Capítulo 5: Martirio Silencioso
Pov Mafuyu
Oír aquellas palabras me lastimaron, oír el sufrimiento de mi madre fue lo peor, y el sentimiento de carga de Uenoyama kun ni se diga, quería de verdad superar todo lo que eh pasado, poder olvidarme de aquella discusión que ocasiono tu muerte, Yuki, has sido el amor de mi vida pero también mi martirio silencioso, tu muerte fue lo peor que eh vivido, tu muerte me ha orillado a esto, no se porque me sigues haciendo esto.
Verlos a ellos tan devastados y felices de forma triste es mi peor castigo ahora, pero hare todo para que eso no fuese así, aun si debía mentir de que todo estaba bien y que te eh superado lo hare, no quiero que sientan que los cargo con mi martirio con nuestro martirio.
Pov Normal
En la vida no sabemos que ha de pasar, no sabemos que veremos, tocaremos, escucharemos, sentiremos, ¿palabras? ¿objetos? ¿emociones? ¿Qué es lo que sabremos? Los secretos de la gente no ha de ser fáciles, nadie conoce a profundidad a nadie, pero si podemos escuchar el latir de sus corazones, Uenoyama y Mashiro habían hablado de tantas cosas aquella noche, sentir que no solo el se sentía angustiado con Mafuyu, esa noche el no pudo dormir en paz, no podía sacarse de su mente a Mafuyu y el nombre del que fue el amor de su vida Yuki Yoshida, para el era un martirio en silencio, aquel fantasma del pasado no les dejaba en paz, pero el azabache como todo el tiempo se hacia la pregunta, ¿Por qué lo hizo? ¿Qué fue lo que paso ese día? ¿Por qué lastimo tan profundo a Mafuyu? Las preguntas eran las que iban y venían a su mente, al igual que Mafuyu, quien tampoco podía dormir, Kedama lo notaba, dicen que los animales han de tener una conexión con el ser humano, identifican y sienten las emociones de sus amos, Kedama era el único y pese a ser un animal, que conocía las emociones del peli naranja, esa noche Mafuyu durmió con una manta que Uenoyama le dio al salir del hospital, aquello tenia el olor del chico que era dueño de su corazón o eso quería creer, aquello al menos le bajaba su dolor.
Colegio -Hora del Almuerzo
- ¿Cómo sigue Mafuyu Ritsuka? -pregunto una joven de cabello ondulado - ¿se siente mejor?
-Si, eh ido a verlo y se ve mucho mejor de lo que estaba -respondió -Gracias por darme los apuntes que el necesita Tori -agradeció el joven.
-No hay de que -respondió -Sato es muy querido en nuestra sección y al menos el saber que esta mejor nos tranquiliza y también -sonríe -nos alegra que el tenga un excelente novio -aquello sonrojo al azabache -ojalá el mío fuera como tú.
-Pensé que Masaru te cuidaba bien -bromeo Uenoyama -o por lo menos ser romántico.
-Si lo es -dijo la chica riendo -pero solo lo digo porque me sorprende que te esfuerzas mucho por él, sigue así, desde que eres novio de el se le ve mejor y ya no es tan callado como antes.
-Es bueno oír eso -dijo el joven -bueno por lo que veo ya termino la hora del almuerzo y solo faltan dos clases, si no te importa -saca su teléfono -podrías anotar número en mi teléfono, es para mantener en contacto en caso de que pase algo, por lo que veo se ve que eres la mejor amiga de Mafuyu o es lo que él me dice.
-El es un amor de persona -dijo la chica guardando su número en el teléfono -dame el tuyo para guardarlo también -le da el teléfono -Sato necesita al menos descansara esta semanita.
-según el medico así debe ser -suspira -nos vemos -se despidió, Uenoyama le gustaba saber que Mafuyu hablaba de el con orgullo con sus amigos y también el saber que este era muy querido en su sección, para él era lo mejor -Ueki quítate de mi asiento -pidió al ver al rubio bien cómodo en su asiento.
-No, es muy cómodo aquí y además tengo una excelente vista -dijo el joven viendo por la ventana pasar a las porristas del colegio.
-Tú quieres estar ahí para ver a las porristas lárgate de mi asiento -pidió nuevamente -Ueki hablo enserio.
-Ay por Dios -dijo el joven levantándose -que peleas este asiento, si ni siquiera te gustan las chicas para ver a esas hermosuras.
-Aja si claro -dijo tomando asiento -se te esta pegando las estupideces de Itaya -dijo para arre costarse -ya dejaste de ser tan serio para volverte un pervertido e idiota como él.
-Estoy aquí ¿sabes? -dijo el ofendido -y que Ueki sea así no es mi culpa, el aprecia muy bien a esas damiselas.
-Mejor concéntrate en tus apuntes en vez de decir pendejadas -sentencio para ver los apuntes que debía dárselos a Mafuyu, pero no sin antes revisar su teléfono y ver los mensajes de Mafuyu -Vaya esta muy animado, eso es bueno -dijo esbozando una sonrisa, eso le daba calma, el saber que Mafuyu se sentía bien y sentirle animado le daba paz.
Apartamento de Mafuyu
El joven peli naranja hacia el mejor esfuerzo de mostrar que estaba bien, quería al menos verse fortalecido y que todo estaba bien, pero le resultaba difícil hacerlo.
-Kedama...-dijo el joven tomando a su perrita Pomerania -me cuesta tanto poder hacer esto, pero ver a Uenoyama y a mi mama tan felices con mi supuesto cambio, que no me atrevo a dejar esto -la perrita pudo notar la tristeza del chico y solo se encargo de lamer la cara de su dueño en signo de consuelo, Mafuyu sentía el dolor en su pecho, sentía su alma muy adolorida, se esforzaba para no llorar y no colapsar nuevamente, odiaba mucho sentirse inútil emocionalmente pero haría lo que fuera por ver a Uenoyama y a su madre feliz.
Una semana después
Los ensayos habían vuelto, Mafuyu se había recuperado y se notaba sumamente alegre y mucho mejor de lo que esperaban sorprendiendo a todos, Uenoyama lo noto y no negaría que le gustaba y tenia tentaciones de hacer con Mafuyu lo que tan le gustaba en la cama.
- ¡Bien es todo por hoy! -respondió Haruki dejando su guitarra -Mafuyu -llamo -me alegro, saber que estas mejor y verte muy animado.
-La verdad es lo mejor -dijo esbozando una sonrisa -además ayer me la pase con Uenoyama muy bien -dijo con sonrojo.
-Ahora el sabe quien es el que manda en ese juego -dijo sonrojado abrazándole por la espalda -creo que sería bueno irnos -Mafuyu asintió.
-Bueno par de tortolos ya váyanse -respondió Haruki -antes de que pasen a la siguiente fase -Uenoyama iba a responder, pero Mafuyu opto por cerrarle la boca de un solo beso dejándole en shock.
-Nos vemos mañana -se despidió el joven mientras se iba con su sorprendido novio.
-Vaya Mafu se ve muy alegre ¿no crees? -le dijo a Akihiko quien estaba pensativo - ¿Qué te pasa?
-No lo se -respondió -me alegra ver que Mafuyu este feliz y todo, pero algo me dice que es solo una fachada.
- ¿Fachada? -pregunto Haruki -no te entiendo.
-Me refiero a que Mafuyu puede estar aparentando estar bien -dijo -no es fácil olvidar a alguien que amaste y te deja por medio de un suicidio, además la semana pasada Mafuyu estuvo muy deprimido.
-Tienes razón -dijo Haruki -la verdad no sé, no saquemos conclusiones sin saber los detalles, tal vez él se esfuerza realmente en tener un cambio.
-Esperemos que si -respondió Akihiko, para el rubio aquello era algo común, ya lo había vivido con Ugetsu en el pasado, esperaba estar equivocado con Mafuyu sobre ese asunto.
Habitación de Mafuyu
El sudor en ambos era presente, el gemido y sus cuerpos desnudos fundidos como la pintura en un lienzo, ambos solo se dejaban guiar por sus sentidos, por sus deseos carnales y olvidarse del mundo esa tarde, desde el beso sorpresa que Mafuyu le dio, le había excitado con ganas, Uenoyama esperaba que su amado tomara esta vez la delantera, quería sentirse como Mafuyu cuando él lo tomaba.
-Eres lo mejor se siente bien ahí dentro mientras gritas mi nombre Uenoyama kun no dejare que nadie más entre ahí...solo yo...-dijo el joven embistiendo al azabache -...eres mío y de nadie más -aquello dejo sorprendido a Uenoyama y muy complacido, no sabía que su amado era capaz de hacerle tan bien una penetración como él se la hacía.
- ¡Oh Mafuyu! ahh ohhh yo siento que me vengo - grito de placer – querido quiero venirme -dijo el joven sosteniéndose con fuerzas hasta sentir el goteo y expulsión del semen tanto del como el de su amado -Mafuyu...Uf.
- ¿Te gusto? -pregunto el joven con aquella mirada tan dulce.
-Como no tienes idea -dijo el chico para cubrirse junto a el con la manta más cercana -Mafuyu.
- ¿Sí? -dijo viéndole a los ojos.
-Eres tan hermoso como un ángel -dijo sobando la mejilla del chico -pero lo que mas me alegra es verte tan feliz a mi lado -aquello solo causo una sonrisa en el joven, pero a su vez la culpabilidad de lo que estaba haciendo.
-Soy verdaderamente feliz contigo -respondió -tanto que supere mi pasado -mintió, Uenoyama no lo noto pues el éxtasis y el sentimiento que tenia por Mafuyu lo había dominado, sin saber que pronto descubriría mucho mas de el de lo que esperaba.
