El sol de la mañana golpeó a Chelia en el rostro, refunfuñó un poco en su sueño, e intentó girarse para alejarse del rayo de luz que había perturbado sus horas de descanso, pero ya era tarde, ya había hecho efecto y abrió lentamente los ojos con el ceño fruncido; su cuerpo intuitivamente molesto de despertar temprano un día sábado. Dió un par de vueltas más de lado a lado cubriéndose todo lo posible, esforzándose por volver a dormir... - Maldita sea - Se quitó las sábanas de encima molesta y se sentó en la cama con un rostro agrio, molesta hasta con el sol que la había despertado ¿por qué diablos estaba la cortina abierta?
Se giró rápidamente a ver qué era el causante y vio a Wendy en la ventana, su expresión se relajó al recordar que su amiga se había quedado la noche anterior... - Wendy... ¿Estás bien? - preguntó mientras se levantaba viendo que Wendy estaba tirada en el marco de la ventana, sus brazos colgando por fuera y sus piernas lánguidas hasta el piso mientras la brisa movía su cabello, Wendy estaba de espalda, Chelia no podía ver su expresión, pero Wendy no respondía así que Chelia caminó hasta ella - ¿Wendy?
- ... Viento... Bien... - ... Al menos estaba consciente, pero un poco aturdida, por poco y no estaba babeando por la ventana.
- Wendy? - la llamó tocándole el hombro y esta nuevamente no respondió - Wendy! - Está vez la chica se sobresaltó de la sorpresa y Chelia tuvo que agarrarla para que no cayese hacia afuera - ¿Todo bien?
- Eh, ah, Chelia... Sí... - Wendy se pausó un momento, sus cansados ojos que no habían dado un pestañeo examinando a Chelia lo más disimuladamente posible... Su cabello, su rostro, sus proporciones, los ojos... Su amiga parecía estarle comentando algo, pero honestamente no estaba escuchando, solo podía ver a su amiga buscando todos los parentescos que tenía con su hermana. Su mirada bajó hasta el escote que el pijama, conformado por un top y un pantaloncillo de lana gruesa rosa con blanco, dejaban a la vista y recordaba escenas de la noche previa.
- ¿Siquiera pudiste dormir? - Wendy volvió a la realidad de golpe.
- Ah, no..., No mucho.
- ¿Muy nerviosa por dormir afuera? - Chelia sonrió ampliamente, sus dientes perfectos y su gran sonrisa con los ojos cerrados, idéntica a lo que había visto de su hermano mayor el día anterior... Ya no podía verla sin que su mente derivase inmediatamente hacia sus hermanos.
- Haha - rió insegura intentando evitarla con la mirada - Sí, tiene que ser eso.
- Bueno, si quieres intentar volver a dormir, no hay ningún problema, aún es demasiado temprano de cualquier forma, Chelia decía mientras se movía como un zombie de vuelta a la comodidad de su cama dónde se volvió a acostar y cubrirse hasta los hombros.
- De hecho no es tan tempr... - La puerta se abrió con fuerza cortando su frase y desde la entrada una almohada blanca giró por el aire directo hasta la cara de Chelia con una precisión y rapidez pasmante.
- GyAh! - El golpe la sacó de su confort y se levantó nuevamente - Natsu!!
- ¡Levántate ya! Van a ser las doce, dale algo de comer a tu amiga, aún falta para el almuerzo.
- ¡Qué más da, es sábado!
- ¿Te pregunté? Levántate, vístete, coman algo y no te olvides de lavarte los dientes.
- Natsu, tengo quince, sé lo que tengo que hacer.
- No te veo haciéndolo... ... - Natsu miró al suelo por un momento - ... O no sé.., haz lo que quieras.., haré tu favorito... Creo que te lo debo luego de lo ayer - Fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta.
- Ayer...
- ... ¿Ayer? - Chelia se preguntó confundida, su cabeza ligeramente hacia un lado.
Wendy tomó el vestido verde que había traído para cambiarse junto con su cepillo de dientes de su mochila e intentó correr hacia afuera - Voy a ir a cambiarme.
- Seguro. Puedes usar la ducha del segundo piso si quieres... No, cierto que tomamos un baño anoche, no te preocupes no dije nada.
- ah, ok... - Wendy giró el picaporte y salió, mas se quedó estática un momento en el pasillo... Su cerebro recalculando lo que acaba de oír... ... ... ... Baño del segundo piso... ... ... ...
¡NO HABÍA NECESIDAD DE BAJAR LA NOCHE ANTERIOR!¡PODRÍA HABERSE EVITADO TODO! Las otras veces que había pasado a esta casa o se habían quedado en el salón o bajaba a usar el baño, ignorante de que había uno más en la planta superior. ¡Se sentía tan idiota! Se maldijo a si misma mientras apretaba sus prendas en su rostro para silenciar un grito... Suspiró... Ya no había nada que hacer.
Caminó hasta la puerta blanca, la última antes de la escalera, era la única distinta al resto y dio por hecho esta sería la del baño, mas en el momento que intentó acercar la mano, esta se abrió y el aire caliente la golpeó. Meredy salió secándose el cabello con una toalla, vestida en una camiseta de tela negra sin mangas y un short blanco, claramente recién salida de la ducha.
... ... ... Se quedaron mirando un momento la una a la otra sin decir palabra. Meredy estaba por lo menos, unos diez o más centímetros por encima de Wendy, quien rondaba el metro y medio, por esto, la mirada de Wendy no podía evitar fijarse en el pecho de Meredy que se encontraba justo frente a ella, claramente podía notar a través de la tela que no llevaba un brasier y aún así podía notar lo firme y grande que era en comparación con ella.
- Ooh, Wendy.
- ... - la pequeña dió un paso hacía atrás, mientras subía la vista de golpe desde donde miraba, preparándose para huir, sin pensar en hacia dónde
- ¿Disfrutaste de el show?
- Ah... Agh... Eh... - Las palabras en su garganta se negaban a salir.
- ¿Qué te pareció?¿Te gustó? - El tono en su voz, Meredy claramente no solo se mostraba orgullosa de su relación, se sentía superior, lo que la fastidió un poco.
- ¡¿Show?! - Wendy dijo molesta - Eso... Eso... ¡Está mal!
- ¿Por?
- ¡Porque son hermanos!
- No planeamos tener hijos, estoy teniendo el suficiente cuidado con eso - Decía despreocupada mientras seguía pasando la toalla de mano por su cabello rosa.
-¡Aún así, hacer eso entre hermanos está mal!
- Y si no fuesemos hermanos de verdad ¿Lo haría eso mejor?
Wendy se quedó en silencio un momento sin saber cómo responder... Sin dejar de apuntarla con un dedo en ningún momento - No, aún así... Aunque... ¿Supongo?... No, no lo sé... ¿No... son hermanos acaso? - Cada palabra más dudosa.
- Nah, cien por cien hermanos de sangre, creo que se nos nota a simple vista, lmao.
- Agh! - Soltó un chillido enfurecida de que hubiese jugado con ella. Meredy solo rió.
- Pero dime, honestamente... ¿Qué te pareció?
- ... Incorrecto - El sonroso se hacía presente en su rostro mientras las imágenes de la noche anterior volvían a ella.
- Esa es la mejor parte ¿Algo más?
- ... Supongo... que... Íntimo... más brusco de lo que esperaba... cansador... Y supongo... un tanto... excitante... - Decía mirando al suelo y apretando lo que llevaba en sus brazos contra su pecho mientras rozaba sus piernas una contra la otra en su nerviosismo.
- ¿Excitante eh? - Meredy sonrió y Wendy se puso totalmente roja tras razonar lo que acababa de decir. Dispuesta a huir en ese instante, intentó pasar por su lado y encerrarse en el baño.
- No te lo recomendaría - Dijo Meredy moviéndose hacia un lado en el momento que Wendy agarró la manija.
- ... ¿Por qué no?
- Sigue ocupado.
- Pero... Si acabas de salir - Meredy levantó las cejas, intentando comunicarse en silencio con ella... Wendy lo pensó un segundo y su rostro volvió a explotar en rojo, sus labios temblaban y humo salía de sus oídos - ¡No!
- ¿No qué? - Preguntó juguetonamente, fingiendo no saber a qué se refería.
- Ustedes... No, no estaban... En la ducha... Y Natsu... Sigue...
- Oops - Se cubrió los labios con los dedos
- No, no, estás jugando conmigo de nuevo.
- ¿Lo estoy?
- ¡Sí!
- Compruébalo... Solo tienes que abrir la puerta - Wendy tragó saliva. Su mano aún temblando sin haber soltado el picaporte. Sus ojos clavados en los de Meredy, lentamente se giró en dirección a la puerta... - Adelante, abre...
Si entraba... Qué iba a encontrar... Estaba un poco asustada, pero a la vez... Quería quitarse la duda de encima... Hasta que recordó - Natsu pasó al cuarto de Chelia, justo antes de que yo saliese, no hay forma de que estuviese contigo. ¡No sabías porque estabas sola!
- Tcht - Meredy giró la mirada y chasqueó la lengua - Así no tiene gracia - Dijo volviendo a centrarse en secar su cabello mientras caminaba de vuelta a su propio cuarto.
Wendy suspiró, y la tensión sobre ella se desplomó, entró en el baño maldiciendo internamente el momento en el que decidió dormir en esta casa.
Wendy una vez se había cambiado a su vestido verde, ató su cabello en dos largas colas antes de bajar lentamente al primer piso, mirando a su alrededor cada que bajaba un escalón... Intentando no volver a toparse con una escena como la noche anterior... Mas no parecía haber nada ocurriendo en ese momento, una vez bajó el último peldaño, solo estaban Natsu y Chelia en la cocina, Meredy, lo más probable siguiese en su habitación...
Los hermanos estaban riendo de algo, mas Wendy no había llegado a tiempo para saber del qué... Se quedó un par de segundos viendo como Natsu y Chelia sonreían de la misma exacta forma... verlos lado a lado mientras lo hacían solo lo dejaba más marcado en su mente.
Natsu estaba de un lado de la mesa, recostado en el mesón de la cocina mientras que Chelia estaba sobre uno de los taburetes del lado que daba al salón mientras comía su desayuno.
- ¡Wendy! - Chelia exclamó al verla llegar y empezó a dar palmadas al asiento a su lado para que esta se sentase. Wendy se acercó lentamente... Intentando evitar todo lo posible mirar hacia el hombre a un lado suyo... Aunque no pudo evitar que sus ojos se dirigiesen a él un par de veces, aunque este estaba de espalda tomando algo de la cocina.
Wendy se sentó a su lado sin decir una palabra. Natsu se giró y dejó frente a ella un plato, un simple desayuno ligero un par de rebanadas de pan integral tostado con queso y jamón en su interior - ¿Tomás té o café?
- Eh? - Wendy subió la mirada sorprendida de que la hubiese llamado, se quedó un instante a mirarlo detenidamente, no vestía demasiado solo un chaleco rojo a medio abrir, dejando ver parte de su pecho al descubierto por arriba de la cremallera y un pantalón gris que parecía ser para ir al gimnasio, se quedó a mirar su cabello desordenado y un parche en su mejilla derecha... también notó el corte en su labio y el golpe en su pómulo de la noche anterior además de una venda en su mano y antebrazo en la derecha, sus nudillos claramente rotos por debajo - Ah, té...El café es... Un poco fuerte para mí.
- Mira tú, bien así, no tomes café, luego te despiertas amargada todos los días como cierto "ALGUIEN" - Natsu decía, girándose a mirar a su hermana menor y haciendo alto énfasis en Chelia al decir la última palabra.
- Oh cierra el hocico Natsu. Nadie te preguntó - Chelia gruñó antes de agarrar su taza y sorber de su café especialmente fuerte.
- ¿Ves? ¡Exactamente así!
Wendy solo rió bajito al ver que los hermanos discutían desde el primer momento de la mañana, bueno, aunque en realidad ya era más de medio día.
- Oye Natsu...
-Mmh? - Este se giró tras dejar el agua a hervir a mirar a su hermana quién lo llamaba. Wendy solo observaba mientras empezaba a comer.
- Vas a decirme qué ocurrió anoche?
- PFFFT! - Wendy se atragantó y empezó a toser de la sorpresa, tomada completamente por sorpresa y comenzó a golpearse el pecho para evitar ahogarse
- ¿Wendy estás bien? Chelia se levantó a agarrarla tras ver a su amiga morir de pronto a su lado, Natsu rápidamente sirvió un vaso de agua y lo dejó frente a ella, el cual Chelia le ayudo a beber.
Tras un sorbo de agua y respirar un poco, Wendy volvió a la normalidad.
- ¿Todo bien? - Natsu preguntó un poco preocupado.
- Sí, sí.., perdón, no sé qué me ocurrió.
- Siempre que te encuentras mejor, está todo bien... Bueno... Entonces... Natsu, qué ocurrió...
Wendy miró hacia abajo mientras su cara se enrojecía. Natsu por parte solo empezó a rascarse la nuca y evitar su mirada...
- Bueno... Lo siento... No era el plan... Sé que dije que no lo volvería a hacer... Pero
- Tienes que tener más cuidado estás lleno de heridas - Chelia se levantó un poco de su asiento y se hizo hacia él a agarrarle el rostro para ver las magulladuras en su rostro.
- Ah! Ah... sí... Sí, eso, te referías a eso... Ah...hahaha - rió nervioso
- ¿A qué más? - Wendy siguió comiendo en silencio mientras miraba hacia otro lado.
- No, nada, no te preocupes, lo típico.
- Meterte en peleas en un bar no es "lo típico"
- Para no ser lo típico, adivinaste bastante bien.
- Bueno eres tú... ¿Fue por Meredy? - Wendy volvió a girarse hacia su amiga... No pudo evitar notar que Chelia de veía un poco... Dolida tras hacer la pregunta.
- No, Meredy no tiene nada que ver. Yo hice lo que creí correcto.
- No tienes que esforzarte tanto por ella.
- Quiero hacerlo... Además, sabes que haría lo mismo por ti.
- Lo sé, créeme que lo sé - Está vez Wendy la vio sonreír un poco.
- Hey - Natsu bajó del segundo piso y se dirigió al par de chicas, que estaban sentadas en la alfombra de el salón de la casa.
- Mmm? - Chelia se dio la vuelta a ver qué necesitaba.
- ¿Podrías ir a comprar un par de cosas que necesito para la cena? Porque no aprovechan de ir las dos.
- ¿Qué te parece Wendy?
- Seguro, por qué no.
- Perfecto, dame un momento y te mandaré una lista de lo que necesito.
Wendy dio un paso afuera de la casa y se quedó a esperar mientras escuchaba desde adentro a Natsu darle mil advertencias Chelia antes de salir.
- Llámame cualquier cosa.
- Ya lo sé.
- No hables con extraños.
- Natsu ya estoy bastante mayor.
- Si alguien se te acerca...
- Natsu, sé defenderme, hago judo.
- Ya sé, pero aún así... Recuerda...
- Ya, ya, hasta luego, te quiero, bye - Chelia le cortó y se apresuró en salir hacia afuera - Agh... No se cansa - Wendy rio al ver a su amiga un poco harta de su hermano mayor.
Su destino no era muy lejos, de hecho era visible ya a un par de cuadras, un mercado grande de varios pisos, tiendas y espacios abiertos; para Wendy era raro ver lo cerca que tenían un centro así, pero bueno... Considerando lo fácil que era ver como todos en el vecindario estaban en un estrato económico superior, no era tan extraño.
Una vez ya estaban a un par de metros antes de la entrada se toparon con Meredy quien venía doblando una esquina acompañada de una chica de cabello largo de un blanco platinado, quién parecía acompañarla de vuelta a casa, Wendy desde la noche anterior no podía evitar ojear a cada chica atractiva que veía de pies a cabeza.
- Meredy!
- Chelia.
- Hey - La chica a su lado saludó levantando una mano junto a su rostro.
Wendy saludó con una reverencia corta.
- ¿Qué hacen ustedes aquí?
- Íbamos a hacer un par de compras que Natsu pidió.
- Ya veo - Meredy se giró hacia su amiga que iba con ella - Bueno, Sorano, gracias por acompañarme, pero hasta aquí es suficiente.
- ¿Estás segura? Aún falta para tu casa.
- Sí, sí, todo bien, aprovecharé de acompañar a mi hermanita, no tienes nada de lo que preocuparte.
- Mmm, Si tú lo dices. nos vemos luego entonces - La chica dijo antes de alejarse, se le notaba un poco insatisfecha.
- Zorra - Wendy se sorprendió por el comentario de Meredy al ver a su amiga irse.
- Totalmente - Chelia siguió la moción y Wendy se sorprendió aún más - ¿Por qué sigues juntándote con ella?
- Meh, es divertido de vez en cuando. Además no es una mala chica... Es solo... Bueno, tú sabes por qué no me agrada.
- Yep - Wendy estaba totalmente pérdida en la conversación.
- ¿Qué necesitan comprar?
- Mmm... Déjame revisar - Chelia se metió la mano al bolsillo de su falda azul... Nada.., se reviso el bolsillo de su blusa, y tampoco había nada, ni en su chaqueta, volvió a revisar todos sus bolsillos múltiples veces - ¡Olvidé mi teléfono en casa!
- ppfft - Meredy se cubrió la boca antes de reír - Te va a caer un sermón...
- Agh, no me lo recuerdes... Mmm... Tengo que volver por él, si no, no sabremos qué comprar. Vuelvo enseguida, esperen por mí - Chelia decía mientras corría devuelta a su casa.
- ... - Wendy estaba de pronto muy incómoda.
- ¿Nerviosa? - Wendy se bajó de hombros - Tranquila, no hay nada de qué preocuparse - Meredy se dirigió a un de los salientes del muro del mercado y se sentó. Pasaron unos momentos que para Wendy se sentían como una eternidad...
- Creo que mejor voy a acompañar a Chelia.
- No, no, quédate aquí que quiero hablar contigo.
- No creo que haya nada que hablar.
- Yo creo que hay algo bastante importante de lo que hablar.
- Lo que hagan no es problema mío.
- Haha, no, no lo es. Pero ya estás metida en esto así qué... - Hey. Me hace feliz que hayas visto eso - Meredy levantó sus rodillas hacia su pecho y se abrazó las piernas mientras sonreía.
- ... Ya me di cuenta.
- No lo digo por sacartelo en cara... Honestamente me hace feliz... Nunca había tenido a nadie con quién comentar sobre esto ¿Sabes? - El tono tranquilo en su voz hizo a Wendy bajar la guardia, se giró un poco, más dispuesta a hablar - Creo que es normal ¿No? Querer hablar sobre romance con tus amigas... Sobre el chico que te gusta, de sexo, de tu primer beso... Pero no creo que te sorprenda saber que nunca he podido realmente... - Wendy entre sus palabras y manerismos, finalmente podía a ver a Meredy por lo que era... Una simple chica enamorada.
- Nunca habías hablado de eso con nadie ¿Enserio?
- No ¿Por qué lo haría?
- Pensé que te sentías orgullosa de ello.
- Lo estoy, me encantaría poder decirle a todo el mundo que Natsu es mio, pero entiendo por qué no debería, entiendo que es... Raro.
- Bastante.
- Haha, no tienes piedad eh? - No es como si no hubiese pensando en comentárselo a mis amigas... Pero me preocupa.
- No pensé que fueses el tipo de persona que se preocupa por lo que digan de ti.
- ¿Y qué te dio esa impresión?
- Que eres bonita, y segura de ti misma... Igual que Chelia.
- Supongo, somos hermanas al fin y al cabo.
- También son hermanos con Natsu, y aún así están... ... En... Ese tipo de relación.
- Cierto, aunque no es él qué dirán lo que me preocupa.
- ¿No?
- Me preocupa que quieran unirse - Dijo con algo de disgusto en su voz.
- ¡U... Unirse! - Wendy preguntó sonrojada.
- Sí, no soy tan idiota como para no darme cuenta de cómo lo miran... En especial Sorano, o acaso crees qu me acompañó porque se preocupa por mí, Nah, quiere verlo a él.
- ¿Por eso le dijiste así?
- ¿Así cómo?
- Como le dijiste antes.
- No recuerdo.
- Bueno, le dijiste... Z... Zo...
- Zo? - No puedes decirlo acaso? - Meredy río y Wendy solo se avergonzó - No es tan difícil, Zorra. Ahora dilo tú
- No! Porqué lo haría.
- Vamos inténtalo.
- No, no quiero.
- Adelante dilo, Zorra, zorra.
- ¿Podrías no decir eso en público?
- Vamos, no hay nadie aquí.
- ... - Wendy tragó saliva, miró a ambos lados y en efecto, no había nadie cerca - ¿Dejaras de molestarme si lo hago?
- Lo prometo - Meredy se beso una mano y la levantó al aire.
- Z... Zorra.
- ¿Ves? No fue tan difícil... Ahora di puta.
- ¡No!
- Ahahaha - Meredy río en voz alta, quizás la risa más sincera que Wendy había visto de ella.
- ... ¿Cómo siquiera empieza una relación así?
- ¿Mmm? ¿Así cómo?
- Entre hermanos.
- ¿Tienes la duda?
- Pues sí.
- Mmm, bueno, sabes cómo cuando una mujer se casa el padre las camina al altar no?
- ¿Sí?
- Resulta que nuestro padre nunca ha estado mucho en casa, así que cuando Natsu dijo que sería él quien me llevase al altar, creo que lo tomé de otra forma - Rio.
- Agh, estás jugando conmigo de nuevo ¿No?
Meredy río nuevamente -Es bastante entretenido jugar contigo Wendy. Me agradas. Extrañamente siento que puedo hablar mejor contigo que cualquiera de mis amigas. Quizás sea porque sabes de lo mío con Natsu. Si alguna de mis amigas se enterase, creo que dejarían de hablarme.
- Y con razón.
- ... ¿Mmm? Crees que eso es motivo para que dejasen de hablarme.
- Bueno... Supongo que no me extrañaría. Es raro al fin y al cabo
- ... Oh .., ¿Y tú?
- ¿Yo?
- Si una de tus amigas, si tú mejor amiga hiciese algo tan raro, tan enfermo y tan desquiciado como tener sexo con su hermano ¿Dejarías de hablarle?
- ... ¿A qué viene una pregunta así?
- Solo dime.
- No... No lo sé. Supongo que le diría que se detuviese.
- Heh... - Meredy se puso de pie y observó en dirección a su casa, miró el reloj que colgaba de su muñeca - Chelia se está demorando bastante. Ven, apresúrate - Agarró a Wendy de la muñeca y tiró de ella mientras caminaba rápido de vuelta a su hogar.
- ¿Eh, qué, qué pasa?
- Solo sígueme, créeme, no te quieres perder esto.
- ¿Dé que hablas?
- Ya verás. No te preocupes.
En menos de un minuto, estaban devuelta en la casa, Wendy notó como todas las persianas estaban abajo. Se sorprendió al ver que no entraron por la puerta al llegar, de hecho Meredy le hizo una señal a Wendy de que guardase silencio mientras se agachaba para escabullirse por el bordillo de la casa a lo largo de el jardín y debajo de donde las ventanas la pudiesen verles.
- ¿Qué está pasando?
- shhh. Solo sígueme - Meredy susurró mientras daba la vuelta hasta el patio trasero.
Rondaron la casa llegar a la piscina, más no había nadie allí tampoco. Meredy se acercó lentamente a la puerta de vidrio y con cuidado la abrió tan solo un poco e indicó a Wendy que se acercase a ver. Wendy le siguió... Lentamente se acercó... Y escuchó... Desde el interior, los constantes gemidos de una chica... Acompañados del constante choque de piel entre dos personas... Igual que la noche anterior... Pero la voz... Sonaba mucho, mucho más familiar.
Wendy tragó saliva mientras lentamente posaba su cabeza para mirar hacia el interior.Chelia, su mejor amiga, una chica que conocía por ser fuerte, capitana del equipo de judo, capaz de agarrar a hombre del doble de su tamaño y tirarlos al suelo sin dificultad... Estaba ahí tirada sobre la mesa, sosteniéndose como podía con sus brazos mientras su busto desnudo se posaba en la mesa y detrás de ella.
Natsu la agarraba de las caderas para arremeter contra ella con Chelia totalmente a su merced y voluntad, de la misma forma que lo había hecho con Meredy la noche anterior... De hecho... Quizás estaba siendo incluso más brusco con ella ahora
- Chelia - Wendy susurró en su sorpresa... Nuevamente... No podía despegarse de la escena que transcurría frente a ella.
