Love Live! No me pertenece, es de sus respectivos dueños.
-En otra parte de la ciudad-
POV Normal
Los vientos rugieron aquella turbia noche, un flash azul arraso con las defensas de una fortaleza amatista. En el suelo yacía Nishikino Maki que recién había sido golpeado en la cara por Ayase Eli. El rubio parecía molesto e incluso se contenía para no terminar el trabajo y dejar al pelirrojo invalido por varios meses. Maki solamente suspiro y gruño, con esfuerzo se levanto del piso y limpio la sangre que botaba de su labio con su pulgar derecho.
-¿Ya te sientes mejor? -pregunto el Nishikino con la voz mas gruesa y seria que pudo darle a su adversario.
-No -contesto a secas el rubio- y no lo estaré hasta que te disculpes con Umi.
-No tengo que discutir mis problemas de pareja contigo -contesto con fuerza- concentrate en -sin dejarlo terminar, un golpe en su abdomen lo había hecho callar.
-No puedo creer que seas tan poco hombre como para no aceptar que las cosas están mal -el agresor gruño con ira- le estas haciendo daño a la persona que mas te ama en este mundo, ¿te parece una graciosada?
-Sigue siendo problema mío -dijo en cuanto se repuso de aquel cruel golpe- no tengo porque comentarte nada.
-Tienes razón, lo dejaría pasar si fuera realmente tu problema. Pero estas afectando a Umi, por ende esto me concierne -lo levanto del piso al tomarlo del cuello de su camisa- ¿no lo entiendes? Incluso ella puede perder la paciencia, incluso ella..
-Puede llegar a odiarme -termino la frase el pelirrojo- entiendo que esto pueda lastimarla, pero es mejor alejarla. Prefiero que me odie ahora que después.
-¿Por qué? ¿Eres algún tipo de villano ahora? -apretó con molestia la ropa del menor- ¿Cómo puedes preferir que ella te odie a resolver las cosas?
-Porque -con un ágil movimiento se quito de ese agarre- hay cosas que no puedes arreglar y simplemente debes de dejar que as cosas vayan por su propio curso.
El pelirrojo se dio la media vuelta, dispuesto a irse, incluso dio unos pasos para salir de ahí. Aun cuando Eli lo había citado en ese parque, debió suponer que solo era para reclamarle cosas estúpidas. Era su vida y el sabia lo que hacia o lo que dejaba de hacer.
-Alguien mas te la va a quitar -sentencio a las espaldas del menor- si la sigues alejando, alguien mas ira tras ella y conquistara su corazón -Maki detuvo su andar repentinamente- incluso yo…. ¡Incluso yo podría ir detrás de ella y conquistarla!
Oh si, esas palabras lo hicieron regresar de golpe, a paso frenético y con una velocidad desconocida para el, le dio un golpe en la mejilla del rubio. Fue tan fuerte el golpe que logro desbalancearlo y de no ser por una columna cercana Eli habría caído bruscamente contra el piso.
-¿Cómo te atreves a decir eso? -esos ojos amatistas brillaban de ira hacia el Ayase- No concederé eso. Primero muerto que dejar que Umi este con alguien como tu.
-¿Qué se siente la desesperación? -rio levemente y se cruzo de brazos de una manera altanera- ¿el simple hecho de perderla te hace sentir loco? ¿Cuántas teorías pasan por tu mente cuando piensas en su innegable separación?
-¡Ya te dije que eso no iba a pasar! -lanzo otro golpe que fue amortiguado por la mano izquierda de Eli- ¡Ella no, ella no haría eso!
-Lo hará si la sigues alejando de ti -comento serio y sin demostrar piedad por su oponente- si continuas con esa actitud infantil, ella se ira y no la volverás a ver.
Negó con la cabeza y gruño-¿Y que se supone que haga? -al mirar al rubio este sonrió soberbio- ¿y porque sonríes estúpido? No puedo simplemente ir a su casa a pedirle perdón, ni siquiera la he llamado desde el incidente.
-Tu mismo acabas de decir la solución -con un empujón, alejo el puño del pelirrojo que aun descansaba en su mano- tienes que ir personalmente con ella, hablar y que ella te diga que es lo que procede contigo.
-¿Y si no quiere verme? -susurro sin esperanza.
-Entonces sabrás que no quiere saber nada de ti y que debes dejarla en paz -al verlo así de desamparado, Eli palmeo su hombro, haciendo que este lo viera con sorpresa- no pierdes nada con intentarlo, ¿verdad?
-Pierdo mas de lo que crees…
-Perderás mas si no lo intentas -al comentar aquello, lo tomo de los hombros y lo giro- anda, ve con ella. Confió en que arreglaras las cosas.
-¿Por qué tienes tanta confianza en eso? -pregunto al ver la sonrisa del mayor por el rabillo de su ojo.
-Porque quiero que ella sea feliz, eso es todo -sin decir mas comenzó a empujarlo.
Le pareció curioso, el pelirrojo nunca confió en las intensiones del rubio sobre Umi. Pero ese seria tema para otro día, ciertamente tenia que enfocarse en el problema que había ocasionado. Aunque no estaba completamente seguro de que se resolvería tan fácilmente.
-Casa Sonoda-
POV Umi
Un golpe, dos golpes, tres golpes mas se hacían notar en mi ventana. Aun después de llorar con mis amigos, el sueño no logro apoderarse de mi y en ese estado de insomnio escuche aquellos golpecitos de algún objeto pequeño que se estrechaba contra mi ventana constantemente.
-¿Sera una ardilla? -poco a poco me fui moviendo de la cama y con suerte no logre levantar a Kotori que había dormido abrazada a mi brazo izquierdo- creo que ellos se cansaron mas de mis problemas que yo -solté una diminuta sonrisa y aparte el brazo de la peligris- tendré que moverme un poco, no te vayas a despertar, ¿si? -bese su frente en agradecimiento al tiempo que me brindo. La jovencita únicamente se movió un poco pero no parecía querer levantarse próximamente.
Con un poco de parsimonia me levante de la cama y camine con cautela hacia la ventana. Vi de reojo el como Honoka dormía plácidamente en el futon. Es bueno que sea así, despreocupado y amable la mayor parte de las veces, es sorprendente cuando se porta como una persona madura, y llegar a conocer esa faceta de el.
-A veces me pregunto cuando fue que creciste tanto -esa sonrisa ladeada se mantuvo al mirar al pelinaranjo- de la noche a la mañana siento que me has superado, ¿Cómo paso eso?
-Si no es rojo no es valentino, ¡no me pondré otra cosa que no sea eso! -murmuró entre sueños el joven Kousaka.
-Olvida lo que acabo de decir -negué suavemente con la cabeza y me aventure a ver cual era el factor para que hubiera golpes en mi ventana.
Espere un poco tras el ultimo golpe, parecía una piedrita o algo del mismo tamaño, no alcance a verlo bien por la penumbra de la noche. Cuando ya no hubo golpes, abrí la ventana en búsqueda de que provocaba tanto alboroto, nada grata mi sorpresa cuando al bajar la mirada me tope con un joven de cabellos rojizos y ojos amatistas que me observaba fijamente.
Trague saliva y sacudí la cabeza rápidamente. Pensaba que era una cruda broma de mi mente, pero el seguía allí abajo, mirándome expectante, esperando a que diera el primer paso.
Aprete con fuerza mis puños, intentando reprimir mis ganas de lanzarle hasta la lampara de mi habitación y a lo mejor un par de flechas.
-¿Qué es lo que quieres, Maki? -conteste alto y firme. Para mi buena fortuna mis padres no estaban y podía darme esos beneficios.
-Quiero hablar contigo -hablo con la mirada alzada. Su rostro no manifestaba emociones o eso parecía a simple vista.
-No tengo nada de que hablar contigo -respire hondo, de nuevo me tragaba mis emociones- será mejor que te vayas o llamare a la policía- con esas palabras me dispuse a dar la media vuelta y volver a dormir.
-Hazlo -su ronca voz me detuvo en el acto- y volveré otro día hasta que pueda hablar contigo. Es mas, subiré a tu habitación si no quieres venir acá abajo.
Solté un suave gruñido apenas perceptible. Lo peor del caso es que si lo creía capaz. Cuando se proponía algo era tan testarudo como Honoka. Era tan capaz de treparse por el árbol de mi madre que de cierta manera me asustaba esa situación.
-Basta de estas cosas Maki -dije firmemente y con el anhelo de que no hiciera alguna tontería- ¿Qué no te han dicho que si una mujer te dice que no es NO?
-Exactamente me lo acaban de referir hoy -soltó una pequeña risita- solo quiero hablar contigo, y sabes bien que no me rendiré hasta cumplir mi objetivo -iba a objetarlo, pero su voz me interrumpió- es mas, hagamos esto: te esperare en esa columna donde tocaste ese instrumento hace tiempo, estaré ahí lo que resta de la noche. Si no vienes, entonces no te volveré a molestar- sentencio en una promesa.
Se dio la media vuelta y se fue sin esperar siquiera mi decisión. Suspire y cerré la ventana, era obvia mi decisión, ¿no?
-Tengo que hablar con el -con cierto apuro busque una chamarra. Afortunadamente traía puesto unos pantalones y blusa para dormir, así que con una chamarra bastaría para salir bien de mi casa.
-¿Qué estas loca? -la voz ronca que hablo detrás de mi era la de Honoka. Quien sabe cuanto tiempo llevaría despierto- tu no lo iras a ver, ni ahora ni nunca.
-¿No eras tu el que decía que teníamos que hablar? -me gire a verlo, esperaba una cara de enojo pero recibí una mirada que detonaba toda su preocupación- ¿Honoka?
-Se que lo dije, pero estaba pesando mal -negó un par de veces con la cabeza- no esta bien que venga a buscarte en la noche, Umi-chan, por favor -tomo mis manos y les dio un breve apretón- no puedo permitir que te vayas así como así, ¿Qué tal si voy contigo?
Lo mire de manera detenida, analizando sus reacciones. Era normal que estuviera asustado, lo curioso es que el mismo se arrepentía de lo que había dicho y eso me parecía sospechoso.
-No es propio de ti que te arrepientas de tus palabras, Honoka -tome su mejilla con cuidado y le di un leve apretón- ¿Qué es lo que esta sucediendo?
-Solo recapacite lo que dije… Yo….-cerro los ojos por un momento y tomo aire- no quiero que te lastimen mas. Cuando te dije eso, no pensé que llorarías con esa intensidad. Verte hacerlo, me hizo sentir impotente, no quiero que sufras Umi.
-Honoka -le sonreí levemente y acaricie su cabeza cuando me deshice de su agarre- entiendo tu preocupación, pero tengo que hablar con el.
-¿Por qué tan repentinamente? Tu misma dijiste que no hablarías con el -si que era insistente el pelinaranjo.
-Porque es la primera vez que Maki me visita en la noche -confesé y fruncí el ceño- debe de ser importante como para hablarlo hasta mañana.
-Aun así…
-Se que es apresurado y me contradigo, pero no dejo una batalla sin pelear y no huyo, ya lo sabes -le di unas palmadas a su cabeza y tome mi chamarra- estoy dispuesta y resignada al fracaso si es que mis conjeturas son ciertas -tras suspirar me encamine hacia la puerta.
-Umi-chan… -musito en un intento de detenerme antes de irme.
-Si algo sucede, se que estarás para mi -atine a sonreírle.
Sin esperar contestación me fui hacia el punto de encuentro.
Mentiría si dijera que no me siento asustada o enojada por todas las conjeturas de mi cabeza. Pero era mejor aclarar el asunto de una vez, que me dijera que tiene a otra mujer a enterarme por terceros.
-En la colina del templo-
POV Normal.
En aquella colina donde había sido la confesión de Umi y el festejo de su aniversario solo las luces nocturnas de la ciudad y las luciérnagas eran las que alumbraban la penumbra. La luna menguante era su fiel guardianes, ella había visto el principio y el desarrollo de su relación y solo ella seria el testigo de esa noche.
El la había esperado casi por una hora, seria una noche larga si tuviera que hacerlo lo que restaba de la misma. Pero si, lo haría solo para darle su explicación. Si ella no venia esa noche entonces se daría por vencido y no la molestaría mas. De ser necesario se iría de muse o limitaría su contacto con ella.
-Creo que debí traer un poco de café para esperar- comento el pelirrojo al momento de cerrar los ojos y soltar un suspiro- será una larga noche.
-Temo que no tendrás que esperar mucho -esa voz de seda la conocía a la perfección. De inmediato abrió los ojos y se apantallo al ver la figura de la persona que tenia enfrente.
Sus cabellos azules volaban grácilmente en el aire, la luna lograba aluzarla y darle unos tonos blanquecinos a su cabellera y parte de su cuerpo, esos ojos marrones brillaban con tal intensidad que le quitaban el aliento de solo observarla. En definitiva, para el, ella era una diosa lunar en ese preciso momento.
-¿Qué sucede? -pregunto la mayor con una mirada seria- ¿te comió la lengua el gato?
Maki se vio obligado a sacudir ferozmente su cabeza y tragar saliva para no quedar embelesado por esa preciosa mujer.
-Lo lamento -comento cuando repuso un poco de su cordura- no es nada, solo me perdí.
La mujer soltó un suspiro reprimiendo su necesidad de preocuparse por el.
-¿Qué es lo que quieres hablar? -su pregunta fue seca y carente de emociones- no quiero estar aquí toda la noche, mañana tengo examen y me gustaría estar lista para el.
-Espero que esto sea rápido -mantuvo su distancia de ella, sabia que era importante no invadirla porque de inmediato lo tomaría como una agresión- Yo, quiero disculparme contigo -agacho la cabeza e imploro por su perdón- no es justo que te trate de una manera tan despectiva. Independientemente de lo que suceda, no debo ser yo el que te haga sentir mal…
Un suspiro escapo de los labios de la peliazul- ¿y crees que con un simple perdón lograras algo? -se cruzo de brazos, esperando a que el joven levantara la cabeza- ¿Qué crees que siento yo cuando me ignoras? ¿Cómo crees que sentí cuando no fuiste capaz de buscarme? ¿Por qué tengo que ser yo la que siempre tenga que buscarte a ti?
-No tengo excusa… -apretó con fuerza sus puños- odiame, merezco tu mas oscuro sentimiento. Soportare cada una de tus maldiciones -al levantar la cabeza, se vio decidido- porque ese es mi pecado -coloco su mano sobre su pecho.
Ella le agradeció a los dioses de que la noche cubriera ese sonrojo de sus mejillas y a la vez que desapareciera rápidamente- Eso no te funcionara esta vez- contesto firme o un intento de – no puedo perdonarte así como así.
-Si ese es el caso -dio unos pasos hacia adelante y se cerca de la Sonoda- pegame -la cara de la jovencita no daba merito a lo que había escuchado- quiero que me pegues, desahoga todo lo que te aqueja.
-Maki… -lo miro con duda pero el parecía firme en sus palabras. Apretó su puño con cierta molestia- No lo hare- negó suavemente con la cabeza- no solo porque la violencia no resuelve los conflictos, si no porque así no podrás enmendar lo que hiciste.
-¿Entonces como lo hare? -se quedo decidido en cumplir sus demandas- tu pídelo y hare lo que quieras.
-Quiero que me cuentes la verdad- soltó como si nada- no puedo perdonarte porque no se el motivo de tu conducta y ni tampoco que volverá a que lo hagas de nuevo -tomo aire y lo soltó lentamente, cerro los ojos y negó un par de veces con la cabeza- mas aun -al dar un paso hacia adelante un destello de compresión se asomo por sus ojos- quiero saber si lo podemos resolver.
En definitiva, Umi era la personificación de la bondad y la amabilidad. Por mas que ella dijera que lo odiaba y que no quería saber nada de el, su verdadero molestar fue que el pelirrojo no confiara en ella y por ende la tratara mal. Su impotencia de no poder ayudarlo se clavo en su orgullo de arquera.
-¿Así que es eso? -el joven soltó una pequeña risita- Es, un poco mas complicado de lo que crees.
-Dime la verdad o me iré -dijo decidida- no quiero estar con una persona que no confía en mi, Maki.
-En eso tienes razón… -tomo aire y apretó los puños con mas fuerza- lo diré sin mas -un poco mas de fuerza en sus puños y aseguraría de que se iba a clavar las uñas y lo haría sangrar- dentro de una semana iré a estudiar al extranjero- su voz se había trastornado a una adolorida.
Solo en un minuto la mayor asimilo las palabras del joven pelirrojo. Su boca se abrió sin reparo alguno, no daba fe de lo que había escuchado. ¿Era eso posible? Maki apenas era estudiante de primer y en unos meses pasaría a segundo año. Sin contar que pertenecía a muse y es el principal compositor.
-¿Por qué? -se atrevió a preguntar la peliazul. En definitiva la respuesta la había dejado helada.
-Mis padres piensan que es mejor que estudie en el extranjero para que mi futura educación en medicina sea de calidad -sus manos temblaron y gruño al negar con la cabeza- hable con ellos, les implore pero no acataron mis palabras. Era como hablarle a una pared…
-¿Por qué? -volvió a preguntar- ¿Por qué? -su cuestionamiento se había vuelto un himno- ¿Por qué? -dio sus últimos pasos hacia adelante y tomo las manos del joven y lo obligo a mirarla- ¿¡Porque no me dijiste nada!? -de nuevo esas infames lagrimas brotaron de sus ojos- ¿no recuerdas lo que sucedió con Kotori? Se trago su dolor sola y sufrió cada día por eso… -le dio un breve apretón a esas manos- muse es como una familia, podemos contarnos estas cosas… -en cuanto dijo eso, negó suavemente con la cabeza- entiendo que no le dijeras a los demás, ¿Por qué no me lo dijiste a mi? -sufría cuando hablaba, por mas que intentara contener esa entrecortada voz, simplemente salía a flote en cada momento- ¿por eso me tratas te así?
-No me enorgullece, pero si -aun el que se hacia el duro, no pudo evitar lagrimear al ver a Umi hacerlo y el sentimiento de impotencia de poder resolver sus problemas- creí que seria mejor alejarte de mi, no involucrarte para el día que me fuera, tu dolor seria menos… -una risita irónica salió de su boca- supongo que como siempre solo puedo causarte molestias -logro alejar su mano derecha del agarre de Umi, con miedo se acerco a su mejilla y en cuanto la tuvo al alcance limpio unas cuantas lagrimas con su pulgar- es lo único que se hacer, lo lamento.
-Idiota -negó con la cabeza e intento hablar claramente aunque sus sentimientos pesimistas no le permitían esa acción- siempre estaré para ti, aunque seas un estúpido impertinente que piensa que alejando a los demás hará menos dolorosa la partida -al observar la cara de confusión del joven- si te hubieras ido sin decirme las cosas, entonces si te odiaría. No podría vivir un día sin tu presencia, iría detrás de ti sin dudarlo.
-Umi… -se quedo perplejo. Esperaba que lo abofeteara o que lo tirara al piso, no que le dijera esas palabras dulces.
-Ven -sintió su debilidad propia y la de su acompañante, lo tomo por el cuello y lo abrazo al pegarlo a su pecho- siento que me fuera a desvanecer -se hacia la fuerte, pero lo seria por el si es necesario- ¿no te parece eso a ti?- musito cuando su cabeza descanso en el hombro del joven.
El joven la miro con cierta sorpresa pero al entender sus acciones asintió levemente- creo que también podría caerme contra el piso en cualquier momento- la tomo por la cintura e imito su acción de recargarse en el hombro de la Sonoda.
Solo por esa vez, solo por esa luna menguante, el Nishikino dejaría sus emociones florecer, lloraría en el hombro de la mujer que ama por la impotencia de no poder vivir sin el permiso de sus padres, siempre obligado a una vida que el nunca pidió.
Por su parte, Umi escucho los quejidos del pelirrojo, cerro los ojos y lloro a su par. Sus lagrimas no serian en vano, lo acompañaría en el dolor porque eso fue lo que se prometió cuando lo acepto en su vida.
Juro ante esa luna que encontraría la respuesta y solución a sus problemas, no lo dejaría ir. En definitiva no se daría por vencida, siempre hay una solución para los problemas, lo encontraría.
Bien, hasta aquí el capítulo… Ahora que lo volví a leer… me quiero golpear contra la pared por ser tan mala con Umi XD. Me siento malvada.
Muchas gracias a los que dejaron su review el capítulo pasado n.n. Disculpen no haber subido el capitulo cuando dije, andaba muerta del trabajo y solo me acosté en la cama.
¡MUCHAS GRACIAS!
