ÚLTIMO CAPÍTULO
Pasé los mejores momentos de mi vida junto a Jack, dos semanas inolvidables en un barco al que amaba junto al hombre al que amaba, parecía en aquel momento que nada podía truncar mi felicidad.
Todos los días disfrutábamos al máximo de nuestra compañía, yo intentaba ayudarle en todo lo que estaba en mi mano para poder estar cerca de él, y había veces que con solo aspirar su aroma ya me conformaba, y las noches… las noches eran otro mundo a parte, dónde la felicidad, el amor, la pasión y el placer se mezclaban en uno sólo, cuanto daría por revivir aquellos momentos, aunque sólo fuera por unos minutos.
Recuerdo aquel día, "el Día", aquel singular día que jamás podré borrar de mi existencia, era otoño, lo recuerdo perfectamente, y las hojas marchitas adornaban las calles con sus infinitas formas. Acabábamos de bajar de la perla y Jack y yo íbamos detrás de todos los piratas que habían salido veloces a la primera taberna del pueblo. Nosotros preferimos quedarnos atrás, ocultando nuestras caricias de cualquier ojo que quisieran hacernos daño, y regalándonosla en secreto mientras nos sonreíamos pícaramente, cómo si de un juego se tratase.
Fuimos al mercado, dónde maravillada admiré todos, los artilugios que allí vendían, que iban desde el mas simple dibujo hasta el collar más hermoso que algún día vi.
Aquel collar… me parecía extremadamente bello, compuesto por unas finas perlas , que brillaban en mil colores por dónde la luz se atrevía a colarse en ellas. Lo levanté cuidadosamente y como hipnotizada. Lo acerqué más a mis ojos para verlo mejor.
Había una señora mayor en el puesto, que me sacó de mi sueño.
-Pequeña…- dijo con voz temblorosa…- esa joya es muy cara… no podrías permitírtela… mejor déjala… no sea que te ilusiones….- dijo con algo de retintín.
La mire fijamente y pensé que era cierto lo que me decía aquella mujer, así que con algo de tristeza dejé el collar sobre su estante.
Me di la vuelta un poco triste, pero pronto me recuperé al ver a Jack que estaba tras de mi, preparado para abrazarme.
-No te preocupes… buagghh es una joya muy fea- Y dicho esto me apretó contra él, y después me besó con tanta ternura el cabello que creí que moriría.
No me di cuenta en ese momento, pero por lo que tengo entendido hubo una mirada de complicidad entre la vendedora y Jack, y mas tarde me daría cuenta de por qué.
Esa tarde, Jack fue con sus hombres a por provisiones al centro de la ciudad para abastecer la perla para los próximos viajes, y yo me quede sola, con unas cuantas monedas que Jack me dio.
-Amor- dijo acariciándome la cara y con media sonrisa- cómprate un vestido bonito para esta noche que tengo una sorpresa para ti.
Le sonreí, emocionada ¿una sorpresa¿Qué sería? Y le contesté con un sincero y rápido beso en los labios.
Fui a la ciudad, era enorme, y muy acogedora aunque bulliciosa, parecía que a la gente no le importaba quien fueras, ni adonde eras, pero era amable.
Pase toda al tarde buscando algo especial, y gracias a Dios lo logré encontrar, finalmente me compre un sencillo vestido granate con los hombros al descubierto, y que se ajustaba a mi cintura para luego dejarse caer con un poco de vuelo por mis piernas.
Me mire al espejo satisfecha, evidentemente aquel vestido no era tan lujoso como los que llevaba cuando era duquesa, pero aun así era más hermoso.
Hice tiempo, mirando tonterías, por el pueblo, hasta que llegó la hora a la que había quedado con jack, así que fui hasta la estatua donde había dicho que me recogería.
Pero… algo que me hizo sentir mal sucedió por el camino, unos hombres que me resultaban extrañamente familiares, me estaban mirando y asintiendo entre ellos, como si me estuvieran buscando. Me asuste muchísimo así que me apresuré para perderlos de vista¿serían los hombres del duque? Desee, con todo mi corazón que no lo fueran, pero bien se sabe que los deseos no son capaces de cambiar la realidad.
Los perdí de vista, y suspiré aliviada, mire hacia el sitio dónde había quedado con Jack, que puntual, como siempre ya estaba allí y por fin me sentí segura.
Corrí hasta él, aun agitada y le abrace.
-¿te ha pasado algo¿Estas bien?- me dijo mirándome preocupado por mi reacción.
-Si…,si…- dije nerviosa..- es solo que te he echado de menos.
Me miró de arriba abajo, como buscando algo que le diera una pista sobre si me había ocurrido algo malo, pero tras un buen rato observándome, parece que se quedó satisfecho.
-estas preciosa- me dijo besándome una mano- ¿me acompañaría una dama como usted a un lugar especial?
-Por supuesto, capitán, usted también está muy atractivo..- dije burlonamente.
Jack estaba diferente, parecía haberse arreglado a conciencia para aquella noche pero… ¿Qué se traía entre manos?
-señorita..-dijo en tono jocoso- debo de informarle que esto es una sorpresa así que no se le permite ver dónde vamos…- mientras decía esto me tapó los ojos con un pañuelo de seda.
-¡Jack! Se te ha ido la cabeza ¡que haces! –dije entre asustada y muerta de risa.
-Ahhh ya lo veras…
Me cogió de la cintura protectóramente y me condujo hacia el lugar dónde quería que fuéramos, el camino se me hizo bastante largo, de vez en cuando Jack me cogía en brazos para evitar algunos obstáculos, y me di cuenta de que salíamos de la ciudad, ya que dejó de oírse el bullicio de la gente, y todo se volvió silencioso, a veces se oía algún pajarillo cantar, o a los grillos, deduje que estábamos en el campo.
-Por fin llegamos ¿cansada querida?- dijo Jack contento.
-No, pero anda quítame ya el trapo este de los ojo- le dije divertida y ansiosa por ver dónde estábamos.
Sentí sus calidas manos en mi cabeza, y cómo poco a poco y seductoramente me quitaba el pañuelo de la cabeza.
Fue entonces cuando vi. el paisaje más hermoso de mi vida¿podía existir algo así, jamás lo imaginé, pero lo cierto es que sí.
Estábamos al lado de un barranco, de hermosas formas hechas al capricho de la propia naturaleza, se oían las olas golpeándolo, sin piedad, pero el sonido más que estridente era melodioso. Al otro lado, había un hermoso bosque, con miles de flores de diversos colores, y lo más curiosos rodeado de un extraño color púrpura.
Miré a Jack emocionada, y con la boca abierta.
-Jack… es… es realmente hermoso…
-Lo se… ¿esperabas algo menos de mi?
Me agarró de la mano y me giró hacia un rincón, en el que había preparado, una mesita con un par de velas, y un par de platos, y había unas mantas en el suelo dónde supuse que dormiríamos.
Sin poder articular palabra le sonreí.
-gracias- eso es lo único que pude decirle, antes de tirarme a sus brazos emocionada con lagrimas en los ojos.
-¿por qué haces esto pro mi Jack?
Se acercó manteniendo la mínima distancia conmigo.
-Por que te amo… y por que eres la única mujer a la que podría amar jamás.
Y diciendo esto me dio un hermoso beso que duró minutos y que disfrutamos como nunca.
Me cogió en brazos y me sentó en la silla, actuaba un poco extraño y hacia gestos como que estaba nervioso.
-¿pasa algo Jack?
-Ummm…espera- decía mientras buscaba algo en sus bolsillos-¡ya está!- gritó alegre.
Y ví cómo sacaba un paquetito envuelto.
-esto es para ti- me dijo tendiéndome la mano.-Pero…- se le veía muy nervioso…- es un regalo… por que quiero… quiero pedirte… que… ¿quieres ser mi mujer para el resto de nuestras vidas?
Mi corazón se paro ¿hablaba en serio?
-Jack…- pude decir en un susurro
-¿y?--- me urgió
-Si, si que quiero… pero… ya sabes que estoy casada con el duque- y rompí a llorar como una niña.
Rápidamente me abrazó
-No llores amor, no me refiero a que seas esa clase de mujer para mí, me refiero a una mujer de verdad, a que seamos siempre tu para mi y yo para ti, quiero un promesa de amor eterno, no un contrato¿me entiendes?- prométeme que tu corazón me pertenecerá siempre, por que que el mío ya te pertenece.
Mi llanto paró enseguida.
Lo miré intensamente, un mar de sentimientos buenos invadieron…
Jack… no puedo prometerte nada… mi corazón ya es tuyo… y siempre lo fue…
Nos besamos de nuevo, pero con mas rabia, fuerza, y amor, con todo el corazón, con todo nuestro amor.
-Bueno… ábrelo..- me apresuró Jack señalándome el paquete.
Y lo abrí nerviosa, sin esperar lo que vi.
Jack me había regalado el hermoso collar, que aquella mañana vi. en el mercado.
Le abracé de nuevo.
-Nadie- dije entre sollozos- había hecho esto por mí antes
Y me abalance sobre sus labios, besándole con pasión, intentando compensarle por todo lo bueno que había hecho por mí.
Y allí mismo, sobre las mantas, hicimos el amor, como nunca antes, con más pasión, con más sentimientos y entregándonos mas allá que en el plano físico el uno al otro.
Pero desgraciadamente algo nos interrumpió justo después de haber llegado al climax.
¿Cómo pudo hacerme eso?
Estábamos desnudos, indefensos, uno sobre el otro, extasiados, y posó su sucia arma sobre nuestro cuello.
-con un pirata…- dijo encendido por la rabia-, eres una zorra, una verdadera zorra
-dejé salir de mí un grito de desesperación, el duque cumpliendo con su venganza nos había encontrado, y ahora estaba allí, amenazándonos de muerte.
Jack se levantó apresurado, cogiéndome entre sus brazos y protegiéndome. Se puso los pantalones lo más deprisa que pudo y agarró la espada.
-¿así que tu eres el maldito bastardo que dañó a la mujer que amo?- dijo mi pirata con ira.
-Si, soy yo, el mismo que te matara, pirata- dijo con asco- luego me llevaré a mi mujer y le daré su merecido
-eso habrá que verlo.
-desde luego lo veras, Sparrow- y diciendo esto le asestó sin previo aviso una estocada, que Jack logró esquivar muy habilidosamente.
-¿eso es todo lo que sabes hacer, duque?-… me decepcionas…- yo miraba aterrada la lucha, no sabía que hacer, me vestí rápido, y recé a Dios con fuerza para que no dañara a Jack, y con el tiempo, Dios, me ayudó.
La lucha seguía encarnizada, y Jack era bastante superior al duque, por lo que me permití respirar aliviada.
Pero maldito el destino… no las teníamos todas con nosotros…
Jack harto de la lucha logró tumbar al duque, y le golpeó con fuerza, para que no pudiera hacernos mas daño.
Por fin la lucha parecía haber terminado…
El duque yacía, muy herido sobre la hierba fresca, y rodeado de su propia sangre que emanaba de la herida que Jack le había infligido.
Yo fui hacia Jack que estaba exhausto, cojeaba pro la lucha…
Le abracé, y le besé, desesperada, por que temí perderle, por fin la pesadilla había terminado. O eso creí.
Jack me cogió ente sus brazos con dulzura.
¿Nos vamos?- me preguntó
-Por supuesto, mi capitán-
-¿quieres que acabe con él?
Miré al duque, y a Jack dudosa. Tenía en mis manos librarme de la persona más cruel y despiadada y que más me había hecho daño en mi vida, pero sabía que la culpa me perseguiría eternamente.
-No Jack… creo que tiene ya suficiente.
-de acuerdo amor- y me besó.
Recogimos todas nuestras cosas y miramos por última vez a ese despreciable hombre, que a pesar de todo, sólo tenía rabia en los ojos.
-Enea- me llamó- ayúdame a levantarme, por favor… ten piedad…
Yo no sabía si acercare a mi verdugo, pero…, maldita sea… decidí hacerlo, una oleada de compasión me invadió.-
¿Qué iba a perder ya? Estaba con jack, y él estaba muy malherido.
Me acerqué a él y le tendí una mano pero
…
-¡jamás dejaré que seas feliz con un pirata!
Un mareo me invadió¿qué me pasaba, mis piernas comenzaron a temblarme.
-¡NO!- oí a Jack gritar desesperado. ¡no!
Sentí un frío espeluznante en mis entrañas, y de repente un inmenso dolor, algo cálido, comenzó a recorrerme todo el cuerpo.
Miré hacia abajo, y me percaté de qué me pasaba, tenía una espada atravesándome, una espada que el duque me había hincado sin honor aprovechándose de mi compasión.
-jack…- susurré… jack-… comencé a buscarlo desesperada, pero todo se volvía oscuro y tenebroso. ¿Qué estaba pasando?
Oí un grito de dolor por parte del duque, Jack acababa de matarlo, y al momento sentí las manos de jack cogerme,.
-gracias, -le dije- sentí que ya no podía sostenerme.
Jack me apretó contra sí.
-¿por qué?- preguntó a un dios invisible mientras lloraba -¿por qué haces esto?
-Jack… creo que esto ha terminado- sentía que la vida se me escapaba a chorros, me sentía tan débil…
-¡No!- me susurró mientras me besaba llorando- no digas eso tienes que sobreponerte…
-Si…claro… tengo que sobreponerme… pero no olvides que… TE AMO
Dejé escapar un gemido de dolor… me sentía tan débil…
Jack me besó desesperado
-Yo también te amo, y no solo eso, mi vida sin ti ya no tiene ningún sentido, por favor… no me dejes…
De pronto todo se volvió oscuro, y dejé de sentir a Jack, supongo que en ese mismo momento fue cuando morí.
Pero morí feliz.
Morí junto al hombre al que amaba.
Morí habiéndole prometido amor eterno.
Pero… algo me preocupaba… ¿qué sería entonces de mi pirata?
-¿fin?
Bueno chicas lo bueno se ha acabado, o eso creo, este es el final que tenía pensado desde el principio para mi historia, y la verdad, es que tengo pensada una continuación de un capitulo para los malos sabores de boca, pero ya veremos si la hago, depende de si me matáis de forma dolorosa, o de forma dulce. ¿Os esperabais esto? Pues supongo que no…
Bueno os agradezco a todas, lo bien que os habéis portado conmigo, la paciencia que me habéis tenido, y sobre todo vuestros ánimos. Os quiero un montón, aunque parezca surrealista, y bueno, amos a ver lo que me decís ¿no?
GRACIAS DE CORAZÓN A:
Andromeda no Sainto
ivania diaz
aLdI
haru raven
chibi
Pirate of the Phantom Water...
Auraws
Kery Sparrow
loquis sa
Y SOBRE TODO ESPECIAL CARIÑO A MARY JACK SPARROW
