Wendy sacudió la mano por su cabello quitándose el agua que tenía encima, aún podía escuchar como la lluvia golpeaba con fuerza en el techo del automóvil y resbalaba por los vidrios. Desde su puesto en medio de los asientos de atrás, oía el metrónomo que hacían las señaléticas del vehículo a medida que las luces parpadeaban preparándose para salir... Solo podía ver la nuca de Natsu quién suspiraba tirado sobre el volante, lo vió tocar algo en el panel y los limpia parabrisas empezaron a hacer todo lo posible para mantener la lluvia fuera de la visual, no había espejo retrovisor por lo que incluso cuando Natsu se recostó de vuelta en su asiento, era incapaz de ver su rostro. Sin ninguno decir una palabra el vehículo empezó a retroceder para finalmente empezar a moverse.

- ... - Wendy no sabía con qué situación se había topado, aún estaba en proceso de comprender lo que había ocurrido. No estaba segura cuánto tiempo habían pasado bajo la lluvia con Natsu llorando en su falda ¿Cinco minutos, diez quizás? El suficiente como para que lo que sea estuviese ardiendo bajo el puente terminase de reducirse a cenizas... Natsu no había dicho una palabra al respecto... Una vez se había calmado un poco se disculpó por saltar hacia allá, tomó las cenizas, las guardo en una bolsa plástica que llevaba en mano, parece ser el proceso de cremación lo había tomado por sorpresa, luego de eso solo ofreció llevarla de vuelta a su casa.

Wendy volvió a subir la mirada... Solo veía las luces borrosas pasar a sus lados mientras Natsu no apartaba la mirada del camino. No sabía qué decir... O si siquiera debía de decir algo... Nerviosa movía sus piernas una contra la otra, sus manos en medio de estas intentando ocultarse del frío - Ah...

- Lamento tuvieses que ver eso... - Natsu dijo sin darse la vuelta.

- No, no, está bien. Todos tenemos momentos así, supongo...

- ... Supongo.

- Hablamos con Chelia ya sobre... Eso...

- Ya veo.

Wendy no conocía al hermano de Chelia de mucho, solo se habían conocido el día anterior, pero por lo que había visto y oído de su amiga... Él no actuaba así... Tan distante... Wendy se preguntaba si este sería su estado normal... Cuando no era "el hermano mayor", cuando era... Natsu. Pero algo le decía que no, definitivamente algo le había ocurrido... Wendy ya se había involucrado más de lo querido en su situación familiar, No quería involucrarse más..., pero a la vez, su curiosidad... E interés, le decía que un poco más no haría daño... Se equivocaba.

- ¿Qué... Qué estabas quemando..? - Decía mientras intentaba ver la bolsa con cenizas que iba en el asiento del copiloto

- ... No lo sé.

- ¿Ah?

- ...

- ¿Cómo...?

- ¿Qué crees tú era?

- ... No lo sé.., pero... Se movía... ¿Era un animal?

- ...

- ¿... Estaba... Vivo?

- ... Honestamente... No tengo la menor idea.

- ... ¿Qué era?

- ...No lo sé... Perdón... No tendrías que haberte visto involucrada en nada de esto...

- Está bien... Ahora entiendo un poco más a mi mejor amiga. No fue tan malo.

- ... Me alegro hayan podido arreglar sus diferencias... También... - Natsu se tomó un momento a pensar lo que diría a continuación, captando la atención de Wendy - Me alegro haberte encontrado aquí - El sonrojo de Wendy subió con fuerza, no sabía cómo tomarse eso, a qué se referiría - Por favor no le digas nada a Chelia sobre esto... No aguantaría tener que explicarle esto - ... A eso se refería... Wendy no sabía por qué estaba decepcionada... Claramente... A ojos de Natsu... Era mejor lastimarla a ella que lastimar a Chelia.

- ... - Wendy soltó un suspiro para luego sacudir la cabeza. Miró a un lado el fuerte chubasco y la niebla que no dejaban ver nada a unos metros de distancia, fuera aún así, Natsu seguía avanzando sin problemas - Ah mi casa está...

- Lo sé, Chelia me dijo donde, acabo de llevarla.

- Cierto... - Wendy quería decir algo, terminar con el silencio incómodo que se formaba cada vez. Quizás era mejor para él mantener silencio... Pero aún así quería ayudar como le fuese posible.

- ¿... Qué ocurrió?

- ... Nada importante.

- ¡Sigues diciendo eso, pero claramente no es así! - Natsu se sorprendió un poco al oír a la pequeña alzar la voz - ¿Qué se supone que haga? ¿Qué estabas quemando? ¿Por qué llorabas? ¿Qué hacías ahí? ¿Debería aceptar que simplemente ocurrió y ya? ¡No puedo dejar pasar algo y no preguntar qué ocurrió, preguntarme cómo puedo ayudar...! - Wendy se detuvo al sentir el vehículo frenar con fuerza, las llantas chirriando en el asfalto y derrapando de lado un par de metros... Wendy se quedó en silencio, aferrada en su asiento mientras su corazón intentaba relajarse tras el espanto.

- ¡Nada! - Natsu se giró mientras le apuntaba le gritó - ¡No puedes hacer NADA! ¡Ni tú ni nadie! ... ... Ni siquiera yo... - Su voz tembló y Natsu volvió a girarse hacia el volante; gruñó mientras se apretaba el ceño - ... No entiendo lo que acaba de pasar... No entiendo nada - Se cubría el rostro con las manos mientras intentaba contener sin mucho éxito las ganas de llorar - Quería volver a verla... Pero no así, no pude hacer nada por ella - Dijo antes de desplomarse hacia adelante apretando con su rostro la bocina que se mantuvo rugiendo un par de segundos... Natsu se levantó sin decir una palabra y salió del vehículo, Wendy intentó seguirlo con la mirada, mas en cuanto cerró la puerta detrás de sí, desapareció entre la niebla en un instante hasta que abrió con fuerza la puerta a un lado suyo, forcejeando con ella, abrió su cinturón y la agarró de la cintura para sacarla, Wendy no sabía cómo responder y entre sus nervios y su sorpresa, no notó en qué momento Natsu se la subió a un hombro y empezó a caminar.

- ¿Ah-eh, Qué? - Wendy balbuceaba intentando comprender su situación. No fue hasta que escuchó la voz de su madre a través del citófono del edificio que entendió que estaba ocurriendo.

- ¿Sí?

- Buenas. Soy el hermano de Chelia, vine a dejar a su hija.

- ¿Wendy?

- ¡¿Mamá?!

La puerta del recinto no tardó en abrir y Natsu empezó a subir hacia el departamento, séptima torre, séptimo piso, puerta siete, un número demasiado único para olvidarlo luego de que Chelia se lo comentase.

- No, bájame, aún no me has dicho nada de lo que ocurrió - Wendy intentaba forcejear sin demasiados resultados, se rindió al notar cómo lo único que lograba era mover las caderas a un lado de la cara de Natsu lo cual la avergonzó.

- No tenemos nada que hablar - Aunque a él parecía no importarle - Solo tenía que dejarte aquí - Aght! - Se quejó tras que Wendy le golpease en la cabeza con el paraguas que llevaba en la mano.

- No. Merezco saber qué vi - Natsu se giró a verla, sus ojos desafiantes en medio del cabello mojado que colgaba de su rostro... Natsu había dado por hecho que era una niña tímida sin decisión, pero en ese momento, su impresión cambió ligeramente... De vez en cuando si podía ser firme. A pesar de esto - Kyah!! - Natsu le dio un palmazo en el trasero antes de seguir caminando. Toda el valor que Wendy había recibido desapareció y fue reemplazado por su vergüenza y fuerte sonrosar.

- Solo cálmate... ... - Natsu se detuvo una vez estuvo ante el último set de escaleras - Necesito tiempo para pensar qué fue lo que vi... - Suspiró - ... Dame unos días.., Chelia decidió quería hacer las pases contigo y confiar en ti nuestro secreto... Qué tipo de hermano mayor sería si no soy capaz de hacer lo mismo. La próxima vez... Te daré una explicación.

En silencio Natsu subió los últimos peldaños hasta el séptimo nivel, Wendy... Igualmente decidió mantener el silencio aún colgando del hombro de Natsu, su decisión parecía haber servido de algo, lo había convencido de volver a hablar con ella.

Sonrió... Habría una próxima vez ¿Eh?

No fue hasta que escuchó a Natsu tocar a la puerta que esté la bajó al piso. Wendy estaba un poco agotada, había sido un largo día pensaba mientras se sacaba el pelo empapado de lo cara... Decidió por última vez golpearle la pierna con la punta del paraguas al hombre a un lado suyo y este por poco se va a piso. Entonces la puerta abrió y su madre salió preocupada a recibirla. Una mujer ya mayor, de cabello corto y blanco con ojos azules bajo sus gafas - Wendy, estás empapada - La abrazó, su madre tan solo ligeramente más alta que ella - Rápido, quítate eso y ve a tomar una ducha, no quiero que te resfries.

Wendy asintió sin decir una palabra y se dio la vuelta a mirar seriamente a Natsu una última vez antes de entrar. Intentando asegurarse con la mirada... Que este prometiese explicarle qué había ocurrido la siguiente ocasión que se encontrasen...

Natsu asintió con una sonrisa mientras sacudía la mano para despedirse... Wendy no pudo evitar nuevamente notar cómo actuaba idéntico a Chelia... O sería ella quien actuaba como él. Siguió su camino a paso rápido hasta su cuarto... Mas se detuvo nuevamente el escuchar a su madre hablar.

- ¿Tú... No eres Dragneel?

Ambos fueron tomados por sorpresa, Natsu miró extrañado a la señora mientras Wendy solo observaba, jamás habiendo escuchado el nombre.

- Ah... ¿Sí?

- ¡Ah! Lo sabía. No es común encontrar a alguien con el cabello así, nunca me imaginé serían hermanos con Chelia, no sabía que tú madre había tenido más hijos.

- No, no... Somos medio hermanos por parte de mi padre, mi madre... Bueno.

- Sí, lo recuerdo, fue una lástima, una mujer tan joven y bella que tuviese que pasar por algo así.

- ... - Natsu no respondió.

- Ahh... ¿Lo conoces? - Wendy preguntó a su madre apuntando al hermano de su amiga.

- Fui la enfermera a cargo de su madre hace un par de años. Pasa, te daré algo para que te seques... - Natsu intentó negarse al principio, a pesar de eso, igualmente terminó sentando en el sofá mientras su ropa colgada de una silla se secaba a un lado de una pequeña estufa a gas. Wendy igualmente estaba sentada tras haberse cambiado de ropa a un pijama azul de cuerpo completo, mientras lo que llevaba antes se secaba allí también. Ambos se miraban, lo único que se oía era el fuego, la lluvia y la madre de Wendy tararear mientras servía un par de tasas de chocolate caliente.

Wendy nerviosa intentaba abrazar su cuerpo... No había sido hasta que sintió la mirada de Natsu sobre ella que recordó el tipo de pijama que Chelia usaba, que dejaba al descubierto su estómago, sus piernas y sus brazos y escote... Le parecería a él el suyo demasiado simple... Poco sexy en comparación... ... ¡¿Por qué debía importarle eso?! Se sonrojo al notar en que estaba pensando... Movió la mirada desde su propio cuerpo y vestimenta hasta Natsu... Tanto la chaqueta como su chándal rojo se los había quitado, solo vistiendo una playera negra ajustada y un traje de baño azulado que llevaba debajo de su pantalón que su madre le había exigido se quitase también... ... Sus ojos empezaron a recorrerlo desde abajo hasta arriba, desde sus piernas subiendo a su torso, sus brazos, sus hombros y su cuello, su rostro... Mientras lentamente subía los ojos, nuevamente se inundaba de las imágenes de Natsu con sus hermanas... Antes se había fijado principalmente en las chicas... Sus actuar y cuerpos le parecían especialmente obscenos... Pero Natsu había algo diferente... Wendy sabía que tanto Chelia como Meredy eran mujeres preciosas y que inclusive a ella le hacían pegar la mirada... Pero entre eso y lo que sentía al mirarlo a él era distinto... Se ponía más nerviosa de lo habitual, su rostro se calentaba e intentaba apreciar cada detalle y quemarlos en sus retinas... Eso nunca le había pasado con nadie... Su cabeza daba vueltas... Porque tenían que ser el trío de hermanos atractivos... Los tres, no podía ser solo uno de ellos, solo Chelia, su amiga, no, los tres ¡¿Era normal sentirse así de atraída al hermano de su mejor amiga?! Alguien que era mayor que ella, violento, y que sabía estaba en una relación extremadamente inmoral... Tenía todos los motivos para encontrarle un imbécil, pero no, ahí estaba ella, casi que jadeando por él. Felicitaciones Wendy, podrías haber tenido un futuro feliz, casada con un doctor y un hombre inteligente, maduro, muy amable y buena persona... Pero no, le atraía el idiota con cicatrices, que se pelea en bares con gente al azar, que no sabía si iba graduarse o no, hermano Y CRUSH de su mejor amiga y que no solo se la jodía a ella, a su otra hermana ¡también! Estúpidas hormonas.

Wendy se reprimía mentalmente tapándose el rostro y dando vueltas en su asiento, Natsu la miraba... Quizás de no haber tenido hermanas menores le parecería extraño, pero soltó una risa. En el momento que escuchó a su madre acercarse con dos tasas calientes, inmediatamente se sentó erguida en el sofá con las manos en sus rodillas.

- ¿Natsu, no es así? - La madre de Wendy, Grandeneey preguntó tras dejar las tasas en la mesita de la sala entre ellos antes de volver hacía la cocina que era parte del único ambiente en la humilde morada.

- S... sí - Natsu estaba incómodo, se le notaba.

- Vives con tu padre ahora entonces.

- Sí, vivimos, mis dos hermanas pequeñas - obviamente las menciona primero, Wendy no pudo evitar notar - Mi padre, su esposa y yo.

-¿No vives con tu hermano?

- ... - La expresión de Natsu cambió a una de sorpresa y sus manos que sostenían la tasa comenzaban a temblar... Intentó abrir los labios un par de veces más las palabras no salían... Bajó la cabeza y su respiración se empezaba a agitar.

- Recuerdo que ambos visitaban a tu madre, bueno él quizás no tanto, tú, a diferencia estabas ahí todos, todos los días - Grandeneey reía ignorante al estado de Natsu que Wendy sí notó y esta se abalanzó a agarrar sus manos, este se sorprendió mas al toparse con los ojos de ella que lo reconfortaban en silencio... Se tranquilizó un poco.

- N... No - Natsu habló aún sin soltar las manos de Wendy - Zeref... - Apretó un poco más fuerte - Vivía con su padre, aunque... No he hablado con él en años... No sé en que estará ahora Haha - Rió nervioso y Wendy por su expresión y tono, inmediatamente supo que mentía. Algo definitivamente había pasado entre Natsu y su hermano... Ya tenía al menos una pista de qué había ocurrido hoy.

- Ya veo, era idéntico a tu madre ¿No? Tenían el mismo cabello y los mismos ojos, perdón que lo diga, pero tú no calzabas nada. Pero definitivamente puedo notar el parentesco con Chelia. Se parecen muchísimo más.

- Sí, eso me han dicho...

- ¿Ya terminaste la escuela?

- No, termino este año... creo - susurró la última parte.

- ¿Y ya sabes qué hacer una vez termines?

Natsu se lo pensó un momento... Bajó la mirada y luego miro a Wendy a los ojos mientras se ponía un dedo en los labios indicándole hiciese silencio.

- Estoy planeando viajar fuera del país.

- ... !! - Wendy guardó silencio más su rostro de sorpresa era evidente.

- ¡¿Enserio?! Qué maravilla.

- Sí... Mis hermanas son muy dependientes de mí... Y yo soy muy dependiente de ellas... Creo que es momento de que trabaje en mi independencia tanto por mí y ellas.

- Ya veo, que excelente, aunque me imagino ellas se pondrán muy tristes - Natsu río un poco, mientras Wendy seguía pasmada - Wendy aquí aún no sabe qué hacer. Ha dicho que quería ser enfermera como yo, pero me gustaría que eligiese algo por sí misma.

- Entiendo, yo también quiero que mis hermanas puedan elegir por su cuenta sin depender más de mí... No voy a poder estar siempre ahí al fin y al cabo...

- Hah! Te entiendo, No sé que será de Wendy una vez ya no esté aquí.


Natsu una vez se había puesto su ropa seca de vuelta, dio la gracias por la tasa caliente, se despidió y se encaminó hacia afuera.

- Mamá, voy a acompañarlo hasta afuera - Wendy dijo mientras se colocaba un abrigo y corrió hacia él. Lo agarró del brazo antes que bajase las escaleras - No es cierto ¿Verdad?

- ...

- ¿Enserio planeas irte? ¿Qué va a pasar con Meredy... Y con Chelia?... - Wendy no se atrevía a preguntar por ella misma...

- Ya les he hecho suficiente daño... Yo las metí en esto... Ellas merecen tener una vida normal. Mientras antes me aleje...

- ¡Chelia te ama!

- ... No puede durar por siempre. Es mi forma de protegerlas... De mí.

- ¡Va a llorar si te vas! - Wendy decía con lágrimas en sus ojos - y si ella llora, yo voy a llorar.

- Pensé que si alguien iba felicitarme por alejarme de ella serías tú...

- Sí, no me parece que debiesen hacer lo que hacen, está mal, muy mal... Pero no creo que alejarte para siempre sea la solución.

- No va a ser para siempre, será hasta que ellas puedan tener una relación normal...

- ¿Y tú...?

- ...

- ¿Tú no mereces también una relación normal?

- ... - Evitó su mirada - Yo... No sé, supongo que vagaré un tiempo... No sé a exhumar mis pecados o algo así supongo - rió - Siento que conozco un idiota que haría eso - Oye... Una vez no esté... Asegúrate que Chelia este feliz, ayúdala a conseguir un novio o algo - Natsu decía mientras limpiaba las lágrimas de la cara de Wendy quien aún estaba agarrada de su brazo y que aun estando un escalón arriba, seguía siendo más pequeña qué el... Wendy solo pudo asentir en silencio, Natsu se despidió nuevamente y siguió bajando.

Wendy corrió devuelta a su cuarto y se desplomó en su cama... ... Este día cada vez era más raro y más cansador...

ding *

Wendy escuchó su móvil en la mesa de noche y lo revisó. Un mensaje de Chelia.

- "mira. tu"

"cuando Natsu" - El mensaje iba acompañado de una imagen de un perro muy aproblemado y las palabras en grande "Oh no, he's hot"

- "CHELIA!!!"

- "ajsdjfhjagfgahajdfh"


Natsu entró de vuelta al auto y cerró tras de si, la lluvia había amainado, no por completo, pero lo suficiente para no afectar la ya mala visibilidad de la noche. Suspiró largamente antes de girarse a ver la bolsa a su lado... Sacudió la cabeza, encendió el motor y empezó a andar.

Abrió lentamente la puerta de la casa... No había nadie en el primer piso, todas las luces apagadas... No era tan tarde como para que sus hermanas se hubiesen ido a dormir... Lo más probable es que ambas aún molestas se hubiesen refugiado en sus cuartos... Suspiró nuevamente... Esta vez con una sonrisa. Si se trataba de sus hermanitas peleadas, entonces si podía hacer algo al respecto - !Ya llegué! - ... Espero un par de segundos y como era habitual, empezó a escuchar pasos rápidos en el techo sobre él..., Ambas puertas a la vez, un par de improperios.

...

- ¡No! !Tú muévete!

- ¡Jódete! ¡Me llamó a mí!

- ¡Por qué no te vas a tu cuarto a seguir llorando!

- ¡Huh!¡Llorar por qué!

- ¡Para que dejes de ser estúpida!

- ¡A quien llamas estúpida, maldita ninfómana!

- ¡Como si tú fueses mejor que yo!

- ¡En la cama, seguro!

- ¡En tus sueños, niñita! - Natsu las vio dándose empujones en el descanso de las escaleras incapaces de avanzar más, solo con tal de evitar que la otra fuese por delante. Natsu aplaudió una sola vez con fuerza y el eco que hizo en la casa logró que ambas girasen sus cabezas hacia él, Chelia ocupó el momento de sorpresa y se soltó de su hermana, bajó las escaleras de un brinco y corrió a abrazar a Natsu, en el momento que está saltó hacia él, Natsu la agarró de la cintura, la levantó por los aires y la arrojó de estómago en el sofá, levantó una mano y la azotó con fuerza.

- ¡Auuu! - Se agarró el trasero con ambas manos - Esa no fue con amor...

- No. Están ambas castigadas. Vamos a hablar, los tres. ¡Meredy ven! - Está solo puso sus manos detrás de su espalda intentando defenderse de lo que sabía vendría al ver que Natsu nuevamente levantó la mano y ella negó rápidamente con la cabeza - Meredy... Ven... No me voy a enojar.

- No, ya te enojaste y me va a doler.

- Pensé que te gustaba así.

- No, tiene que ser con cariño, si no, no.

- Meredy... baja... - Está nuevamente negó con la cabeza y huyó hacia cuarto - ¡¡Meredy Ven!!

- ¡No!¡Me va doler!

- ¡Tú te quedas dónde estás! - Se giró a apuntar a Chelia antes de correr detrás de su otra hermana.

Chelia se levantó del sofá y suspiró - Auch - Se acariciaba en la zona donde la habían nalgueado mientras se acercaba a encender la chimenea... Mas se detuvo al escuchar los gritos de pánico de su hermana desde el sifón piso, seguido de un único sonido seco que resonó en las paredes y la hizo encogerse. Claramente, bastante más fuerte que la que le habían propiciado a ella... Meredy ya debería sabía que era mejor no huir... Quizás si le gustaba así...


Natsu estaba sentado en el sofá mirando a las dos chicas arrodilladas en un par de cojines frente a él, la chimenea tras estás cómo única fuente de luz; Meredy aún sobándose y con lágrimas en sus ojos.

- Saben por qué las tengo aquí ¿No?

- ... - Chelia no contestó.

- ¿... Oral? - Su hermana musitó...

- ... ... - Ambos de sus hermanos la miraron - Les iba a quitar el teléfono por tres días, ahora son cinco.

- ¡¿huh?!¡¿Por qué a mí tambien?! ¡Ella fue la que metió a Wendy en esto!

- No estoy molesto por eso.

- ¿No? - Meredy misma estaba confundida.

- Me da igual quién sepa de esto o por qué. Esta vez tuvimos suerte de que Wendy fuese una persona razonable y se preocupase por Chellia lo suficiente para no juzgarla - Algo en esa frase hizo a Chelia fruncir el ceño - y acepto que yo tuve tanta culpa como Meredy en esto. Tendremos más cuidado de aquí en adelante. ¿Meredy algo que decir?

- ... - Está hizo un puchero y alejó la mirada, incapaz de mirar a Chelia a la cara - Perdón... - ninguno dijo nada esperando que esta dijese algo más - Estaba feliz de tener a alguien con quien hablar de esto, que si podía conversarlo con ella... Pensé que sería igual para ti... - Meredy se giró de vuelta rápidamente - Me disculpo ¡Pero tienen que aceptar que tenía razón!

- mmm... Supongo que sí, supongo que sí nos llevamos un poco mejor con Wendy ahora - Chelia aceptó un poco insatisfecha - ... Gracias... Meredy.

- No hay problema, hermanita - Meredy le sonrió y se estiró a abrazarla - Sabes que no querría hacerte daño, ni a ti, ni quitarte a tus amigas, nunca he querido arruinar tu vida. Sé que no lo muestro mucho o en lo absoluto... Pero yo también te adoro, sé que a veces tenemos fricción, pero es de esperar, nos gusta el mismo chico y me pongo un poco celosa; pero aún así, te quiero muchísimo. Siempre lo he hecho.

Chelia empezó a sollozar ante las palabras de su hermana mayor... Y sólo asintió con la cabeza mientras su hermana le acariciaba el cabello. Natsu sonrió al verlas hacer las paces.

Se levantó de su lugar y preguntó.

- Bueno ¿Quién tiene hambre?

- ¿Eh... no estabas molesto? - Meredy preguntó.

- Nope, solo quería que no estuviesen molestas con la otra, si ya se arreglaron, ya no hay necesidad. Al final, nadie hizo las compras hoy... Veré qué puedo hacer - Natsu se dirigió a la cocina y encendió las luces.

Estas hablaron un momento mientras él juntaba lo que encontraba en la cocina, por suerte en esa casa nunca faltaba qué comer.

- Natsu... - Chelia se acercó.

- ¿Sí?

- ¿Ocurrió algo con ella?

- ¿Con quién Wendy o Meredy?

- ¡¿Ves?! - Exclamó hacia su hermana mientras le apuntaba - ¡Te lo dije!

Natsu extrañado solo miraba a sus lados.

- ¿Natsu qué diablos? - Meredy le llamó

- ¿Qué? ¿Por qué?

- ¿Ocurrió algo con Wendy?

- ¿Por qué?

- La llamaste Wendy.

- ¿Sí?

- Nunca la has llamado por su nombre.

- Bueno, me lo aprendí y ya.

- ¡Nunca te has preocupado por los nombre de nadie, le pones sobrenombres a todo el mundo siempre! Llevas todo este tiempo tratándola de "tu amiga" "la amiga de Chelia" ¿por qué la llamas por su nombre ahora?

- Bueno es una amiga que se preocupa por ti.

- ¿Cómo se llama la mejor amiga de Meredy?

- ¿La de blanco que parece... "Especial"?

- ¡¿Ves a qué me refiero?

- ¡Eso no tiene nada que ver!

- ¡¿Cómo se llama?!

- ... Ah...

- Natsu, mírame a los ojos y dime qué no ocurrió NADA con Wendy...

- ... - Natsu miró hacia abajo donde su hermana lo miraba fijamente, ambos haciendo los labios hacia un lado y frunciendo el ceño... Hasta que Natsu apartó la mirada.

- ¡Lo sabía!

- ¡No ocurrió nada! Me la topé cuando venía de vuelta y estaba lloviendo así que ofrecí llevarla su casa. Hablamos un poco, nada más.

- mmm, no sé yo... ¿De qué hablaron?

- ... De ti - Natsu le dio la espalda y sacó un cuchillo para empezar a cocinar.

- ... Ah... - Chelia se enrojeció un poco - Tiene sentido.


Tras una feliz cena en familia, Natsu finalmente subió a su cuarto... De la chaqueta que llevaba en su brazo, sacó del interior de uno de los bolsillos la bolsa plástica con cenizas que ahora se encontraba amarrada consigo misma, la dejó sobre su escritorio y se sentó en la cama a observarla desde lejos... - August ¿huh?