Capítulo 7:
Con Inuyasha y Kagome
Kagome se quedó pensando en que respuesta dar, la situación cada vez se hacía más tensa a la espera de una respuesta por parte de la chica.
---Kagome: Yo vivía aquí...
---Inuyasha: Exacto vivias ahora no, dijo mientras cogía la maleta de la chica y se dirigía hacia la puerta con ella.
---Kagome: ¡¡¡Espera!!!-le gritó-tengo una idea.
---Inuyasha: Te escuchó-dijo impaciente.
---Kagome: Se que en la casa hay más habitaciones para dormir que las que ocupais Shippo y tú, entonces te propongo vivir aquí a cambio de cuidar a Shippo durante las 24 horas del día.-no le quedaba otra, sino no tendría donde ir.
Inuyasha se quedó pensativo ante la propuesta de la muchacha, era un disparate pero aunque no lo quería reconocer Shippo necesitaba un adulto durante más horas que las que le dedicaba él. Finalmente aceptó la propuesta y llevándola al que sería su actual cuarto le empezó a explicar en que consistiría su trabajo, a que colegio iba Shippo y también le dio algunos números de teléfono por si pasaba algo que pudiera localizarlo.
Cuando terminó la dejo sola para que ordenase las pocas cosas que había traído
Con Miroku
Ya era lunes, el fin de semana había pasado muy rápido, se encontraba ante las puertas del Colegio Elemental Sengoku; cuando le dio la dirección al taxista que lo había llevado hasta allí no se imaginó que sería el mismo colegio donde él estudio; bueno el mismo no ya que este edificio era nuevo y estaba en otra dirección.
Miró en todas direcciones en busca de Sango, había llegado con antelación pero aún así no se había evitado la avalancha de niños y padres que le impedían ver con claridad. Entonces la encontró, iba de la mano con un pequeño de 4 años que le iba enseñando sonriente el dibujo que había hecho ese día en el colegio, cuando su madre levantó la cabeza y reconoció a Miroku se dirigió hasta donde él se encontraba.
---Sango: Hola-le saludó amigablemente , mientras cogía con fuerza la mano del pequeño.
Miroku no podía hablar, un nudo le atravesaba la garganta, había que ser ciego para no darse cuenta que ese niño era su hijo.
---Miroku: Hola-dijo con voz débil.
Sango viendo lo difícil de la situación se apresuró a hacer las presentaciones, ya no había sentido en ocultárselo a Miroku.
---Sango: Miroku este es...Kaji, Kaji este es Miroku.-dijo presentándolos.
---Kaji: ¿Eres amigo de mi mamá?- preguntó sonriéndole.
Miroku miro a Snago y decidió no decir la verdad...al menos por el momento.
---Miroku: Si, soy un viejo amigo suyo- dijo cuando se puso a la altura del niño.
Kaji mirando hacia su madre le dijo con voz alegre.
---Kaji: ¿Puede venir con nosotros a cenar? Di que sí porfa porfa.
No pudiéndose negar a los ruegos del pequeño aceptó a que fuese a cenar con ellos. Cuando empezaron a caminar al rato Kaji empezó a cansarse y Miroku cogiéndolo entre sus brazos lo llevó hasta la casa, era una sensación nueva para él pero le gustaba y estaba dispuesto a luchar para conseguirlo pero no se imaginaba hasta que punto tendría que hacerlo.
Continuará...
Nuevo color:
AguamarinaKaji
