Chelia abrió con cuidado la puerta de su casa, con intención, de ser posible nadie (su hermano) la viese volver. Ya era capaz de imaginar a Natsu darle un sermón de: "debes tener más cuidado" "y si hubiese ocurrido algo" "y si..." Chelia dio un par de pasos haciendo muecas al aire, imitando en silencio lo que sabía su hermano le diría... Por suerte no lo veía en el salón, estaría en su cuarto supuso...

Ahora solo quedaba tomar su teléfono, que agradeció, estaba justo en la mesilla del salón. Dio un par de pasos delicados hasta alcanzarlo mientras miraba hacia el techo, atenta a cualquier sonido proveniente de la planta superior... Agarró su móvil y...

- ¿Chelia? - Entró su hermano por el ventanal del patio trasero vestido en un chándal y limpiándose las manos con un paño.

- Ugh - Suspiró y maldijo en voz baja - Te odio, Natsu...

- ¿Olvidaste algo?

- ¿Eh? No, no, yo no, yo nunca. Wendy, a Wendy se le quedó su teléfono.

- Ya veo - Natsu siguió caminando hasta un espejo que colgaba de uno de los muros donde empezó a revisarse y limpiarse una mancha de grasa que tenía en la mejilla tras haber trabajado en su motocicleta, para luego ir a lavarse las manos y la cara en el lavabo de la cocina - ¿Dejaste a tu amiga sola?

- No, está con Meredy, nos... encontramos.

- ...Meredy.

- Bueno. Ya, yo mejor me voy - Quería huir lo antes posible, antes que Natsu se diese cuenta que mentía.

- Chelia, espera un momento.

- ... ¿Qué ocurre ahora?

- Oye, entiendo que estés molesta. Pero enserio creo que deberíamos hablarlo...

Chelia, sin la menor idea de a qué se refiera, solo por querer irse pronto - Ok? Oye, Wendy está esperando por mí, así que... Eso - Empezó a caminar hacia atrás en dirección a la puerta lentamente, mas Natsu la agarró de una muñeca para evitar que se alejara... Sus manos grandes dando con facilidad vuelta a sus delgados brazos.

- No, enserio lamento lo de anoche, entendiendo que no quisieses hablarlo con tu amiga aquí, pero tampoco quiero tener que esperar a que se vaya para poder hablar contigo.

- Natsu, no tengo idea de qué estás hablando.

- No seas así, enserio me siento mal y no quiero estés molesta conmigo y yo...

- Natsu..., enserio. No entiendo de qué hablas.

- Estoy hablando de anoche, lo que viste.

- Literal no he visto nada.

- ... ¿No bajaste al primer piso durante la noche?

- No que yo recuerde.

- ... - Natsu estaba muy confundido

- ... - Chelia solo le esperaba dudosa, aún sin entender a qué se refería. Ambos se miraban, ignorantes al hecho de que hacían la exacta misma expresión con una ceja en alto.

- ¿Entonces a qué miraba Meredy?

- ...

- ...

- ...

- oh no...

- Wendy! NATSU MALDITA SEA QUÉ OCURRIÓ ANOCHE?

- !!Perdón!! !Fue un error! Te juro que intenté detenerlo pero... - Este se tiró al suelo agarrándose el pelo

- Natsu, no volvieron a hacerlo... cierto?

- ... - Solo evitó su mirada nervioso.

- Natsu... Hermanito...

- ...

- Wendy no los vio... Haciéndolo... ¿O sí? - Preguntaba mientras se acercaba lenta y amenazante hasta él.

- ... - Tragó saliva - Es posible... - Inmediatamente una fuerte patada en la mandíbula lo arrojó hacia atras - Ow, esa me la merecía. Oye enserio perdón pero... - Un almohadazo en la boca lo calló, se la quitó de la cara y alcanzó a agacharse antes de que un cenicero volase sobre su cabello - ¡Oye eso era de papá, ten cuidado! - Chelia se alejó para arrojar todo lo que se encontrase por el salón hacia él, controles, cojines, decoración, trofeos prendas del zapatero y más de un vaso de vidrio mientras se alejaba de Natsu que intentaba acercarse a ella evadiendo fuego sin mucho éxito.

- Como luego de esto Wendy, no vuelva a hablarme juro que voy a matarte Natsu!!

- No digas eso. De ti es creíble.

Chelia intentó agarrar un busto que estaba sobre la chimenea que su madre había conseguido en uno de sus viaje, con completa intención de reventarlo en la cabeza de su hermano, mas necesitó un poco de esfuerzo al ser este más pesado de lo que ella esperaba, momento que Natsu aprovechó para correr hacia ella y quitarselo de las manos

- No, no, no, tranquila - Natsu levantó la estatuilla por encima de su cabeza para poder mirar a su hermana pequeña - Podemos habla... - Aunque que ella tenía otros planes, le dio un fuerte pisotón en uno la punta de sus pies antes de seguirse alejando, ante el golpe, Natsu dejó caer el busto, el cual cayó en su otro pie y este se retorció, pero se lo tragó y siguió su persecución de hermana quién ahora tenía en sus manos un atizador de la chimenea peligrosamente afilado, mientras lentamente retrocedía en dirección a la cocina, pero apuntando hacia él en todo momento - No, Chelia no. Chica mala, vas a estar castigada luego de esto.

- ¡No tengo por qué obedecerte!- Dijo antes de intentar dar una estocada con el arma, la cual le rozó dejando un corte en su mejilla izquierda

- ¿¡A la cara!? ¿Es enserio? - Agarró el fierro y se lo arrancó de las manos antes de arrojarlo lejos de sí y empujar a su hermana contra la pared, usando sus brazos para impedirle huir - ... Enserio lo lamento.

- ...

Natsu no sabía realmente qué hacer o qué decir - ... Yo... - Chelia no dijo nada, solo lo agarró del cuello de la camiseta, puso su brazo detrás de su cuello y antes de que él entendiese que había ocurrido, estaba en el aire - ¿Eh? - Para luego caer fuertemente en el suelo de espaldas, seguido de Chelia que cayó con un codo en su estómago - Agh! Eso no fue judo... Eso fue lucha libre - Toció entre todo el aire que se le escapó.

Chelia tomó asiento sobre las piernas de su hermano que estaba tirado en el suelo y se sostuvo con sus brazos a los lados de su rostro para mirarlo frente a frente.

- ¿Cuánto tiempo...

- ¿Mmh?

- ¿Cuánto tiempo desde que volvieron a hacerlo? Habíamos prometido que nos detendríamos... Los tres.

- ... Lo sé... lo sé - decia mientras recuperaba el aliento - Quizás un par de semanas...

- ¿No ibas a decirme?

- No quería volver a meterte en algo así. No tienes porqué ser parte de esto... - Eligió con toda la delicadeza que pudo sus palabras... Más al ver que Chelia empezaba a sollozar notó que quizás no fue lo suficiente.

- ¡Ah! ¡que todo era solo un simple un plan para les dejase tranquilos! - Decía intentando limpiarse las lágrimas, sin embargo estas salían más rápido de lo que podía detenerlas - ¡No me querían en medio, no tengo porqué pertenecer a esto!

- ¡No! No es eso... Quiero al menos tú... puedas ser normal. Pensé era lo mejor - Tomó asiento para poder reconfortar a la chica sobre sus piernas que lloraba angustiada.

- !No! ¡No quiero ser normal! Quiero estar contigo...

- ... Chelia no... - No sabía qué decir que fuese a calmarla, menos aún cuando no sabía cómo hacer que dejase de dolerle a él mismo, solo supo abrazarla, apretarla contra su pecho donde se quedaron unos momentos en silencio...

- ¿Enserio es Meredy tan mejor?

- ¿Hah?

- ¿Enserio ella es tan más bonita, más sexy, más divertida, que la prefieres a ella antes que a mí?

- Sabes que no es así, sabes perfectamente que te adoro, que no la podría por sobre ti.

- Pero tampoco me pondrías a mí por delante.

- ...

- ¿Por qué...? Sí la que ha estado siempre para ti... He sido yo... Ella es la que se metió en lo nuestro.

- Chelia...

- Natsu... - Mencionó su nombre antes de agarrar suavemente su rostro con fin de darle un delicado y tímido beso... El primero en mucho tiempo... Claramente para él, lleno de amor puro y desbordado, a diferencia de las escandalosas intenciones que los labios de Meredy le compartían.

- ... No deberíamos.

- No me importa... Aunque sea por hoy, aunque sea solo un momento... Quiero ser tu favorita - Decía ocultando su rostro en su cuello mientras le abrazaba con fuerza.

- ¿... No tenías que irte pronto?

- Creo... Creo ellas también tienen bastante de lo que hablar - Dijo antes de colocarse de pie y extender su mano hacia su hermano quién la tomó y se levantó igualmente, se miraron por un momento en silencio, que se vio cortado por Chelia quien saltó directo a sus brazos, se colgó de su cuello y rodeo su cadera con sus piernas a la vez que atacaba con un beso mucho más profundo y apasionado que el anterior.

Natsu se tambaleó un poco, mas la agarró y cargó con ella hasta el mesón de la cocina donde la depósito suavemente sin nunca dejar sus labios de lado. Intentó separarse un momento a tomar aire, pero Chelia, haciendo uso del agarre con sus piernas, lo atrajo devuelta y volvió besarlo. No dejándole ir por un solo instante.

Chelia se movía cada vez que tomaba aire, frotando todo su cuerpo contra el pecho de Natsu, quién la cubría por completo al ser él bastante más grande que ella. Las manos de Natsu acariciaban con fuerza, hundiendo sus dedos en la suave piel de sus muslos, subiendo y empujando el bordillo de su falda para después volver a bajar con una mano mientras la otra siguió subiendo de su pierna hasta su trasero por debajo de la falda donde apretó con fuerza, Chelia abrió los labios en un gemido, y Natsu se separó, tomó aire y atacó su cuello, depositando pequeños y suaves besos por la piel desnuda junto a un ocasional mordisco; una vez llegó hasta su hombro y el límite que la blusa blanca le dejaba, volvió a subir pasando su lengua por toda la piel que acaba de marcar antes de volver a besarla.

Durante todo este proceso, Chelia pasaba sus manos incesantes por el cabello de Natsu y moviendo su cabeza para que esté tuviese espacio en que trabajar mientras dejaba libremente gemidos y quejidos salir al aire, más de una vez diciendo el nombre de su hermano - Natsu~

- Dios, eres adorable - Dijo al escuchar su nombre en su dulce voz - No pares - Se quitó todo lo que llevaba en la parte de arriba en un solo movimiento, y lo arrojó lejos. Chelia miraba atentamente cada centímetro de piel expuesta, no pudiendo evitar llevarse un dedo a la boca y morder su uña, impaciente - ¿Qué esperas? - Preguntó, demandante. Chelia le gustaba que fuese así, pero ser malcriada le gustaba aún más así que...

- Natsu~ necesito ayuda - Dijo levantando los brazos como una niña pequeña esperando la desvistiesen mientras hacía un puchero.

- ¿Qué voy a hacer contigo? - Suspiró con una sonrisa mientras agarraba la parte baja de la blusa blanca de Chelia y con cuidado se la quitó hacia arriba, lentamente... revelando primero su cintura, perfecta, su pecho cubierto por un brasier negro que contrastaba tanto en su pálida tez como con la imagen de niña inocente que intentaba mostrar. su cabello y su rostro siguieron para finalmente pasar por sus brazos y manos; a pesar de ella no tener uñas y una piel cuidada como su hermana, sus manos parecían inclusive más pequeñas y delicadas a ojos de Natsu, a pesar de ser completamente consciente del daño que podían causar.

Chelia jamás había estado muy feliz de tener un pecho grande... Sabiendo que llamaba la atención más de lo que le era cómodo, pero en este momento en el que era Natsu quien apreciaba su cuerpo de pies a cabeza, se sentía tan sexy y orgullosa de su cuerpo al verlo morderse un labio e instando no pestañear para no dejar de verla un solo segundo, seguido de cerrar su ojos y soltar aire, asegurándose de grabar su imagen en su memoria hasta el fin de sus días... Finalmente abrió los ojos y puso sus manos en ella, asegurándose de que el perfecto espécimen frente a sí fuese, en efecto, real...

- Chelia... Te adoro, adoro todo de ti. Por favor, nunca lo dudes. Pero antes que nada, quiero lo mejor para ti.

- Solo dilo.

- ¿Decir qué...? - Preguntó nervioso... Sabía perfectamente a qué se refería.

- Natsu Blendy Dragneel... Te amo y quiero estar siempre a tu lado.

- ... Chelia... Yo...

- Ya sé, ya sé... "No es tan fácil".

- ...

- No lo digas... Pero tendrás que encontrar alguna forma de dejarlo claro... Qué nunca jamás me quede en duda.

- ... Eso... Eso sí lo puedo hacer.

- ¿Entonces.. ? ¿qué esperas? - Natsu inmediatamente se avanlazó contra ella agarrando sus labios contra los suyos y tomando el control del beso, las dudas en su cabeza se habían aclarado un poco tras haber sido otorgado una misión que cumplir, por ahora, hacer a su hermanita feliz era todo lo que debía de preocuparse.

Agarró con fuerza de su cintura, sus pulgares haciendo presión en su estómago y el resto acariciando lentamente su piel, Chelia no entendía como tan solo su tacto la hacía sentir tan bien, pero no necesitaba comprender, en ese momento solo quería más y más; y Natsu estaba dispuesto a darle todo lo que desease. No demoró en subir sus dedos por sus costados hasta llegar al bajo de su bra amasando delicadamente su pecho mientras bajaba su labios por su cuello hasta su escote mientras Chelia se dedicaba a suspirar, no sin antes llevar las manos a su espalda para remover los clip de su ropa interior. Natsu tomo la prenda caída y la alejó de su camino para seguía administrando caricias en su ahora desnuda y blanca piel.

En cuanto estuvieron a su alcance llevó a su boca uno de sus pechos, mordiendo suavemente seguido de pasar su lengua alrededor sus pezones, una vez uno estaba ya rojo y sensible, pasaba al otro y repetía el proceso. Chelia mordía sus labios y apretaba los párpados, gemidos sin aire estancados en su garganta; su respiración entrecortada por sus suspiros y sudor empezaba a bajar por su cuello, sus piernas incapaces de quedar inmóviles se rozaban incesantemente intentando atacar la sensación de calor en su entrepierna que exigía ser tocada, Natsu no se tardó en darle lo que pedía al ver como Chelia se estremecía ante su minuciosa atención, sin, parar nunca de atender a sus pechos, metió una mano por debajo debajo de su falda y con cuidado posó sus dedos en entre sus piernas por sobre su ropa interior, solo logrando hacer a Chelia impacientarse más aún, con dos dedos empezó a frorad de arriba a abajo lentamente haciendo presión suficiente para que tuviese efecto, mas no todo el que ella necesitaba, el que ella deseaba y él lo sabía... - Natsu~ por favor ~ no...

- ¿No qué?

- No juegues conmigo - Suspiró - Por favor.

- Entonces... ¿Qué Debería hacer? - Detuvo sus manos por un momento.

- Eres cruel...

- Luego de que intentaste sacarme un ojo, creo que estoy siendo extremadamente piadoso.

- No iba enserio...

- Ajá, sí claro. ¿Crees que no siento el corte? - apuntó con un dedo a la roja herida en su rostro.

- Mmm - Chelia refunfuñó un momento, su respuesta fue solo agarrar su rostro y acercarlo hacia ella para darle una rápida lamida al corte en su mejilla y la poca sangre que había empezado a caer - ¿Ves? Ya no hay corte. Ahora por favor... Enserio te necesito - Decía, con sus mejillas rojas mientras levantaba su falda para mostrarle lo empapada que estaba su ropa interior, la cual al ser un rosa pálido se notaba claramente la marca dejada por la humedad.

- ¿Necesitas qué?

- Necesito... Necesito... - Natsu no decía nada, solo esperando que ella lo pusiese en palabras. Chelia tomó aire y dijo - Quiero que me comas todo.

Él sólo sonrió - A sus órdenes.

Una vez dada la señal se agachó para poder quedar a altura con las piernas de Chelia, quién empezó a desatar el nudo que mantenía la ropa sobre su intimidad.

Natsu expectante solo observaba mientras Chelia lentamente tiraba de los hilos de un lado mientras dejaba poco espacio entre sus piernas para que Natsu viese expectante. Una vez terminó con su derecha, pasó a la izquierda y delicadamente tiró una por una de las lienzas del nudo hasta que cayó y con un poco de vergüenza y nervios intentaba taparse los más que podía con sus piernas, hasta que Natsu agarró de estas y empujó hacia los lados y ella no opuso resistencia. Frente a sus ojos, su intimidad prístina, de un color fuerte y sin un solo cabello, posiblemente siempre lista para el momento que su hermano decidiese volver a ella.

Empezó por dar pequeños besos subiendo por el interior de sus muslos, Chelia soltaba suspiros más profundos cada vez que se acercaba fuese solo un centímetro más a ella, sus ojos atentos a Natsu y sus labios esperando el momento que desapareciera bajo su falda.

Natsu pasó sos brazos por debajo de sus piernas para poder tomarla y acercarla al borde del mesón para finalmente poder empezar con el plato fuerte, tomó aire con fuerza y depósito el primer beso directamente sobre sus labios, Chelia inmediatamente cayó hacia adelante, perdiendo el balance un momento tras finalmente ser dada lo que llevaba esperando ya un par de meses.

Echó la cabeza hacia atrás y gimió con fuerza al Natsu no tomarse un segundo antes de empezar a usar su lengua entre beso y beso que daba buscando de el punto específico en el que sabía debía dar toda su atención. Chelia sentía como su lengua iba desde abajo hasta arriba de un lado al otro serpenteando a lo largo de su abertura hasta volver a llegar arriba donde se quedaba unos segundos dejando besos, chupetones y lamidas antes de volver a bajar dibujando figuras con su lengua cambiando siempre su patrón impidiendo la chica pudiese acostumbrarse a sus caricias.

Las manos de Chelia clavadas en el cabello rosa de su hermano, mientras de sus labios salian gemidos cada vez más sonoros y le hundía más fuerte entre sus piernas. Sus muslos apretaban su cabeza desde cada lado; que no pudiese alejarse, de ser posible, nunca más. En respuesta Natsu redobló sus esfuerzos, poniendo más presión y rapidez en sus movimientos y para finalmente intentar introducirse dentro de ella. Chelia se estremecía mientras gritaba el nombre del hombre que la tenía en tal condición, quien no paraba ni a respirar.

Chelia incapaz de mantenerse firme, solo se dejaba llevar y disfrutar, pero el calor en su cuerpo se volvía cada vez más insoportable, sudaba y su corazón latía a mil por hora, su respiración se aceleraba y sabía lo que se venía mas no tenía como detenerlo, apretó los dientes y sus músculos se tensaron de pies a cabeza, se enrrolló mientras apretaba de Natsu más y más fuerte contra ella... Y en un solo instante en silencio, terminó, espasmos hasta en la punta de los dedos de sus pies, su lengua afuera y sus ojos llorosos, su cuerpo temblaba y su fuerza desapareció, cayendo exhausta en la pared tras ella sus manos igualmente hacia los lados finalmente dejando a Natsu salir quién saltó hacia atrás tomando la bocanada de aire más grande que pudo tras haber sido privado de oxígeno - Pensé que iba morir... - Se decía, su pecho encogiéndose y levantándose en lo que recuperaba el aliento, una vez en órden posó sus ojos en la chica frente a él; su cabeza caída hacia un lado y sus ojos perdidos - ¿Todo bien? - Ella solo respiraba ásperamente, el aire no llegando a su cerebro aún, Natsu sonrió para sí antes de acercarse a ella para dejar un beso en su frente lleno de cariño fuese este romántico o fraternal, era indiscernible. Pero esto la hizo volver a la realidad... Ella rio ante la muestra de aprecio extrañamente tierna luego de lo que había hecho, Chelia agarró débilmente de su rostro para bajarlo hacia ella y poder darle un beso pequeño en los labios.

- Te amo, no sabes cuánto - Decía mientras le abraza y se ocultaba en su pecho.

- ... - Él solo movió la mirada.

- Nunca vuelvas a pedirme que me aleje de ti.

- Perdón.

- No vuelvas a hacerlo.

- No lo haré. Yo tambien te quiero siempre para mí.

- Hey, Natsu - Le llamo mientras se alejaba para mirarle a los ojos.

- ¿?

- Eso no es todo ¿no? Yo aún puedo más.

- Me alegro, porque esto acaba de empezar - Esta vez fue él quien empezó el beso que cambiaría el tomo devuelta a la sensual atmósfera que habían cortado.

Chelia intentó deslizarse del mesón, mas se detuvo al ver que no tenía fuerza en sus manos o piernas, su siguiente idea fue levantar sus brazos en dirección a su hermano para que fuese este quién le cargará, Natsu la tomó en sus brazos para darse vuelta y delicadamente la recostaba sobre la mesa, volvió a besarla mientras pasaba sus manos por su cuerpo, su estómago, sus costados, su pecho y por sus brazos hasta la punta de sus dedos donde sus manos se entrelazaron.

Chelia igualmente pasó sus manos a largo de el cuerpo de Natsu, sintiendo en sus pequeñas manos, su grande y marcado torso, subió por su pecho hasta sus hombros y bajó su roce haciendo cosquillas en sus costillas logrando que riese él y en respuesta ella también en mitad de su beso. Finalmente sus manos llegaron a su cintura, donde agarró de la pretina de su pantalón para bajar de estos y finalmente sacar al aire su miembro, Chelia pasó delicadamente sus dedos desde la base hasta la punta reconociendo Inmediatamente su calor, textura, rigidez exactamente como recordaba. Natsu nuevamente la agarró de la cintura, está vez para darla vuelta y ponerla sobre su estómago en la mesa, su busto igualmente reposando en la madera.

Natsu dio un paso hacia adelante, posándose en contra de ella listo para entrar.

Lenta y cuidadosamente, se fue metiendo poco a poco, Chelia apretó los dientes un momento, y en un simple movimiento, Natsu ya había entrado hasta lo más profundo que podía dentro de ella, debido a las semanas anteriores sin contacto, dolió al principio, meses sin tenerlo dentro la habían hecho olvidar esa sensación, de calor, de presión, de humedad, toda esa sensualidad que había compartido tantas veces ya, había parado de pronto y finalmente había vuelto.

La primera reacción de Chelia fue soltar un gran suspiro en lo que llevaba una de sus manos por encima de su vientre para luego bajar un poco más, se sentía tan llena y podía notar con su palma el bulto que se había formado dentro de ella, y de la misma manera notó el momento en que Natsu se movió hacia atrás, y su interior se volvía a cerrar. Se le fue el aire en cuanto Natsu azotó su mano contra su posterior y soltó un placentero chillido cortado por como su hermano empezaba a remeter violentamente contra ella. Una y otra, cada vez un poco más fuerte, acompañado de azotes y agarrones, pero sin nunca soltar el fuerte agarre en su cadera arriba de su falda.

Chelia cayó sobre su propio peso en la mesa, incapaz de sostenerse, mientras sus dedos y uñas intentaban desesperadamente encontrar un poco de estabilidad; su voz salía sin aire de su garganta y el color de sus ojos se ocultaba en sus párpados - Natsu~ es... muy brusco - Intentó quejarse entre sus jadeos; ante esto, sintió como las ásperas manos de su hermano, subían simétricamente por su espalda, hasta sus hombros, para luego bajar por sus brazos hasta posarse en los dorsos sus manos y entrelazar sus dedos sobre los de ella, su abdomen haciendo presión en la espalda de Chelia..., acercó su rostro por un lado y ella podía sentir su respiración pesada en la piel de su cuello, Natsu solo soltó un gruñido gutural en su oído de desaprobación antes de empezar a moverse con más fuerza aún, el impacto de sus caderas empujaba su cuerpo completo hacia adelante y resonaba con fuerza en las paredes.

Chelia gemía cada vez más fuerte, y su cara enrojecida mientras Natsu con una mano apretaba su espalda en la mesa y con la otra tiraba del cabello suelto que caía por su nuca.


Los ojos de Wendy, abiertos de par en par, mientras su cara subía de tono y sus labios nuevamente empezaban a temblar. Intentó alejarse, mas Meredy la agarró por la espalda y volvió a sentarla donde estaba - No te vayas aún, apenas están entrando en ritmo. Aprovecha de mirar - Le decía, sus delgados dedos pasando por su mentón, girando su rostro nuevamente hacia el vidrio.

- Esto... Esto está mal... - Decía más no podía apartar la mirada.

- Quizás, pero no puedes negar que ellos lo están disfrutando, y creo yo...que tú también - Wendy sentía su mano deslizarse por su pierna hasta topar con su vestido... Y esto la hizo reaccionar, golpeando la mano de Meredy lejos de sí y escapando hasta el otro extremo del ventanal, su respiración agitada y su rostro aún brillante mientras abrazaba su cuerpo con sus brazos en un afán de sentirse más protegida.

- ¡No puedo creer que no solo metieran a Chelia en algo así, si no que lo intenten conmigo también!

- ¿Perdón quién a metió a Chelia a qué?

- Tú, es increíble que metiesen a su hermana pequeña en su rara, morbosa y sucia relación.

- ¡Ja! - Río con desdén - Lamento informarte que no fui ni yo, ni Natsu quien metió a Chelia en esto.

- ...?

- Ella fue, quién empezó con todo esto.

- ¡¿Huh?!

El fuerte sonido de la cortina abriéndose cortó su conversación... Del otro lado del vidrio, Chelia vistiendo únicamente su falda y calcetas, usando uno de sus brazos para cubrirse el pecho que desbordaba de su agarre. Su rostro aún rojo, tanto por la vergüenza como por las actividades en las que estaba hasta tan solo un instante atrás.

La mirada de Wendy y Chelia se cruzaron por un momento y la pequeña solo atinó a huir de la escena.

- ¡Wendy! ¡Espera! - Chelia echó la puerta hacia un lado, mas Wendy ya había dado la vuelta a la casa en dirección a la calle - ¿¡Meredy por qué rayos estaban aquí!?

- Demostrar un punto.

- Agh! - Chelia agarraba su pecho con ambos brazos intentando cubrirse todo lo posible - Tengo que ir por ella.

- ... Ah uhmm... - Natsu apareció detrás de ella, inseguro de qué decir o hacer.

- Tú, cállate.

- Perfecto- Dijo antes de volver a desaparecer al interior de su casa.

TANGENTE/

... Resulta que el nombre en japo usa シェ(She) y no チェ(Che), y en efecto, parece ser que el nombre oficial es Sherria, no Chelia... Lo cual honestamente... me tiltea un poco.

No es difícil cambiarlo, es solo apretar f3 y y copy paste, pero como que no quiero, pero debería, creo que lo voy a dejar así está historia por lo menos (for inmersion's sake). Me pasa por jamás haber leído la traducción oficial supongo.

ggs.