Capítulo 7: Locura

La situación en el planeta no había mejorado en nada, el virus y muchas cosas más estaban aterrorizando a los humanos, para los dioses del olimpo era algo maravilloso, sobre todo para Hades y Poseidón, sabían que su sobrina no podría con lo que estaba ocurriendo en el mundo humano.

En el santuario las cosas ya estaban poniéndose intensas, algunos caballeros de diversos rangos ya estaban empezando a desobedecer al patriarca, más sin embargo eran detenidos por los guardias, para llevarlos a que se dieran una química para evitar traer el virus aquel lugar, uno de ellos fueron Milo de Escorpio y Dohko de Libra, habían logrado salir al pueblo por unas cosas y para salir de aquel lugar, sin embargo Shion se dio cuenta gracias a que unos guardias luego de recuperar la conciencia por los golpes brindados por Milo y Dohko confeso todo.

Casa de Libra

-Ay, Ay, Ay –se quejaba por el ardor –maldito Shion, es un paranoico, mejor trato de ponerme hielo, siento que todo me quema a quien rayos se le ocurre mezclar agua con gel de manos y solución salina –se quejó –juro que me las pagara –finalizo para luego meterse a su bañera con agua fría dejándose relajar el cuerpo y calmar el ardor que eso le había generado, mientras tanto en Escorpio, Milo no paraba de quejarse con Camus, quien le repetía una y otra vez lo estúpido que era.

Casa de Escorpio

-Insisto Milo fuiste un estúpido –regaño el acuariano –eres tan estúpido que se te ocurre salir en plena pandemia para ir a ligar mujeres con el vejestorio –se refiere a Dohko –debiste pensarlo bien que esto podía pasar.

-Lo sé –dijo colocándose crema –mírame parezco un camarón recién hervido, no sé qué rayos tenía esa agua, olía como alcohol con sal.

-De seguro fueron químicos que fueran como desinfectantes intensivos para asegurar que no andes el virus –explico por la video llamada –creo que ya aprendiste la lección.

-Y muy bien aprendida Ay…-se quejaba mientras revisaba cada parte de su cuerpo –oye quisieras ayudarme con un poquito de hielo para mis –y sin más ni menos el caballero de acuario le colgó –maldito solo quería hielo para mis brazos ¿Qué abra pensado?

Mientras que los dos "inteligentes" se las arreglaban para sanar el ardor que les había generado aquel baño, la locura ya estaba afectado a los gemelos, esta vez Saga se le ocurrió la idea de encerrar a su hermano en su habitación, eso debido a que Kanon había tenido intenciones de salir con los desafortunados Dohko y Milo, más sin embargo Saga fue más listo, colocando una alarma que indicara cuando su gemelo saliera o entrara del templo.

-¡Saga sácame de aquí! –Exigía el caballero golpeando la puerta -¡déjame salir maldita sea! ¡No seas así conmigo!

-¡Olvídalo animal! –Respondió –no te dejare salir por ningún motivo, y ni se te ocurra romper la puerta –Saga sabía que esa eran las intenciones de su hermano, sabía que era capaz de hacerlo.

-¡Sácame de aquí! ¡Sácame ahora! ¡Si no hare con tus huesos un collar y con tu carne se las daré al león de… a los leones africanos! –Kanon había olvidado por completo que no debía decir nada de la mascota de "contrabando" del caballero de leo.

-¿León de quién? –pregunto el caballero de géminis -¿animal? ¿De qué león estás hablando? ¡Kanon!

-Ya te dije el de África no hay ningún león en el santuario –respondió nervioso.

-Kanon…-abre la puerta y Kanon se le escapa -¡Maldito regresa acá! –grito mientras salía tras su hermano.

Mientras los dos hermanos se peleaban, en Aries, Mu se había enfocado a aprender repostería, y su conejillo de indias era su alumno, había aprendido una diversidad de recetas de postres tanto comunes como no comunes, más sin embargo Mu no sabía cómo dejar "neutro" el nivel de sabor.

-Maestro…-decía un adolorido Kiki (le habían hecho daño los postres de su maestro) –ya no puedo comer un postre más.

-Vamos Kiki a ti te encanta lo dulce –respondió el caballero de Aries –y mira es tú favorito –le muestra un pastel de mantequilla con zanahoria.

-Me encanta pero odio los vegetales –respondió el jovencito sosteniéndose el abdomen –si me disculpa iré por un medicamento para el estómago porque no se ofenda –respira y grita -¡Su malditos postres me destruyeron el estómago! Sin ofender claro –finalizo para retirarse de ahí dejando al caballero muy ofendido.

-Por Dios que malo es conmigo –dijo volviendo a lo suyo –si la combinación de frijoles con zanahoria y dulce no estaban mal –dijo para sí mismo y volver a lo suyo, no era un secreto de que el caballero de Aries no tenía buen sentido de lo culinario, mientras que otros si lo tenían.

Casa de Tauro

En Tauro, Aldebarán se encontraba en la cocina preparando su especial lasaña, normalmente la compartiría con sus camaradas y con el patriarca, pero con las nuevas medidas de seguridad que se habían establecido en el santuario, no podía hacerlo, por lo que decidió hacer una forma de envió.

-Bien creo que son suficientes bolsas de bio seguridad para todos –el caballero de Tauro se había dado el lujo de preparar más de la cuenta, llevaba días preparándose para ese momento –bueno creo que con 50 grandes lasañas poder mandarle a todos –si se había tomado el costo de preparar para todo el santuario, mientras este cocinaba en Piscis, Afrodita se dedicaba al 100% a cuidar sus amadas rosas.

Casa de Piscis

-Bien creo que Mila, Willa y Kima estarán bien –dijo sembrando las ultimas flores, al caballero se le había ocurrido en su cuarentena colocarle nombre a sus flores así como colocarles música y cantarles –creo que mis niñas y mis niños estarán bien, y más ahora que no están esos estúpidos merodeando por aquí pero antes –saca una cajita –hora de la pedicura –literalmente el joven sueco tenía muchas "ideas" de mantenimiento a sus plantas; Así estaban las cosas en el santuario, mientras que en Japón.

Mansión Kido

Los caballeros de bronce no se hablaban del todo, el único que hablaba con todos era Shun, mas sin embargo Seiya, Hyoga, Shiryu e Ikki no se hablaban en lo absoluto, esto debido a todo los incidentes que pasaron días anteriores, luego de que Ikki quisiera matar al caballero Pegaso y Cisne por los incidentes con sus postres y que este revelara una situación muy personal del caballero dragón, sin duda alguna no tenían intensiones de hablarse.

-¡Enserio van a seguir así! –Regaño el caballero Andrómeda -¡qué barbaridad con ustedes! ¡Somos amigos hermanos literalmente! ¡Parecen niños de 5 años!

-¡Entonces dile a tu hermano que no nos mate por lo de su postre! ¡Él fue quien empezó a molestar desde un primer punto –acuso –no es justo que nos ganáramos estos golpes por algo que no tiene relevancia.

-Eran mis postres –hablo el Fénix –estoy harto con ustedes dos y será mejor que me retire de aquí –se levanta y se va.

-Y tu Shiryu –hablo Shun -¿seguirás así y toda las semana?

-¿Cómo veré a Shunrei ahora? –pregunto el caballero.

-Con los ojos –respondió Seiya riendo junto a Hyoga ganándose una mirada asesina por parte del caballero dragón -¿Qué?

-Me refiero a que no podre verla más por el hecho de que ella me está evadiendo –aclaro el joven –desde que Ikki dijo eso, ella me evade como no tienen idea y es obvio que ella me odia por lo que dijo el susodicho hermano tuyo.

-Bueno la verdad –Shun no podía defender a su hermano en aquella situación, sabía que el caballero dragón tenía el derecho de estar enfurecido por lo que había ocurrido, sabía que la joven asiática era tímida y el que Ikki saliera con ese comentario ante ella fue suficiente para terminar de "regarla" –iré a ver qué pasa con ella –y sin escuchar las protestas de su amigo el caballero Andrómeda fue en busca de la joven, quien estaba en su habitación tratando de resolver su situación –Shunrei –llamo –soy yo Shun ¿puedo pasar? –tras unos minutos la joven abrió la puerta.

-Hola Shun ¿pasa algo? –Pregunto la joven –no me digas que Shiryu te mando a hablar conmigo, la verdad quiero hablar con él o con alguien de este asunto –la joven evidentemente quería hablar con alguien de ese asunto además de confesar algo que nadie se esperaría.