UNOS CRÍOS
Tres días después de la misión:
Tras el incidente de Tina, las cosas se habían relajado bastante.
Jean pudo salir de la enfermería después de la primera noche. Eso sí, con un cabestrillo.
Sasha y Connor aún tenían que quedarse pero ya se habían despertado y se estaban recuperando bastante rápido. Incluso Connor podría dejar la enfermería en solo unos días.
Hange impuso un total de catorce días de castigo por insubordinación para Mikasa y Eren. Dave se salvó porque, oficialmente, había que seguir vigilando de cerca a Connor y Sasha y Dave era el único médico que quedaba.
Extraoficialmente, Hange le dijo que con lo de Tina ya había tenido suficiente castigo y fue perdonado. Aun así, Hange le avisó de que la próxima vez cumpliría el castigo sin ninguna excepción.
Pese a que Hange le perdonó el castigo, él junto a Armin se quedaron en los calabozos casi todo el rato para hacer compañía a Eren y Mikasa, aunque eso implicara que tuvieran que dormir en unas sillas y ver el sol solo unas horas al día.
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Armin se había dormido sobre una mesa que había al lado de las celdas, utilizando sus brazos como almohada. Y Eren, aunque encerrado, disfrutaba de una cama más o menos cómoda para poder dormir.
Mikasa también disfrutaba de una buena cama pero no podía dormir. Pese a que estaba en una celda de 3x3 metros, donde no había mucho que hacer y se aburría bastante, no dormía mucho. Tal vez el mismo hecho de no poder hacer nada hacía que no tuviera sueño.
Tras dar un par de vueltas en la cama, se hartó y echó un vistazo alrededor. Siendo la celda tan pequeña, solo había sitio para la cama, cubos con agua para cubrir las necesidades básicas y una mesa con una silla para comer. No había ni ventanas ni nada para mirar al exterior.
Cansada de mirar la misma celda todo el rato, miró en dirección a los barrotes, a través de los cuales pudo ver a Armin dormido y a Dave. Este último también tenía problemas para dormir, se movía incómodamente en su silla mientras se frotaba la nuca con una mano y suspiraba.
No habían podido hablar de forma privada en esos días, principalmente porque Eren y Armin estaban siempre al lado. Los dos agradecían estar con ellos, pero tampoco les habría importado tener algo de tiempo a solas.
A parte de que ambos estaban cerca, también estaba el hecho de que ellos dos se estaban acostumbrando a que sus amigos más cercanos estaban juntos. Armin parecía completamente feliz de que ambos estuvieran juntos pero Eren todavía no.
Por otro lado, Dave y Mikasa estaban bastante cómodos. Aunque todo fuera completamente nuevo, también les era muy natural. Lo que hacía que estuvieran en una relación sin presiones ni incomodidades.
Sabiendo que los dos no iban a poder dormir, Mikasa se reincorporó un poco para poder hablar con él.
"¿No puedes dormir?" le dijo en voz baja, evitando despertar a los otros. Dave se sorprendió un poco, sin esperar la conversación, y luego la sonrió.
"Veo que no soy el único" Mikasa le devolvió la sonrisa. Con ganas de hablar con él, Mikasa se levantó de la cama y se acercó a los barrotes.
Dave la imitó y ambos se sentaron al lado de los barrotes una vez que llegaron a ellos.
Debido al castigo, Mikasa tuvo que llevar un tipo de ropa en concreto. Una blusa y pantalones blancos. Nada más, y eso incluía su bufanda.
Dave tenía permitido llevar ropa informal, así que llevaba una simple camiseta blanca con una chaqueta remangada marrón y unos pantalones oscuros.
"¿Cómo estás?" Mikasa se aseguró de hablar bajo para que los otros no la oyeran. Puso una mano sobre uno de los barrotes y Dave la agarró poco después.
"Mejor que ayer, pero sigo lidiando con lo que pasó" Mikasa le pasó la mano por el brazo para reconfortarlo un poco y Dave la miró con unos ojos agradecidos.
Mikasa tenía que admitir que ella tampoco dejaba de pensar en lo ocurrido. Una vez que se enteró de cómo Tina pudo matar a Edna y Chris, se asustó al pensar en las altas posibilidades que tuvo Dave de morir esa noche.
Dave se apoyó en uno de los barrotes y Mikasa apoyó la cabeza en el mismo poco después, sin dejar de acariciar el brazo de Dave.
"¿Tú cómo estás llevando el castigo?" le preguntó unos segundos después.
"Mejor de lo que parece" aunque el aburrimiento era mortal, ella y Eren lo estaban llevando bastante bien, principalmente porque Armin y Dave siempre les hacían compañía.
"Yo también debería estar ahí" Mikasa le miró sin comprender "Hice lo mismo que vosotros. Hange también debería castigarme por eso"
"Hange te dijo que ya pagaste, solo que de otra forma" Mikasa le apretó suavemente el brazo e intentó inclinarse un poco más hacia él, algo imposible por culpa de los barrotes.
Dave se centró en las caricias unos segundos más y luego puso su mano sobre la de Mikasa.
"Lo sé, pero me sigue sin parecer justo. Al menos, Hange debería haberos reducido los días o algo"
"Tal vez, pero prefiero que no estés aquí" Dave se rió un poco y la sonrió un poco más.
"Si nos ponemos así, yo preferiría que no estuvieras encerrada"
Mikasa también se rió y los dos se miraron durante un rato, disfrutando de algo de privacidad por primera vez en días.
"¡AAHHH!"
El momento se rompió por un grito en la celda de al lado, la celda de Eren. El grito despertó a Armin con un sobresalto, haciendo que casi se cayera de la silla, y Mikasa y Dave se levantaron del suelo.
Armin y Dave se colocaron delante de la celda para ver qué había ocurrido. Mikasa no podía ver bien pero se colocó justo al lado de la celda para intentar estar cerca de Eren.
"¿Dónde estoy? ¿Soy yo? ¿Por qué?" Eren estuvo balbuceando mientras miraba a la celda, como si no fuera consciente de donde estaba.
Armin intentó calmar a su amigo al ver que estaba confundido y llorando.
"Eren, tranquilo. Estás en las mazmorras. Os han encerrado a ti y a Mikasa por insubordinación"
Eren se acercó a la puerta y empezó a examinar sus alrededores.
"¿En las mazmorras?"
"Sí" Dave habló con la mayor calma que pudo "Hace tres días ¿Lo recuerdas?" Eren le miró unos segundos antes de asentir y tocarse la cabeza.
"¿Has tenido una pesadilla, Eren?" preguntó Mikasa preocupada. Desde su posición no podía ver bien a Eren pero fue capaz de notar que estaba llorando.
"Sí. No. No lo sé" Eren se alejó de los barrotes y fue a otra zona de la celada, donde se sentó en el suelo, todavía llorando.
"Creo que eran recuerdos. Los de mi padre, justo antes de transformarse en titán" Eren lloró un poco más y se volvió a agarrar la cabeza, intentando asimilar algo "Ese titán eras tú ¿Verdad, Dina?"
Ninguno de los otros entendió nada, sabían que Dina era la primera esposa de Grisha y que la transformaron en titán pero ¿De qué titán hablaban Eren? ¿De alguno a los que se habían enfrentado?
"Eren" Mikasa le llamó suavemente para que hablara con alguno de ellos.
Este simplemente la ignoró. Miró a Armin, suspiró cansado y se secó las lágrimas.
"Armin ¿Tienes el libro donde apuntas todo?" desde que derrotaron a Rod Reis, Armin empezó a escribir en un libro todo lo que averiguaban sobre los titanes para no perderse nada.
"Sí, está en la mesa" respondió confundido.
"Cógelo, he recordado algo" aunque ya no estaba llorando, su tono no era del todo normal.
Sin entender todo, Armin se dirigió a la mesa para recoger el libro.
"¿Qué has visto?" le preguntó Dave pero solo recibió silencio por parte de Eren, ni siquiera una mirada.
"Eren" Mikasa lo intentó pero Eren mantuvo su mirada en la pared, sin decir nada.
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Lo que Eren vio fue la conversación de su padre con Kruger, justo después de que este salvara a su padre de convertirse en titán el resto de su vida.
"Una vez que se hereda uno de los poderes, la persona solo vive trece años más"
Durante los diez minutos en los que Eren había explicado la conversación, Armin había conseguido mantener la calma y Eren hablaba con un tono bastante monótono.
Mikasa se había sentado en el suelo de su celda y Dave estaba apoyado contra una pared, ambos escuchaban con atención las explicaciones de Eren sin decir una palabra.
"El Búho lo llamó la maldición de Ymir, porque trece años es lo que vivió la Ymir original tras recibir el poder de los titanes"
"Entonces me quedan trece años" dijo Armin. Incluso él mismo se sorprendió por el tono tan calmado que tenía "¿Y a ti?"
"Ocho, no llegan" la voz de Eren había sido muy vacía durante esos diez minutos.
"No puede ser" por fuera, Mikasa estaba bastante tranquila, pero por dentro estaba devastada, incluso escuchaba su propio corazón latir a toda velocidad "Tiene que haber algún error"
A diferencia de ella, Dave estaba completamente callado. Principalmente porque había una parte de él que negaba esa charla, no podía creerse que Eren y Armin iban a morir y no se podía hacer nada al respecto.
Armin les lanzó una mirada de pena a sus amigos y luego siguió escribiendo, asegurándose de no dejarse nada. Eren le miró escribir y siguió explicando.
Al parecer, si un titán cambiante moría sin ser devorado, su poder se transfería al siguiente niño erdiano que naciera. La única explicación a eso era que todo el pueblo de Ymir estaba conectado por un vínculo invisible, llamado 'caminos'.
Un heredero dijo que, en algunas ocasiones, era posible recibir recuerdos o voluntades de otros portadores a través de los caminos, y todos acababan en un punto concreto, la 'coordenada'. En otras palabras, el titán fundador.
Armin escribía con rapidez y precisión, escribiendo todo de forma comprensible y sin saltarse nada. Mientras terminaba, Eren miró a los barrotes, donde pudo ver a Dave al lado, aún sin decir nada.
Al verle, recordó otra cosa que no había dicho por el momento.
"Eren ¿Eso es todo?" preguntó Armin para asegurarse de no dejarse nada.
Eren le miró y suspiró un poco, sabiendo que no había otro mejor momento para contarlo.
"Sobre los titanes, sí"
"¿Sobre lo titanes?" preguntó Armin. Eren le siguió mirando unos segundos y luego miró a Dave.
"Hay algo más, pero es sobre los Eagle"
Aquello volvió a llamar la atención de todos. Armin cerró el libro, esperando impaciente a que Eren hablara, Dave inclinó la cabeza para mirarle un poco y Mikasa se enderezó levemente.
"Fuera de los muros, desde hace unos sesenta o setenta años, saben la verdad sobre la marca"
Dave suspiró y miró hacia delante. En el fondo no le sorprendía mucho ya que la verdad, tarde o temprano, salía a la luz.
"Eso explica porque Annie estaba tan centrada en matarte en Stohess" Mikasa recordó aquella pelea, ahora ya sabían porque Annie tenía una actitud tan agresiva hacia él en ese entonces y porque ella, Reiner y Berthold intentaban evitarle durante todo el adiestramiento.
"Supongo" comentó algo distraído. Estaba más preocupado por la conversación anterior.
"¿Y cómo lo supieron?" preguntó Armin, no creía que los Eagle lo hubieran apuntado en algún papel para que alguien ajeno a ellos lo encontrara.
"Porque Dave no es el único Eagle que queda"
Eso sí que sorprendió a los otros tres. Armin se apartó del respaldo de la silla, Mikasa se levantó y se acercó lo máximo posible a la celda de Eren y Dave se separó de la pared para poder verle mejor.
"Cuando descubrieron la verdad, los Eagle huyeron. Se escondieron en algún sitio sin que nadie les siguiera y, al menos cuando mi padre vivía allí, nunca se han encontrado. Aunque no está muy claro, se cree que debe de haber varios cientos, incluso algunos creen que pueden llegar a mil"
Mikasa y Armin se sorprendieron por la noticia, pero Dave se quedó helado. Había creído toda la vida que los otros Eagle habían sido asesinados pero resulta que se habían mantenido escondidos, sin que nadie supiera de ellos y manteniéndose alejados de todo.
Sin saber muy bien cómo reaccionar o cómo sentirse, Dave se pasó una mano por el pelo y dio un par de pasos para alejarse.
"Dave" Mikasa le llamó levemente y le agarró de la mano, impidiendo que se alejara demasiado. Dave la hizo un gesto que Mikasa entendió y le soltó. Dave estaba bien, solo necesitaba un par de minutos para asimilar la noticia.
En vez de irse, Dave volvió a su silla y se quedó pensando, sin mirar a ninguno de los otros.
Él no era el único, había muchos más Eagle además de él. Y, seguramente, con respuestas sobre el clan.
Pero ¿Quería saber esas respuestas? Lo que hicieron los Eagle en el pasado no le representaba.
¿De qué le serviría obtener respuestas?
Si no las tenía ¿Se arrepentiría por no saber la verdad?
Al día siguiente, Hange les levantó el castigo. Historia había llegado a Trost para una audiencia real y, como ellos también estuvieron en la misión para recuperar Shiganshina, tenían que ir prácticamente por obligación.
En la audiencia estaba lo que quedaba del cuerpo de exploración, Historia y altos cargos de todos los cuerpos. Hange, siendo ya oficialmente la nueva comandante de los exploradores, explicó todo lo que habían averiguado sobre el mundo y el pueblo de Ymir.
Al contarlo todo, Historia dijo que tenían que decírselo al resto de las personas del muro, que les debían al menos eso.
Tras unas semanas, hubo una ceremonia donde los exploradores fueron condecorados, tanto por su éxito en la batalla como por descubrir la verdad, y donde se hizo honor a todos los que murieron.
Una vez que todo volvió a la normalidad, Hange ordenó poner en marcha la máquina que habían desarrollado con la ayuda de Eren para empezar a eliminar a todos los titanes que quedaban en la isla.
Un año después:
No solo se necesitó un año para acabar con los titanes, también había que ayudar a los habitantes a volver a sus casas en el muro María. Primero fueron los ganaderos y granjeros, para asegurar la comida lo antes posible, luego volvieron los que vivían en los pueblos del muro y, finalmente, los de los distritos.
Una vez que todos los traslados fueron exitosos y todos estaban bien en el muro María, sin hambrunas ni enfermedades, los exploradores fueron autorizados para una misión fuera de los muros.
En ese año, había soldados de otros cuerpos y nuevos reclutas que se habían unido a ellos pero apenas eran treinta en total. Aunque eran pocos, todos tenían esperanza de que, en el futuro, volverían a ser los más de cien que fueron en su momento.
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Armin notó que, cuanto más se alejaban del muro, más humedad había en el aire y más calor hacía. Además, notaba que el aire parecía estar salado. Era una sensación que nunca antes había tenido.
Sobre su cabeza, a varios metros de altura, veía unas aves que no había visto jamás. Si tuviera que adivinar, diría que eran unas gaviotas, se mencionaban algunas veces en su libro del mundo exterior.
En su camino solo se encontraron a un titán. Se había estado arrastrando porque tenía el cuerpo atrofiado y era incapaz de mantenerse en pie. Sabiendo todo lo que sabían ahora y que el titán no era ninguna amenaza, no lo mataron y reanudaron su camino.
Tras unos veinte minutos, pudieron ver una enorme pared de unos treinta o cuarenta metros, donde los erdianos eran transformados en titanes. Lo que a su vez indicaba que estaban muy cerca de su destino. Rodearon la pared y subieron por una pequeña cuesta para llegar a un acantilado donde lo pudieron ver.
El mar.
Kilómetros y kilómetros de agua que parecía no tener fin. Además, el mar tenía un movimiento constante y se podía escuchar con claridad. Según el libro de Armin, lo que veían moverse eran 'olas'.
Nadie pudo salir de su asombro, incluso Levi era incapaz de mantener su cara de póker. El único que se había quedado igual era Eren, principalmente porque ya lo había visto en los recuerdos de su padre.
Connor señaló un pequeño camino que llevaba hasta una zona de arena que había justo al lado del mar. Al llegar, todos bajaron de sus caballos y siguieron mirando al mar, aún sin creerse que podía existir tal cosa.
Hange, viendo las expresiones de los demás, les hizo un gesto con la cabeza para decirles que podían ir.
Jack fue el primero en reaccionar y, sonriendo, le dio un pequeño golpe a Connor en el hombro. Este le devolvió el golpe y ambos fueron corriendo al agua, siendo seguidos por los demás.
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El agua en los pies de Armin no estaba ni fría ni caliente, sino a una temperatura ideal, haciendo que se quedara completamente embobado mirando las olas del mar ir y venir.
Él y todos los demás se habían desecho de las capas, las chaquetas y las botas para poder pasar un mejor tiempo en el mar.
Miró al suelo cuando una ola le golpeó suavemente en los tobillos y vio, al lado de sus pies, un objeto muy extraño. Lo cogió para examinarlo pero no pudo saber que era, no lo había visto en el libro de su abuelo.
"Increíble, incluso en el libro no está todo sobre el mundo exterior"
A unos metros de él, Connie acababa de salpicar algo de agua de mar a Sasha, haciendo que le escocieran los ojos, Jean, sin creerse que todo el agua estaba salada, cogió un poco, la bebió y luego la escupió por el sabor a sal y Connor había tirado a Jack al suelo, empapándole por completo.
Delante de él estaba Dave, que se había sorprendido por una ola que le había golpeado en las piernas y luego se rió de sí mismo por la situación.
"Dave, mira" Armin extendió los brazos y le enseñó el extraño objeto. Dave le sonrió y le dio una palmada amistosa en la espalda.
"¿Sabes lo qué es?"
"No, pero es increíble"
Dave no pudo evitar reírse unos segundos.
"Podría ser algo venenoso"
Armin le miró unos segundos, luego miró al objeto y volvió a mirar a su amigo otra vez.
"No ha pasado nada" Dave negó la cabeza suspirando y Armin volvió a centrarse en el objeto.
Detrás de ellos estaba Mikasa. Se acababa de meter en el agua y soltó un pequeño quejido de sorpresa cuando una ola la golpeó de repente, haciendo que, por no esperárselo, se tambaleara unos segundos antes de recuperar el equilibrio.
Armin fue incapaz de contener una pequeña risa y Dave, aunque también se rió un poco, se contuvo un poco más y dio un par de pasos hacia ella.
"¿Buscando el equilibrio?" preguntó de forma burlona.
"Tú también te has tropezado" contraatacó Mikasa y los dos se sonrieron.
Armin apretó un poco el objeto en sus manos y luego miró a Eren, que estaba delante de ellos.
"¿Lo ves, Eren? Una masa de agua tan grande que los comerciantes no podrían gastarla ni en una vida entera"
"Sí. Es tan grande" Armin siguió intentando averiguar qué clase de objeto había encontrado. Aunque lo quería saber, parte de su encanto era que no sabía lo que era.
"Eren, ven a ver esto" pero Eren no le hizo caso, sino que empezó a hablar.
"Al otro lado del muro está el océano, y más allá, están nuestros enemigos"
Sin entenderle, el trio se quedó escuchando a su amigo.
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"¡No vale, trampa!" gritó Connor mientras Sasha, Connie y Jack atacaron los tres a la vez para tirarle al agua. Utilizaron demasiada fuerza y Sasha cayó a su lado por la inercia. Ninguno se hizo daño y, todavía tumbados, ellos y todos los demás empezaron a reír.
"Eso te pasa por intentar tirarles" dijo Jean, observando la escena con humor.
"No es necesario eso" sin poder reaccionar a tiempo, Connie y Jack se lanzaron contra él, empujándole al agua. En el último segundo, Jack consiguió empujar a Connie y también le tiró a él.
"Te has confiado demasiado, amigo mío" Jack no pudo evitar reírse mientras miraba a sus amigos en el agua. Aquello lo aprovechó Sasha y se lanzó contra él, consiguiendo que los dos se cayeran al agua.
Todo eso se volvió una batalla para ver quien tiraba a más de ellos al agua, empapando a todos en solo unos segundos.
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"Así que si matamos al enemigo ¿Finalmente seremos libres?"
Eren había estado hablando sobre que la guerra no había terminado, que aún tenían que seguir peleando para poder conseguir esa ansiada libertad.
"Oye, amargados" todos menos Eren se giraron al escuchar a Jack, completamente empapado pero con una sonrisa en la cara "¿Venís? Ahí vais a echar raíces"
El discurso de Eren les había bajado los ánimos pero cuando vieron a Jack, sonriendo pese a estar mojado, y escucharon las risas de los demás, se volvieron a animar, siendo Armin el primero que reaccionó. Dejó el objeto en la orilla, asegurándose de que no se perdería, y fue con los demás, seguido por Jack.
Dave dio un par de pasos para ir con ellos, solo para detenerse al darse cuenta de que Mikasa no se había movido del sitio. Se acercó a ella para tomarla de la mano, haciendo que ella le mirara unos segundos y luego volviera a mirar a Eren, quien ignoró todo lo que estaba pasando.
Tiró suavemente de ella pero Mikasa no se movió, siguió mirando a Eren. Dave entendió lo que le pasaba e intentó soltarla la mano pero Mikasa apretó su agarre en el último segundo.
Se giró, le miró a los ojos y sonrió. Dave también sonrió y los dos fueron con los demás, sin mirar atrás en ningún momento.
La batalla de agua entre los amigos no tuvo tregua. En menos de un minuto, todos, sin excepción, acabaron empapados. Todos se tiraban entre todos, haciendo que cada uno de ellos cayera al agua, mínimo, dos veces.
Además de empujar a los demás, también se salpicaban todo el rato o golpeaban las olas que veían, haciendo que algunas veces se cayeran ellos solos.
Y como el agua les llegaba justo por debajo de las rodillas, algunos también se cayeron solos después de intentar correr hacia alguien y tropezar por estar poco acostumbrados al agua.
En la orilla, Hange iba de un lado a otro mirando cosas que no había visto antes.
"¿Qué es eso? ¿Y aquello? ¿Y esto?"
"Hange, estate quieta, algo de eso podría ser venenoso" le regaño Levi por cuarta vez en los últimos dos minutos. Estaba cansado de ser siempre el racional del grupo.
La atención de Hange fue captada por el sonido de risas y chapoteos no muy lejos de ella. Se centró en los ruidos y vio como todos seguían jugando sin más preocupaciones.
Pudo ver a Jack intentar salpicar dando una patada y justo una ola apareció y lo tiró al agua, a Connor y Sasha agarrar a Armin y tirarle al agua y a Dave y Mikasa, después de que tiraran a Connie, tener un forcejeo hasta que los dos acabaron en el agua.
Viéndoles así, jugar sin preocupaciones, nadie diría que habían sufrido todo lo que sufrieron. Ni siquiera se podía decir que parecía que tenían dieciséis años, o dieciocho en el caso de Connor.
Más bien, parecían unos críos.
