La música es la musa:

Canción para este capítulo: Kiss Me Slowly, Parachute

Letra: When the time comes, baby don't run, just kiss me slowly.

Capítulo 10

Aniversarios y Cumpleaños

La segunda semana de noviembre encontró a Hermione sentada en las gradas, leyendo durante el entrenamiento de Slytherin. Draco hizo una pausa sobre su escoba, mirándola con curiosidad, y luego se giró hacia Theo.

- ¿Qué demonios está haciendo aquí afuera? – le gritó.

Era una noche tormentosa y pronto terminarían la práctica. Hermione había hecho un encantamiento para protegerse a ella y a su libro de la lluvia.

Theo se encogió de hombros. - Ella dijo que quería venir. Creo que las tormentas la molestan y no quería estar en su sala común. –

Los ojos de Draco se entrecerraron. - ¿Por qué no quería estar en su sala común? –

Theo nuevamente se encogió de hombros. - No lo sé. Ha estado un poco retraída los últimos días. –

Draco miró alrededor y decidió que la llevaría de regreso al castillo. - Bien. Pues voy a llevarla de regreso al castillo antes de que atrape un resfriado y voy a tratar de averiguar qué demonios está pasando. –

Theo asintió y se alejó en su escoba. Draco aterrizó en las gradas y se metió debajo de la pequeña protección que ella había creado, con cuidado de mojar su libro.

- ¿Lista para regresar al castillo? – le preguntó suavemente.

Ella no lo miró, pero asintió de forma distraída. Él frunció el ceño y se puso de pie, esperando para cargar sus libros, y bajo la protección que tenía Hermione, corrieron hasta el castillo. Una vez dentro, él rápidamente los secó con un movimiento de varita y luego la empujó junto a él para caminar a la sala común de Slytherin. Ella en ningún momento levantó la mirada y él comenzaba a preocuparse.

Una vez estuvieron dentro, rápidamente la movió a la parte principal de la sala común. Davis y Greengrass los miraron cuando entraron y arquearon una ceja.

Él se encogió de hombros y la sentó, agachándose para observar su desanimado y pálido rostro.

- Hermione, ¿Qué sucede? –

Ella lo miró y él casi se estremeció por el inconfundible dolor en sus ojos. - El aniversario de mis padres es hoy y el cumpleaños de mamá fue hace dos días. Mi cumpleaños pasó y el de papá viene y… - su voz se rompió y esconde el rostro entre sus manos.

Draco se tensó cuando se dio cuenta de que todos habían olvidado su cumpleaños. Mierda. Theo no lo había mencionado en lo absoluto.

Levantó la vista un poco impotente para darse cuenta de que las mujeres de Slytherin's lo fulminaban con la mirada. Para su sorpresa, Pansy lo hizo a un lado y tiró de Hermione, susurrandole algo mientras la arrastraba hasta su dormitorio.

Draco se puso de pie y se pasó una mano de manera irritada por el cabello.

Daphne lo observó con precaución y le habló. - Sus padres… Ella les lanzó un Obliviate, ¿Verdad? –

Draco asintió y observó como la chica se puso de pie y fue detrás de Pansy. Tracey estaba sacudiendo la cabeza mientras recogía sus libros y se apresuraba también, dejándolo solo con sus pensamientos.

•••

Theo llegó unos minutos después, luciendo terrible por el cansancio. - ¿La llevaste hasta su dormitorio? –

Draco sacudió la cabeza y señaló la puerta de los dormitorios de las chicas. - Pansy se la llevó. Está bastante conmocionada. ¿Por qué no me dijiste que era su cumpleaños? –

Theo se quedó paralizado y luego maldijo. - ¡Oh mierda! Lo olvidé. –

Draco quería hechizar a su amigo hasta el cansancio, pero en lugar de eso se dirigió hasta la pequeña cocina para servirse un poco de té y le agregó un poco de brandy.

- Bueno, ¿No eres su verdadero hermano, idiota? ¿Cuándo fue? –

Theo se veía un poco molesto. – Diecinueve de Septiembre. –

Draco resopló de ira. - El aniversario de sus padres es hoy. Me dijo que el cumpleaños de su madre fue hace poco y el de su padre es dentro de poco. Es por eso por lo que está tan triste. –

Theo asintió y luego tragó. - Debemos hacer algo. –

Draco arqueó una ceja y luego se dio la vuelta para beber su té en sorbos. - Sí, maldita sea, debemos. –

Theo suspiró y dijo cansado. – Déjame ir a hablar con Ginny y luego decirle a Bop. -

•••

Hermione se levantó y parpadeó. Estaba en una cama con mantas de seda verde. Se sentó, miró alrededor y jadeó. Se había quedado dormida en el dormitorio de chicas de Slytherin. Pansy Parkinson estaba durmiendo en la cama junto a ella. Observó a su alrededor y vio que las tres mujeres habían elegido dormir en la misma habitación. De dónde había salido una cama extra para ella, no estaba segura. Se sacó el pelo de la cara y se puso de pie, buscando su capa y su varita.

Cuando las encontró, salió corriendo del cuarto solo para congelarse en su lugar cuando se dio cuenta de que había ropa, su ropa, al lado de su mochila. Ella se volteó y miró la ropa, hasta que escuchó una voz.

- Tu elfina. – era Pansy, con una pequeña sonrisa. – Será mejor que llegues a las duchas antes que nosotras Granger. Tardamos bastante tiempo. -

Hermione asintió y tomó sus cosas, así como su bolsa de aseo, y corrió hasta el baño. Cuando salió de la ducha, su ropa sucia había desaparecido. Una vez estuvo vestida, salió corriendo y se quedó paralizada.

Draco Malfoy estaba parado en la cocina con nada más que boxers, y tenía un aspecto increíble.

Ella debió haber hecho algún ruido porque el chico se giró y abrió los ojos de par en par.

- ¡Joder! Ninguna de las chicas sale antes de que nosotros nos vayamos. – dijo, un poco nervioso.

Hermione no podía apartar su mirada de su pecho, que tenía bastantes cicatrices. Algunas que ella reconocía, otras no.

- ¿De qué son esas? – dijo, mientras caminaba para tomar su varita del mostrador. –

Draco la miró con el ceño fruncido y miró hacia donde ella estaba señalando. - Bella se divirtió un rato conmigo. –

Ella se estremeció y se acercó para tocar su piel. - ¿Con un cuchillo? –

Él asintió brevemente. – Sí. -

Hermione suspiró y movió su mano hacia otra cicatriz que atravesaba su estómago. - ¿De qué es esto? –

Draco dejó escapar una pequeña bocanada de aire. - Mi querido padre se dejó llevar una vez mientras me castigaba y me abrió la piel. –

Hermione dejó caer la mano y lo miró con repulsión. - Draco, eso es horrible. –

Draco asintió y dijo. - No mires mi espalda entonces, Hermione. –

Ella miró por última vez su cicatriz y luego le dio la vuelta, ahogando un gemido de dolor.

Tenía la espalda llena de ronchas secas. - Oh…no. Oh, Draco. – gimió.

Él suspiró y volvió a girarse, sacudiendo la cabeza en su dirección. - Eso sucede. –

Hermione pisoteó con frustración. - ¿Dónde estaba tu madre? ¿Por qué no te protegió? –

Él se estremeció y dijo en voz baja: - Ella estaba ajena a lo que sucedía, para ser sincero. No le dije nada y estoy seguro de que él tampoco lo hizo. -

Hermione gimió horrorizada e hizo algo que la conmocionó muchísimo. Rodeó con sus brazos al chico semi-desnudo y lo abrazó con fuerza.

- ¡Lo siento mucho! ¡No me sorprende que fueras tan malo! –

Él se rió entre dientes y la abrazó, con cuidado de mantener su erección alejada de ella. - ¿Cómo estas esta mañana, amor? –

Ella tomo una gran respiración y se alejó de él, luciendo adorablemente alterada. - Estoy bien. Gracias por traerme hasta aquí. Ginny se molesta mucho cuando me pongo así y no me gustaría hablar de esto con ella porque sé que iría a decírselo a su familia y a Harry. –

Draco asintió, con rostro pensativo. - Las serpientes somos buenas con los secretos, Hermione. Ven siempre que quieras. -

Se quedaron allí parados por un momento, simplemente mirándose el uno al otro. Draco se sintió atraído hacia ella y tomó un rizo que comenzaba a salir de su moño que se estaba deshaciendo para ponerlo detrás de su oreja. Podía acostumbrarse a verla así, fresca y nerviosa. Podía ver el pulso en su garganta acelerarse y dejó salir un pequeño suspiro, acercándose a ella. Ella cerró los ojos y, cuando él estaba a punto de inclinarse y besarla, escuchó una puerta cerrarse de golpe detrás de ellos. Dejó escapar un pequeño gruñido de frustración y se alejó.

- Theo despertara pronto. – dijo en voz baja.

Hermione dio un salto, sus ojos se abrieron, y miró su reloj muggle, uno delgado y dorado que Draco nunca había visto hasta este año. Tenía la sospecha de que había pertenecido a su madre.

- Tengo que cambiar mis libros en la habitación. – dijo ella con apuro.

Draco frunció el ceño. - Manda a Bop a hacer eso y espera aquí por nosotros para escoltarte para el desayuno. No quiero que estés dando vueltas. –

Ella lo fulminó con la mirada. - Soy perfectamente capaz de caminar por mi misma alrededor del castillo, Draco Malfoy. –

Él gruñó, sabiendo que ella sería terca respecto a eso. - Sé muy bien que lo eres, pero nos preocupa muchísimo lo que te pueda pasar, así que, ¿Podrías esperar diez minutos? –

Hermione lo consideró y luego se encogió de hombros, caminando para tomar su taza de té y añadirle leche.

- Bien, pero me tomaré tu té. –

Draco sonrió, encontrando bastante lindo lo que ella hizo. - Bien, solo espera aquí. -

Entró a la sala común de Gryffindor con ella y eso causó bastante sensación y cuando se hicieron camino hasta el área de los premios anuales, los ojos de Ginny se abrieron de par en par.

- ¿Dónde demonios estuviste? – Bromeó.

Hermione se sonrojó. - Me quedé dormida en los dormitorios de las chicas de Slytherin. Nos quedamos hablando hasta tarde hablando. –

Los ojos de Ginny se ensancharon, pero estaba sonriendo y Hermione tenía la idea de que su amiga ya sabía dónde ella había estado. - Bien entonces. ¿Por qué Malfoy está aquí ahora? –

Hermione gruñó. - Porque se preocupan si camino sola por el castillo. – Se giró hacia Draco y le dijo: – Siéntete como en casa. Volveré enseguida. -

Cuando se apresuró a salir fue para encontrar a Draco tomando el té con los chicos que obviamente acababan de despertar y con que Ginny se había ido.

- Ginny tuvo que irse rápidamente. – Dijo Draco, viendo como ella miraba alrededor con curiosidad.

Ella suspiró. - Oh, claro. Bueno, ¿Estás listo? –

Draco se impulsó para levantarse del asiento donde estaba sentado y caminó para poner su taza en fregadero.

Hermione se despidió con la mano de los otros chicos que seguían en varios niveles de desnudez. Seamus nunca se ponía camisa cuando estaba en la sala común, pero incluso Neville solo llevaba el pantalón del pijama esa mañana.

- ¿No se visten cuando están en tu compañía? – Preguntó Draco un poco tenso una vez salieron de la sala común.

Hermione lo miró con los ojos entrecerrados. - Tú estabas solo en boxers esta mañana. –

Él gruñó. - Porque las chicas nunca están por allí hasta después de las siete. Tenemos un acuerdo con ellas. –

Hermione soltó una risita. - Honestamente, Ginny y yo usualmente nos vamos antes de que ellos se levanten. Es raro que me vean en la mañana así que asumo que estaban sorprendidos. –

Draco asintió, pero seguía con el ceño fruncido.

– De verdad, Draco, – le dijo encontrando divertida la situación. – Seamus nunca usa camisa, pero es inofensivo y he estado en su dormitorio con frecuencia a lo largo de los años. Todos ellos compartieron habitación con Harry y Ron. –

Draco se detuvo y la jalo hasta un pasillo desierto. - ¿Entrabas a los dormitorios de los chicos? – él demandó.

Hermione lo miró confundida. - Frecuentemente. –

Draco parecía estar o muy sorprendido o muy enojado; no podía decidir cuál.

– Draco, Ginny y yo pasábamos mucho tiempo con ellos en sus dormitorios. Es algo inofensivo. –

Él estaba sacudiendo la cabeza y le dijo: - No te metas en sus habitaciones, Hermione. No puedo…esto es… -

Sus ojos se agrandaron. - ¡Oh! Es porque estamos comprometidos, ¿No? –

Él asintió brevemente. - Sí. No puedes hacer eso. –

Ella sacudió la cabeza y simplemente dijo - Draco, no estoy saliendo con ellos. Son solo mis amigos y te aseguro que ellos no tienen ningún interés en mí que no sea que los ayude con sus tareas. –

Él tiró de sus cabellos y dijo duramente. - ¿Por qué no te querrían? Mierda, estás viviendo con ellos. Nunca sé si estás a salvo o no, y estás viviendo con tres hombres que no puedo decir que conozco lo suficiente como para confiar. Estoy perdiendo el sueño, y probablemente la mente, y Theo está preocupado y… -

Hermione lo observó con atención y se dio cuenta de que estaba realmente molesto. De hecho, ella no recordaba haberlo visto nunca tan emotivo. Parecía que esto era muy importante y ella sintió que debía respetarlo. - ¿Quieres que me vaya a vivir contigo? –

Él se quedó completamente quieto. - ¿Qué quieres decir? –

Hermione suspiró. - Me mudaré a los dormitorios de Slytherin. McGonagall me lo permitirá. ¿Eso funcionaría para ti, si yo durmiera allí? –

Su rostro eliminó cualquier rastro de enojo y le dedicó un pequeño asentimiento, mucho más sereno de repente. - Sí. –

Hermione se alejó de la pared donde se había recargado y le asintió con la cabeza. - Bien, entonces está hecho. Hablaré con McGonagall inmediatamente. Pero Ginny querrá visitarme muchísimo. Espero que eso esté bien. –

Él asintió. - Ella siempre es bienvenida. -

•••

Hermione no estaba sorprendida de que McGonagall le dedicara un asentimiento de aceptación. Hermione se aseguró de clarificar que no estaba haciendo un cambio de casa.

- No. Es solo que, después de todo lo que ha sucedido, creo que mi hermano se sentiría mejor si me quedara con él. –

No mencionó que Draco tenía un problema con ella estando alrededor de un semi-desnudo Seamus cada mañana.

Sus cosas fueron movidas inmediatamente y aunque Ginny estaba un poco molesta estaba también un poco alegre de tener un cuarto totalmente para ella e igualmente alegre de poder ir a visitar siempre que quisiera la "cueva de serpientes" como ella le decía.

Su hermano se veía muy aliviado que Hermione se sintió mal por no haber hecho el cambio al principio del año. Draco estaba mucho menos tenso e incluso Bop lucía más calmada cuando se encontraron para el té ese sábado. Bop solo la veía en sus días libres, que eran los martes y sábados.

Hermione escuchó el parloteo de la elfina por una hora entera sobre como Hermione estaba finalmente segura y su hermano ahora podía cuidarla.

Hermione se aseguro de asentir en los momentos adecuados, pero por lo demás se mantuvo en silencio. ¡Nunca le salió bien decirle a Bop que ella era perfectamente capaz de cuidarse a sí misma y de hecho había luchado en una guerra!

Si los otros Slytherin tenían una opinión sobre su estilo de vida, no dijeron nada e incluso los Gryffindor parecía que habían decidido que no era su problema donde ella dormía, o quizá simplemente no se dieron cuenta de que se había ido. Ella tenía horarios bastante extraños después de todo y ya no comía con ellos.

•••

Aproximadamente una semana después de mudarse a los dormitorios de Slytherin, entró a la sala común para encontrarse a todos sus amigos allí sonriéndoles.

- ¿Qué está pasando? – preguntó con sorpresa. Bop dio un paso adelante y la adentro a la habitación.

Ginny se acercó a abrazarla y decirle: - Estamos celebrando tu familia, Hermione. –

Hermione miró por encima de su hombro mientras Harry se acercaba y la abrazaba. - Pensamos que podíamos combinar sus cumpleaños y aniversario y crear una fiesta – le dijo, dando un paso atrás.

Hermione se giró para encontrar a Molly y Arthur Weasley parados detrás de Ron. Se secó las lágrimas y sonrió.

- ¡Están en la sala común de Slytherin! – dijo sorprendida.

Arthur sonrió y caminó para abrazarla también mientras su esposa sacudía la cabeza. - Ginny dijo que estaba en mejores condiciones que la de Gryffindor. –

Ginny asintió con decisión. – De mejores condiciones. –

Todos se rieron y Hermione se encontró caminando, pasando de amigo en amigo. La mayoría de la Orden del Fénix estaba allí también, incluso Kingsley, el nuevo Ministro de Magia electo.

La directora McGonagall hizo su aparición a mitad de velada y ni siquiera parpadeó cuando vio el vino y otras bebidas que sirvieron los elfos.

- Estoy segura de que solo aquellos que tienen edad para tomar tendrán un vaso. – dijo cuando vio la cara de sorpresa de Hermione.

Le guiñó un ojo a la aún aturdida Hermione. – Los elfos son muy buenos para vigilar ese tipo de cosas, ¿Sabes, querida? – le dijo, señalando con su cabeza la escena de dos estudiantes de cuarto año que lloraban lastimosamente ante un elfo cruzado de brazos que les había quitado las copas y les había dado cerveza de mantequilla.

Hermione le sonrió y fue a buscar a su hermano.

- Gracias por esto, Theo. – le dijo en voz baja.

Theo se encogió de hombros mientras miraba su libro de bebé, que ella asumía que los Weasley habían puesto en exhibición. Ella les había confiado la mayoría de las cosas que había guardado de la casa de sus padres durante la guerra.

- Todo fue idea de Draco, amor. – le dijo Theo con una sonrisa, mirándola en una foto que lucía unas coletas tupidas con su uniforme de escuela primaria, sonriendo a la cámara.

Hermione se giró para mirar a Draco hablar con el profesor Slughorn.

- ¿Draco hizo esto? – preguntó, atónita.

Theo asintió distraídamente. - Sí. Planificó todo con Bop, consiguió el permiso de McGonagall, y tenía a Ginny para decirle a quien invitar. – antes de que Hermione pudiera decir algo, Theo añadió. – Hey, hermanita, ¿Qué demonios es todo esto? –

Hermione miró abajo y se hecho a reír al ver la foto que su hermano señalaba. - Es un mago muggle. Mis padres contrataron uno para mi sexto cumpleaños. –

Theo sacudió la cabeza. - ¿Por qué esta vestido como un idiota? –

Hermione soltó una carcajada mientras procedía a explicarle sobre los magos muggles a su hermano.

Él la miró y dijo: - Los muggles están locos. -

Ella echo la cabeza hacia atrás riendo y luego le mostró las fotos de ella vestida para obras en la escuela.

Para el final de la noche, se sentía mejor que nunca. Se fue a la cama con una sonrisa en la cara, agradecida de su familia y amigos.

Como Kingsley dijo en el brindis: "Mantuvieron a Hermione a salvo para que pudiera salvarnos, y ella los mantuvo a salvo y también los salvó al final. Esta noche, agradecemos a los Granger. ¡Su amor y sacrificio viven a través de su hija!"

•••

Nota de la autora:

¡Hermione está en la cueva de serpientes ahora!

Los siento sobre el casi beso que no hubo. Mi musa parece pensar que se necesitan dos veces más antes de que, um, se haga la magia entre ellos.

•••

Nota de la Traductora:

Espero que disfruten de este pequeño regalo mega atrasado y estaré leyendo sus reviews, se los quiere

Att.:

Garde