Love Live! No me pertenece, es de sus respectivos dueños.


Casa sola, tu novia, tu casa sin vigilancia de tus padres que se fueron a un congreso de medicina, sin sirvientes, y principalmente, todo el tiempo del mundo. Ustedes pensarían que es lo mejor del mundo, pero temo decirles que en mi caso no es así.

Les contare la triste historia que pase con Umi el lunes.

Todo parecía ir bien, el sol estaba siendo opacado por las nubes, tenues brisas pasaban por las calles, divirtiéndose sin pesar. Las familias salían de vacaciones o se quedaban en la ciudad para admirar la hermosa Akihabara y sus colores invernales.

Pero ese día… ese día seria ignorado por completo por mi novia…


-Vamos Umi, ¿Qué tal si salimos a caminar? –le pregunto sentado en el sofá contrario a ella.

-No, estoy ocupada –contesto a secas. Veía atentamente la pantalla que transmitía una de sus series favoritas: Greys Anatomy.

-Solo estás viendo Greys Anatomy, yo te puedo explicar toda la temporada si quieres –intente persuadirla con un tono aburrido.

-No, estoy ocupada –volvió a repetir sin apartar la vista de la pantalla.

-Por Dios, Umi. Ese programa es falso, así ni se aplican los medicamentos –negué con la cabeza- ¿no puedes salir, aunque sea por quince minutos?

-No, estoy ocupada –tercera vez que lo dice y mi paciencia se agota.

-Bien, no vamos, nos quedaremos aquí como idiotas –intente la estrategia que le funcionaba a las mujeres. Pero no funciono, ella seguía ignorándome.

Entonces, vi a mi gato negro que sacudió la cabeza y se acostó en mis piernas. Su compañero de juegos, Shiro, no había venido hoy, así que él también estaba aburrido.

- ¿Y ahora qué hago? –en un bobo intento de encontrar una respuesta, le pregunte a mi gato. Pero él tampoco la sabia, solamente maulló y ronroneo cuando le acaricie la cabeza.

-Maki –me llamo Umi y de inmediato la vi con la esperanza de que podríamos salir- cuando fuiste al baño, Hanayo llamo, dijo que si la podías llamar. Que era urgente.

- ¿Qué querrá? –pregunte y ella volvió a ignorarme- no pues gracias –molesto me levante del sofá con el gato casi volando- llamare a Hanayo, ¿está bien? –ella únicamente asintió y resignado a perder contra una pantalla me fui de la sala.


Nunca, pero nunca he sentido tanta molestia como ese día… bueno, bueno, lo admito, me he sentido sumamente molesto y frustrado cuando Honoka es tan afectivo con Umi, esas veces en las que Eli le sonríe a Umi es demasiado fastidioso. Pero, al menos ellos son personas a las que puedo golpear sin siquiera sentirme mal. Pero… ¿¡Porque mi rival tiene que ser algo que yo pague!?

Todo mi sufrimiento empezó con las vacaciones de invierno, días de mi aniversario con Umi y de solucionar los problemas amorosos de Eli.

Umi me había comentado que ultimadamente se encontraba muy aburrida en su casa. Qué bueno, después de salir conmigo, o con Honoka y Kotori, o simplemente después de su día a día, llegaba la noche y no hacia gran cosa. La apresaba la rutina.

Así que, en un intento de que ella estuviera más cómoda y que descansara en las vacaciones, le compre una suscripción de un año de Netflix. Sé que suena maravilloso y que merezco el premio al mejor novio del año, pero… ¡A mí me ignora por esa maldita cosa!

No hay día en el que no venga a mi casa a ver sus series desde la una de la tarde hasta las ocho de la noche. Se quedaría incluso a dormir si no fuera porque su padre aun me odia por no sé qué cosas.

¿Qué porque Umi viene a mi casa a ver sus series? Fácil, en su casa no hay televisión a orden de su padre que piensa que eso la distraería con sus entrenamientos. Sin contar que yo tengo una televisión de pantalla plana así que… de cierta manera no la culpo.

El punto de todo esto es que ni siquiera cuando está en mi casa me pone atención. Incluso Kuro persigue a Shiro y a ella parece no importarle en lo más mínimo.

De hecho, una vez incluso me puse un traje de gala, no es por ser vanidoso, pero me veía fabulo. Me acerque a ella e intente alejarla del televisor para que pudiéramos salir, aunque sea a caminar o hacer algo más recreativo, pero mis intentos fueron nulos contra su fría mirada en el televisor. Estaba tan aburrido que incluso me fui con Rin y Hanayo a la recolecta de nueces de no sé dónde.

No me ha quedado otra opción más que pedirle ayuda al… al tonto rubio que tengo por amigo. Para los que se preguntan, mi otra opción era Honoka, pero… ese está peor, pero con videojuegos, incluso Kotori tuvo que prohibirle usarlos o pensar en eso antes y después de dormir.

-Pero como tarda en llegar –bufe al estar recargado en un árbol del parque- si es así de puntual con sus citas con Nozomi, ya entiendo porque se queja tanto de él.

-Para tu información –solté un suspiro al escuchar la voz de mi Senpai que estaba detrás mío- es de mala educación hablar de otras personas a sus espaldas.

Negué con la cabeza y me gire para verlo- es peor cuando te ignoran por un aparato electrónico, ¿no? –alce la ceja con cierta molestia al mencionarlo.

-Adivino, ¿Umi sigue obsesionada con las series que ve en Netflix? –el mayor únicamente sonrió comprensivo ante mi situación cuando asentí- ¿Qué tal si caminamos un poco y me platicas bien como estuvo la cosa? –dirigió su mano hacia el frente.

-No es que tenga algo mejor que hacer –me encogí de los hombros y camine primero y el después me siguió.

En nuestro andar, le conté todo con lujo de detalle. El cómo Umi me ignoraba por un objeto inanimado que yo había traído a su vida.

-Oh vamos Maki, no es para tanto –el rubio soltó una gran y sonora carcajada al escuchar mi anécdota.

- ¡No es para que te rías! –bufe y desvié la mirada, mis mejillas se comenzaban a tornar un poco rojas por el hecho de que las personas que iban pasando fijaban su mirada hacia nosotros- ¡No tiene nada de gracioso! ¡Y deja de reírte como un idiota!

-Vaya, vaya, es lo más lindo que me has dicho desde que te conozco –con ironía puso los ojos en blanco y palmeo mi espalda- primero deja de gritar si es que te avergüenza que la gente nos vea así. Digo, eres tú el que más llama la atención cuando alza la voz –rio brevemente.

-Eres insoportable cuando te lo propones –en un intento de relajarme, gire un mechón de mi cabello alrededor de mi dedo índice.

-Eso no ayuda mucho a una "imagen madura", Maki –de reojo, vi como sonreía enternecido por mis acciones. Como un padre miraría a su hijo.

- ¿Me vas a ayudar o no? –mantuve mi mirada desviada, pero logré escuchar como suspiro.

-Tu problema tiene una sencilla solución –el rubio, con simpleza coloco su dedo índice sobre su mentón- ve la serie con ella y ya está. Digo, ¿Qué no la estabas viendo tú también?

Rápidamente negué con la cabeza repetida- Ya no veo esa estúpida serie –me crucé de brazos y detuve mi andar- son tonterías. Greys Anatomy es la mayor tontería creada por la humanidad.

- ¿Así que eso piensas? – el alzo la ceja y soltó una leve risa al detenerse y proceder a mirarme- te recuerdo que hace poco estabas emocionado por el estreno de la nueva temporada –estaba a punto de decirle algo, pero en un instante el me callo alzando su dedo índice enfrente de mi- no lo niegues, ni lo intentes. Nico tiene grabado el momento en el que te enteraste de dicha temporada –su sonrisa victoriosa provoco en mi un rubor en mis mejillas debido a la vergüenza.

¿Cuándo fue que Nico-chan me grabo? Cuando me entere estaba en mi habitación cuando eso paso… ¡así que ella era el ratón que se escabullía por mi casa! Maldita troll con aires de grandeza, de ella me encargare después.

-E-eso es otra cosa. A ti no te debería de importar –desvié la mirada un ruborizado y con mi dedo índice rice un mechón de mi cabello- M-mis gustos han cambiado.

- ¿Sera Umi la razón de eso? –soltó una carcajada al ver como mi sonrojo incrementaba- ven, cuéntale todo a tu papá Eli –aunque el intentara parecer tranquilo, se perfectamente que se esforzaba por no soltar otra carcajada.

Al soltar un profundo suspiro, vi a mi superior y no tuve de otra más que acompañarlo en la banca donde él ya se encontraba reposando

-Mira Maki –me llamo el al momento en el que me senté- ¿Qué tiene de malo que Umi se la pase viendo series? Ella se esfuerza mucho, tanto por ella misma como por los demás. Es una persona excepcional –una parte de mi quiso bufar ante sus comentarios acompañados con esa tenue sonrisa. Pero por una extraña razón no lo hice. Aquella sonrisa parecía más de un hermano mayor hablando de su hermana menor, que la de un hombre enamorado hablando de su amada- ¿no merece descansar estos días?

Ayase Eli, como se nota que es el "padre" de muse. Sé que le pague la suscripción a Netflix, pero no me había puesto a pensar lo que podía representar para ella un momento de descanso. Ella se encargaba de las coreografías junto con Eli; organizaba los entrenamientos físicos; entrenaba todos los días antes de que el sol siquiera se alzara en el cielo; sin contar que sin ella más de la mitad de las canciones de muse no estarían listas.

-Se… sé que se lo merece –solté un suspiro y sonreí de lado al ver el cielo- ella merece todo eso y más, pero…

-No puedes evitar estar celoso de todo eso, lo sé –el mayor palmeo mi espalda- ¿Qué tal si hacemos algo?

- ¿Cómo qué? –bajé la mirada y lo vi, él sonreía calmadamente.

-Hablare con Umi, veré puedo hacer –mantuvo aquella sonrisa y de nueva cuenta palmeo mi espalda- ambos estamos viendo la misma serie, a fin de cuentas. A un punto podremos llegar.

Por una milésima de segundo estaba a punto de conmoverme por sus actos, pero, un recuerdo cruzo por mi mente después de considerar algo tan descabellado como agradecerle.

- ¿Qué Nozomi no te prohibió ver Greys Anatomy? –alce la ceja y el rubio sonrió un poco nervioso- por favor, dime que no vas a usar a MI novia para seguir viendo Greys Anatomy –más que una pregunta o una afirmación, era una amenaza al ver como el evitaba mi mirada- Ayase Eli, estoy a punto de perder el poco respeto que tengo por ti.

-P-pues…-soltó una tenue risita y desvió la mirada al cielo- no es que me prohibiera verla por completo.

-Por el amor a Dios, Eli –negué con la cabeza y le di un buen golpe en el hombro- te acabas de reconciliar con ella, ten algo más de respeto.

-E-eso lo sé, pero…-ahora era el quien suspiraba- solo es un capitulo, ¿Qué tanto daño le hace? –me vio en búsqueda de que le diera la razón- es que pues… no puedo evitarlo, ¡es la doctora Shepherd! –con ese grito saco su celular y desbloqueándolo me enseño la foto de esa mujer.

¿Sera que este no aprende? Su obsesión con un personaje lo está llevando a un límite más allá de la estupidez humana. Que lo acepto, la mujer es guapa, pero no es nada fuera del otro mundo. ¿Por qué no puedo tener un Senpai responsable?

-Eli –negué y en un ágil movimiento tome su celular- ¡Por eso te creas problemas con Nozomi! –me alce de mi asiento y guarde su celular en mi chamarra- No te lo devolveré hasta que madures.

- ¡Pero Maki…!

-Pero nada –le mire de manera seria- primero demuéstrame que has cambiado, y entonces te lo devolveré, ¿entendido?

-Eres bastante cruel cuando te lo propones –soltó un suspiro y con una sonrisa derrotada bajo la mirada- supongo que es lo que me merezco por ser tan idiota con ella, ¿verdad? –su voz sonaba pausada.

Sacudí un poco mi cabeza, me senté de nueva cuenta en la banca y palme su espalda- vamos hombre, ¿me dirás que no valía la pena? –le pregunte en un intento de que se sintiera mejor- en mi opinión, pudo haber sido peor. Nozomi pudo haberte dejado y ahí si no la vuelves a ver en lo que te resta de vida.

-Eres malo en esto de hacer sentir bien a las personas –el rubio suspiro y me vio un poco más tranquilo- pero agradezco que se preocuparan. Fueron de gran ayuda cuando los necesitamos, gracias –sonrió relajado.

-N-no es como que me importara que perdieras tu relación con Nozomi, pero –estaba sonrojado, pero, aun así, le sonreí de la misma manera que él había hecho conmigo- No hay de que, no podríamos vivir si tienen algún problema. Muse es como una familia, ¿no? Debemos apoyarnos cuando lo necesitemos.

-Tienes razón, Maki –con esas palabras se levantó de la banca- por eso te ayudare en tu pequeño problema de celos y tal vez te enseñe dos que tres cosas sobre las mujeres que no sabes –me guiño el ojo, confiado de su sabiduría.

Negué con la cabeza e imité su acción- si supieras tanto de mujeres, ¿no habrías resuelto tus problemas maritales sin nosotros?

-Eso te lo contestare cuando me regreses mi celular –aun sonriendo alzo su mano en signo que le regresara el aparato- anda, no creas que no lo recuerdo.

-Pues parece lo contrario. Te dije que no te lo daría hasta que me demostraras ser más maduro –coloque mis manos adentro de las bolsas de mi chamarra y empecé a caminar- y más te vale no intentar robármelo, te recuerdo que aun te puedo tirar al piso como la otra vez.

-Eres un tramposo –desde mi espalda escuche su bufido infantil. A los pocos segundos ya se encontraba a la par mía- ¿te han dicho que vas a arrugarte a tan temprana edad?

- ¿Y tú que te vas a quedar sin novia si sigues de baboso? –alce la ceja en mi regaño y el bajo la mirada derrotado y con una gran gota de sudor corriendo por su frente.

No duro ni cinco segundos con la mirada baja cuando volvió a levantarla y sonrió seguro de sí mismo-Eres cruel mi querido Nishikino, pero te juro que te hare pagar esto –alzo el dedo y se adelantó unos pasos delante de mí- pero primero, quiero probar esos helados de chocolate que vi a la entrada del parque, ¿vienes?

-Ni que hacerle –reí un poco y caminé tranquilo detrás de mi superior- parece que tú eres el menor aquí y no yo.

Riendo se dio la vuelta y camino de espaldas- ¿Qué puedo decir? Tengo que darte la oportunidad de ser una persona seria y responsable –se encogió de los brazos con una sonrisa y volvió a caminar como es debido.


Con eso dicho, ninguno de los dos volvió a tocar el tema de su irresponsabilidad. Aunque aun así no le regrese el celular, solo cuando demuestre ser responsable se lo daré.

Después de comer esos helados, ya eran pasadas de la una de la tarde. Eso significaba que Umi estaría en mi casa poniéndose al corriente con las series que estaba viendo.

- ¿Estás listo? –vi a mi acompañante rubio que se encontraba al lado mío- después de aquí no habrá vuelta atrás.

-Nunca he estado tan seguro en mi vida –asintió con seguridad y entonces abrí la puerta de mi casa- ¡Umi, ya llegué! –paso como si fuera su propio hogar.

Quede desconcertado con su actitud. Sé que Eli ha tenido sus cambios de actitud desde lo conocemos: desde ser el estricto presidente del consejo estudiantil a ser el amable Senpai que ahora vemos, pero… ¿Qué es eso de entrar a casa ajena como si fuera suya? ¡eso no está bien! Yo no haría eso.

-Idiota –sacudí un poco mi cabeza e ingresé a mi casa cerrando la puerta detrás de mí.

- ¡Eli! ¿Cómo estás? –era la primera vez que se levantaba del sofá cuando veía Greys Anatomy.

-Solo venía a visitarte –desde mi posición vi cómo le guiño el ojo y ella rio levemente- anda, ven a saludarme como es debido –tomo su mano y la jalo para después besar su mejilla.

Ese hijo de su rusa madre… ¿¡quién le permitió darle un beso en la mejilla a MI novia!?

Gruñí de solo ver como las mejillas de Umi se tornaban de un tono escarlata. Incluso Kuro, que estaba en el sofá, se irguió completamente y vio al rubio con el fin de querer asesinarlo.

-Parece que no te quieren –hablo la joven con cierta diversión al verme a mi gato y a mí en casi en la misma posición- ¿Por qué será?

-No será por no ser guapo –soltó una gran carcajada y vio a mi gato- calmado gatito, ¿Qué tal si te doy un pescadito? –en el momento en el que su mano rozo el espacio personal de mi gato, el de un zarpazo lo alejo- es tan rudo como el dueño –aun sonriendo se revisó la mano. No era más que un simple rasguño.

-Kuro puede ser algo… temperamental –la peliazul soltó un tenue suspiro y examino la mano de Eli- ¿quieres que te ponga algo de alcohol?

-No te preocupes, esto no es nada –aun sonriendo acaricio la cabeza de MI novia- pequeña Umi, ¿Qué veías?

- Greys Anatomy –una chispa de felicidad salió de sus ojos al mencionarlo- ¿quieres verlo conmigo?

-Sera un placer –extendió la mano hasta el sofá, dando a entender a la joven que se sentara en el- Bien…-me vio y me guiño el ojo. Aquello era la señal que habíamos acordado. El hablaría con Umi y yo me tendría que retirar… fue más a disgusto que por placer.

- ¿Qué no merezco algo de atención? –deje salir esa frase de mis labios. Pensé que lo había dicho en mi mente, pero al ver la sonrisa comprensiva de Umi, me di cuenta que lo dije en voz alta.

-Maki –con cuidado se acercó a mí, y me abrazo con calidez- ¿Cómo crees que no te recibiría cuando regresas a casa? –sonriendo, poso sus manos alrededor de mi cuello- deja que lo haga de la manera correcta –aclaro su garganta y sonrió- bienvenido a casa, Maki.

Ahora entiendo a sus fans… entiendo cómo se sienten cuando Umi lanza su Love Arrow Shot. De verdad terminas con el corazón rebosando de felicidad y las mejillas más rojas que el semáforo cuando da parada a los autos.

-E-eso está mejor –desvié la mirada apenado, pero no podía ocultar esa pequeña sonrisa de lo feliz que me encontraba.

- "¿Quieres cenar, ducharte, o a mí?" –arremedo el rubio que sentado desde el sofá nos veía con burla- admítelo mi querido amigo, bien que quieres lo último.

-Deja que te patee…-gruñí por lo bajo, pero lo suficientemente alto para que Umi me escuchara.

-Tranquilo, yo me encargo de el –la peliazul me guiño el ojo y sin soltarme vio al rubio- oye Eli, ¿te he dicho que la doctora Shepherd si se va a casar? –no sé si fue por la noticia que estaba algo pasada o por el tono siniestro en el que lo dijo, pero funciono, el ruso se encogió en el sofá murmurando cosas inaudibles para los humanos e incluso para nuestras mascotas que estaban en el otro sofá.

-Eres cruel –reí un poco y ella me vio con una traviesa sonrisa- ¿se te está pegando esas actitudes de Kotori o de Nozomi?

-De ambas por decirlo así –soltó una breve risa- cambiando de tema, ¿te quieres quedar? Todo indica que las cosas se van a poner interesante.

-Paso por hoy, quede ver ayudarle a Nico a cuidar a sus hermanos el día de hoy –puse los ojos en blanco tras suspirar- intente escaparme, pero me dijo que se la debo por ir por mí a la escuela.

-Eres demasiado bueno con ella y con sus hermanos –frunció el ceño mientras desviaba la mirada.

- ¿Acaso es recelo lo que escucho? –alce la deja divertido por lo que era verdad.

-N-no, pero…-soltó un suspiro y me vio directo a los ojos- no soportaría que te encariñaras demasiado con los hermanitos de Nico.

-A eso, mi querida Umi, se le llama recelo –negué un poco, pero divertido de verla así- no es nada de qué preocuparte. Iré con ellos y regreso, ¿sí? –la mecí un poco entre mis brazos- no pasara nada, ¿entendido? - la vi sonreír y asentir.

- ¡Oh vamos! ¡ya dejen de ser tan melosos! –grito el rubio desde el sofá.

- ¿Qué no se supone que estabas traumado con la noticia? –lo vi con duda. Parecía radiante, nada parecido al Eli de unos minutos atrás.

-Tranquilo, todo se arregla con una llamada –alzo el teléfono de mi casa. Algo en su siniestra sonrisa no me agradaba.

-Sera mejor que me encargue de el –la peliazul suspiro y alejo sus brazos de mi cuello- ¿quieres algo de cenar cuando llegues?

-Sorpréndeme –bese rápidamente sus labios y la solté para que fuera con el rubio- vuelvo después, lo prometo.

-Te esperare, solo no llegues tarde porque…

-Lo sé, tengo que llevarte a tu casa o tu padre me matara con su katana –sonreí de lado- después hablaremos de eso también.

-Que quedé en esta cena, ¿sí? –asentí y ella comenzó a iré al sofá- ¡Eli, no puedes asesinar a un actor, es ilegal!

- ¡Intenta detenerme, mujer! –grito el rubio cuando se vio indefenso ante la mirada de la peliazul.

En otro día o con otra persona, pensaría en detenerla por si algo malo llegara a pasar… pero, créanme, Umi es lo suficientemente capaz de silenciar a Eli si este se pone pesado.

Así que despidiéndome con la mano me fui de mi casa a para dirigirme al apartamento de Nico-chan donde cuidaría de sus hermanitos.


- ¡Maki-niisan! ¿Me enseñas a tocar la guitarra? -la hermana menor de Nico: Yazawa Kokoro, con una enorme sonrisa alzo el instrumento hacia mí. Me encontraba sentado en el sofá.

-Sera un placer, Kokoro-chan -con una sonrisa, tome el instrumentó y arpegie un poco con sus cuerdas- ¿Con que empezaremos?

- ¡Con todo! -grito ella con una sonrisa.

Lo único bueno de venir a ayudar a Nico-chan con sus hermanos son ellos mismos. Kokoro-chan me pide lecciones de guitarra, Kokoa-chan nos ve atentamente mientras masticaba una paleta, y Kotaro-kun está en todos, pero en ningún lugar. Y si de preguntan dónde está el troll caro de mupped, pues ella va y viene, sale a comprar cosas que le faltan o va y lava la ropa. Mi función es ayudarla a cuidar a sus hermanos.

-Eso es, ahora, intenta poner el dedo aquí -con cuidado, coloque en posición de RE la mano izquierda de Kokoro-chan. Dedo índice en primera cuerda primer trastes, dedo medio, tercera cuerda segundo traste, y dedo anular segunda cuerda tercer traste.

Daba ternura, pues el puente de la guitarra le queda muy grande y apenas alcanzaba ese acorde y el acorde de LA.

-No puedo, nii-san -reí un poco al verla hacer berrinche.

-Ya lo harás. Te lo prometo -aleje de ella la guitarra y la deje reposando al lado de mi- es cuestión de práctica, Kokoro-chan.

-Sí, ¡Nii-san! -grito con alegría a lo que yo procedí a acariciar su cabeza con afecto.

-Eres bueno con los niños -aquella era la voz de la sacerdotisa de muse- Buenas tardes, Maki-kun -en el momento en el que la vi, ella sonreía cariñosamente.

-Nozomi, ¿Qué haces aquí? -pregunte curioso- Nico-chan no me dijo que vendrías.

Ella iba vestida con una larga falda amarilla acompañado con un sweater blanco, y en su mano derecha portaba una bolsa rosada. Su cabello tenía sus dos características colas, pero una diadema blanca adornaba su cabeza.

-Lo sé, me acaba de llamar -aun sonriendo se mantuvo en el marco de la puerta.

- ¿Eres mi reemplazo? -mi curiosidad aumentaba, más cuando la pelinegra se asomó desde la cocina.

-Para nada -hablo el troll- yo puedo hacerme cargo desde aquí. Nozomi vino para ayudarte con tus problemas maritales o más bien, los que Eli va a tener.

-Vaya, eso es inesperado –alcé la ceja con cierta duda - ¿No se supone que estas muy ocupada y que no puedes cuidar a tus hermanos? –vi atentamente a la pelinegra que se encontraba en el marco de la puerta de la cocina.

-Mamá llegara en quince minutos así que ya no necesito tus servicios –contesto con cierto aburrimiento.

-Y dicen que el amargado aquí soy yo - me levante del sofá y vi a Kokoro-chan- ¿Podrías practicar los acordes que te enseñe hoy? -le pregunte con cierta calidez.

-Sip, Maki-nii-san -asintió varias veces.

Busque a los otros dos niños, pero no se encontraban. Casi puedo jurar que desaparecieron en el momento en el que entro Nozomi al apartamento.

-Entonces, ¿segura que ya no quieres que me quede? –lance la pregunta mientras me encaminaba a la salida.

-No. Pero te agradezco que vinieras –me pareció un poco extraño la manera en la que me agradeció: con una agradable sonrisa y esa aura de calidez. Algo no andaba bien con ella.

-Habla troll, ¿Qué te traes entre manos? –me cruce de brazos y una leve risa proveniente de la pelimorada me hizo verla. Ella sonreía con travesura.

-Vamos Nicocchi, cuéntale a Maki-kun que es lo que te traes entre manos –Nozomi rio un poco, y por inercia me gire a ver a mi mejor amiga que se encontraba un tanto apenada- entonces yo se lo diré –volví a ver a la ojiverde que mantuvo su traviesa sonrisa- su pena, Maki-kun, tiene nombre y cara. Pero aun no es pertinente, solo puedo decirte que es un famoso idol.

Por unos segundos, no supe que decir o que hacer. Mi vista pasaba de Nozomi a Nico. Esperaba que alguna de ellas me dijera las cosas como son; pero a ciencia cierta, se que no me dirán nada, aunque eso no quita la molestia.

Al puro estilo de Kotori, un tic en mi ojo derecho hizo aparición, pero en escasos segundos se fue al ver la mirada y actitud tan cohibida y temerosa de la pelinegra. Sus mejillas estaban levemente ruborizadas, incluso sus orejas habían tomado un color rojizo un tenue. Movía sus dedos entre sí, y sus piernas se balanceaban de un lado.

-Bueno –fue lo único que conteste mientras lentamente me acercaba a ella.

En vez de una furiosa mirada como pensé que pasaría, más bien era una sonrisa comprensiva de mi parte. Nunca la vi así, tendría que aplicar lo que una vez Nico-chan hizo conmigo.

-No te pongas así –acaricie su cabeza en cuando llegue a su posición- todo estará bien, te lo prometo –deje su cabeza y mantuve mi sonrisa. Ella parecía impresionada con mi actitud- Solo intenta ser cuidadosa, y si pasa algo no dudes en llamarme, ¿de acuerdo? –ella asintió con nervios.

Di media vuelta y me fui del apartamento junto con Nozomi que sonreía amablemente.

¿Qué querían que hiciera? Entiendo su sentir. Yo pasé por lo mismo cuando comencé a sentir algo por Umi. Nico-chan fue de gran ayuda en ese tiempo.

La primera vez que invite a Umi a una cita, estaba tan nervioso que olvide ponerme la chamarra y casi salgo con la camisa interior con el frio que hacía en ese tiempo. En ese entonces, Nico-chan llego a mi casa, y con una sonrisa acaricio mi cabeza y me dio ánimos. Me dijo que todo estaría bien, y así fue.

Estaba tan concentrado en mis pensamientos, en esos días en los que Nico-chan pudo haber demostrado algún signo más allá de admiración por el líder de A-RISE, pero seguía sin encontrar algo conciso.

-Maki-kun –la voz de la pelimorada me hizo salirme de mis pensamientos, haciendo que la viera- ¿te preocupa Nico-chan? Ni siquiera te has dado cuenta que ya casi llegamos a tu casa.

- ¿Eh? –alce la ceja con cierta duda. Vi a mi alrededor y en efecto, nos encontrábamos cruzando el parque que estaba a unas cuadras de mi casa- No me había dado cuenta.

Ella rio un poco con su mano sobre su boca- eso lo note, Maki-kun –con una sonrisa se mantuvo caminando a mi lado- Tu mismo lo dijiste, las cosas saldrán bien.

- ¿Lo viste en las cartas? –me aventure a investigar.

-En efecto. Las cartas profesan un progreso en la vida de Nicocchi –hablo con la mayor tranquilidad del mundo. De la bolsa de mano que traía, saco la carta de los enamorados- hoy que leí la fortuna, salió esta, recta como la vez ahora. Es la expresión de dos seres opuestos que se desean y se atraen mutuamente –con eso dicho, guardo de nuevo la carta en su bolso.

- ¿Por eso es que Nico-chan te llamo? –la vi con intriga mientras ella mantenía una calmada sonrisa.

-No realmente. El llame para preguntar sus planes el día de hoy, y me dijo que tenía planeado salir con alguien –su vista se alzó al cielo y rio un poco- de inmediato supe que se trataba de Kira-san. Y sabiendo que tu ibas a estar en su casa y que Elicchi iba a estar con Umi-chan intentando convencerla de no ver Greys Anatomy –dicho eso, se me vio con una media sonrisa- ¿tienes su celular, ¿verdad?

-Eh, si –saque dicho aparato de la bolsa de mi chamarra y se lo entregue- ¿Cómo es que te enteraste si él no lo trae consigo?

-Es fácil cuando él publica desde el celular de Umi-chan lo que están haciendo –con esas simples palabras, me dedique a ver los estados del chat.

En efecto, había varias fotos de Eli con Umi viendo Greys Anatomy y otra que profesa "la casa sola, Greys Anatomy ¡hoy terminare contigo!"

-Ese pedazo de escoria humana –gruñí en el momento que cerré el chat- ¿Cómo se le ocurre hacer eso? ¡Se supone que la detendría, no que la alentaría!

-Elicchi puede ser algo… infantil –puede que pareciera decepcionada, pero Nozomi se encontraba sonriendo tontamente- Elicchi no puede evitarlo, es así cuando algo lo apasiona.

-No puedo negártelo, Eli es decidido al momento de establecerse una meta –solté un profundo suspiro cuando vi a la ojiverde- ¿Cómo es que soportas que sea así? La verdad, siendo que yo le daría un fuerte golpe en la cabeza cada vez que hiciera sus tonterías.

-La gente hace tonterías por amor, Maki-kun –ella también soltó un suspiro y me vio aun sonriendo- ¿o me equivoco? Con tal de que Umi estuviera contenta y más relajada, fuiste capaz de contratar un servicio únicamente para ella. Aunque eso fue contraproducente, ¿verdad?

- ¿Cómo es que…?

-Te sorprenderían las cosas que dice Kotori-chan después de unas tazas de café –guiño el ojo izquierdo y rio un poco- el error que tuviste no fue contratarle el servicio. Fue mandar a Elicchi a solucionar tus problemas, sabes cómo es cuando algo le apasiona.

-Bueno eso lo sé, pero –ladee la cabeza- no esperaba que se uniera a ella. Todo con el fin de ver a su doctora Shepherd –moví los ojos, decepcionado de Eli.

- ¿Así que sigue con eso? –la pelimorada desbloqueo el celular del ruso y vio en efecto la foto de la mujer que tanto idolatraba su novio- creo que Elicchi tendrá un castigo ejemplar por su insolencia.

- ¿Sera que te puedo ayudar en eso? –compartimos una traviesa sonrisa- no me molestaría ayudarte. Sería un enorme placer hacerle alguna broma a ese rubio tonto.

-Puedes ayudarme –comento ella aun sonriendo- pero primero debes arreglar tus problemas con Umi-chan.

- ¿Y qué recomiendas? Intente hablar con ella, pero no funciono.

-Inténtalo de nuevo. Umi-chan tiene su razón para ver esa serie –su traviesa sonrisa fue cambia en casi un instante por una maternal.

- ¿A qué te refieres? –en mi pregunta, ella se dio la vuelta y se dirigió a una de las bancas del parque- ¿Qué estás haciendo?

-Necesito que le digas a Elicchi que está en problemas y que lo esperare en este parque –con eso dicho, se sentó en la banca.

-No puedo dejarte aquí, ¿Qué tal si te pasa algo? –por más que quisiera solucionar aquello que me aquejaba, no podía dejarla en un parque donde algo le podía pasar.

-Con más razón –sonriendo se cruzó de piernas- dile a Elicchi que estoy sola en el parque donde alguien me puede raptar. Asústalo un poco, yo me encargare de lo demás.

-Sé que no te poder hacer cambiar de opinión –suspiré y la vi con una media sonrisa- si pasa algo, por favor, no dudes en llamarme, ¿sí?

-Te preocupas demasiado –rio un poco, pero mantuvo su sonrisa- pero está bien. Si algo pasa, y lo dudo, te llamare para que vengas a rescatarme como mi caballero escarlata~

-E-está bien…-con algo de pena, me di la vuelta y me encaminé a mi casa.

Por mi mente pasaban un millón de posibilidad. ¿Qué tal si Umi y yo nos peleábamos por el Netflix? ¿Qué tal si me dejaba para irse con el creador de esa cosa? ¿Y si Kuro se come a Shiro? No podría soportar ninguna de las opciones.

Pero algo si tenía claro, era que al menos debería intentarlo. Las palabras de Nozomi nunca eran en vano, no por algo era como la madre de este grupo.


Con el corazón en la mano y nervios de papel, entre a mi casa y cerrando la puerta detrás de mí, vi como Eli y Umi tenían una acalorada pelea. Ambos se encontraban de pie. La televisión permanecía prendida y en espera de que le dieran inicio al nuevo capítulo.

- ¡Te lo he dicho, el verdadero amor de la doctora Grey es el doctor Shepherd! –grito el rubio- ¡Umi! ¡Tuvo hijos con él, es su verdadero amor!

-El ya murió. Por dios, Eli –la peliazul no se quedó atrás, ella también se encontraba a la defensiva- ¡merece ser feliz con quien quiera! ¡El doctor Riggs la ama!

- ¡Si tanto la amara no le daría falsas ilusiones a la hermana de Grey! –vocifero a la defensa de su punto de vista.

- ¡Ya basta! –ahora era yo el que alzaba la voz- ¿se puede saber qué es lo que discuten? –me fui acercando a ellos. Se veía como deseaban la muerte de su rival.

-Es que Eli dice que la doctora Grey no tiene derecho a amar a Riggs. ¡Madura! –volvió a gritar la arquera y el rubio se mantuvo con los brazos cruzados.

-Umi, te respeto, pero no es posible que pienses así. ¿Qué tal si a Maki le pasara algo? ¿tu amarías a otra persona después de eso? –alzando la ceja se mantuvo recto y serio.

-No compares esa situación con esto –ella soltó un sonoro bufido- claro que me dolería que Maki se fuera de mi lado. Pero la vida sigue, ¡no hay nada que se pueda hacer cuando la persona que amas se va de tu lado!

Siento que en otro momento me ofendería, pero… ni que hacerle. Esos dos son irracionales cuando ven esa serie.

-En primer lugar –comencé a hablar- si eso llegara pasar, que espero y no. Me gustaría que Umi encontrara el amor en otra persona, que no se estancara en algo que jamás podrá resolver –le sonreí de lado a Umi cuando me vio conmovida por mi comentario- Pero como no hablamos de eso –mi sonrisa había cambiado a una un poco más maligna- la verdad del asunto es que la mujer de Riggs regresa, Meredith lo deja ir para que sea feliz con su mujer e hijo –hable con cierta sarna- ah, y la doctora Shepherd tiene un tumor en la cabeza. Tal vez no vuelva a operar en su vida.

Mis palabras resultaron en la cara de shock de Umi, y la cara de terror de Eli. Pobre, pero aun no necesita la información completa sobre esos capítulos.

-Así, por cierto. Nozomi está sola en el parque que está cerca de mi casa. Dijo que la fueras a ver, quiere hablar contigo sobre tu comportamiento –agregue como tiro final hacia el rubio que en menos de cinco segundos se encontraba en una escala mayor a aterrado.

- ¡Esto no puede empeorar! –grito mientras corría a la salida con la cola entre las patas.

No pude más que reír a carcajadas por su actitud. Nunca verán a Ayase Eli tan asustado, bueno, lo harán cuando su novia está enojada con él y cuando recibe noticias de ese calibre.

-M-Maki –la tenue y temblorosa voz de la peliazul me llamo. Me gire a verla, aun se encontraba estupefacta por la noticia- ¿E-enserio pasa eso?

-En efecto. Pero créeme, es más por culpa de Riggs que de Meredith –sonriendo un poco, me acerque a ella.

- ¿S-si? –parecía esperanzada por una respuesta afirmativa y concisa.

-Si. Pero lo descubrirás por ti misma –solté aire y tomándola de la mano la hice sentarse en el sofá conmigo al lado- hablando de eso, tenemos una charla pendiente con ese tema.

- ¿Qué charla? –aún no se encontraba en todos sus sentidos. Pero era ahora o nunca.

-En que pasas demasiado tiempo viendo series, más bien viendo Greys Anatomy –fui directo ante lo que me molestaba- Umi, entiendo que te relaje, pero me gustaría salir contigo. Estamos de vacaciones y solo nos quedan dos semanas antes de empezar los entrenamientos para el próximo concierto.

- ¿Así que por eso trajiste a Eli? –pregunto un poco más orientada- temo decirte que no sirvió de mucho. Terminamos discutiendo como viste hace rato.

-Sí, sí, eso mismo me dijo Nozomi –apreté su mano derecha contra la mía- sé que te apasiona la serie. Pero no puedes estar todo el día viéndola, es más, no deberías estar tanto tiempo en la televisión- más que sorprendida, ella sonreía comprensiva.

- ¿Qué tiene de malo un poco de diversión? –aun con esa sonrisa rio un poco- Maki, casi puedo decirte los procedimientos de memoria –su voz sonaba tan orgullosa que no pude más que acompañarla en su tenue risa.

-Te he dicho que ese programa no tiene hechos tan verídicos –pique su nariz con el fin de que la arrugara. Sí que parece un conejo cuando lo hace.

- ¿Qué no escuchaste del tipo que paso casi un año trabajando en el hospital como doctor y todo gracias a esa serie? –volví a reír al ver su orgullosa voz- solo lo atraparon cuando descubrieron que no tenía cedula profesional.

-Eso no significa que tú puedas hacerlo, ¿entendido? –sonreí levemente- Umi, no me desvíes del tema.

-No y no –contesto a mis preguntas mientras negaba con la cabeza- Pensé que te gustaba la serie. De hecho, lo estoy viendo para poder sintonizarlo juntos.

- ¿Disculpa? –ladeé la cabeza un tanto confundido- me lo repites que no te entendí.

-Bien que me escuchaste –rio un poco y pico mi mejilla- Maki, estoy viendo Greys Anatomy porque tu dijiste que te gustaba. Pensé que podría ser algo de pareja que podríamos hacer cuando saliera un nuevo capítulo.

- ¿Lo estás haciendo por mí? –ante mi nerviosa pregunta ella asintió sin duda.

Ahora entiendo porque Nozomi dijo "Umi-chan tiene una razón para ver esa serie".

-Digo, ¿Qué no estas emocionado por la nueva temporada? –me limite a alzar la ceja con cierta duda- Maki, Nico se encargó de pasarnos a todos los videos en donde saltas como un niño pequeño.

-Juro que me vengare de esa enana cuando termine su cita con Kira-san –apreté mi puño mientras el rubor crecía por mis mejillas.

- ¿Nico tiene una cita con Kira-san? –Umi alzo la ceja y asentí- vaya, no esperaba eso.

-Ni yo, es un poco sorpresivo, ¿verdad? –por un segundo me iba a desviar del tema, pero regrese a la realidad- ¡Hey, no me cambies de tema!

-No lo hago. Eso fue a causa tuya –sonriendo acomodo mi brazo por detrás de sus hombros y se acercó a mí- ¿Qué tal si vemos lo que resta de este capítulo y hacemos algo de cenar? –propuso con una calmada sonrisa- es la oportunidad para que pasemos tiempo juntos, ¿no?

-B-bueno si…-ruborizado pero feliz tome el control remoto- pero te advierto algo, al primer signo de que estás viendo Greys Anatomy por los actores, lo apagare y cancelare esa trampa del infierno llamada Netflix.

-Veremos quien cae primero –su sonrisa se volvió un poco traviesa y la vi con duda- ¿Qué? ¿crees que no me daría cuenta que al igual que Eli comenzaste a ver la serie por la doctora Shepherd

De ruborizado pasé a parecer un semáforo en rojo- E-eso no es…-solté un suspiro resignado- bueno teóricamente era la doctora Montgomery Shepherd...

- ¿Ahora entiendes que no puedes ocultarme nada? –su sonrisa se mantuvo con ese aire juguetón- mi querido Maki, no tienes de que preocuparte, mi amor platónico de esta serie ya no es alcanzable.

- ¿Tu qué? –ahora estaba con el famoso tic de ojo de Kotori- ¿Quién es tu amor platónico?

-Eso no te lo diré~ -pico mi nariz haciendo que la arrugara- anda, quiero ver en que acaba este capítulo.

-Te juro que lo descubriré. Sonoda Umi, no dudes de mis capacidades –hable decidido antes de darle inicio al capítulo.

-Nishikino Maki, usted no podrá contra mí. Aunque valoro su fuerza –con eso dicho, beso mi mejilla y se centró en la televisión- ¿Qué ira a pasar?

-Ah, en ese capítulo la pareja de la doctora Shepherd la engaña con otra mujer –solté una pequeña broma. Bueno, eso era relativamente verdad, pero aún faltaban varios capítulos para eso.

- ¡Eso es cruel! –un puchero se formó en sus labios mientras se cruzaba de brazos- ¡no se valen los spoilers!

-Lo lamento querida, es lo que hay- le dije con fingida seriedad.

Ambos nos vimos y nos soltamos a reír.

Al fin de cuentas, el Netflix paso a ser un enemigo segundario. Por mientras seria nuestro pasatiempo de pareja.

Pero, damas y caballeros, aún hay algo a lo que no puedo vencer. Aquel al que se le denomina como "suegro". Deséenme suerte contra ese hombre que me hará la vida imposible días después de este acontecimiento.


¡Se siente tan bien actualizar esta historia! Tenía tantas ganas de hacerlo jaja Me alegra por fin poder subir este capítulo que llevaba tiempo esperando para ver la luz.

¿Qué tal les pareció? La idea surgió porque mi hermana y yo comenzamos a ver Greys Anatomy. Fue como: "¿Qué pasaría si Maki ve esta serie junto con Umi?" Y así nació este capítulo. El siguiente, de hecho, ya lo tengo escrito…. Digamos que, el padre de Umi tiene sus secretos.

Sin más que decir: dudas, críticas o alguna cosa por favor no duden en comentarlo. Sus reviews alimentan la creatividad de cualquier escritor, así que regalen aunque sea un review a cada historia que lean en sus hermosas vidas.

Nos vemos en la siguiente actualización~ n_n