Capítulo 3
No se cuanto tiempo llevaría en aquel barco, pero lo cierto es que ya estaba más que acostumbrada y encantada con mi estancia allí. Mi jornada, la verdad, era bastante extraña, por que cómo en el castillo de mi padre, no solía hacer nada de utilidad, simplemente andaba de allí para acá, observaba aquellos hermosos amaneceres, comía, de vez en cuando hablaba con Ana María, o el bonachón de Gibs, me reía con las ocurrencias de algunos piratas que me tenían como a una hija, y lo mejor de todo… escuchaba las aventuras de mi capitán.
Casi todas las noches después de cenar, procuraba dedicarme un ratito, y bien nos íbamos a cubierta yo con una manta y él con una botella de ron, para entrar en calor, y se dedicaba a contarme las más diversas aventuras.
-¡¡una vez fui engullido por el monstruo marino más grande que haya existido! ¡¡El cracken!
Yo lo miraba boquiabierta, y con cara de incredulidad, pues ciertamente algunas cosas de las que me contaba me parecían demasiado fantásticas.
-y en otra ocasión, amor, escapé de una isla desierta, usando dos tortugas marinas.
Después me contaba el resto de la historia, y yo el hacía miles de preguntas.
Una noche estrellada, una de las más bellas del mar caspio, mientras llevábamos a cabo nuestro ya ritual, le supliqué con toda mi alma que me llevara a vivir aventuras, yo también quería ser pirata como él.
Pero él se limitó a mirarme con ternura, se acercó a mi cariñosamente y comenzó a acariciar mi cabello:
-Amor… -me dijo- la vida de pirata es muy dura… no es adecuada para alguien tan bello como tú, además ¿cómo piensas defenderte? ¿Con el cepillo para el cabello?- Y comenzó a reírse cómo si hubiera dicho lo más gracioso del mundo, aunque yo verdaderamente no el veía ninguna gracia, era cierto que no sabía defenderme pero ya me las arreglaría.
Me giré airada, y hice un mohín como dándole a entender que no quería que me siguiera hablando, pues no me gustaba que se riera de mi inocencia. Sin embargo no sirvió de nada por que el maldito jack Sparrow, continuó riéndose a carcajadas, parecía que jamás pararía de reír.
Sin embargo paró, y algo extraño ocurrió, al cesar sus estridentes carcajadas, me miró fijamente, creo que con una mezcla de ternura y de pasión, pero en aquel momento no lo sabía, acercó sus labios a los míos, mientras yo lo miraba anhelante de que me besara, sin embargo no lo hizo, se limitó a quedarse cerca, a esa distancia, mientras con el dedo pulgar recorría mi mejilla.
-¡¡bella!- me soltó
Hizo un gesto para levantarse del suelo donde estábamos y me besó en la mejilla.
Yo quedé muy desilusionada, no lo podía creer ¿Por qué aquel pirata me veía como a una hermana? ¿Yo sentía algo especial por él? ¿Por qué no me besaba?
Y tras verle desaparecer dentro de los camarotes, le seguí, y me fui al mío dónde lloré desconsoladamente, hasta que caí rendida.
Como ya he dicho, en aquel momento era una mujer débil… muy débil, ahora cuando quiero sus besos, no dudo en arrancárselos con pasión y el procura siempre devolvérmelos con el doble de amor.
La noche pasó ligera, tan ligera que ni pasó, serían las 5 de la mañana, cuando sentí una estridente explosión, me desperté exaltada, no sabía que hacer, me limité a quedarme en mi camarote, acurrucada, pues había comenzado a oírse miles de gritos sobrecogedores de mis compañeros de viaje. Parecía que alguien nos atacaba. El tiempo pasaba y los gritos aumentaban, y yo me ponía aún más nerviosa.
De repente unos asquerosos piratas, muy viejos y uno con pata de palo y el otro con un parche en el ojo, se adentraron violentamente en mi camarote.
Me quedé cómo helada, no podía articular palabra, no podía hablar y tampoco podía casi respirar.
-¡¡ohh! ¿Así que tú eres lo que oculta nuestro querido Jack? Ja, ja, ja.
-Eres preciosa chiquilla- me dijo el de al pata de palo acercándose peligrosamente a mí.- me da la impresión de que nos vamos a divertir mientras continúe la batalla. Juas ,juas, juas
Yo temblaba de miedo.
Uno de aquellos sucios hombres, comenzó a acariciarme, el tacto de sus dedos me producía repulsión, e incluso llegué a sentir arcadas, que contuve cómo pude.
El otro comenzó a desabrocharme el vestido mientras me lamía el cuello, ya no podía soportarlo más, pero tenía miedo y no hacía nada.
Ahora si alguien me hiciera eso, juro que lo mataría sin ningún pudor.
Comencé a llorar cómo desesperada, les supliqué que pararan, pero cuánto más suplicaba, más reían, y continuaban, y me echaban aquel fétido aliento a la cara.
-Niñita, no sigas gritando ¡¡nadie reconocerá tus gritos entre tanto alboroto además… ¿a quién crees que le importas? ¿Al egoísta de Sparrow?.
Estaba a punto de desmayarme, pues ya no soportaba más esa situación, me encontraba desnuda, delante de dos hombres realmente horribles, y ellos se estaban quitando la ropa, eran mucho más fuertes que yo y no podría hacer nada en contra de ellos.
Continuara…
BUENO, MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS QUE LEEIS AQUÍ EL FIC, QUE YA LO TNEGO MEDIO PUBLICADO EN OTRO SITO, PERO LO PUES AQUÍ POR SI ALGUIEN NO HABÍA TENIDO OPORTUNIDAD DE LEERLO, Y APROVECHO PARA HACER PUBLI DE MI OTRO FIC, JUAS JUAS "ALMA PIRATA", UN POQUITO TOSTON PEOR EL FINAL OS VA A SORPRENDER MUCHO, BESITOS…
