Wenas!!!!!!!!
ya se q tarde mucho, pero ya estoy aqui!
es corto, pero espero subir el siguiente dentro de poco...
aqui lo teneis!!!
A cada uno las dieron una habitación individual, y Mokona dormiría con Sakura. Después de ver las habitaciones, Soma les acompañó hasta otra estancia gigantesca: el comedor. Había un montón de comida, como para veinte personas, puede que más. Incluso hasta había servido los postres. Y lo mejor de todo… ¡había mucha bebida! Sakura, Fye y Mokona celebraron que hubiera tanta, pero Xiaolang miró con cara de preocupación a Sakura, que ya había empezado a beber con Tomoyo a su lado.
Kurogane había vuelto a adoptar su cara normal, pero a pesar de todo seguía pareciendo feliz.
La cena estaba deliciosa, aunque a Fye, como siempre, le costó un montón comer con palillos, porque había cosas en las que no los podía clavar como había hecho siempre. Los demás comieron estupendamente, y el alcohol fue desapareciendo con mucha velocidad.
Tomoyo le pidió a Sakura que le hablara de su viaje y a aunque a esta le daba vergüenza, luego bajo el efecto de la bebida se lo contaba mientras se reía y de vez en cuando soltaba algún "miau". Incluso le contó que estaban buscando sus plumas.
Al oír esto, Soma miró a Sakura, a Tomoyo y por último a Kurogane. Este se dio cuenta de la mirada de la chica y la vio con cara de preocupación.
-¿Te pasa algo?- Preguntó Kurogane.
-Ehhh… no, nada- contestó Soma algo ruborizada- Esto… ¿queréis más sake?
Todos asintieron, menos Xiaolang, que dijo que Sakura ya había bebido suficiente. Soma se levantó y se fue a buscar las botellas. Pero alguien la observaba mientras se alejaba. Fye había sentido un pinchazo en el pecho cuando había visto a Kurogane preocuparse por Soma.
-Por mi nunca se preocupará- pensó Fye tristemente.
La cena duró un rato más, y sakura y Fye, que ya habían bebido demasiado, estaban imitando a la perfección a dos gatos, mientras Tomoyo no le quitaba la mirada a Sakura de encima. Acabada ya toda la bebida, decidieron irse a la cama.
Fye se despertó sobresaltado en la cama. Acababa de tener un sueño extraño, pero no recordaba d que trataba. Se llevó la mano a la cabeza. Le dolía demasiado… porque había bebido demasiado. ¿Por qué había bebido tanto? Entonces se acordó: había sentido celos de Soma ¿Celos¿Eso era lo que sentía? Kurogane… Desde el principio le había atraído, como dos fuerzas contrarias que se atraen, algo como los distintos polos de imán. Pero al llegar a aquel mundo… esos sentimientos se habían extendido más por su corazón Llegar a aquel mundo significaba tener que perder algo muy importante para él, perder a Kurogane. Si tan solo pudiera decírselo antes de irse… pero no, Kurogane le odiaba, le había odiado desde el principio, y ahora las cosas no iban a cambiar.
-¡Conichipuu!- gritó Mokona al ver entrar a Fye al comedor.
-Buenos días- dijo Fye con una sonrisa apagada.
-Fye¿te ocurre algo? Tienes muy mala cara…- le dijo Sakura mirándole preocupada.
-No te preocupes, seguro que es de beber tanto anoche- disimuló Fye mientras sonreía a la chica. No había dormido en toda la noche, y continuaba pensando en lo que sentía.
-¿Qué vais a hacer hoy?- preguntó Tomoyo sacándolo de sus pensamientos.
-Deberíamos empezar a buscar algo relacionado con la pluma de Sakura- dijo Xiaolang- Mokona ¿hay alguna pluma en este mundo?
- Si- dijo Mokona concentrándose- y está cerca.
-¿Cerca? – Dijo Xiaolang sorprendido- Princesa Tomoyo¿sabéis algo acerca de alguien que de repente tenga un gran poder?
-No, no me suena- dijo pensativa.
-¿Y alguna leyenda?
-Yo no sé ninguna, pero seguro que algún aldeano conoce alguna- le respondió Tomoyo.
-Entonces iremos a la ciudad – dijo Xiaolang.
-Está bien, pero… ¡Sakura se queda aquí¿Verdad que si?- dijo Tomoyo mirando a la chica.
-Ehh…- Sakura miró a Xiaolang, que tan solo la sonrió- De acuerdo, me quedo aquí.
-Muy bien. Kurogane, acompáñalos, por favor.
-Yo paso – dijo Kurogane mientras miraba hacia otro lado.
-¿De verdad? Mira que eres malo, Kurogane, no se como has salido así. ¿Cómo podríamos arreglar esto? A ver…, a ver…, alguna maldición que me pudiera ser útil…
-Grrrr…- dijo Kurogane por lo bajo y se puso en pié para acompañarlos.
-¿Te has decidido a ir¡Así me gusta!
Salieron del palacio. La ciudad parecía una pequeña aldea rodeada por extensos prados verdes. Las casas eran pequeñas y blancas, con grandes ventanas y puertas correderas. La gente se veía muy alegre, algunos paseaban tranquilamente, otros iban rápidamente hacia un lado y hacia otro, otros descansaban a la puerta de las casas. Los niños jugaban alegremente por la calle y en la inmensa cantidad de árboles trinaban unos extraños pájaros azules.
El tiempo era muy bueno, quizá demasiado caluroso. Un aire tibio acariciaba suavemente sus mejillas, mientras el sol golpeaba sus cabezas cálidamente.
Preguntaron a todas las personas que encontraron: nadie sabía nada interesante que estuviera relacionado con las plumas de Sakura. Continuaron caminando y preguntando hasta que llegaron al final del pueblo, donde había un gran lago.
Con el calor que hacía, decidieron darse un baño. Mokona se tiró de cabeza, mientras Fye se quitaba la ropa, excepto por los pantalones. Xiaolang les siguió, haciendo lo mismo que Fye.
-¡Kuropón, ven a darte un baño!- le gritó Fye.
-No me apetece.
-¡Aaaahh¡Kurorín tiene miedo al agua!- rió Mokona.
-¡No es eso!- rugió Kurogane- ¡No me da la gana, y ya está!
-Mokona, debes tener razón, porque si no viene…- dijo Fye.
Kurogane se dispuso a replicarle, pero antes de que pudiera abrir la boca, vio como un tentáculo salía del agua y agarraba a Fye por el pecho a la vez que tiraba de él hacia abajo.
Kurogane no lo pensó. Cogió su espada y se tiró al agua siguiendo aquel tentáculo.
Fye se retorcía mientras intentaba soltarse. Kurogane miró más abajo y vio un demonio que alargaba un tentáculo hacia él. Lo esquivó y se lo cortó.
Buceó hacia donde estaba Fye, pero un tentáculo más le tiró hacia el lado contrario. Al ver que se estaba quedando sin aire, en un último esfuerzo se precipitó hacia el demonio y le partió la cabeza en dos. Fue hasta Fye, que ya no se movía, y nadó rápidamente hacia la superficie.
Llegó hasta la orilla y poco después llegaron Mokona y Xiaolang. Fye no se movía. Mokona se acercó a su cara.
-¡Fye no respira!- gritó angustiada.
Kurogane no sabía que hacer. Fye no respiraba, ni se movía. Sintió que se le formaba un nudo en el estómago.
-¡Alguien le tiene que hacer el boca a boca¡Si no, va a morir!- dijo Mokona- Y yo no puedo hacerlo, no soplo lo bastante fuerte… ¡tenéis que hacerlo uno de los dos!
Xiaolang y Kurogane se miraron. ¿Quién lo iba a hacer? Viendo que Xiaolang no se decidía a hacerlo, Kurogane tragó saliva y dijo:
-De acuerdo, lo haré yo.
Comenzó a acercarse despacio. El corazón le latía a mil por hora. Se puso nervioso. A pocos centímetros de la boca de Fye se paró. No sabía si hacerlo. Miró a Mokona y a Xiaolang que tenían cara de estar muy preocupados. Se decidió a hacerlo. Volvió a tragar saliva y se volvió a acercar poco a poco. Miró la cara de Fye, su pelo, sus ojos ahora cerrados y por último sus labios. Tomó aire por la boca, y posó su boca en la de Fye.
espero que os haya gustado!!!
baibai!
