Capítulo III
En un viejo suspiro
- Karin – musitó tratando de disimular un poco la sorpresa que le había causado el verlo ahí.
Hizo una formal reverencia ante ambos invitados y caminó casi como zombie hasta Yuuri, no dijo nada, ni si quiera volvió a levantar la mirada, pareciera que la punta de sus zapatos era tan interesante… pero Yuuri no podía pasar inadvertidas las constantes miradas curiosas que le lanzaba Karin a su prometido, tratando de buscar su mirada, que celosamente resguardaba Wolfram…
- ¿Gustan de dar un paseo por el castillo? – preguntó Gwendal.
- Me parece una gran idea, hace… - meditó Alexander - ¿Cuántos años que nos fuimos, Karin?
- 6 años – respondió tímidamente.
- Cierto… - suspiró – Debe de haber cambiado bastante…
- Algunas cosas – opinó Conrad.
- Entonces, síganme – guío Gwendal saliendo de la oficina.
De momento todo pareció ir en cámara lenta, todos salieron simplemente quedándose atrás Yuuri, Wolfram y Karin, el primero pudo notar la mirada dorada cruzándose con los ojos esmeralda… y Yuuri intentó tomar de la mano a Wolfram, algo dentro de sí le estaba indicando que era la mejor manera pero… Günter lo jaló --
- Vamos, su majestad, no puede dejar solos a sus invitados.
- Pero… pero… - intentó rehusarse.
- Nada de peros, su majestad… andando.
Lo último que pudo ver antes de salir de la oficina, fue a Karin sonriéndole amigablemente al rubio.
-:-
Yuuri prácticamente caminaba por inercia, no tenía mucho que decir puesto que no conocía a Alexander, y los demás le platicaban todo lo que había sucedido, así que su tormento estaba ocupando su pensamiento, se giraba cada ves que podía, para ver a Karin y Wolfram caminando un poco rezagados… y… ¡Platicando! Karin hablaba a lengua suelta, mientras Wolfram lo escuchaba y sonreía algunas veces tímidamente… momento… ¿Tímidamente¿Desde cuando Wolfram era tímido?
Exasperado apretó con furia los puños, dándoles la espalda…
- Ladrón de amigos – musitó – Si… amigos… bueno… prometido/amigo – pensó relajándose un poco.
- ¿Estás bien? – le preguntó Conrad en voz baja.
- Si… ¿Por qué habría de no estarlo? – intentó de disimular una sonrisa.
- Tiene razón, su majestad…
- Bueno… un poco… sorprendido, es todo.
- Ah… - volteó disimuladamente a ver a los chicos – Llevaban muchos años sin verse, es normal que quieran platicar…
- Karin desde hace un año que me estaba insistiendo con venir – comentó Alexander captando la atención de Yuuri – Ha extrañado mucho a Wolfram…
- Igual a Wolfram le afectó su partida – dijo Gwendal.
- Eran muy unidos… - recordó Günter – Tanto que Wolfram prefería que él le enseñara a combatir ¬¬…
- Pero han sido buenos resultados ¿No? – dijo Conrad sonriente – Wolfram es muy bueno con la espada a su edad.
- No digo que sea malo u.ú…
Yuuri no pudo evitar hacer una mueca de disgusto, ahora hablaban felices de la vida de cuando Karin vivía en el castillo ¡Incluso Conrad parecía maravillado recordando!
- ¿Eres tú, Al! – se escuchó gritar a una mujer desde el final del pasillo.
- ¿Celi? – inquirió Alexander.
- ¡Al¡Eres tú! – exclamó la mujer corriendo a darle un gran abrazo - ¡No lo puedo creer¿Por qué no me avisaste que vendrías!
- No tuvimos tiempo n.n'
- ¿Tuvimos? No me digas que… - miró por encima del hombro del chico topándose con un Karin muy asustado - ¡KARIN!
- Ay no – dijeron a coro el aludido y Wolfram.
Celi corrió hacia el chico y le dio energético abrazo que estuvo a punto de ahogarlo.
- ¡Kaaariinnn¡Tenía tantas ganas de verte¡Ahora eres todo un hombre!
- Madre, por favor ... – suplicó Wolfram.
- ¡Ya no puedes tener nada con Karin, Wolf, así que no te pongas celoso!
- ¿De que demonios hablas, madre! – gritó colorado de la vergüenza.
- ¡Tenemos tanto de que hablar! – siguió gritando sin soltar la mano del ahora cara de tomate Karin XD - ¡Puede ser la oportunidad perfecta para conseguirle una linda prometida al pequeño Karin!
- Madre -- no todos tienen tu manía de casarse cada ves que puedan ¬¬ - dijo Wolfram.
- ¡Pero que cosas dices, Wolf! – suspiró – Mejor díganme de que hablaban...
Celi se integró a la plática soltando al pobre Karin que luchaba por bajar la temperatura de su cuerpo, aunque al final hasta Wolfram terminó burlándose por lo bajo del chico.
- No te rías de tus mayores u.ú – gruño Karín con el rostro colorado.
- Mi madre sigue poniéndote nervioso, algunas cosas no cambian XD
- ¿Sigue? Jamás me ha puesto nervioso ¬¬…
- ¿Entonces por qué estás colorado?
- Es que hace mucho calor…
Wolfram le sonrío a Karin, una sencilla sonrisa… pero para Yuuri fue casi una declaración… ¿Pero es que él no se daba cuenta de que siempre le sonreía a todo el mundo menos a su prometido? Tal ves si, arrepentido de cómo lo había tratado tanto tiempo suspiró resignado… lo más seguro es que estuviera imaginando cosas que no eran…
- ¿Sigues entrenando? – le preguntó Karin.
- Lo había dejado un tiempo…
- ¿Y eso…?
- Pues con todo lo de las cajas no había podido, pero si estuve en varias peleas…
- Y al ver que estás aquí significa que no te fue mal.
- Algo así – musitó abochornado por la tierna mirada de su antiguo maestro.
- Me gustaría aprovechar mi estancia aquí para volver a entrenarte – confesó dejando helada la sangre de Yuuri que había comenzado a caminar mas lento para poder escuchar - ¿Qué te parece?
El rey suspiró aliviado, obviamente Wolfram se negaría.
- Me parece genial – sonrío.
- ¿QUÉ! – gritó para sus adentros.
- Los soldados aquí buscan no herirme, no pelean como deberían por tratarse de mí.
- ¿Siguen con eso? – preguntó con fastidio – Bueno, les daré una lección y de paso te entrenaré.
- Espero que Gwendal y Conrad estén de acuerdo.
- Lo estarán, ellos saben que también es lo mejor para ti.
- Ah… supongo.
Hubo un instante de silencio mientras siguieron recorriendo los amplios pasillos del castillo, y en mas de una ocasión, alguna chica del servicio cometió alguna estupidez mirando a Karin.
- Has crecido – observó.
- No creo…
- Si, ya no eres el mismo niño del que me despedí esa tarde.
- Ahhhhhh… - balbuceó algo pero al final no logró decir nada, sus mejillas estaban teñidas de un sonrojo algo difícil de ocultar, mientras Karin sonreía nuevamente con esa mirada de ternura.
- Dejaste de escribirme hace poco más de un año.
- Si – admitió cabizbajo.
- ¿Fue por tu prometido…?
Wolfram se detuvo en seco y lo miró sorprendido, incluso pareciera que le habían anunciado una pena de muerte pues su rostro lucía totalmente pálido.
- ¿Cómo te enteraste…?
- Por favor¿Su majestad comprometido con Wolfram von Bielefelt? Es una noticia que se extendió rápidamente…
- Fue un accidente – confesó cabizbajo.
- Eso no lo sabía – murmuró – Anímate, Wolf…
- ¿No estás enojado? – preguntó con voz quebrada.
- Claro que no – respondió revolviendo las suaves hebras de cabello rubio justo al tiempo que Yuuri los observaba.
Él realmente quería hacer eso… tocar su cabello había sido su mayor tentación desde que lo conoció.
Wolfram se volvió un manojo de nervios, pero no pudo evitar sonreír ante la caricia ¿En verdad el rubio mal humorado podía tener esas expresiones tan cariñosas? Claro que podía… en numerosas ocasiones Yuuri fue testigo y objeto de estas, pero siempre mal contestándole, ignorándolo, recordándole que todo había sido un error… y Wolfram aguantaba, lo soportaba y lo intentaba nuevamente recibiendo los mismos resultados.
- Su majestad – le llamó Günter – Es hora de que continuemos con sus clases.
Tenía que estar bromeando… ¡No los iba a dejar solos!
- Mejor mañana – suplicó - ¿Si?
- No no no, la fecha se aproxima y no hemos avanzado prácticamente nada.
- Perooo…
- Vamos, Su majestad – le jaló nuevamente contra su voluntad mientras su mirada no podía despegarse de la pareja que iba mas rezagada… donde su prometido, ni había notado su ausencia…
Por mas que obvias razones, Yuuri no entendió ni la cuarta parte de lo que Günter luchaba por explicarles sobre las flores de ese hermoso jardín, su mente divagaba en la plática de Wolfram y Karin, no… divagaba en las reacciones del primero, sus sonrisas, esos suaves sonrojos, la timidez de sus palabras… ¡Demonios¡Él había tenido todo eso y lo había desaprovechado! Abrumado recordó esas noches de frío en compañía de Wolfram, cuando el chico lo abrazaba para mantenerlo cálido… y él de inmediato lo empujaba hasta aventarlo de la cama… en las últimas ocasiones comenzó a percatarse de la mirada triste y no la desafiante que le otorgaba en un principio, y le preocupó… pero no hizo nada, jamás hacia nada al respecto…
En realidad Wolfram le había aguantado innumerables cosas…
- Su majestad – dijo Günter en un suspiro – Nuevamente me está ignorando…
- ¿Ahh? No es cierto… - mintió.
- Vaya que lo es ¿Qué sucede?
- Nada, nada…
- ¿Le preocupa…?
- ¡No me preocupa Wolfram! – exclamó.
- No iba a decir eso o.o pensé que sería el examen…
- Ah… si, es el examen… ¬¬'
Günter lo miró fijamente a los ojos y dijo.
- Wolfram no haría nada que lo lastimara… él mismo dejó de escribirle cuando se comprometió con usted.
- No me interesa – musitó.
- Karin le mandó varias cartas más, pero él siempre las ignoró…
- ¿Fueron algo? – preguntó tímidamente.
- Creo que es algo que solo ellos saben…
- Ya veo…
- Intentémoslo una ves mas ¿Si? Prometo que si me pone atención dejaremos las clases para mañana.
El pelinegro aceptó gustoso, atender un rato a pétalos, tallos y hojas no era tan terrible, luego podría ir a ver a sus invitados… (Como si eso realmente le importara XD)
Apenas Günter dio por finalizada la clase del día, caminó a toda prisa por los jardines en busca de sus adorados invitados, hasta que unos gritos y ruido de espadas captó su atención, preocupado corrió hacia donde se encontraban los soldados topándose con Greta, quien miraba maravillada.
- ¿Qué pasa? – preguntó Yuuri haciéndose un lugar entre Anissina y su hija.
- ¡Wolfram está practicando! – exclamó eufórica – Son dos contra 10…
- ¿Dos? – repitió levantando la mirada… - Karin…
Tenía que admitirlo, podía comprender la mirada maravillada de Greta y los demás, Karin era magnífico… y se complementaba totalmente con Wolfram al combatir, apenas si quedaban 3 soldados, quienes en realidad comenzaban a dudar en seguir…
- Ese Karin ¬¬ - gruñó Günter malhumorado – Siempre tan agresivo…
- ¡Es genial! – gritó Greta - ¿Es el maestro de Wolfram?
- Se podría decir – le respondió Anissina.
- ¡Wow¡Y Wolfram pelea como él! – la niña brincaba de emoción, de hecho en la mirada de todos había cierto brillo de asombro, menos en la de él…
En cuestión de minutos, los tres soldados restantes ya habían perdido la espada.
- ¡Bravo Wolfram! – gritó Greta aplaudiendo.
Pero en eso… otro fuerte sonido de espadas los calló abruptamente, Gwendal y Conrad habían entrado al combate… bueno, práctica. Aunque Wolfram dudaba seriamente el poder contra su hermano mediano y pues… Karin tal ves derrotaría a Gwendal, aunque esperaba que no o el moreno estaría de mal humor eterno.
- ¡Esto es mejor que las luchas! – dijo una voz a sus espaldas.
Yuuri se giró topándose con Murata, quien se paraba de puntillas para observar bien.
- No te había visto por aquí…
- Había estado en meditación con Ulrike – explicó acomodándose los anteojos para ver mejor - ¡Wow! Ese chico es igual de bueno que su padre…
- ¿Conociste a su padre?
- Bueno… ya sabes, el gran sabio… bla bla bla…
- Uh… ok… - de todas maneras no quería ni saberlo.
Una espalda salió por los aires cayendo del otro lado, había sido la de Wolfram e incluso él estaba en el suelo totalmente agotado. Gwendal sonrío y detuvo su pelea de práctica con Karin, el pequeño Wolf lo había hecho bastante bien…
- ¡Tenemos muchas cosas que perfeccionar! – le reprendió Karin al rubio mientras lo ayudaba a incorporarse – Bajas la defensa en el lado izquierdo, tus ataques llegan a ser tan rápidos que no tiene precisión…
- Lo hizo bastante bien – interrumpió Conrad sonriéndole al chico.
- Eso no lo puedo negar – admitió Karin – Pero podría hacerlo mejor…
Wolfram recogió y enfundó su espada sin poder regular su respiración agitada, tenía años que no tenía una práctica tan exhaustiva… si… 6 años precisamente.
- Espero que lo entrenes como antes – dijo Gwendal dirigiéndole una fija mirada a Karin.
- Por supuesto.
- Karin es de los mejores soldados del reino – opinó Conrad inflando de orgullo a Alexander.
- Definitivamente, al parecer él lo heredó de nuestro padre.
Greta corrió hacia Wolfram y se colgó de su saco azul, como hacia normalmente, el chico se agachó y jugó con el cabello de la niña.
- ¿Quién es la pequeña? – preguntó Karin inclinándose un poco para verla de cerca.
- Se llama Greta – respondió – Y es mi hija…
Lo último lo dijo sin querer mirar a Karin a los ojos, pero al parecer su expresión no cambio porque Greta lo seguía mirando maravillada.
- No sabía que tuvieras una hija…
- Pues… Yuuri la adoptó y pues… ah… al ser su prometido pues… la he tomado también como mi hija…
- Tú maestro es asombroso - - dijo la pequeña sin poder apartar la mirada del apuesto joven.
- Lo sé – admitió con orgullo.
- Será mejor que vayas a bañarte, Wolfram… - opinó el chico – Nosotros todavía tenemos unos asuntos pendientes con tu hermano ¿Nos podemos ver al rato o mañana?
- Claro – respondió el chico sin dudarlo, por un momento todo parecía como 6 años atrás - ¿Dónde siempre?
- Si… estará bien – sonrío jalando la mejilla derecha del rubio – No te metas en problemas, nos vemos.
Y, al menos los mayores, se marcharon dejando solos a Yuuri, Greta y Wolfram, Murata se había unido a los demás con la intención de poder hablar con Karin y Alexander, le recordaban tanto a su padre que la curiosidad lo mataba.
- Son buenos amigos ¿Neh…? – preguntó Yuuri como quien no quiere la cosa XD.
- Si – contestó con sinceridad – Hace años que le encomendaron el cuidar el límite del este… tenía mucho tiempo que no lo veía.
- Pensé que Günter había sido tu maestro.
- Lo fue un tiempo… pero… conocí a Karin…
- ¡Nicola! – exclamó Greta mientras corría hacia la chica que entraba por la puerta de la cocina con una linda Ernesta de año y medio en los brazos.
Dejando a sus papás solos XD…
- ¿Y… cómo se conocieron?
- Una larga y aburrida historia – se defendió un Wolfram nervioso que comenzó a caminar hacia el castillo.
- Tengo tiempo y nada puede ser más aburrido que estudiar miles de flores…
- Si quieres te puedo ayudar.
- Neh… no quiero quitarte tiempo con tus visitas… además mañana ya quedaron de verse.
- Ah… - entonces fue cuando reaccionó de que había dicho eso justo frente a Yuuri… pero a él ni le importaba… ¿Oh si…? – Como quieras – dijo enojado.
Yuuri caminó justo tras de él, en total silencio, observando lo hermosa que era esa persona a quien accidentalmente le había propuesto matrimonio y quien lo había protegido con su vida… con todas las enseñanzas de Karin ¡Demonios! Algo dentro de sí lo estaba aniquilando…
- ¿Piensas seguirme hasta los baños? – preguntó Wolfram aún enojado.
- ¿Por qué no?
- Tal ves quiera un poco de privacidad.
- Tú eres el que no conoce esa palabra o al menos finges no hacerlo cuando yo te la pido…
El rubio apretó los puños y aceleró el paso siendo seguido de cerca por el pelinegro…
Todo indicaba un tormentoso baño de relajación XD
El silencio se había vuelto a apoderar del baño, solo que esta ves no había miradas tiernas o sonrisas dulces, apenas si se volteaban a ver y si por casualidad sus miradas se cruzaban fingían total demencia. En una distracción del rubio, se dio la vuelta dejando frente al pelinegro su espalda desnuda, que con el vapor y el agua caliente semejaba una fina seda blanca... tenía que saber si fueron algo, pero no podía preguntárselo solo porque si…
- ¿No me vas a contar como se conocieron?
- Es muy aburrido – mintió sabiendo que podía ser una historia digna de libro.
- No importa.
- Pero es algo larga.
- Tengo tiempo.
- Ya se me olvidaron algunas partes.
- Puedes contarme de las que te acuerdas.
- Probablemente no te gustará… - murmuró en voz casi inaudible – Pero si de verdad lo quieres saber…
- Wolfram – pensó atormentado, tal ves… solo tal ves… no debió de haber preguntado.
Los hermosos ojos esmeraldas se posaron en los suyos… mientras la delicada voz de su prometido comenzaba con la historia.
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No tengo perdón, les pido disculpas por haber tardado tanto en actualizar habiendo ustedes dejado tan lindos reviews :) Se los agradezco a todos...
En este capítulo se están secando mis ideas, así que acepto sugerencias.
Saludos
