Nos encontrábamos en Pueblo Floaroma con mi entrenado Lucas y su amiga Dawn quien nos hacía compañía junto a Napoleón su Empoleon. A pesar de estarnos viendo constantemente, no puedo evitar emocionarme de estar junto a él.

Nuestros entrenadores nos dejaron salir de nuestras pokeballs mientras hablaban de sus cosas, podíamos disfrutar de una tranquila noche en los vastos campos de flores.

Me di un estirón, pero ni con eso podré ser igual de alto que él. Agachado o no, el me supera por muchos centímetros, que para mirarme tiene que bajar la vista.

Ambos nos recostamos en el suave pasto, yo con los brazos cruzados detrás de mi cabeza tratando de que mi flama no entrase en contacto con las flores y Napoleón completamente extendido. Ambos estábamos admirando el cielo nocturno mientras que la fría brisa nos pegaba. Estábamos hablando sobre la última vez que habíamos venido aquí.

"¿Recuerdas esa vez que casi incendiaste medio campo por accidente?" me dijo.

"Ah, claro que si, jeje..."

"Al final fui yo quien te salvó el pellejo y tuve que apagarlo. De no haber sido así nunca nos hubieran permitido volver a entrar aquí."

Sólo yo me eché a reír de recordar ese momento, siempre me río solo... Napoleón es realmente serio, muy pocas veces lo he visto sonreír, y reír casi nunca. Debería expresarse más.

Me volví a un lado para verlo. Lucía bastante distraído por el cielo nocturno. Sentí el tiempo pasar muy rápido, que olvidé que lo estaba mirando y se terminó dando cuenta regresandome la mirada.

"¿Ocurre algo?" Aún mantenía esa vista inexpresiva.

"Ah..." Me ruborice un poco y miré hacía otro lado tratando de ocultarlo. "No, no es nada."

Después de eso ninguno de los dos se dirigió la palabra. A pesar de no haber pasado nada, sentía que había algo de tensión entre nosotros. El silencio se hacia cada vez mas incómodo hasta que él rompió el silencio.

"Dante..." Sentí un enorme escalofrío al escuchar su grave voz pronunciar mi nombre.

"¿Si?" Respondí.

"Quiero hablar contigo sobre algo." Se levantaba sentándose y mirando al infinito. Sonaba mucho más serio de lo normal (si, eso existe), y me asusté un poco.

"Sueltalo." Dije tratando de sonar calmado.

"...Dawn, yo y el resto del equipo nos iremos de la región por un tiempo."

Sentí mi corazón esquivar un latido.

"¡¿Qué?!" Grité exaltado, levantándome bruscamente del suelo.

Él retrocedió un poco sorprendido ante mi reacción, mas por qué fue violento no por el por qué en si.

Nos quedamos viendo fijamente, pero no pude soportar esa fuerte mirada suya, que sólo sedí y preferí voltear hacía otro lado. Me sentía muy nervioso.

"Supuse que esto te sorprendería..." Me dijo aun sin perder ese tono serio.

"..." No le devolví la mirada, no sentía que podía hacerlo.

De nuevo volvió ese desagradable silencio, se sentia una tensión más fuerte entre ambos.

"Lo siento, no estaremos aquí por mucho tiempo."

"...¿Por cuanto?'

"En verdad que no lo sé, pero no creo que nos tome tanto."

"...¿Dónde será?"

"En cualquier lugar que se encuentre el padre de Dawn, ni siquiera ella lo sabe con certeza."

"¿Y cuándo se irán?"

"...Mañana."

Ya no podía regresarle la mirada, pero podía sentir la suya sobre mi.

Sabía que era temporal, pero de todos modos no me gusta esa idea. Una vez que se vaya, tanto yo como mi entrenador nos sentiremos solos. ¡Ellos son nuestra única compañía! Hacemos muchas cosas juntos y nos conocemos desde muy pequeños. ¿Qué haré sin él alrededor? ¿Y si conoce a alguien más que me logré reemplazar? ¿Y si tan siquiera no me extraña durante su viaje?...

"Dante," Su voz me liberó de todos mis pensamientos. "te noto algo abrumado."

Apenas me había dado cuenta de que todo mi cuerpo se encontraba completamente tenso, hasta que él se me acercó a sentarse a un lado y sobar mi espalda con su aleta. Sólo con eso sentí una gran parte de mi ansiedad irse libremente, aflojandome un poco. Él nunca hacía eso, no sé por que esta es la primera vez.