo tendríamos un simple cena de Nochebuena y luego nos iríamos a la cama?"

"Bueno, James, Lily y yo estábamos hablando sobre que comprarte para Navidad, y entonces empezamos a hablar de lo que ellos querían para navidad… y bueno, tal vez deberían decírtelo ellos," contestó Harry, mirando de Lily a James.

Hermione miró como James caminaba hacia ella y le sonrió tiernamente. Había avanzado mucho en el último año; había trabajado con él cada día, tratando de hacerlo hablar, y él estaba saliendo de su coraza más y más cada día. Incluso su interacción con los otros adultos estaba mejorando, y ella estaba muy orgullosa de él. Sintiéndole coger su mano, ella saltó de sus pensamientos y le vio con una sonrisa en su cara. "Hermione", dijo él suavemente, mirándola tímidamente, "Lily y yo hablamos de ello con papá, y para Navidad nos gustaría que tu fueras nuestra nueva mamá."

Los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas inmediatamente y cayó de rodillas para estar cara a cara con James. "Pero James, incluso si vuestra madre ya no está más con vosotros, ella sigue siendo tu madre y yo nunca soñaría ocupar su lugar. Además, yo ya pienso en ti y en Lily como si fuerais mis propios hijos, y os quiero mucho a ambos."

"Y nosotros te queremos a ti," dijo Lily, acercándose y cogiéndole la otra mano. "¿Y queremos saber si te casarás con papá y serás nuestra nueva mamá?"

Cuando Hermione alzó la vista, Harry estaba de pie detrás de sus hijos, sujetando una caja abierta con un anillo en su mano. Mientras lágrimas de felicidad bajaban por sus mejillas, Harry alcanzó a limpiar algunas y dijo, "Tu ya formas parte de nuestra familia; nos cuidas cuando enfermamos, estás ahí cuando te necesitamos, y siempre te aseguras de hacernos saber lo mucho que significamos para ti. Lo eres todo para nosotros y no podemos imaginarnos vivir un solo día sin ti. ¿Quieres casarte conmigo… bueno, debería preguntarte quieres casarte con nosotros, Hermione?"

Hermione rió y gritó al mismo tiempo. Miró de Harry a James y luego a Lily, las tres caras mirándola expectantes. Volviendo a mirar a Harry preguntó, "Lily, James, ¿puedo hablar con vuestro padre a solas un momento?"

Rompió un poco su corazón ver sus caras entristecerse ante el pensamiento de una negativa por su parte. De mala gana, James cogió la mano de Lily y caminaron hacia la puerta con la cabeza gacha. Cuando ella apartó la mirada de las figuras abatidas de los niños, miró de nuevo a Harry para ver reflejada la expresión de sus hijos en su cara. Cogiendo las manos de él entre las suyas, ella le sonrió y dijo, "No estoy diciendo 'no' Harry, solo quiero hablar contigo antes de contestar para asegurarme que esto es realmente lo que quieres."

Su rostro se iluminó un poco y dijo, "Esto es absolutamente lo que quiero. Desde el primer día que cruzaste la puerta principal, mi vida no ha sido la misma… ha sido mejor de lo que nunca pude imaginar. Puede que empezaras trabajando para mi, y tuviéramos nuestros roces al principio, pero una vez que vi como era Ginny realmente y dejé de negar mis sentimientos hacia ti… bueno, la vida ha sido brillante." Acunando la cara de Hermione entre sus manos, gentilmente acarició su piel con los pulgares y siguió, "Todo este tiempo que pensábamos que disimulábamos y lográbamos esconder nuestra relación de James y Lily? Bueno, ellos lo sabían y me encararon hace dos semanas. Los tres tuvimos una muy aclarativa conversación y era casi como si leyeran mi mente. Había estado pensando proponerte matrimonio para Navidad y vinieron con la misma idea… y aquí estamos." Cogiendo la mano izquierda de Hermione en la suya, se arrodilló delante de ella y colocó un anillo cerca de la uña de su dedo anular, deslizándolo, y preguntó, ¿Hermione Jane Granger, quieres casarte conmigo?"

"Si, quiero casarme contigo," contestó ella mientras lágrimas de felicidad caían de sus ojos. Ella rió cuando oyó a Lily y James gritar felices detrás de la puerta donde obviamente habían estado escuchando. Finalmente mirando al anillo que Harry había puesto en su dedo dijo, "Harry, ¡este anillo es absolutamente fascinante!"

"Me alegra que pienses eso, porque lo eligió Lily," contestó Harry mientras James y Lily entraban corriendo hacia ellos, ambas caras brillando de felicidad.

Lily corrió hacia Hermione y lanzó los brazos alrededor de su cintura, dándole un gran abrazo. "¡Estoy tan contenta de que hayas dicho que si, y de que te gusta mi anillo! Era tan bonito, como tu."

Hermione se inclinó y besó la cabeza de Lily y miró hacia James, que estaba de pie orgullosamente al lado de su padre sonriéndole. Con un brazo alrededor de los hombros de Lily, abrió el otro en una invitación y él caminó hacia ella sin vacilar. Lo envolvió fuertemente entre sus brazos y lo apretó ligeramente. Besando a James en la cima de la cabeza también, haciendo que las mejillas del niño se tiñeran de rosa, Hermione dijo, "En este momento me siento como la persona más afortunada del mundo."

"Oh, la noche solo acaba de empezar," dijo Harry traviesamente. Caminando hacia la puerta, le hizo señas a alguien para que entrara, y entraron Lisa, Cole y los padres de Hermione.

Cuando Hermione vio a sus padres allí de pie, levantó una ceja y preguntó, "¿Mamá… papá? No es que no me alegre de veros, pero… ¿qué estáis haciendo aquí? ¿Me dijisteis que no podríais venir para Navidad?"

"Hola cariño," contestó su madre mientras caminaba hacia ella y le daba un abrazo. "Tu joven compañero nos llamó para hacernos saber lo que planeaba y queríamos que fuera una sorpresa. Esperábamos que fuera algo más que una celebración de Navidad. ¿no es cierto?"

"Si lo es," contestó Hermione, sonriéndoles amplia y felizmente a sus padres. "¡Harry me pidió que me casara con él y he dicho que si!"

"Enhorabuena cielo," dijo su padre, dándole también un abrazo. Girándose, cogió la mano de Harry y dijo, "Enhorabuena a ti también, Harry. Solo asegurate de cuidar muy bien a nuestra pequeña."

"Planeo hacerlo Señor," contestó Harry, luciendo un poco nervioso bajo la intensa mirada del señor Granger y la oculta advertencia de sus palabras.

Lily, quién había estado callada hasta ese momento se acercó a Jane, la madre de Hermione, y preguntó, ¿Eso significa que ahora serás mi nueva abuela?"

"Claro que si, se supone que lo es," contestó Jane, sonriéndole a la hermosa niña rubia que estaba ante ellos, mirándola con sus grandes ojos verdes.

"Bien, porque solo tengo al abuelo Lovegood y no lo veo muy a menudo," contestó Lily, como cualquier niño inocente haría, pero su comentario golpeó duramente a Harry.

No había pensado en como había estado el padre de Luna por mucho tiempo y una puñalada de culpabilidad le golpeó. Jurándose ponerse en contacto con su antiguo suegro en la próxima oportunidad que tuviese, Harry dijo, "Creo que ya hemos hecho esperar demasiado al Ministro, ¿no?"

"¿Qué quieres decir?" preguntó Hermione, perpleja, preguntándose que otras sorpresas tenía Harry bajo la manga.

"Bueno, imaginé que ya que tus padres están aquí, y yo no tengo a nadie más que quiero aquí además de Cole, Lisa y los niños, que podía casarnos esta noche. Ahora."

Hermione miró a Harry con una mirada llena de amor brillando en sus ojos y dijo, "Eso suena a una maravillosa idea."

Lily corrió hacia la puerta e hizo señas al Ministro, que había estado esperando fuera de la habitación por si era necesario o no, para que entrara y se uniera a ellos. Entrando con una sonrisa el Ministro dijo, "Veo que después de todo celebraremos."

"Gracias por esperar," contestó Harry, "Había algunas cosas que teníamos que aclarar primero, pero ahora estamos listos."

"¡Brillante! Vamos a empezar la ceremonia entonces, ¿podemos? A mi esposa le gustaría que estuviera en casa para cenar con la familia esta noche y como probablemente saben, no es sabio disgustar a una esposa durante las vacaciones."

"Está totalmente en lo cierto," estuvo de acuerdo el Sr. Granger inmediatamente con una sonrisa hacia su mujer. Cuando ella lo fulminó con la mirada de regreso, él desvió la mirada de ella y se centró otra vez más en el Ministro de Magia, haciendo que los adultos en la habitación riesen.

Harry se movió para ponerse de pie al lado del Ministro de Magia mientras Hermione seguía a su padre hacia el final de la estancia, junto con Lily. James se colocó orgullosamente al lado de su padre con una sonrisa, como si Navidad hubiera llegado antes (lo que en cierto modo, era). Con un poco de ajetreo al final del cuarto, y un movimiento de varita del Ministro, una hermosa música llenó el aire. Con un ramo de flores que Lisa había transfigurado y le había dado, Lily caminó por el corto pasillo y se colocó orgullosamente en el lado opuesto de su padre y hermano. El padre de Hermione la cogió por el brazo mientras su madre se sentaba llorosa al lado de Cole y Lisa en una de las pocas sillas que quedaban en la sala.

Después de llevar a su hija al frente de la habitación y dársela a Harry con sus bendiciones, el Ministro de Magia ofició la ceremonia para casarlos. Después, tuvieron una gran comida de celebración a la que no pudieron convencer al Ministro de quedarse ante la insistencia de que su mujer lo quería en casa cuanto antes. Cuando todo el mundo estuvo lleno y soñoliento, se hicieron las preparaciones para la mañana de Navidad y todo el mundo fue a acostarse. Cuando Hermione se giró para dirigirse a la habitación de Harry esa noche después de acostar a James y Lily, el la detuvo y preguntó, "¿Por qué no dormimos en tu habitación esta noche?"

"Está bien" contestó Hermione, confundida. "¿Pero puedo preguntar por qué prefieres dormir en una cama pequeña cuando tu tienes una dos veces mayor?"

Caminado hacia ella, Harry colocó los brazos alrededor de su cintura y dijo, "Primero, quiero que entiendas que lo que voy a decirte no es de ningún modo para herir tus sentimientos." Cuando ella asintió él prosiguió. "Esa habitación, la cama que está en mi cuarto… la compartí con Luna y Ginny. No estoy orgulloso de haber permitido a Ginny allí pero eso está en el pasado, tu eres mi futuro, y es por es por lo que no quiero que tengamos la misma habitación o cama. Si estás de acuerdo, traerán una nueva cama pasado mañana y escogeremos alguna de las otras habitaciones para que sea la nuestra."

Hermione permaneció allí de pie mirándolo mientras hablaba, genuinamente sobrecogida por la consideración de él sobre sus sentimientos. Mientras él esperaba una respuesta, ella dijo, "Para mi está bien," y lo besó profundamente. Cuando ella lo separó y él le sonrió, Hermione añadió, "No sé de otro hombre que haya sido tan considerado con los sentimientos de su nueva esposa. Tengo que admitirlo, pasó por mi mente que tendría que compartir contigo la misma habitación que tuviste con ellas."

"Bueno, ahora no tendrás que hacerlo." Levantándola en brazos, Harry la llevó hacia su habitación y la dejó suavemente en la cama. Cerrando y bloqueando la puerta mientras lanzaba un hechizo insonorizador, regresó hacia ella y se tumbó encima de Hermione. Reclamando sus labios en un acalorado beso, empezó a desvestirla lentamente, saboreando cada centímetro de su suave y sedosa piel que descubría. Pasaron la noche explorando el cuerpo del otro, no como amantes ya, sino como marido y mujer, saboreando el hecho de que su nueva vida juntos tenía un muy, muy hermoso principio.

--

"¿Papá? ¿Hermy? ¡Es hora de abrir los regalos!" llegó la voz de Lily a través de la puerta del cuarto de Hermione muy temprano esa mañana de Navidad, así como un ruido en la puerta para marcar su presencia. Cuando Harry se desenredó de su nueva esposa y miró el reloj gruñó y dijo, "¡Maldita sea, sólo son las seis y media de la mañana!"

Bostezando abiertamente y estirándose lánguidamente, dándole una hermosa visión a Harry, Hermione dijo, "Pero es la mañana de Navidad, todos los niños se despiertan antes del alba para que puedan abrir todos los regalos en el menor tiempo posible. Creo que mi record de tiempo fueron diez minutos."

"Erm, bueno… hay algo que debería decirte," dijo Harry, mirándola un poco seriamente. "Realmente nunca tuve una Navidad memorable mientras crecía así que de algún modo, lo arreglo con James y Lily, me temo."

"¿Y tu crees que eso es una mala cosa?" preguntó ella, mirándole con amor brillando en sus ojos. "Harry, también los malcriaste el año pasado. Si Lily y James actuaran como dos niños malcriados que nunca escuchan, entonces quizá si podría criticar el hecho de que los malcríes. Pero son dos de los más maravillosos niños que jamás he tenido el placer de conocer y ni siquiera puedo decirte lo orgullosa que me siento de ser su madrastra."

Harry se inclinó y empezó a besarla apasionadamente, esperando poder repetir lo que habían hecho durante las altas horas de la madrugada, pero una vez más Lily gritó, "¡Paaaaappppppáááááá…vamos!"

Cuando empezó a hacer girar el pomo de la puerta, ambos se miraron y rieron silenciosamente. "Será mejor que nos levantemos antes de que convenzan a Lisa de que use su varita para abrir la puerta." Dijo Harry.

"Ella no haría eso," contestó Hermione, mirándole con algo de duda en su expresión.

"No, ella lo sabe mejor," contestó él con una sonrisa. "Pero nunca sabes con su raro sentido del humor. Vamos, mejor que nos levantemos y vistamos para que los niños puedan abrir sus regalos."

Cuando se hubieron vestido, Harry tomó la mano de Hermione y abrió la puerta de la habitación, solo para ser casi tirado al suelo por Lily cuando ésta corrió hacia él y lo abrazó por las piernas. Cuando él soltó la mano de Hermione y cogió a su hija en brazos, Lily se inclinó para besar a Hermione en la mejilla y dijo, "Feliz Navidad mamá."

Lágrimas empezaron a salir de los ojos de Hermione después de que dijera eso y mientras le sonreía a Lily preguntó, "¿Pero antes me has llamado Hermy?"

"Quería decírtelo por primera vez cuando te viera," contestó Lily con una gran sonrisa. "¿Ahora por favor podemos ir abrir los regalos?"

"Si, si podemos," dijo Harry riéndose. Caminando hacia el vestíbulo, vio a James parado y dijo, "Feliz Navidad hijo."

"Feliz Navidad papá," contestó James sonriendo. Mirando a Hermione, sus mejillas adquirieron un tono rosado cuando dijo, "Feliz Navidad, mamá."

Hermione caminó hacia James y se arrodilló frente a él hasta estar a la altura de sus ojos. Poniendo gentilmente una mano en su brazo dijo, "James, no tienes que llamarme mamá si no quieres hacerlo. Está bien si sigues llamándome Hermione."

"No, quiero llamarte mamá," contestó él. "Eso solo que es algo… nuevo."

"Sé lo que quieres decir," dijo Hermione mientras le sonreía amorosamente. Levantándose, le tendió la mano y él la cogió. Los cuatro se encaminaron hacia las escaleras para encontrarse con los padres de Hermione, Lisa y Cole esperando alrededor del árbol de Navidad. "Tratamos de mantenerlos esperando tanto como hemos podido," dijo Lisa con una sonrisa.

"Es mejor que el año pasado," dijo Harry mirando a Hermione. "¿A que hora te han levantado esta vez?"

"Cinco de la mañana," contesté ella, bostezando de nuevo.

Cuando los adultos se instalaron con tazas de té caliente que echaban vapor, James y Lily separaron los regalos de cada uno y empezaron a abrirlo lo más rápido que pudieron. Quince minutos después todos los juguetes habían sido desenvueltos y abiertos, y los dos jugaban felizmente con sus nuevas cosas. Cuando Harry se sentó al pie del árbol, repartiendo los regalos de los demás, Cole dijo, "Harry, ¿te importaría darle ese de ahí a Lisa de mi parte?"

"Claro," dijo Harry, buscando el regalo que señalaba Cole. Al encontrarlo se lo tendió a Lisa como había pedido Cole y encontró el que había estado buscando para darle a Hermione. Sin prestar atención, oyó a Lisa ahogar un grito y levantó la vista para encontrarla sujetando un anillo con un solitario diamante de un quilate en su mano, mirando a Cole con lágrimas en los ojos.

"¿Bueno, que dices?" preguntó Cole. "¿Lisa, quieres casarte conmigo?"

"¡Si!" dijo Lisa felizmente mientras Cole cogía el anillo y se lo ponía en el dedo anular izquierdo. Lisa se lanzó sobre Cole en un gran abrazo y lo besó. "Que maravilloso regalo de Navidad, muchas gracias."

"Quería que fuera especial, ¿Y que es más especial que proponértelo delante de toda la gente a la que consideramos como nuestra familia?" preguntó él. "Solo esperaba que la espontánea boda de anoche no apagara esto."

Hermione estaba sentada en el sofá con lágrimas corriendo por sus mejillas, tocada por la escena que se desplegaba ante ella. Harry caminó hacia ella y se sentó a su lado, limpiando las lágrimas que había en sus mejillas. "¿Ya era hora, no crees?" susurró él, haciéndola reír.

"Si, eso creo," contestó ella, mirándole.

"Este es para ti, de mí," dijo él y luego se corrigió, "Bueno, de tus padres y mío."

Mirándole con curiosidad, abrió la caja y sacó un reloj de aspecto viejo. Insegura de cómo reaccionar, le miró y más que decir preguntó, "¿Gracias?"

Riéndose, Harry miró a sus padres y luego a ella de nuevo. "Es un traslador," explicó. "Tus padres han acordado quedarse hasta después de Año Nuevo para que puedan conocer mejor a sus nietos y luego entonces, el dos de enero, nos iremos a nuestra luna de miel."

"¿De verdad?" preguntó ella, emocionada por aquel gesto. Cuando él asintió, Hermione preguntó, "¿Y a donde iremos?"

"Eso, mi querido corazón, es una sorpresa," contestó Harry enigmáticamente.

Justo en ese momento, Lily se acercó a Hermione y le dio un sobre. "Hice esto para ti esta mañana," dijo ella suavemente, como si estuviera divulgando un secreto. "Lo habría hecho antes, pero no sabía que se suponía tenía que hacerlo."

Cuando Lily permaneció allí de pie sonriendo como si no hubiera nada extraño en lo que acababa de decir, Hermione miró a Harry y luego de vuelta al sobre en sus manos. Dejando el traslador a un lado, Hermione abrió el sobre para encontrar una postal que había hecho la propia Lily. Tenía el dibujo de Santa Claus en la parte frontal (tan bien como una niña de cinco años podría dibujar, de todos modos) y se leía "Feliz Navidad para mi nueva mamá." Abriéndolo, Hermione leyó lo que Lily había escrito y miró a la niña con curiosidad y preguntó, "Lily, me temo que no lo entiendo."

"Lo harás," contestó Lily con una gran sonrisa en su rostro mientras sus ojos brillaban con felicidad. Mientras la niña regresaba a su montaña de juguetes, Harry hizo un gesto en dirección a la postal que tenía Hermione en la mano y ella se la dio para que la leyera. Dentro decía:

"Es nuestra primera navidad en familia

y habrá muchas más.

Ahora eres mi mamá y estoy muy contenta

Porque eres perfecta para mi papá.

Me temo que mi regalo llegará tarde

Pero por favor no te enfades.

Lo conseguirás en los próximos tres meses,

Y podrás compartirlo con nuestro papá."

Encogiéndose de hombros, Harry le devolvió la tarjeta a Hermione y dijo, "Supongo que tendremos que esperar tres meses para ver que te dará."

Mirando a Lily jugar Hermione respondió quedamente, "Supongo que tendremos que esperar," sabiendo que no iba a ser nada simple, sabiendo lo astuta que podía ser la niña.

--

El dormitorio de Harry y Hermione llegó al día siguiente, lo que impresionó a Hermione ya que ella esperaba que solo fuera una cama. Cuando los de la mudanza hicieron bajar flotando los viejos muebles por las escaleras, Harry entró en la habitación vacía que habían escogido para ser su nuevo cuarto y preguntó, "¿Quieres que sea de un color diferente?"

Hermione miró el color azul oscuro de la pared y preguntó, "No supongo que podamos hacer algo un poco más… bueno, ¿confortable?"

Viendo en el cuarto vacío ante él, Harry dijo, "Sabes, en Hogwarts nuestra sala común estaba decorada en escarlata y oro y siempre me hacía sentir tan… en casa, supongo que puedes decir."

"¿Por qué no hacemos las paredes escarlatas con ribetes dorados?" preguntó Hermione simplemente.

"¿No te importa?"

"En absoluto?" contestó ella. "Realmente creo que suena encantador."

Así que con algunos movimientos rápidos de su varita y algunos susurros, Harry cambió el color de su nueva habitación y se quedó en el centro de ella, admirando su trabajo con Hermione. "Creo que está fabuloso," dijo ella tranquilamente.

"Me alegro, porque yo creo que es brillante," dijo él, inclinándose ara darle un rápido beso en los labios ya que pudieron oír a los magos de la mudanza subir las escaleras. Después de decirles donde poner cada mueble, ambos descansaron estirados en la cama juntos y observaron la habitación que compartirían por el resto de sus vidas. Lily llegó corriendo e inmediatamente saltó en la cama, haciéndolos botar y reírse. Cuando James entró, miró alrededor y dijo, "Papá, se parecer a las fotografías que me enseñaste de tu vieja sala común en Hogwarts."

"Si, lo es," contestó Harry. "A Hermione le gustan los colores tanto como a mi."

"Son… tranquilizadores," dijo ella, tomándose un momento para pensar en la palabra correcta.

"Yo no podría haberlo dicho mejor," dijo Harry, sonriendo hacia ella antes de que Lily saltara sobre él juguetonamente, quitándole el aliento mientras James y Hermione reían.

--

Después de aquel día, el resto del año pasó rápidamente y lo siguiente que supieron fue que estaba celebrando una gran fiesta de Nochevieja en la que todo el mundo había sido invitado. También era una celebración de la boda de Harry y Hermione, que no había sido anunciada hasta esa noche, lo que añadía una atmósfera más festiva al evento. Con demasiadas felicitaciones y buenos deseos, Hermione estaba exhausta dos horas después de que empezara el año. "¿No se supone que deberíamos ir a dormir?" preguntó ella con voz soñolienta. "¿El traslador no está previsto para dentro de cinco horas?"

"Así es," contestó Harry bostezando también. Cuatro horas después, Harry se encontró a si mismo tropezando mientras bajaba las escaleras con Hermione a remolque, sus baules encogidos estaban en sus bolsillos ya que, según Harry, el lugar al que iban era mágico.

"¿Todo listo para iros?" preguntó el padre de Hermione cuando se acercaron a él al final de las escaleras.

"Todo listo," contestó Hermione. "Pero no tenias que levantarte tan temprano para despedirte de nosotros."

"¡Estamos todos despiertos!" djo Lily muy emocionada mientras llegaba saltando desde el salón. A diferencia de los adultos, ella y James llevaban en la cama desde las nueve de la noche anterior así que habían descansado bien y corrió directamente hacia Harry, prácticamente saltando a sus brazos, dándole un gran abrazo. James la siguió, pero caminando, y permaneció quieto observando la escena ante él.

"¿Cuánto tiempo estaréis fuera?" preguntó débilmente, mirando a su padre.

"Diez días," contestó Harry, y luego bajó a Lily de regreso al suelo y se inclinó para susurrar algo en el oído de James.

"¿De verdad?" preguntó James con una sonrisa en la cara.

"De verdad, pero no digas nada," contestó Harry, revolviendo el pelo de su hijo cariñosamente.

"Es casi la hora," dijo Hermione con voz soñolienta, atrayendo la atención hacia ella. Caminando hacia Lily, Hermione se arrodilló y le dio un abrazo y un beso en la mejilla. Moviéndose hacia James, se arrodilló frente a él y preguntó, "¿Está bien si también te doy un abrazo de despedida?"

Cuando él asintió, ella lo envolvió entre sus brazos por el estómago y él puso los suyos en su cuello y descansó la cabeza en su hombro. Girándose para que su boca estuviera cerca de su oreja, James susurró, "Voy a echarte de menos."

Separándose un poco, Hermione le dio un rápido beso en la mejilla y dijo, "Yo también voy a echarte de menos. Pero sé que Lisa, Cole y mi madre y mi padre cuidaran bien de ti." Cuando él asintió ella añadió, "Y mi padre es realmente malo en las damas." Las damas era el juego favorito de James.

"¡Oye!" protestó su padre con una sonrisa. "Eso tendremos que verlo, ¿no te parece?" preguntó él, mirando hacia James que asintió en acuerdo.

Abrazándose despidiéndose de todos los demás, Harry y Hermione tomaron el reloj traslador e hicieron la cuenta atrás, desapareciendo en el momento en que el reloj del comedor daba las siete. Cuando aterrizaron suavemente (gracias a muchos viajes en traslador) y Hermione se giró, ahogó un grito ante el enorme barco que había ante ella. "¿Es esto…?"

"Bienvenida al USS Merlín," dijo Harry, señalando hacia el barco. "Este es un crucero completamente mágico, así que si no queremos dejar nuestra habitación en todo el trayecto en el barco, podemos ordenar mágicamente la comida desde la habitación y todo aquello que queramos o necesitemos."

Hermione lo abrazó y dijo, "Muchas gracias Harry, ¡esto va a ser muy divertido!"

"¿Diez días solo contigo, sin James y Lily llamando a la puerta, o Lisa necesitándome para algo? Si, ¡yo diría que va a ser un gran viaje!"

--

Después de disfrutar de diez días encantadores para ellos solos, Harry y Hermione regresaron a casa y retomaron su vida normal junto a Lisa, Cole, James y Lily. Tristemente, los padre de Hermione tuvieron que regresar a su casas, y Hermione llorosa se despidió de ellos con la promesa que ella, Harry, y los niños irían a visitarlos pronto. Mientras estuvieron fuera, Lisa y Cole (con la intromisión de Lily, por supuesto) decidieron casarse el 7 de Junio, lo que era en menos de cinco meses.

"Eso es bastante rápido," comentó Harry desenvueltamente.

"¿Y tu eres quien para hablar de bodas rápidas?" bromeó Cole.

"Listillo," contestó Harry riendo. "Si necesitáis algunas ayuda con lo que sea solo hacérmelo saber.."

"Gracias," contestó Lisa, sonriendo alegremente. "Erm, hay una razón para tanta prisa… ¡estoy embarazada!"

Hermione soltó un pequeño chillido de placer y se dirigió hacia Lisa para darle un gran abrazo de felicitación. Harry se acercó y sacudió la mano de Cole y también le dio un abrazo a Lisa y dijo, "Si queréis, estáis invitados a trasladaros a nuestra casa de huéspedes. Tiene dos habitaciones y está bastante bien como sabéis." Cuando los dos permanecieron callados añadió, "Los dos habéis sido mis amigos desde Hogwarts, estuvisteis a mi lado durante la guerra, y habéis estado aquí conmigo desde que me trasladé. No puedo imaginar la vida aquí sin vosotros rondando por ahí. Además, Lily y James piensan en vosotros como la tía Lisa y el tío Cole, ellos también os echarían de menos."

"Y si no te sientes bien para cocinar o lo que sea, estaré más que encantada de ayudarte," contestó Hermione mirando a Lisa. "Realmente, esto no sería lo mismo sin vosotros por aquí."

Lisa miró a Cole que la miraba fijamente de vuelta, y cuando vio la mirada suplicante en sus ojos dijo, ""Bien, estaremos encantados de trasladarnos a la casa de invitados."

"Y no penséis en pagar alquiler ni nada, no quiero oír h hablar de ellos," dijo Harry cuando vio que Cole habría la boca para decir algo más.

Sacudiendo la cabeza, Cole dijo, "Siempre puedes decir lo que iba a decir antes de que lo haga."

La semana siguiente, Harry y Cole trasladaron las cosas de Lisa y Cole a la casa de invitados, liberando el ala oeste entera arriba. De pie en medio de la sala de estar, Hermione miró alrededor mientras Harry llegaba por detrás de ella y la envolvía en un abrazo por la cintura, plantando un beso en su cuello. "¿Qué haces?" preguntó él.

"Solo que esta casa parece muy grande," contestó ella. "Sobretodo ahora que Lisa y Cole viven en la casa de invitados."

"Bueno, entonces, ¿por qué no empezamos a trabajar en ampliar nuestra familia?" preguntó él, mordisqueándole el lóbulo de la oreja, causándole que un escalofrío recorriera su espalda.

"Eso suena maravilloso," contestó ella, llevando la mano hacia atrás para acariciar cariñosamente la mejilla de su esposo.

"Bueno, ya que los niños están fuera con Cole y Lisa, 'ayudándoles' a desempaquetar," dijo él con risa en su voz, "¿por qué no empezamos ahora mismo?"

Girándose hacia él una una traviesa sonrisa en su cara, ella dijo, "Solo si puedes alcanzarme hasta nuestro cuarto," y salió corriendo hacia las escaleras.

Sonriendo mientras la veía correr, Harry cerró los ojos y se concentró en la puerta de su habitación y desapareció. Cuando Hermione llegó al final de las escaleras, para a Harry recostado contra el marco de la puerta con una creída sonrisa en su cara, dijo, "Como… pero no puedes… te apareciste, ¿verdad?" Cuando él asintió con esa maldita sonrisa todavía plantada en su cara ella dijo, "Me engañaste y me dijiste que había protecciones que no permitían la aparición en la casa!" dijo ella, caminando hacia él.

"¿Yo? Hmm, creo que estaba pensando en algo más." Riéndose cuando ella le golpeó el brazo, él la cogió en brazos mientras Hermione empezaba a reír y dijo, "¿Qué importa eso? Ambos ganamos de todos modos."

--

Día de San Valentín, dos semanas más tarde...

Hermione regresó lentamente a la cama, después de correr hacia el baño otra vez para vomitar. Poniéndose la fría tela que había traído con ella sobre la cabeza, junto con algo más, se acurrucó bajo las sábanas y Harry inmediatamente giró para poner una mano en su cintura acercándose más y acurrucándose. Cuando ella gimió quedamente, Harry rápidamente levantó la cabeza y preguntó, "¿Hermione? ¿Estás bien?"

"Todavía me siento mal," contestó ella, disfrutando del frescor de la tela cuando se relajó en la almohada.

Harry podía oír su estómago regirarse en el silencio de la habitación, "¿Hay algo que pueda hacer?"

"No, pero eres un amor por preguntar," murmuró ella, justo antes de saltar rápidamente en dirección al baño otra vez. Cuando regresó diez minutos más tarde, abrió la luz de su mesa de noche para encontrar a Harry en la cama completamente despierto, mirándola.

"¿Tal vez deberías ir a ver a un sanador?" preguntó él. "Ya llevas una semana con esta gripe."

Mirando el reloj en su mesita de noche, Hermione cogió el objeto que había traído junto el reloj y miró hacia abajo. Cuando sus ojos se llenaron con lágrimas dos escaparon, bajando por sus mejillas, Harry preguntó, "Amor, ¿qué es? ¿Qué está mal?"

Sollozando, Hermione limpió una de las lágrimas y alzó la vista hacia él. Enseñándole un palo blanco pequeño contestó, "Absolutamente nada está mal. No tengo la gripe, estoy embarazada."

Harry solo permaneció mirándola un momento, dejando asimilar la información, y entonces estuvo fuera de la cama de un salto, envolviéndola en un suave abrazo. "¿Vamos a tener un bebé?" preguntó quedamente, sonando un poco ahogado hasta a si mismo.

"Según esta prueba de embarazo muggle que compré ayer," contestó ella. "Mañana iré a ver a un sanador para confirmarlo."

"No esperaremos hasta mañana," contestó él. "Espera aquí."

Hermione miró con curiosidad como él se ponía rápidamente una camiseta y unos vaqueros y salía de la habitación. Aproximadamente quince minutos más tarde, entró de vuelta con una mujer mayor a rastras, mascullando no demasiado feliz detrás de él. Caminando hacia ella dijo, "Hermoine, esta es Madame Pomfrey. Ella me curaba después de cada accidente de Quidditch durante los años que estuve en Hogwarts y me salvó de casi morir después de la guerra."

"Es un placer conocerla Sra. Potter," contestó la enfermera cortésmente.

"Por favor, llámeme Hermione," dijo ella. "No hay ninguna necesidad de tales formalidades."

"Muy bien Hermione, ¿el Sr. Potter me ha informado que no se ha estado sintiendo bien y sospecha que puede estar embarazada?"

"Um, si, pero realmente no era necesario que hiciera una consulta domiciliaria. Le dije a Harry que mañana iría a ver a un sanador," contestó ella, echándole una mirada enojada a su marido.

"Una cosa que he aprendido durante los años es que el Sr, Potter es todo menos paciente," contestó la enfermera, lanzándole también una mirada enfadada. Cambiando a un modo de enfermera oficial preguntó, "Si tiene la amabilidad de tumbarse en la cama, la examinaré y realizaré el hechizo de embarazo."

Haciendo lo que le dijeron, Hermione se recostó en la cama y se abrió la bata tal como la enfermera le había pedido, mostrando su camisón. Madame Pomfrey empezó a mover su varita sobre ella en seguida y mientras hacia movimientos circulares sobre su estómago, la enfermera murmuró algunas palabras y apareció un brillo azul. Hermione miró a Harry para verlo prácticamente radiante y como nunca había tenido un test de embarazo mágico preguntó, "Entonces, ¿estoy embarazada?"

"Si, lo está," contestó la enfermera con una sonrisa. "Y parece que tendrá un niño."

"¿Un niño?" preguntó Hermione, en un estado de sorpresa. Aún no eran las nueve de la mañana y ya sabía, no solo que estaba embarazda, si no que ella y Harry iban a tener a un pequeño niño. "¿Y puede darme una fecha para salir de cuentas?"

Moviendo su varita otra vez mientras murmuraba otras palabras Madame Pomfrey respondió, "Diría que el 16 de setiembre."

"eso es sólo tres días antes de mi cumpleaños," dijo Hermione, sonriendo y colocando la mano en su aún delgado estómago. Recordando, miró a la enfermera y preguntó, "Así que concebí…"

"En Nochebuena," terminó Madame Pomfrey con una sonrisa. "Así que, si sigue experimentando náuseas matutinas…" cuando Hermione asintió firmemente con la cabeza siguió, "intente beber agua y té, y comer tostadas u otra comida ligera."

Asintiendo en comprensión, Hermione dijo, "Muchas gracias por venir aquí esta mañana. Significa más de lo que se imagina."

"Si, gracias," estuvo de acuerdo Harry mientras la enfermera recogía sus cosas y caminaba a su lado hacia la puerta.

"No hay de que, felicidades," contestó Madame Pomfrey. "Oh, y feliz día de San Valentín."

Hermione no se había dado cuenta de que día era hasta que la enfermera lo mencionó. "Gracias." Contestó suavemente.

"Sólo voy a acompañar a Madame Pomfrey hacia abajo," dijo Harry con una sonrisa. "Vuelvo en seguida."

"Bien," contestó Hermione, incapaz de borrar la sonrisa de su cara. Mientras descansaba tumbada en la cama con las manos en su estómago, pensando en la pequeña versión de ella y Harry que estaba creciendo dentro suyo, Lily sacó la cabeza por la puerta y preguntó, "¿Puedo entrar?"

"Por supuesto que puedes," contestó Hermione al instante.

Cuando la pequeña rubia caminó hacia la cama y se sentó a su lado preguntó, "No luces bien. ¿Sigues enferma?"

"Estoy," contestó Hermione, no sabiendo en realidad cuanto debería decir.

Lily permaneció sentada, mirando fijamente los ojos de Hermione y dijo, "Tienes mi regalo de navidad, ¿verdad?"

"¿Qué?" preguntó Hermione perpleja.

"Mi regalo de navidad, ¿recuerdas mi postal?" preguntó Lily. "Decía que tendrías mi regalo en los próximos tres meses." Como Hermione permaneció estirada mirándola, Lily dijo, "Voy a tener un nuevo bebé hermano, ¿cierto?"

La mandíbula de Hermione cayó de la sorpresa justo en el momento en que Harry entraba por la puerta para oír lo que su hija decía. "¿Ya se lo has dicho?" preguntó él, mirando a Hermione.

"No, realmente no lo hice," dijo Hermione. "Lily, ¿estabas escuchando tras la puerta?"

"No," contestó Lily inocentemente. "Durante nochebuena, mamá vino a mi en sueños y me dijo que algo especial iba a llegar a nuestras vidas pronto, un bebé niño. Ella dijo que papá y tu ibas a tener el regalo en tres meses, y me dijo lo que debía escribir en la postal que te di."

"¿Luna vino a ti en sueños y te dijo esto?" preguntó Harry, caminando hacia su hija y arrodillándose para estar a su altura.

"Si," contestó Lily como si no hubiera nada inusual en eso.

"¿Entonces por qué no pusiste eso en la postal?" preguntó él.

"Por que mamá dijo que no lo hiciera. Ella dijo que sabia lo mucho que te gustan las sorpresas, y que esta era una que los dos debías descubrir por vosotros mismos." Lily miró a Hermione con una sonrisa y dijo, "Ella quería que te diera un regalo que sabía que siempre quisiste."

Los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas y Lily echó los brazos alrededor de su cuello en un abrazo. "No llores mamá. Es hora de ser feliz. Tu y tía Lisa vais a tener bebes, pero el suyo será una niña. No le digas que te lo he dicho, porque no quiere saberlo."

Sollozando, Hermione rió y dijo, "No diré nada."

"Voy a ir a desayunar," dijo Lily, caminando marcha atrás tan rápido como cualquier otro niño de cinco años haría.

Harry la vio salir corriendo de su habitación y ocupó su lugar al lado de Hermione. Acariciando su mejilla con la mano, dijo, "Feliz día de San Valentín."

"Feliz día de San Valentín," contestó ella. Limpiándose las lágrimas de los ojos, pudo sentir los ojos preocupados de Harry en ella y alzó la vista y preguntó, "¿Qué es?"

"Lily dijo que Luna le dijo que un bebé era algo que siempre habias querido," declaró él con cuidado. "Era esto con…"

"¿Brian? Si, habíamos hablado de empezar una familia justo después de casarnos," contestó ella débilmente. "Pero obviamente no significaba que fuera con él… es tu bebé el que se supone que llevo, no el suyo."

"¿Pensé que no creías en la adivinación?" preguntó él.

"No lo hago," contestó ella. "Pero creo en el sino y el destino, y obviamente este es nuestro destino."

"¿Qué tal si bajamos y les decimos a todos las buenas noticias, si Lily no lo ha hecho ya?"

"Me parece genial," contestó Hermione. "Solo por favor no me pidas que coma nada."

--

Los siguientes meses fueron… bueno, la única palabra en la que podía pensar Harry era interesantes. Con la boda de Lisa y Cole en junio y teniendo a dos mujeres embarazadas en medio de un bochornoso y caluroso verano como no había habido otro no era una tarea fácil. Gracias a Merlín por los hechizos refrigerantes. Por supuesto tanto Lisa como Hermione sentían que podían hacer todas las cosas que hacían antes, pero finalmente Harry y Cole tuvieron que intervenir y tomar las riendas, haciéndolas estirarse a descansar. Como Lisa salía de cuentas el siete de agosto estaba más grande que Hermione pero no por mucho, ya que todo el mundo sabía que tendría una niña (Cole quiso saberlo, ella no, así que cerró los ojos mientras la comadrona realizaba el hechizo.) Si las comparabas a las dos, pensarías que Hermione terminaría antes que Lisa, lo que no hacía muy feliz a Hermione en los días en que sus hormonas corrían desenfrenadas. Cualquier otro día, ella era dulce y amoroso para alivio de Harry.

Llegó el uno de agosto y Cole entró corriendo a la casa principal a las seis de esa noche. Cuando Harry y Hermione vieron su cara preocupada, Harry preguntó, "¿Qué ocurre Cole?"

"Lisa ha roto aguas," dijo él. "Parece muy asustada, y no estoy seguro de lo que hacer para ayudarla."

"Tráela aquí," dijo Hermione inmediatamente. "Tráela y llevala a mi antigua habitación. La he convertido en una sala de partos, y le dije que si no podía o no quería ir al hospital podía usarla."

Asintiendo rápidamente, Cole se alejó de la casa y Hermoine se giró hacia Harry. "¿Podrías ir a avisar a la comadrona y traerla de seguida?"

"Por supuesto," contestó él, inclinándose para darle un beso rápido antes de dirigirse a su oficina.

Hermione cerró los ojos y respiró profundamente para calmarse, sabiendo que todo lo que ella sentía también lo hacía el bebé. Le prometió a Lisa que estaría allí para ella, y Lisa hizo la misma promesa de vuelta. Mientras subía la escalera apoyándose en el pasamanos ya que casi estaba en el noveno mes, vio a James salir de su cuarto. Cuando él vio la mirada en su cara preguntó, "¿Está todo bien?"

"Está bien. Solo que tu tía Lisa va a tener el bebé," contestó ella, sonriéndole cuando finalmente llegó arriba.

Cuando vio a Cole venir rápidamente a través de la puerta principal con Lisa en brazos, James preguntó, "¿Lo va a tener aquí?"

"Si, lo hará," contestó Hermione.

"Estaré en mi cuarto," dijo él, y se giró para regresar a su habitación, haciendo que Hermione riera ante la mirada incomoda que había cruzado su cara.

Lily, por otra parte, llegó dando saltos desde su habitación. "¿Tía Lisa va a tener el bebé?" preguntó excitada.

"Si," contestó Hermione

"¿Ahora?" preguntó Lily, con los ojos muy abiertos por el entusiasmo.

"Bueno, no ahora misma, pero probablemente en algún momento de esta noche, si," contestó Hermione a las rápidas preguntas disparadas por la niña.

"¿Entonces no podré verlo?" preguntó ella, pareciendo de repente decepcionada.

"Es mejor si no miras calabacita," dijo Harry, llegando arriba de las escaleras y quedándose al lado de Hermione. Mientras pasaba la mano amorosamente por su barriga, pudo sentir al bebé moverse bajo su mano y sonrió. "Podrás verla por la mañana," susurró para que Lisa no pudiera oírle, sabiendo que eso no apaciguaría a su hija demasiado curiosa.

"Está bien," contestó Lily abatida. Dándoles a ambos abrazos y besos de buenas noches, se encminó a su cuarto, pareciendo por todas las intenciones y objetivos como su hubiera perdido a su mejor amigo.

"¿Alguna señal de James?" preguntó Harry.

"Si," contestó Hermione con una sonrisa. "Ha regresado con la cola entre las piernas a su cuarto."

Riéndose, Harry dijo, "No pensé que se quedaría." Girándose ante el ruido de alguien subiendo las escaleras, se giró para ver a la comadrona que había llamado por red floo subir las escaleras hacia ellos. Señalando el cuarto, se quedaron mirando mientras ella entraba y un minuto después salía Cole.

"Hermione, parece que te prefieren a ti allí dentro," dijo Cole. "Parece que mi nerviosismo no está ayudando en nada."

"Lo entiendo perfectamente," dijo Harry, palmeando la espalda de su amigo en un gesto viril de amistad. "Yo era lo mismo cuando Luna tuvo a James. ¿Por qué no vamos a mi oficina y tomamos algo? Puede ser una noche muy larga."

"Para mi suena genial," dijo Cole, mirando rápidamente al cuarto, el grito de su esposa resonando por todo el corredor. "Vayamos a tomar ese trago ahora."

Diez horas más tarde, Emily Rose Jamison hizo su entrada en el mundo gritando y pataleando. Cole había estado dentro de la habitación con Lisa la última hora, más calmado que cuando empezó el parto, y una vez que Emily fue revisada, limpiada y envuelta en mantas, pudo cogerla por primera vez. "Hola, mi pequeño ángel," susurró suavemente mientras se inclinaba para besarla en la frente cariñosamente. Saliendo al pasillo donde Harry y Hermione esperaban, levantó a Emily lo justo para que pudieran ver la cara claramente y dijo, "Me gustaría presentaros a Emily Rose."

Los ojos de Hermione se llenaron de lágrimas cuando lo vio sostener el pequeño bulto en movimiento entre sus brazos. Mirándolo le preguntó, "¿Puedo cogerla?"

"Por supuesto," dijo él, aún sonriendo orgullosamente.

Mientras aceptaba las felicitaciones de Harry, Hermione sostuvo a Emily en sus brazos y se sorprendió de lo que pequeña que era. Ella nunca había sido niñera de una familia que tuviera hijos menores de un año, así que coger a un recién nacido en brazos era algo maravillosamente nuevo. Justo cuando llevó un dedo para acariciar la mejilla de Emily, el bebé le dio una fuerte patada en el estómago, haciéndola reír. Cuando los hombres miraron hacia ella, se señaló el estómago y dijo, "Parece que alguien ya está celoso."

Devolviéndole Emily a Cole, Harry y Hermione observaron como Cole entraba de nuevo en el cuarto de Lisa y Hermoine miró ilusionada a Harry. "Solo piensa," dijo ella, "En solo seis semanas, esos vamos a ser nosotros."

"Así es," contestó Harry, besándola tiernamente mientras la conducía hacia su habitación para intentar convencerla de dormir ya que llevaba despierta toda la noche, ayudando a Lisa en todo lo que necesitaba. Él se alegró cuando ella agradecidamente entró en la cama sin protestas y se acurrucó bajo las sábanas, cayendo dormida en poco tiempo.

Al día siguiente, después de que Hermione durmiera todo el día y toda la noche, la comadrona vino para revisar a la madre y el bebé. Ya que tanto Lisa como Emily estaban bien, la comadrona le dijo a Cole que podía llevarlas de regreso a la casa de invitados. Después de agradecer profusamente a Hermione con lágrimas en los ojos por toda la ayuda (las nuevas madres pueden ser muy emocionales) Lisa dejó que Cole la ayudara a bajar las escaleras mientras Harry llevaba a Emily tras ellos. "Necesito practicar sabes," había dicho. "No he cogido a un recién nacido desde hace cinco años."

Sonriendo mientras le veía llevar a Emily con mucho cuidado, la comadrona se acercó a ella y le preguntó, "Ya que estoy aquí, ¿por qué no la reviso a usted también para asegurarme que usted y el bebé están bien, Sra. Potter?"

"Estaría bien," dijo Hermione, conduciendo a enfermera a su habitación. Mientras estan en medio de la revisión, Harry entró y pareció preocupada cuando vio a la comadrona examinando a Hermione.

"¿Está todo bien?" preguntó él, una nota de preocupación en su voz.

"Todo está bien," dijo la comadrona.

"Se ofreció a examinarme mientras estaba aquí para asegurarse que el bebé y yo estamos bien," contestó Hermione, sonriéndole, con la esperanza de tranquilizarlo.

"Algunos de sus niveles mágicos están un poco bajos, pero es normal en su estado avanzado de embarazo. Recomendaría no realizar nada de magia hasta después del parto."

Harry miró como la comadrona terminaba el examen y ayudó a Hermione a sentarse en la cama. "Parece que todo lo demás está correcto. Regresaré la semana que viene para examinarla de nuevo."

Después de darle las gracias, se dirigieron a la cocina para coger algo de comer. Harry sacó una silla para Hermione, indicándole que se sentara, señalando que él iba a encargarse de la comida. Mientras le veía juntar las cazuelas y la comida que necesitaría, Hermione jadeó cuando de repente el bebé le dio una patada muy fuerte en el costado otra vez. Rápidamente mirándola, Harry preguntó, "¿Todo bien?"

"Te juro que será un buen futbolista," contestó ella, tratando de aligerar las cosas.

"No hay manera de que sea un futbolista," contestó Harry con una sonrisa creída en el rostro. "Es un Potter, y los Potter son conocidos por su destreza en el quidditch."

"Entonces por favor dile esto de modo que deje de practicar sus patadas de victoria contra el interior de mi estómago."

--

Las siguientes seis semanas fueron otra vez pacíficas después de la llegada de Emily al mundo… bueno, para todo el mundo menos Harry, fue así. Mientras Hermione se aproximaba a la fecha del parto y su barriga crecía y crecía más, ella se volvió un poco… ¿debería decirlo? Insoportable. Debido a su enorme barriga y la incomodidad provocada por el bebé bajando para colocarse en el canal del parto mientras se preparaba para hacer su entrada en el mundo, Hermione no dormía mucho debido a la incapacidad de ponerse lo suficientemente cómoda para dormir y a menudo despertaba a Harry de modo que pudiera hablar con alguien durante las altar horas de la madrugada.

Hermione salió de cuentas tranquilamente, igual que los dos días siguientes. Finalmente llegó su vigésimo séptimo cumpleaños, encontrándola irritable y agresiva gracias a que llevaba tres días de retraso con el parto. Con la esperanza de levantar su ánimo, Harry había planeado una pequeña comida familiar esa noche para celebrarlo, incluso se aseguró de que sus padres estuvieran ahí. Esa mañana, levitando una bandeja llena de su comida para desayunar favorita delante de él, Harry abrió la puerta de su habitación para sorprenderla con el desayuno en la cama. Para su sorpresa, ya la encontró levantada y sentada en la cama, encorvada y sujetando su estómago con una mirada de puro dolor grabada en su cara

Dejando la bandeja caer al suelo, Harry se precipitó hacia su lado y preguntó, "Hermione, amor, ¿qué ocurre? ¿Es el bebé?"

"E-es la hora," jadeó ella, alzando la vista hacia él con los ojos llenos de lágrimas. "Creo que estoy de parto."

"Iré a buscar a la comadrona," dijo él, saliendo tan rápido como pudo de su habitación y bajando las escaleras hacia su oficina. En lo que pareció un tiempo récord, estaba subiendo las escaleras de regreso con una comadrona sin aliento tras él. Llevándola hacia su habitación, miró como examinaba a Hermione muy rápidamente y dijo, "Definitivamente está de parto. Necesitamos moverla hacia la otra habitación."

"¡No!" dijo Hermione firmemente. "Quiero quedarme aquí, en mi propia cama." Mirando suplicante a Harry dijo, "No quiero ir a la otra habitación. Por favor."

Sentándose a su lado y colocando las manos en sus mejillas, que se sentían arder, él dijo, "Puedes tener lo que quieras cielo. Lo que sea que te haga sentir cómoda."

"Pero…" empezó la comadrona, y fuera lo que fuera lo que iba a decir murió en sus labios ante la mirada que le dio Harry.

"Simplemente lo trasladaremos todo aquí," dijo él, tomando el mando. "Estaremos de regreso enseguida cariño."

Mientras él y la comadrona se dirigían a la sala de nacimientos que Hermoine había preparado y Lisa había usado, Harry dijo, "Comadrona Goodwin, cuando la he tocado su cara parecía fuego."

"Eso es porque tiene fiebre Sr. Potter, lo que significa que tiene una infección," contestó la comadrona Goodwin. "Debemos tenerlo todo preparado cuanto antes… me temo que la Sra. Potter tendrá un largo y duro parto."

La sangre de Harry corrió como frío hielo ante la preocupación en el tono de la comadrona y rápidamente lo cogió todo lo que necesitarían y que la comadrona no pudiera llevarse. Colocándolo todo en el lugar en que tenía que ser colocado en la habitación, la comadrona hizo un rápido trabajo descubriendo donde estaba la infección mientras Harry se colocaba al otro lado de Hermine en la cama para no estar en medio y molestar. Mientras la comadrona agitaba la varita encima de Hermione, que no dejaba de llorar y gritar ante cada contracción que la atacaba, miró a Harry y sacudiendo la cabeza dijo, "Esta no es una fiebre por culpa de una infección. Su cuerpo está siendo sobrecargado por la magia del bebé y está haciendo que la temperatura de su cuerpo suba rápidamente."

"¿Q-qué hacemos?" preguntó Harry, mostrando uno de sus raros momentos de verdadero miedo.

"¿Puedo usar la red flu?" preguntó la comadrona Goodwin, y Harry inmediatamente asintió en afirmación con la cabeza. Más rápido de lo que la había visto moverse antes, salió de la habitación y bajó las escaleras.

Apartando su pelo de la frente empapada y ardiente de Hermione, Harry dijo, "Aguanto cielo, ha ido a buscar ayuda."

"Pero el bebé," dijo Hermione. "Harry, prométeme que te asegurarás que el bebé esté bien."

Harry fue cogido sin palabras por un momento antes de juntar sus manos, besar sus labios y dijo, "Por supuesto que estará bien, y tu también."

"Quiero decir que si hay que tomar una decisión," gimió ella. "Te asegures que será bebé, ¿de acuerdo?"

"No hables así," dijo Harry. "AMBOS vais a estar bien."

Justo en ese momento, la comadrona Goodwin entró corriendo a la habitación con Madame Pomfrey y Lisa a rastras. Lisa miró de la cara de Harry a las expresiones preocupadas de las enfermeras y puso una mano sobre su boca preocupada. Cuando oyó la puerta de Lily abrirse en el pasillo, salió cerrando la puerta tras ella, realizando un hechizo silenciador en el cuarto, y se dirigió abajo corriendo para asegurarse que ni ella ni James veían a Hermione en las condiciones en que se encontraba en ese momento.

Mientras Madame Pomfrey y la comadrona Goodwin hablaban entre ellas Harry dijo, "¿Les importaría decirme por favor que es lo que le pasa a mi esposa?"

Mirándose la una a la otra durante un momento, Madame Pomfrey tomó la iniciativa y explicó, "Sr. Potter, todo el mundo sabe el poderoso mago que es usted y que su cuerpo contiene mucha magia en su interior, al menos el doble que un mago normal. Cuando Luna trajo a sus dos primeros hijos no la afectó mucho porque ella era una sangre pura y su cuerpo podía soportar la cantidad de magia que el bebé liberaba a medida que se desarrollaba porque ella misma contenía un poco de poder mágico. Desafortunadamente, Hermione es hija de muggles, así que su cuerpo no está acostumbrado a tanto nivel de magia circulando por el y eso puede… debilitar mucho su sistema."

"¿Qué?" preguntó Harry, tratando de asumir toda la información que la enfermera acababa de darle y entenderla. Una luz brilló en sus ojos cuando comprendió lo que había querido decir la mujer con la última frase y miró a Hermione. Cuando la encontró mirándolo de regreso fijamente, le preguntó, "Ya lo sabías, ¿verdad?"

"Si, sabía que había un riesgo, pero no era una conclusión inevitable," contestó ella, gritando cuando otra contracción cruzó su cuerpo.

"¡Hagan algo!" gritó Harry, desesperado para que ella no sufriera. "Tiene que haber algo que podamos hacer."

Madame Pomfrey lo pensó un momento y dijo, "Volveré tan pronto como pueda. Puede haber una cosa que pueda ayudarla con esto."

Harry miró impotente como ella salía de la habitación y vagamente oyó que la comadrona le preguntaba, "¿Sr. Potter? ¿Podría ayudarme a darle la vuelta a su mujer, preferiblemente mirándolo a usted?"

Siendo tan suave como pudo, tiró de ella de modo que quedara de cara a él y le costó soportar la mirada de dolor y miedo que había en la cara de Hermione en ese momento. "Vas a estar bien," dijo él, tratando de asegurárselo a ella y a él mismo aunque no se sentía muy seguro en ese momento.

"No estoy preocupada por mi, ya te lo he dicho. Quiero que te asegures que nuestro hijo estará bien."

"Hermione, no puedo dejarte…"

"Si, puedes. Si se supone que tengo que salir de esta, lo haré. Si no, entonces es mi destino."

"¡No me importa el sino o el destino!" dijo Harry bruscamente. Respirando profundamente dijo, "Te amo Hermione, y que los dioses me perdonen, pero se en el fondo de mi corazón que tu eres con quien estoy destinado a estar. Amé a Luna, y por ello fui bendecido con Lily y James, pero si te pierdo… simplemente no puedo. Nuestra vida juntos acaba de empezar, no puedes dejarme ahora. No creo que pueda sobrevivir tu perdida."

Antes de que algo más pudiera ser dicho, Madame Pomfrey entró ajetreada en el cuarto con una oscura figura tras ella y Harry se levantó rápidamente, sus ojos entrecerrándose en dos finas líneas. "¡¿Qué demonios está haciendo él en mi casa?!" gruñó furiosamente.

"Solo puedo salvar a tu esposa Potter, así que yo vigilaría el tono si fuera tu," se mofó Severus Snape mientras se acercaba a la cama. "Tengo una poción que duplicará sus niveles mágicos lo suficiente para ayudarla a dar a luz."

"Como si ella fuera a tomar ninguna poción que tu hayas preparado, por lo que sé puedes estar aquí para envenenarla o dañar a mi hijo no nacido," dijo Harry fieramente, saliendo de la cama para estar cara a cara con su odiado ex profesor de pociones.

"Oh si, otro Potter en el mundo para jugar al heroe," se burló Snape con odio brillando en sus ojos mientras lo miraba. Empujando el frasco en las manos de su estudiante más odiado dijo, "Se los das, o no se lo das, pero si muere su muerte estará en tus manos, no en las mías."

"¡Ahhh!" gritó Hermione mientras Snape salía de la habitación, sin mirar una sola vez hacia atrás. "¡Ya viene! ¡Puedo sentir algo salir!"

Madame Pomfrey le dio a Harry una seria y grave mirada y dijo, "Sr. Potter, ella necesita esa poción ahora."

Dividido entre si confiar en su enemigo más odiado o salvar al amor de su vida, allí realmente no había elección. Cuando la enfermera hizo rodar a Hermione sobre su espalda una vez más, él se acercó a ella, gentilmente le inclinó la cabeza hacia atrás y dijo, "Bebe esto."

Él observó como ella tragaba el líquido de color amarillento y luego hacia mala cara. Gritando de nuevo, Madame Pomfrey echó una ojeada entre sus piernas y dijo, "La cabeza está coronando."

Harry estaba atemorizado por lo que veía, y preocupada por que Hermione estuviera bien al mismo tiempo. Si ella no sobrevivía y encontraba la mano de Snape tras eso, lo perseguiría y mataría a ese bastardo zalamero con sus propias manos desnudas. "Madame Pomfrey," dijo la comadrona Goodwin, sacándolo de sus pensamientos. "Su temperatura está bajando."

Sintiendo un poco de alivio ante aquella declaración, Harry caminó para poder estar al lado de Hermione y ayudarla a levantar la cabeza mientras ella trabajaba empujando para hacer salir al bebé. Con un grito final, Madame Pomfrey liberó al bebé y fue a trabajar en él para asegurarse que estaba bien mientras la comadrona supervisaba a Hermione. Cuando Hermione gritó otra vez de repente, Harry, la comadrona y la enfermera la miraron rápidamente. Cuando la comadrona Goodwin la revisó de nuevo dijo, "Oh, cielos, parece que hay otro bebé."

"¿Qué?" preguntó Harry, impresionado. Cuando miró hacia abajo a Hermione, pudo ver la sorpresa reflejada en su cara.

Dándole a la comadrona el bebé con cuidado, Madame Pomfrey miró a Hermione y dijo, "Empuje de nuevo, tan fuerte como pueda."

Siete empujones más tarde, su hija llegaba también a este mundo, justo quince minutos más tarde que su hermano. Cuando Hermione cayó hacia atrás sobre las almohadas Harry la miró con preocupación en los ojos y con los ojos cerrados ella dijo, "Estoy bien Harry, solo muy, muy cansada."

"Puedo imaginarlo," dijo él con una sonrisa, y se agachó para depositar un suave beso en sus labios. Mirando hacia donde la comadrona y la enfermera estaban revisando a los bebes Harry dijo sobrecogido, "Tenemos un niño y una niña. Gemelos. No puedo creerlo."

"Yo tampoco puedo," murmuró Hermione con voz soñolienta. "Cuando sea coherente de nuevo alguien me va a deber una maldita explicación." Harry, no acostumbrado a que ella maldijera, rió silenciosamente ante su declaración.

"Ahora solo descansa amor. Me aseguraré que los bebés estén bien, te lo prometo."

"Se que nunca dejarías que les pasara nada," dijo ella, apenas abriendo los ojos para mirarlo con una leve sonrisa en su cara. "Te amo."

"Yo también te amo. Ahora descansa." Harry observó como el amor de su vida caía rápidamente dormida, sintiéndose más feliz de lo que nunca pensó que fuera posible después de toda la angustia que había experimentado en su vida, la última siendo la perdida de Luna. Mirando alrededor de la habitación, fue como si pudiera sentir su presencia vigilándolos, y tan silenciosamente como pudo susurró, "Gracias por cuidar de nosotros." Y con lo que pareció un beso fantasma en la mejilla, el sentimiento de ella estando allí despareció tan rápidamente como empezó el descubrimiento de que ella había estado ahí en primer lugar.

--

Ocho horas más tarde, Hermione empezó a salir del profundo sueño en el que había estado y los recuerdos de lo que había pasado esa mañana llegaron corriendo a su pensamiento y sus ojos se abrieron de golpe. Cuando tomó la vista de lo que había ante ella no pudo evitar la mayor sonrisa de su vida. Alguien, probablemente Harry, había conjurado dos mecedoras al lado de la cama, en una estaba sentado James y en la otra Lily. Por los colores de las mantas, James estaba cogiendo a su hijo y Lily estaba con mucho cuidado sosteniendo a su nueva hermanita. Mirando hacia arriba, Lily exclamó, "Mamá, ¡son un niño y una niña!"

"Lo sé," contestó ella, su voz sonaba áspera. Harry se acercó y se inclinó hacia ella, acercando una caña la boca de ella para que pudiera beber algo de agua.

"¡Felicidades cariño!" llegó la voz de su madre, haciendo que Hermione mirara alrededor de la habitación. Parecía que la comadrona y la enfermera ya se habían ido, pero Lisa, Cole, Emily, Lily, James, sus padres y Harry estaban todos allí. Y cuando se dio cuenta del aspecto de su cuarto su sonrisa se hizo más grande, si fuera posible. Junto con globos y una pancarta flotantes que decía "Enhorabuena" había más globos y señales que decían "¡Feliz cumpleaños Hermione!"

"Olvidé completamente que era mi cumpleaños," dijo ella con una tranquila risa.

"No me sorprende después de todo lo que has pasado esta mañana," contestó Harry. "Parece que a partir de ahora tendremos que celebrar tres cumpleaños el 19 de setiembre."

Dándole Emily a Cole, Lisa se acercó a James y tomó al bebé de entre sus brazos mientras Harry hacia lo mismo con Lily. Mientras Hermione se sentaba cuidadosamente y sus padres amontonaban las almohadas tras ella, Lisa le colocó a su hijo en un brazo mientras Harry colocaba a su hija en el otro. Cuando se sentó, mirando de una hermosa y pequeña carita a otra, sus ojos se llenaron de lagrimas ante la inmensa felicidad que sentía. Mirando a todos alrededor Lisa dijo, "¿Por qué no les damos algo de tiempo solos?"

Cuando vio a James y Lily seguir a los adultos fuera de la habitación, Hermione les llamó, "James, Lily, ¿por qué no os quedáis con papá y conmigo?"

Sus caras se iluminaron como si fuera la mañana de Navidad de nuevo cuando caminaron hacia la cama y treparon en ella haciendo que Harry les advirtiera, "Procurad no moveros demasiado, mamá todavía está un poco adolorida."

James se detuvo donde estaba, al lado de su padre, pero Lily cuidadosamente subió sigilosamente para sentarse al lado de Hermione y dijo, "Mamá solo me dijo que habría un bebé niño en mi sueño. ¿Me pregunto por que no me dijo que también tendría una hermanita?"

"No lo sé calabacita," contestó Harry sinceramente. "Tal vez quiso que tu también tuvieras una sorpresa."

"Sé que así fue," dijo Hermione, sonriéndole tiernamente a Lily. "Ahora solo tenemos que ponerles un nombre."

"Se supone que mi hermano pequeño tiene que llamarse Harrison Jacob Potter," declaró Lily, haciendo que los tres se giraran hacia ella.

"¿Qué quieres decir con que se supone que tiene que llamarse así?" preguntó Harry.

Hermione, Harry y James miraron incrédulos como ella seguia, "Um, mamá dijo que el bebé de Hermione debía ser llamado Harrison Jacob Potter porque era su destino… sea lo que sea eso."

Hermione miró a Harry para ver cual era su reacción, y prácticamente pudo ver los engranajes de su cerebro dar vueltas mientras lo meditaba. Aclarándose la garganta para llamar su atención dijo, "A mi me suena bien ese nombre. Si no te opones, ¿es ese?"

"No… no, no me opongo en absoluto," contestó él, sorprendiéndola un poco. Harry tenía una mirada en su cara como si quisiera decir algo más, pero obviamente era algo que no quería decir delante de Lily y James. Sonriendo dijo, "Y ahora que tenemos el nombre de Harrison, ¿qué hay de nuestra niña?"

"No me miréis a mi," dijo Lily, "Yo ni sabía de ella."

Harry y Hermione rieron ante el modo en que ella levantó las manos mientras decía eso y entonces Hermione miró a su hija que estaba durmiendo pacíficamente. Observando sus delicadas facciones pensó en algo y mirando a Harry preguntó, "¿Ya han abierto los ojos?"

"Si," dijo él sonriendo. "Ambos tiene mis ojos y tu pelo."

Mirando a su hija algo más Hermione respondió, "Creo que su nombre debería ser Emma Jane Potter."

"Qué nombre tan bonito," dijo Lily en seguida. "Me gusta."

"A mi también," dijo Harry. "Así que tenemos a Harrison Jacob y Emma Jane Potter."

"¿Podemos ir James y yo a decírselo a todos?" preguntó Lily emocionada.

"Claro que podéis," contestó Harry, mirándola salir corriendo de la cama, olvidando completamente su advertencia de moverse despacio.

James se levantó, pero en vez de ir hacia la puerta se acercó más a Hermione e iclinandose, con cuidado la abrazó por el cuello. Sintiéndose como la mujer más amada y afortunada del mundo en aquello momento, él lo hizo aún mejor cuando dijo, "Te quiero mamá, y también quiero a Harrison y Emma."

"Yo también te quiero James," contestó Hermione con los ojos brillantes. "Y sé que serás un maravilloso hermano mayor."

Con las mejillas rosas por la vergüenza, él solo dio una cabezada rápida y se dirigió hacia la puerta para unirse a Lily. Finalmente solos con las nuevas adiciones a la familia, Harry cuidadosamente levantó a Harrison del brazo de Hermione y lo cogió él. Mientras ella cambiaba a Emma y la colocaba entre sus brazos miró a Harry y dijo, "Ha sido un día un poco aterrador, ¿verdad?"

"Si lo ha sido," contestó él, mirándola mientras Harrison se estiraba entre sus brazos. Contemplándola le dijo, "Me has tenido muy preocupado durante unos momentos antes, pensé que también iba a perderte."

"Realmente no recuerdo todo lo que ha pasado," contestó ella. "Aunque recuerdo a un hombre extraño vestido de negro."

"Era mi antiguo profesor de Pociones de Hogwarts, Severus Snape. Nos odiamos el uno al otro a lo largo de mis años escolares, yo solía preguntarme de que lado estaba él realmente, el bien o el mal, y aún sigo pensando que es malo. Pero después de la guerra lo salvé de ir a Azkaban y hoy me pagó su deuda salvando tu vida. Ahora estamos en paz y espero no volver a verlo nunca."

Se quedaron en silencio un rato, encantados por sus nuevos hijo e hija, hasta que Harry dijo, "Ella estaba aquí, sabes."

"¿Quién estaba aquí?" preguntó Hermione.

"Luna," contestó él, esperando no herir sus sentimientos al traer a su difunta esposa en un día tan feliz. "Después de que los bebés hubieran llegado y supe que los tres ibais a estar bien, pude sentir su presencia en la habitación. Realmente no puedo explicarlo, fue como si de repente supiera que todo iba a estar bien de ahora en adelante, y que ella había ayudado a protegerte."

"Ella estaba aquí," contestó Hermione, sorprendiéndole. "Mientras tenía a Harrison sentí como un susurro un toque de una mano en mi estómago, y sentía calidez e indoloro, y cuando miré hacia abajo no había nada ahí. Pude sentirlo hasta que terminé de dar a luz a Emma. Entonces antes de que me durmiera, vi una niebla extraña delante de mis ojos y en mi cabeza podía oír una voz suave y femenina que decía, 'Ahora duerme, ellos van a estar bien… tu vas a estar bien. Siempre os estaré cuidando' y luego se fue."

"Yo sabía que tenía el don de la visión," dijo Harry, y ante la mirada escéptica de Hermione dijo, "Sé que no crees en ello, ero yo lo hago. Ella sabía sobre cosas que iban a pasar antes de que pasaran. Ella simplemente no me lo decía todo. Pero ella obviamente nos previó a ti y a mi, y este día, y supo que esto era lo que el destino tenía preparado para ella… y para nosotros."

"Ella hizo el último sacrificio, justo como yo estaba dispuesta a hacer hoy," contestó ella. "Supongo que ahora puedo entenderla un poco mejor."

Sentándose en silencio una vez más, considerando las maravillas y las muchas sorpresas de la vida, Harry cuidadosamente se inclinó y la besó amorosa y tiernamente. "Gracias por darme estos dos maravillosos regalos.""

"Y solo piensa," dijo ella con una sonrisa bromista en su cara, "Ambos hemos tenido dos regalos especiales, y es mi cumpleaños."

NdA 2: Usé Emma para la bebé porque el nombre Emma Jane me parecía muy bonito. Y para el nombre de Harrison, estaba tratando de darle las misma iniciales que Harry sin tener que llamarle Harry James Potter Jr. Bueno, imaginen mi sorpresa cuando hoy descubrí después de escribir esto, que el segundo nombre de Daniel Radcliffe es Jacob! ¿Es una coincidencia o qué:p Espero que hayais disfrutado el capítulo, y muchas gracias por leer y estar atentos durante los largos periodos de actualización :)

----------

Excusas/explicaciones: Si, lo sé, lo sé, prometí que para el primero de setiembre tendríais el epílogo, y que casi llevo dos meses de retraso, pero todo tiene una explicación.

Primero, no regresé de vacaciones como tenía previsto el día 1 sino el 5 y luego me tuve que preparar para un examen de recuperación, había suspendido en junio y tuve que prepararme el de setiembre, con lo que estuve casi dos semanas incomunicada estudiando, de vez en cuando iba traduciendo, pero no al ritmo normal que hago normalmente, total que me presenté y afortunadamente aprobé, ya me pueden felicitar, una asignatura menos que tengo que hacer este año :p

Segundo, empezaron las clases y este año me paso media vida en la facultad, tengo clase todos los días de 15h a 21h y por las mañanas me las paso haciendo los deberes y los trabajos (para mediados de noviembre tengo que entregar 4 y después de navidades otros 4) y me ha costado un poco adaptarme al nuevo horario y casi no encontraba tiempo para sentarme a traducir en serio, algunos días podía llegar a traducir dos párrafos y ya era mucho, así que imaginen como estaba…

Tercero, y esta es buena noticia, para el puente del Pilar (12 de octubre) tuve 4 días de fiesta, más otro día de la semana siguiente en que no tuvimos clase porque el profe estaba enfermo, y puedo aprovechar para sentarme a traducir a conciencia y por fin hoy he terminado y os traigo el tan esperado epílogo que espero que os haya gustado tanto como a mi.

Muchas gracias a todos por vuestra paciencia y vuestros ánimos a lo largo del fic.

Agradezco a Hermian Vampires's; Elementh; tifanny; Karina, Luna Farién Black; Elen-Grantter; arissita; Suri-chan; bettisg; Cristy-Potter; dragonfly81; hermionedepottergranger y a Hermy.hphr por sus reviews y su apoyo y también a todos aquellos lectores y lectoras que leen y no dejan review, pero yo sé que están ahí, muchas gracias a todos.

Espero que nos encontremos en otro fic.

No hay spoilers. Fin de la historia.

Muchos besos,

Sonia