CAPITULO 6: CONFUSIÓN

- Harry¿cuándo serán las pruebas para el equipo?- le preguntó un chico con cabello marrón enrulado, tez morena, ojos marrones claros y bastante alto.

Era un domingo bastante nublado, Harry estaba sentado en una silla junto a una mesa redonda con Hermione, Luz y Ron haciendo extensas tareas.

- El sábado próximo, a las once de la mañana- dijo él sin quitar la mirada de su pergamino.

Ya había pasado una semana desde el incidente con la poción pegamanos y sus vidas habían vuelto a ser normales. Sirius le había enviado por correo un objeto detector de pociones para que observe casi todo lo que tomaba.

Harry y Ron estaban tratando de hacer sus tareas de pociones que las chicas ya habían hecho y guardado. Habían hecho esto último porque Snape había amenazado con utilizar un detector de copias y reprobar al que detectase. Luz hacia su informe de la fundación de Gringotts mientras Hermione realizaba unas traducciones de Runas.

Luego, las chicas subieron a sus habitaciones y buscaron más libros y tareas para hacer ya que no tenían muchas ganas de salir a pasear. Solo les faltaba hacer lo que el profesor Flitwick les había dejado. Ron y Harry habían aprovechado una noche de miércoles para hacerlo y tener más tiempo para Pociones mientras que las chicas terminaban de cenar y luego se reunían para practicar encantamientos en el Cuarto de los Menésteres.

Bajaron con más pergamino y el libro de Encantamientos. La tarea era bastante sencilla, como habían anticipado los chicos, y tardaron media hora en hacerla, coincidiendo con la finalización de los deberes de Harry y Ron.

Después decidieron ir a practicar Quiditch así que Harry fue a pedir permiso a McGonagall. Debido a las condiciones meteorológicas, nadie había reservado la cancha. Él le dijo que querían practicar para las pruebas de la semana próxima así que ella les dio unas pelotas de fútbol, de básquet, de voley y de golf. Ron las miró extrañadas, a diferencia de los otros tres.

- Veo que estás interesada en ingresar al equipo, Valente¿tenés alguna experiencia?- dijo Mc Gonagall

- Sí, jugué al Quiditch en Sudamérica, en España y en Italia pero no cuando estuve en Francia.

- Interesante¿en qué puestos has jugado?

- Fui guardián, golpeadora y cazadora- dijo ella -. No sé por cuál decidirme aunque no me gustó mucho ser guardián así que lo descarto. Practiqué natación y me dio una fuerza muscular en los brazos para ser bateadora.

- Señorita Granger, no sabía que te gustaba el Quiditch- dijo McGonagall

- Ella me insistió

Se retiraron del despacho cargando cada uno una pelota y su propia escoba, excepto Hermione que tenía prestada la mejor del colegio.

Ron les preguntó para que servían esas pelotas muggles y entre Hermione y Luz, con un poco de colaboración de Harry se los explicaron mostrándole un poco. A Luz no le gustaba el fútbol así que la demostración la hicieron entre los otros dos aunque fue bastante torpe. Las chicas jugaban bastante bien al voley y regularmente al básquet pero no hicieron demostración de golf. El pelirrojo estaba bastante decepcionado porque los balones no volaban ni hacían nada similar.

Una vez en la cancha, Hermione encantó las pelotas para que fuesen como las del juego aunque no podían salir del campo. Harry buscaba las pelotas de golf perdidas por todos lados y las guardaba en su bolsillo. Ron cubría los aros y le iba bastante bien aunque Luz lograba hacer tantos de vez en cuando y Hermione muy pocos. Los cuatro estaban armados también como bateadores por las dudas. Harry se cansó de buscar las pelotas de golf y empezó a jugar como cazador. La prima de Ron logró desviar varias pelotas de fútbol y de básquet.

Estuvieron jugando un par de horas y cuando empezaron a escucharse truenos, Hermione sugirió ir a la Sala Común pero los demás le insistieron en quedarse porque "hay que fortalecer la resistencia en el quiditch en días de tormentas". Empezó a gotear un poco, Hermione se cansó de insistir y se puso bajo techo. La lluvia se hizo más fuerte y ya se estaban por ir cuando Luz, al ver que una pelota de básquet se acercaba a Harry, la golpeó muy fuerte y la envío muy lejos. Ella aceleró con su escoba para buscarla y pareció desaparecer.

Ron se acercó a Harry y decidieron guardar los balones y resguardarse bajo techo junto a Hermione que estaba enojada de que no le hiciesen caso y les recriminó el haber abandonado la cancha cuando. Luz no había vuelto. Diez minutos más tarde, Luz bajaba en picada al suelo trayendo una enorme pelota anaranjada grande abajo del brazo. Estaba totalmente empapada, el pelo parecía tener todas rastras y se encontraba bastante despeinada.

Fueron corriendo hasta la entrada bajó un encantamiento que hizo Hermione para no mojarse aunque sus pantalones se ensuciaron con el barro del suelo. Al llegar a la enorme puerta, escucharon unos pasos que se acercaban y una voz bastante familiar. Un grupo de Slytherin encabezado por Draco Malfoy dobló un pasillo y se los encontró, sin darles tiempo a esconderse.

- Vaya, vaya a quien tenemos aquí, la parejita de Weasley y la sangre impura con la cicatriz caminante y la sudamericana con una Nimbus 2001, parece que la nueva sabe cómo funcionan - dijo en tono burlón.

- Cállate Malfoy- dijo Harry -, o si no...

- O si no¿qué?- preguntó despectivamente- ¿Vas a pegarme?- lo miró fijamente a Harry y luego desvió su atención a Ron- Miren que hay aquí: Weasley tiene una Nimbus 2000¿asaltaron un banco tus padres?

- No, me la compré yo y no mi papi- dijo Ron poniendo mucho énfasis en la última palabra- como hacen otros que yo conozco...

- ¡Uy!- dijo Malfoy pareciendo divertido aunque un poco enojado. Se acercó a Luz mirando detenidamente su cabellera- Parece que vas demasiado rápido, Potter cuídate tienes competencia.

- Mejor dile a tus dos roperos que tienen competencia - dijo Harry recordando los bateos de su novia.

- Por cierto- dijo Hermione -, diez puntos menos para Slytherin.

Malfoy la miró perplejo, Crabbe y Goyle apretaban sus puños y Pansy Parkinson la miró enojada. Luz se acercó a la chica, la miró a los ojos y le dijo:

- Ten cuidado de no ser atacada para hacer de títere porque la agresión de la semana pasada no vino de muy lejos- se dio media vuelta y miró a Hermione, Ron y a Harry -. Vámonos, no valen la pena ¡Córranse armatostes! - se dirigió a Crabbe y Goyle dejándolos boquiabiertos a todos

Los demás la siguieron por el pasillo y una vez que se alejaron se rieron los cuatro juntos y, sentados en unos cómodos sillones en la sala común, Ron le preguntó:

- ¿Cómo hiciste eso?

- ¿Qué cosa?

- Insultarlos, fue sensacional. Hoy es un día para no olvidar- dijo Ron

- Es cierto- corroboró Harry y la chica se sonrojó.

- Ustedes no se quedaron atrás. Me encantó lo que le dijiste, Ron, lo veía venir¡Excelente! Lo de roperos me dio la idea de ese insulto. Me acuerdo que en la primaria le decíamos así a una porquería que nos hicieron hacer en manualidades. Sin embargo, el quitarle puntos me encantó. Por cierto, Harry¿a qué te referías cuando le decías eso acerca de la competencia?

- Es que ellos son los bateadores de Slytherin y tus golpes fueron buenísimos

- Ah.

- Creo que es mejor cazadora- dijo Hermione

Luego de jugar al ajedrez mágico contra Ron, los tres cayeron derrotados, cenaron y se acostaron a dormir tranquilamente.

Durante toda la semana que siguió, Malfoy miraba con más odio a Harry y de vez en cuando sonreía hacia donde los cuatro se encontraban pero no maliciosamente. El sábado se hicieron las pruebas de Quiditch y fue una ardua tarea conformar el equipo. Hermione no hizo una buena presentación, "de seguro porque Luz le insistió ella vino" pensó Harry. Al final eligió a Ron como guardián; a Katie Bell, Ginny y a Luz como cazadoras; y a Gregory Harper(de tercer año) y a Frank Gudgeon(de séptimo año). Lo más difícil fue elegir a los bateadores porque era difícil reemplazar a los mellizos Weasley.

Los cuatro se dirigieron al Cuarto de los Menesteres para festejar y practicar hechizos contra almohadones y objetos hasta que se hizo la hora del almuerzo. Harry comió bastante, al igual que Luz ya que se habían desvelado un poco en la Sala Común.

La mañana del treinta y uno de octubre, Luz recibió un hermoso vestido para la noche y unos zapatos que la señora Weasley le había comprado por encargo junto con una botella de perfume. Los chicos iban a usar sus túnicas de gala. Ronald les pidió ayuda a Hermione y a Luz porque no le gustaba la que tenía. Entonces, entre las dos convirtieron su vestimenta en una túnica como la que tenía Harry. Ese año se hacía un baile muy especial como el que se hizo para Navidad cuando estaban en cuarto año.

Las chicas estaban muy contentas y cerca de las seis y media subieron para cambiarse. Hermione fue la primera que se bañó porque quería arreglarse el cabello y necesitaba más tiempo. Luego, Luz aprovechó la ausencia de las demás y se metió en la ducha, anteriormente había extendido su vestido sobre su cama con los zapatos a los pies de ésta. Al salir, Lavender y Parvati discutían por quien iba a ducharse primero. Hermione hizo un sorteo y Brown salió vencedora por lo que entró en el baño.

Luz ayudó a Hermione a vestirse y luego ella le devolvió el favor asistiéndola en su vestimenta. Mientras Granger se peinaba, ella se calzaba y practicaba cómo caminar. Después comenzó a acomodarse su cabellera sobre sus hombros, a perfumarse, maquillarse levemente y se colocó un collar pequeño con una letra L y una pulsera que tenía una G. Su amiga le pidió prestada su loción y ella aceptó. Ambas estaban listas pero faltaba bastante para el comienzo del baile.

- ¿Vas a bailar con alguien?- preguntó Luz

- En realidad no sé. Durante las vacaciones, cuando vos estabas con Harry o paseando practiqué un poco de baile con Ron. Creo que podría bailar con él.

- Fue un trabajo bastante duro. Antes de que vinieras a su casa, estuve días enseñándole¿cómo baila?

- Bien, creo...

- Me alegro. Pienso que bailaré con Harry, algunos compañeros de clases y con Ron sino te enojas

Hermione se sonrojó un poco y con la cabeza agachada dijo

- ¿Por qué habría de enojarme si es tu primo?

- Sólo decía... - dijo Luz sonriendo pícaramente

Hermione bajó y Ron abrió enormemente sus ojos al verla tan linda, extendiendo su brazo que ella cruzó con el suyo. Harry se asombró bastante cuando su novia bajó luciendo un precioso y escotado vestido celeste perlado que mostraba sus hombros y le llegaba por debajo de los tobillos donde lucía unos preciosos zapatos de taco del mismo color con unas medias can can también de la misma tonalidad. Él sonrió y también extendió su brazo para llevar a Luz hasta el Gran Salón ante la mirada curiosa de casi todos los que estaban mirando desde antes a Hermione.

En eso aparece, Colin Crevey interponiéndose entre los cuatro y la salida teniendo en sus manos la cámara muggle.

- ¿Puedo sacarte una foto con tus amigos, Harry?

- Sí- dijo él sonriendo

Cuando el flash se disparó, los cuatro sonrieron y las chicas besaron a su pareja para que la foto saliese moviéndose

- ¿Después me la firman?

- Por supuesto que lo haremos- dijo Luz

- Tú eres Harry Potter, vos sos el guardián del equipo de Quiditch, vos la cazadora y vos, la más inteligente del colegio

Luego de ese halago, las dos parejas salieron hacia el pasillo y luego al Comedor donde había mesas redondas en vez de las rectangulares de siempre con un gran espacio para bailar. Las mesas eran para seis personas. Los cuatro se sentaron y luego Ginny se les unió con Terry Boot.

Antes de comer, se hizo un concurso de karaoke femenino en el que Luz se anotó primera. Cantó una canción de amor bastante triste pero lo hizo también que esa parte quedó anulada. También cantaron algunas chicas de quinto(como Ginny y Luna), otras de sexto(Parvati, Susan, Hanah), unas pocas de séptimo(Katie, Cho Chang) y casi todas de las jóvenes de primero, segundo y tercero pero la vendedora fue la novia de Harry.

Después de la comida, empezó a sonar un hermoso vals y Harry sacó a bailar a su novia sin que ella objetase nada, abriendo el baile. Ron imitó lo mismo con Hermione que también aceptó. El baile les pareció hermoso y Luz sentía que flotaba al bailar con Harry. Después, muchos alumnos dejaron la timidez a un lado y se les unieron. Ron y Harry cambiaron de parejas y siguieron bailando. Un rato después, Terry Boot bailó con ella y Ginny con su hermana una música bastante movida. La novia de Harry cambió de parejas seguidamente y más tarde regresó con su novio. Unos minutos después, apareció Draco que le pidió bailar, a regañadientes, el chico aceptó y los dos bailaron una lenta.

La música no duró mucho y después de otra canción con Malfoy, ella se excusó con el pretexto de un dolor de pie que realmente estaba. Cuando fue a su mesa, Harry la abrazó y le preguntó si el chico bailaba bien.

- Creo que sí, pero prefiero estar contigo, amor- dijo cariñosamente

Siguió abrazándola y ella apoyó su cabeza sobre su hombro. Comieron tan pegaditos que parecía que sus manos se habían vuelto a unir. Cerca de las tres de la madrugada, volvieron a la Sala Común, se despidieron con un beso y subieron a sus habitaciones.

En el desayuno llegaron las lechuzas matutinas trayendo paquetes o cartas y una se puso en frente a Luz que retiró el sobre de su pata y le dio una propina. Lo abrió sobre su falda y luego salió corriendo del Comedor. Harry, Ron y Hermione la alcanzaron en la salida preguntándoles que le sucedía al verla llorar.

- Es horrible... horrible, una tía abuela me envió una nota horrible- dijo ella -. Es horrible, nunca creí que leería eso, no lo puedo creer.

Ella le entregó el arrugado papel a Hermione y los dos chicos leyeron sobre su hombro

Luz:

Recuerda tu origen y ascendencia de Godric Gryffindor y que tienes que seguir la línea de sangre. Si te llegas a casar con una persona que no es sangre pura, te mataremos.

Tu tía abuela paterna, Bella

Los tres la miraron extrañados y bastante desconcertado. Harry sentía una gran ira corriendo por todo su ser, no podía creer que una maldita pariente quisiera intervenir entre él y su amada, Luz. No estaba dispuesto a soportarlo.

- Seguro podremos hablar esto- dijo él abrazándola

- Sangre pura ... sangre pura... yo quiero casarme con quien amo sin importarme la maldita sangre. Sangre pura...

- Vamos Ron, vamos a la biblioteca- dijo Hermione

- Bueno pero después me das un remedio para la alergia a los libros¿está bien?- dijo él

Ambos se retiraron en dirección a la biblioteca aunque no habían entendido la causa. Se quedaron un rato ahí mientras él le prometía que hablaría con esa parienta aunque por el momento no tenían intención de casarse.

Ella no quería volver al Comedor y se sentaron en un banco cercano y se pusieron a hablar del próximo partido de quiditch que sería contra Ravenclaw. Acordaron unos horarios para entrenamientos y compartieron algunas tácticas.

En un rato, Malfoy se acercó y le avisó a Luz que el profesor Snape la estaba llamando. Harry se ofreció a acompañarla pero Draco se lo negó con la excusa de no sabría dónde estaba. Él le avisó que estaría cerca del lago con Hagrid.

La guió por unos cuantos pasillos bastante silencioso. La chica miraba al suelo y no prestaba atención a dónde iba: lo que le faltaba al día era que Snape la entretuviese con una aburrida clase extra de Pociones o una explicación de un antídoto. Su guía parecía bastante confiado y sabía a dónde iba.

Llegaron a un pasillo desolado donde Malfoy bruscamente la hizo ingresar en un salón parecido a un despacho. Por un momento creyó que Snape estaba en una esquina pero no había nadie allí. El chico la puso contra una pared y le dijo en una voz bastante dulce.

- El baile de ayer fue maravilloso, en especial cuando estuve con vos, creí que bailábamos en el aire. Debes ser la mejor bailando en esta escuela y en el país. ¡Daría lo que fuese para que estés en Slytherin! Ver tus hermosos ojos todas las mañanas más cerca y tu cabello moviéndose de un lado para el otro. Escuchar tu hermosa voz entonando tristes canciones de amor. Sentirte cada vez más cerca. ¡Daría lo que fuese para que estés en mi casa, no me importa si eres muggle o no, te amo...!

El chico rodeó su cintura con sus brazos y Luz no hizo nada para evitarlo, sentía que Malfoy la había imnotizado y no podía hacer nada. Sus ojos de dragón y su voz seductora de serpiente la habían segado y confundido. Malfoy se le acercó y la besó. Durante unos segundos ella le correspondió pero al darse cuenta de lo que sucedía se separó rápidamente y le pegó una cachetada al chico. Acto seguido salió corriendo por la puerta.

Los pasillos la mareaban y notaba que todas las personas de los cuadros la miraban acusándola. Nunca le había sucedido algo igual, traicionada en su ingenuidad, engañada por unas voces dulces...¡era el peor día de su vida¡Nunca la había pasado tan mal!

Vislumbró el cuadro de la dama gorda y le dijo entre sollozos la contraseña. Cuando la dejó pasar, vio que Hermione estaba sentada en un sillón y entró corriendo hacia ella. Lloraba con más fuerza y empezó a llamar la atención de los demás. Ella decidió salir afuera donde no pudiesen escucharla.

- ¿Qué pasó?- dijo Hermione ante los sollozos interminables de Luz. Volvió a insistir tomándola de los hombros tratando de que la mira- ¿Qué pasó?

- Draco... – dijo Luz entre tartamudeos-me dijo...que...Snape...me buscaba...y...me...llevó...a una pieza...y...me...dijo cosas lindas...y me besó...y yo me alejé de él...y...vine

- ¿Qué?- exclamó Harry doblando una esquina en la que se había escondido con Ron- ¿Qué dijiste? Lo voy a ...

Pero no pudo decir nada más, Luz corrió hacia él y lo abrazó fuertemente mientras sus lagrimas mojaban la espalda de Harry pidiéndole perdón repetitivamente. Él sentía un gran odio, una ira inmensa, quería despedazar a Malfoy. Había confiado en él y lo traicionó.

Ron se quedó atónito y estaba a punto de salir pero Hermione lo tomó de su brazo firmemente Tampoco podía creer lo que había escuchado y quería ir a lanzarle una maldición a Malfoy.

- Vamos- dijo él -, le voy a enseñar...

- No, no le peguen- dijo Luz firmemente -. Lo único que necesita es que lo quieran, solo empeorarían las cosas si van a pegarle. Por favor, hazlo por mí, Harry, Ron.

- Pero...- dijo Ron desconcertado

- Él te...- trató de completar Harry

- No importa, yo lo perdono. Él está muy solo, necesita a alguien que no debo ser yo. Harry, si lo haces, me voy con todas mis cosas a Sudamérica inmediatamente.

Esa amenaza no le cayó bien pero le hizo notar la intención de perdón y el gran corazón que ella poseía.

- Tu corazón es inmenso.

- Vamos Ron, vamos a la biblioteca- dijo Hermione firmemente.

Ella se retiró con Ron que estaba estupefacto y Luz se dirigió al baño para lavarse la cara. Harry le pidió ayuda con una última tarea que le quedaba pendiente. Eso les ocupó unas cuantas horas y cerca del atardecer decidieron bajar cerca del lago. En el camino se encontraron con varios profesores que vigilaban los corredores.

El chico le preguntó si no temía que alguien la atacase fuera del castillo y ella le respondió que siempre estaba armada. ¿Siempre? A él le pareció raro porque cómo era posible eso¿había tenido su varita en la noche de Halloween? Tal vez sí pero dónde. Debería decirles a ella y a Hermione que le hiciesen lugares en todas sus vestimentas por las dudas.

Se sentaron debajo de un árbol cercano al lago uno al lado del otro abrazados mirando el atardecer. En el cielo se veían nubes celestes y rosáceas mientras el sol se ponía sobre el horizonte. Los últimos rayos les daban en el rostro a Luz y a Harry llenándolos de alegría.

- Luz¿llevaste la varita en el baile de Halloween?

- Sí

- ¿Dónde?

- En el vestido. Después te haré lugar en todas tus ropas aunque necesitaré la ayuda de Hermione- su novio la miró extrañado -. Necesitarás tenerla cerca en todo momento pues se aproxima una gran batalla.

- ¿Contra Voldemort?- preguntó Harry un poco nervioso y ella asintió tristemente- Lo que importa ahora es el presente y el presente es disfrutar este momento contigo.

Ella se acercó a él y durante los últimos rayos del día se besaron sin importarles mucho el futuro, viviendo cada día como si fuese el último.

Continuará...