CAPITULO 7: LA ÚLTIMA BATALLA
Luz, cumpliendo su promesa, le hizo lugar en la ropa con la ayuda de su amiga para poner su varita y él la tenía guardada, sin que nadie más que sus amigos cercanos lo supiesen, en todo momento.
Durante las semanas, Malfoy ya no les decía nada ni los miraba, parecía sentirse avergonzado y los halagos y chistes de Snape no lo reanimaban. Los cuatro amigos ignoraban esas actitudes del profesor y se dedicaban a hacer sus extensas tareas. Durante las comidas, el chico les daba la espalda y no se volteaba. Tampoco buscaba riñas cuando se enfrentaban, no asistió al partido de quiditch entre Gryffindor y Ravenclaw ni hizo algún comentario de las excelentes jugadas que hubo.
En uno de esos solitarios atardeceres que Luz y Harry disfrutaban aunque esta vez de pie, una figura alta y pálida se les acercó con la cabeza gacha. Draco se arrodilló y tomó la mano de la chica ante el asombro de ambos.
- Por favor, perdóname Valente. Te pido perdón de rodillas, estoy arrepentido. También a ti, Potter sé que lo que hice estuvo mal, muy mal.
La chica lo miró a los ojos durante unos momentos mientras él seguía en esa misma posición rogándole perdón. Harry sentía un enojo hacia el joven pero estaba asombrado respecto a sus palabras que nunca creyó que iba escuchar en su vida. Se preguntó si había tomado alguna poción mal realizada o si él soñaba esa situación.
Luz permaneció callada mirando los ojos durante un largo rato. El chico se estaba impacientando ya que quería escuchar una respuesta por parte de su novia. Dudaba si ella diría lo mismo que unas semanas antes.
- Draco, yo ya te he perdonado pero dime ¿para qué viniste? Por favor siéntate.
Los tres se sentaron y permanecieron callados un rato. Harry seguía impacientándose, no podía esperar más para saber a qué venía su desagradable compañero. Malfoy parecía un poco nervioso y dubitativo: miraba a todos lados bastante furtivamente.
- ¿Y bien?- dijo Harry y Malfoy lo miró fijamente
- Debes confiar en mí y en él. Si no quieres que estos sea ahora, bueno pero él lo sabrá de todas formas. No nos ocultamos nada.
El chico asintió levemente y como respuesta arremangó la manga izquierda de su túnica mostrando una calavera con una serpiente. Malfoy agachó su cabeza pareciendo apenado y Harry ahogó un grito al ver la marca tenebrosa. Acto seguido, miró a su novia que no se inmutó.
- Creo que te presionaron¿no es así?
- Sí- dijo él secamente
- Sabrás por su puesto que debes hacer una promesa muy importante- el joven asintió levemente mientras ella deslizó su mano en su túnica, posteriormente sacando su varita y tomando su mano dijo: -. ¿Prometes no volver al lado oscuro y estar del lado del bien?
- Sí- dijo Malfoy y un rayo de luz dorada entrelazó ambas manos.
- ¿Prometes luchar contras las fuerzas oscuras enfrentándote a todos los que estén de ese lado, buscando siempre la verdad?
- Sí- otro haz de luz unió las manos
- ¿Estás consciente de que si esta promesa no es cumplida, la persona a quien más amas morirá?
- Sí- un tercer destello unió las manos que luego desaparecieron
- Bensmordre- dijo ella firmemente señalando la marca tenebrosa
La marca de Malfoy iba desapareciendo mientras que él parecía estar sufriendo por dentro. Luz miraba fijamente el brazo izquierdo del chico y cada vez parecía mas agotada a medida que esa señal iba desapareciendo. Harry la abrazó fuertemente para que no cayese desmayada. Estuvieron así media hora.
La señal desapareció y Malfoy cayó al suelo tomándose su brazo que parecía dolerle mucho mientras Luz se desplomó sobre Harry tomándose la cabeza. Draco los abrazó a ambos dándoles innumerables gracias y posteriormente se retiró con una reverencia prometiéndole lealtad.
El chico miró asombrado la actitud de él mientras seguía abrazando a Luz que sonreía levemente. Después se volvieron a sentar mirando el atardecer como hacían últimamente aprovechando sus tardes libres. La chica pareció dormirse un tiempo y Harry le acariciaba la cara.
Él miró hacia el castillo y Ron se acercó a ellos caminando bastante lentamente. Cuando se acercó, se dio cuenta que la chica dormía y se sentó al lado de su amigo. Parecía bastante fastidiado, venía de otro paseo por la biblioteca con Hermione que seguía allí.
- ¿Qué hacen en la biblioteca?- susurró Harry
- Solo me pide que le lleve listados de alumnos de Hogwarts. También algunos diarios del Profeta de hace como cuarenta años.
Durante la cena, Ron, Hermione, Harry y Luz estaban bastante contentos. Dumbledore había anunciado que en Navidad habría una cena de gala aunque con una pista de baile pequeña y con las mesas rectangulares. El novio de Luz no podía a esperar para verla vestida con ese traje. Casi todo el colegio se quedaría
Luego de la cena, buscaron sus capas invisibles y fueron al Cuarto de los Menesteres para hablar más tranquilos. Harry les contó lo sucedido con gran emoción mientras Luz miraba a sus dos amigos pícaramente.
- Que hiciste... ¿qué?- dijo Hermione
- Ya te dije, le sacó la marca del brazo a Malfoy- dijo Malfoy
- Entonces, él era un mortífago- dijo Ron
- Creo que Voldemort lo obligó porque su padre fracasó pero ya eso no importa. Ahora¿pueden decirnos en qué están ustedes dos?- dijo Luz mirando a su primo y a su amiga.
- Somos novios- dijo Ron ruborizándose al igual que Hermione ante el asombro de Harry pero no de Luz
- Eso ya lo sabía, no nací ayer. Hablo acerca de la biblioteca
- Creo que ya puedo decirlo porque tengo el resultado esperado- dijo Hermione
- ¿De qué resultado hablas? - la interrumpió Harry
- He averiguado que Lily, tu mamá, nació de una familia de magos pero quedó huérfana. Entonces fue a vivir con los Evans y llevó su apellido toda la vida. Creo que ella no estaba al tanto de que era una sangre pura – anunció Hermione
- Si ella era una sangre pura, Harry también es sangre pura y no tienen ningún problema en... – dijo Ron
- Les soy sincera, nunca pensé realmente en casarme próximamente pero si amo a Harry me podré casar con él cuando queramos. Pienso hacerle una broma a mi tía abuela porque me hizo enojar mucho.
Harry había considerado casarse con ella cuando Luz recibió esa amenaza. No quería que nadie se interpusiese entre él y ella. Si no lograba convencer a esa tía, pensaba fugarse a otro país y casarse allí. Pero ahora no tenía inconveniente, nunca se había sentido más feliz.
Al día siguiente, realizaron un paseo por Hogsmeade. Los cuatro caminaban juntos y fueron a las Tres Escobas a tomar cerveza de manteca. Luz estaba fascinada con la ciudad aunque había visitado otras ciudades totalmente mágicas alrededor del mundo pero nunca las había disfrutado como esta, en la que estaba con su novio, su primo y su mejor amiga.
Cuando estaban caminando por una despoblada calle, dos personas del Ministerio de Investigaciones se identificaron y los hicieron pasar a una casa. Allí les pidieron testimonio acerca de lo sucedido en tercer año cuando supieron la verdad acerca de Sirius. Los tres hablaron por turnos y Luz se quedó bastante pensativa. Harry vio que ella tomó una pluma vuelapluma que se había comprado y escribió varios renglones en un anotador nuevo.
Al salir, se refugiaron en Honeydukes donde compraron muchas golosinas que comieron allí y que guardaron. Posteriormente se separaron, Harry y Luz se alejaron cerca del bosque mientras Hermione y Ron se iban a tomar té.
Luego se juntaron, se acercaron a la Casa Embrujada y se sentaron para charlar acerca del testimonio que le habían pedido. Ron dijo que para comprobar eso podrían usar giratiempos especiales que retrocedían años.
Después decidieron volver porque se hacía tarde. Harry y Ron ya se comieron todas las golosinas que se habían comprado y las que Hermione no quiso, pero Luz cargaba una bolsa llena de dulces como para un mes.
A mitad de la semana, Hermione les leyó la noticia de la absolución de Sirius de los cargos y de que se buscaba a Peter Pettigrew. Luz hacía copias constantemente de un papel y luego las hacía desaparecer. Harry le preguntó qué hacia y ella le contestó "es para que todos sepan la verdad". Después encontró uno y lo leyó: decía todo acerca del verdadero guardián del secreto y su traición. Entonces se acordó de la promesa que hizo en el verano de hacer pública la verdad, la felicitó a su novia en uno de los momentos en que la vio ya que estaba en la biblioteca casi todo el tiempo y rechazó toda compañía.
El sábado ella salió de la biblioteca para almorzar, estaba de buen humor aunque parecía triste. Al sentarse miró por primera vez la cicatriz de Harry durante unos minutos. Se quedó pensativa unos momentos y cuando estaban comiendo el postre, le dijo:
- Después vamos a hablar afuera¿querés?- dijo ella sin mirarlo
Él asintió y luego de comer se retiró con ella a uno de los patios que siempre permanecían vacíos donde había una hamaca. Los dos se sentaron, él estaba bastante intrigado acerca del aislamiento de su novia durante media semana.
- Harry creo que no te gustará mucho lo que voy a decirte. Tendré que protegerte y lo que es seguro es que puedo no salir viva de eso.
- No voy a dejar que nada te pase- dijo Harry
- Al contrario, yo no debo dejar que nada te pase a vos. Te he dicho que me fascina la magia antigua y ahora deberé usar la más poderosa que existe. Estoy segura de que los mortífagos y Voldemort entrarán en Navidad al castillo y querrán atacarte. Si yo me interpongo, me matarán y tendrás la protección de sangre- el chico palideció -. Sin embargo no pueden matarme completamente si logró quedarme con los ojos abiertos y que éstos se vuelvan dorados, además tengo esa protección desde mi infancia. Esa será la primera fase que si sale bien será mejor, en caso de que eso no suceda, tendrás que hacer la segunda parte con más fuerza. Mientras te enfrentes a Voldemort no debes dejar de pensar que yo volveré o sino eso no sucederá. Sería como se dice vulgarmente "una vida por otra". Esa es la parte más importante. Una vez que me ataquen, deberán sacarme del Gran Salón lo más rápido posible y no despegar mi mano de mi varita. Tienes que ir armado.
- Pero yo no quiero perderte, prefiero no tener esa protección. Quizás no logre pensar con suficiente fuerza y tú no vuelvas. No quiero que arriesgues tu vida.
- Harry, yo confío en ti. Sé que podrás hacerlo, tú eres mucho más fuerte que yo en los duelos y sos más importante. Debes enfrentarlo y matarlo. Atácalo en la cabeza y tu varita no funcionará, si todo sucede como pienso tendrás una gran arma.
El chico se quedó desconcertado ante lo que le había dicho su novia. Ella confiaba en él y estaba dispuesta a dar su vida por salvarlo a él y a la comunidad mágica. Quizás no podría hacerlo pero si no lo hacía la perdería para siempre. ¿Cuál sería esa arma que le decía ella? Debería hacer su mayor esfuerzo, ella confiaba en él y no podía defraudarla.
La Navidad llegó rápidamente y el castillo, desacostumbradamente, estaba lleno de estudiantes ansiosos por la cena. Harry estaba nervioso y mucho porque Dumbledore se fue a visitar a un pariente que estaba enfermo.
Él estaba esperando sentado en un sillón al lado de Ron que se encontraba un poco nervioso. Había decidido no decirle nada a su amigo por si llegaba a fallar y de vez en cuando tocaba el lugar donde estaba su varita. Hermione bajó por las escaleras luciendo su precioso traje seguida de Luz que esta vez tenía puesta una capa del mismo color de su vestido que cubría sus hombros y llevaba el colgante de Gryffindor que no se notaba mucho.
Ella también parecía estar nerviosa y sonrió levemente cuando tomó de su brazo. Caminaron bastante callados hasta el Salón Comedor y allí se sentaron en asientos que daban al pasillo cerca de la mesa de Ravenclaw.
La profesora McGonagall los saludó y pidió unas disculpas porque los elfos servirían primero a los profesores ya que muchos tenían vacaciones. Mientras esperarían habría música. Luz respiró hondo y miró hacia el gran árbol de Navidad que estaba allí.
Ron y Hermione fueron a bailar y los siguieron Harry y Luz. Una vez que terminó la primera pieza se escuchó un grito y la música cesó. La amiga de ellos había silenciado el sonido y todos se voltearon a verla, excepto Luz que siguió la mirada horrorizada de su compañera y vio estremecida a los profesores que parecían tener náuseas.
- Somnífero... – dijo Snape antes de caer desmayado sobre su plato
- Muggle...- dijo Hagrid antes de desplomarse sonoramente sobre la mesa
- Elfos...- alcanzó a decir Flitwickl antes de desmayarse
- Llamen a los – dijo McGonagall antes de desvanecerse
- Peligro- alcanzó a decir Sprout
Los chicos vieron como todos caían inconscientes y posteriormente aparecieron los platos repletos de comida sobre las mesas pero nadie se movió. Se escuchaban pasos y murmullos de voces agudas, muy agudas.
- Nadie toque la comida, está envenenada- exclamó Hermione y todos se volvieron a verla. En su voz había desesperación
- Ella tiene razón – dijo Luz-, los mortífagos están manejando a los elfos y los obligaron a poner somnífero. Ron llama a los de la Orden del Fénix, Harry, Hermione, ayúdenme a convocar arcos y flechas.
El primo de ella tomó una moneda y la encantó para que vengan todos los de la Orden al castillo mientras los otros dos chicos convocaban arcos que luego la chica encantaba con poción paralizante. Estaban todos tensos en el salón y Malfoy se les acercó preguntando qué podía hacer. Luz le entregó un arco y flechas.
Juntaron muchos objetos de arquería que luego repartieron a casi todos los que estaban de tercer año en adelante.
Ahora todos conversaban nerviosamente levantando la voz y luego Ron los hizo callar y que se sentasen. Harry sentía que su frente ardía y se la tomaba fuertemente. En eso se dio vuelta su novia, le dio un beso en la frente y, con un movimientos de varita, se le refrescó el rostro.
Se escucharon pasos de gente que corría, una gran emoción sintió Harry pensando que podían ser Tonks, Lupin, Sirius y los demás. Miró a su novia que se mordía el labio. Hermione hizo seña y los arqueros se levantaron preparando sus armas.
La puerta se abrió y muchísimas personas vestidas con capas negras y cubiertas de máscara. A la voz de "ataquen", por parte de Luz, todos empezaron a lanzar flechas sin parar que herían a los mortífagos. Sin embargo, ante el asombro de todos los chicos, los encapuchados se quitaron las lanzas sin algún dolor. "Debían tener algún encantamiento repelente " pensó Harry.
Una figura alta y pálida, vestida con una larga túnica negra apareció y muchos se asustaron al verlo: era Lord Voldemort. El dolor de la cicatriz de Harry aumentaba, Luz tomó fuertemente la mano del chico y se calmó su sufrimiento. Voldemort parecía asombrado de que estuviesen todos mirándolos, aunque asustados, de seguro esperaba verlos dormidos.
- Veo que alguien se dio cuenta acerca de la comida- dijo con voz firme -, debe haber sido esa sangre impura- volteó su cabeza hacia Hermione y luego hacia Harry que lo miraba desafiantemente -. ¡Cuánto tiempo sin vernos, señor Potter! Desde el ministerio... Es tu final, primero te mataré a ti y luego a todos los que están aquí.
- Jamás te lo permitiré- dijo el chico
Harry se paró bruscamente dispuesto a pelear, Voldemort le dijo
- ¿Vamos a pelear¿El famoso Harry Potter contra el hechicero más grande del mundo? – dijo elevando la voz
- Tú no eres el hechicero más grande, ese es Dumbledore- dijo Harry
- Te atreves a...
- No matarás a Harry porque yo no te lo permitiré – dijo Luz que se había parado rápidamente y estaba delante de su novio extendiendo los brazos
- En este lugar hay un traidor sentado en la mesa de mi casa - dijo mirando hacia la mesa de Slytherin y apuntando a Malfoy con su varita.
- ¡Protego! – exclamó Luz lanzando un haz de luz que formó un escudo delante de Malfoy- Él no está de mi lado y no lo atacarás.
El malvado la escudriñó y detuvo su mirada en su cuello
- La heredera de Gryffindor- exclamó asombrado -, la más pura de las sangres.
- No sabes lo que acabas de decir- dijo Luz antes de elevarse en el aire envuelta en luces rojizas
Se mantuvo parada en el aire con los ojos cerrados mientras una luz salía del amuleto de su collar que luego mostró una plateada espada con rubíes en el mango. La chica la tomó y bajó lentamente al suelo ante el asombro de todos.
Los ojos de Voldemort se volvieron rojos de fuego, llenos de ira. Nunca Harry lo había visto así ni a Luz que sonreía abiertamente.
- Haz cometido un gran error, Riddle- dijo ella -. Primero, despreciar a un "sangre impura" como tú le dices cuando tú eres hijo de un muggle y una bruja. Segundo, reconociste mi superioridad por lo que les ordeno a los mortífagos que se quiten la capucha ¡ya!
Ellos obedecieron sin ninguna réplica y Harry vio los rostros de Narcisa, Bellatrix entre otros desconocidos. Todos los observaron asustados y más de uno agachó la cabeza resignándose.
Riddle los miró con odio y luego observó a la chica y a su novio que estaba atrás y le tomaba firmemente la mano.
- Así que te interpondrás – dijo él
- Sí- dijo ella clavando la espada en el banco donde estaba sentada- aunque creo que debería dejar esto porque es mucha ventaja para mí- continúo y luego exclamó -.¡Desmaius!
Un cegador rayo rojo salió de su varita en dirección a Voldemort, enviándolo casi al fondo del salón. Éste se dio vuelta la cabeza y se incorporó tambaleándose. Caminó rápidamente hacia ellos que se soltaban las manos y ella se le acercaba a su oído abrazándolo.
Al llegar, la miró con furia y extendió su varita. Harry se puso nervioso, se acercaba el momento, tenía una idea de lo que sucedería, lo presentía.
- Avada Kedavra- exclamó
Una luz verde salió despedida de esa varita chocando contra el cuello de la chica mientras alcanzó a gritar que amaba a Harry. Su cuerpo calló sonoramente al piso y el aire se puso muy tenso en el salón.
Harry no podía creer lo sucedido... pero... había una esperanza, una oportunidad: tenía que hacer lo que le dijo su novia anteriormente. Se acercó a su cabeza mientras sus ojos se nublaban y miró sus ojos¡estaban dorados! La primera fase del plan ya estaba hecha. Él debía continuar y terminar la labor.
Voldemort retrocedió un poco, se veía el miedo en su rostro y se escucharon los pasos de gente que se acercaba.
- ¡Oh no!- dijo Riddle
- ¡Oh sí! Ustedes llévenla hacia fuera y apóyenla sobre el banco que está al costado- les indicó a tres Ravenclaw que estaban llorando, entre ellos a Padma Patil y, al ver hacia la puerta se dio cuenta de que allí estaba Sirius con Tonks y todos los de la Orden del Fénix que conocía-. Esto es personal, no intervengan- dijo cuando vio que iba a entrar.
Sirius lo miró extrañado y luego ahogó un grito al ver que llevaban a Luz para ahí. Tonks se tapó la boca mientras otra persona, atrás de ella, murmuraba algo.
- Te has equivocado de vuelta, Voldemort. Cometiste el mismo error. Ahora enfrentémosnos - dijo Harry desafiantemente.
- ¡Expelliarmus!- exclamó Hermione sacándole la varita a Voldemort y luego Malfoy la atrapó
- Entrégamela- dijo Voldemort firmemente
- Jamás – dijo él y luego quebró su varita en dos ante el asombro de todos, incluso de Voldemort.
Harry desvió su mirada al lugar que ocupara Luz y vio la espada. Recordó lo que había dicho acerca del arma que le iba a dar y entendió que ésa era la solución. Sin mucho esfuerzo la quitó de allí dispuesto para usarla.
Riddle lo vio y le ordenó a uno de sus servidores que le diese su sable. Era del mismo tamaño que el de Harry pero menos limpió. El malvado lo atacó y Harry se atajó aunque retrocedió un poco. Su pensamiento se concentró en que Luz podría volver mientras esquivaba los ataques e intentaba atacar.
Logró avanzar y durante un descuido por parte de Voldemort, insertó el arma en el estómago del agresor. Un murmullo se levantó y varios se asustaron al suceder esto último. Sacó su espada, repitió dos veces la maniobra y lo empujó al suelo. Seguía pensando en que su novia volvería mientras se acercaba al agonizante Voldemort. Seguía mirando con odio a su alrededor y no esperaba piedad de nadie.
Levantó la espada de Gryffindor y la clavó en la cabeza de Voldemort mientras una gran punzada surgía en su frente. Pero él seguía pensando en que ella volvería durante los segundo que se hicieron lentos mientras el último grito de horror salía de la boca del que había sido el más temido por todos, perdido sus poderes por un niño, derrotado y abandonado por sus seguidores, el asesino de muchos y él que destrozó familias enteras. Le había llegado la hora de su muerte a Lord Voldemort, su esperado fin.
Empapado de sudor frío, Harry se volteó y se encontró con que Ron y Hermione se le acercaban. La chica se acercó al inerte cuerpo del Innombrable y dio la tan esperada noticia de su muerte.
Harry seguía pensando en el regreso de su novia a pesar de los pesimistas pensamientos. Al ver hacia la puerta, notó que los mortífagos huían y que los miembros de la Orden del Fénix corrían atrás de ellos.
- ¡Petrificus Totalus!- dijo la voz más linda que jamás Harry había escuchado. Sus pensamientos y sus buenas intenciones hicieron el milagro. Se le volvió el corazón a la boca mientras una gran alegría lo invadía enteramente.
Lentamente, una figura flaca vistiendo un hermoso vestido celeste hasta los pies y cubierta con una capa del mismo color apareció en el umbral sonriendo de oreja a oreja, llamando la atención de los alumnos presentes. Comenzó a caminar hacia él, apresurando el paso y, cuando llegó donde estaba el muerto, saltó muy alto cayendo sobre los brazos de Harry.
Ambos se miraron y se abrazaron fuertemente. La chica comenzó a llorar.
- Lo lograste Harry, lo lograste. Todo se ha terminado- dijo entre lágrimas mientras aplastaba el cabello del chico hacia delante y acariciaba sus mejillas -. Muchas gracias, Hermione sin ti, otra vida se hubiese cobrado ese malvado. A ti también, Ron, vos convocaste a la Orden. Harry, sin ti esto sería imposible, muy bien. Te agradezco mucho lo que hiciste, Draco, fue muy valiente de tu parte- le dijo al chico que se acercaba hacia ellos -, te enfrentaste a tu familia.
Se escucharon unos calmados pasos y una alta figura huesuda y con barba larga se acercó a la puerta sonriendo: Dumbledore.
- Buenas noches, veo que todo ha terminado ya, felicidades Harry. Luz Valente, Harry Potter tengo el honor de decirles que reciben la Orden de Merlín, primera clase por su valentía y el haberse enfrentado a Voldemort que ahora es solo un recuerdo.
Todo el Salón Comedor vitoreó fuertemente y festejó arrojando sus sombreros al aire. Luego, Luz pidió silencio y pausadamente se fueron callando.
- Ojalá ya no haya rivalidad entre las casas porque la unidad es lo más importante. Este es nuestro regalo¡Feliz Navidad!
La chica se acercó a Malfoy y le prometió que le iba a dar protección especial debido a la postura que podría tomar su familia. Él la abrazó fuertemente, le agradeció muchísimo y le dijo que era la mejor persona que haya conocido en suvida.
Ambos se acercaron a Harry(simbolizando la unidad entre las casas más rivales) y ella miró por segunda vez su frente bastante asombrada. Una multitud se congregó cerca de él, incluyendo los profesores que fueron reanimados, Dumbledore y Luz sonrieron, Malfoy miró asombrado, Ron se quedó boquiabierto tomando la mano de su novia cuando Hermione, siguiendo la mirada de su amiga, dijo emocionada
- Oh, Harry ha desaparecido tu cicatriz.
FIN
