Nueve
Capítulo 8
Las cosas evidentes
Nueva York Época actual:
La mujer de cabellos negros bajó de la limosina escoltada por su guapo compañero de vida, apenas y habían alcanzado a llegar antes de que la alfombra roja terminara y se tomaron las fotos necesarias para la prensa. Rei intentó alejarse de los reflectores pero siendo ella una figura pública eso era algo más que imposible, ni los camarógrafos ni el músico la dejaron hacerlo y aunque no hubo entrevistas era más que evidente la sonrisa en el rostro del músico de ojos azules y su incapacidad de alejar sus manos del abdomen que aunque no era inmenso si era evidente con aquel vestido.
La premiación continuó su curso y para la pareja no fue una sorpresa escuchar los murmullos de los demás asistentes, para la pareja fue algo a lo que no le prestaron atención, cuando se trató de la premiación de cantante masculino en la terna se mencionaron a varios intérpretes, Darien no esperaba ganar pero agradecía la nominación que ayudaba a que más de uno pusiera sus ojos en él y pudiera tener más colaboraciones por eso fue una sorpresa para la pareja cuando el nombre de Darien Shields se mencionó como ganador.
El hombre de cabellos negros besó apasionado los labios de su pareja, luego besó su abdomen y se puso de pie para agradecer el premio y luego del discurso de agradecimiento mencionó a su disquera, su manager, sus fans pero sobre todo a su inspiración y a su musa, su amada esposa y los hijos que esperaban.
La pareja disfrutó del resto de la velada con la mayor de las felicidades y luego de ir un instante a la gala de celebración se disculparon diciendo que Rei se encontraba indispuesta por los malestares propios de su embarazo, cuando estuvieron en el ascensor a nada de entrar a su departamento comenzaron a bromear.
-Es una lástima que no podamos usar este pretexto por siempre para escaparnos de los compromisos
-Aprovecha, querido. Esto no durará mucho y no estaremos como Makoto y Andrew haciendo uso de la carta del bebé nuevo cada año.
-Si. No creo que sea buena idea- ríe el pelinegro- pero si podemos practicar igual.
-De momento usted y yo vamos a celebrar ese premio llegando a casa
-Eso suena emocionante, Hōbijin
-Aprovecha que mi lívido ha regresado ahora que las nauseas se han ido. Tendremos una gran celebración
-Empecemos ahora- ofrece él aprisionado a la pelinegra en el elevador y reclamando sus labios que le responden con el mismo deseo, cuando llegan a su piso la emoción se corta de repente porque Makoto los espera frente a las puertas del ascensor.
-Ey par de tórtolos- dice en voz fuerte haciéndolos salir de su burbuja- ¿cuándo pensaban decirle a sus padres lo de los bebés? ¿Antes o después de salir en una premiación que se transmite globalmente?
La Sonrisa desapareció de la pareja que entraba al departamento.
-Tengo a Gea en el teléfono y quiere hablar contigo- dice Andrew tapando la bocina del celular
El senador está en la línea de la casa y tu madre está en mi celular- explica Makoto con un teléfono en cada mano- ¿a quién le contestas primero?
La pareja se mira horrorizada, conscientes de que no hay vuelta atrás y tras encogerse de hombros ambos toman un teléfono cada uno para responder a sus padres, al parecer la celebración tendría que esperar porque hay cosas que no se pueden ocultar por siempre ¿o si?
Capri 6 años atrás:
Un mes había pasado desde que la semana de la moda había terminado y tanto Makoto como Rei al lado de Mina disfrutaban de una merecida paz; el tiempo había hecho su efecto y el abdomen de Makoto seguía creciendo.
Aquella tarde luego de una vasta comida al más puro estilo de los italianos en "la fontanna" las tres mujeres se encontraban reposando en la sala de la casa de verano, Mina usaba un top amarillo y una falda blanca mientras la alta castaña llevaba un vestido tipo toga color verde bosque que resaltaba sus ojos y Rei unos pantalones cortos y una blusa roja tipo blusón de tirantes casi tan larga como sus pantalones cortos.
-Makoto, no podemos seguir comiendo así- reta Rei mientras se lleva las manos a su abdomen abultado por tanta comida y bebida- me siento como un globo.
-Si, Makoto. Parezco personaje de caricatura cómica, ve mi abdomen- chilla Mina mientras se come una pieza de pan dulce.
-No puedo ser la única que engorde aquí- amenaza la castaña que pone sobre su abdomen redondo una taza con agua- ¿ven? Lagartija no para de crecer
-Les dije que sería niña- sonríe Rei mientras toma de la mesa los últimos ultrasonidos- luce tan linda. Págame, Mina.
-No hasta que nazca. Se pueden equivocar.-asegura la rubia
-Claro que no
-Claro que si
-Dejen de pelear- amenaza la alta castaña que camina a la cocina con pasos cansados mientras revisa en el congelador y busca algo de comer, el Timbre de la puerta suena y Rei aún recostada en en sillón voltea a ver a Mina.
-Ay, si. La asistente abre- se queja la rubia y camina a la puerta para asomarse por la mirilla- Chicas, es Darien
-¿Darien? No abras- ordena la pelinegra
-¡Se que están ahí!- grita del otro lado de la puerta el pelinegro y Rei maldice y corre a su habitación
-Inventen lo que quieran. Yo no estoy
-Bueno- se encoge de hombros la rubia que abre la puerta y deja pasar al pelinegro que no espera a ser recibido y entra hasta la sala.
-¿Dónde está?
-No quiere verte- dice la castaña desde la cocina
-No me voy de aquí sin hablar con ella. Tardé un mes en encontrarla, pasé dos semanas buscándola por las islas griegas y por España
-De nada- sonríe triunfal la rubia que había sembrado las pistas de que su jefa vacacionaba por aquellos sitios mencionados y hasta había comprado boletos y hecho reservaciones en aquellos sitios.
-Darien, Rei no quiere verte- asegura la castaña desde la cocina y el pelinegro se sienta en la sala.
-Pues no me iré- asegura el pelinegro tomando las ecografías de la mesa y sonriendo ante la imagen en sus manos - al final lo conservó
-Es que ella no se siente cómoda siendo vista, tu sabes. Es muy vanidosa y ha subido algo de peso.
-¿Dónde está?- Interroga él y la rubia señala escaleras arriba. Él sube de prisa las escaleras y la rubia se encoge de hombros mientras la castaña niega con la cabeza- Rei Hino, abre la puerta, sé que estás ahí.
-No quiero verte
-Abre la puerta
-Sal de aquí y no vuelvas- grita la joven
-Bien, si vas a ser una cobarde y no darme la cara…
-¿A quién llamas cobarde?- refunfuña ella abriendo la puerta y él aprovecha para entrar a la habitación de la joven.
-A tí y nadie más que a tí
-Deja de hablar de cobardes, maldito mentiroso
-¿Mentiroso, yo? Tu le estas ocultando tu embarazo al mundo entero ¿y yo doy el mentiroso?
-¿Mi qué?
-Y no sé por qué eres tan vanidosa. Yo considero que luces hermosa con esa pequeña barriga- asegura él llevando su mano al abdomen de la joven que se sonroja, no sabe si por el toque de aquella mano, la insinuación de que la embarazada es ella o por haberse dado cuenta de la inflamación de su abdomen. A todos ellos la respuesta es una bofetada que hace que Minako y Makoto lleguen corriendo.
-Darien, discúlpala. Está muy hormonal- interviene Makoto que carga una caja de cartón al frente y Mina se cubre el rostro.
-Si, mi jefecita no está del mejor humor. Deberías de irte ahora. Puedes invitarla a cenar más tarde y hablarán después.
-Bien, me iré pero volveré más tarde, .- se rinde él sabiendo la guerra perdida por el momento caminando un par de escalones abajo pero se detiene en seco- y lo que quise decir es que para nada luces como una mujer con veinticuatro semanas de embarazo, aun así creo que no hay mujer más bella que tú…
La rubia y la castaña están ampliamente conmovidas por las sinceras palabras del joven y cuando pasa junto a la rubia asistente se detiene un poco.
-Dile que paso a las ocho para llevarla a cenar. Si no sale me plantaré en su sala hasta que acepte hablar.
-Si…
-Qué romántico- dice Makoto que toma un pañuelo de entre sus ropas y seca una lágrima de emoción, las tres respiran cuando se cierra la puerta y se saben solas.
-Ay, jefecita. Ese hombre es tan tierno…
-Si, tiene nuestro voto.
-Quiero calcinarlo.
-Debes salir con él hoy- asegura Makoto sentándose en su cama
-No haré eso
-Si no lo haces él insistirá y descubrirá la verdad.
-Si, Rei. Si sabe que la embarazada soy yo le contará a Andrew y estoy muerta.
-Eso sería malo, muy malo- apoya Mina.
-Anda. Si no te interesa solo sal con él y mándalo al diablo. Muestrale a la Rei que todos tus ex temen.
-Yo tengo una idea, ese chico va a salir corriendo más pronto que nada- asegura la rubia
-¿Sabes lo que estás diciendo?
-¡claro que lo sé, ese hombre se va a ir volando en su motocicleta hasta Nueva York
-Eso es físicamente imposible, Mina- explica Rei
-Pero me entienden…
La rubia siguió contando su plan mientras Rei la veía horrorizada y Makoto aplaudía emocionada.
Durante la noche la mujer de ojos amatista se encontraba ante la enorme luna de su tocador viéndose incrédula. Portaba un vestido rojo de lino a las rodillas con mangas cortas en corte princesa y este se levantaba un poco del abdomen fingiendo un estado de Gravidez que obviamente no tenía.
-Mina ¿de dónde sacaste esta prótesis de abdomen falso?
-Tengo varios amigos en los estudios de grabación ¿no es genial? Incluso si la tocas se siente tan real- dice la rubia tocando el abdomen de la castaña y el falso de su jefa- soy tan buena
-Sigo sin entender porque traías una panza falsa en tu maleta.
-Uno nunca sabe lo que se va a ocupar. Espera, hay que ponerte una diadema que combine
-¿No es demasiado?
-Ya lo sabes, Rei. Debes ser la insoportable Hino- dice Makoto
-Y aplicas todas las que te dije- recuerda Mina que pone rubor a su jefa
-¿Funcionará?
-Tanto que no te va a querer volver a ver- segura la rubia y la de ojos amatista Calla
-Rei, si no deseas mentirle a Darien…
-Es eso o descubrirte y no estas lista para enfrentar a Andrew ¿verdad?
-No… pero si de verdad sientes algo por él.
-Él está con Serena y cree que me engaña, se merece esto y más
-Bien,.entonces sigamos ¿tienes los ultrasonidos de "lagartija"?
-Todos, en mi bolsa
-Super. No se la va a acabar.
El timbre de la puerta sonó y Mina corrió a abrir la puerta, como era de esperarse y con puntualidad inglesa apareció Darien con un ramo de lirios casa blanca, su camisa rosa y un traje café de lino.
-Madre, mía que guapo se ve- susurra Mina al oído de Rei
-Qué bien huele…- agrega la hormonal Makoto
-Mina y Makoto. Les traje cannoli de limón, gelatto de menta y chocolate, sodas y zumo de limón. Lamento no poder invitarlas pero… Necesito hablar con Rei
-Ay, es un príncipe- se emociona Mina tomando las bebidas
-Vayan con dios y traigan pasta con pulpo cuando regresen- acepta llorosa la castaña arrebatando la comida de las manos de Darien, Makoto se estaba convirtiendo en una italiana completa. Mientras Mina empuja a Rei fuera, Makoto hace lo mismo con Darien y les cierra la puerta en la cara.
-¿Nos vamos? - invita él ofreciendo su brazo a la joven que mira la motocicleta del pelinegro
-¿En eso?
-Te prometo manejar con todo el cuidado del mundo- ofrece él músico.
La mujer de ojos amatista recuerda la voz de Mina diciendo "se siente y se ve tan real como la de Makoto" por lo que se encoge de hombros y acepta subir a la motocicleta del pelinegro y dejándose llevar, amó el aire sobre su rostro y ver aquel paisaje en primera fila, era por mucho muy diferente de cómo se sentía en coche.
El muchacho condujo lejos de la zona turística y se metió por las callejuelas hasta dar con un restaurante local con solo dos mesas en su exterior y tan solo iluminado por una vela sobre una botella de vino y un par de focos colgando de la entrada.
-Interesante elección- sonríe Rei al ver el lugar
-Vas a probar el Mejor risotto de tu vida
-¿En verdad?
-¿Lo dudas por el lugar? ¿La hija del embajador busca las estrellas michelín en la entrada? ¿Dudas que este lugar no esté a la altura de tu educado paladar?
-Jamás dije algo así. Solo me sorprende que creas que voy a comer lo que tú desees.
-Puedes pedir lo que quieras pero si me das un voto de confianza, elige el risotto
-¿Saben ya que ordenarán?- se acerca una mujer regordeta de mediana edad a la pareja y les habla en un inglés difícilmente entendible
-Dos platos de risotto- pide Rei sin quitar la vista de su anfitrión- y una copa de vino tint… limonada está bien
-Dos limonadas.
-Suo marito tiene la voz de un ángelo- dice entre inglés e italiano la mujer que le guiña el ojo a la muchacha y se aleja
-Nosotros no… no importa- se rinde ella al quedarse a solas- muy osado, Shields.
-¿Esperabas que te llevará a "Le Monzú" o a algún sitio así? Supuse que tus novios y pretendientes anteriores te llevaron ya a los sitios más caros y elegantes que sus carteras puedan pagar, yo elegí llevarte al mejor.
La Mujer lleva dos copas con limonada y dos platos con risotto que dejan muda a la mujer de solo olerla. Un plato con pan, vinagre balsámico y aceite de oliva en dos botellas de cristal y los jóvenes vuelven a quedarse solos. Él hace un gesto a la mujer para que pruebe y ella duda un momento pero acepta el reto y prueba su platillo quedándose sin habla
-Delicioso ¿verdad?
-El mejor que he probado en mi vida- acepta ella conmovida. Una sonrisa triunfal en el rostro de él- quita esa sonrisa, solo estoy aquí para aclarar las cosas.
-Excelente ¿me dirás por qué te fuiste de Milán sin despedirte? ¿Me explicarás porque aceptaste la orquídea y no mis flores? ¿Me dirás que rayos pasó para que me dejarás así?
-Ah, si…eso
-¿Eso? ¡nos besamos, maldita sea! ¿No significó nada para tí?
-¿Y tú eres de los que besa a una chica y se va a dormir con otra después?
-¿De qué demonios estás hablando?
-De tu novia: Serena Smith
-Yo no tengo nada con Serena
-Te besó en el Metropolitan Opera House, fueron juntos a un crucero cuando te desapareciste y te acostaste con ella mientras estabas en Milán ¿cómo se le llama a eso?
-Que estás celosa
-¿Celosa yo? Solo número los hechos. Como puedes darte cuenta no estoy sola y no estoy para estas tonterías
-Si, celosa tú. Metropolitan Opera House: Ella me besó y yo te iba a invitar a tí a subir y tu solo te fuiste.El crucero: té dije que fue un comercial . Yo no me acosté con ella Jamás. Las rubias no son mi tipo
-¿Y quienes si?
-No quienes: "quién" y eres tú
-Eres un Mentiroso ¡Serena sabe del lunar en tu trasero!
Una sonrisa triunfal en el rostro del pelinegro
-Rei Hino … viste mi trasero, pervertida…me encanta
-¡claro que lo vi! ¡te desnudaste ante mi! Y sé que ese lunar es real
-Bueno pues el día de la grabación del comercial Serena entró al camarote mientras me cambiaba y seguramente de ahí sacó lo de mi lunar.
-Dormiste con ella luego de besarme a mi
-No lo hice. Pasé toda la noche hablando con Andrew sobre Makoto y lo mucho que la extraña por teléfono
-Eso es mentira
El pelinegro toma su celular y marca el número de su amigo y lo pone en altavoz
-¿Qué quieres, Darien? Estaba durmiendo
-Oye, rubio. Tengo una duda, ¿qué día me marcaste todo ebrio porque llorabas por Makoto?
-Ni me lo recuerdes. Aquí tengo mi recibo del celular , el doce de Junio será el día recordado como el que el idiota de Andrew Hansford pagó más de mil dólares en una llamada internacional de diez horas.
-Más tu resaca
-Más mi resaca. Deja de recordarmelo ¿quieres? ¿Qué con ese día?
-Nada. No recordaba qué día era. Te dejo porque las llamadas internacionales son muy costosas
El pelinegro cuelga su celular y mira a su compañera de cena
-¿Lo ves?
-A fin de cuentas ya te dije que eso a mi no me importa. No estoy en un momento de mi vida para preocuparme por amores.
-Tienes veinticuatro semanas según el ultrasonido que ví en la mesa, supongo que lo vas a tener.
-Lagartija nacerá- se encoge de hombros Rei usando el apodo con el que Makoto se refiere a su bebé y con esto siente que no miente del todo.
-Jeditte es el padre…
-Escucha- dice Rei sacando los ultrasonidos de su bolso- lagartija estará mejor sin su padre rubio que no desea ser padre ni estar en su vida. Esta bebé crecerá amada y rodeada de amor y no necesita Al idiota de su progenitor.
-Así que Jeditte no desea ser parte de la vida de esta bebé. Es una niña- sonríe él- será tan bella como su madre
-Jeditte no será parte de su vida, eso es definitivo.
-Déjame cuidarlas- pide con sinceridad el de ojos azules - Déjame ser su padre
-No necesitamos tu caridad. Una mujer puede cuidar sola de un bebé hoy en día.
-No es caridad. Sabes que desde que nos conocimos hay algo entre nosotros, sé que puedes sentirlo.
-Mi cabeza no puede pensar en esas cosas ahora, no son mi prioridad
-Déjame convertirlas en la mía. Déjame estar cerca.
Las palabras de Mina en la cabeza de Rei no estaban funcionando, sabía que debía alejar a ese hombre para mantener el secreto de Makoto a salvo pero cada que intentaba alejarlo sus pretextos eran refutados por lo que pon un segundo se permitió ceder a lo que su corazón le gritaba. Ya encontraría la forma de decepcionar al pelinegro, sabía que tenía talento para ello, pero esa noche quizás por la luz de las velas, quizás por la brisa marina o por aquellos ojos azules se permitió ser débil un segundo…
-No te estoy aceptando, pero quizás no me venga mal tu compañía…
-Eso es suficiente para mi. Yo me haré cargo de lo demás
-No te sientas tan seguro. Soy una mujer muy difícil de soportar
-Me gusta lo difícil- asegura él besando el dorso de la mano de ella- incienso y fresas… el aroma más embriagante del mundo
Un sonrojo en las mejillas de ella que no puede evitar que aparezca y una sonrisa en los labios de él que reconocen al menos la primer batalla ganada….
Nueva York , departamento de Andrew Hansford, seis años atrás:
La pareja se encontraba sentada ante la mesa del comedor. Mientras Reika hablaba emocionada el rubio solo movía su tenedor de un lado a otro.
-Andrew ¿estás bien?- pregunta Reika
-¿Eh, qué? Si, si..
-No estás aquí
-¿De qué hablas? Claro que lo estoy
-No. No lo has estado desde que volví de Austria.
-Reika… en realidad… necesito contarte algo.
-¿Qué pasa? Somos un matrimonio abierto, lo sabes.
-Mientras no estuviste tuve una aventura
-¿Y eso qué? Somos diferentes a otros matrimonios, Andrew. Ambos viajamos mucho y pasamos mucho tiempo lejos. Recuerda que los dos acordamos que podemos satisfacer nuestras necesidades con otras personas Mientras…
-Mientras no afectemos lo que hay entre nosotros y no nos enamoramos
-Que sea todo carnal y sobre todo ser discretos. A ti no te interesa que yo traiga mis aventuras a la mesa ni a mi las tuyas. Está bien, querido…
-Es que, hay un problema, Reika… me enamoré
-¿Qué tú qué?
-Reika lo nuestro era perfecto: sin límites, sin ataduras, yo podía estar con otras, tú con otros. Sin esas cosas tontas de los otros matrimonios: hijos, columpio en el jardín, una casa en los suburbios
-¿Y qué cambió, Andrew?
-Makoto…Makoto lo cambió todo. Se supone que sería un juego, algo temporal pero…al final del día solo pienso en ella, en esa tonta casa en los suburbios, una casa del árbol, el columpio y un montón de niños rubios y castaños
-¡hijos! ¿tú, Andrew Casanova?
-Lo sé. Es idiota pero…no he podido ser el mismo desde que ella me mandó al diablo y tú no mereces que te Mienta.
-Andrew, este es el peor error de tu vida. Tú no estás hecho para la vida familiar.
-Esta vida ya no me llena tampoco, Reika…solo quiero salir corriendo a buscarla aunque fue ella la que me mandó al demonio.
-Yo no voy a detenerte y aunque estoy segura que estás cometiendo un error no voy a ser un obstáculo.
-¿En verdad?
-La verdad es que no eres el mismo desde que volví y este Andrew no me agrada mucho
-Lo lamento…
-Supongo que no te molestará que me quede con el departamento, si todo sale bien con tu chica querrán una casa en los suburbios…
Andrew Sonríe ante la despreocupación de su esposa por terminar siete años de matrimonio.
-Adelante… es tuyo…
-Bueno. Iré a tomar unas copas con… alguien. Tómate tu tiempo para empacar, lo que se quede te lo mandaré al domicilio que me mandes
Andrew se puso de pie y abrazó a la castaña para salir corriendo a buscar a Darien, seguramente no había regresado de su viaje y necesitaba decirle que serían compañeros de departamento por un tiempo, agradeció tener copia de sus llaves aunque no la había conseguido ni legal ni voluntariamente pero esas eran pequeñeces ¿no?
Capri 6 años atrás:
La muchacha de cabellos negros bajó de la motocicleta del pelinegro luego de que este la ayudara a bajar, él la acompañó hasta la puerta de la casa y besó el dorso de la mano de Rei con caballerosidad para luego marcharse, ella sonrió y tomó sus llaves para entrar pero antes de que ella pueda siquiera introducir la llave la puerta se abre y cuatro brazos la jalan para cerrar la puerta de un azotan luego de meter a la muchacha.
-Cuéntanos qué pasó- ordena Makoto mientras arrebata hambrienta la bolsa de comida que traía su amiga entre las manos.
-¿Funcionó?
-¿Lo asustaste?
-¿Está aterrado?
-¿Usaste el desencanto Hino?
-¡Habla!- Escupe Makoto dejando escapar un trozo de pizza margarita de su boca.
-No funcionó- se apena la pelinegra- mañana iremos a pasear en su motocicleta
-Ibas a espantarlo, no a ser guía de turistas- se enoja Makoto
-Calma, calma…mi jefecita aun tiene tiempo, Makoto. Mañana, Rei. Debes ser la terrible Rei Hino
-Mina, ya lo he sido: Lo dejé plantado, golpee su cabeza con un bat, lo corrí, escapé, fui grosera…
-¿Y si hacemos lo contrario?- se interesa Mina llamando la mirada sorprendida de Rei y la enojada de Makoto que deja de comer para ver como bicho raro a su amiga- si, si. Quizás si cree que te ha conquistado se aburra y se vaya. Le has puesto todo tan difícil que se ha obsesionado, vamos a dejarlo creer que te conquistó y que sopese el peso de la paternidad… Saldrá corriendo
-Eso no suena tan lógico, Mina
-¿Has espantado a treinta novios? Yo sí. Confíen en la diosa del desamor- asegura llorosa la rubia
-Esto es una locura- niega Rei
-Oye, esta pizza es buenísima- dice distraída la castaña- mañana me traes otra
-Mako- Chan. Ocupo apoyo moral, esto es por tí
-Rei, confío en ti. Nunca has podido mantener una relación sana. Sólo sé tú. Tiendes a enloquecer a la gente…- cuenta sincera la castaña ganándose una mirada sorprendida de su amiga- pero yo te amo, eres mi amiga y te ves divina con esa pancita
-Mina, quítame esto para ir a dormir, estoy agotada
-Está bien pero espera mañana a ver los vestidos tan lindos que te arreglé
-Ustedes se están divirtiendo con esto ¿verdad?
-Definitivamente sí
-Si, es mejor que ver Doramas
Rei negó con la mirada, no sabía quién estaba más demente si sus amigas o ella por prestarse a ese juego de locos…
Nueva York 6 años atrás, departamento de Darien Shields:
Andrew entró al departamento de su amigo con dos pesadas maletas y encendió la luz notando que todo estaba apagado "dónde diablos está" tomó su celular y llamó a su amigo
-¡hey, Darien! ¿Dónde estás?
-En Italia, te dije que
-Bueno si. He estado ocupado, lo siento. Oye, supongo que no hay problema si me quedo en tu casa por unos días ¿verdad?
-Supongo que no, pasaré un poco más aquí. Tienes una copia de mi llave…solo no rompas muchas cosas…
-Jamás, ni notarás que estuve aquí
-No creo que eso pase. ¿Discutiste con Reika?
-Nos vamos a divorciar… pero todo bien, no te preocupes
-Descubrió tus aventuras…
-Pues…algo así. Todo es cordial. Nuestros agentes harán un comunicado conjunto así que… pretendo mantener bajo perfil y no comentarlo
-Es la primera cosa coherente que te oigo decir…
-Oye, te dejo. Voy a darme un baño e ir a buscar a una chica linda
-Si, te ha dolido mucho tu divorcio. Todo con calma, Rubio
-¡siempre! Te veo a tu regreso, amigo. ¡diviértete!
El rubio colgó la llamada con su amigo y fue a darse una ducha, debía buscar a Makoto y debía hacerlo muy bien arreglado…
Capri, 6 años atrás:
La muchacha de cabellos negros se encontraba sobre un banco con una prótesis falsa que simulaba un abdomen abultado, la castaña la maquillaba mientras la rubia ajustaba una blusa corte princesa que se soltaba justo después del busto, unos pantalones cortos de mezclilla y unas sandalias de cintas la vestían.
-¿Es esto tan necesario?
-Debe parecer real ¿qué tal si se te levanta la blusa? ¿Qué tal si se moja? ¿Qué tal si te quita la blusa? No,no. Esto debe parecer real.
-¿Por qué me quitaría la blusa?
-Por la misma razón que pasaste una hora depilandote con cera, Jefecita. Más vale estar preparadas ¿no?
-¡me depilé por Los pantalones cortos!
-Aja- dicen con incredulidad Makoto y Mina
-Estas cubierta, jefa. Tú sabes…por lo que pueda pasar
-Ustedes están dementes.
El timbre sonó y Makoto corrió a meterse bajo una cobija fingiendo ver la televisión mientras Mina se resignó a abrir la puerta, Rei escondió los maquillajes y las herramientas de preparación de la ropa que portaba, aquella blusa lila resaltaba aquellas pupilas amatista y quizás era una buena elección porque el pelinegro se quedó sin habla al verla.
-Linda¿verdad?- dice Makoto desde su sillón
-Como un ángel- suelta él recuperando la compostura
-¿En verdad? Me puse lo primero que encontré, no me arreglé mucho. ¿nos vamos?
El Pelinegro asiente y da su brazo a la joven mientras Makoto y Mina la miran indignadas y niegan con la cabeza en silencio.
El muchacho de ojos azules ayudó a subir a la chica de ojos amatista y estos emprendieron el camino hacia el destino no adelantado a la modelo.
Primero fueron a un mirador alejado de la parte turística y a la que tuvieron difícil acceso aún con la motocicleta del cantante.
-¿Qué lugar es este?
-Nunca habías estado aquí ¿verdad?- Interroga el pelinegro a la muchacha que ayuda a bajar con cuidado.
-He estado en Capri varias veces pero no hasta este sitio. Tú no conoces este sitio tan bien.
-No, pero suelo hacer amigos fácil y los locales me han ayudado bastante
-Así diste con el restaurante-él asiente a las palabras de ella- y con este sitio.
-¿Te gusta?
-Me encanta Capri . Es en mi opinión uno de los lugares más hermosos sobre la tierra. Esta vista es… única
-Quería que te agradará
-Sirvió traer tu motocicleta contigo. ¿Te gusta para dar la imagen de chico malo?
-¿ Black Lion? No. Black no es un accesorio.
-¿Black Lion?
Mi padre la nombró así. Cuando era un niño no fuí el niño más afortunado y llegamos a pasarla bastante difícil. Papá consiguió a Black Lion por unos cuántos dólares y la usaba para trasladarse a sus trabajos de medio tiempo, los días de descanso pasábamos el día reparándola y dejándola linda, mamá siempre dijo que era su otra chica en broma. Cuando él murió me quedé con ella y cuando comenzó a irme bien en la música me aseguré de que la dejaran como nueva, él la hubiera amado.
-No tenía idea.
-Hay muchas cosas sobre mi, Rei . Por ejemplo, cuando me descubrieron trabajaba en un bar de mesero y me dejaban cantar un par de canciones de vez en cuando.
-Eso si lo sabía
-¿En serio?- se interesa él extendiendo una manzana a la pelinegra y él mordiendo otra.
-A Makoto le gusta tu música y un día puso una entrevista en el departamento mientras desayunabamos.
-Bueno. Trabajaba ahí para pagar mi matricula en la universidad. Tengo cuatro semestres de medicina.
-¿En verdad? Eso es sorprendente
-¿Qué hay de tí?
-Yo no estudié medicina
-Muy graciosa, Hino. Cuéntame algo de tí, algo que no salga en las revistas aparte de que eres hija del embajador.
-Otou San era senador en Tokio y le ofrecieron ser embajador así que vinimos a Norteamérica él, Oka San y yo. Estudiaba la carrera de relaciones Internacionales cuando me ofrecieron participar en un desfile. Lo demás ya lo sabes
-¿Siempre soñaste con ser Modelo?
-Acepté el trabajo para poder pagar mi matrícula en diseño de modas. Soy buena, también era fantástica en relaciones internacionales. Al final el trabajo me absorbió… he hecho colaboraciones en algunas pasarelas pero nada en forma. Preferí mi independencia económica de Otou San para poder hacer lo que quiero.
-Debió molestarse mucho
-Me dejó de hablar por un año pero Oka San arregló las cosas, esa mujer le tiene demasiada paciencia
-Y aquí estamos un médico frustrado y una diseñadora jugando a ser Modelo y cantante.
-¿Has pensado en terminar tu carrera?- Interroga ella viendo de reojo al músico
-No. También me gusta ser músico. Quien sabe, quizás en vidas pasadas fui y seré médico y esta es mi única oportunidad para ser músico
-Qué alivio- deja escapar ella y él la mira interesado- por Makoto… ella ama tu música y se pondría triste
-Claro. Pues creo que deberías darte el tiempo para cumplir tu sueño.
-Lo haré. No puedo estar en la pasarela toda la vida modelando bikinis
-Qué alivio… por tu carrera…claro y la gente que se está perdiendo de ver tus diseños.
Ella sonríe de lado y no le cree en absoluto pero le parece dulce ver esa respuesta.
-¿Qué harás con ella?- interroga el músico señalando el abdomen de Rei
-Una mujer es perfectamente capaz de hacerse cargo de un bebé sola.
-Lo sé pero…¿no le contarás al padre?
-El padre es un idiota y lagartija estará bien con Mako-chan y conmigo.
-Son grandes amigas ¿verdad?
-Somos hermanas. Si un día tuviera que matar a alguien y enterrar el cuerpo, Makoto sería la persona que me ayudaría y yo a ella, siempre y no importa qué. Sería capaz de hacer muchas locuras para salvar su pellejo. Ella salvó el mío cuando Otou San se entró que había dejado la carrera y modelaba. Compartimos departamento desde entonces. ¿Y Andrew y tú?
-Somos vecinos. El idiota llegó cuando me mudé y decidió que seríamos amigos, no me lo quito de encima desde entonces pero es un gran tipo, agradezco que estuviera ahí.
-Debes apreciarlo mucho a pesar de ser un Mentiroso infiel.
-No estoy de acuerdo en su forma de vivir pero él y Reika son personas muy libres.
-¿Ella sabía de Makoto?
-No pero los dos estaban de acuerdo en que el otro tuviera aventuras mientras no afectara su vida.
-¿Tan de común acuerdo? - el pelinegro asiente- ¿tú podrías?
-¿Bromeas? No soporto ni siquiera que te miren otros mientras estás en la pasarela. Compartirte a tí… sería impensable.
-Pero estas de acuerdo en sus infidelidades
-Es un acuerdo de ellos. Y yo no soy igual. Pido lo que ofrezco y yo soy hombre de una sola mujer
-Y Serena Smith…
-Ella nada. A mi no me gustan las rubias
-¿Y quienes sí?
-Las pelinegras de ojos amatista y difíciles de alcanzar…
-Hace calor, vamos por un helado- cambia ella de tema empujando al de ojos azules de la piedra donde estaban sentados.
-Lo que usted ordene…- dice caballeroso el de ojos azules inclinándose educado y ayudando a ponerse de pie a la mujer de pantalones cortos.
Ambos muchachos bajaron hasta el centro de Capri, el aire despeinaba la larga cabellera de la muchacha que lejos estaba de sentirse molesta por ello.
Cuando comenzaron a caminar por las estrechas calles encontraron a una anciana que vendía peinetas y broches, los ojos de la pelinegra se iluminaron al ver una peineta con la forma de fénix, cuando ella se disponía a pagarla el músico se adelantó y le pagó a la anciana hablándole en un respetable italiano y la señora en su idioma le dijo algo a la muchacha en forma de regaño, ella asintió y los dos se retiraron de aquel puesto callejero.
-Así que hablas italiano
-Solo lo necesario para las giras- dice orgulloso él
-Pero yo no soy tu esposa, no peleamos por el nombre del bebé y no merecía el regaño de la anciana
-Entendiste todo…
-No eres el único que sabe un poco de idiomas- dice ella dando un codazo en la costilla al alto.
-Bueno, pero podrías serlo en algún momento si tu quisieras…si me aceptaras yo …
-Escucha.- lo detiene ella seria- jamás aceptaré a alguien solo por el qué dirán. No busco compañero de vida y menos papá para "lagartija" Mako-chan y yo estaremos bien y ni ocupamos quién nos salve.
-Supongo que será al viejo estilo: voy a hacer que te enamores tanto que no quieras que nos separemos un solo día del resto de nuestras vidas.
-Eso no pasará, galán- asegura ella
Anda, vamos por tu helado- aligera él la conversación y toma de la mano a la joven hasta llegar a un puesto de helados donde él pide gustoso su gelatto de chocolate y nata y ella uno de fresas con crema y chocolate amargo, cuando él se disponían a pagar ella se apresuró y pagó al anciano que le vendió los helados diciendo un par de palabras en italiano y este se rió, ganándose un gesto serio del de ojos azules.- No soy tu amigo gay y no me dejó un chico por no ser bueno en la cama…
-Tu italiano es bueno Shields- se ríe la muchacha- anda, vamos a comprar unas golosinas para Makoto y Mina.
-Reiko, eso fue muy cruel- refunfuña él
-Solo Otou San y Oka San me llaman así cuando me Regañan.
-Eres una chica Mala, Rei Hino
-No tienes idea de cuánto- asegura la pelinegra guiñando un ojo al alto hombre a su lado mientras ella sale corriendo para escapar de él. Él le sigue el juego y tras correr tras ella consigue aprisionarla en un callejón cercano al sitio donde estaba estacionada su motocicleta.
-Te tengo. No escaparás- asegura él con ambos brazos a los lados de la cabeza de la pelinegra que tenía la espalda recargada contra la pared y respiraba con dificultad tras haber corrido con el peso de su abdomen falso.
-Créeme, no querrás tenerme cerca para el final de la semana. No podrías conmigo.
-Te quiero para no dejarte ir nunca…- asegura él besando con suavidad los labios rojos de la de ojos amatista.
En ese momento el cerebro de la pelinegra fue tomado prisionero por sus traidoras emociones que reaccionaron a aquel beso con el mismo deseo, solo se dejó llevar por un segundo, ella era dueña de sus emociones, podía controlarlo, Darien Shields solo era algo temporal, nada serio que fuera a cambiarle la vida, al menos eso es lo que su anestesiado cerebro pensaba en ese momento, jamás estuvo tan lejos de tener razón…
hola:
gracias a todos por llegar hasta aquí, matona, gracias por tus reviews, Iraís espero que te de un bello fin de semana.
lamento haber tardado tanto en publicar pero tengo una buena justificación, participaré por primera vez en el fluftober y eso significa que mañana tendrán un fic de un one shot y pasado mañana otro, el diez uno que ayer terminé de escribir y prometo otro para día de muertos, creo que ya saben porqué tarde tanto en subir 9 pero viene mucho ahora en octubre, ahora espero que este capitulo les robara una sonrisa, con cariño:
la maga del mal
