Bueno deciros que alucino por la aceptación que ha tenido este fic, dios mio ¡miles de gracias! Es que realmente lo empecé por un capricho, este era solo un entretenimiento, mientras pensaba centrarme mucho más en ALMA PIRATA, sin embargo, parece que este ha gustado mucho, incluso más que el fic de alma pirata, bueno aun así me alegro un guevecillo. Un besito y disfrutad (mientras podais)
CAPÍTULO 11
Intenté mirar a Jack por última vez, y lo conseguí. Allí estaba ajeno a todo lo que ocurría, defendiendo mi libertad de las endiabladas, sin saber, que ya no poseía aquella anhelada libertad.
Me encerraron en un oscuro camarote, y para mí una cárcel, pues aunque tenía todas las comodidades que pudiera desear cualquier persona le faltaba lo más importante, Jack, Jack no estaba conmigo, y por lo tanto aquel camarote lleno de todo, estaba vacío.
Fui a la ventana y miré a través del cristal, y observé destrozada como el barco dónde había vivido los mejores momentos de mi vida se alejaba de mi sin que pudiera hacer nada para evitarlo, hasta que llegó un momento, al cabo de unos minutos que para mí fueron segundos que dejé de ver el barco completamente.
Sentí un gran nudo en la garganta y una extraña debilidad en mi cuerpo, que me hizo temblar. Un mareo subió por mi columna vertebral producido por el dolor de la perdida y me dejé caer, sobre aquella cómoda cama, que por muchas mantas que tuviese no podía calentar mi frío y roto corazón, mi propio padre me estaba alejando de mi única felicidad.
Tardamos un par de días en llegar a Pompea (en el anterior capi dije port deal, pero con los dos fics que estoy escribiendo me hago unos líos que te cagas), dos días que fueron los más largos de mi vida, pues no quería comer, me sentía muy mareada, y no podía evitar mirar una y otra vez a través de la ventana del camarote para ver si Jack venía a rescatarme y luego me alejaba desilusionada, tirándome de nuevo a la cama, y con oscuros pensamientos, quizá Jack se había quitado un peso de encima al alejarme de él.
Cuando llegué a pompea, mi madre y mis doncellas me esperaban en el puerto, con los brazos abiertos y por lo que veía muy contentas de volver a verme. Lastima que yo no pudiese compartir su alegría.
-Hija mía ¡me alegro de volver a verte!
Yo no pude contestarle, solo pude balbucear y tirarme a sus brazos sollozando, era cierto que me alegraba de verla, pero no lo suficiente para calmar mi dolor por la perdida de Jack.
Me llevaron al castillo, y retome la vida que había llevado hasta entonces de monotonía, y de aburrimiento, solo que ahora mi padre me miraba con suspicacia, como desconfiando de mi.
Los días pasaban, y no obtuve noticias de Jack, el bajar al puerto todas las tardes, para ver atracar a los barcos que venían a pompea se había convertido ya en un ritual, que siempre terminaba con la misma expresión de desilusión en mi cara.
La monotonía de mi vida estaba acabando conmigo, y la esperanza de volver a ver a mi pirata era lo único que aun me mantenía con fuerzas para seguir, sin embargo un día cambio todo y todas mis ilusiones se fueron abajo.
Enea - me llamó mi padre- ven sígueme, tengo que decirte algo importante.
Mi padre, el gran Lord Jackman, apenas me hablaba, por lo que si solicitaba algo por mi parte, debía ser algo importante, y por lo tanto, algo que debía temer.
Entré a su despacho y me sorprendí al ver que no estaba solo si no que le acompañaba un hombre joven, de mirada inquietante y pelo rubio recogido en coleta y una mujer mayor, una ancianita de unos 80 años pero que tenía cara de bruja y mirada oscura, que no paraba de observarme de arriba abajo.
-¿si papá?- dije un poco incomoda ante la presencia de los desconocidos.
-Enea, tengo que anunciarte tu próximo compromiso con éste apuesto caballero, el gran duque de Olivieros.
Sentí como si un cubo de agua fría cayera sobre mi cabeza
-¿a que te refieres?
- mañana te comprometerás con él, y el próximo domingo os casareis.
-pero…
-¡nop hay peros que valgan! Eres una mujer y es tu obligación así que saluda a tu próximo marido.
Automáticamente me giré hacia el chico de la coleta, con la mirada llena de ira y de odio, intentando transmitirle todo lo que sentía hacia ese compromiso.
-padre…- dije solemnemente- desde luego que me casaré con él, para cumplir mi obligación, pero jamás te perdonaré que me hayas echo esto- volví a mirar a mi futuro "prometido"- y te advierto que hagas lo que hagas jamás te amaré.
El chico lejos de ofenderse o de asustarse como yo pretendía, sonrió y se dispuso a salir, no sin antes susurrarme al oído cuando pasaba por mi lado:
-Bienvenida al infierno.
Aquella frase, manifestaba que desde luego no iba a ser el mejor marido, y que no tenía pensado tratarme bien, al caer en la cuenta, un escalofrío me recorrió al espalda¿en qué se había convertido mi vida?.
Me dispuse a irme airada y hecha una furia a mi habitación, sin embargo, la mujer que parecía una bruja, me detuvo.
-¡dónde crees que vas señorita!
-¿a mi habitación?
-perdona pero no puedes marcharte hasta que estemos seguros… no dejaré que mi amo se case contigo si no eres pura.
Abrí enormemente los ojos ¿qué estaba diciendo de ser pura?
-Sedna… no te preocupes ¿no ves que es una chiquilla? Te garantizo por mi honor que mi hija es virgen- dijo mi padre con desgana.
-No te contradigo, pero prefiero asegurarme, ya sabes… el protocolo, además tengo entendido que pasó meses con unos piratas.
Mi padre me miró perspicaz, como interrogante… esperando una respuesta por mi parte que desde luego no se la di, le mire igual de fijamente que él a mi. Se acercó después a mi y me dijo casi inaudiblemente
-¡más te vale ser virgen! O te juro que lo vas a lamentar.
Volví a sentir un escalofrío, y comencé a recordar los besos de Jack, sus caricias, y a ambos juntos haciendo el amor, la noche que mi padre me llevó de vuelta a casa.
Yo sólo balbucee, y le mire temblorosa.
¡adelante hazle la prueba!- dijo mi padre con firmeza y salió de la habitación dejándome a solas con aquella horrible mujer.
La mujer se acercó a mi, mirándome con los ojos entrecerrados, e hizo una mueca.
-¡levántate la falda!
-¿y si no quiero?- le dije en tono desafiante
-llamaré a los guardias para que lo hagan por mi.
Puse cara de horror, y cerré los ojos dejándome hacer por aquella mujer,. Al momento sentí sus frías manos subiendo pro mis piernas, manos que acabaron en mis partes íntimas. Aquello era lo más horrible que había sentido en mi vida.
Abrí los ojos con pánico
Para ver una mirada llena de repulsión en su rostro, y comenzó a gritar.
-¡tu no eres una dama¡¡Zorra¡¡jamás Te casarás con mi amo!- y me escupió en la cara.
Mi padre al oír los gritos de aquella mujer entró corriendo, y me miró enfadado, muy enfadado.
-¡vete a tu cuarto!
Y llorando como una magdalena me fui corriendo hacia mis aposentos, dios mío ¿por qué tenía que pasarme todo aquello a mi?
Las horas pasaban y yo no tenía noticias de nada ni de nadie, sólo oía mucho movimiento fuera de mi habitación, como si hubiera ocurrido algo grave.
Serían las 12 de la noche, unas 5 horas después de lo ocurrido, cuando mi padre entro en mi cuarto seguido por mi madre, que lloraba de pena.
hemos solucionado el problema, El duque ha aceptado casarse contigo a pesar del deshonor, pero no habrá fiestas, ni regalos ni nada, esta misma noche te casarás con él y te marcharás con él en calidad de su esposa.
Continuara…
¿Sorprendidas? Bueno ya sabéis que me encanta daros sorpresas y que desde Lugo no os esperéis nada de lo que va a ocurrir, bueno ya se que este capi es bastante amargo, pero juro que lo endulzare en el próximo, quería mejorar las cosas en este, pero no quisiera extenderme demasiado. Un besazo y espero que no os hayáis quedado chafadas y por favor seguid leyendo.
Al final se me alarga el fic, es que he cambiado un poquito mis planes de final un besito, y por fi dejad opiniones, que si no so gusta lo entiendo que le he dado un giro bastante amargo.
