CAPÍTULO 7

Dormía placidamente cuando de repente noté frío, me sentí mojada y me desperté agitada ¿Qué había sido eso, abrí los ojos con dificultad Y vía a jack con las manos en la cintura y postura de reproche. Me había hechado un cubo de agua helada pro encima. Me incorporé rápidamente, agitada. Y miré a Jack que de repente se había puesto blanco como la parec, parecía haber visto un fantasma.

-¿Qué te has hecho en la cabeza? ¡¡¿Dónde está tu hermosa melena!

-yo, me toqué la cabeza recordando mi travesurilla del día anterior, entrecerré los ojos y sonreía.

-Simplemente, quería cambiar de imagen.

Me seguía mirando inquisidoramente, parecía dolido, y desde luego no le había gustado nada mi cambio de imagen, sin embargo contuvo la rabia que sentía y cambió de tema.

-¿se puede saber por que no has venido a entrenar?

Yo le miré confundida, ¿por qué me decía eso?

-¡no querías aprender a luchar? Con una sola clase no te bastará querida…

-Los siento… es que…- dije aun dudosa- creía que estarías muy ocupado con tu amiga y…

-nada, yo cumplo con lo que me comprometo- me miró como dándose cuenta de que estaba celosa- así que en cinco minutos te quiero ver en cubierta.

Me vestí tan rápido cómo pude, unos pantalones negros que me había prestado Ana y una sencilla camisa, y salí espada en mano dispuesta a entrenar.

La clase comenzó inmediatamente, pero la situación había cambiado mucho respecto al día anterior, Jack estaba bastante irónico y serio, mientras yo luchaba con toda mi furia y sin dirigirle una sola palabra.

luchamos durante bastante tiempo y evidentemente la lucha fue muy desigual, pues Jack tenia mucha más experiencia que yo. Sin embargo, en cierto momento me percate de que se había despistado observando algo que había en el suelo de cubierta, así que aproveché para golpearle llena de rabia y conseguí tumbarlo al suelo, para luego amenazarle con la espada apoyada sobre su cuello.

-¿se puede saber poR qué has hecho eso? – me dijo enfadado- ¡me has hecho daño ¿sabes?

-Simplemente te quería demostrar todo lo que estoy aprendiendo-, dije furiosa, no paraba de recordar, la escena de Jack y la chica besándose

-¿a sí? – de un solo movimiento logró arrebatarme la espada, era yo la que estaba ahora en el suelo espatarrada mientras el me amenazaba con la espada.- ¿me vas a decir que es lo que te pasa?

yo me limité a entrecerrar los ojos, mirándole con toda la rabia que podía

-¡¡dimelo!- insistió

Una lágrima se escapó de mi mejilla, y comencé a balbucear, sin embargo de repente me inundó una sensación de valentía y decidí hacer una locura, llevaba demasiado tiempo anhelando los tiernos labios de Jack y sin que se lo esperara me lancé a él, robándole un beso. Él me miró extrañado, pues no se esperaba aquella reacción, hizo un intento de separarse de mí , pero parece que cambió pronto de opinión, por que me devolvió el beso con más pasión aún, mientras me agarraba de la nuca, y con manos temblorosas me recorrió el cuerpo. Estuvimos besándonos un buen rato, hasta que sentimos la necesidad de separarnos para tomar un poco más del aire del que los esos nos permitían.

-¿Por qué has hecho eso?- me preguntó Jack confundido

-por que… por que…- yo estaba muy nerviosa y las palabras parecían no querer salir de mi boca- por que llevo queriendo hacerlo mucho tiempo… dije mirando hacia otro lado.

Jack abrió ligeramente la boca, parecía como si pensara en mil cosas a la vez pero que realmente tenía la cabeza en blanco, se levantó y se fue a no se donde.

-¿te vas?- le dije angustiada

-Si, creo que ha sido suficiente por hoy… mañana seguiremos con el entrenamiento… parecía mucho más aturdido de lo que debería estar.

Corrí tras él, y le agarré evitando que se marchara, y el me miró fijamente con infinita tristeza era como si algo le carcomiera por dentro.

-Jack, quiero decirte algo….

-Creo que es mejor que no me digas nada, amor… -dijo esperando lo que yo le iba a decir

-Te amo.- se lo solté de golpe, tenía una gran necesidad de decirle aquello.

Él parecía no saber que decir, las palabras se enredaban en su boca formando sólo cosas incongruentes, tragó saliva, y me acarició el cabello con dulzura.

-será mejor que dejemos esta conversación.

-¿Qué pasa Jack?- le dije con despecho- ¿es que no sientes nada por mi? ¿Es que te soy indiferente?

Me agarró de los hombros, y me acorraló contra al pared, y me miró con tal intensidad que llegué a pensar que moría, mientras rozaba mi cuello con sus dedos.

-No lo entiendes amor- me dijo suavemente mientras seguía acariciándome- eres lo mejor y lo más puro que eh tenido jamás, tengo la mala costumbre- dijo con una sonrisa amarga- de destrozar todo lo que amo, y no permitiré que eso ocurra contigo ¿me entiendes? Eres lo que más amo, lo más dulce y lo más inocente que tengo, jamás, entiendes, jamás me atrevería a tocarte.

No me esperaba esa respuesta así que Jack me amaba..,hasta tal punto de anteponerme a sus sentimientos. Fue entonces cuando descubrí que yo para él era muy especial, sin embargo en lugar de alegrarme me enfurecí. ¿Por qué tenían que ser las cosas así? Yo lo amaba, y él a mí también, ¿por qué no intentarlo…?

-Jack, no te entiendo- dije con ansiedad- no veo que problema hay, no quiero que me trates como un valioso objeto, ¡¡no te das cuenta que quiero estar contigo!

-Lo siento pero no… no me dejaré arruinar lo único verdaderamente puro que me queda en esta vida, y es mi última palabra.

AL decir esto se largó dejándome de piedra, no creía lo que estaba diciendo…

A partir de entonces no nos volvimos a mirar, ni hablar de la misma manera, yo estaba dolida, despechada e impotente por que a pesar que él me amaba y no podía tenerlo, y él no quería complicar las cosas.

Envió a unos de sus mejores hombres todas las mañanas para que me enseñara a luchar, y no nos volvimos a dirigir la palabra hasta que llegamos a nuestro destino. Fue un doloroso viaje, pero las cosas después… cambiaron mucho…

Continuara…