STYLE type"text/css" Fanfic escrito por Helsic aka Kensou no miko

"Rebirth"

Capítulo 1

Trapped into myself

atrapado en mi mismo

Había tenido sueños extraños pero nunca uno tan real como ese. Era tan confuso, que muchas veces no podía distinguir entre realidad o fantasía. Se despertó asustado, intentó llevarse una mano al rostro pero no pudo, un agudo dolor en su espalda y pecho cuando intentó mover el brazo lo hicieron prescindir de la idea.

¿Dónde estaba? Miró a su alrededor con desespero, vio las paredes blancas y la lámpara de neon sobre su cabeza y no tuvo que esforzarse demasiado para notar que se hallaba en un hospital. ¿Un hospital?... ¿por que? Se preguntaba una y otra vez, estaba angustiado, adolorido y por si fuera poco no podía recordar nada.

Escasamente el sueño.

Oh... si el sueño, esa extraña visión en la que veía a Iori luchar contra personas que el no reconocía, las desgarraba cruel y sanguinariamente con sus manos armadas sólo con su fuego púrpura, luego regresaba su mirada hacía él y los rojos ojos miraban con tristeza. "Kusanagi" lo escuchaba pronunciar en un tono de soslayo y amargura, después no recordaba nada...

"Kusanagi"

Escuchó de nuevo en su mente, como un canto armonioso y envolvente. Cerró los ojos de nuevo girando su rostro hacía un lado y fue sólo en ese momento en el que se percató de que una respiración se apreciaba levemente a su lado. Abrió los ojos nuevamente y lo vio, son su carita de niñito inocente, con los ojos cerrados y las tupidas pestañas húmedas como si hubiese llorado momentos atrás, dormía placidamente a su lado.

- Shingo... – intentó decir, pero su voz fue sólo un inteligible murmullo. Sintió la garganta seca y no pudo mas emitir un sonido quejumbroso al intentar hablar de nuevo. El joven a su lado no reacciono, estaba profundamente dormido, así que Kyo se decantó por esperar un poco mas.

Poco a poco su voz fue regresando, conforme tragaba saliva y respiraba pausada y concientemente. Finalmente al cabo de unos minutos pudo hablar, esta vez de una mejor forma que el fallido intento inicial.

- Samero... despierta – dijo en un tono mas alto. Shingo por fin pareció reaccionar, abrió los ojos lentamente sin mover su cabeza y por unos minutos se quedó observando a Kyo sin reaccionar.

- ¡¡Ku... Kusanagi...-san!! – exclamó emocionado mientras saltaba de su posición de descanso – ¡Por fin ah despertado! – exclamo sin ocultar su felicidad. Kyo notó las enormes ojeras en los ojos del joven parecía que no hubiese dormido en una semana o mas.

- ¿Dónde estoy? – preguntó seguidamente.

- En la Clínica Toriyama – contestó Yabuki sin borrar su sonrisa - ¿Cómo se siente?

- Me duele todo... – gimoteó con un gesto de broma, Shingo puso cara de preocupación.

- ¡Llamaré al medico! – gritó levantándose de su silla y corriendo hacía la puerta. Kyo no pudo mas que sonreír.

Al poco rato Shingo regreso acompañado de un medico y un par de enfermeras que comenzaron a hacerle preguntas y exámenes, el Kusanagi respondió como pudo al interrogatorio y dejó que le examinaran y lavaran las heridas. No lo había notado pero, tenía un enorme vendaje en el brazo derecho y otro en su pierna izquierda, daba escalofríos el solo ver el estado en el que se hallaba su cuerpo. Lleno de moretones y quemaduras.

Era como si hubiese acabado de salir de una pelea. Era como en su sueño.

- Bien señor Kusanagi, esta fuera de peligro, sin embargo lo mas prudente es que guarde reposo durante los siguientes 3 meses – comentó el doctor, un viejo alto y con el cabello cenizo. Kyo lo miraba atentamente.

- ¿Qué pasó doctor? – pregunto el joven Kusanagi. El doctor pareció dudar antes de responder.

- Fue traído a la Clinica en estado de shock, al parecer recibió un fuerte golpe en el cráneo, lo que provocó su inconciencia de 2 semanas –

- ¿Qué ha dicho? ¿2 semanas? – se quejó Kyo - ¿eh estado aquí 2 semanas?

- Así es, ha permanecido en estado de coma durante todo ese tiempo, temimos que no despertaría puesto que sus signos vitales eran demasiado bajos – respondió con calma.

- ¿Y quien me trajo? – insistió el joven Kusanagi, El doctor miró a Shingo que permanecía parado junto a la cabecera de la cama

- Yabuki-san le trajo – Kyo observó a Shingo y le pareció ver que se sonrojaba – Ahora, si me disculpa, debo ir a ver otros pacientes, en seguida regreso –

El Doctor salió de la habitación junto con sus enfermeras, dejándolos nuevamente solos. Shingo volvió a sentarse en el banquito en el momentos antes se hallaba sentado. Kyo lo siguió con la mirada.

- ¿Cómo paso? – le pregunto, Shingo lo miró con preocupación. Al parecer a su joven maestro el golpe le había afectado la memoria, pues no parecía recordar nada de lo sucedido, pensó que era normal que en pacientes que luego de un impacto en el cráneo no recordaran los hechos recientes, sin embargo sintió un poco de temor al no saber como Kyo afrontaría lo que pensaba contarle.

- Eso no tiene mucha importancia ahora Kusanagi-san – Shingo hizo una pausa –Lo importante es que usted ya esta bien y que por fin ha regresado, hacía mucho tiempo que no lo veía... –

- ¿Mucho tiempo? – interrumpió Kyo, notó como Shingo trató de ocultarle la verdadera forma como le había encontrado y llevado al hospital – pero sólo han pasado unos días desde la batalla contra Orochi...-

- ¿Orochi? – Shingo se mostró sorprendido. ¿Acaso Kusanagi-san no recordaba absolutamente nada de lo ocurrido? ¿no se dio cuenta que estuvo ausente por mas de 3 años?

- Si ¿que pasa? – preguntó nuevamente. Kyo parecía ignorar ese hecho. Shingo tragó saliva angustiándose.

- Ah pasado mucho tiempo Kusanagi-san... ¿acaso no lo recuerda? - Kyo guardó silencio, Recordaba la batalla contra Orochi como si fuera ayer – fueron 3 años – aclaró el alumno.

- ¡¿Tres años?! – Exclamó Kyo intentando levantarse de la camilla, pero el dolor en todo su cuerpo no lo dejó hacerlo.

- ¿no lo recuerda? – insistió Shingo a su confundido maestro. – hace tres años que usted... desapareció... yo... yo lo busque... lo busque todo este tiempo... pero nunca pude encontrarlo... hasta hace dos semanas...-

El Kusanagi frunció el ceño angustiado. ¿qué demonios significaba todo eso? ¿había desaparecido por 3 años? Eso definitivamente no podía ser!.

- Kusanagi-san... – indagó Shingo, Kyo se giró para observarlo – porque... ¿porque se fue sin avisar? – se quejó como entre un sollozo – lo extrañe mucho...-

Kyo lo miró cariñosamente, ahí estaba Shingo como siempre preocupándose por él, sonrió observando las mejillas sonrojadas y la mirada sincera y anhelante de su alumno, siempre fue así y siempre iba a serlo. Apreciaba a su alumno... pero no iba a aceptarlo, ¡claro que no!

- Lo importante es que estoy de vuelta – dijo en un tono mas arrogante, mas como acostumbraba ser su voz, sin embargo sonó poco convincente. Shingo opto un semblante mas serio.

- ¿Dónde estuvo todo este tiempo? – preguntó, Kyo bajó la mirada.

- Si pudiese recordar... no estaría preguntándote nada... –

Era una bonita tarde se dijo, Manejaba por aquella concurrida y enorme avenida, era un espectáculo que no podía catalogar como bueno o malo, aquel vasto panorama citadino que contrastaba con el enrojecido cielo al atardecer...

Debían ser algo mas de las 5 de la tarde, pues la temperatura comenzaba a variar de un cálido acogedor a un frío refrescante y el esbelto pelirrojo regresaba sin prisas a su departamento, navegando en su flamante convertible rojo, tanto o mas que su cabello.

- Kyo – pronunció de repente y se sorprendió al percatarse de ello. Maldijo en voz baja de nuevo ese idiota regresaba a sus pensamientos. Pero no podía evitarlo, aquellas escenas eran aún vividas en su mente... tan vigentes...

Recordó aquellos momentos de tensión y miedo, se encontraban los dos luchando arduamente contra ese maldito Dios, luchando incansablemente por un bien común. ¿por qué lo había hecho? Iori no lo sabía, lo único que sabía era que le había salvado el trasero a Kusanagi y habían derrotado a Orochi.

Desde un principio deseó matarlo, anhelo aquellos encuentros y deseó verlo a cada día para matarlo, sin embargo aquella vez, Orochi se había involucrado de lleno en sus vidas y habían tenido que unirse para derrotarlo. Con sus últimos alientos tomó el cuello del Dios y lo sostuvo en el aire, mientras el joven Kusanagi reunía la energía suficiente (o la que le quedaba) para hacer la máxima técnica de la familia Kusanagi:

El "Kusanagi no Kenda".

Reunió aquella energía sin vacilar por unos cuantos minutos que se hicieron eternos y finalmente sólo pudo sentir el fuerte impacto contra su cuerpo y el sonido de unas cuantas costillas rotas en sus costados.

Pasaron unos instantes mas, un minuto, una hora, quien sabe... igual despertó adolorido y desorientado. Abrió los ojos y su vista se aclaró paulatinamente mientras intentaba levantarse, usando todas las fuerzas que aún quedaban en su cuerpo logró recostarse de medio lado, se sintió incomodo al no poder moverse a libertad, pero esta nueva posición le permitió ver una escena que quedaría gravada en su mente para siempre y que tres años después seguiría perturbándola:

Kyo semi-inconciente siendo apresado por varias personas vestidas de negro. Notó como Kyo aún dentro de su cansancio y dolor intentaba liberarse de las garras agresoras, sin embargo Iori pudo apreciar como aquellos sujetos lo golpearon incansablemente vio los ojos marrón de Kyo mirarlo desesperadamente implorándole ayuda a gritos, vio ese miedo sincero reflejado en sus compungidas expresiones de dolor mientras lo golpeaban, hasta que el joven Kusanagi perdió el conocimiento nuevamente.

- Kyo... – gimió entrecortadamente, haciendo un esfuerzo casi inhumano por levantarse sin éxito, extendiendo su brazo para alcanzarlo en vano. ¿quién demonios eran? ¿a dónde lo llevaban? ¿Por qué de repente sentía que debía ir a salvarlo? ¿Por qué sentía compasión por él?

Eran demasiadas preguntas que Yagami no podía responder...

El pelirrojo giró en una esquina sin disminuir su velocidad, se sentía humillado al saber que en ese momento no pudo hacer nada por Kyo ni por el mismo. Esos malditos le habían golpeado a él también y le habían dejado inconsciente, luego despertó en una delgada esterilla de sauce, cubierto por suaves cobijas de algodón en el templo de Chizuru Kagura la hermosa sacerdotisa.

Habían pasado 3 años desde aquel decisivo momento , regresaba en su auto del Clinica había ido a ver a Kyo.

- Sólo quería cerciorarme de que siguiera con vida... – se dijo a si mismo mientras continuaba conduciendo – para matarlo... –

Sin embargo cuando lo vio tan débil, conectado a todos esos cables, aquello que sintió dentro de su pecho fue algo mas que odio. Se sentía preocupado.

Nadie lo notó pero entró a hurtadillas en la habitación y vio a Shingo dormido sobre el borde de la cama, al parecer había cuidado de él durante todo ese tiempo... cualquiera lo hubiera hecho...

¿cualquiera?

Oh... Yagami.. ¿qué te pasa? ¿Por que de repente te preocupa la suerte de ese pobre infeliz que sólo encontrará la muerte en tus manos?

Los días transcurrieron y de no ser por Shingo, Kyo realmente la hubiese pasado terriblemente aburrido, estar en la Clinica no le resultaba para nada grato, era desesperante mirar hacia todos lados y verse rodeado de paredes blancas y frías, pero sobre todo era insoportable el maldito sonido del la maquina que seguía los irregulares latidos de su corazón. Sinceramente estaba harto de todo eso y quería salir de ese lugar lo mas antes posible.

Lo único que le evitaba volverse loco, era que por lo menos Shingo permanecía a su lado todo el tiempo y podía conversar con él de muchas cosas y fue así como parcialmente se enteró de los últimos acontecimientos ocurridos durante su ausencia.

- No ha venido nadie – dijo una vez con un dejo de tristeza en su voz, Shingo que se encontraba recostado en la pared al lado de la ventana volteó su rostro para encararlo, Kyo continuó – a ... visitarme... –

Shingo lo miró algo perturbado, su maestro se veía tan débil y vulnerable en ese estado.

- ¿Me habrán olvidado? – agregó con una extraña sonrisa – han pasado 3 años –

- Yo estoy aquí... – escucho decir a Shingo quien desde la ventana le sonreía – yo no lo eh olvidado... aunque hayan pasado 3 años... usted siempre será mi sempai... –

Kyo lo miró de reojo, aún así esa respuesta de Shingo no le satisfacía.

- Lo se... ¿pero y los demás? – pregunto de nuevo Kusanagi Shingo suspiró cansadamente y se sentó al lado de Kyo.

- Nadie sabe que usted esta aquí – respondió pasándose una mano por el desordenado cabello, esta vez no llevaba la venda blanca de siempre en su frente – por razones de seguridad... me pareció conveniente que nadie se enterara de que usted regresó Kusanagi-san...-

- ¿Seguridad? – replicó - ¿a que te refieres? –

- Desde que usted desapareció comenzaron a circularse muchos rumores acerca de su paradero, muchos dicen que usted fue secuestrado... – Kyo escuchaba con atención como un niño pequeño – los últimos 2 "KOF" los ganó K' un joven que... bueno... que puede usar su mismo fuego...-

- ¿Un Kusanagi? –

- No – cortó Shingo – él mismo lo niega, estuve en con K' en el mismo equipo junto a Benimaru en 1999, ganamos el torneo, sin embargo él no parecía satisfecho con la victoria, dijo que lo único que quería era vengarse de las personas que le habían implantado ese fuego en su sangre –

- ¿Y... sabes quienes pudieron ser? – preguntó de nuevo sin perder detalle.

- K' mencionaba mucho a una organización... una tal "NESTS" – respondió no muy seguro de que su información fuera del todo confiable – no estoy del todo seguro de esto Kusanagi-san, pues lo que sé es porque escuché una vez una conversación de K' con su otro compañero de equipo Máxima, K' le dijo que estaba harto de depender de ese guante para poder controlar su fuego, que no quería tener nada mas que ver con NESTS y que quería vengarse por lo que le habían hecho, según parece, ellos fueron los causantes de que a él se le implantara ese fuego, al parecer K' es una especie de "conejillo de Indias" de NESTS –

- ¿Pero... y? –

- La única persona que controla el fuego escarlata es usted Kusanagi-san, lo que me hace pensar que NESTS tuvo que ver con su desaparición -

Kyo guardó silencio y entrecerró los ojos pensativo, Shingo tenía razón, si ese joven controlaba su mismo fuego significaba que esa organización estaba directamente relacionada con su desaparición durante tres años. El problema era que cuando Kyo intentaba recordar, un fuerte dolor de cabeza se lo impedía, el doctor le había dicho que iría recuperando parcialmente la memoria conforme se fuera recuperando, pero para ello debía guardar mucha quietud y continuar con su tratamiento aunque prácticamente se encontrase fuera de peligro.

- Si eso es así... debo salir de aquí cuanto antes Shingo! – acotó con decisión.

- ¿Nani? que – se quejó sorprendido - ¿a que se refiere? –

- No puedo quedarme aquí encerrado en este hospital, debo averiguar realmente lo que paso! No puedo quedarme con los brazos cruzados sabiendo que por culpa de esos malditos desperdicié 3 valiosos años de mi vida! – gruñó el Kusanagi.

- Pero Kusanagi-san! No estamos seguros de que realmente halla sido NESTS el culpable... – se quejó Shingo.

- ¡Igualmente no pienso quedarme con los brazos cruzados! – Kyo miró a su alumno con dureza - ¿que? ¿No vas a apoyarme? –

- ¿Ehh?... ¡si! – Shingo se sobresaltó – sabe que pase lo que pase lo apoyaré incondicionalmente Kusanagi-san – ahora Shingo tenía una mano en la frente como si le estuviese hablando al capitán de un barco de guerra norteamericano. Kyo rió con ganas.

- Arigato gracias –

- ¿Aún nada? –

- Nada... pareciera como si se lo hubiese tragado la misma tierra –

- ¿Debemos seguirlo buscando? –

- Si no lo encuentran... podríamos usar a Kusanagi como último recurso... sin embargo, descarten esa posibilidad hasta el último momento... sólo en caso de ser totalmente necesario –

- Hai -

Un joven de quizás unos 25 años, colgó el teléfono celular y lo guardo en el bolsillo de su larga chaqueta blanca. Con el ceño fruncido continuó su errático camino por la calle, con la mirada fija en algún punto indeterminado, como si ignorase el mundo que se movía a su alrededor, pasando de lado por las personas sin chocar sus hombros con ninguna... sin fijarse en las miradas de los curiosos.

Nada en ese mundo le importaba realmente. Nada acepto su misión.

"Aún no lo han encontrado" reflexionó consigo mismo "pero si...no puede ser tan difícil encontrar una persona famosa en una ciudad tan pequeña" maldijo en voz baja su suerte. Ese maldito pelirrojo era bastante arisco... pero iba a encontrarlo bajo cualquier circunstancia. No dejaría que de nuevo su clan cayera en el olvido.

- Orochi-sama... – susurró y sus ojos dorados brillaron emocionados –

x x Continuara x x

Notas de Helsic: ok... aquí esta el primer capítulo. Se que hay muchas cosas inteligibles... pero es el primer capítulo '

Bien, de nuevo una aclaración para todos aquellos que no conozcan la verdadera historia de KOF.

NESTS es una organización terrorista que aparece en la "KOF 99" y a partir de este momento K' se convierte en el nuevo protagonista, tras la desaparición de Kyo y Iori... a donde se fueron los dos junto...? SNK no confirma nada del paradero de Iori durante ese tiempo SNK nunca confirma nada realmente ¬¬' pero según la versión de Andy Seto y por la que me inclinó al escribir este Fic Iori se fue a buscar a Kyo. linda excusa para hacer "escenitas" Yaoi o

Mil gracias a MiauNeko Por aconsejarme y corregirme este capítulo de mi fanfic

x x x

Todos los personajes pertenecen a SNK "Rebirth" y Los personajes originales que aparecen allí pertenecen a Helsic Cualquier comentario o pregunta, por favor diríjase a de julio del 2002