Nueve
Capitulo 7
"Esas terribles Hormonas"
A últimas fechas el musico de ojos azules pasaba una buena parte del día en la disquera. Planeaba sacar un disco para fin de año y en eso enfocaba sus energías Había tanto por contar, tanto por decir y en ese momento solo lo podía sacar así: Cantando.
Revisaba unos acordes con la única chica de su banda cuándo fueron interrumpidos por una voz conocida.
- si Rei te ve así...te mata- amenaza burlona una voz masculina.
El pelinegro volteó y río al ver al hombre detrás de aquella voz
-Andrew, que sorpresa-saluda Darien- chicos, tomemos un descanso.
Cuando todos se fueron, los dos jóvenes tomaron asiento para ponerse al día con las noticias atrasadas.
- me sorprende que me visites. Con la filmación de tu nueva película no tienes tiempo para nada-dice a tono de reclamo el cantante
- lo sé. Pero tenía que venir a desearte suerte para esta noche. No creas que olvidé que esta es tu gran noche.
El joven de cabello negro sonrió tímidamente. Estaba nominado a un Grammy como mejor cantante y otro a mejor disco por su última producción, aun así no había hecho gran lío de ello.
- si... Hoy es mi gran noche.
- verás que tienes suerte, dicen que los bebés dan suerte y ustedes los tendrán por partida doble. Tal vez te lleves los dos Grammys
- gane o no gane, más afortunado no puedo ser...
- quiero que me repitas lo mismo cuando tengas que levantarte cada hora a cambiar pañales sucios.
- ¿ alguien. Tuvo una mala noche?
- mi Mako chan está en esos días difíciles en los que cometo el peor de los crímenes al solo existir... ¿Cómo van Rei y tu?
- de maravilla... Estamos felices, muy muy felices...
- ¿cómo le va ahora que no está trabajando en la agencia?
El rubio había dado en el punto. Darien arqueó una ceja y agachó la mirada.
- no le cae muy bien. Cada día llego y encuentro la casa diferente Ha redecorado la sala cinco veces ya y ha movido los muebles de la habitación de diez formas distintas. Sabes que ella no puede estar en calma. No hacer lo que ama la vuelve loca.
- no te preocupes...algo que hacer encontrará pronto. Mhm... Tal vez si deberías preocuparte...-ríe el rubio para relajar la conversación- estarán. Bien...en serio
- gracias, amigo...
- bueno, yo debo irme. Solo vine a desearte suerte. Te veré en el televisor.
Darien volvió a casa por la noche. Apenas y tenía el tiempo suficiente para darse una ducha y ponerse su smoking. Pero al llegar se encontró con el departamento como zona de desastre. Conforme fue avanzando a la habitación encontró los restos del "huracán Rei" buscó por todos lados, aunque solo se topó con cosas rotas y ropa tirada, a pesar de que no había rastro alguno de Rei. Un ruido en su vestidor la delató.
Al entrar al vestidor se encontró a la pelinegra sentada en el piso con un vestido de noche entre las manos. Sus ojos amatista estaban rojos y el maquillaje corrido, clara señal de que había llorado.
- Linda. ¿qué ocurre?- pregunta él mientras se sienta en el piso junto a la modelo- ¿Por qué lloras?
- estoy horrible- confiesa entre sollozos Rei escondiendo su rostro en la camisa de él- me veo espantosa
- ¿pero de qué hablas? Estas preciosa, como siempre- consuela él limpiando las lágrimas del rostro de Rei.
- No mientas...estoy gorda y fea- insiste Rei- luzco espantosa.
- para mi eres la mujer más hermosa del mundo. ¿De qué estás hablando?
- soy un elefante... No me quedó el vestido para la gala de esta noche- cuenta dolida la modelo- mi cierre se rompió
- Hobijin...-llama él con voz suave- no estás gorda, estas embarazada y hermosa...muy hermosa.
- nada me queda. Ninguno de mis vestidos me cierra. No puedo ir así a tu premiación- explica Rei con una extraña mezcla de dolor y coraje- ve tú...
- no. Yo también me quedo- dice con seguridad el de ojos zafiro.
- Darien, es tu noche. Tienes que ir. Es lo que siempre soñaste.
El cantante toma entre sus brazos a la mujer de ojos amatista y camina con ella hasta la cama para depositarla con el mayor de los cuidados para luego tenderse a su lado.
- Tu, Rei Hino, eres lo que siempre soñé. Ustedes, mis hijos y tu son lo que siempre soñé. ¿qué más da una estúpida premiación?- consuela él cubriendo con una frazada a Rei y a él- Propongo que tengamos nuestra propia ceremonia ¿te parece si pido comida china?
Rei asintió y se abrazó a su pareja. No sabía de dónde sacaba Darien tanta paciencia, pero le encantaba que así fuera.
- No sé qué me pasa...yo no soy así, Darien. Pierdo la cabeza... es insoportable- Se queja Rei- en el pasado no fue así...
- Amor, en el pasado nunca esperaste gemelos. Recuerda que son dos, es el doble de todo.
- Hasta de peso...
- Rei. Eres la mujer más sexy que he conocido jamás- dice el cantante clavando sus ojos zafiro en los de la modelo- tu me haces perder la cabeza...siempre
- Eso era antes. Ahora así yo...
Los labios de Rei fueron sellados con un beso posesivo de Darien que la dejó sin aliento. Aquel beso despertó el deseo en ambos, la pasión reprimida, fue entonces que Rei fue consciente de la sinceridad en las palabras del músico al sentir aquella hombría clamando por ella, reclamándola en silencio.
- Yo...-susurra él trazando un sendero de besos por su mandíbula- te...deseo...siempre...
Explica él deteniéndose en el nacimiento de los pechos de la modelo mientras le arranca un sinfín de gemidos a su paso.
- Te amo, Rei...Te amo más que a mi vida...
- ¿a pesar de ser tan conflictiva?
- Tal vez a consecuencia de ello- responde luego de una corta pausa el ojiazul- Adoro tus tormentas... todas ellas...
- no siempre saliste bien librado de mis tormentas- bromea Rei ya de mejor humor.
- No. Pero valió la pena. Aunque me hicieras sufrir tanto- Asegura él haciendo cosquillas a la mujer bajo su cuerpo que se retorcía entre risas- creo que debería torturarte como tu me torturaste a mi.
- No, no. para...para...-Suplica Rei entre risas- me rindo...me...me rindo
Ante aquella declaración de tregua el atacante aceptó el pacto de paz y volvió a tumbarse a su lado, envolviéndola en sus brazos.
- ¿de verdad no irás a los Grammys? Lo mereces, Darien... Yo te veré desde aquí
- No. No iré- vuelve a confirmar él- mi mejor premio está aquí, en casa. Si tu no vas, no es tan importante...Por cierto... ¿cuándo les diremos a mi madre y a tus padres? Si llegan a enterarse por otra persona...
- Esperemos un poco más, por favor
- Linda. El doctor dice que todo va de maravilla ¿por qué esperar para gritarlo al mundo?
- Por favor...esperemos un poco más. ¿un mes?- Propone Rei poniendo la mejor de sus sonrisas.
- Bien...será como tu digas. Pero si Gea y Risa se enteran antes...
- No se enterarán. Ahora abrázame...hace frío...
- A la orden, señora.
- No olvides la comida china.
Darien rió un poco. Esa era Rei, su Rei: la mandona la gruñona, la que siempre quería controlar al mundo entero. Y a pesar de todo ello, cómo la adoraba...
Milan Italia, 6 años atrás.
Para muchos esa era una semana más de la moda en Milán. Para Rei aunque no era la primera era una de las más caóticas.
Los nervios le jugaban malas pasadas cuando salía a la pasarela. Estaba acostumbrada a las miradas, pero aquella mirada zafiro en primera fila era capaz de hacerla temblar de una manera que la hacía sentir transparente...
- ¿todo bien?- Interroga la rubia asistente mientras ayuda a su amiga a portar el último diseño del desfile.
- Si, todo bien.
- ¿segura? te vi un poco distraída, amiga.
- Estoy bien, Mina. ¿cómo me veo?- Intenta cambiar el tema la muchacha pelinegra. Era más que cierto que era un manojo de nervios, no por el desfile, sino por el pelinegro que le sonreía de esa manera.
- te ves genial. ¿viste a Serena Smith? muere de envidia al verte desfilar. ¿sabías que no la invitaron a participar?
- Me di cuenta que no fue requerida para el desfile. Pero imaginé que fue porque tuvo otras cosas que hacer ésta temporada.
- No. Claro que no- Cuenta la indiscreta asistente- Estuve hablando con las otras modelos y las otras asistentes y me dijeron que no fue requerida. Ni siquiera los diseñadores de menos renombre estaban interesados en contratarla. Creo que no es del gusto de los italianos.
Rei ríe apenada sabiendo qué quería decir exactamente la rubia con aquel comentario pero prefiere no comentar nada al respecto.
- ¿está todo en su lugar?- Cambia el tema la joven de ojos amatista.
- Si. Creo que dejarás boquiabierto a más de un músico allá afuera.
- cierra la boca, mina- ríe la pelinegra mientras vuelve a salir a la pasarela.
De pequeña, Rei Había asistido a infinidad de desfiles en Milán en compañía de su madre. Luego, cuando decidió volverse modelo había tenido la oportunidad de ir a varios desfiles como estrella central y en ninguno de ellos había visto tanta gente reunida.
De una manera milagrosa consiguió mantenerse en completo control de sus nervios cuando presentó el vestido de noche de Valentino Ferreti en color negro con aplicaciones en plata y rubí formando un hermoso y majestuoso fénix ardiente en la parte trasera de su vestido. Eso logró dejar a más de uno con la boca abierta, entre ellos al músico de ojos zafiro que no perdía la vista de Rei que fue alagada por todos los asistentes al desfile, en su mayoría hombres que se deshacían el halagos en cuatro idiomas distintos haciendo fruncir el ceño al alto joven que se puso de mil colores al ver como uno de los modelos de la línea masculina entregó a Rei un ramo de rosas rojas...si ¡Rosas Rojas!
Rei pareció sospechar lo que pasaba por la mente de aquel joven y le regaló una de sus mejores y fugaces sonrisas acompañada de un guiño de ojo que pareció calmar los nervios del muchacho que en dos segundos pareció perderse embobado al igual que el resto del público ¿qué había en Rei Hino que era capaz de poner a sus pies a medio tantos hombres y aun así permanecer indiferente ante ello.
Rei aguardaba en camerinos junto con su rubia asistente que la ayudaba a cambiarse. Un centenar de arreglos florales inundaban su camerino mientras la persona a la que esperaban llegara.
- Vaya si hay gente afuera ¿acaso alguien regala panecillos y yo no estoy enterada?- Interroga Makoto que entra sin avisar al camerino. Rei le dedica una mirada a través del espejo y Mina le sonríe.
- No que yo sepa. No creo que sea más gente que el año pasado. Es solo que tu estas más irritable.
- ¿quieres saber que me pone irritable? ¡éste maldito calor! Maldito calentamiento global, me estoy asando.
- Eso no es el calentamiento global- aclara la rubia- eso es por tu...
- Hola- Saluda un joven de ojos azules asomando su rostro por la puerta- ¿interrumpo?
- Darien... susurra Rei.
- Hola, chicas- amplía el saludo el pelinegro- Disculpen que interrumpa su charla. Pero resulta que he sido invitado a la fiesta que se dará luego del desfile y sé que ustedes irán, así que...me preguntaba si les gustaría que las llevara.
- No creo que quepamos las tres en tu motocicleta- Se burla Rei
- sería algo muy interesante...pero no. No iríamos en mi motocicleta. Iríamos en mi auto, aunque...el día que lo desees podemos repetirlo...
- "repetirlo"- dice maliciosa la muchacha de ojos color jade- La última vez que escuché esa frase las cosas no salieron muy bien, Rei.
- ¿aceptarán acompañarme, Señoritas?- Ofrece caballeroso el pelinegro mientras se inclina un poco.
- Nos encantaría- Se emociona la rubia.
- Pero aceptamos una invitación de un chico guapo antes de ti- interrumpe Makoto- Rei por otro lado estará encantada de poder ir contigo ¿no es así, Rei?
La mirada amatista de Rei veía amenazante a Makoto. Sabía lo que intentaba hacer y no le agradaba nada, pero cierto era que tenía muchas opciones
- Tu si aceptarás venir conmigo ¿verdad, Rei?- Ofrece el pelinegro- Si lo deseas podemos usar mi motocicleta...
- El auto estará bien...
La esperanza se dibujó en el joven de ojos azules que salió de aquel camerino con una sonrisa en los labios.
- ¿se puede saber qué te pasa, Makoto?- Regaña Rei
- ¿qué? Te hice un favor. El chico es guapo y babea por ti. Una cita no te hará mal...
- Eso no es verdad. Él y yo solo somos amigos...
- Tu "amigo" y tu seguramente habrían intercambiando más que experiencias si Mina y yo no hubiéramos estado en tu habitación la otra noche, amiga. Entre ustedes dos hay algo que salta a la vista...
- cierren la boca
Durante el camino al lugar de la gala, Rei se mantuvo callada, demasiado callada. Darien por otro lado no perdía detalle de aquella hermosa mujer que iba sentada a su lado. Ensartada en un vestido color violeta con aplicaciones en plateado que hacían resaltar aun más su mirada de ninfa. ¿podía existir más perfección en el mundo? él lo dudaba.
- Lindo vestido- intentó hacer plática el pelinegro
- Gracias...
- Creí que usarías el vestido negro con el que cerraste el desfile...
- era la idea- explica Rei con algo de decepción- El diseñador me lo había prometido como obsequio, pero parece que a alguien le ha encantado y lo compró casi inmediatamente...
- Parece que te había gustado...
- Era hermoso. Los detalles del fénix me fascinaron...pero prometió hacerme uno exclusivamente y obsequiármelo en un par de semanas...
- De verdad es una lástima. Lucías hermosa con él...
El sonrojo apareció en las mejillas de durazno de la pelinegra. ¿Por qué Darien era capaz de hacerla sentir así? Rei era capaz de caminar con solo dos piezas de lencería ante miles de personas y de repente, éste hombre con un par de palabras, con una mirada la hacía sentir como una adolescente...
- Creí que no te gustaban las fiestas...
- cuando la compañía es tan maravillosa, soy el alma de la fiesta.
- ¿siempre eres tan coqueto?- Gruñe Rei poniéndose a la defensiva
- Para ser una modelo no te agradan mucho los cumplidos...
- Señor, hemos llegado- informa el conductor de la limosina estacionándose fuera del enorme salón donde sería la gala de aquella noche.
- Justo a tiempo...- gruñe el pelinegro que sale del auto para ofrecer su mano a Rei- Señorita...
- Gracias...
La gala transcurrió sin el mayor contratiempo, a excepción del joven cantante que tuvo un intercambio de palabras cuando un atrevido muchacho dijo un par de palabras fuera de tono a la modelo estrella cuando pasó por un costado mientras Rei y Darien bailaban absortos de todo una canción al centro de la pista.
Makoto, Mikano y Rei tuvieron que intervenir para hacer desistir de su deseo de partirle la cara al desafortunado italiano, dicho evento fue filmado por algunos periodistas que no tardaron en abalanzarse con preguntas interminables a las tres figuras. Eso dio por terminada la velada para ellos que terminaron escapando para regresar al hotel mucho antes de lo que tenían pensado...
Departamento de Andrew Hansford, Nueva York, seis años atrás:
Aquella mañana en el departamento Hansford, una mujer castaña de ojos verdes observaba interesada el televisor mientras bebía un poco de café en la cocina.
- buen día...-Saluda el rubio aun adormilado.
- Buen día, querido. Has madrugado- Sonríe Reika tras recibir un beso en la frente de parte de su marido- eso es sorprendente tomando en cuenta el insomnio que has tenido a últimas fechas. Desde que regresé luces preocupado.
- Lo estoy. No sé cuándo estrenaremos la película que grabamos, cualquier día me llaman para hacer algunas entrevistas y...
- ¡Mira! Darien está en la tele...oye ¿no es tu coprotagonista?- comenta la castaña mientras señala el televisor.
En el noticiero podía observarse al alto cantante discutir acaloradamente con un muchacho castaño. Tras de él se veían Rei, Makoto y Mina intentando calmar al acalorado chico que lucía furioso. Según los reporteros la discusión era por un ataque de celos del músico y la pregunta estaba en el aire ¿quién de las tres chicas era la dueña del corazón del cantante?
- vaya, Darien no pierde el tiempo- bromea la castaña- ¿crees que le interesa tu compañera de grabación?.
- ¿¡Makoto!? No...él no sería capaz
- ¿capaz? ¿capaz de qué? Hasta donde se Makoto es soltera y Darien también ¿no es así?
- Si, si...Claro...- apenas consigue murmurar el rubio- Querida, iré a correr...te veo más tarde.
- ¿correr?- se extraña la mujer de ojos verde- Andrew Hansford, tu...corriendo...
- He cambiado mucho en tu ausencia, Reika...
El rubio salió sin esperar a escuchar las palabras de su esposa. Para su suerte traía su ropa deportiva unos tenis, suficiente para que ella creyera en sus palabras.
Apenas y estuvo fuera del edificio marcó un número conocido.
- Andrew, qué raro que te acuerdes de mi- nombra el pelinegro a ton de reclamo.
- Hey, amigo ¿cómo estas?- Saluda el rubio- Pensaba ir a tu departamento para platicar.
- Lo lamento, no estoy en el país ahora- cuenta el pelinegro
- ¿y dónde estás, maldito? ¿volverás pronto? Es que creo que dejé unos discos en tu casa que...
- Estoy en Italia, amigo...no creerás a quienes me encontré aquí
- Ni idea...-miente el rubio.
- A Makoto y a Rei ¿no es una increíble casualidad?
- Creí que Rei y tu no se llevan bien...
- Bueno...seguimos igual, pero creo que ya me odia un poco menos- confiesa orgulloso el peligro- Makoto ha ayudado mucho
- ¿en serio?
- Si. Mako es genial. He pasado tiempo con ellas y... son divertidas.
- ¿y estarás en Italia mucho tiempo?- cambia el tema el rubio sintiéndose extrañamente incomodo con los cumplidos de su amigo a Makoto.
- Ahora estoy en Milán, pero en cuanto termine la semana de la moda volveremos a Capri, es tan bello ese lugar, amigo...deberías venir...
- Tal vez algún día te de la sorpresa...
- Oye,¿ y...Reika?
- Reika está bien...estamos bien- intenta fingirse sincero el rubio- Y Makoto...¿está bien?
- Si, si...la veo contenta, animada...come muy bien...bastante bien
- cuando la veas...-El rubio hace una pausa- olvídalo, solo...cuídate mucho amigo...
- Claro...tu también...saludos a Reika...
Cuando Andrew colgó el teléfono fue consciente de esa sensación en el estómago. La misma sensación que tuvo cuando terminó su relación con Makoto, el mismo vacío, la misma soledad..
Milán Italia, Seis años atrás:
Rei había dormido profundamente, no sabía si era por el champagne o por el cansancio de la discusión de Darien con aquel italiano que les había terminado la velada demasiado pronto.
Esa mañana no fue Mina sino el golpe del servicio en la puerta el que la sacó de sus tormentosos sueños entregándole una enorme caja blanca.
Rei abrió interesada aquel paquete dándose cuenta que el contenido de aquella caja no era ni más ni menos que el vestido negro de gala que ella desfilara la noche anterior, al fondo de la caja una nota:
"Ninguna otra mujer en la tierra se verá mejor con éste vestido que tu. Espero me concedas el honor de volver a verlo en ti en la gala de ésta noche"
Darien Shields…
- Así que Darien Shields- Escucha una voz a sus espaldas la pelinegra
- ¡Mina! Qué modales- reprende la modelo
- vimos salir al mensajero, quisimos saber qué traía la caja- completa la castaña
- ¿tú también? - reprende a Makoto que estaba aun en bata
- ¿qué quieres que haga? Cargo a un Hansford en mi vientre, son algo entrometidos- Se defiende la castaña con una rosquilla en la mano.
- Y comelones- completa Rei
- Exacto. Oye…si que traes loco a éste tipo. Supe que ese vestido es carísimo.- cuenta la castaña
- Si te he dicho ya que Darien está loco por mi jefecita- interviene la rubia.
- Cierren la boca las dos y apresúrense. Quiero desayunar algo antes de ir a los ensayos, hay un lugarcito enfrente del hotel que podemos probar.
- ¿tu con apetito?- Se extraña Mina
- ¡esa es mi amiga! Muero de hambre- aclara Makoto viendo como sus amigas la observan indignadas- ¿qué? Si estoy hambrienta, aunque no lo crean, éste niño es un devorador.
-¿no será que tu también?- intenta iniciar Mina
- Dejen de inventar tonterías. Solo tengo hambre y ya. Vamos, apresúrense. La última en estar lista paga el desayuno.
El último día de la semana de la moda era algo para celebrar, la agenda laboral de Rei se terminaba y la de Makoto por obvias razones está liberada también por lo que habían tomado la decisión de quedarse un mes más en Capri para que Makoto pudiera pensar como manejaría su embarazo. Aquel desayuno animado en la cafetería con Mina y Makoto se vio interrumpida por la voz de Serena Smith.
- ¿Comiendo antes del desfile, Rei? No va a quedarte la ropa
- Descuida, Serena. No necesito vomitar como tú para que me quede la ropa.
. Deberías cuidarte más. Solo lo digo por tu bien, me preocupas
- No te preocupes, Serena. Rei tiene a su asistente y amigas de verdad, no necesita tu preocupación- interviene Mina
- Bien, como quieran. Yo iré a pedir una taza de café, no saben quién fue anoche a mi cuarto de hotel y pasamos una noche muy divertida
-No es como si nos importara tu vida amorosa, Serena- corta la castaña
-Bueno, se los diré porque el amor me vuelve optimista, fue Darien Shields… tan tierno en la calle y tan apasionado en la cama
-No nos digas- se burla la rubia asistente
-Si, y ese lunar rojo en su trasero se ve tan sexy.
Rei puso cara sería y la castaña pudo percatarse de la reacción de su amiga.
-Serena. En realidad nos encantaría escuchar tus inventos pero nos arruinas el paisaje
-Bien, las dejo. Estoy hambrienta y dejé a un hombre desnudo en mi cama, solo vine por café.- cuenta la rubia mientras se retira sonriente
-¿Rei, estás bien?
-No le creas, Serena es mitómana- cuenta la rubia
-Él si tiene ese lunar ..
-¿Tú cómo sabes eso?- interviene la castaña
-El día que lo dejé plantado…
-Ya. El día que se quitó la ropa ante tí
-Si…
-Yo soy team Darien, le doy el beneficio de la duda- agrega Makoto
-Yo igual
-Darien es Amigo de Andrew
-Ese maldito mentiroso- gruñe la castaña- lo odio
-Démonos prisa, un desfile más y luego estaremos libres para disfrutar nuestras vacaciones en el mediterráneo- cambiar el tema la pelinegra
-Renté otro mes la villa en Capri, a esta lagartija y a mi nos gusta la comida de la zona- cuenta la castaña sobando su abdomen
-Tu siempre has amado estas comidas
-Pues a lagartija también le gusta
-¿Lagartija?- se interesa Minako
-Parecía una lagartija la última vez que lo vimos en el ultrasonido
-A nuestro regreso a Capri debemos ir a que te revisen.
-¿Ya podemos saber qué será? Yo apuesto que será un chico- se anima la rubia
-Yo voto por una nena- se une la pelinegra
-Una cena en restaurante favorito de la otra a la ganadora
-Oigan, dejen de apostar
-Te invitamos- cuenta Rei
-Bueno…supongo que no está mal que se animen las cosas.
-¡si!- grita Mina emocionada
-El humor de Makoto había cambiado considerablemente en esos días, se sentía más tranquila aunque aún tenía muchas cosas por resolver.
La semana de la moda terminó gloriosa, cerró sin ningún imprevisto y cuando las modelos salieron a la pasarela final alguien se acercó a la pelinegra con un ramo de lirios casa blanca que ella rechazó por una orquídea que recibió en una caja de cristal, buscó con su mirada al hombre que solía regalarle orquídeas y regaló una sonrisa y un guiño de ojo al hombre de ojos de hielo que sabía le había enviado el regalo, fingió no ver el rostro descompuesto del pelinegro que tenía los puños apretados y los ojos inyectados de sangre.
Mina ayudó a Rei a salir sin ser vista del recinto donde festejaron la semana de la moda podía lucir como una chica boba pero Mina consiguió con sus contactos que las trasladarán hasta Capri en Helicóptero y mandó el aviso al personal del desfile que Rei se retiraba porque estaba indispuesta y su médico la había mandado a reposar por exceso de trabajo por lo que se tomaría una temporada fuera de los reflectores.
-Eres un maldito Genio, Mina - halaga la castaña cuando por fin descansan tiradas en el sillón de la casa en Capri
-Oye, no te dejes engañar por mi belleza. Desquito cada dólar que me paga mi jefecita.
-Lo hace, Makoto- es la mejor
-Por cierto dejé el rumor de que estarías en las Islas griegas de vacaciones así que nadie te buscará en estos lugares. Estamos libres- anuncia la rubia dándole una cerveza a la pelinegra y bebiendo ella otra
-Salud- dice feliz la pelinegra mientras Makoto bebe de su botella de agua resignada.
-Vamos, lagartija. Tu y yo beberemos agua
-¿Te quedarás con él? - Cuestiona Minako enternecido por el gesto cariñoso de la castaña a su abdomen
-No podría no hacerlo. Si es una Niña la llamaré Sayuri
-¿Sayuri?- se Interesa Rei- es un lindo nombre
-¿Y si es un chico? - Interroga Mina
-No lo sé. Casi estoy segura que es una niña
- Págame- pide Rei
-Hasta el ultrasonido- refunfuña Mina
-Dejen de apostar por mi lagartija
-Yo me voy a dormir . Fue un día muy cansado .
La pelinegra contó la conversación parándose y yendo a su recamara, cuando Makoto y Mina se quedaron a solas la rubia miró a la castaña.
-¿Crees que es por Darien?
-Nunca la había visto así de ilusionada
-Creo que si…
-Yo no le creo a Serena
-Yo tampoco, él parece un tipo decente
-Cien dólares a que la conquista- apuesta la rubia
-Doblo doscientos a que le propone matrimonio
-Hecho
-Tenemos un trato- se emociona la rubia.
Época actual:
La mujer pelinegra se encontraba con la playera de Aerosmith de su esposo como camisón mientras iba a la cocina por un vaso de agua, un golpe fuerte en la puerta del departamento la hizo abrir, reconoció la forma de tocar de inmediato.
-Mako- chan. ¿Qué haces aquí?
-¿Qué hago yo aquí? ¿ qué haces tú aquí? Si ya me decía mi sexto sentido de mujer embarazada que esto iba a pasar.
-¿De qué hablas?
-Ustedes deberían estar en los Grammys. ¿Por qué no están? No te quedó ningún vestido ¿verdad? E hiciste un drama.
-No hice un drama- hace puchero la de ojos violeta
-Lo hiciste ¡Andrew, ayuda a Darien, yo arreglaré a Rei.
-No voy a ir
-Claro que vas a ir. Es el día especial de este idiota y las dos sabemos que ha trabajado duro para estar ahí. Traje varios vestidos, alguno te quedará. ¿Olvidas que me he embarazado casi cada año de los últimos seis? Tengo muchos vestidos para la época. Vamos, hay varios aun con su etiqueta.
-Gra… Gracias Mako-chan.
-Oye, tú hiciste mucho más por mi, vamos a darnos prisa.
La castaña tiró de su amiga a la habitación donde le probó varios vestidos hasta que dieron con un vestido color violeta con corte en V que le quedaba cómodo y resaltaba los ojos de la pelinegra mientras que la castaña arregló la larga cabellera de su amiga en un moño alto. Una sonrisa en el rostro de la pelinegra al verse arreglado y linda hizo sentir satisfecha a la castaña.
-No estas sola, tonta- reprende cariñosa la castaña mientras le ayuda a ponerse un collar de gota con una amatista- cuando pases por uno de estos caos piensa "qué haría Makoto" luego me llamas y lo resolvemos
-Gracias, Mako-chan- se abraza la pelinegra a su amiga
-Anda, dense prisa o llegarán tarde. Más te vale que sonrías cuando los tome la cámara. Los estaré viendo
-Si.
La pelinegra salió de la habitación con una sonrisa que creció aún más cuando vio a su esposo anonadado al verla con aquel vestido
-Luces como un ángel- besa el pelinegro la mano de su esposa.
-De nada.- interviene Makoto mientras los empuja fuera del departamento- la adulas en la limosina, van a llegar tarde. Veremos la premiación en su sala y olvídate de tu helado, el caro
-Te lo ganaste, Makoto- agradece el pelinegro
-Y deja unos billetes porque pediré Alitas
-Si…- entrega varios billetes el músico a la castaña
-Y cerveza- agrega Andrew
-Pero Makoto no puede beber.
-Pero yo sí ¿y quién crees que cargó los vestidos?
-Bien…- Entrega el pelinegro otros billetes al rubio
-Mucha suerte- despide el rubio a la la pareja anfitriona y Makoto se va al sofá del sillón donde enciende el televisor
-¿Qué esperas, Andrew? Trae el helado, yo pediré la comida, Midori y yo tenemos hambre
-Si, Milady- acepta el rubio sonriente mientras corre a la cocina.
Andrew sonríe al ver a Makoto ponerse el control del televisor sobre el abdomen abultado mientras sube los pies descalzos a la mesa de la sala. Se sabe afortunado y sabe que las cosas hubieran terminado muy diferente si los dioses no lo hubieran alineado todo para juntarlos y para que ella lo perdonara…
Capri 6 años atrás:
La mujer de cabellos castaños se encontraba recostada sobre la camilla del consultorio del doctor que les habían recomendado, su amiga le tomaba la mano para tranquilizarla.
-Todo está muy bien, Señora Hino. Su pequeño está muy bien, un poco más grande de los parámetros, pero es usted muy alta
-El padre también es muy alto- completa la de cabellos negros que sujeta la mano de su amiga
-Eso lo explica todo.
-¿Aún no se puede ver qué es? - se interesa la pelinegra
-Aún no. Debemos esperar otro mes
-Rayos- se le escapa a la de ojos violeta- ¿en serio no se ve nada?
-No, el pequeño apenas y está despierto
-¿Y eso es malo?- se preocupa la castaña
-Para nada, hay pequeños muy dormilones que tienen su mayor actividad en la noche.
-Aún no siento nada- cuenta la castaña
-Es normal en las primerizas. Pero todo va muy bien, no olvide alimentarse bien, dormir y tomar sus vitaminas. La veré aquí el próximo mes, señora Hino
-Reiko Hino- deletrea la castaña mientras el médico anota el nombre al pie del ultrasonido y en la receta.- gracias.
La castaña toma su ultrasonido y la receta médica mientras la rubia espera afueras
-¿Y bien?
-No se dejó ver- se encoge de hombros Makoto
-¡Rayos!
-Dejen de apostar con mi lagartija- reclama la castaña mientras salen del consultorio y están finalmente en la calle
-¿Cuándo vas a usar tu verdadero nombre para el archivo médico, Makoto?
-Aun no estoy lista, Rei
-Mako chan. No puedes vivir en el país de la negación siempre.
-Es un lindo país y yo necesito estar tranquila. Oíste al médico- cínica la castaña que se compra un helado doble- ay, amo tener mi apetito de vuelta.
-Sigue en el país de la negación- susurra Minako
-No le queda mucho tiempo ahí. Su lagartija parece más un dragón de Komodo y cada día es más evidente.
-Lo sé. Ya no puedo aflojar más sus vestidos. Necesitamos ir de compras
-¿Ustedes por qué se quedaron atrás?- Reclama la castaña
-Makoto ¿qué te parece si vamos de compras?
-Yo estoy bien así
-Por favor cómprate ropa nueva, me duelen los dedos de aflojar tus vestidos- chilla Mina
-No he subido tanto de peso
-No, Makoto. No has subido casi de peso- se apresura Rei a aclarar- pero necesitamos cambiar tu guardarropas
-Creen que estoy gorda- empieza a llorar la castaña
-¡no!
-¡soy una ballena!- llora a grito abierto la castaña
-No, no, no- se apresura Rei- pero… ¿recuerdas qué es lo más importante de elegir la ropa correcta para ti?
-Resaltar tus atributos- deja de llorar la castaña
-Si queremos que luzcas hermosa necesitamos comprar las cosas que te hagan ver así.
-Pero me veo horrible
-¿bromeas? ¡luces hermosa! Espero en algunos años lucir tan linda como tú ahora y si no lo hago y estoy vestida con playeras de grupos de rock de los ochentas y ropa deportiva ve y patea mi trasero para verme linda ¿quieres?
-Prometido
-Ahora vamos de compras
-¡si! ¡Mina necesita un traje de baño- se emociona la rubia- lo merezco, jefecita
-Yo te lo compraré. Has trabajado mucho arreglando mi ropa- agradece la castaña
-Yo te compraré unas zapatillas, has sido una gran amiga al guardar el secreto de Makoto, gracias, Mina
-Oye, yo lo guardo porque la quiero no porque sea mi trabajo. No quiero esas zapatillas
-Mina…- se conmueve la castaña
-Mejor cómprame una bolsa
-Y ahí está. El momento se fue- se ríe la pelinegra
-Oye, no soy rica. Debo aprovechar
-Vamos entonces- se divierte la castaña.
Las Tres jóvenes entraron a una a tienda de maternidad para pasar un buen rato juntas y comprar las mejores prendas para la castaña, de lo que no se dieron cuenta en su felicidad es que alguien las observaba desde una esquina de aquella calle…
Hola:
Pues yo aquí dejando un cachito más de esta historia que tanto amo, espero sea de su agrado y disculpen que tarde en actualizar, han sido días con muchas cosas por hacer pero aunque sea poquito le voy avanzando.
Irais, espero este capitulo te haga pasar un buen rato
LitaKino espero te haga reir esta madeja de caos que hace nuestra Mako
Lector Silencioso, espero te agrade esta humilde publicacion
Con cariño, La Maga
