- ¿Quieres ir a mi casa luego de clases? - La pregunta de Chelia llegó de la nada, Wendy se detuvo de tomar notas y respondió a la chica a su lado.
- Seguro!
- Genial, debería avisar ahora, no vaya ser que no haya almuerzo para ti - Chelia rió mientras sacaba su teléfono para mandar un texto - Van a estar mis hermanos hoy en casa, espero no te moleste.
- No, claro que no. - Wendy sabía que Chelia vivía sola con sus hermanos, sus padres tenía entendido viajaban todo el año por trabajo, así que su hermano mayor cuidaba de ella y su hermana, con dinero que sus padres mandaban de vuelta. A pesar de eso, jamás había visto al hermano mayor de Chelia, aunque sí había visto a su hermana antes.
- Puedes pasar el fin de semana allí si quieres también!
- Marvell y Compañía! - La profesora les llamó la atención con fuerza, ambas se sobresaltaron y volvieron a centrarse en la clase, no sin antes mirarse entre ellas y reír.


Wendy pasó a su casa junto a Chelia a por un cambio de ropa y a avisar a su madre, Grandeeney que pasaría la noche fuera. Una vez estaba lista, en caminata fueron hasta la casa de Chelia. Una residencia bastante más grande que el departamento donde ella y su madre vivían, una de las pocas buenas cosas de que sus padres tuviesen un trabajo tan exigente. Una casa bonita de dos pisos, patio frontal y patio trasero. Chelia abrió la puerta principal y el primer piso era un espacio amplio de diseño abierto, bien decorado y limpio, colores blanco, negro y plata por todos lados, un sofá largo frente un televisor grande sobre una chimenea a la izquierda y al otro extremo una cocina abierta con una mesa de comedor negra, al fondo de esta, una escalera, junto a la puerta al baño principal y detrás de la sala de estar una gran puerta de vidrio que daba a la piscina en el patio trasero.
- ¡¿Hola?! - Chelia llamó al no ver a nadie - Normalmente siempre está en la cocina cuando llego. Pasa, deja tus cosas ahí por ahora - Chelia pasó dejando su mochila en el sofá para que Wendy hiciese lo mismo, abrió el ventanal que daba al patio y salió, Wendy un par de pasos tras ella.


- ¿Por qué tengo que hacer esto?
- Porque dijiste que me ayudarías.
- O sea sí, pero esto es un poco...
Wendy escucho la conversación mientras miraba la escena que se desarrollaba junto a la piscina. La hermana mayor de Chelia, Meredy estaba recostada tomando sol en traje de baño sobre una de las tres sillas de playa que tenían ahí, y sentado junto a ella. Un joven también en su traje de baño, estaba pasando sus manos por su espalda desnuda aplicando loción para que ella no quemara su piel. La chica era preciosa, un cuerpo voluptuoso y suave, pero delgado y esbelto, su cabello rosa largo y sus facciones pequeñas, y por supuesto el traje de baño negro que portaba en ese momento. Wendy no podía evitar pensar en si Chelia también se vería así en un par de años. Meredy tan solo era dos años mayor que ellas al fin y al cabo... En cuanto a ella misma, no podía evitar sentir que su cuerpo se quedaba atrás.
Pero si algo capto su atención más que el cuerpo perfecto de Meredy, era el chico junto a ella, su cabello rosa ligeramente más pálido, mojado y goteando, seguramente de haber salido recientemente de la piscina, le daba un aire tan... Sexy, eso sin contar su cuerpo semi desnudo solo cubierto por el traje de baño rojo que llevaba, su torso descubierto tonificado lo suficiente para que se viesen a simple vista todos los músculos en su cuerpo, y un rostro sin imperfección alguna. Cada vez que habría sus labios para hablar, Wendy podía ver los colmillos en su mandíbula.
- Con que aquí están - Chelia llamó la atención de su familia, un poco molesta y Wendy salió del trance en el que había quedado examinando a ambos y se enrojeció inmediatamente tras darse cuenta.
Meredy que estaba con los ojos cerrados y disfrutando de su posición, abrió un ojo por un momento - Oh, Chelia - Dijo con algo de desdén, aunque sonrió tras saludarla a ella - Wendy, bienvenida - Se levantó sujetando el top de su traje de baño con el brazo, ya que estaba sin sujetador en lo que el chico ponía bloqueador en su espalda. Se irguió a su lado y él le hizo el nudo.
Wendy se agachó la cabeza ligeramente en un saludo tímido, Meredy rió - no seas tímida, es un gusto tener aquí ¿no es así, Natsu? - La chica se dirigió a su hermano, y Wendy siguió con la mirada, no pudo evitar volver a reposar su mirada en el chico, examinándole lentamente de abajo hacia arriba, ahora que lo veía de frente, se fijó en un par de cicatrices en su cuerpo, una en su cuello y otra bastante más grande en un costado. Él se levantó y camino al borde de la piscina hasta ellas.
- Por supuesto que sí, Wendy ¿No? - Se quitó el cabello de la cara y se lo hizo hacia atrás con las manos, gotas caían lentamente desde su cabello y mandíbula hasta su cuello, Wendy veía todo como en cámara lenta y el calor se le subía a el rostro. Natsu puso una de sus manos sobre la cabeza de Chelia y revolvió su cabello - ¿Todo bien en la escuela? - Les preguntó.
- Claro que sí - Chelia respondió arreglándose el cabello luego de que Natsu se lo desordenase - Estoy más preocupada de si tú podrás graduarte o no.
- Hey, mis calificaciones no son tan malas - Dijo haciendo énfasis en el "tan". Los tres hermanos rieron un poco - Pasen adentro, haré algo de comer - Natsu dijo antes de que entrase devuelta a la casa. Wendy no despegaba la mirada hasta que desapareció de vista.
- Podrías intentar disimularlo un poco ¿No? - Chelia le dijo.
- ¡¿Eh?! - Respondió exaltada volviendo a la realidad - ¿Di... Disimular qué?
- Mmmh - Chelia no respondió solo gruñó mirando en dirección a la cocina dentro de la casa.
Meredy su cubrió los labios y río.


En poco, ahora eran Wendy y Chelia quienes ocupan la piscina, lanzando una pelota de playa de un lado al otro. riendo y disfrutando hasta el atardecer, de vez en cuando Natsu salió y dejaba un par de dulces y refrescos afuera para ellas y volvía a entrar. Una vez el sol empezó a bajar salieron del agua y se cubrieron con un par de toallas antes de volver a entrar, ambas temblando ya con los labios morados.
Adentro, estaban los dos mayores, Meredy estaba arreglada y vestida, pantalón negros ajustados, botines también negros, un top blanco y un chaleco de pelo negro, un par de pulseras metálicas y grandes aros de plata, acompañado de una pequeña cartera gris; frente a ella Natsu recostado en la barra de la cocina, él estaba bastante más casual, solo vistiendo el traje de baño de más temprano y una playera verde claro.
- No vuelvas tarde.
- Ya sé, no tienes que decirme cada vez.
- llámame ocurriese cualquier cosa.
- Ya ya.
- antes de la una, te quiero aquí.
- Mmm, eso lo veremos.
- ¡Meredy!
- Ok, ok, antes de la una.
- avísame cuando terminen e iré a buscarte.
- Puedo volver sola, no tienes que preocuparte.
- Quiero preocuparme.
- ... Lo sé - Suspiró.
- Cuídate
- Ya lo sé
- Llevas dinero.
- Sí
- Tu teléfono
- Que sí
- Llaves
- Si, Natsu llevo de todo.
- Spray anti violadores.
- Es un poco excesivo no crees.
- Llévate uno. Si cualquier tipo se te acerca, tú me dices y yo voy a romperle la cara.
- Por favor no. La última vez fue el hermano de una amiga y fue incómodo volvernos a juntar.
- Y lo haría de nuevo.
- Agh, como sea, nos vemos, bye, te quiero - La chica solo terminó la conversación y se dirigió a la puerta, abrió para salir
- ¡Meredy!
- ¡¿Qué?! - Se giró molesta, él solo la miró molesto. Suspiro, tomó uno de los sprays sobre el zapatero a un lado de la puerta y se fue.
Natsu soltó un suspiro y miro a las dos chicas que venían entrando, una de ellas sacándo la lengua y haciendo muecas hacia la puerta por donde su hermana acaba de salir
- Siento tuvieses que ver eso, Wendy, vayan a cambiarse y yo haré la cena - Natsu mencionó un poco avergonzado de la escena que le habían mostrado a su visita.
- Hay una tina grande en el primer piso, ¿tomamos un baño juntas? - Chelia le preguntó y ella asintió con la cabeza.


- Tu hermano parece preocuparse bastante por ustedes - Wendy dijo terminando de lavarse el cabello antes de entrar a la tina.
Chelia se puso sus brazos sobre el borde de la tina y apoyo su cabeza sobre estos, su cuerpo sumergido ya.
- Natsu, supongo que sí. Quizás demasiado. Aunque lo entiendo, siempre hemos sido nosotros tres, papá y mamá... Casi no los conozco, siempre ha sido Natsu quién está con nosotras.
- Parece un buen hermano.
- Mmm - refunfuñó - tú eres hija única no? - Wendy asintió - Suficiente sobre Natsu, ven entra - Chelia se puso de pie, para tomar a Wendy de la mano y tirarse junto a ella devuelta en el agua.


Luego de un par de rondas de juegos de cartas, charlas y risas, Chelia y Wendy se habían acostado a dormir, aunque Wendy aún no podía conciliar el sueño. Miró alrededor del cuarto, Chelia tenía un cuarto bastante femenino, muchos peluches, cortinas y sábanas rosas, inclusive el reloj en la pared tenía un marco rosa... 1:20 ¿Estaría Meredy de vuelta ya? Natsu parecía bastante serio con respecto a que no llegase tarde, rió... Hermanos huh? La única familia de Wendy era su madre, quién tampoco tenía hermanos. Ver la relación entre Chelia y su familia, había sido una plácida experiencia.
Se levantó con cuidado de la cama improvisada que habían tendido a un lado de la cama de Chelia, tratando de no despertar a la otra chica, y se encaminó hacia el baño.
Mientras daba pasos lentos por las escaleras, escuchó un vehículo, una motocicleta y vio las luces entrar por las ventanas; se estacionó en el patio de la casa y las luces se apagaron, Wendy se quedó quieta un momento. escuchó un par de voces discutir, no estaba segura el qué hasta que la puerta principal se abrió con fuerza y Meredy, seguida de Natsu entraron quitándose los cascos y dejándolos sobre la mesa.
- ¡No puedo creer que lo hicieses de nuevo! - La chica se giró a decirle con fuerza, apuntándole con un dedo.
- No fue mi culpa - Natsu intento excusarse tocándose un labio cortado rápidamente antes de sacarse la mano por el ardor, tenía un pómulo rojo y los nudillos heridos, parecía haberse metido en una pelea.
- ¿Cómo que no fue tu culpa? Fue única y exclusivamente TU CULPA ¿Por qué harías eso? Te metiste al club a la fuerza, le rompiste un vaso en la cara a un tipo, intentaste sacarme a un hombro, y cuando mis amigos, y los guardias intentaron pararte, te agarraste CON LOS CINCO.
- ¿PERO GANÉ NO?
- ¡¿QUÉ TIENE ESO QUE VER?! no estoy hablando de eso! Entiendo que te preocupes por mí, lo aprecio, enserio, pero no puedes seguir siendo así de brusco. Ni siquiera intentaste llamarme para decirme que era tarde, solo te metiste allí, una en punto y te pusiste a pelear - Natsu se giró hacia un lado, evitando mirarla de frente y se cruzaba de brazos.
Wendy se había ocultado como pudo en la escalera, de suerte no la veían, a pesar de que ella podia ver todo el primer piso sin mucha dificultad, observando en silencio todo lo que ocurría.
- Perdón...
- Solo... Para de hacer eso... - Meredy se descruzó de brazos y suspiró antes de caminar hacia la chimenea para encenderla. Una vez estaba lista, camino devuelta hacia él - ¿Sabes qué es lo peor?¿Sabes qué es lo que más me molesta? - Natsu solo la miró, mientas ella se acercaba cada vez más - Después todas mis amigas se la pasan diciendo "oh, desearía que mi novio se preocupase por mí como tu hermano se preocupa por ti" "ojalá mi novio fuese así" "quisiera un novio como tu hermano" "preséntame a tu hermano" "qué lindo es tu hermano" - Apretó los puños y se mordió un labio mirando al suelo, antes de levantar la mirada hacia él, sus ojos a punto de llorar - ¡Y no me gusta que quieran alejarte de mí! - Natsu se acercó a ella para reconfortarla un poco, la abrazó y acarició su cabello.
- Está bien, no importa qué o quién, ustedes seguirán siendo mi mayor prioridad, siempre.
- Lo sé, lo sé... - Meredy subió la mirada hacia él.
Wendy abrió los ojos en sorpresa... No había duda alguna... Se estaban besando, se cubrió los labios sin poder despegar los ojos de la pareja y del beso que a cada instante se volvía más apasionado. Hasta que Natsu la había sentado en la barra de la cocina mientras pasaba las manos por su cadera y pasaba sus labios, lengua y dientes por su cuello, ella por su parte, soltaba pequeños gemidos mientras sus delicadas manos esparcían el cabello de él.
Natsu se separó de Meredy con fuerza en un momento - No, no deberíamos, hay visitas, Wendy y Chelia podrían estar despiertas aún.
Meredy lo calló de un beso - Mientras no hagamos ruido... Además no lo hemos hecho en un tiempo y no me puedo contener más - decía mientras se mordía el labio inferior y sus piernas rozaban una con la otra.
- Eso es porque tú decidiste enojarte conmigo toda la semana, aún no entiendo por qué.
- Ya no recuerdo, pero no importa, ahora no estoy molesta, así que... - Su tono de voz lleno de lujuria mientras lentamente lo agarraba del rostro para volverlo a besar.
Natsu rodó los ojos y dejó caer un suspiro antes de simplemente dejarse llevar, y siguió pasando las manos por su cuerpo, quitando el chaleco que Meredy llevaba, bajándolo delicadamente por sus hombros.
La chica se puso de pie, le agarró de la mano y sonriendo lo guío al sofá, donde desde el pecho lo empujó y lo sentó.
Se quitó los botines y los dejo a un lado antes de ponerse de rodillas en la alfombra frente a él. Puso ambas manos en sus piernas, lentamente acercándose a su entrepierna mientras suspiraba con la boca abierta en su dirección. bajo la cremallera de su pantalón y poco a poco, primero un lado y luego el otro los empezó a bajar mientras no paraba de sonreír sensualmente, parecía estar más emocionada ella que él. Metió la mano y la sacó con el miembro de Natsu ya firmemente levantado entre sus finos dedos. Wendy veía todo sin decir palabra, sus ojos pegados a la escena, aún incrédula, el sonrojo en sus mejillas cada vez más fuerte.
Meredy lo soltó un momento dejando que cayese con todo su peso sobre su rostro, sintiendo su calor y olor lo más cerca posible, cubriendo este desde su mentón hasta su frente de sobra debido al largo. lo agarró desde la base y sus dedos no alcanzan a dar la vuelta por completo. Desde abajo hacia arriba, Meredy pasó su lengua desde la fuente hasta la cabeza, Natsu hizo la cabeza hacia atrás, soltando un jadeo. Con pequeños besos cubrió cada centímetro haciéndose camino lentamente hasta arriba hasta llegar a la punta donde dejó un beso especialmente extenso antes alejarse y volver a lamer rápidamente desde abajo hacia arriba antes de sonreírle nuevamente a su hermano. Quién puso su mano en la mejilla de Meredy, ella se dejó acariciar presionando su rostro contra su palma. Se separó un momento para recoger su largo cabello en una sola cola y usando la misma mano de Natsu, hizo que esté la mantuviese antes de ella volver a su acto previo, Natsu agarraba su cabello sin hacer fuerza, evitando que este cayese sobre ella, pero sin restringir el movimiento de su cabeza, ni de sus labios que ahora se encontraban encerrando la punta de su miembro y se movían tan solo un par de centímetros hacia abajo antes de volver a subir y quedarse ahí girando su lengua para luego bajar un poco más que la vez anterior. Natsu ni siquiera la miraba, su boca abierta en dirección al techo, soltando suspiros y jadeos y gruñidos agarrando el cabello de Meredy ahora con ambas manos. La chica lentamente hizo hacia atrás hasta sacarse a su hermano de la boca, un filo hilo de saliva uniendo sus labios con él, abrió los ojos por primera vez en un tiempo y tomo aire entre suspiros entrecortados, Miró a Natsu quien había soltado su cabello y sonrió al ver a su hermano mayor y sobreprotector, siempre fuerte y confiable, hecho un desastre ... Hasta que entre la suave iluminación provocada por el fuego a sus espaldas, vio en las escaleras a Wendy atenta fijamente sus acciones, sus miradas se cruzaron y Wendy dio un pequeño salto al verse descubierta, la sonrisa sensual de Meredy volvió a su rostro y con un dedo sobre sus labios le apuntó a Wendy mantuviese el silencio, guiñó en su dirección y su atención volvió al chico que estaba complaciendo. - Natsu~ - Su voz suave y dulce, y a la vez... Tan sexy.
- Ah? - Natsu la miró, ya habiendo recuperado el aliento.
- Ya va siendo hora ¿No? - agarró sus manos y las puso en sus mejillas rojizas, disfrutando del contacto antes de ponerlas sobre su cabeza - De que tomes control, de que me hagas tuya, como siempre - Dijo abriendo su labios y sacando tan solo un poco la punta de su lengua, prometiéndole un placer, calor y confort como ningún otro una vez entrase en su boca. El sonrojo de Natsu subió con fuerza, pero ya era tarde para contenerse. Sus labios estaban directamente encima de su virilidad, sentía sus jadeos directamente en su piel, la dejó tomase aire una última vez antes de bajarla delicadamente hasta que todo su largo hubiese entrado en ella. Meredy tras un par de complicaciones aceptó todo en su garganta, sus ojos giraron hasta atrás y lágrimas salieron a correr su maquillaje, Natsu apretó los dientes y con fuerza empezó a mover la cabeza de la chica, subiéndola hasta la punta antes de volver a sellar su garganta entrando de golpe, Meredy soltaba húmedos sonidos cada vez que Natsu la empujaba hasta que chocase contra su abdomen, cada vez más rápido. Levantando las caderas en un esfuerzo de entrar inclusive más y de estar más cerca de ella, gruñidos jadeos y lujurias salían de él cada vez que entraba en la cavidad de Meredy. La chica completamente fuera de sí, solo dejaba que su hermano usase su garganta como quisiese, incapaz de detener que abusase de ella; no que ella quisiere parase.
Las comisuras de su labios hacia arriba, debajo de todos los sonidos en queja que salían de ella, su cuerpo lánguido y la saliva que caía hacia todos lados, parecía ser ella quien más disfrutaba del acto.
Wendy estaba completamente anonadada, tragó con fuerza y hasta entonces no se había dado cuenta de como una de sus manos subía y bajaba por su cuello siguiendo los movimientos que veía en el bulto que se movía dentro de la garganta de Meredy. El acto de pura lujuria y placer entre dos personas que no deberían estarlo haciendo, la estaban superando, incapaz de mantener sus pensamientos en órden, solo abría los ojos y absorbía la que veía en todo detalle. Se diese cuenta ella o no, de la mano que dirigía a su entrepierna.
Natsu gruñó con fuerza una última vez antes de ponerse de pie, y apretando con ambos brazos la cabeza de meredy para que no pudiese alejarse en lo que descargara directamente en su estómago, meredy se encontraba colgando hacia atrás, no podía moverse, a merced de cómo Natsu quería tenerla, tragando en varios sorbos todo, pero era demasiado, se atragantó un poco y de su labios que sellados alrededor de su miembro salpicó un poco de lo que no alcanzó a tragar. Natsu la dejó ir y Meredy tomo aire con fuerza, tosiendo un poco - ¿Estás bien? – Preguntó un poco preocupado.
- Sí, solo, fue un poco más de lo normal. Pero... me gusta así - Dijo un poco tímida, un sonroso en sus mejillas, Natsu cayó de espaldas al sofá soltando una bocanada grande de aire, Meredy gateó hacia él, y agarrando su miembro empezó a lamer alrededor, los restos de lo que había salido expulsado de sus labios, limpiando todo rastro restante - Delicioso - Se puso de pie y empezó a bajar sus pantalones ajustados hasta removerlos por completo, quedando solo en su crop blanco, su ropa interior rosa y las pulseras, collares y aretes con los que había salido.
-Procedió a subirse en sus piernas, dejando que el aún firme miembro de Natsu hiciese presión contra su entrepierna a traves de la tela. Gimió agarrándose de sus hombros, sus pequeñas manos pasaron lentamente por sus brazos tonificados, sus hombros, su cuello y su rostro para agarrarlo en un apasionado beso, Natsu totalmente sumido en su cuerpo, abrazándola por la cadera, acercándola todo lo posible a él, ella en cambio, mantenía su ojos verdes directamente en la joven que miraba desde una esquina, intentando cubrirse la cara con las manos, pero que descaradamente dejaba espacio más que suficiente entre sus dedos para que no perderse ni un solo detalle.
Bajó una de sus manos para mover su ropa interior hacia un lado, para finalmente hacer contacto directamente con él, se rozaron por unos momentos, ambos mirando con anticipación el momento en que se unieran, ella, delicada y prístina contra el pedazo de carne que no parecía hubiese forma fuese a entrar, mas, a medida que Meredy bajaba y aceptaba más y más de él dentro suyo, demostraba había el espacio perfecto para él, hasta que bajo por completo y se sintió finalmente llena. Claramente no era la primera vez que lo hacían, ni la segunda.
Natsu soltó un suspiro corto, sus manos hundiéndose en la piel de su trasero, moviéndola de arriba a abajo cada vez con más fuerza, Meredy, pronto había perdido completamente la fuerza, echada en el pecho de Natsu, incapaz de sostener su propio peso, y mordiendo el espacio entre el cuello y uno de los hombros de Natsu, intentando mitigar sin mucho éxito los sonidos que salían de su boca, las comisuras de sus labios formando una sonrisa, sus ojos entre lágrimas en ningún momento se habían despegado de los Wendy.
Natsu gemía entre cortado cada vez que tiraba de Meredy para intentar llegar un poco más profundo que la vez anterior, empujando sus caderas con fuerza haciéndola saltar. Wendy no podía ni pestañear, completamente sumergida en ese acto lascivo que ocurría frente a sus ojos, a pesar de no poder ver todo en detalle, podía perfectamente ver las manos de Natsu agarrándola, sus cuerpos presionados y el sudor que corría por ellos, Meredy ahora solo colgaba sobre él, mordiéndose el labio con una sonrisa estúpida ahogando como podía las lujurias que salían de ella, ya ni siquiera preocupada de mirar a la otra chica, solo disfrutando del momento.
Wendy no estaba segura cuanto tiempo llevaban ahí, tragaba saliva fuertemente, mientras apretaba sus delgados brazos contra si misma, sabiendo que en cuanto menos lo notase, empezarían a rondar su cuerpo nuevamente, los movimientos de ambos cada vez más erráticos, sus respiraciones cada segundo más rápidas y agitadas hasta que Meredy se levantó con fuerza, se arqueó hasta atrás suprimiendo un grito ahogado, para luego quedarse quieta un momento a recuperar el aliento, sus piernas temblando ligeramente... Había terminado... Solo ella.
Natsu se colocó de pie y levantó a Meredy consigo para luego arrojarla boca abajo a lo largo del sofá para luego colocarse detrás de ella y volver a entrar nuevamente dentro suyo, está vez sin ningún tipo de interludio, agarró sus caderas y empezó a remeter contra ella. Meredy se puso uno mano en la boca, intentando evitar subir la voz ante el brusco trato de Natsu.
Wendy tomó aire y el fuerte aroma en el aire la golpeó, sus ojos grandes fijos en la mirada lasciva en los párpados húmedos de Meredy, su maquillaje negro corriendo por sus mejillas, de vez en cuando no podía evitar bajar la mirada, el busto de Meredy balanceándose con cada movimiento; ella jamás se había sentido especialmente atraída por otra mujer, pero el despampanante cuerpo de Meredy siendo sometido era una panorámica hasta hipnotizante... Escuchó sus respiraciones acelerar nuevamente entre los sonidos que hacían sus caderas al chocar, principalmente Natsu, que soltaba gruñidos y exhalos sin nada que cubrirse su boca a diferencia de Meredy que hacía todo lo posible para mantenerse en silencio, ahora mordiendo una esquina de uno de los pequeños cojín blanco del sofá; aunque no era suficiente.
Natsu se estiró sobre ella, una última vez y sus movimientos se frenaron en seco. Meredy se arqueó nuevamente, sus ojos rodaron hacia arriba, mientras otro orgasmo terminaba de recorrer su cuerpo. La agarró del cuello para girar suavemente el rostro de la chica hacia él donde la besó tiernamente una vez más.
Wendy lentamente se intentó levantar e huir de la escena, se tropezó y resbaló un poco, pero parecía haber pasado desapercibida, o simplemente habían dejado todo lo que no fuese el otro en segundo plano. Wendy aprovechó para volver arriba, tuvo que subir el resto del camino a gachas, sus manos y piernas estaban visiblemente temblando, su rostro ardía y su corazón latía vigorosamente sin intenciones de tranquilizarse y eso sin contar la extremadamente incómoda sensación de su ropa interior y pantaloncillo de pijama húmedos a más no poder. Su cabeza daba vueltas. ¡¿Qué rayos acababa de pasar?! No sólo acaba de ver a dos personas tener sexo, eran dos personas muy atractivas, y los hermanos de su mejor amiga ¡Los hermanos de su mejor amiga! Y Meredy la había visto, no cabía duda de eso, Natsu quizás no, pero Meredy definitivamente sabía y quería que la viese... Wendy abrió la puerta e intento ponerse de pie con ayuda del picaporte, se quedó quieta unos segundos intentando que su respiración y pulso volviesen a la normalidad, cerro la puerta detrás suyo y se deslizó hasta el suelo nuevamente. Se tambaleó devuelta a su cama y se tapó hasta la nariz, sus ojos abiertos de par en par de quedarían pegados en el techo el resto de la noche.