Capítulo 4: Memoria Dolorosa
A veces no queremos decir lo que nos pasa por temor a los que puedan pensar, temor a los que podemos preocupar, y así muchas cosas vienen a nuestra mente en nuestra soledad, el dolor es lo único que consuela, mas sin embargo hay personas que buscan lo mejor para uno y ese era el caso de Mafuyu, su pesadilla había causado un alboroto, Uenoyama lo tuvo que abrazar al sentirle tan mal y verle en aquel estado.
-creo que si será necesario el terapeuta -sabía que Mafuyu no le agradaría aquello, no le gustaba hablar con nadie sus cosas y menos con un extraño, pero al ver la determinación de su novio no podía refutar contra ello, sabía que Uenoyama lo amaba y se preocupaba, pero le dolió serle una carga según sus pensamientos, solo quedaba ahora hablar y liberar todo aquello -Mafuyu -le mira -se que no te gusta la idea de un terapeuta, pero es necesario para ti en estos momentos -Mafuyu solo pudo bajar la mirada -por favor Mafuyu es por tu bien.
-No dije nada -dijo el chico molesto -y se que no tendré una opción por lo que aceptare de todas formas -para el azabache era algo preocupante aquello, pero a su vez adorable al verlo haciendo puchero de Mafuyu, sin duda ese chico significaba tanto para él, amaba con toda su alma a Mafuyu, pero le dolía el que este no se dejara ayudar sobre todo por él.
Los días pasaron rápido finalmente Mafuyu había sido dado de alta y tenía por lo menos una semana de reposo total, aquello aliviaba mucho al joven azabache pues tendría mucho tiempo para cuidar de Mafuyu como gustase, pero había notado un cambio extraño en el peli naranja, últimamente había estado muy callado y distanciado de todos inclusive de su madre, sin duda algo lo había afectado y detestaba saber que no tenia el conocimiento del asunto que padecía su novio.
-Te prepare un Te -hablo Uenoyama entrando a la habitación del joven con una taza en mano -es de jengibre con canela espero te guste -Mafuyu tomo la taza -espero te recuperes pronto.
-Si -dijo el joven como solía hacerlo -lo hare.
-Mafuyu...-Uenoyama no estaba seguro de tratar de hablar del tema de las pesadillas, Mafuyu solía cambiar rápidamente el tema o hacerse el dormido para no hablar de ello, pero su curiosidad era grande y preocupación también -la verdad me preocupa que esas pesadillas te ataquen -Mafuyu ya sabía por dónde iba la conversación.
-Uenoyama kun -deja el te de lado -no quiero hablar de eso, sé que debería, pero no me siento listo para hablar de ello -para el azabache aquello era doloroso, sentía que su novio no confiaba en el -no te sientas mal por ello por favor.
-No tranquilo -mintió -comprendo que no deseas hablar de ello pero -suspira -espero algún día puedas contarme el asunto -Mafuyu asintió -bueno -el ya no quería estar ahí, se sentía incomodo y muy dolido pero sobre todo molesto -trata de dormir le diré a tu madre que te este vigilando debo irme -suspira y mira su teléfono fingiendo que había recibido un mensaje de su hermana -debo irme Yayoi me dijo que llegara antes de las diez -Mafuyu asintió un poco triste, pues imaginaba que él se iba por la incomodidad que había en el lugar -trata de dormir naranjita -dijo para besarle la frente -vendré mañana -Mafuyu asintió y trato de dormir, para el era complicado, los recuerdos de Yuki eran horribles y sentía que le atormentaban no solo a Mafuyu sino a él también.
- ¿Te vas? -pregunto la madre de Mafuyu a lo que el azabache asintió -creo que intentaste hablar con el de las pesadillas ¿no?
-Lo intente -suspira -pero no quiero agobiarle, se que el no esta listo del todo pero me duele -confeso -y se que a usted también -la madre del joven solo pudo bajar su mirada, sabia que Uenoyama hacia lo que podía y que también agradecía a Dios que el no se cansara de estar con Mafuyu y de la actitud de este -mire no se sienta culpable como me lo ha dicho, se que no ha sido fácil y la entiendo, Mafuyu lo es todo para mi y si me frustra el hecho de que el no me diga, no nos diga que es lo que pasa, comprendo que Yuki fue parte de su vida y se que no podre reemplazarlo, pero -suspira -al igual que usted siento molestia con Yuki Yoshida aunque no lo conocí.
-Somos tres la verdad -aquello llamo la atención de Uenoyama -como te había mencionado, la madre de Yuki también esta molesta con el también, el enterarse que su hijo tomo esa decisión -aprietas sus manos -y no le dijera nada de cómo se sentía y si tenia problemas -se limpia el rostro -Saeko Yoshida ha soportado mucho con esto, esa mujer no deja de llorar a su hijo y no me quiero imaginar ese dolor.
- ¿Aun se lleva con la mama de Yuki? -pregunto Uenoyama a lo que Mashiro asintió.
-A veces viene a verme o yo voy donde ella -suspira -se que no es fácil para ella y no le digo nada a Mafuyu porque el se pone mal al ver a alguien que es relativo con Yuki, me sorprende que el pueda estar cerca de Hiiragi y Shizusumi.
-Aunque la primera vez que vio a Hiiragi salió corriendo -aquello llamo la atención de Mashiro -su hijo salió corriendo y yo lo detuve, Mafuyu solo huyo de ahí y si no lo detenía quien sabe lo que hubiera pasado -la mujer solo se sostuvo la frente y evitar llorar, no tenia idea de eso y mucho menos de la reacción de su hijo.
-Amo a mi hijo -dijo la mujer -pero...me duele que no me diga nada tampoco, me duele como madre y siento que me merezco esto por permitir que ese malnacido con el que me case, le hiciera ese daño -para ella aquello era complicado era una memoria dolorosa que padecía desde aquellos días, ver a su hijo sufrir fue lo que mas le dolió y ella no poder decir nada por temor a su esposo y padre de su hijo, sabia que si Yuki y Saeko no hablaban a la policía aquello hubiera terminado en un asesinato total -Gracias de verdad por no rendirte y apoyar a mi hijo y se que sonara feo esto que diré -suspira -pero si sientes que esto te duele exagerado entenderé si quieres renunciar a él.
-No señora -respondió Uenoyama -no le hare eso a él, no seré como Yuki -suspira -y no la dejare a usted tampoco porque Mafuyu es importante para mí, es cierto me duele que no me cuente nada y que se guarde todo pero -se sonroja -amo a su hijo de verdad y no dejare que nada mas lo atormente -en aquel momento Ritsuka sabia lo que hacia y aunque le doliera todo aquello no dejaría a Mafuyu solo, no seria capaz de hacerle eso, ese chico significaba vida para el y tal vez sea cierto que el siga siendo atormentado por el pasado y que el siga nombrando a Yuki era de lo peor, pero no dejaría que Mafuyu se quedara solo no lo iba a permitir y ni se lo permitiría asimismo -debo irme por favor -toma las manos de la mujer -vaya a descansar y no se siga torturando por una memoria dolorosa, también usted importa -aquellas palabras llenaron de lagrimas a la mujer quien solo pudo abrazar al joven, aquello era un consuelo, sentir que alguien también se importaba por ella, sentir que era aceptada; a lo lejos de la escena y sin hacer ruido Mafuyu había escuchado lo suficiente para ponerlo a pensar y reflexionar pero sobre todo a sentirse de forma indirecta herido, por lo que trataría de mantenerse fuerte de alguna forma.
Uenoyama se había marchado para su hogar, esperaba llegar a tiempo y evitar los regaños de su hermana mayor que más parecía su madre que su hermana, mas sin embargo no dejaba de preocuparse por Mafuyu, odiaba estar en aquel tormento, odiaba sentirse de esa forma, pero no le quedaba de otra, no iba a ser malo con el y no importaba si se tenia que sacrificar por Mafuyu, él lo haría con todo el amor del mundo.
-Yayoi ya llegué...-Uenoyama no podía creer lo que miraba ante él, ahí estaban Haruki y Akihiko con ella riendo y compartiendo de todo - ¿Ah me perdí de algo?
-Ah hermanito -hablo la joven -ellos vieron a buscarte, pero nos pusimos a hablar de todo un poco -era evidente que su hermana estaba un poquito pasada de copas.
-Aja si como no -mira a los otros dos -se nota lo profesionales que son ustedes dos ya como universitarios.
-El que seamos universitarios no significa que vamos a ser amargados -toma un sorbo -y aburridos Ueechi -parecía que Haruki y su hermana eran los que más gozaban con sus bebidas -además tu estabas con Mafuyu y no hay nada de qué preocuparse.
-Si eso es cierto -hablo Akihiko - ¿Cómo sigue? ¿quieres un poco? -le ofrece un poco de la bebida.
-A ver tengo a mi novio enfermo y ahora tengo a mi hermana y a mis dos estúpidos amigos que se supone son maduros, pero veo que no -suspira -bebiendo como si estuvieran en una cantina de mala muerte ¿Qué mas falta? ¿Qué sigue después? ¿Cantar canciones ridículas? ¿canciones de desamor? O ¿declarar tu amor a tu crush?
-Eso ultimo ya lo hice, pero me dijo que no -señala a Akihiko -y Haruki y el se declararon y son pareja -soltó una risa la joven -pero mírale el lado bueno -se trata de levantar -a mi ni me molesta y mas ahora que salgo con Take, yo no me debo preocupar por si a Akihiko y Haruki anden juntos -Uenoyama no sabia que responder a ese punto, sabia que su hermana y los otros dos podían hacer de lo que querían ya total ellos eran adultos.
-Son tan estúpidos esos tres -dijo Uenoyama tirándose en la cama para luego revisar su teléfono -Mafuyu como me preocupas, sinceramente me preocupas tanto.
La angustia se hacia presente en ambos corazones, la preocupación, la culpa y la memoria dolorosa que sentían, pese a todo él se sentía inútil e incapaz de perdonarse, el sentir que la culpa lo consumía, pero haría lo que fuese por no hacer sentir así a Uenoyama, por lo que opto por ir "cambiando" para no hacer sentir mal a los que le aman dejando del lado sus emociones sin saber que eso le repercutiría y de la peor forma.
