La música es mi musa:Canción para este Capítulo: Awake My Soul, Mumford Sons
Letra: But your soul you must keep, totally free.
Capítulo 6
De Regreso al Colegio
Los de octavo año se sentaron juntos en el tren. Theo y Hermione se sentaron uno al lado del otro, ambos con ojeras por haberse quedado despiertos hasta tarde y el pobre Theo no había dormido mucho en los últimos días.
Hermione se había sentado e inmediatamente les había contado a los otros de octavo año lo que había sucedido, incluyendo cómo la elfina le había cambiado el color de ojos sin su permiso.
Neville se veía un poco impactado y tuvo que dejar el compartimiento. Hermione sabía que tenía que ver con el hecho de que no aprobaba la decisión de su padre de obedecer a su madre, el enviar a Hermione lejos del brazo materno. Ella lo vio alejarse, sus ojos tristes. Neville también había perdido a sus padres.
Los otros Gryffindor's que regresaban eran Seamus y Dean y ambos parecían no saber qué decir. Entonces, al estilo de Gryffindor, dijeron algo incorrecto, luego se disculparon y cambiaron el tema.
Los Ravenclaw que regresaron fueron Cho Chang y Michael Corner, quienes parecían estar saliendo. Ambos le dedicaron a Hermione sonrisas tristes, pero le ofrecieron su apoyo.
De Hufflepuff estaban Hannah Abbott, Susan Bones y Ernie MacMillan. Hannah negó con la cabeza mientras se limpiaba las lágrimas mientras Susan Bones abrazaba a Theo, diciéndole lo afortunado que era de al menos haber encontrado a su hermana. Ernie podía ser un tejón, pero también era un chico, así que se acercó y les ofreció palabras reconfortantes a ambos. Theo asintió agradecido, si no bastante incómodo, ante todo el apoyo que estaban recibiendo. Hermione le sonrió débilmente. Ella había esperado todo eso, pero estaba claro que su hermano no.
Sorprendentemente, regresaron seis Slytherin's. Pansy Parkinson, Daphne Greengrass, Tracey Davis, Blaise Zabini, Draco Malfoy y por supuesto Theo. Todo el grupo de Slytherin ya había sido informado sobre la relación de Theo y Hermione, aunque no tan blandos con su apoyo como los demás, dejaron en claro que estaban completamente apoyando a Theo y Hermione. Sin embargo, los Slytherin's parecían esperar que habría problemas, mientras que los demás pensaban que no sería un problema que se confirmara que Hermione, heroína de guerra y mejor amiga de Harry Potter, era la hija de un mortífago.
Seamus se rió de Pansy cuando esta dijo que sería un desastre porque pensaba que era imposible que alguien se atreviera a atacar a Hermione.
Hermione, ella misma, no estaba exactamente segura de qué pasaría. Al ver la expresión de disgusto en la cara de su hermano, decidió cambiar el tema y preguntar si alguno sabía lo que había pasado al resto de su clase, ya que muchos de ellos ahora estaban desaparecidos.
Cho les dijo que la mayoría de los demás Ravenclaw's de octavo año habían decidido irse a otras escuelas de magia. Ernie confirmó que este también era el caso de los Hufflepuff's. Los Gryffindor's se habían dispersado, al parecer, aunque no a otras escuelas.
Una vez que se agotó ese tema de discusión, todos se pusieron sus túnicas luciendo un poco nerviosos hasta que finalmente Cho rompió el silencio.
- ¿Vieron que decía que no vistieramos los colores de nuestras casas?
Neville que había regresado hace poco los observo y frunció el ceño. - Creo que van a re-seleccionarnos. –
Todos se quedaron en silencio tras esas palabras hasta que Pansy, muy seria, dijo. - Me iré si hace eso. –
Hannah Abbott asintió ante esas palabras, estando de acuerdo con ella. - Yo también me iré. Estoy orgullosa de ser una Hufflepuff. –
Hermione suspiró. - Creo que entiendo lo que ella quiere mostrarnos. Deberíamos estar orgullosos de pertenecer a cualquiera de las casas. –
Pansy entrecerró los ojos - Así que, ¿escogerías no pertenecer a Gryffindor? –
Hermione se encogió de hombros y dijo en voz baja – Casi me ubican en Slytherin, luego en Ravenclaw, antes de que el sombrero se decidiera por Gryffindor, Pansy. –
Todos la miraron sorprendidos mientras Theo la rodeaba con un brazo por los hombros. - No te preocupes, hermanita. Haremos de ti toda una serpiente. –
Hermione soltó una carcajada y miró hacia arriba para ver que Draco Malfoy la estaba mirando con gesto serio. Ella articuló "¿Qué?" a él, pero él sacudió la cabeza y miró hacia otro lado con el ceño fruncido.
Theo suspiró y se inclinó en su asiento para decir. - No le gusta que te toque. –
Hermione lo miró confundida. - Pero eres mi hermano. –
Theo simplemente se encogió de hombros y suspiró, recostándose y cruzando los brazos para mirar por la ventana.
Hermione nunca estaría segura de cómo lo habían hecho, pero el anuncio de su compromiso no había salido con la revelación de que ella era una Nott. Cuando le preguntó a Theo al respecto, él simplemente se encogió de hombros y dijo que era bueno ser rico e incluso mejor ser el doble de rico. Ella entendió que tanto él como Draco habían arrojado un montón de oro ante la situación.
Cuando se bajaron del tren, Theo mantuvo su mano en su codo, tirándola ligeramente detrás de él hacia un carruaje con Draco y Blaise que ya estaban dentro.
Hermione suspiró y se sentó, mirando a Blaise encantar la puerta para que se mantuviera cerrada. - Iba a ir con Neville. – dijo Hermione irritada.
Draco resopló y Blaise se encogió de hombros. Theo le sonrió - Entonces, ¿Voy a Gryffindor o tú vienes a Slytherin? –
Hermione miró a Theo como si hubiera perdido la cabeza. - ¿Disculpa? –
Theo se carcajeo. – Draco y nuestro padre estaban en la junta directiva, Hermione. Sabemos lo que está pasando. –
Hermione se recostó, cruzándose de brazos. – Bien, entonces, ¿Qué está pasando y por qué no podías decírnoslo a todos en el tren? –
Blaise se encogió de hombros. - Juramos guardar el secreto. –
Hermione lo apuntó con el dedo. - ¿Cómo tú lo sabías? –
Blaise se encogió nuevamente de hombros. - Mi madre me informó antes de irme de casa. –
Hermione suspiró. - ¿Qué está pasando? –
Theo se rio - McGonagall le va a permitir a los de octavo año elegir su propia casa. –
Hermione jadeó - ¿Pero, Por qué? –
Draco se encogió de hombros, luciendo molesto - Unidad entre las casas. –
Blaise resopló a la vez que sonreía. - También podemos sentarnos en la mesa que queramos durante las comidas y tendremos acceso completo a todo el castillo, incluidas las salas comunes de las otras casas. –
Theo asintió. - Y como todos somos mayores de edad y luchamos en una guerra, no van a forzarnos a cumplir el toque de queda. También podemos dejar la escuela los fines de semana para ir a Hogsmeade cuando queramos. –
Hermione jadeó. - Wow. –
Blaise soltó un gruñido. - Podría habernos dado nuestra propia sección, para que no tuviéramos que soportar a los de primeros años. –
Draco sonrió - ¿Qué crees que será la Sala de los Menesteres? –
Hermione sonrió también. - Neville podría planificar eso. –
Blaise suspiró. - Eso es si nos invita. –
Hermione lo fulminó con la mirada, - Lo hará. – dijo, y se cruzó de brazos.
Theo se rió entre dientes. - Así que, ¿debería convertirme en un león entonces? –
Hermione sacudió la cabeza. - No, por favor no. Estaré bien y tú eres demasiado perfecto como una serpiente. –
Theo se recostó en su asiento y sonrió. - Gracias. –
Hermione rodó los ojos y miró a los otros dos. - ¿Ustedes cambiarán de casa? –
Draco lucía horrorizado mientras que Blaise se reía. - Ningún Slytherin cambiaría de casa. –
Theo gruñó. - Davis podría, nunca supo por qué estaba en Slytherin de todos modos. -
Todos argumentaron sobre quienes cambiarían de casa durante el resto del viaje. Cuando llegaron al castillo, se encontraron a la directora parada allí, luciendo molesta.
- Chicos, entren aquí. – dijo, haciendo señas a los de octavo año para que se acercaran a un salón.
Todos se amontonaron luciendo cansados, bueno, todos los que no sabían lo que estaba pasando. Sin embargo, Hermione estaba ansiosa porque no estaba segura de cómo se desarrollaría esto.
McGonagall los miró a todos antes de hablar. - Ahora. Esto es raro, dejar que los estudiantes repitan un año, pero en este caso simplemente debíamos hacerlo. Los EXTASIS son demasiado importantes como para ignorarlos. Le dimos a los estudiantes de quinto curso la opción también de repetir sus exámenes y todos lo hicieron, muy bien, dicho sea de paso. –
Hizo una pausa y continuó. – Debido a su edad y al hecho de que son veteranos de guerra, hemos ajustado algunas reglas e implementado otras. –
Sacó un pedazo de pergamino. – Bien. Primero, no hay toque de queda para ninguno de ustedes. Segundo, son libres de dejar el castillo durante los fines de semana. Tercero, no pueden salir como pareja con estudiantes de años menores sin el consentimiento de los padres. Cuatro, no pueden hechizar estudiantes de cursos menores, sin excepción. – sus ojos se movieron mirando a todos, para luego darles una sonrisa pícara y dijo: – Encántenlos como quieran, pero que no sea nada permanente o dañino. –
Ella los miró y detectó la expresión de dolor de Neville. – Longbottom, el padre de la Srta. Lovegood envió su permiso para que cortejara a su hija. –
Neville se relajó visiblemente y asintió.
McGonagall enrolló el pergamino y dijo: – Ahora, acerca de las casas. Cada dormitorio tenía las secciones del jefe de la casa expandidas; todos compartirán esas en sus respetadas casas. -
- ¿Podemos quedarnos con nuestras casas? – preguntó Cho.
La directora asintió - Pueden escoger la casa que deseen. Me gustaría que se tomaran un tiempo para considerarlo antes de que se decidan. –
Todos asintieron, mirando alrededor tratando de adivinar si alguien cambiaría de casa.
– Me gustaría recordarles que estamos tratando de promocionar la unión entre las casas, así que, durante las horas de comida, me haría muy feliz si se sentaran en otra mesa que no sea la que utilizaban antes. –
Nuevamente todos asintieron y la directora les sonrió. – Bien, pueden irse. Neville, Hermione, quédense un momento. –
Ambos chicos se retuvieron, acomodándose en una esquina hasta que el salón estuvo vacío. McGonagall puso un hechizo de silencio en la puerta una vez esta se cerró en la cara de Theo.
– Hermione, escuché sobre tus nuevas buenas este verano. ¿Cómo estás? –
La chica suspiró. - Estaba bien hasta que la elfina cambió mis ojos. Aparentemente, mi padre me dio una poción para mantenerlos marrones. Tengo que admitir que eso fue bastante inquietante; aunque supongo que no es de extrañar que tenga los ojos azules como mis dos padres. -
Vio que McGonagall se estremecía. – Si, es sorprendente. – Hizo una pausa y luego pareció apoyarla. - Si necesita algo no dude en preguntar. Pero, debo preguntar si lo que escuché sobre el chico Malfoy es cierto. –
Hermione asintió tímidamente. - Si, estamos comprometidos. –
Neville la miró con horror y McGonagall cerró los ojos. - Bueno, esto complica las cosas. Esa magia es muy antigua, Srta. Granger. –
Hermione le brindó a Neville una mirada suplicante y dijo: - No era mi intención... –
Neville asintió comprensivamente. - ¿Harry y Ron, lo saben? –
Hermione sacudió la cabeza. – No le hemos dicho a nadie todavía, Neville. Es complicado. –
McGonagall suspiró. - Si necesitan algo, Madam Pomfrey por supuesto los ayudará. –
Hermione jadeó, entendiendo lo que la directora estaba diciendo y se sonrojó de un rojo brillante.
Luego, fue el turno de Neville. - ¿Entiendo que usted y la Srta. Lovegood tienen un acuerdo? –
Neville asintió, aún sonrojado.
- Bien, quiero ser firme en que, aunque Lovegood es menor de edad, Madam Pomfrey estará a su disposición. –
Neville se puso aún más rojo y asintió de nuevo.
McGonagall se tranquilizó y suspiró levemente. – Ahora, me preguntaba si puedo imponerles a ustedes dos que me hagan un favor. –
Hermione tenía una idea de qué favor era. - ¿Quiere que cambiemos de casa? –
Ella suspiró. - No, solo quiero que den un buen ejemplo a los demás estudiantes. –
Neville asintió. - Podemos hacerlo. –
Hermione asintió de acuerdo y la directora se marchó, apresurándose hacia el banquete.
Hermione suspiró y observó a Neville. - Felicidades por su compromiso. – dijo sonriendo.
Neville pasó un brazo por encima de sus hombros. - Gracias. Ahora, ¿Cómo terminaste comprometida con Draco Malfoy? –
Hermione sacudió la cabeza. - Demasiado vino y poca información. –
Una vez que le hizo el cuento completo a Neville, el chico no podía parar de reírse. - Oh Merlín, debe sentirse como un completo idiota. –
Ella asintió. - Sí, supongo que sí. ¿Cómo evitaste eso con Luna? –
Su amigo suspiró. - Le di unas prendas, joyas, y ella las aceptó. Así es como te propones sin tener que hacer el contrahechizo. –
Hermione gruñó. - Eso es estúpido, Neville. –
Él le dio una mirada comprensiva. - Lo sé. Vamos, me muero de hambre. -
•••
Cuando llegaron al Gran Comedor se encontraron a todos en sus lugares. Neville le sonrió y se fue para sentarse con Luna, quien claramente le había guardado un asiento. Hermione vaciló antes de cruzar miradas con Draco; estos estaban oscuros y casi atrevidos con ella. Suspiró a la vez que se daba cuenta de que ninguno de los otros de octavo año, excepto Draco y Theo, se habían sentado en la mesa de Slytherin. Blaise estaba cómodamente ubicado en la mesa de Gryffindor con Ginny Weasley a quien sabía que conocía por el Quidditch. Tracey Davis estaba en la mesa de Hufflepuff bastante tranquila, mientras Daphne Greengrass estaba con su hermana en la mesa de Ravenclaw.
Sonriéndole a unos cuentos estudiantes que querían captar su atención, Hermione caminó lo más rápido que pudo y se sentó en medio de Theo y Draco.
- ¿Por qué no se sentaron en otro lugar? – les pregunto por lo bajo mientras Theo le servía jugo de calabaza y Draco le entregaba una servilleta.
- Nos gusta nuestra mesa. – dijo Theo con una sonrisa.
Hermione le dio a su hermano una mirada cómplice. - No, sabías que me sentaría contigo así que te quedaste aquí para hacerme sentar entre serpientes. –
Theo gruño, pero no parecía arrepentido. - Eso también. ¿Qué quería McGonagall? –
Hermione se sonrojó y luego comenzó a susurrar. - Saber si lo del compromiso era verdad. Luego me dijo que Madam Pomfrey estaba disponible para lo que necesitara. – Lo miró largamente buscando que entendiera a qué se refería, simplemente porque estaba muy impactada de haber tenido que tener esa conversación con su profesora y ahora directora, así que quería compartir con su hermano su sentimiento de incomodidad.
Theo se puso serio, y miró a Draco quien estaba observándolo de manera curiosa.
- ¿Qué? – preguntó el rubio, levantando una ceja.
Theo, sin embargo, acercó a una sonriente Hermione y dijo: - Nada. –
Hermione se rió con ganas y se alejó de su hermano. - Basta, Theo. No la necesito de todas formas. Aprendí a hacer el hechizo por mi cuenta en cuarto año. –
Theo escupió el jugo de calabaza que estaba tomando. - ¿¡QUÉ!? –
La chica arqueó una ceja y agitó su varita, limpiando lo que había hecho su hermano mientras todos los observaban curiosos. - Theo, Pomfrey le enseña el hechizo a cada chica cuando comienzan a menstruar. – le susurro antes de besarlo en la mejilla. – Deja de ser un idiota. –
Se hundió hacia atrás, todavía con el ceño fruncido, pero asintió mientras Draco les daba una mirada interrogativa y molesta.
- ¿Qué demonios está pasando? –
Hermione fue quien respondió. - Nada. ¿Por qué no te sentaste en otro lugar? –
Draco se encogió de hombros. - Me siento donde tú te sientes. –
La chica suspiró. - ¿Es eso absolutamente necesario? –
Draco le dio un corto asentimiento y dijo: - De hecho, sí. –
Theo rodó los ojos, pero no argumentó nada y Hermione simplemente suspiró mientras observaba a la directora abrirse camino en el Gran Comedor con los de primer año.
Hermione observó como la primera pequeña niña avanzaba y era seleccionada en Hufflepuff. Aplaudió mientras veía a la pequeña niña correr hasta su mesa, luciendo aliviada. Cuando la siguiente niña fue seleccionada en Slytherin, se quedó paralizada, su rostro poniéndose mortalmente blanco.
Hermione se dio cuenta de cómo el resto del salón se sumió en un incómodo silencio y por eso se puso de pie y aplaudió, haciendo que Theo hiciera lo mismo. El chico lo hizo y cuando Draco se puso de pie, el resto de los Slytherin también lo hizo. Para la sorpresa de Hermione, Pansy Parkinson llegó hasta la pequeña niña y la tomó de la mano para guiarla hasta la mesa, susurrándole al oído en el camino. La niña se sentó y McGonagall asintió, buscando con su mirada a Hermione. La chica entendió que le estaba dando las gracias y le asintió de vuelta con una sonrisa.
Dos más de primer año fueron seleccionados en Slytherin, ambas niñas, que lucían aterrorizadas hasta que Pansy le hizo una plática de ánimo. El último niño en ser seleccionado fue a Slytherin y Theo se puso de pie para buscarlo, sentándolo junto a él y Hermione en la mesa.
Hermione le sonrió amablemente, pero él seguía luciendo atemorizado.
Suspirando le dijo al niño. - Ve a averiguar que Pansy les dijo a las niñas. Ellas se calmaron luego de que hablara con ellas. –
Theo asintió y se puso de pie para hablar con Pansy, quien lucía sorprendida y que luego se acercó a buscar al pequeño niño. Fue hablando con él mientras caminaban para unirse con las niñas. Ahora el pequeño estaba sonriendo y mirando alrededor con alegría. Con seguridad, cuando el niño se había sentado, se veía muy orgulloso.
Theo gruño, luciendo bastante molesto. - ¿Cómo demonios puede hacer eso? –
Hermione se encogió de hombros. - ¿Qué importa? Lo importante es que funcione. –
Theo suspiró y se tranquilizó, sirviéndole a Hermione antes de servirse a sí mismo. Se giró para ver a Draco observando a Theo quien se veía un poco avergonzado.
- Lo siento compañero. – Dijo Theo.
Hermione se rió. - ¿Por qué lo sientes? –
Draco no le contestó, pero le pasó un dulce. Ella le dio las gracias y comió su comida decidiendo que nunca iba a entender a los hombres, especialmente los hombres de Slytherin.
Cuando llegó el momento de dejar el Gran Comedor, corrió hasta Ginny quien le sonrió. - Vi que fuiste arrastrada al nido de serpientes. ¿Eres una Slytherin ahora? Blaise nos dijo que ustedes pueden cambiar sus casas. –
Hermione se encogió de hombros y sacudió la cabeza. - No, voy a seguir en Gryffindor. ¿Por qué? ¿Te dijo Blaise que va a cambiar de casa? –
Ginny se carcajeó. - No. Me estaba diciendo como va a ganarme en Quidditch. –
Hermione frunció el ceño. - Espera. ¿Podrán jugar? O sea, son de octavo año; no parece justo. –
Ginny le dedicó una sonrisa. - No, no pueden. Pero pueden entrenar a los otros jugadores si quieren. –
Hermione asintió a la vez que enlazaba su brazo con el de Ginny para caminar. Ginny había sido nombrada Premio Anual así que podría compartir dormitorio con Hermione y los otros tres chicos de Gryffindor.
- Amadora de serpientes. –
La cabeza de Hermione se giró, alejándose de la conversación que mantenía con Ginny, para ver quién había hablado.
Ginny entrecerró los ojos molesta. - Imbécil. – le dijo a la vez que movía a Hermione a un lado. –
Hermione frunció el ceño. - ¿Estaba hablándome a mí? –
Ginny gruño molesta. - Sí. No pasó desapercibido para nadie que te sentaste con Theo. –
La castaña se encogió de hombros. - Es mi hermano. –
Ginny suspiró. - Lo que significa que tienes a un mortífago como padre, Hermione. –
La chica se detuvo y miró a la pelirroja con los ojos ensanchados. - Oh, no había pensado en eso. –
Ginny sacudió la cabeza, triste. - Draco estuvo toda la cena mirándote, y eso tampoco va a pasar desapercibido. El Príncipe de Slytherin está enamorado de ti. –
Hermione suspiró y sacudió la cabeza. - Estás siendo ridícula, Ginny. Él no está colado por mí. –
La pelirroja sonrió. - Claro, y por eso están comprometidos. Neville me lo dijo. –
Hermione gruñó frustrada. - No "comprometidos". Hay un acuerdo basado en un estúpido hechizo que vamos a absolver tan pronto como podamos. –
Ginny se rió. - Claro, Hermione. Me gustaría que me explicaras porque tuve que escuchar sobre el compromiso de mi amiga por Neville y no por ella. –
Hermione se sonrojó y escondió la cabeza mientras pasaban por el retrato de la Dama Gorda. Obviamente tenía una explicación que dar.
- Pues, todo empezó con demasiado vino…
•••
Hay muchas reglas sobre este "compromiso" que van a ir descubriendo. No han sido reveladas por una razón, y como tu…Hermione es muy curiosa.
Espero que hayan disfrutado el capítulo. Sí, me he de tomar más tiempo para traducir, lo voy comentando porque habrán capítulos por los que se deberá esperar un buen tiempo, ya saben, la universidad y el trabajo pero todo con calma, los fines de semana traduciré lo más rápido que pueda :3
Pueden dejarme saber en los reviews cualquier cosa que yo los leo y por allí mismo estaré contestando.
Att.:
Garde
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