Capítulo 7: Fisura en el Alma

El dolor es algo inevitable, las fisuras que se han de formar en nosotros, a veces las circunstancias son dura, a veces tenemos que ser fuertes y no demostrar nuestra desgastada fortaleza, pero sabemos que se saldrá adelante después de todo, el amor no solo es sexo y besos, es entender y confiar también, pero sobre todo comprender.

-Mafuyu -soba la mejilla del chico -solo soy tuyo Mafuyu y tu solo eres mío ¿entiendes? -Mafuyu solo quito la mirada -Mafuyu por favor mírame, no estoy enojado -podía sentir el temblor de las manos del chico, cuando Mafuyu se ponía así era cuando estaba asustado y enojado -Amor por favor.

-No Uenoyama kun -dijo el joven tocándose el pecho -no me pasa nada, ya se me pasara -Mafuyu solo pudo soltarse e irse corriendo de ahí mientras era seguido por Uenoyama quien no quería dejarle solo, pero al ver lo lejos que ya iba decidió mejor detenerse, Uenoyama sabía que había hecho mal en hacerle caso a Kaji, no debió haber hecho eso, pero como dice el dicho, no se vale llorar sobre la leche derramada.

-Mafuyu...de verdad no fue mi intención -dijo el joven con la mirada baja mientras se retiraba.

No medimos lo que decimos, no expresamos lo que sentimos y nos dejamos guiar por los demás y sus sentidos, así fue lo que paso con Uenoyama y Mafuyu esa noche, para el azabache fue un error guiarse por Kaji, había olvidado que Mafuyu era alguien cerrado y que el mínimo detalle podía afectarle, ahora solo le restaba arreglar su problema con el al día siguiente, pues por ahora era imposible y tarde.

Casa de Ritsuka Uenoyama

-Yayoi -hablo el padre del joven revisando las cuentas -te tengo la buena noticia que ya no tenemos las deudas de la vez pasada.

-Claro desde que conseguimos mi asenso y el tuyo -suspira -ahora solo falta que Ritsuka aporte.

-Tu hermano es un niño aun -dijo el padre -además el debe terminar de enfocarse en terminar sus estudios y para que lo sepas tu hermano ayuda -Yayoi solo rodo los ojos hasta oír la puerta abrirse y dejar pasar al susodicho -justo de ti hablábamos.

-Con razón estaba estornudando -dijo con un semblante serio para dejar sus cosas aun lado.

- ¿Te pasa algo? -pregunto Yayoi -tienes una cara de muerto viviente pero mal hecho.

-Que graciosa -respondió con sarcasmo -creo que cometí un error.

_- ¿Y qué fue lo que hiciste? -pregunto el padre -o mejor dicho que no hiciste.

-Wow papa no imagine que era predecible para meterme en problemas -respondió con Sarcasmo -le hice caso a unos consejos de Kaji san.

-Ya imaginé que todo salió mal -rio Yayoi incomodando a los otros dos -solo a ti se te ocurre pedirle consejo a Akihiko.

-En primera ¿tu me hubieras dado un consejo? -la mujer solo negó riéndose -lo imagine, segundo el me dijo a mi no yo a el y tercero creo que ahora Mafuyu no confiara en mí.

- ¿Por qué dices eso hijo? -pregunto Yoshio el padre de Ritsuka - ¿pelearon?

-Es que Kaji dijo que podía ser que Mafuyu solo se ponía mal para tener mi atención, ya que no le eh dado tiempo a el lo necesario -respondió el joven viendo el semblante evidentemente irritado de su padre y hermana.

-Ósea le creíste a un tarado -hablo Yayoi -Ritsuka las relaciones son de dos personas nada mas a menos de que seas polígamo.

-Tu hermana tiene razón -dijo Yoshio -Mafuyu tal vez si se sentía mal y el que dudaras de esa forma de el pudo herirlo, supongo que por eso vienes de esa forma, se nota que corriste detrás de él -Ritsuka asintió -en lo personal debiste hablar con el de eso en otro momento y no de un solo, ese es tu problema Ritsuka eres muy directo y acelerado con las cosas y por eso pasan estos inconvenientes.

-Sinceramente ya no quiero hablar de esto -dijo el joven derrotado para luego irse del lugar dejando a su padre y hermana en la sala un poco preocupados, Uenoyama entendía que había hecho mal en ser directo con Mafuyu, quería conocer bien a su novio hasta el fondo, pero había cometido el fatídico error de irse de un solo a los comentario de Kaji, ahora solo debía enmendar el error que había hecho el mismo, esperaba que por lo menos Mafuyu le escuchara o tan si quiera le viera la cara.

Casa de Mafuyu Sato

Kedama era la amada mascota del peli naranja, la fiel compañera de Mafuyu y confidente, aquella bella perrita Pomerania era la única que lo había visto llorar de formas desgarradoras y silenciosas, se dice que los animales han de percibir las emociones humanas, y pueden comprenderlas, Kedama o Tama como Mafuyu suele decirle estaba acostada al lado del joven peli naranja quien solo podía llorar en silencio, su madre había llegado tarde y se fue directamente a dormir por el cansancio, para Mafuyu le era mejor pues aun no sentía ni siquiera la confianza con su propia madre de contarle como se sentía en aquello momentos, solo podía llorar y llorar por el asunto con Uenoyama y por sus pesadillas recurrentes con Yuki, internamente Mafuyu odiaba a Yuki, lo odiaba tanto por haberle dejado en el plano físico, por dejarlo en un mundo lleno de locura y peligros, dejarlo en la desolación total, ¿Yuki lo iba hacer siempre? ¿Yuki lo había planeado todo? ¿Fue el su detonante? ¿Qué hizo para merecer tal tortura? La fisura en su alma era inmensa, sabía que en algún momento reventaría, esperaba que no fuese así y que eso se liberara en una canción y no en una forma desagradable e innecesaria.

El alma o anima como se le conoce igual, es aquello que habita en nuestro cuerpo mortal, es aquello que le da vida a un cuerpo que caducará a su tiempo, somos entidades inmateriales que han de habitar en el recipiente llamado cuerpo, compuesto por huesos, sangre, órganos y tejidos orgánicos y muchas otras cosas más, cuerpo que ha sufrido heridas dejando salir aquel fluido rojo llamado sangre, nuestra alma pese a ser una entidad también puede dañarse y sentir el dolor tal vez no físico pero si emocional y espiritual, la fisura en el alma es un dolor latente que no ha podido liberarse hasta quebrantarse, donde la luz y la oscuridad se han de enfrentar para recuperar lo que les pertenece, el dolor de un ser inmaterial en un cuerpo mortal.

Colegio

Mafuyu había llegado algo temprano, no quería encontrarse por esos momentos con Uenoyama, no quería verlo, aun se sentía herido por aquel comentario y mas por el hecho de que este prefería escuchar otras cosas que las de el mismo, porque conocía bien a Ritsuka y solo reclamaría algo si alguien le comentaba algo.

-Mafuyu ¿y eso que estas tan temprano hoy? -pregunto una joven de cabello castaño.

-Quise venir mas temprano nada mas -respondió el joven con una falsa sonrisa que Tori noto, pero decidió no decir nada -además quiero hablar contigo ¿podemos? -la chica asintió y se sentó al lado del joven para comenzar la plática, el necesitaba sacar eso ocupaba decirle a alguien como se sentía de molesto y lastimado por lo que aconteció el día de ayer.

Mientras ambos jóvenes platicaban Uenoyama iba llegando, había pasado por Mafuyu, pero noto que este ya se había ido, aquello se lo imagino pues su novio, aunque no dijese nada era muy resentido con toda la palabra.

-Llegas tarde -hablo Itaya al ver al azabache -descuida no han tocado el timbre y la profesora no ha llegado.

-Menos mal -respondió el joven evidentemente desvelado.

-Te vez peor que un zombi -dijo Ueki al verle -te vez de lo peor en verdad.

-No molestes por favor -dijo el chico recostándose en el pupitre.

- ¿Paso algo? -pregunto Itaya - ¿te peleaste con Mafuyu o qué? -Uenoyama solo gruño de fastidio -y esta bien, pareces perro enojado.

-Ya solo déjenlo -respondió Waka -lo que haya pasado con el y su novio no nos incumbe.

-solo queremos saber porque viene como un zombi salido de una cripta -respondió Itaya -deberías de relajarte, si peleaste con Mafuyu solo hablen y asunto resulto.

-Con Sato es muy diferente hablo Kasai -por los momentos será mejor no tocar los temas de ellos dos porque Ritsuka no nos ha contado nada y el estar especulando crearía confusión, malentendidos y problemas.

-Ya escucharon a Kasai -respondió Uenoyama -así que déjenme en paz que yo resolveré este problema -estaba molesto y cansado, esperaba por lo menos hablar con Mafuyu y tratar de aclarar todo y de paso echarle toda la culpa a Akihiko por meterle esas ideas en la cabeza que ahora solo le traína problemas.

Universidad de Tokio

Las jornadas estaban terminando para algunos estudiantes y otras empezando, a diferencia del colegio o la escuela, la universidad se rige por sistemas mas independientes, cambios de secciones, horas libres y uno que otros escapes de clases, entre otros.

Yayoi Uenoyama, hermana de Ritsuka estudiaba en aquel lugar al igual que su ex novio y el actual novio de este, la joven de cabello negro estaba furiosa con el rubio, pues gracias a él su hermano había causado una pelea entre el y Mafuyu y la joven abogaría por el chico de la Pomerania como le decía ella.

- ¡Akihiko Kaji! -grito la joven al verle con Haruki en pleno almuerzo - ¡Voy a matarte! -exclamo iracunda llamando la atención de los que iban pasando.

- ¡Que rayos hice! -exclamo el otro - ¿Qué te pasa Yayoi?

- ¡Porque mierdas le dijiste esas cosas a Ritsuka sobre Mafuyu! -Haruki miro confundido al joven rubio y a la muchacha - ¿Sabes que por tus estúpidas ideas o sentidos ahora mi hermano y el están peleados?

-A ver yo solo le dije que percibía que Mafuyu podía estar llamando su atención con enfermarse -confeso -yo no lo dije con mala intención, que el sea directo son otras cosas aparte.

- ¡Akihiko! -exclamo Haruki - ¡Tú sabes cómo es Ueechi de directo! ¡Yayoi tiene el derecho de venir enojada!

-Que se me hace que hoy no tendré nada bueno -dijo rascándose la nuca -escucha no fue con intención lo juro por la tumba de mis ancestros y por la tumba de Haruki cuando muera -Haruki iba a replicar, pero Akihiko no lo dejo -yo arreglare esto.

-Ni se te ocurra -respondió Yayoi -lo que menos puedes hacer tu es arreglar un problema amoroso de otros.

-Vaya gracias -contesto con sarcasmo -tu hermano también debió medir las cosas sabe como es Mafuyu.

-Corrección sabemos como es Mafuyu -respondió Haruki - ¡sabes cómo es y aun así abres tu maldita boca para decir tonterías que ni han de ser reales y si, no tendrás nada bueno por estos días! -respondió sonrojado -ahora lo que deberás hacer es ir y disculparte con ellos dos por andar de soplón.

-No se como pude andar contigo y como el puede andar contigo -hablo Yayoi -se ve que no tienes ni la mitad de inteligencia de un grillo.

-Ok ya te estas pasando -dijo molesto para levantarse -yo iré por ellos, hablare y todo y santo remedio.

-Iremos querrás decir -dijeron los dos al mismo tiempo.

-Tanto Haruki como Yo iremos Akihiko -dijo Yayoi avanzando mientras los otros dos le seguían, odiaban estar en esa situación y mas Haruki, pues se sentía molesto por lo imprudente que fue su pareja con los otros dos muchachos, por mas que fuese sin mala intención había ocasionado una pelea entre dos personas complejas a la hora de expresarse o hablar normal como decía el, solo esperaba que al menos pudiesen hablar en paz con ellos dos.

Colegio

Ahí estaba el joven peli naranja en las escaleras donde comenzó todo, estaba un poco mal por lo que había pasado, Mafuyu tenia la mala costumbre de asumir con rapidez las cosas y sobre todo no querer escuchar al otro, sabía que Uenoyama llegaría ahí en cualquier momento, por lo que decidió irse para ese lugar recordando las palabras de su amiga.

"Hablando se resuelven los problemas Mafuyu, solo así podrás estar tranquilo y buscar la solución a tu problema"

Mafuyu sabia que debía hablar con Uenoyama de lo que había pasado, quería por lo menos hacer sentir su malestar y decirle por qué huyo de ahí sin dejarle hablar, esperaba que Ritsuka le entendiera y que le pudiera escuchar bien todo lo que quería decir.

-Uenoyama kun...-dijo el joven acurrucándose en el fondo de las gradas con un semblante evidentemente triste y con rastro de lágrimas silenciosas que cayeron durante su plática con Tori.

-Mafuyu...-aquella voz era la que quería escuchar, aquella voz que le hacia sanar pero a su vez quebrantar -Mafuyu yo...lo siento...-Uenoyama estaba ahí enfrente de él, con una flores que había sacado del jardín del colegio con la ayuda de Itaya, Waka, Kasai y Ueki -perdón Mafuyu, perdóname amor.

-Uenoyama kun...-respondió el chico sorprendido y dejando ver su demacrado rostro por las traicioneras lagrimas que brotaron de sus ojos durante todo ese día, Uenoyama solo pudo abrazarlo, odiaba verlo así y verlo tan vulnerable, odiaba verlo tan lleno de fisuras que esperaba que jamás se rompieran, pero que pronto lo harían.